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PRESENTA

“SALÓN CALAVERA”
(Fragmento)
Autor
Alejandro Aura
(1982)
Adaptación
Jesús Caldas
(2008)

Personajes: Elenco:

RAMÓN (Amigo de Luis y Efrén)..........................


LICENCIADO (Del Ministerio Público)...................
MORE (Bailarina y Cantante)..............................
DELIA (Bailarina y Cantante)..............................
ASTARTÉ (Bailarina)..........................................
LUCÍA (Bailarina)..............................................
ANIMADOR (Del show del Salón Calavera)............
EFRÉN (Amigo de Ramón y Luis).........................
LUIS (Amigo de Ramón y Efrén)..........................
MESERO (Del Salón Calavera).............................
CONCHITA (Vendedora de fayuca).......................
TOÑA LA NEGRA (Sólo Canta).............................
DELEGADA (Del Sindicato).................................
ONTIVEROS (Cómico)........................................
ARCHUNDIA (Cómico)........................................
JOVEN (Con Radio en Bicicleta)...........................
SEÑOR MATA (Dueño del Salón Calavera).............

ESCENOGRAFÍAS
ESCENARIO I (SEPARO DE LA PROCURADURÍA / EN PROSCENIO)
ESCENARIO II (PISTA CON ENORME CALAVERA / CENTRO DE ESCENA)
ESCENARIO III (MESA PARA TRES AMIGOS / DERECHA DE ACTOR)
ESCENARIO IV (CAMERINO DE BAILARINAS / IZQUIERDA DE ACTOR)
ESCENARIO V (PASILLO CON TELÉFONO PÚBLICO / FONDO DE ESCENA)
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ESCENA I (PRÓLOGO.)

(ESCENARIO I, SEPARO DE LA PROCURADURÍA. DOS SILLAS, EN UNA


SENTADO RAMÓN, MUY MAL HERIDO, CON QUEMADURAS EN LAS ROPAS Y
GOLPES EN LA CARA, A SU LADO, EL LICENCIADO, CON EL PIE SOBRE LA
SILLA ALREVÉS, EN ACTITUD AMENAZANTE. TAMBIÉN PUEDE SER VIDEO.)

RAMÓN.- Pero es que no pude ser yo, yo no me acuerdo de nada. Si es cierto


que me enojé, y que luego salimos, pero... ¿por qué iba yo a hacer eso?

LICENCIADO.- Hay un montón de testigos, mano.

RAMÓN.- ¿Le avisaron a mi mamá?

LICENCIADO.- Además, tú mismo reconociste anoche que habías rociado de


gasolina las escaleras.

RAMÓN.- ¡Ah! Ni que fuera yo pirómano... ¿me podría dar unas aspirinas?

LICENCIADO.- Varias personas han declarado que tú echaste la gasolina, y en


eso te agarraron uno de los meseros y el cuidacoches.

RAMÓN.- ¿Ellos fueron los que me pegaron? Ya ni la amuelan, mira como


tengo este ojo, me duele muchísimo... ¡a ver si me quedo ciego! Y mis cuates,
¿también los trajeron aquí?

LICENCIADO.- No los han agarrado, pero los andan buscando. Ya saben


quienes son y todo, pero no creo que te ayuden, puede que te hundan más.

RAMÓN.- Es que yo iba a pagar la cuenta, pero me estaban cobrando de más.


Estaba muy cuete, pero de eso si me acuerdo. Y eso, porque una de las chavas
de la variedad dijo que no podía beber otra cosa que Champán, ella me
correspondió y cuando le dije que fuéramos a otro lado me tiró en el suelo, se
levantó y se fue... (SE SOBA EL TRASERO.) ¡Como me duele la cabeza! Nos
tomamos como tres pomos de Brandy, unos tequilas, pero... ¿Cómo iba yo a
incendiar el Cabaret, Licenciado, si no podía dar ni un paso?

LICENCIADO.- Pues... doce muertos, un montó de quemados en el hospital y


millones de pesos en pérdidas.

RAMÓN.- ¡Estoy crudísimo! ¿Y ahora qué hago, Licenciado?

(OSCURO. MÚSICA DE CABARET PARA COREOGRAFÍA. ABRE TELÓN. EL


ESCENARIO ESTÁ DIVIDIDO EN CUATRO ÁREAS: LA CENTRAL, CON UNA
ENORME CARAVELA DE FONDO, ES LA PISTA PARA EL SHOW, A LA DERECHA
DE PÚBLICO HAY UNA MESA CON TRES SILLAS. A LA IZQUIERDA HAY UN
IMPROVIZADO CAMERINO PARA LAS BAILARINAS Y AL CENTRO, FONDO, HAY
UN PASILLO CON BANCAS Y UN TELÉFONO PÚBLICO DE MONEDAS. LUZ EN EL
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ESCENARIO II, DONDE UNOS BAILARINES REALIZARAN UNA ESPECIE DE


OPENNING COREOGRÁFICO CORTO QUE TERMINA EN GRANDES APLAUSOS.
OSCURO. LUZ EN EL ESCENARIO IV, CAMERINO DE BAILARINAS, DONDE
ESTÁN MORE Y DELIA CAMBIÁNDOSE EL VESTUARIO.)

MORE.- ¿Qué pasaría en la asamblea, Delia?

DELIA.- ¿Y qué te importa, More? Siempre pasa lo mismo. Echan unos


cuántos discursos que no se entienden porque los micrófonos deforman la voz,
luego preguntan si están de acuerdo y como no escuchaste nada, levantas la
mano como babosa y tan tan, hasta el año que viene.

MORE.- Ay, me está dando un dolorcito... No, pero parece que esta asamblea
sí iba a estar buena.

DELIA.- ¿Ah, sí? ¡No me digas! ¿Quién se iba a encuerar?

MORE.- No sé... Oye Delia, ¿no tendrás una pastilla pa’l dolor?

DELIA.- ¿Tú crees que yo soy farmacia, More?

ESCENA II

(ENTRA EL ANIMADOR, VIENE VESTIDO MUY ELEGANTE.)

ANIMADOR.- ¿Listas, muchachas?

DELIA.- Sí.

MORE.- Listas.

ANIMADOR.- Parece que hay mucha gente. Un montón de briagos que las van
a invitar a un montón de tragos, para que se puedan comprar su Mercedes.

MORE.- ¡Ay, que chistoso!

DELIA.- ¡Ni pa’ un Vocho junta una, mano!

ANIMADOR.- Bueno, siquiera pa’ comprarse trapitos nuevos en la Zona Rosa.

ESCENA III

(ENTRA LUCÍA CORRIENDO, DESABROCHÁNDOSE LA ROPA, LLEGA TARDE.)

LUCÍA.- ¡Hola! ¿Ya empezaron?

MORE.- ¿Qué te pasó? ¿Por qué llegas hasta ahorita?


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LUCÍA.- Ni un méndigo taxi en qué venirse. Pedí un aventón y me salió galán


audaz, que me quería llevar a no sé dónde. Total, unos nervios, mana. ¡Y el
tráfico estaba!

ANIMADOR.- Pues córrele para que entres en el siguiente número. (SE LE


QUEDA MIRANDO, LUCÍA LO VE Y SE METE DETRÁS DE ALGO A CAMBIARSE.)

DELIA.- Es una friega no tener un carro en esta ciudad.

ANIMADOR.- Aunque tengas. Lo que es una friega es vivir en esta ciudad.


Bueno, nos vemos en el reino de los aplausos, rorras.

(OSCURO. MÚSICA DE CABARET QUEDA DE FONDO. UN SEGUIDOR AL


CENTRO DEL ESCENARIO ILUMINA AL ANIMADOR.)

