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ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL SOBRE OFERTA Y POLICITACIÓN

Por. Sandry Muñoz Hurtado

IDENTIFICACIÓN DE LA SENTENCIA:
Entidad que expide: Corte Suprema De Justicia - Sala de Casación Civil
Etapa Procesal: Recurso extraordinario de casación.
Magistrado Ponente: Pedro Lafont Pianetta
Fecha de expedición: 03/08/1995
Número del expediente:4473

HECHOS
Antecedente: Baudilio Fernández Sierra demandó a la Corporación Financiera
Popular, S.A. a través de un proceso ordinario de mayor cuantía, para que, en
razón de haberse roto unilateralmente la oferta de vender al actor un inmueble
urbano ubicado en Sogamoso – Boyacá. Por lo que el demandante solicitó le sean
reconocidos los daños y perjuicios de toda índole ocasionados por la demandada.
Primero: La Corporación Financiera Popular S.A., ofreció en forma directa a
Baudilio Fernández Sierra, venderle un inmueble urbano, situado en la ciudad de
Sogamoso.
Segundo: En virtud de la seriedad de la oferta y, en atención a que ella provenía
de la Corporación Financiera Popular, S.A., el demandante, incluyó ese predio, en
el plan de vivienda denominado Villa Blanca II, de Sogamoso, luego de lo cual se
realizaron estudios concretos, se efectuó el pago de impuesto predial, contribución
de valorización, instalación de servicios públicos y gastos de escrituración del
inmueble mencionado. Así mismo, se realizaron trabajos para tender tubos de
acueducto, abrir vías, extender redes eléctricas y remover y adecuar el terreno
para fines propios de la urbanización.
Tercero: Según relató el demandante, en forma sorpresiva, y cuando la
documentación necesaria para otorgar la escritura pública de compraventa del
inmueble aludido se encontraba para el efecto en la Notaría Segunda de Tunja, la
Corporación Financiera Popular S.A., hizo saber al actor la decisión de esa
entidad de no proseguir la negociación y exigió devolver la totalidad de los
documentos, lo que ocasionó serios perjuicios al actor.
Contestación de la demanda: se opuso a las pretensiones del actor, y afirmó que
la negociación requeriría el pago de un 30% del valor del inmueble como cuota
inicial, por lo que en su sentir que la primera comunicación enviada al demandante
se reduce a un anuncio preliminar de lo que podría ser un negocio en firme, una
vez se definieran aspectos fundamentales de la operación". Agregó además que,
en la segunda comunicación enviada al demandante, se aclaró lo anterior y como
quiera que el señor Baudilio Fernández Sierra, no realizó "la consignación de la
cuota inicial" "la oferta debió tomarse por desistida por parte del comprador.

PROBLEMA JURÍDICO
¿Debe la entidad financiera indemnizar y reconocer perjuicios al demandante
debido a la revocatoria de la oferta realizada por la entidad financiera al actor?,
¿En el caso bajo estudio estamos frente a una aceptación tácita de la oferta o ante
simples tratos preliminares previos a un contrato de compraventa?
MANIFESTACIÓN DE PRIMERA INSTANCIA.
El Juzgado Tercero Civil del Circuito de Santafé de Bogotá, declaró que la
Corporación Financiera Popular S.A. debía indemnizar al demandante los
perjuicios de todo orden causados a aquel por la retractación intempestiva de la
oferta de venta del inmueble a que se refiere la demanda; y, en consecuencia, se
le impuso condena a pagar al actor las sumas de $5'000.000.oo, por daño
emergente, $30'000.000.oo por lucro cesante y $21'268.000,oo, por concepto del
valor dé la diferencia del precio por metro cuadrado del inmueble ofrecido en
venta, de la época de la oferta a la fecha de la inspección judicial practicada al
inmueble en aquel proceso.

MANIFESTACIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA.


