Está en la página 1de 16

VIA CRUCIS PARA LOS ENFERMOS

INTRODUCCION

Hermanos: Nos hemos reunido hoy en comunidad, para recorrer


el Vía Crucis, el camino de Jesús, el camino de la Cruz y de la
Pascua, el camino del dolor y de la esperanza.
“El Vía Crucis nos muestra un Dios que padece el mismo los
sufrimientos de los hombres y cuyo amor no permanece alejado, sino
que viene a estar con nosotros, hasta su muerte en la cruz”.

Oración Inicial

Señor mío, Jesucristo, quiero acompañarte por el camino de la


Cruz, para aprender a recorrer el mío. Dame Señor tu amor y tu
paciencia. Te ofrezco todos los buenos propósitos que en mi puedes
inspirar, solo te pido la gracia para poder llevarlos a cabo para tu
mayor honra y gloria y en penitencia de mis pecados. AMÉN.
I Estación: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Juan 19, 4-16


“Tú no tendrías ningún poder sobre mí, sino lo hubieras recibido de lo
alto”. Palabra de Dios.

Señor, a pesar de que todos estaban en contra tuyo y pedían tu


muerte, Tú, te mantuviste firme hasta el final, sosteniendo que tu habías
venido al mundo para dar testimonio de la verdad. Solo Tú, Señor, eres la
Verdad, y sé que tú, que eres la verdad, escuchas mi voz. Yo también me
siento a veces “condenado” por mi enfermedad; al igual que tú te sientes
condenado por el pueblo judío. Ayúdame a tener fortaleza y a dar
testimonio de Ti, Verdad absoluta, antes mis familiares y amigos, desde mi
enfermedad.

Oración
Señor Jesús.
Yo también te he sentenciado a muerte
con mis acciones equivocadas,
cuando no acepto mis enfermedades.
Cuando no te ofrezco mis dolencias
físicas y espirituales.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.
II Estación: JESÚS CARGA CON LA CRUZ

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Mateo 11, 29-30


“Carguen ustedes mi yugo y aprendan de mi”. Palabra de Dios.

Señor, esa cruz que cargaste sobre tus hombros eran todos nuestros
pecados. ¿Qué amor es más grande que aquel que es capaz de asumir las
culpas ajenas? Bien sabes, Señor, que yo también cargo una pesada cruz:
mi enfermedad. Auxíliame, para no hacer de ella, un motivo para
autocompadecerme, para quejarme, para renegar de la vida, sino que sepa
asumirla con fortaleza, como tú hiciste con tu cruz y llevarla por el camino
de mi vida con el orgullo de saber que tengo la posibilidad de compartir tu
sufrimiento redentor. Te ofrezco Señor, mi cruz por mis pecados y por la
conversión de todos los pecadores. Acéptala como mi humilde ofrenda para
que se una a tu Cruz por la salvación del mundo entero.

Oración
Señor Jesús.
Yo deseo tomar mi Cruz de la enfermedad contigo,
todos los días de mi vida.
Ayúdame a sobrellevar
pacientemente mis dolencias.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.

III Estación: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ


Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Isaías 53, 6-12


“Siendo así que llevaba el pecado de muchos e intercedía a favor de los
culpables”. Palabra de Dios.

Señor, tú nos dijiste que para seguirte era necesario abandonarlo


todo, cargar nuestra cruz y caminar tras de Ti. Yo ya tengo la cruz de mi
enfermedad sobre mis hombros, pero no siempre te la ofrezco a Ti.
¿Cuántas veces no me aferro a ella y me dejo vencer por el miedo y la
desesperanza y caigo por tierra? Te pido Señor que me socorras para poder
renunciar a mí mismo, a mis miedos, a mis egoísmos, a mis exigencias, a
pensar solamente en mis necesidades cuando hay muchos a mí alrededor
que también tienen sus problemas y preocupaciones. Ayúdame a poner mi
vida en tus manos, a renunciar a querer ser yo el centro de atención
cuando solo Tú debes serlo. Te pido por todos los enfermos del mundo que
han perdido la esperanza, para que te encuentren a Ti, que eres el Camino,
la Verdad y la Vida.

Oración
Señor Jesús.
Que el sufrimiento que padeciste nos restaure,
trayendo sanación y consuelo
a aquellos que sufren por su enfermedad.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.
IV Estación: JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE
Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Lucas 2, 22-35


“…Y a ti misma, una espada te atravesará el corazón”. Palabra de Dios.