ESCENA IV

ANIMADOR.- (GRANDILOCUENTE.) ¡Señoras y Señores! (FANFÁRRIAS.) ¡El


Salón Calavera! La Meca del show en el occidente, le da la más cordial
bienvenida. (APLAUSOS.) La alegría se abre, al levantarse el telón de los
pesados silencios y da comienzo el desfile de belleza y sensualidad, de luz y
color, de música y movimiento que el Salón Calavera pone a sus pies, reinas y
reyes de este mundo de...

ESCENA V

(MIENTRAS HABLA EL ANIMADOR, SUBE UN POCO UNA LUZ ROJIZA EN EL


ENSCENARIO III, MESA PARA TRES AMIGOS. Y LLEGAN RAMÓN, EFRÉN Y
LUIS, EN LA ETAPA ALEGRE Y GRACIOSA DE LA BORRACHERA, GUIADOS POR
EL MESERO, ESPERARÁ LA PROPINA. RAMÓN INTERRUMPE AL ANIMADOR.)

RAMÓN.- (CANTA DESAFINADO.) ¡Pero sigo siendo el... rey!

(EFRÉN, LUIS Y HASTA EL MESERO FESTEJAN CON RISAS Y APLAUSOS.


RAMÓN DA UNA PROPINA AL MESERO QUE SALE. LOS AMIGOS SE SIENTAN.)

ANIMADOR.- (SE MOLESTA, PERO DISIMULA.) ¡Salón Calavera! Un mito más


que una realidad, se engalana con dos diosas que han brillado en todo el
mundo: Delia y More, y el aplauso de ustedes para recibirlas.

ESCENA VI

(SALEN DELIA Y MORE AL CENTRO DEL ESCENARIO Y CANTAN O DOBLAN


ALGUNA CANCIÓN DE MODA DE LA ÉPOCA, (1982) CON GRAN DESPLIEGUE
DE LUCES. AL TERMINAR APLAUSOS Y SALEN. BAJA LUZ EN PISTA Y SUBE EN
ESCENARIO III DONDE ESTÁN LOS TRES AMIGOS MUY ANIMADOS.)
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ESCENA VII

RAMÓN.- Hay que traérnoslas cuando acabe el show.

EFRÉN.- Pues a ver si jalan.

RAMÓN.- Ah, ¿tú crees que no?

LUIS.- Si ese es su negocio, hombre.

RAMÓN.- Como me dijo el otro día el Licenciado: Ninguna vieja vale más de lo
que tú le ofrezcas, pero aprende a ser generoso para que te lo agradezcan.

EFRÉN.- A mí me gustó la pelirroja.

RAMÓN.- A mí me gustan todas.

LUIS.- Pues hay que mandarles a decir con un mesero, que las esperamos
cuando acabe el show.

RAMÓN.- Luego nos vamos todos a tu depa y organizamos el reventón.

LUIS.- Hasta que amanezcamos mosqueados y llenos de besos.

EFRÉN.- Uno para todas, y todas para uno.

RAMÓN.- Órale. Y uniendo la acción a la palabra, los audaces caballeros


llamaron al mensajero del amor. (PASA EL MESERO) ¡Psst, joven!

ESCENA VIII

MESERO.- ¿Qué se les va a servir, jóvenes?

RAMÓN.- Pues vaya trayéndonos un “pomiux”, yo creo que de Brandy, ¿no?

LUIS.- Para no revolver.

MESERO.- ¿Francés o Español?

RAMÓN.- Nacional, Capi. Hay que consumir lo que el país produce

EFRÉN.- Un “Donpedrín” con sus cocas y sus tehuacanes para campechanear.

LUIS.- Oiga, Capitán, ¿con usted le podemos mandar un mensaje a las


damiselas de la variedad?

MESERO.- De a cómo no, jóvenes, ustedes dirán...

(LE DAN OTRO BILLETE AL MESERO QUE GUARDARÁ RÁPIDO MIENTRAS LOS
TRES TRATAN DE HABLARLE AL OÍDO. OSCURO.)
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ESCENA IX

(LUZ SIMULTÁNEA EN ESCENARIO IV, CAMERINO DE LAS BAILARINAS,


DONDE ESTÁN DELIA Y CONCHITA QUE LE MUESTRA UNAS MERCANCÍAS, Y
ESCENARIO V, DONDE ESTÁ MORE HABLANDO POR TELÉFONO.)

MORE.- ¡En la móder! ¿Y luego?

DELIA.- ¿Qué pasó, Conchita, conseguiste las mallas que te dije?

CONCHITA.- No, Chula. Ahorita está rete difícil traer cualquier cosa del otro
lado, con las mordidas a los aduanales, ya sale cualquier cosita en un ojo de la
cara.

DELIA.- Chin... Me hacen mucha falta.

CONCHITA.- ¡Lo que si tengo es una ropa interior preciosa...

MORE.- (EN EL TELÉFONO.) ¡Sácatelas!

CONCHITA.- ...que me acaban de traer. Mira, te la voy a enseñar

DELIA.- No, pero ahorita no tengo dinero.

MORE.- (EN EL TELÉFONO.) Ajá, sí... No la...

CONCHITA.- Tú velas. Total, eso no es problema. Ya sabes que si te gusta,


ahí me las vas pagando como puedas. Voy a avisarle a las demás muchachas
que vine. Ahoritita nos vemos. (SALE. MORE CUELGA EL TELÉFONO Y VIENE
DONDE DELIA,)

MORE.- ¿Qué crees que pasó en la asamblea, mana?

DELIA.- Por la cara que pones, algo grave debe ser.

MORE.- Que renunciaron un montonal de gente.

DELIA.- ¿Cómo que renunciaron?

MORE.- Rompieron sus credenciales y había hasta empistolados en los baños y


en las puertas para espantar a la gente.

CONCHITA.- (REGRESA, SACANDO ROPA INTERIOR DE SU BOLSA.) Miren que


preciosidades... Son americanos, pero los modelos son franceses y están
baratísimos...

MORE.- Ahorita me dijo Lulú que se armó... (AGARRANDO UN BRASSIER.)


¡Mira que padre está este bra! ¿Me lo puedo probar?

CONCHITA.- Claro, ya sabes. También tengo una crema rumana, buenísima.


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MORE.- Así que los que se queden en el sindicato van a tener que pagar los
platos rotos.

LUCÍA.- (ENTRANDO DESORIENTADA.) ¿Qué, eh? ¿Qué?

MORE.- Bueno, Lulú me contó una cantidad de cosas que no las puede uno ni
creer.

LUCÍA.- ¿De qué, oigan? ¿De qué?

DELIA.- Oye, vámonos a cambiar, que no nos va a dar tiempo para el


siguiente número.

MORE.- De veras, mana. Por estar güiri güiri se nos fue el santo al cielo.
¡Pélale! (A CONCHITA.) Al rato me lo pruebo.

CONCHITA.- Si, no te apures.

LUCÍA.- ¡Ay en la torre, se me olvidó el abanico!

(OSCURO. LUZ DE SEGUIDOR SOBRE EL ANIMADOR EN EL CENTRO DEL


ESCENARIO.)

ESCENA X

ANIMADOR.- El alma romántica nunca muere. ¡Salón Calavera presenta a la


mujer hecha canción! ¡La personalidad, la voz de la única, la asombrosa, la
verdadera... ¡Toña la Negra! (EL ANIMADOR PIDE APLAUSOS DEL PÚBLICO Y
SALE TOÑA LA NEGRA, Y CANTARÁ O DABLARÁ UNA VERSIÓN CORTA DE
ALGUNA CANCIÓN DEL REPERTORIO DE LA CANTANTE. AL TERMINAR,
APLAUSOS. OSCURO. LUZ EN ESCENARIO IV, MORE Y DELIA ESTÁN EN EL
CAMERINO.)

