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CONTENIDO DEL ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

1. Identificación de la providencia analizada.


2. Hechos de la sentencia analizada (revisión)
3. Hechos de la providencia contra la cual se instauró acción de tutela
(Tribunal de Bogotá).
4. Problema jurídico de la sentencia analizada (revisión)
5. Problema jurídico con relación a la sentencia objeto de acción de tutela.
(Tribunal de Bogotá)
6. Cargos formulados por el peticionario de tutela en contra de la sentencia
proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, Sala de
Decisión Civil, relacionados con la prueba.
7. REQUISITOS FORMALES O DE PROCEDIBILIDAD DE LA ACCIÓN DE
TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS JUDICIALES. Identificarlos y explicarlos
(6)
8. REQUISITOS SUSTANCIALES. CAUSALES GENERICAS: (7). Solo
nombrarlos.
9. Caracterización del DEFECTO FÁCTICO. Contenido y alcance.
10. Relevancia constitucional de las pruebas de oficio en el proceso civil
11. Explicar cómo se estructuró el defecto fáctico en el caso concreto de
la sentencia objeto de tutela (sentencia del tribunal superior de Bogotá,
sala civil), para ello se debe identificar los hechos, conductas y conceptos
que tuvo en cuenta la Corte Constitucional, para afirmar que se incurrió
en defecto fáctico y que ello vulnera los derechos al debido proceso y
acceso a la justicia.

Solución
1. Identificación de la sentencia:
Revision sentencia de Tutela contra
Tipo de Sentencia
providencia judicial
Corporación CORTE CONSTITUCIONAL

Número de
sentencia o T- 264 de 2009
radicación

Fecha 3 de abril de 2009

Magistrado Ponente Dr. LUIS ERNESTO VARGAS SILVA

Derecho al debido proceso y derecho al


Tema (s)
acceso a la administración de justicia

Defecto fáctico y procedimental de


Subtema (s) procedibilidad, relevancia de las pruebas
oficiosas en el proceso civil.

2. Hechos de la sentencia de la Corte:

● El día 7 de agosto de 1996, el automóvil dirigido por José Hernando


Hidalgo Linares, de propiedad del señor Pablo Antonion Muñoz,
adscrito a la empresa Transportes Expreso de Cundinamarca Ltda. y
Cia. S.C.A, colisionó con el señor Gustavo Angarita Carreño, esposo
de la peticionaria, el cual falleció en aquel accidente de tránsito.
● Por tales hechos, el conductor del vehículo, José Hidalgo Linares, fue
condenado por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Facatativá
por homicidio culposo y se condenó al pago de indemnización por
daños y perjuicios morales y materiales.
● La sentencia dictada en el proceso penal fue recurrida por la señora
Luz Mary Jaimes con una resolución beneficiosa para ella y para sus
hijos en cuanto a los perjuicios morales. No así para la vinculación de
terceros al proceso.
● En atención a las recomendaciones del juez penal, la peticionaria
inició un proceso de mayor cuantía, por responsabilidad civil
extracontractual, en contra del propietario del vehículo y la empresa
a la que estaba adscrito.
● El Juzgado 13 Civil del Circuito de Bogotá conoció del proceso y
resolvió favorablemente a las pretensiones de la accionante.
● Los demandados interpusieron recurso de apelación alegando por un
lado, que el juez debió analizar de oficio los elementos que
configuran el daño y pronunciarse sobre la compensación de culpas y
por otro, que el fallo del juez penal no es prueba suficiente del daño.
● El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, Sala de Decisión
Civil, conoció del recurso de apelación y revocó el fallo de primera
instancia basando su decisión en dos argumentos principales: la falta
de legitimidad por activa de la peticionaria y la falta de legitimidad
por pasiva del señor Pablo Antonio Muñoz, ya que el vehículo
implicado, actualmente tiene otro propietario.
● La accionante interpuso acción de tutela contra la sentencia dictada
por el Tribunal Superior del Distrito de Bogotá, argumentando que
dicho tribunal vulneró sus derechos fundamentales al debido
proceso y al acceso a la administración de justicia.

