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El Eneagrama y los Simpsons

Marge, Bart, Homer, Lisa, el hermano gemelo de Homer, Flanders, Krusty el payaso, el
encargado de la tienda de comics y Smithers serán nuestros invitados. Insistimos que muchos
de estos personajes muestran a veces estilos de personalidad diferentes y que podrían
incluirse en algún otro eneatipo pero nos quedamos en los aspectos más visibles y
reconocibles de cada uno de estos personajes que nos servirán para conocer mejor el
eneagrama.

Recordemos que el eneagrama es una herramienta que no se resume en 9 números ni se


simplifica a través de los caracteres de personajes de ficción por muy bien caracterizados que
estén, el ser humano es mucho más complejo que todo esto, por eso preferimos decir que
somos un universo de puntos que tendemos a alguno de los tipos del eneagrama, lo que
conlleva una flexibilidad que nos permite centrarnos en nuestro eneatipo, pero aprendiendo
siempre de todos los demás.
Damos paso sin más demora a nuestros invitados estelares para que nos introduzcan a los 9
tipos de personalidad del eneagrama.

El ético. El tipo idealista de sólidos


principios, personas que se basan mucho
en sus valores personales como motor de
vida y con un fuerte sentido del bien y del
mal. En su versión menos sana pueden
caer en una rigidez de estos valores y
adoptar una visión extremista
(perfeccionismos, dogmatismos,
moralismo, etc.) de la vida. Si consiguen
flexibilizar estos valores y su visión del
mundo (y de ellos mismos) aprenden a ser
más naturales, felices, éticos y sabios.

2. El ayudador. Personas orientadas a los demás cuyo motor de vida es dar, escuchar, regalar,
apoyar, alentar… El problema de estas personas es que pueden llegar a confundir prioridades
vitales y poner a los demás por delante de ellas (con todas las consecuencias negativas que
esto pueda tener). Paradójicamente en cuanto aprenden a pensar más en sí mismos se vuelve
más altruistas, comprensivos y equilibrados.
3. El triunfador. Personas orientadas al éxito,
adaptables y constantemente motivadas para
conseguir sus metas. El problema que pueden
tener es que se queden en ese halo de éxito y
se preocupen demasiado de su imagen sin
tener en cuenta otros aspectos de su vida ni
profundizar en sí mismos. Paradójicamente
cuando están dispuestos a perder y a mostrar
su cara más vulnerable aprenden a triunfar de
verdad en sus vidas, son más auténticos, se
aceptan e inspiran a otras personas.
4. El artista. Personas orientadas a sí mismas,
que buscan sentirse especiales y diferentes de
los demás. Son muy introspectivas, sensibles y
emocionales. El problema es que muchas veces
pueden ahogarse en sí mismas, volviéndose
inseguras, susceptibles, aislándose de los demás
y creando mucha ansiedad. Si aprenden a ser
“normales”, a sentir “normal”, a mirar su lugar
en el mundo con “normalidad” son capaces de
inspirarse, de ganar identidad y ser más
creativos, capaces de renovarse y transformar
sus experiencias.

5. El experto. El tipo cerebral, curioso y vehemente. Le apasiona aprender


y sentirse un experto. El problema que pueden llegar a tener es que se
refugien en el cerebro dejando de lado otras áreas importantes de su
vida, pueden volverse obsesivos, excéntricos y aislarse de los demás. Si
aprenden a estar en contacto con sus emociones, instintos y su cuerpo
como un todo su capacidad de innovación, su curiosidad y su visión de la
vida se equilibra y mejora.
6. El leal. El tipo comprometido, orientado a
la seguridad. Necesitan redes de seguridad
para sentirse seguros, ser leales a personas,
relaciones, ideas o estructuras. Este hecho les
puede volver muy indecisos, evasivos,
inseguros y contradictorios. Paradójicamente
en cuanto aprenden a ser más
independientes y autónomos crean redes
más fuertes, gana en seguridad y se vuelven
personas mucho más estables.

7. El entusiasta. El tipo activo, optimista y vitalista.


Son personas muy orientadas al disfrute, el
problema es que muchas veces cuando se
sienten estresados o tienen un problema se
evaden demasiado, se vuelven impulsivos y no
saben parar. Si aprenden a parar y profundizar
con serenidad en su interior se vuelven personas
muy equilibradas, dignas, capacitadas y sobre
todo son capaces de conseguir una felicidad
mucho más plena.
8. El rebelde. Personas protectoras y muy asertivas.
De todo el eneagrama es el que más disfruta del
liderazgo, este estilo excesivo e intimidante puede
llevarle a problemas de aislamiento con los demás
al no poder conectar, además pueden caer en la
agresividad y el autoritarismo cuando las cosas no
son como ellos quieren. Si aprenden a ser más
vulnerables y a dejar a los demás que sean
independientes se vuelven más magnánimos y
mejores líderes.

9. El conciliador. Orientadas a la tranquilidad y a la paz


mental son personas comprensivas, diplomáticas y
pacificadoras. El problema es que muchas veces
existen situaciones estresantes que no son capaces de
afrontar de manera efectiva, desconectando,
evadiéndose o cediendo con tal de conservar su
tranquilidad. En cuanto aprenden a ponerse retos, a
ser conscientes de los estresores de su vida y de la
importancia del conflicto como parte del crecimiento
se vuelven más profundos y mejores mediadores.

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