ESCENA XI

DELIA.- Ay, mana. Estoy rete preocupada, porque yo nunca las había tenido
así... (POR SUS PECHOS.) Ya parezco como de ochenta años.

MORE.- Las mañas no pasan en balde, chula. Todo por servir se acaba.

DELIA.- Pues sí, pero no tan pronto. Recomiéndame al “mecánico” que te las
arregló a ti, ¿no?

MORE.- Quisieras, Chulis. ¡Son naturales! Lo único que me operé fue la nariz,
y eso porque tenía el tabique desviado y no podía respirar para cantar.

ANIMADOR.- (DESDE FUERA.) ¿Se puede?

MORE.- Ay, espérate tantito.


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ANIMADOR.- Vengo a echarme un taco de ojo. (ENTRA)

DELIA.- (CANTURRÉA.) Llegaste tarde, en el ocaso de tu vida triste...

ANIMADOR.- Oigan, mialmas, ¿qué pasó? ¿Qué se armó un broncón en el


sindicato? Me acaba de decir la Delegada que si la armo de tos, me quedo sin
chamba, pero no sé qué pasó.

DELIA.- Pues ahí que te cuente More, que está al tanto de todo, yo voy a
hacer chis en una carrerita, porque luego, me agarra en escena y es re feo.
(SALE.)

MORE.- No, pues que un montón de gente se salió porque ya no aguantaban


tanta transa y que quieren hacer un sindicato decente, ¿tú crees?

ANIMADOR.- ¡Sácatelas! ¿Y nosotros qué vamos a hacer? (OSCURO.)

ESCENA XII

( LUZ EN EL ESCENARIO III, CON LOS GALANES DE A PESO.)

RAMÓN.- ¡Psst, Capi, Capitán... (SE ACERCA EL MESERO.) ¿Qué pasó, mi


buen?

MESERO.- A sus órdenes, caballero.

RAMÓN.- ¿Qué, ya les dio el recado?

MESERO.- Está trabajando su orden, señor, enseguida... (TOMA LA BOTELLA


QUE NO ESTÁ DEL TODO VACÍA.) ¿Le servimos otra?

EFRÉN.- ¡Epa! No se la lleve que todavía le sale.

MESERO.- (HACIÉNDOSE EL CHISTOSO.) Sí, ¿verdad? Las copas de la


felicidad. (LES SIRVE LA ÚLTIMA COPA Y SE LLEVA LA BOTELLA.) Igual,
¿verdad?

RAMÓN.- Sí, igual.

LUIS.- ¡Uta! A mí ya se me está subiendo.

EFRÉN.- Le dice el compadre a la comadre: ¿nos echamos otra, comadre? No


compadre porque se me sube. No, no me le subo, comadre.

RAMÓN.- ¡Qué chiste tan viejo y tan feo! Oigan, si aquí no hay onda, ¿la
buscamos por otro lado?

LUIS.- Yo conozco unas chavas que son buena onda, que viven por aquí por
La Roma... (LO PIENSA MEJOR.) No, pero mejor no...
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EFRÉN.- Pues veles a hablar: llevamos unos pomos.

RAMÓN.- Yo francamente, tengo muchas ganas de echar un brinco. Háblales,


¿no?

LUIS.- No, pero no es buena onda porque ya es muy tarde, y a lo mejor ya no


van a querer jalar.

EFRÉN.- ¡Oh, no seas aguafiestas!

LUIS.- Bueno, les voy a echar un telefonazo. Ahorita vengo. (SALE.)

RAMÓN.- No, pero verás como aquí si ligamos.

EFRÉN.- Dios te oiga, mano. (OSCURO.)

ESCENA XIII

(LUZ EN ESCENARIO IV, CAMERINO DE BAILARINAS.)

MORE.- Pues no sé. Yo quisiera antes enterarme de cómo están las cosas,
porque si es como me dijeron ahorita, yo no quisiera seguir en el sindicato.

ANIMADOR.- ¿pero no te digo lo que me dijo la Delegada? Si nos salimos del


sindicato nos corren de aquí. ¿A poco crees que se van a quedar tan
tranquilos?

LUCÍA.- (ENTRA PRECIPITADA.) ¿Qué creen? No encuentro el abanico, a lo


mejor se me cayó en el carro del tipo ese que me quería violar. ¿Y ahora qué
hago?

ANIMADOR.- Bueno, después hablamos, voy a seguirle. Al otro número


entran ustedes, abusadas.

(AL SALIR EL ANIMADOR TROPIEZA CON DELIA QUE VA ENTRANDO.)

ESCENA XIV

DELIA.- ¿Me prestas tu sombra violeta, manita?

MORE.- Sí, claro. ¡Agárrala!

LUCÍA.- Le voy a hablar a mi hermano, a ver si de pura chulada lo dejé en la


casa. Préstame un veinte.

MORE.- Allí en mi neceser hay, agárralo. (LUCÍA ENCUENTRA LA MONEDA Y


SALE CORRIENDO.) ¿Tú crees lo que me dijo Lulú? Que el Secretario del
sindicato trajo un montón de acarreados de provincia y les pagó hoteles y
comidas y todo para que hicieran mayoría y lo apoyaran.
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DELIA.- ¡Qué bárbaros! (CON IRONÍA.) Eso no había pasado, y espero que no
vuelva a ocurrir nunca en nuestro país.

MORE.- ¡Híjole! No se me quita el cochino cólico...

ESCENA XV

(ENTRA LA DELEGADA SIN TOCAR.)

DELEGADA.- ¿Cómo están, mijitas?

DELIA.- Buenas, dele.

MORE.- Buenas noches, delegada.

DELEGADA.- ¿Ya se enteraron de lo que pasó en la asamblea?

MORE.- No, pues así no más por encimita, ¿qué pasó?

DELEGADA.- Pues estuvo rete feo, porque parece que un grupillo de


comunistas, quería dividir el sindicato para que eligieran a uno de ellos, para
poder mangonearnos. Pero ya el compañero secretario general aclaró que
todas las acusaciones en su contra son puras mentiras.

DELIA.- Ah, pus qué padre.

DELEGADA.- No si estuvo horrible, de veras que yo no sé... Ah, mijitas, en el


salón están unos jóvenes que las mandaron invitar a su mesa. Cuando acaben,
yo les digo quienes son.

MORE.- Ay, dele, yo ya le he dicho montones de veces que a mí no me gusta


la ficha, se siente una muy mal.

DELEGADA.- Bueno, mijita, pero son unos centavitos extras que no te caen
mal.

DELIA.- Oye, te voy a agarrar estas pestañas.

MORE.- Si, claro.

DELEGADA.- Y además, la clientela queda satisfecha y vuelve...

DELIA.- Las otras, ¿no las trajiste?

MORE.- Si, por aquí han de estar.

DELEGADA.- ... y así se mantiene una fuente de trabajo para mucha gente,
una de las preocupaciones principales de nuestro sindicato, es mantener las
fuentes de trabajo.
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DELIA.- Oiga, pues sí, pero no a costa de que una las tenga que andar
dando... (POR LAS PESTAÑAS.) Ah, aquí están... Ahora sí me dio coraje,
delegada. ¿Cómo que la preocupación del sindicato es que le tengamos lleno el
changarro a este hijo de la fregada, que nos paga lo menos que puede y nos
tiene siempre amenazada con corrernos?

MORE.- (DISIMULANDO.) ¿Quieres pegamento?

DELEGADA.- Mira, mijita, no te exaltes, yo no sé de qué estás hablando...

ESCENA XVI

CONCHITA.- (ENTRANDO) ¿Qué pasó, More, cómo te quedó? ¿Te quedas con
él?