Señor, tú madre María te acompaño en todo momento, hasta en los


más duros. Ayúdame a imitar su ejemplo. Sé que cuando me siento solo no
es porque Tú dejaste de acompañarme, sino porque deje de acompañarte
yo a Ti. Dame fuerzas para perseverar junto a Ti y nunca renegar de tu
Amor infinito, por más difíciles que sean las situaciones que me toquen
vivir. Te ofrezco mi enfermedad, Señor, diciendo al igual que María “Yo soy
la esclava del Señor, que se haga en mí su Voluntad”. Te pido, Señor, por
todos los hombres del mundo que no te conocen para que encontrando a
María, tu Madre, te encuentren también a Ti.

Oración
Señor Jesús, tú quisiste que tu Madre
estuviese allí en el camino al Calvario,
dame un espíritu intrépido
para enfrentarme, a las pruebas de la vida,
como María tu Madre.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.

V Estación: EL CIRINEO AYUDA A JESÚS


Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Mateo 27, 32


“Por el camino se encontraron con un hombre de Cirene, llamado Simón, y
le obligaron a que cargara con la cruz de Jesús”. Palabra de Dios.

Señor, aquel Cirineo fue capaz de salir de sí mismo para ir a tu


encuentro y ayudarte. Enséñame a descubrir que yo también puedo ser
Cirineo en mi vida, asistiendo, en la medida de mis posibilidades, a
aquellas personas que me necesitan. Mi enfermedad, no debe ser una
excusa para que los demás tengan que servirme siempre a mí. Los que me
rodean, también tienen problemas y preocupaciones y yo puedo encontrar
muchas maneras para ayudarlos, escuchando, aconsejando o simplemente
apoyando y amando. Socórreme para ser como el Cirineo para las personas
que me rodean.

Oración
Señor Jesús,
dame el don de encontrarte
aún en medio de mis enfermedades.
Se Tú mi Cirineo.
¡Ayúdame a cargar la cruz de mis dolencias!

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.

VI Estación: LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS


Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Isaías 53, 3


“Despreciado por los hombres y marginado, hombre de dolores y
familiarizado con el sufrimiento”. Palabra de Dios.

Te doy gracias, Señor, porque en el mundo existen personas capaces


de “secar el rostro de los demás” Te doy gracias especialmente por las
personas que me rodean y que me brindan su apoyo ya sean familiares,
amigos, conocidos, médicos, enfermeros. Bendícelos y recompénsalos
Señor por el apoyo que me dan. Y si yo puedo serles útil, tal vez
brindándole consuelo o alguna palabra de aliento, muéstramelo Señor. Te
pido por los médicos y enfermeros de todo el mundo, para que ilumines su
accionar y sean instrumentos tuyos a través de sus acciones y
recomendaciones.

Oración
Señor Jesús,
no permitas que desprecie,
ni rechace tu voluntad.
No permitas que desprecie
a los enfermos, a los oprimidos.
Hazme considerado
y amable con todos.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.
VII Estación: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Hebreos 5, 7. 10.


“Y, aunque era Hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios
sufrimientos que significa obedecer”. Palabra de Dios.

Señor dame la fuerza para afrontar las dificultades, tal como Tú lo


hiciste en tu camino hacia la cruz. Lo soportaste todo por mí y por mis
pecados. Y yo, a pesar de saber esto, sigo pecando una y otra vez,
renegando de Ti, de mí mismo, de mi enfermedad y de los que me rodean.
Enséñame a soportar mi sufrimiento como tú lo hiciste y a darle un sentido
redentor. Quiero ofrecerlo por mis pecados y por el mundo entero.
Enséñame a amar con un amor tan grande que sea capaz de olvidar mi
propio sufrimiento con tal de lograr la felicidad de los demás, así como “por
tus heridas fuimos sanados”. Te pido Señor la gracia de unir mis heridas a
las tuyas y que por mis heridas sean sanados tantos hombres y mujeres de
todo el mundo que viven en el pecado y el desconocimiento de tu Amor.

Oración
Señor Jesús ¡Sáname!
Señor Jesús ¡Libérame!
Señor Jesús ¡Sálvame!
¡Ayúdame a confiar en tu misericordia!

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.

VIII Estación: JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Lucas 23, 27-32
“¡Hijas de Jerusalén! No lloren por mí, lloren más bien por ustedes y por
sus hijos”. Palabra de Dios.