3. Hechos de la sentencia del tribunal superior: Dentro del proceso civil


por responsabilidad extracontractual adelantado por la señora Luz Mary
Jaimes Carvajal en contra del señor Pablo Antonio Muñoz Garzón y la
empresa Transportes Expreso Cundinamarca Ltda y Cia. S.C.A, el Juzgado
13 Civil del Circuito de Bogotá profirió sentencia el 26 de junio de 2007, la
cual fue apelada por los demandados alegando que “el juez debió analizar
de oficio los elementos que configuran el daño y pronunciarse sobre la
compensación de culpas”.

4. Problema Jurídico de la sentencia de la Corte:


¿Vulneró el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, Sala de
Decisión Civil, los derechos fundamentales al debido proceso, al acceso a
la administración de justicia y primacía del derecho sustancial sobre el
formal de la señora Luz Mary Jaimes Carvajal?

5. Problema Jurídico de la sentencia del Tribunal


¿Omitió el juez de primera instancia el análisis oficioso de los elementos
que configuran el daño?
¿Cuál es el alcance probatorio de las sentencias de materia penal, dentro
del proceso civil?

6. Cargos formulados por la peticionaria de tutela en contra de la


providencia del tribunal Superior de Bogotá
(i) argumentó que dicha autoridad vulnera el principio de consonancia al
declarar de oficio la falta de legitimidad por activa de la accionante; en
segundo lugar,

(ii) alegó que la sentencia controvertida incurrió en defectos fácticos por


● (i) falta de apreciación de las sentencias judiciales aportadas al
proceso; y
● (ii) el desconocimiento del alcance dado por la ley procesal a esas
pruebas y al principio de cosa juzgada (artículo 264 del C.P.C.); por
último,
● (iii) señaló que la omisión en el decreto de pruebas de oficio
necesarias para fallar,
7. Requisitos formales o procedimentales de la acción de tutela
contra providencia judicial.
1. Que el asunto sometido a estudio del juez de tutela tenga
relevancia constitucional. Por medio de la acción de tutela se busca
que el juez constitucional entre a analizar temas de su relevancia y
que no se incurra en errores al entrar a analizar temas que no le
competen a su jurisdicción, en ese sentido la acción está
encaminada, conforme al artículo 86 de la carta superior, en buscar
reparar o evitar mayor socavación en los derechos fundamentales
del individuo y principios constitucionales que lo amparan, en ese
sentido solo cuando se esté en presencia de actuaciones judiciales
que socavar estos principios y derechos fundamentales podrá
activarse la protección constitucional por medio de la acción de
tutela.
2. Que el actor haya agotado los recursos judiciales ordinarios y
extraordinarios, antes de acudir al juez de tutela. Esto hace
referencia al “principio de subsidiario” de la acción de tutela,
conforme al artículo 86 constitucional “esta acción solo procede
cuando no hay otro medio de defensa judicial, salvo que aquella se
utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio
irremediable” de esta forma la misma constitución obliga a que los
accionantes antes de acudir a la tutela deben hacer efectivos todo
los mecanismos ordinarios y extraordinarios que estén a su alcance
para buscar la protección de sus derecho.
3. que la petición cumpla con el requisito de inmediatez, de acuerdo
con criterios de razonabilidad y proporcionalidad. La Corte
Constitucional1 ha establecido que el principio de inmediatez implica
que la búsqueda del amparo debe hacerse en un tiempo razonable
y proporcionado esto con el fin de velar por la seguridad jurídica y
los intereses de terceros, por lo que no es un término de caducidad.
Y es que es apenas razonable que no es acorde a derecho mantener
indefinidamente la incertidumbre sobre decisiones jurídicas, en todo
caso la Corte Constitucional ha dicho que no hay un término
taxativo aplicable a todos los casos y corresponde al juez hacer un
análisis razonable y proporcional de cada caso para determinar si se
puede transgredir el principio de seguridad jurídica y los intereses
de terceros.
4. En caso de tratarse de una irregularidad procesal, que esta tenga
incidencia directa en la decisión que resulta vulneratoria de los
derechos fundamentales. Pues como ya se expuso es necesario que
para solicitar el amparo que el tema sea de relevancia
constitucional, pero podría darse el caso que la vulneración de un
1
Corte Constitucional, sentencia T 245/2015, Magistrado Dr MARTHA VICTORIA SÁCHICA
MÉNDEZ
derecho fundamental no tenga relevancia en la decisión judicial, por
lo que además se debe dar que es a través de esta irregularidad,
que violenta los derechos fundamentales y principios
constitucionales, que se decida sobre el asunto en cuestión, es un
pilar de la decisión, un elemento que configura el fallo que se
cuestiona.
5. Que el actor identifique, de forma razonable, los hechos que
generan la violación y que esta haya sido alegada al interior del
proceso judicial, en caso de haber sido posible. Se a dispuesto que
es una obligación del tutelante, en los casos de tutela contra
providencia judicial, que se tenga claridad sobre en cuanto a cuáles
son los fundamentos que sustentan la transgresión de sus derechos
que alega y que además esto debió plantearse durante el proceso,
es apenas razonable que se exija una actividad positiva del
tutelante ya que además de ser la tutela subsidiaria, se importante
que este mismo haga un correcto uso de los instrumentos jurídicos
a su alcance para evitar la vulneración de sus derechos, este
requisito implica una carga argumentativa para la parte tutelante
establecida en la jurisprudencia.
6. Que el fallo impugnado no sea de tutela. Es apenas entendible ya
que si no fuese así se entra en una situación insostenible “los
debates sobre la protección de los derechos fundamentales no
pueden prolongarse de manera indefinida”2.