DELEGADA.- ... si tienes algunas queja contra el Señor Mata, dime y la


pasamos inmediatamente al compañero secretario de trabajo, para que se
resuelva cuanto antes...

MORE.- (A CONCHITA.) No he tenido tiempo ni de...

DELEGADA.- ... ya ves que aquí entre la empresa y ustedes, nunca ha habido
problemas. Para eso estamos los delegados.

DELIA.- ¡Problemas una “chingada”! Lo que pasa es que...

MORE.- Espérate, mana, no vale la pena que te pongas así.

DELIA.- Es que da coraje de que encima de que cobran sin hacer nada, y nos
mangonean a su antojo, todavía nos quieran ver la cara...

CONCHITA.- (SACANDO EL BULTO.) Ahoritita regreso... (VUELVE A SALIR.)

DELEGADA.- Mira, mijita, esto no se va a poder quedar así, yo soy en este


lugar, representante de las autoridades del sindicato, y tú me has tratado con
lenguaje soez, y te voy a tener que consignar ante el compañero secretario de
Honor y Justicia. Lo siento mucho.

DELIA.- Nada de representante de las autoridades, usted está aquí para


defendernos a nosotros, no para...

DELEGADA.- Bueno, mira, yo no voy a seguir discutiendo contigo, porque


estás en un plan muy majadero. Y yo no te he dado pie para que me trates así,
porque siempre las trato a todas con educación y hasta con cariño, porque si
algo tengo, es que soy una persona educada y de buenos sentimientos, sino,
pregunta en cualquiera de mis fuentes de trabajo. Así que, con permiso, nos
vemos ante Honor y Justicia. (SALE.)

DELIA.- ¡No me amenaces! (FÚRICA.) ¡Si quieres nos vemos a la salida!


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MORE.- Ya párale, Delia. ¿Qué ganas con eso? (COMIENZA MÚSICA.)

LUCÍA.- (ENTRANDO MUY ACONGOJADA.) No contesta mi hermano, ya se


debe haber ido de vago con sus amigotes. ¿Y ahora qué hago yo sin abanico?

ANIMADOR.- (ENTRANDO PRECIPITADAMENTE.) ¿Qué pasó con ustedes? Ya


las anuncié y ya empezó la música.

DELIA.- ¡Córrele, More! (SALEN CORRIENDO DELIA Y MORE.)

LUCÍA.- ¡Pero cómo entro yo sin el abanico! (OSCURO.)

ESCENA XVII

(LUZ EN ESCENARIO II, DELIA Y MORE CANTARÁN OTRA VERSIÓN CORTA


DE ALGUNA CANCIÓN DE LA ÉPOCA, ACOMPAÑADAS DE ASTARTÉ Y LUCÍA,
EN LA COREOGRAFÍA. TODAS LLEVAN SUS ENORMES ABANICOS DE PLUMAS,
MENOS LUCÍA, LO CUAL SERÁ MUY NOTORIO. AL TERMINAR, APLAUSOS Y
RECHIFLA A LUCÍA. OSCURO EN PISTA. LUZ EN ESCENARIO III.)

ESCENA XVIII

LUIS.- (REMEDA DESAFINADO EL ESTRIBILLO DE LA CANCIÓN, BURLÁNDOSE


DE QUE LUCÍA NO TENÍA ABANICO.) ¡Salucita!

RAMÓN Y EFRÉN.- ¡Salud! (BEBEN SUS COPAS DE HIDALGO. YA ESTÁN


BASTANTE BORRACHOS LOS TRES.)

EFRÉN.- ¿Sabes cuánto me costó a mí la plaza? (RAMÓN Y LUIS NIEGAN


CON LA CABEZA.) Pagué veinte mil pesos de los de antes. Me los tuvo que
prestar mi jefa, porque ya le andaba de que chambeara yo. Claro que el sueldo
es una “madrecita” así, pero cada expediente que llega son los dos, los tres,
los cinco mil pesitos extras. Ahorita ya estoy haciéndome de treinta a treinta y
cinco por quincena, me cae. De veras, y no le he pagado a mi jefa.

RAMÓN.- ¡Ya! ¿A poco no le pasas nada a tu jefa?

EFRÉN.- Sí, ¿cómo crees que no? La mitad de lo que gano, pero eso es aparte.

LUIS.- No, pues a mí me quitaron las dieciséis horas que tenía en el Poli, no
más porque le caí mal al nuevo director.

RAMÓN.- Pus, ¿pa’ qué te “dejastes”? Esas no te las pueden quitar si no te


dejas.

LUIS.- Nel’ pastel. Querían que fuera yo hasta Zacatenco, aunque fuera una
vez a la semana para justificar, pero, ¿cómo le hacía con la chamba de acá?
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RAMÓN.- Pues yo estoy esperando a ver si me pasan a compras, el


Licenciado, ya me prometió ayudarme, claro que yo quedo en deuda, ¿verdad?
Pero allí si están los puros billetes. (OSCURO.)

ESCENA XIX

(LUZ EN ESCENARIO IV, LUCÍA LLORA DESCONSOLADA, ENTRA DELIA.)

DELIA.- ¿Qué te pasa, Lucía?

LUCÍA.- ¡Desgraciado! Me dijo que me va a correr la próxima vez que se me


olvide algo del vestuario o de la utilería. Y yo no tengo la culpa. ¡Fue un
accidente! Además, no me lo llevé por gusto, me lo llevé para arreglarlo
porque aquí no hay quien componga lo que se rompe.

DELIA.- ¿Pues para qué le dijiste que no lo traías? Te hubieras hecho la


desentendida y ni se hubiera dado cuenta.

LUCÍA.- Yo no le dije nada. La delegada fue con el chisme de que no traía el


abanico y de que había llegado tarde, además, un tipejo del público se estaba
burlando. Entonces vino y me estuvo queriendo tocar, pero como soy decente
y no me dejé, se emperró y me dijo eso.

DELIA.- Bueno ya cálmate, mana. No va a pasar nada. (ENTRA MORE.)


Nosotras te apoyamos.

MORE.- ¿De qué?

LUCIA.- ¡Chismosa delegada! Yo la voy a acusar de que ella es la que


distribuye la droga aquí.

MORE.- Cállate, mana. Ni de broma vuelvas a decir eso delante de nadie.

LUCÍA.- Pues sí es cierto. A mí me ofreció el otro día.

MORE.- Aunque fuera cierto, esa gente no se anda con jueguitos. Oye, ¿no
tienes un tampax que me prestes? (OSCURO.)

ESCENA XX

(LUZ EN ESCENARIO II. EL ANIMADOR CON SEGUIDOR EN EL CENTRO DE


LA PISTA.)

ANIMADOR.- El aplauso de ustedes, es el alimento para el arte, y para


continuar con este desfile de alegría en el Salón Calavera... ¡Aquí están
Archundia y Ontiveros, los amos de la diversión!
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(FANFÁRRIA CÓMICA. APLAUSOS. ENTRAN ARCHUNDIA Y ONTIVEROS, DOS


TIPOS DE MEDIANA EDAD, CABELLO DESALIÑADO, TRAJES DE MAL GUSTO,
BARRIGAS NOTABLES Y MIRADAS ENTRE IDIOTA Y LIBIDINOSA.)

ONTIVEROS.- ¿Qué pasó, Archundia?

ARCHUNDIA.- Pos aquí, Ontiveros. Viendo a ver qué cae, pareja.

ONTIVEROS.- Vamos a comernos un menudo.

ARCHUNDIA.- No, pérate. Todavía no me persigno.

ONTIVEROS.- Tengo como agruras...

