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En recuerdo de mis padres,

Inés Segura y José del Carmen Escobar.

A mi hijo Luis Alberto Escobar.

A mi esposa Amparo Angel coautora de


este libro.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
VILLAPINZON

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Luis Antonio Escobar
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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PRESENTACION

Me complace registrar la aparición del libro VILLAPINZON, elaborado por


el Maestro Luis Antonio Escobar, dilecto hijo de la tierra que tanto amamos y por
cuyo progreso trabajamos con fervor.
Como Alcalde Especial me corresponde el privilegio de escribir estas lineas
a manera de presentación. El libro resume los aspectos más importantes de nuestra
querida Patria Chica, sus gentes y tradiciones y concreta los anhelos de los
miembros del Honorable Concejo Municipal.
El panorama que cubre es amplio. Contiene una reseña histórica del profesor
Roberto Velandia, Secretario General de la Academia Colombiana de Historia.
diversas anotaciones tomadas del magnifico estudio del presbítero Jorge Orlando
Contreras sobre la historia religiosa de Villapinzón, la construcción de nuestro
templo cuyas torres se elevan al cielo en expresión de fe de un pueblo creyente y
fervoroso. Se honra la memoria de sus principales personajes yen relación con las
tradiciones musicales, se incluye un estudio del profesor Guillermo Abadía.
anotaciones sobre la poesía, coplas, artesanías, arquitectura y demás expresiones
de nuestro pueblo.
E.special atención ha merecido la parte ecológica, laflora, la fauna, el páramo.
el nacimiento del río Funza o Bogotá, los planes actuales de la CAR para tratar la
contaminación y la erosión, la tragedia por el agotamiento de las,aguas y mapas
sobre la extinción de nuestras quebradas. Una bellisima colección de fotografías de
nuestras plantas, flores, árboles y animales, complementan la edición.
Dentro de los aspectos tratados se percibe el empuje de los villapinzonenses
que ya han colocado a su municipio, ciudadela educativa a nivel nacional. como
ejemplo de amor por la educación. lo mismo que como centro comercial de la papa
y de curtiembres especializadas.
Al tomar este bello libro en nuestras manos, sentimos el orgullo inmenso al
palpar la honestidad y laboriosidadde nuestros labriegos, amigos delbien ydelprogreso.
Que esta publicación sirva para conocernos mejor, apreciar nuestros valores
y reavivar el amor por Villapinzón.

Zalatiel Barrero Parfán


Alcalde Especial

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PRELUDIO

Nuestros antepasados indigenas se sustentaron con los frutos desentrañados


de la tierra, el maiz, la calabaza, la papa, las hibias y demás tubérculos que con otros
alimentos siguen nutriendo al hombre actual. Al mismo tiempo, los indigenas se
vigorizaban con las más bellas expresiones espirituales y creaban espectaculares
templos, ciudades y joyas en honor de sus amados dioses.
Con los siglos, llegaron otros hombres a estas tierras. Traian la rueda y el
arado, el trigo y la cebada, animales y costumbres, todo lo cual, unido al aporte
indigena, enriqueció al mundo llenándolo de nuevas perspectivas, nuevos hombres
y alimentos. Comenzaba el Nuevo Mundo, la transformación, el ensamblaje que
afanoso aún persiste en nuestros genes. Como por encanto, brotaron pueblos
trazados con cabuyas, iglesias con santos labrados en yeso o en madera, amplias
plazas empedradas, casi perdidas entre nieblas y recodos.

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En mi pueblo, entonces Hatoviejo, con fina humildad se levantaba la
primera iglesita de barro y teja que gozosa escuchaba los rumores del agua
pura de la quebrada de la Quincha (colibrí). El tiempo empujaba y haría
llegar la Revolución de los Comuneros. Los hombres de mi pueblo recién
nacido, serían de los primeros en adherirse a esas justas causas. Aquellos
indígenas y primeras mezclas de hombres y mujeres, construían la historia
ysejuntaban para lucharallado de Bolívar. Entregaban próceres y mártires,
derramaban sangre que amasaba la hechura de la patria, la que otorgaba
libertad a los esclavos.
Después, nacieron otros nobles generales, capitanes y soldados como
Próspero Pinzón y Román Segura, que lucharon por los ideales'de su tiempo.
Pero, como hierba mala, también creció la insidia y el desmedido afán por
el poder. Las malas guerras persistieron, las batallas se trocaron en odios
y rencillas que propiciaron horrendas matanzas fratricidas . Ya dolía la
patria. Entre las nieblas de los pueblos aparecieron pedazos de hombres que
con su palidez alumbraban la tristeza. Acaso el paso lento de las mujeres que
gemlan por sus muertos, la severidad en las caras de los niños o la
inteligencia de los hombres de mi pueblo, o todo junto, fue lo que hizo que
se comenzara otra vida, la de la hermandad o tolerancia, la de buscar los
alimentos, surcar, crear tenerlas y telares, levantar industrias y comercios.
Y se llega a nuestros días cuando las armas son los camiones, carreti-
llas, arados, buses y tractores. En verdad, hay que decir que Villapinzón es
un pueblo que ha conseguido lafelicidad con el trabajo, que ha desterrado
la pobreza y que ahora comienza una nueva etapa al albergar a miles
de estudiantes, de jóven es que saben admirar el tesón, la honradez y
la hidalguía de esos campesinos de mano dura y piel tostada pero con
alma delicada y de preciosas tradiciones .
Se s"iente el orgullo al saber que Villapinzón es buen ejemplo de
Colombia. Pero es más. Sus habitantes ya han comenzado la noble guerra
enfavor de la naturaleza. Saben que las nuevas armas consisten en sembrar
árboles acuíferos yen derrotar el horroroso cáncer de la erosión que afecta
sus propias tierras, labradas con tanto amor desde hace siglos. Saben que
el agua debe crecer para calmar la propia sed, la de sus sementeras y la sed
de todos los hombres de la tierra.