8. Requisitos sustanciales.
● Defecto orgánico
● Defecto Sustantivo
● Defecto Procedimental o Fáctico
● Error Inducido
● Decisión sin motivación
● Desconocimiento del precedente constitucional
● Violación directa a la constitución

9. Caracterización del DEFECTO FÁCTICO.

Concepto: Es aquel defecto que se configura cuando, sin haberse comprobado


plenamente los hechos de un caso concreto, el juez toma una decisión que
resuelve la controversia.

Según la Corte Constitucional, puede tener 4 causas:


1. Omisión en el decreto o valoración de pruebas.
2
Corte Constitucional, sentencia SU116/2018, magistrado Dr JOSÉ FERNANDO REYES
CUARTAS
2. Valoración irrazonable de las pruebas.
3. Suposición de una prueba.
4. Otorgamiento de un alcance contraevidente a los medios probatorios.

El contenido de este defecto tiene dos dimensiones:

- Positiva: Valoración de una prueba por completo equivocada o


Fundamentación de una decisión en una prueba no apta para ello.
- Negativa: Omisión en la valoración de una prueba determinante u omisión
en el decreto de pruebas de carácter esencial.

Es necesario recordar que, el juez dentro de su actividad de valoración


probatoria, debe respetar y guiarse por los principios de derecho probatorio. Uno
de ellos y que es pertinente en este punto es el principio de libre apreciación.

Dicho principio comporta que, si bien el juez es autónomo en su función


jurisdiccional y en la valoración probatoria, tendrá que realizar esa actividad bajo
criterios de la sana crítica. Es decir, bajo criterios de objetividad, serios,
racionales y responsables. De la misma forma, exige del juzgador abstenerse de
realizar una actitud arbitraria, irracional y caprichosa en la valoración de la
prueba.

10. Relevancia constitucional de las pruebas de oficio en el proceso


civil.