ARCHUNDIA.- (SIENTE MAL OLOR.) Pos, sí, la “guaguacoa” de ayer se te


pudrió dentro. (FANFPARRIA CÓMICA. ENTRA UN CHAVO HUMILDE, EN
BICICLETA, EN EL MANUBRIO TRAE UN RADIO DE BATERÍAS ENCENDIDO.)

ARCHUNDIA.- (SUENA SILBATO.) Joven, tenga la bondad de detenerse.

JOVEN.- ¿Qué, por qué o qué? ¿Qué?

ARCHUNDIA.- Buenos días, joven. Perdone usted la “interrutción”. (LE


MUESTRA UNA CREDENCIAL METÁLICA.)

JOVEN.- No, pues yo nomás pasaba... Yo... Yo no...

ARCHUNDIA.- ¿Quiere usted ser tan amable de mostrarme sus documentos?

JOVEN.- ¿Documentos? ¿Qué...? ¿Cómo qué?

ARCHUNDIA.- (COMPLICIDAD CON ONTIVEROS.) Permítame por favor, la


factura de su aparato “electromonético.”

JOVEN.- ¿Cómo aparato? ¿Cuál aparato?

ARCHUNDIA.- No se haga, joven. Este es un aparato “electromonético.”

JOVEN.- No, es una radio.

ONTIVEROS.- (SACA UN MANUAL MANCHADO Y ARRUGADO.) Pues en el


manual está tipificado como aparato “electromonético.”

JOVEN.- Ah, no, pus, no tengo la desa... la factura.

ARCHUNDIA.- Ah, caray. Pues eso sí es un problema, joven. Se está luchando


en contra de la introducción ilegal de aparatos “electromonéticos” chinos.

JOVEN.- Esta radio no es china, la compré en el mercado de San Juan de


Letrán.
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ARCHUNDIA.- Mire joven, yo no tengo por qué dudar de sus palabras, pero
¿de a cómo le vamos a hacer, para saber que lo que dice es verdad?

JOVEN.- Pues... mire... pues no...

ONTIVEROS.- Nos va a tener que acompañar para que demuestre que su


aparato está en regla.

JOVEN.- Oiga, no, pero, es que yo estoy trabajando.

ONTIVEROS.- Nosotros también, joven. Mire, no queremos perjudicarlo, así


que más vale que nos acompañe, y así no le hacemos perder su tiempo.

JOVEN.- ¿Pero cómo los voy a acompañar? Bueno... ¿no lo podríamos arreglar
de otro modo?

ARCHUNDIA.- Usted dirá, joven.

JOVEN.- Pues... que sean veinte varos.

ARCHUNDIA.- Perdone joven, pero, ¿qué? ¿Nos está tomando el pelo?

ONTIVEROS.- Introducción ilegal de aparatos “electromonéticos” chinos.


Pues, ¿cómo veinte pesos?

ARCHUNDIA.- Mire joven, nosotros queremos ayudarlo. Nos vamos a arreglar


con un quinientos.

JOVEN.- ¿Cómo que quinientos? (MUY ALTERADO.) Si el pinche radio me costó


trescientos ochenta.

ARCHUNDIA.- Le ruego que no levante la voz, ni use palabrotas, joven.

ONTIVEROS.- Le está usted faltando el respeto a la autoridad.

JOVEN.- No, si nomás digo... Pero, ¿cómo creen que quinientos pesos?

ARCHUNDIA.- Permítame, por favor, la documentación de su vehículo.

JOVEN.- ¿Qué vehículo, si vengo en la bici?

ONTIVEROS.- Mire joven, usted debe saber que hay una gran cantidad de
denuncias por robo de vehículos “locomotriz”.

ARCHUNDIA.- (SACANDO OTRA VEZ EL MANUAL.) Está tipificado como


vehículo “locomotriz.”
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JOVEN.- ¡Oiga, si yo no me he robado nada, esta bici la tengo desde hace


como ocho años!

ARCHUNDIA.- Acompáñenos y demuestra usted que tanto el vehículo


“locomotriz”, como el aparato “electromonético” les pertenecen legalmente, y
no hay ningún problema, se va usted enseguida.

JOVEN.- Está bien... les voy a dar los quinientos varos.

ARCHUNDIA.- ¿Sabe qué? Nosotros queríamos ayudarlo y por eso aceptamos


esa mínima cantidad, pero en este momento ya no es posible, nos va a tener
que acompañar.

JOVEN.- ¿Entonces, ora, qué?

ARCHUNDIA.- Pues usted dirá, joven.

JOVEN.- Ya no traigo más lana, eso es todo lo que tengo porque acabo de
cobrar una camba.

ONTIVEROS.- ¿Y en qué trabaja, joven, si no es indiscreción?

JOVEN.- Pus, ahí le hago a todo. Fui a destapar un calentador, pero le dije a la
vieja que había tenido que cambiarle todo el termostato, me creyó y me pagó
los quinientos varos, pero me “cai” que no traigo más.

ONTIVEROS.- Nosotros no lo queremos perjudicar, joven. (LE ARREBATA EL


BILLETE.) Le vamos a aceptar los quinientos, por tratarse de usted, pero nos
va a tener que dejar el aparato “electromonético”.

JOVEN.- ¿Mi radio?

ARCHUNDIA.- Si no le parece, nos hace el favor de acompañarnos.

JOVEN.- ¡Está bien, “ahí’stá”! (LE DA LA RADIO FURIOSO E INICIA MUTIS.)

ARCHUNDIA.- Ándale, mano, que te vaya bien. Y procura cargar tu


documentación para que no vuelvas a tener problemas.

ONTIVEROS.- (VER IRSE AL JOVEN Y RÍEN.) ¿Tons qué, pareja? ¿Nos


echamos un menudo?

ARCHUNDIA.- ¡Órale, con tanto trabajo, ya se me abrió el apetito! (OSCURO.


FANFÁRRIA CÓMICA. APLAUSOS.)

ESCENA XXI

(LUZ EN ESCENARIO V, DONDE LA DELAGADA ESTÁ ELABORANDO UNA


NÓMINA. ENTRA EL SEÑOR MATA.)
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SR. MATA.- ¿Qué pasó, dele, ya se aclaró todo? Yo no quiero problemas de


ningún tipo.

DELEGADA.- No, si no hay ningún problema, Señor Mata.

SR. MATA.- A mí me interesa mi negocio y no estoy ni a favor, ni en contra de


nadie, sino, todo lo contrario. Si ustedes tienen problemas en el sindicato, es
cosa de ustedes, yo sigo contratando a la gente que me interesa... y punto.

DELEGADA.- Por supuesto, Señor Mata. Usted está en su derecho de


contratar a quien quiera, pero si le voy a rogar, que hasta donde le sea
posible, trate de escuchar las recomendaciones del sindicato, porque habiendo
personas que se han mostrado en rebeldía, ni al sindicato ni a usted le
conviene contar con ellas. A la larga también a usted pueden causarle
problemas, ya ve cómo son.

SR. MATA.- Bueno, mire, a mí, por lo pronto me conviene que el espectáculo
siga tal como está, porque el público ha respondido muy bien. Yo no sé si la
gente que está trabajando aquí pertenece al grupo rebelde o no.

DELEGADA.- No se preocupe, Señor Mata, todo se va a aclarar. O si no, lo


aclaramos. Los disidentes son unos cuantos y no son gente de primera línea.
Le aseguro a usted que no va a tener ningún problema.

SR. MATA.- Órale, delegada. A ver si invita a algunas de las muchachas a una
“reunioncita” que voy a tener en mi casa el domingo, en la noche. Van a venir
unos señores del extranjero, muy importantes. Ahí le encargo. (SALE.)

DELEGADA.- Cómo no, cómo no... claro que sí... (OSCURO.)

ESCENA XXII

(LUZ EN ESCENARIO III. LOS TRES ESTÁN MUY BORRACHOS YA.)