Apelada la sentencia de primera instancia por parte de la entidad financiera, el
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá, -Sala Civil desató el
recurso de apelación en el cual se revocó la decisión del a-quo y, en su lugar, se
denegaron las pretensiones de la demanda.
El ad-quem sostuvo que, en la formación del consentimiento en un negocio
jurídico, a la oferta formulada por una de las partes ha de seguirse la aceptación
por la otra, conforme a lo dispuesto por el Código de Comercio. Llegó el tribunal a
la conclusión de que el demandante nunca llegó a aceptar expresa o tácitamente
la oferta de venta que le formulara la Corporación, y es en torno a este aspecto
fundamental se equivoca el a-quo al valorar la conducta asumida por el
demandante, confundiendo las obligaciones del precontrato de oferta (negocio
jurídico) con la aceptación de la oferta, que debe ser pura y simple.
Así las cosas, a juicio del tribunal, como no hubo aceptación de la oferta, no surgió
a la vida jurídica ninguna obligación precontractual y, por consiguiente, impuso
revocar la sentencia apelada.
CARGOS DEL RECURSO DE CASACIÓN.
Cargo Primero: Sostiene el demandante que el Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Santafé de Bogotá violó indirectamente, por error de hecho en la
apreciación probatoria y por falta de aplicación, de los artículos 2, 822, 824, 830,
845, 846, 851, 853, 854, 855, 857, 859, 861 y 863 del Código de Comercio, así
como de los artículos 739, 1494, 1495, 1502, 1602, 1613, 1614, 1864 y 1865 del
Código Civil.
A juicio del censor, muy a pesar del contenido inequívoco y preciso de los
documentos parcialmente transcritos, el Tribunal de Bogotá, en contravía de la
realidad negocial y procesal, concluyó desafortunadamente que la oferta definitiva
se hizo en la segunda carta, y que el demandante, Baudilio Fernández, nunca
llegó a aceptar expresa o tácitamente la oferta de venta que le formulara la
Corporación en el documento final.
Así mismo expresó el censor que, el Tribunal se equivoca al valorar que las dos
comunicaciones enviadas por la entidad financiera son distintas y por ende, dos
ofertas distintas. Por lo que, de no haberse incurrido en los errores de hecho
denunciados, no se habrían transgredido las normas sustanciales antes
mencionadas, razón por la cual la sentencia recurrida debía casarse y, en su
lugar, confirmarse el fallo de primera instancia.
Cargo Segundo: En este cargo acusa el censor la sentencia de segunda instancia,
por haber violado indirectamente y por el concepto de falta de aplicación, los
artículos 2, 822, 824, 830, 845, 846, 851, 853, 854, 855, 857, 859, 861 y 863 del
C. de Comercio", así como los artículos 739, inc. 2o., 1494, 1495, 1502, 1602,
1613, 1614, 1864 y 1865 del Código Civil.
Sostuvo el demandante que, la aceptación tácita de la oferta, se deduce de "la
fuerza vinculante que tiene el pago del impuesto predial debido entonces por la
oferente, Corporación Financiera popular, pago que hizo el Baudilio Fernández ",
como igualmente se infiere de la Resolución dictada por la Junta Municipal de
Planeación de Sogamoso la cual impartió aprobación a la urbanización Villa
Blanca II de ese municipio, de propiedad del demandante Baudilio Fernández. Con
ello está demostrada la "voluntad inequívoca" del actor para la "ejecución del
contrato propuesto".
Sosteniendo además que oferente y destinatario, por su irrevocabilidad, ya
estaban ligados por la fuerza obligatoria de la propuesta aceptada en un primer
momento.
PRONUNCIAMIENTO DE LA CORTE.
Encontró la Corte que ninguno de los dos cargos analizados y propuestos por el
demandante se encuentran llamados a tener éxito, por cuanto:
La sala de casación civil de la Corte sostuvo que, la oferta dada su trascendencia
que, en el tráfico negocial de bienes y servicios, se tiene por establecido que, para
su eficacia jurídica ha de ser firme, inequívoca, precisa, completa, acto voluntario
del oferente, y estar dirigida al destinatario o destinatarios y llegar a su
conocimiento. Ello significa , entonces, que para que exista oferta se requiere
