Está en la página 1de 1

La Música Secular

Con relación a la música secular, la Biblia enseña: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así
también en la tierra… Mt. 6:10” En el cielo solo hay un objeto de admiración, culto y
adoración, Apoc. 5, no hay un solo caso en que los ángeles, los seres vivientes, o cualquier ser
espiritual aparezcan cantando o adorando a otro que no sea a Dios.

La doctrina sobre LA SANTIDAD del creyente y de los que sirven a Dios, sean carne o espíritu,
es la EXCLUSIVIDAD, santidad significa consagración, es decir, apartado con un objetivo o un
propósito. Por ejemplo, los instrumentos del templo no deberían ser usados para actividades
festivas mundanas, pues son santos, han sido apartados y consagrados para el uso exclusivo
del servicio a Dios.

Así también debemos ser nosotros, santos en toda nuestra manera de vivir, 1 Ped. 1:16.

Dicho en forma gráfica, en el mundo espiritual no solo existe lo blanco y lo negro, digamos que
existe una gama de degradados desde el blanco hasta llegar al negro, el enemigo sabe que no
puedes llevarnos a la oscuridad total de un solo golpe, así que creo que la música secular, que
no es dedicada a Dios, es uno de esos niveles de degradación donde poco a poco la persona se
acerca más a lo vano y a lo mundano.

Existe una anécdota de un hombre que estaba buscando un chofer confiable para su madre. Y
decidió probar a tres entrevistados con la siguiente pregunta: ¿A qué distancia del borde de la
carretera conducirías para evitar caer en un precipicio? El primero contestó: mantendría la
distancia de 1 metro. El segundo dijo: yo iría a 2 metros de distancia. Cuando entrevistaron al
tercero, éste contestó: conduciría lo más lejos posible del precipicio. Asegurándose con este
respuesta el puesto de trabajo.

Así también nosotros los creyentes, deberíamos conducir nuestra vida terrenal lo más lejos
posibles de los dominios del reino de las tinieblas. Y para nadie es un misterio que la música
secular no es propiedad de Dios, está en las manos del enemigo, y a través de ella él incita a
muchos al desamor, la depresión, los celos, etc., y los ha llevado a la perdición. Dios me ha
confirmado que llamará a cuenta a todos esos cantantes mundanos que por su música se han
producido ruina como alcoholismo, muertes por celos, corrupción moral de cualquier tipo.

Cuando la vida del creyente está llena de la presencia de Dios, en su corazón no surge el deseo
de escuchar música que no sea exclusivamente dedicada a Dios. Lo sé no solo por lo que he
visto y oído, sino porque lo he vivido. Antes de conocer Cristo yo improvisaba reguee y hiphop
y cantaba todas las de ese tiempo. Pero al conocer ser al señor y ser bautizado con el Espíritu
Santo ocurrió un cambio en mi interior y cuando mis amigos me pidieron que por favor cantara
regué aun fuera “cristiano” y que ellos cantaría de un lado el suyo, la respuesta automática
que me vino a la mente, y fue con toda sinceridad fue: Es que ya no me nace en el corazón el
cantar ese tipo de música. Yo había nacido de nuevo y había ocurrido un cambio dentro de mi
corazón, fue algo maravilloso.

Esa es mi humilde opinión con relación a la música mundana y la cristiana.

También podría gustarte