RAMÓN.- No, la que me estaba diciendo el otro día, que a ver si la llevaba a
Puerto Vallarta, era Sofía, la recepcionista del onceavo piso...

LUIS.- Pues llégale, maestro, está buenísima.

RAMÓN.- ¡Ni máiz! Esas viejas son de las que lo enredan a uno para sacarle la
feria.

LUIS.- Ah, no manches...

RAMÓN.- Pues si yo no me chupo el dedo, hijo. Ya la calé. Las conozco.

MESERO.- (SE ACERCA.) ¿Les podemos servir en algo, jóvenes? ¿Otra igual?
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RAMÓN.- (VA A HABLAR, PERO NO PUEDE DE BORRACHO. SÓLO AFIRMA.)

EFRÉN.- ¿Qué pasó, capitán, van a venir esas muchachonas o no? Para ver si
nos vamos, o nos quedamos otro ratito.

MESERO.- ¿Qué pasó, mi joven? Aquí el servicio es de primera y ya saben que


ustedes, son los consentidos. Nomás que acabe la variedad.

LUIS.- Oiga, ¿no nos puede traer una botanita o algo? Me está dando un resto
de hambre.

MESERO.- Si quieren pedir algo del restorán, está abierto todavía, pero ya van
a cerrar. Sí, por tratarse de ustedes, yo creo que sí. ¿Les ordeno una langosta,
una fuente de mariscos, unos filetes a la pimienta?

RAMÓN.- No, yo si como algo ahorita... ¡me “guacareo”!

LUIS.- No más una torta. ¿No me podría preparar una torta?

MESERO.- Una orden de filete, cómo no. ¿Y usted, caballero?

EFRÉN.- No, yo no, gracias.

MESERO.- ¿Qué le parece unas ancas de rana rebozadas?

EFRÉN.- No, gracias.

MESERO.- Mire, le voy a traer un sándwich especial de salami con paté de


ganso, que está... antes de que cierren el restorán...

EFRÉN.- Órale. (OSCURO.)

ESCENA XXIII

(LUZ EN ESCENARIO IV. LOS ARTISTAS ESTÁN DE JUNTA.)

LUCÍA.- Bueno, a ver, barájamela despacito, porque yo no entiendo nada.


¿Qué tenemos que hacer o qué?

ARCHUNDIA.- Si conseguimos unirnos y mantenernos juntos la mayoría, no


van a poder hacernos nada.

MORE.- Me dijo Lulú, que hay que pedir el apoyo de los empresarios, porque
lo importante es que sigamos trabajando. Mientras estemos trabajando, no nos
pueden hacer nada.

DELIA.- Ay, sí, ya parece que los empresarios nos van a apoyar.
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ONTIVEROS.- ¿Puedo decir algo? ¿Por qué no organizamos un reventón a la


salida, y al calor de la confraternidad física de todos contra todas, arreglamos
la cuestión?

DELIA.- ¡Quema mucho el sol!

ONTIVEROS.- Es que nomás están que diciendo puras babosadas. Lo que hay
que hacer es ir con una metralleta al sindicato a ver a cómo nos toca.

ARCHUNDIA.- Y en eso llega la policía, nos pone una “madrina”, nos acusa de
revoltosos y sanseacabó.

LUCÍA.- ¡Chin! Ya se me rompieron las mallas, voy a coserlas, ahorita nos


vemos, para que me acaben de decir. (SALE.)

ONTIVEROS.- No, entonces nos esperamos a que se queden quietos y


callados, mientras nosotros organizamos un sindicato fuerte y honesto, ¿no?

MORE.- No, ¿pero que no entiendes que si estamos dentro de la ley, no


pueden hacernos nada?

ONTIVEROS.- Ah, pus si, el país de la legalidad. Ándenles, ahí me avisan.

LUCÍA.- (ENTRANDO.) Oigan, muchachas, ¿no tienen hilo negro? Porque no


encuentro el mío.

DELIA.- A ti todo se te pierde siempre, manita. Cuando pierdas “aquellito” ni


vengas a ver si te prestamos el nuestro, ¿eh?

ONTIVEROS.- ¿De dónde lo agarran?

LUCÍA.- No, es que lo traía en mi bolsa pero ya no está, no sé dónde lo dejé.

ARCHUNDIA.- ¿Lo traías en la bolsa?

LUCÍA.- El hilo, baboso.

MORE.- Agárralo, Lucía, ahí está.

LUCÍA.- Gracias, ahorita se los traigo.

MORE.- Pero apúrate, porque ya vas a entrar.

LUCÍA.- Si, si nomás son unas puntaditas. (SALE.)

ONTIVEROS.- ¿Y así quieren hacer un sindicato nuevo? ¡Ya ni la amuelan!


(OSCURO.)
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ESCENA XXIV

(LUZ EN ESCENARIO V. LA DELEGADA CUELGA EL TELÉFONO. LLEGA


LUCÍA, QUE SE SIENTA A COSERSE LAS MALLAS.)

DELEGADA.- Pues me acaba de comunicar por teléfono el compañero


secretario general, que nunca le van a dar el registro a los que quieran formar
otro sindicato.

LUCÍA.- Eso no puede ser cierto, porque es anticonstitucional.

DELEGADA.- Además, todos los disidentes, se van a quedar sin trabajo. Todos
los demás sindicatos nos dieron su apoyo contra los rebeldes. Así que ya saben
a lo que le tiran, los que quieran seguir de mitoteros.

CONCHITA.- (ENTRANDO.) ¿Se puede? Traigo una cosa que te va a encantar,


chula, mira...

LUCÍA.- (IGNORA A CONCHITA.) Oiga, delegado, ¿si yo fuera su hija, no


sentiría feo?

DELEGADA.- ¿Cómo?

LUCÍA.- ¿Pensaría usted igual si a su hija la obligaran a “fichar” y le cerraran


todas las puertas para trabajar honradamente?

DELEGADA.- ¿Y eso qué tiene que ver? No sé de qué estás hablando. Yo ya te


informé lo que tenía que informarte. Con permiso... (FALSO MUTIS.) Ah, ¿qué
le digo a los jóvenes?

LUCÍA.- Que después de mi número voy. (SALE LA DELEGADA.)

CONCHITA.- Oye, linda, ¿no me puedes dar algo a cuenta de la grabadora


que te dejé el otro día? Porque fíjate que tengo un problemón: un cuñado mío
se accidentó antier en su coche y se lo llevaron a la cruz verde...

LUCÍA.- ¿Y qué le pasó? (TERMINÓ DE COSER. SE LEVANTA.)

CONCHITA.- No, afortunadamente nada, pero no lo podemos sacar de la cruz,


si no damos una mordida de cinco mil pesos para que no haya demanda,
porque dizque rompió la banqueta o no sé qué...

LUCÍA.- ¿Me puedes esperar a la salida, a ver si te puedo dar algo?

CONCHITA.- Sí, cómo no, me harías un gran favor, chula. (SALE. LUCÍA CAE
EN UNA BANCA, CASI DERROTADA.)
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ESCENA XXV

(ENTRA ONTIVEROS Y SE LE ACERCA A LUCÍA.)

ONTIVEROS.- ¡Tú como Santa Elena, cada vez más buena! ¿Por qué esa
carita?

LUCÍA.- Pues es que está re fea la cosa, mano.

ONTIVEROS.- ¿Sabes qué me acaban de decir? (LUCÍA LO MIRA.) Que la


mayoría de los que se salieron de la asamblea, ya se reportaron al sindicato
para avisar que regresan, que quién sabe qué.