A aquellas mujeres les dijiste que era inútil lamentarse en vano, que
más valía preocuparse por cambiar la vida. Ayúdame a no ser como ellas, a
no vivir quejándome y lamentándome por mi enfermedad, por sentir que
los que me rodean no me quieren lo suficiente o preguntándome “¿porque a
mí? Enséñame, por el contrario, a buscar primero Tu Reino, convencido de
que todo lo demás me será dado por añadidura y a esforzarme por llevar
una vida santa, que sea testimonio de amor para quienes me rodean. Te
ofrezco Señor mi enfermedad, no reniego de ella, no, sino que, por el
contrario, te la ofrezco porque es la manera que tengo de estar unido a Ti y
a tu Pasión y Muerte.

Oración
Señor Jesús
quiero dejarme consolar por Ti,
en medio de mis sufrimientos,
de mis padecimientos
y de mis enfermedades.
¡Consuélame, como a las mujeres de Jerusalén!

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.
IX Estación: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Isaías 53, 7
“Fue maltratado y él se humilló y no dijo nada, fue llevado cual cordero al
matadero, como una oveja que permanece muda cuando la esquilan”.
Palabra de Dios.

Señor, a pesar de haber caído por tercera vez, te levantaste y seguiste


adelante. A veces me cuesta tanto perseverar en tu camino. Tú, que tuviste
que soportar la cruz inocentemente, ayúdame a nunca dejar de seguirte
por más que mi enfermedad se prolongue, que jamás me canse de
ofrecértela con paciencia y con amor. Te pido Señor por todos los enfermos
y ancianos del mundo que se han dado por vencidos y que solo desean
morir para acabar con sus sufrimientos, dales una luz de esperanza y
muéstrales que nunca está todo perdido mientras nos quede un aliento de
vida.

Oración
Señor Jesús
escucha mi oración.
Cada vez que caiga
con mi cruz de la enfermedad
¡levántame! para que pueda servirte Señor.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.

X Estación: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Juan 19, 24
“No la rompamos, echémosla, más bien a suerte a ver a quien le toca. Así se
cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mi ropa y echaron a suerte mi
túnica”. Palabra de Dios.

Señor en tu cruz te quitaron lo último que tenías: tus rompas, tu


túnica, pero no pudieron quitarte los más importante que poseías; el amor
tan grande a los hombres que fue capaz de llevarte hasta la muerte. Te
pido Señor que me ayudes a no aferrarme a las cosas materiales, a no
depender de ellas, a no desesperarme si a veces no son suficientes y a no
almacenar inútilmente, si son demasiadas. Enséñame a ser pobre, Señor,
como Tú lo fuiste en la Cruz. Te pido por todas las personas que sufren la
pobreza en el mundo, para que no les falte lo indispensable y te ruego
también por aquellos que tienen de sobra, para que no se pierdan en su
egoísmo y aprendan a compartir con los que no tienen.

Oración
Señor Jesús, a veces me preocupo demasiado
por mi estado físico, por mi apariencia.
Haz que pueda preocuparme
por las enfermedades del alma.
Pon en mi corazón paz y serenidad
para servir al prójimo con libertad.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.
XI Estación: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Lucas 23, 33
“Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”. Palabra de Dios.

Señor hasta el último momento, mientras sufrías los dolores de los


clavos que te traspasaban, pensante en cada uno de nosotros suplicando a
tu Padre que nos perdonara. Enséñame a perdonar a mis hermanos. Desde
mi enfermedad tengo la enorme y maravillosa posibilidad de identificarme
contigo, doliente en la Cruz y hacer carne propia las palabras de San Pablo
“Estoy crucificado con Cristo y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mi”.
Quiero compartir tu Cruz Señor y que como tu Muerte, mi vida sea útil a
los demás, por eso te ofrezco mi enfermedad por mis pecados y los pecados
de todos los hombres del mundo.

Oración
Señor Jesús.
Perdóname cuando te culpo
por mis enfermedades.
Enséñame a aceptar tu Voluntad
con disposición y amor.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.

XII Estación: JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Mateo 27, 45


“Entonces Jesús, clamando otra vez con voz potente, entregó su Espíritu”.
Palabra de Dios.

