Está en la página 1de 4

Ayala y de Landero Margarita

Producción de textos: Drama


Agosto 2021

a) Pon acotaciones explícitas al texto de Arlequín.

ARLEQUÍN: (ABRIENDO LA PUERTA) Pasa, señora, pasa. (DIRIGIÉNDOSE A LA


MUERTE) Llegas a tiempo, precisamente estábamos hablando de ti. En verdad que eres
muy amable no haciéndote esperar. Pero, señora, ¿a qué vienen esos gestos tan trágicos?
(SEÑALA AL ESCENARIO) Mira a tu alrededor… esta es la casa de Arlequín, donde sabe
reírse de todo lo que es trágico, incluso de tus gestos. ¡Basta, señora, basta! La verdad es
que si no hubiera agotado mi alegría durante mi vida, me habrías hecho morir de risa, en el
verdadero sentido de la palabra. (SE RÍE A CARCAJADAS) ¿Qué? ¿Quieres parar el
reloj? (LA DETIENE) Tenemos tiempo, señora. Tenemos tiempo. Según creo, mi hora no
ha sonado todavía. ¿Crees que voy a resistirme? ¡No, no soy un estúpido burgués!
¡Rindamos los honores a la bella dama! (LE HACE UNA REVERENCIA) No, no voy a
contrariarla, ni tengo fuerzas para hacerlo, lo he consumido todo. Ahora, la danza
tradicional, señora, la danza de los buenos tiempos pasados, aquellos tiempos en los que se
sabía morir, y la muerte constituía una diversión. (LE TIENDE LA MANO
INVITÁNDOLA A BAILAR) ¿Te sorprende mi petición? Sí, en nuestros tiempos,
Arlequín es ya solo un fantasma del pasado. Pero vamos, señora, no te niegues.

b) Elige una obra literaria de poesía o narrativa que te guste y adapta un fragmento
como texto dramático, empleando didascalias y acotaciones; puedes hacerlo sobre un
texto de tu autoría o una canción que te guste.

Peor para el sol


Joaquín Sabina
PERSONAJES:
Carmen: mujer guapa de aproximadamente 35 años vestida provocativamente.
Joaquín: Cantante con aspecto bohemio de 40 años.

El escenario consiste en un oscuro bar con varias mesas, en una de ellas está sentado
Joaquín bebiendo un tarro de cerveza.

Carmen:
(SE SIENTA EN LA MESA DE JOAQUÍN Y LO INCREPA)
¿Qué adelantas sabiendo mi nombre?
Cada noche tengo uno distinto
y siguiendo la voz del instinto
me lanzo a buscar…

Joaquín:
(LA INTERRUMPE) Imagino, preciosa, que un hombre

Carmen:
(CON VOZ MELOSA) Algo más, un amante discreto (HACE UN MOÍN)
que se atreva a perderme el respeto
¿no quieres probar? (LE ACARICIA SEDUCTORAMENTE LA MEJILLA A JOAQUÍN)
Vivo justo detrás de la esquina, (HACE UN GESTO CON LOS OJOS)
no me acuerdo si tengo marido,
si me quitas con arte el vestido
te invito a champan

Joaquín:
(AVIENTA UNOS BILLETES A LA BARRA) Le solté al barman mil de propina
(TERMINA SU CERVEZA) Apuré la cerveza de un sorbo
Acertó el que el templo del morbo
Le puso a este bar

(HABLANDO AL PÚBLICO) Peor para el sol que se mete a las siete


En la cuna del mar a roncar,
Mientras un servidor
Le levanta la falda a la luna

Llegan al portal de la casa de Carmen donde se besan y acarician con desesperación,


suben al elevador y bajan en el sexto piso, se ve cómo conviven en el departamento,
charlan, inhalan cocaína de una fotografía de boda, después Carmen desfila en ropa
interior ante Joaquín.

Al llegar al portal nos buscamos


Como dos estudiantes en celo,
un piso antes del séptimo cielo
se abrió el ascensor.
Nos sirvió para el último gramo
el cristal de su foto de boda.
No faltó ni el desfile de moda
de ropa interior.

Carmen:
(CON VOZ DE ADVERTENCIA) En mi casa no hay nada prohibido,
pero no vayas a enamorarte.
Con el alba tendrás que marcharte
para no volver,
olvidando que me has conocido,
que una vez estuviste en mi cama.
Hay caprichos de amor que una dama
no debe tener.
Joaquín:
(CALLANDO A CARMEN) Es mejor, le pedí, que te calles,
no me gusta invertir en quimeras,
me han traído hasta aquí tus caderas
no tu corazón.

Se ve a Joaquín y Carmen bebiendo varias copas, riéndose con fuerza, se besan en


repetidas ocasiones y se va oscureciendo la luz del escenario.

Y después, para qué más detalles,


ya sabéis, copas, risas, excesos.
¿Como van a caber tantos besos
en una canción?

Nuevamente se ve a Joaquín en el bar en la misma mesa del día anterior, alzando su tarro
de cerveza hacia la silla vacía donde estaba Carmen. Carmen entra al bar y se acerca al
oído de Joaquín.

Volví al bar a la noche siguiente,


a brindar con su silla vacía.
Me pedí una cerveza bien fría
y entonces no sé
si soñé o era suya la ardiente
voz que me iba diciendo al oído,

Carmen:
( SUSURRANDO EN EL OÍDO DE JOAQUÍN) Me moría de ganas, querido,
de verte otra vez.

También podría gustarte