LUCÍA.- Así no vamos a llegar a ninguna parte. (SE LEVANTA PARA SALIR.)
Bueno, luego hablamos, que ya casi me toca. (ONTIVEROS LA TOMA DEL
BRAZO.)

ONTIVEROS.- Oye, cosita, a ver si vamos a cenar, ¿no?

LUCÍA.- No, no puedo, tengo que llegar temprano a casa, porque mi hermano
anda muy desbalagado. (SALE. OSCURO.)

ESCENA XXVI

(LUZ EN ESCENARIO III. LOS GALANES ESTÁN MUY EBRIOS.)

RAMÓN.- Esa sí que era una mujer. Nunca, en el tiempo que viví con ella,
tuve la más mínima queja. Bueno, los pleitos que son normales.

EFRÉN.- Las novias pasadas son copas vacías...

LUIS.- Oye, hijo, ¿pero la dejaste embarazada, verdad?

RAMÓN.- Pero es que ella me exigía que me casara con ella... Bueno, no me
exigía, porque nunca me exigió nada, pero yo no sirvo para andarme casando.

EFRÉN.- Oigan, aquí parece que las finas damas, no van a responder a la
invitación de los galantes caballeros, así que...

LUIS.- Así que, ¿qué les parece si les mandamos en un sobrecito un


quinientón a cada una, y verán como vienen volando...

RAMÓN.- No, no, no, no les vamos a estar rogando. Vamos a aquí a
Insurgentes y conseguimos unas más baras y más jaladoras.

EFRÉN.- No, mano, yo no quiero salir premiado.


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LUIS.- Luego sale más caro el caldo que las albóndigas. Mejor vamos a
insistirles a estas muñequitas. Con suerte y se están haciendo del rogar, para
darse importancia y dejarse pedir más lana.

RAMÓN.- Yo no le ruego ni a tu jefa, hijo.

LUIS.- (FÚRICO.) No seas payaso, que te parto tu mandarina en gajos.

RAMÓN.- ¿A ver de qué cuero salen más correas? (SE LEVANTA IRACUNDO.)

EFRÉN.- (CALMANDO LOS ÁNIMOS.) Ora, párenle. Venimos a divertirnos, ¿no?


Ahorita nos organizamos para seguirla pasando a todo dar. (SE ABRAZAN.)

ESCENA XXVII

(LLEGA ASTARTÉ A LA MESA DE LOS AMISTOSOS BORRACHOS.)

ASTARTÉ.- Buenas noches, muchachos. ¿Me hacen un lugarcito?

LUIS.- Por supuesto, ricura. ¡Haste pa’llá, tú!

RAMÓN.- No, mira, siéntate aquí.

EFRÉN.- Si quieres estar a gusto, siéntate acá porque estos cuates, ya están
bien tomados.

RAMÓN.- ¿Tomados? Sólo que de la mano, menso. Siéntate aquí, nena.

ASTARTÉ.- (SENTÁNDOSE AL LADO DE RAMÓN.) Bueno, es igual, si yo


nomás lo que quiero es tomar algo, porque me muero de la sed.

RAMÓN.- Ahorita ordenamos que te traigan una fuente de agua de rosas, mi


reina.

ASTARTÉ.- No es para tanto, chavo.

LUIS.- ¡Cómo que no! A la belleza, lo que pida.

EFRÉN.- Aquí queda un “chirris”, ¿con Coca o con tehuacán?

ASTARTÉ.- Ay, no, gracias.

RAMÓN.- Espérate a que ella diga lo que quiere, si no es gañote aventurero


como tú.

ASTARTÉ.- ¿Me invitan una copa?

RAMÓN.- ¿Cómo que una copa? En esta mesa se bebe de botella para arriba.
¡Mesero! ¡Psst, joven!
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LUIS.- Pues vamos a tener que pedir otra, porque ésta ya está dando las
últimas boqueadas.

EFRÉN.- ¿Y por qué tan sola, mi alma? Invita a dos amigas, ¿no?

MESERO.- (LLEGANDO.) A sus órdenes, jóvenes.

RAMÓN.- Pues ahí donde ve, a partir de este momento, la señorita es la que
tiene la palabra. ¿Cómo te llamas?

ASTARTÉ.- Astarté.

LUIS.- Astar... ¿dónde?

EFRÉN.- Astarté, estúpido. ¡Ay, perdón! ¿Una diosa, verdad?

ASTARTÉ.- Oigan, si se ponen pesados, me voy, ¿eh?

RAMÓN.- No les hagas caso, es que son unos nacos: ¡le van al América!

LUIS.- Quisieras. Es el campeón histórico

EFRÉN.- ¡Al América! ¡Ni que fuera de la Narvarte! (AL MESERO.) ¿Usted a
cuál le va?

MESERO.- Nosotros tenemos prohibido hablar de fútbol, joven. ¿Qué les


vamos a servir?

RAMÓN.- Pues lo que la señorita tome.

ASTARTÉ.- Moët Chandon, por favor.

RAMÓN.- ¡Ah, caray! ¿Champán? ¿Por qué mejor no nos echamos otra de
éstas?

ASTARTÉ.- Es que fíjate, gordo, que a mí me hace un daño horrible el brandy.


Es que estoy en tratamiento y me prohibieron tomar otra cosa.

LUIS.- Oye, pues, ¿de qué colonia es tu doctor?

EFRÉN.- Recomiéndame con él, a ver si me receta comer puro caviar.

ASTARTÉ.- ¡Es ginecólogo! Yo creí que habían dicho que lo que yo quisiera
tomar, ¿no?

RAMÓN.- ¡Órale! Los deseos de esta dama son órdenes. Va por mi cuenta.

EFRÉN.- Ay, sí... El caballero, ¿no?

RAMÓN.- (CON PRESUNCIÓN.) ¡Ohhh!


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MESERO.- (A RAMÓN, CON DISCRECIÓN.) Y para su mensajero del amor,


¿no hay nada? (RAMÓN LE DA UNA PROPINA CON DISIMULO.) Enseguida
viene. (MUTIS. OSCURO.)

ESCENA XXVIII

(LUZ EN ESCENARIO IV. LAS BAILARINAS TOMAN UN DESCANSO.)

MORE.- ¿Tú vas a salir con esos cuates?

DELIA.- ¿Yo? ¡Ni loca! Ya están hasta las chanclas. Además, ya le dije a la
delegada que deje de andar de alcahueta, yo soy artista, no piruja.

MORE.- Pues ahorita ya estaba Astarté en su mesa.

DELIA.- Pobre, ha de estar muy necesitada.

MORE.- ¿Supiste que se estuvo inyectando el busto, hace poquito.

DELIA.- Aunque no quisiera saberlo. Ni que no se le notara.

MORE.- Pobrecita, es re buena muchacha en el fondo, y aunque no parece es


bien romántica. Bueno, entonces, ¿qué con lo del sindicato? ¿Te vas o te
quedas?

DELIA.- No sé, More, de todos modos ya me peleé con la delegada y me va a


querer consignar.

MORE.- No seas boba, Delia. ¿A poco te importa mucho eso? Tenemos que
unirnos para que no nos lleve la tostada.

DELIA.- Eso sí. Pero ya ves lo que dicen que se están regresando todos, y los
que estén fuera no van a poder trabajar. Y yo vivo de esto, es lo único que sé
hacer.

MORE.- Mira, yo aunque sea lavando ajeno, pero en ese sindicato no me


quedo por nada del mundo.

DELIA.- Ay, yo no sé, estoy rete asustada. (OSCURO.)

ESCENA XXIX

(LUZ EN ESCENARIO III. LOS TRES GALANES SOLOS, ESTÁN MUY BURROS.)

LUIS.- (CANTA SIN MELODÍA.) Que me sirvan una copa y muchas más, que
me sirva de una vez pa’ todo el año...

