Está en la página 1de 5

NOVENA DE LA VIRGEN DESATANUDOS DE LA INMACULADA

CONCEPCIÓN
NOVENA A LA VIRGEN QUE DESATA LOS NUDOS Durante nueve días se hace lo siguiente:

*Hacer la señal de la cruz

*Hacer un pequeño acto de contrición (pedir perdón por nuestros pecados)

*Hacer la súplica

Virgen María, Madre del Amor, Madre que nunca ha abandonado a un hijo que pide ayuda, Madre
cuyas manos trabajan sin cesar por sus hijos tan amados para que sean impulsados por el amor
divino y por la infinita misericordia que brota de tu Corazón, vuelve hacía mí tu mirada compasiva.
Mira la cantidad de “nudos” de mi vida. Tú conoces mi desesperación y mi dolor. Sabes cuánto me
paralizan estos nudos, María, Madre encargada por Dios de desatar los “nudos” de la vida de tus
hijos. Pongo la cinta de mi vida entre tus manos. En tus manos no hay “nudo” que no sea
desatado. Madre omnipotente, con la gracia y tu poder de intercesión ante tu Hijo Jesús, mi
Salvador, recibe hoy este “nudo”(nombrarlo si es posible…). Por la gloria de Dios te pido que lo
desates y lo desates para siempre. Espero en ti. Eres la única consoladora que Dios me ha dado.
Eres la fortaleza de mis fuerzas precarias, la riqueza de mis miserias, la liberación de todo lo que
me impide estar con Cristo. Acoge mi clamor. Presérvame, guíame, protégeme, sé mi refugio.
María, tú que desatas los nudos, ruega por mí.

*Rezar los tres primeros misterios del Rosario

MISTERIOS DEL SANTO ROSARIO


GOZOSOS (LUNES Y SÁBADO) DOLOROSOS (MARTES Y VIERNES)
1.- LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS 1. LA ORACIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ.
2.- LA VISITACIÓN DE MARÍA A SU PRIMA SANTA ISABEL 2. LA FLAGELACIÓN DEL SEÑOR.
3.- EL NACIMIENTO DEL HIJO DE DIOS EN BELÉN 3. LA CORONACIÓN DE ESPINAS.
4.- LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 4. JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS.
5.-EL NIÑO PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO 5. LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE NUESTRO
SEÑOR.

GLORIOSOS (MIÉRCOLES Y DOMINGO) MISTERIOS LUMINOSOS (JUEVES)

1. LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR. 1. EL BAUTISMO EN EL JORDÁN.


2. LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. 2. LA AUTORREVELACIÓN EN LAS BODAS DE
3. LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO. CANÁ.
4. LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA A LOS CIELOS. 3. EL ANUNCIO DEL REINO DE DIOS
5. LA CORONACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN. INVITANDO A LA CONVERSIÓN.
4. LA TRANSFIGURACIÓN.
5. LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA,
EXPRESIÓN SACRAMENTAL DEL MISTERIO
PASCUAL.

*Hacer la meditación del día correspondiente (día primero, día segundo,....)


MEDITACIONES PARA CADA DÍA DE LA NOVENA

Meditación del primer día

Santa Madre, amada mía, santa María, que desatas los “nudos” que oprimen a tus hijos, extiende
tus manos misericordiosas hacia mí. Hoy te doy este “nudo” (nombrarlo si es posible…) y cualquier
consecuencia negativa que éste provoca en mi vida. Te doy este “nudo” que me atormenta, me
hace infeliz y me impide unirme a Ti y a tu Hijo Jesús Salvador. Recurro a Ti, María, que desatas los
nudos, porque confío en Ti y sé que nunca has desechado a un hijo pecador que te pide ayuda.
Creo que tú puedes desatar estos nudos porque eres mi Madre. Sé que lo harás porque me amas
con amor eterno. Gracias Madre mía amada. “María, tú que desatas los nudos”, ruega por mí.

Meditación del segundo día

María, madre muy amada, llena de gracia, mi corazón se dirige hoy hacia Ti. Me reconozco
pecador y te necesito. No he tenido en cuenta tus gracias por causa de mi egoísmo, de mi rencor,
de mi falta de generosidad y de humildad. “María que desatas los nudos” acudo a Ti para que
pidas a tu Hijo Jesús que me conceda la pureza de corazón, el desapego, la humildad y la
confianza. Viviré esta jornada con estas virtudes. Te las ofreceré como prueba de mi amor hacia a
Ti. Pongo este “nudo” (nombrarlo si es posible…) en tus manos porque me impide ver la gloria de
Dios. “María, tú que desatas los nudos”, ruega por mí.

Meditación del tercer día

Madre mediadora, Reina del cielo, en cuyas manos están las riquezas del Rey, vuelve a mí tus ojos
misericordiosos. Pongo en tus manos santas este “nudo” de mi vida (nombrarlo si es posible), y
todo el rencor que de ello resulta. Dios Padre, te pido perdón por mis pecados. Ayúdame ahora a
perdonar a toda persona que consciente o inconscientemente ha provocado este “nudo”. Gracias
a esta decisión tú podrás desatarlo. Madre mía amada, ante Ti y en nombre de tu Hijo Jesús, mi
Salvador, que fue tan ofendido, y supo perdonar, perdono ahora a estas personas… y también a mí
mismo por siempre. “María que desatas los “nudos”, te doy gracias porque desatas en mi corazón
el “nudo” del rencor y el “nudo” que hoy te presento. Amén. “María, tú que desatas los nudos”,
ruega por mí.