Las pruebas de oficio en el proceso civil poseen relevancia Constitucional debido


a que se evidencia que su aplicación y garantía poseen gran relación con el
deber de alcanzar la verdad y desde esa verdad poder tomar una decisión y dar
una sentencia justa y lógica; tanto desde el deber y compromiso del Juez por
hallar la verdad como presupuesto de la justicia, como del concepto de verdad
como presupuesto de la vigencia del derecho material. Por lo que la aplicación y
garantía de las pruebas de oficio en el proceso civil atañen a la eficacia y respeto
por el principio de necesidad de la prueba3 que se encuentra íntimamente
ligado al derecho fundamental al debido proceso contenido en el art. 29 C.P. y
de la prevalencia del derecho sustancial en las actuaciones judiciales
consagrado en el art. 228 C.P.

En conclusión, la relevancia constitucional de las pruebas de oficio se evidencia


en primera medida en que su aplicación es un deber legal del juez antes de
tomar una decisión determinada, siempre que estas sean necesarias para
alcanzar la verdad en el proceso, esto acorde a la visualización de la verdad
como objetivo o finalidad del proceso judicial.

3
Corte Constitucional, sentencia C-202/2005, MP Dr. JAIME ARAUJO RENTERÍA
11. Configuración del DEFECTO FÁCTICO en el caso analizado.
Tal como lo enuncia la Corte en la parte final de la parte motiva de su sentencia,
el defecto fáctico no se configuró en el sentido en que lo expuso la peticionaria a
través de su apoderado, es decir, desde un punto de vista formal. La apreciación
de la prueba realizada por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, se
ciñó a la ley en cuanto a reafirmar una regla de carácter legal que la única
prueba del estado civil es el registro civil como también una regla general como
es que la carga de la prueba le incumbe al actor. En este sentido, es claro que la
actividad analítica de las pruebas por parte del Tribunal, se ciñó a lo que dicta la
ley en materia civil.
En contraste con lo anterior, el defecto fáctico sí se configuró, tal como lo afirma
la corte, al no decretar de oficio una prueba esencial para decidir de fondo la
controversia.

El fallador de segunda instancia sustentó sus argumentos en la ausencia de


legitimidad por parte de la peticionaria, esto originado por la ausencia de prueba
del estado civil de la misma. Y fue precisamente en este segundo aspecto en el
que se enfocó el Tribunal, en un problema probatorio que pudo haberse
corregido en el trámite de las instancias. Sin embargo, la autoridad accionada no
recurrió a una evaluación sobre la suficiencia de una base fáctica sólida. Es decir,
en el caso en concreto, no estudió la necesidad de la prueba del estado civil de
la peticionaria. Su yerro se refuerza aún más con el hecho de que la accionante
aportó al proceso sentencias judiciales de materia penal, con el fin de probar su
estado civil. Si el juzgador determinaba como insuficientes aquellas sentencias
para probar su estado civil, entonces, con el fin de esclarecer los hechos para
poder llegar a una decisión justa, era su deber legal decretar oficiosamente la
prueba indicada en este caso, es decir, el registro civil.

Sumado a ello y en consonancia con el defecto fáctico en el que recayó el


Tribunal, está el defecto procedimental por exceso ritual manifiesto. En el
trámite de proceso, el fallador omitió la aplicación de la norma constitucional
consagrada en el artículo 228 de la Constitución, la supremacía de lo sustancial
sobre lo formal. Como lo dijo la Carta y se resaltó anteriormente, los
argumentos del Tribunal se basaron en un problema formal que pudo haber sido
solucionado con un decreto oficioso. Pero contrario a ello, el juzgador eligió
poner de antemano la formalidad del proceso sobre el fondo de la controversia
que se había dispuesto en sus manos. De manera que, al incurrir en aquellos
defectos, el Tribunal vulneró el derecho al debido proceso y el acceso a la
administración de justicia

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