RAMÓN.- Si no trae a sus amigas, se hacen ojo de hormiga, hijos...

EFRÉN.- Ah, sí. ¿Por qué mejor no le preguntamos con quién quiere?
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RAMÓN.- No te hagas, menso, hijo. Ya dio color de que conmigo.

LUIS.- (CANTANDO IGUAL.) Si te cuentan que me vieron muy borracho...

MESERO.- (SE ACERCA SOLÍCITO.) ¿Le servimos igual, jóvenes? (SE LLEVA
LA BOTELLA QUE NO SE HAN ACABADO, Y ELLOS NI CUENTA SE DAN.)

RAMÓN.- Cuando regrese mi reinita, nos traes otro Champán.

EFRÉN.- Porque ella es muy fina, no como otros borrachos corrientes.

LUIS.- Joven, ¿se puede pagar con tarjeta?

MESERO.- Por supuesto, jóvenes, su crédito es bueno.

RAMÓN.- ¿Cuál tarjeta? Yo traigo un chingo de pesos que acabo de cobrar, y


por eso los invité, para celebrar. ¡Yo pago!

EFRÉN.- No, no y no. Nos repartimos la cuenta.

RAMÓN.- Me ofendo, carnal, me ofendo.

EFRÉN.- No, mano, pero es que mis centavos también tienen águilas.

MESERO.- (INTERRUMPE.) Conque, ¿les traigo igual?

RAMÓN.- Calma, joven, calma. Cuando regrese mi reinita.

LUIS.- Pues ahí viene tu reinita, pero viene sola...

ASTARTÉ.- (ENTRANDO.) ¿Contentos?

RAMÓN.- ¿Qué pasó con tus amigas? ¿No van a venir?

ASTARTÉ.- Sí, pero luego, cuando acabe el show. Yo también me tengo que ir
a preparar.

EFRÉN.- ¿Qué no venías preparada?

RAMÓN.- Espérate, que está hablando, no seas mal educado.

ASTARTÉ.- No se la beban toda, al ratito regreso. (MUTIS. OSCURO.)

ESCENA XXX

(LUZ EN ESCENARIO V, LA DELEGADA SIGUE HACIENDO LA NÓMINA, LLEGA


EL SEÑOR MATA Y LE DA UN PAQUETE PEQUEÑO.)

SR. MATA.- Tenga, dele, y apriételes un poco, porque ya son veinte papeles y
hay que mover el dinero.
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DELEGADA.- No se preocupe Señor Mata, nunca le he quedado mal. Lo que


pasa es que de veras a veces no tienen dinero, la mercancía ha subido mucho.

SR. MATA.- Pues ya sabe, si no hay dinero, no hay talco.

DELEGADA.- Es que sí hay dinero, no más hay que esperar a que lo tengan
ellos, y siempre pagan, hay que saber el modo. (OSCURO.)

ESCENA XXXI

(LUZ EN ESCENARIO III. LOS GALANES ABURRIDOS Y BORRACHOS.)

RAMÓN.- (AL MESERO.) ¡Joven, joven! La cuenta, “plis”. (ENTRAN ASTARTÉ


Y LUCÍA HACIA LA MESA.) Lindísima, Astarté. ¿Tú has oído hablar del
sacrificio que hacen a los dioses los enamorados? Pues yo voy a hacer en tu
honor... (EL MESERO TRAE LA CUENTA Y HACE MUTIS.) ¿Tres botellas?

EFRÉN.- (A LUCÍA.) ¿Una copita, señorita? Tenga la bondad de sentarse aquí.

LUIS.- No, aquí hay un lugar calientito. (LUCÍA LO MIRA CON RENCOR.)

RAMÓN.- Que bueno que nos hace favor de acompañarnos, la señorita...

LUCÍA.- (SECA.) Lucía. Me llamo Lucía. (SE SIENTA DE MALA GANA.)

RAMÓN.- Mucho gusto. Le estaba diciendo a Astarté... (A ASTARTÉ.) Que voy


a hacer un sacrificio a la diosa del amor. ¿Sabes qué? Voy a cortar a mis
amigos para irme contigo al templo del amor.

LUIS.- (A LUCÍA.) Yo he estado tratando de convencer a los caballeros, aquí


presentes, para que nos vayamos a retozar amigablemente con ustedes, a mi
depa, con unos discos padrísimos que tengo... (LUCÍA NO LO PELA.)

EFRÉN.- Tenías, porque se los prestaste a Laura, tu noviecita santa, para la


fiesta esa, y nunca te los devolvió.

LUIS.- No le hace... ¡cantamos!

RAMÓN.- (JALONEA A ASTARTÉ.) Vámonos, mi vida, y verás que bonito la


vamos a pasar... (ASTARTÉ SE RESISTE.) No seas apretada, que ya
quedamos...

LUIS.- No griten, que todos se nos quedan viendo. (JALONEA A LUCÍA.)


Vamos, María, que te compro un abanico... (LUCÍA SE RESISTE.)

EFRÉN.- (JALONEA A LUCÍA POR EL OTRO BRAZO.) Por la buena, Sofía,


vámonos ya, ¿para qué te haces del rogar? (ASTARTÉ Y LUCÍA LUCHAN CON
LOS GALANES Y LOS TIRAN AL SUELO CON GRAN ESTRÉPITO DE MESAS,
SILLAS Y GRITOS. ELLAS SALEN CORRIENDO. OSCURO.)
27

ESCENA XXXII (FINAL.)

(ENTRA LA CANCIÓN “QUE VENGAN LOS BOMBEROS” DE DANIELA ROMO.


EL SIGUIENTE DIÁLOGO SE ESCUCHARÁ A GRITOS Y A OSCURAS.)

RAMÓN.- Ah, sí... ¡Se fue la luz! Voy a rociar las escaleras con gasolina si no
vienes conmigo... ¡ahora verán como soy capaz de iluminar esto con la ayuda
de un cerillo!

ASTARTÉ.- ¡Auxilio! ¡Policía!

LUIS.- ¿Qué pasa, Efrén? ¿Nos vamos o qué?

EFRÉN.- ¡Vámonos, Luis, que el pirómano se enojó! ¡La cuenta, mesero!

LUCÍA.- ¡Policía! ¡Auxilio!

(LAS LUCES SIMULAN LLAMAS. HAY MUCHO HUMO.)

MESERO.- ¡Ya se las llevé! ¿Qué pasa que hay tanto humo?

DELEGADA.- ¡Señores, por favor, calma! ¡Mantengan la calma, que ya el


sindicato va a resolver esto! ¡Qué calor hace!

DELIA.- ¡Fuego! ¡Que llamen a los bomberos, de volada!

MORE.- ¡No quiero morir quemada, soy muy joven y bella!

LUCÍA.- ¡Encontré mi abanico! ¡Auxilio! ¡Suelta!

ASTARTÉ.- ¡Ese no es tu abanico, ladrona, es el mío!

ANIMADOR.- ¡Rociaron gasolina en la escalera y prendieron fuego!

SR. MATA.- ¡Se quema mi Salón Calavera! ¡Mi dinero, mi vida!

DELEGADA.- ¡Mantengan la calma que ya el secretario de protección civil del


sindicato viene para acá!

ANIMADOR.- ¿Quién puso toda esta basura delante de la puerta de


emergencia? ¡No se puede salir por ningún lado! ¡Nos vamos a morir!

(GRITOS. TODO EL TIEMPO HAY MUCHO MOVIMIENTO BRUSCO EN ESCENA,


TUMBANDO COSAS, LUCES DE FUEGO Y MUCHO HUMO. OSCURO FINAL.
SUBE LA CANCIÓN Y SIRVE PARA QUE SALUDEN LOS ACTORES.)

TELÓN

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