Meditación del cuarto día

Santa Madre, amada mía, que acoges a todos los que te buscan, ten piedad de mí. En tus manos
pongo este “nudo” (nombrarlo si es posible…). Me impide ser feliz, vivir en paz, mi alma está
paralizada y me impide caminar hacia mi Señor y servirlo. Desata este “nudo” de mi vida, oh
Madre mía. Pide a Jesús la curación de mi fe paralizada que tropieza en las piedras del camino.
Camina conmigo, Madre mía amada, para que sea consciente de que estas piedras son en realidad
amigas; que deje de murmurar y aprenda a dar gracias, a sonreír en todo momento, porque tengo
confianza en ti. “María, tú que desatas los nudos”, ruega por mí.
Meditación del quinto día

“Madre que desatas los “nudos”, generosa y llena de compasión, me dirijo a ti para poner, una vez
más, este “nudo” en tus manos (nombrarlo si es posible…). Te pido la sabiduría de Dios, para
conseguir, a la luz del Espíritu Santo, desatar este cúmulo de dificultades. Nadie te ha visto nunca
airada, al contrario, tus palabras están tan llenas de dulzura, que se ve en Ti el Espíritu Santo.
Líbrame de la amargura, de la cólera y del odio que este “nudo” me ha causado. Madre mía
amada, dame tu dulzura y tu sabiduría, enséñame a meditar en el silencio de mi corazón y así
como hiciste el día de Pentecostés, intercede ante Jesús para que yo reciba en mi vida el Espíritu
Santo. Que el Espíritu de Dios descienda sobre mí. “María, tú que desatas los nudos”, ruega por
mí.

Meditación del sexto día

Reina de misericordia, te doy este “nudo” de mi vida (nombrarlo si es posible...) y te pido que me
des un corazón que sepa ser paciente hasta que tú desates este “nudo”. Enséñame a escuchar la
Palabra de tu Hijo, a confesarme, a comulgar; quédate conmigo, María. Prepara mi corazón para
festejar con los ángeles la gracia que tú me estas obteniendo. “María, tú que desatas los nudos”,
ruega por mí.

Meditación del séptimo día

Madre purísima, me dirijo a Ti: te suplico que desates este “nudo” de mi vida (nombrarlo si es
posible…) y que me libres de la influencia del mal. Dios te ha concedido un gran poder sobre todos
los demonios. Hoy renuncio a los demonios y a todas las relaciones que he tenido con ellos.
Proclamo que Jesús es mi único Salvador y mi único Señor. Oh “María que desatas los nudos”,
aplasta la cabeza del demonio. Destruye las trampas provocadas por estos “nudos” en mi vida.
Gracias, Madre muy amada. Señor, ¡líbrame con tu preciosa sangre! “María, tú que desatas los
nudos”, ruega por mí.

Meditación del octavo día

Virgen Madre de Dios, rica en misericordia, ten piedad de mí, tu hijito y desata los “nudos”
(nombrarlo si es posible…) de mi vida. Necesito que Tú me visites, así como lo hiciste con Isabel.
Llévame a Jesús, envíame el Espíritu Santo. Enséñame el coraje, el gozo, la humildad y como a
Isabel, haz que me llene del Espíritu Santo. Quiero que Tú seas mi Madre mi Reina y mi amiga. Te
doy mi corazón y todo lo que tengo: mi casa, mi familia, mis bienes exteriores e interiores. Te
pertenezco para siempre. Pon en mí Tú corazón para que yo pueda hacer todo lo que Jesús me
sugiera que haga. “María, tú que desatas los nudos”, ruega por mí.

Meditación del noveno día

Madre Santísima, abogada nuestra, Tú que desatas los “nudos”, vengo hoy a darte las gracias por
haber desatado este “nudo” (nombrarlo si es posible…) de mi vida. Tú sabes el dolor que me ha
causado. Gracias, Madre mía amada, te doy gracias porque has desatado los “nudos” de mi vida.
Envuélveme en tu manto de amor, protégeme, ilumíname con tu paz. “María, tú que desatas los
nudos”, ruega por mí.
*Rezar los dos últimos misterios del Rosario

*Salve

ORACIÓN FINAL

María, nueva Eva, Madre de Cristo y Madre de la Iglesia, Tú que aplastas la cabeza de la antigua
serpiente, Tú que al anuncio del ángel acogiste en tu seno al Salvador, Tú que en Belén diste a luz
al Creador, Tú que conservaste en tu Corazón lo que no conseguías comprender, Tú que en Caná
de Galilea pediste para nosotros el vino de la alegría, Tú que, en silencio, adoraste a Cristo en la
cruz, Tú que recibiste el Espíritu Santo en el cenáculo desata los nudos de nuestra miseria humana.
Desata los nudos de nuestros pecados, de nuestro orgullo, de nuestra soberbia, de la avaricia, de
la lujuria, de la envidia y de la pereza. Enséñanos a amar a tu Hijo, como lo has amado Tú.
Intercede por nosotros que somos pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

También podría gustarte