voluntad firme y decidida para celebrar un contrato, lo que la distingue de los
simples tratos preliminares, en los que de ordinario esa voluntad con tales
características todavía está ausente; y, al propio tiempo, ha de ser tan definida la
voluntad de contratar por quien lo hace, de manera tal que no ha de aparecer
duda de ninguna índole de que allí se encuentra plasmado un proyecto de contrato
revestido de tal seriedad que no pueda menos que tenerse la certeza de que
podrá perfeccionarse como contrato, con el lleno de todos-los requisitos legales, si
ella es aceptada por aquel o aquellos a quienes va dirigida, lo que necesariamente
supone que en ella han de estar contenidos, cuando menos, los elementos
esenciales del contrato propuesto y que, además, ha de ser dirigida al destinatario
o destinatarios y llegar a su conocimiento.
Realizada la valoración probatoria, la Corte estimó que, En las pruebas allegadas
al proceso se observó que no existe documento o prueba que acredite que el
destinatario comunicó al oferente, en el término perentorio de seis días, la
aceptación tácita del contrato propuesto.
Lo que si quedó plenamente acreditado es que la Corporación Financiera Popular
manifestó al demandante que, "para iniciar el perfeccionamiento de la operación",
ha de proceder a cancelar la cuota inicial del precio del inmueble ofrecido en
venta, y agrega que luego de ello "se procederá a constituir la venta e hipoteca",
para cuyo efecto se remite al destinatario "la documentación pertinente para su
tramitación ante la Notaría 2a." de Tunja. Como es fácil advertirlo, de esa
comunicación no puede de ninguna manera deducirse acto inequívoco de
aceptación por parte del destinatario que implique aceptación tácita de la oferta, lo
que descarta por entero el error de hecho que en su apreciación se atribuye al
fallador de segunda instancia, como quiera que esa comunicación no es un acto
del destinatario sino del oferente y, por lo mismo, el error fáctico que se atribuye
por el censor al tribunal resulta inexistente respecto de esta prueba.
Así mismo sostuvo la Corte que, no aparece probada la ejecución dentro de los
seis (6) días siguientes al recibo de la oferta por el destinatario, ni menos aún que
el actor hubiese puesto ese hecho en conocimiento del oferente durante ese
perentorio plazo señalado por la ley (arts. 854 y 851, C. de Co.), lo que
necesariamente lleva a la conclusión de que, por este aspecto, tampoco asiste
razón al recurrente.
En base a los argumentos aquí expresados la Corte Suprema de Justicia, Sala de
Casación Civil, NO CASÓ la sentencia proferida por el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Santafé de Bogotá -Sala Civil- por lo que quedó en firme la
sentencia de segunda instancia, en la que se negaron todas las pretensiones de la
demanda.

PRONUNCIAMIENTO DEL ANALISTA.


Una vez analizada la sentencia emitida por la Corte Suprema, en el caso bajo
estudio, indudablemente estoy de acuerdo con la decisión tomada en este
proceso, toda vez que como lo expresó el máximo tribunal, de ninguna manera se
puede dar por hecho que existió una aceptación tácita de la oferta, debido a que la
entidad financiera pese a realizar una primera oferta, se retractó de dicho acto en
la segunda comunicación enviada al demandante, pese a lo anterior puede darse
por sentado entonces que surgió una nueva oferta, pero que el destinatario nunca
expresó al oferente de manera inequívoca el animo de perfeccionar el contrato.
Así mismo, bajo ninguna circunstancia la entidad financiera oferente autorizó al
destinatario a realizar actos que permitan concluir que siguiera con el
perfeccionamiento del contrato de compraventa, por lo que no se puede concluir
otra cosa que los actos realizados por el demandante surgen de su voluntad, y de
la equivocación en la que incurrió, y no del acuerdo entre ambas partes. Por tanto,
las erogaciones y gastos en los que incurrió el actor no son por culpa atribuible a
la parte demandada.

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