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LA SANCIÓN

Se entiende por sanción al conjunto de recompensas y castigos aplicados a la


ejecución o a la violación de una ley. La sanción es un medio para asegurar el
cumplimiento de una ley; ya que suprimida aquella, ésta se vuelve irrisoria pues
nada impedirá su violación, sabemos que el premio del bien y el temor a los
castigos, inducen a la observación de la ley; también es un fin, es cuanto
restablece el equilibrio destruido por su violación. El fundamento de la sanción
es la responsabilidad; no se sanciona una acción de la cual no se es
responsable. Existen varias clases de sanción, así tenemos: la sanción moral,
la sanción jurídica y la sanción social.
La sanción moral, es el sentimiento íntimo de satisfacción por haber obrado
BIEN, o el remordimiento, que experimenta el hombre por haber obrado MAL.
Esta sanción es interna. Eje: La alegría que siente el alumno cuando sabe que
ha obtenido buena nota o el remordimiento que tiene el hijo, cuando ha
desobedecido a su padre.
La sanción jurídica, o legal son las que impone el Derecho por la violación de
sus normas, afecta solamente a los actos externos, aun cuando no sean
moralmente culpables (multas, prisión, pena de muerte, etc.) Eje: La sanción
que aplican a los delincuentes.
La sanción social, son los premios y castigos que el cumplimiento o la
violación de la ley nos acarrea de parte de la sociedad en que vivimos. Es el
juicio que las demás personas (sociedad) se forman respecto a nuestras
acciones, que se traduce en admiración o desprecio, en aprobación o censura.
Ejemplo: Un partido de fútbol entre la "U" y el "Alianza", el público premia con
aplauso, al equipo que juega mejor con una silbatina al conjunto que juega mal.
Como vemos, son los honores y el aplauso de la sociedad para los buenos y lo
contrario para los malos. Cae únicamente sobre CURSO TRANSVERSAL 199
DESARROLLO HUMANO II los actos externos y suele ser dispareja y hasta
injusta. El hombre que quiere actuar moralmente deber hacerlo sin tener en
cuenta las sanciones externas, es decir, no debe dejarse impulsar por las
recompensas externas ni por los castigos que vienen de afuera. Es claro que
esta exigencia no la podemos cumplir todos absolutamente. Es muy humano el
temor a los castigos y el deseo de alcanzar las recompensas

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