“No hay mayor amor que dar la vida por los que se ama”, nos dijiste
una vez y no fueron solo palabras, sino que lo comprobaste con hechos,
muriendo por nosotros. Tú lo diste todo, sin medida, diste tu propia vida.
¿Qué soy yo capaz de dar por Ti y por los que me rodean? Instrúyeme a
amar como Tú lo hiciste a todos por igual y sin medida. Te pido Señor por
aquellos que entregan su vida por amor a los demás a través de su trabajo,
especialmente los que ofrecen su tiempo para cuidar y atender a los
enfermos y ancianos. Fortalécelos Señor y haz que la entrega de sus vidas
no sea en vano.

Oración
Señor Jesús.
Tu Muerte trajo vida a mi cuerpo llagado
por mi enfermedad.
Haz de mi vida
una fuente de alegría,
no de sufrimientos para los demás.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.

XIII Estación: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Mateo 27, 55-58


“Entonces José tomo el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo
coloco en un sepulcro nuevo”. Palabra de Dios.

Jesús es depositado en los brazos de María, su Madre, ¡con cuanta


ternura y dolor debe haber recibido la Virgen el cuerpo de su Hijo! Recibe,
Madre mía, también mi cuerpo enfermo y déjame permanecer allí. Alivia mi
enfermedad, disipa mis temores y aumenta mi fervor. Ayúdame a no
rebelarme en este momento contra la Divina Providencia. Que viva este
tiempo en paz, sabiendo que Dios, como Padre amoroso, vela por mí.
También te pido que consueles a mis parientes, que sientan tu protección y
confíen en tu intercesión.

Oración
Señor Jesús.
Como una caña quebrada
fuiste bajado de la cruz.
Cuando las adversidades
de mis enfermedades
me tiren abajo ¡levántame!
para poder caminar en vida nueva.

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.

Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


y los dolores de su Santísima Madre.

XIV Estación: JESÚS ES SEPULTADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos.


Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura: Juan 19, 40


“Tomaron el cadáver de Jesús y lo envolvieron en lienzo con los perfumes
según la costumbre de sepultar que tienen los judíos. En el lugar donde
había sido crucificado había un huerto y en él un sepulcro nuevo, en el que
nadie había sido sepultado. Como era la víspera de la fiesta judía y como el
sepulcro estaba cerca, colocaron allí a Jesús”. Palabra de Dios.

Señor: tu Muerte nos abrió la esperanza de la resurrección. Tú nos


prometiste vida eterna. Haz que viva de acuerdo a esta gracia que me
regalaste, buscando siempre amarte y amar a aquellos que me diste por
hermanos. Muchas veces yo también me siento sepultado por mi
enfermedad. Auxíliame para no quedarme sumergido en mi dolor, sino que
sepa comprender que el sufrimiento es camino a la Gloria, como para ti el
sepulcro fue la puerta para la resurrección. Dame fuerza, Señor, para ser
testimonio de esperanza entre quienes me rodean.

Oración
Señor Jesús, ya cargaste nuestra enfermedad
sobre tu cuerpo y ya fuimos sanados.
La obra de nuestra sanación, salvación y liberación
fue realizada por ti, en aquel sepulcro de compasión y amor.
Señor: ¡Tú eres mi Salvador!

PADRE NUESTRO. AVE MARÍA. GLORIA.

Señor, por tu Cruz y Resurrección nos has sanado y nos has liberado.
Señor, ten piedad de nosotros.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo
y los dolores de su Santísima Madre.

Oración Final

Señor, he llegado al final de este camino


doloroso que tu recorriste.

No sé, Señor, si admirar más tus dolores


o el gran amor que has tenido sobre mis enfermedades.

Sería ridículo decirte GRACIAS.


No tengo palabras Señor,
no sé cómo expresarte
lo pequeño que me siento
frente a tu amor.

Tú me conoces Señor.
Tú conoces el camino que llevo recorrido.
Tú conoces el camino de mis sufrimientos
a causa de mis enfermedades.
Tú conoces mi fragilidad a causa de mi dolor.

Solo quiero decirte una cosa:


en el vía crucis de mi vida
necesito contar contigo.
Quiero ser fiel a la voluntad de Dios sobre mí,
aceptar las alegrías
y la cruz que me ofreces,
pero bien sabes que solo, nada puedo.

Quiero contar contigo, Señor.


Quiero recordar las palabras de tu evangelio
“No busquen entre los muertos
al que está vivo (Lc. 24, 5)

También podría gustarte