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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


FRANCISCO DE MIRANDA
ÁREA CIENCIAS DEL AGRO Y DEL MAR
PROGRAMA CIENCIAS VETERINARIA
URACHICHE - YARACUY

HIPOPLASIA Y
PARAFIMOSIS

Profesor: Estudiante:
M.v. Armando Castillo Mujica, Luis E.
C. I. 18.436.456

Urachiche; Septiembre, 2021


Hipoplasia Testicular (Microorquia).
Equivale a un menor desarrollo testicular, originalmente reconocida como Swedish Higland Catlle
Disease, los testículos en los animales machos están suspendidos verticalmente dentro del escroto y en
condiciones normales deben desplazarse con facilidad. A la palpación deben ser sólidos y de
consistencia firme. La presencia de testículos pequeños, que tienden a ser cilíndricos suele ir asociada a
una fertilidad reducida debido a una hipoplasia. Entre las afecciones testiculares, la degeneración del
epitelio seminífero constituye una de las causas más comunes en la disminución de la capacidad para
fertilizar en machos de las especies domésticas.
Etiología.
La etiología puede ser multifactorial y puede ser unilateral o bilateral e involucrar al testículo como
un todo, la hipoplasia testicular es un proceso congénito, posiblemente de carácter hereditario causada
por la expresión de un gen recesivo autosómico de penetración incompleta, que interfiere con la
espermatogenesis, que resulta en la reducción acentuada de las espermatogonias y puede
consecuentemente afectar ambos testículos. afecta preferente al testículo izquierdo, no obstante, puede
ser bilateral. En caso unilateral se puede apreciar una asimetría evidente, en que a los dos años de edad
el largo y ancho testicular se encuentran disminuidos en alrededor de la cuarta parte.
Hallazgos clínicos.
La patología se encuentra también en ovinos, porcinos y cerdos. Por su origen estos animales
deben de ser separador de la reproducción. Sin embargo, problemas de desnutrición y faltas en el
desarrollo pueden inducir a error de modo que en animales de alto valor genético que hayan pasado por
esta situación debería de tomarse una resolución final a los dos años de edad, una vez analizadas las
características del eyaculado.
En las lesiones microscópicas se observan en ambos testículos, aun cuando la diferencia en tamaño
es evidente entre ambos, por consiguiente, la hipoplasia testicular debe ser diferenciada de una atrofia
testicular secundaria, afección que también puede alterar el tamaño del testículo, como sucede en toros
cuando son inoculados experimentalmente con Anaplasma marginale. La diferencia fundamental radica
en que un testículo atrófico alguna vez alcanzó su completo desarrollo y función, mientras que el
testículo hipoplásico nunca alcanzó un completo desarrollo.
Diagnostico.
Se diagnostica la enfermedad por cariotipo indicando una alta incidencia de constricciones
cromosomales secundarias. A la palpación se percibe una marcada diferencia en cuanto al tamaño de
los testículos, estando el derecho aparentemente normal y el izquierdo, con un tamaño reducido
comparado con su homónimo (ser igual al otro), siendo el volumen testicular el mismo para el derecho
como para el izquierdo. El testículo posiblemente hipoplásico se encuentra endurecido, resistente al
corte y produce un ruido característico de calcificación.
Las lesiones microscópicas observadas en todas las muestras de parénquima testicular, en ambos
testículos es una marcada fibrosis peritubular con atrofia de tubos seminíferos, pérdida de la línea
germinal, espermatogonias con esferoides, material eosinofílico granular tipo mineral con respuesta
gigantocelular. La coloración especial (Von Kossa) evidencia presencia de material mineral intratubular
e intersticial. La presencia de los túbulos con características de mineralización corresponde a procesos
degenerativos adicionales a la hipoplasia, no observándose lesiones en mediastino ni en red testicular.
Tratamiento.
No hay un tratamiento para la hipoplasia testicular, pues debido a que una enfermedad congénita se
transmite a la descendencia, por ende, se debe sacar el animal de la finca o mandarlo a sacrificio.
Parafimosis.
La parafimosis es la incapacidad para retraer el pene dentro del prepucio. Ocurre
generalmente después de la erección. Se observa con mayor frecuencia después de la recolección del
semen o del coito. La piel puede invertirse en el orificio prepucial atrapando
al pene exteriorizado e impidiendo el drenaje venoso.
Etiología.
Puede ser congénita a causa de una abertura prepucial estrecha, o a un prepucio de largo
insuficiente; o adquirida por lamido excesivo debido a trauma/fractura peneana, por estrangulación del
pene con bandas elásticas o por un anillo de pelos, balanopostitis, neoplasia, parálisis del músculo
retractor del pene o idiopática.
Otras causas de parafimosis comprenden la fimosis leve, objetos extraños alrededor del pene, una
banda de pelo constrictora en el orificio prepucial o un traumatismo.
Hallazgos clínicos.
La parafimosis es una emergencia médica. El pene expuesto se vuelve rápidamente
edematoso dado que su retomo venoso se ve comprometido. Si continúa la exposición, se
vuelve seco y doloroso. Si este problema no se trata, se puede desarrollar ulceración, necrosis
isquémica o gangrena. Si se reconoce precozmente, antes de que se desarrolle un
edema grave y dolor, la parafimosis se trata fácilmente.
La parafimosis adquirida se ha observado en perros adultos jóvenes (2-4 años), mientras que la
parafimosis congénita es detectada al nacimiento. La mucosa peneana al estar expuesta se seca,
inflama, lesiona y cornifica, comprometiéndose cada vez más con el paso del tiempo. Si la mucosa
peneana no está muy afectada se debe limpiar, lubricar y reintroducir el pene en el prepucio. En casos
crónicos, en los que la mucosa sufrió trauma severo o necrosis isquémica, es necesaria la amputación
peneana. La castración no es necesaria debido a que la parafimosis no es una condición hormono-
dependiente.
Diagnostico.
La parafimosis se diferencia fácilmente del priapismo, del prepucio corto de forma congènita, de la
deformación congènita del hueso peneal o de la parálisis de los músculos retractores del pene, sobre la
base de la exploración física y la palpación.
Tratamiento.
El tratamiento consiste en una cuidadosa limpieza y lubrificación del pene expuesto. El pene se
reposiciona dentro del prepucio mediante el deslizamiento de éste en dirección posterior, extruyendo
aún más el pene. Esto evierte la piel en el orificio prepucial; el prepucio suele deslizarse con facilidad
sobre el pene. El edema se resuelve rápidamente una vez que se ha restaurado la circulación.
Cuando la parafimosis se debe a otras causas o es de mayor duración, se requiere sedación o
anestesia general. Puede ser necesario realizar una incisión en la piel del prepucio para explorar la
cavidad prepucial, extirpar los materiales restrictivos y aliviar la obstrucción venosa. Entonces el pene
se reposiciona en la cavidad prepucial y la incisión se cierra.

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