Luis Antonio Escobar

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BANDERA DE VILLAPlNZON

" ACUERDO No.031 de 1981. Art. Primero: " LA BANDERA": Símbolo de nuestro
Municipio, estará formado por un rectángulo en color verde esmeralda, símbolo de la agricultura
y la esperanza de la región, cortado en banda de izquierda a derecha por una franja de veinte
centímetros, en color oro, símbolo de la riqueza y gloria de Cundinamarca. "

ESCUDO DE VILLAPINZON

"Art. Segundo: " ESCUDO", formado dentro de un círculo rojo representa energías, fuerzas
fisicas y espirituales, con la leyenda MUNICIPIO DE VILLAPINZON. En una de las tres divisiones
se destacará una piel curtida y dentro de ella una pica y un uso, símbolo de la industria de la región;
cornucopia con flores y frutas que representan abundacia y riqueza de nuestros suelos. 17 estrellas
simbolizan las veredas del Municipio. Una cinta azul celeste con la leyenda DIOS PATRlA Y
HONOR corona el escudo." (Apartes del Acuerdo No.031 de 1981)

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HIMNO DE VILLAPINZON

Coro
La Patria canta al labriego
que en Villapinzón se va
por valles y por colinas
a sembrar la libertad.

Estrofas
A la mujer campesina,
corona del labrador.
A la armonía, al progreso
y al trabajo redentor.

El requinto canta al cielo,


la bandola al corazón;
y la guitarra y el tiple
acompañan la canción .

Entre el cofre de sus lomas


el gallo madrugador
mientras deslumbra la luna
está cantando al amor .

El agua canta en la Quincha


en el monte la torcaz ,
en el trigal la amapola,
en la justicia, la paz .

Villapinzón tiene lámparas


y visos de manantial
en sus radiantes estrellas
y en su río de cristal.

Por estas tierras pasaron


Bolívar y Santander,
con sus tropas, con sus lanzas,
después del amanecer.

Pedro Medina Avendaño

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SIMBO LOS ECOLOGICOS DE VILLAPINZON

EL VENADO

Por muchos siglos vivió tranquilo este hennoso animal en las


laderas de los Andes. Serenamente pastó y acudió a saciar su sed en las
. primeras aguas puras del río Bogotá. Fue connatural con las cimas de los
altos que circundan La Laguna del Valle, es decir, las montañas de
Villapinzón fueron sus propios terrenos.
Por ésto es el animal más representativo de nuestros parajes y el que
acusa nuestro desdén por la naturaleza que sólo se borrará cuando vuelva
a reaparecer y a poblar sus montaúas de muchos siglos, a ser querido,
a sentirse desde la hora de su nacimiento:

Así se levantó,
frágil, pero perfecto,
y comenzó a moverse,
a dirigirse, a ser,
a descubrir las aguas en el monte.
Miró el mundo radiante.

El cielo sobre
su pequeña cabeza
era como lilla uva
transparente,
y se pegó a las ubres de la cierva
estremeciéndose como si recibiera
sacudidas de luz del finnamento .

(Parte final de la Oda Al Nacimiento De Un Cien'o


de Pablo Neruda)

EL FRAILEJON

Es oro derramado en la maÍ'iana y en la tarde, luz metida entre la


niebla, flor desde que brota; con su color y su ropaje, da calor al páramo.
Es la más bella flor de nuestro pueblo, sedosa y fina, con flores
repUjadas y corazón henchido . Es nuestra flor, la que, como el venado,
nació con cuerpo de á.ngel para Vi\lr en nuestros encumbrados valles.

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EL COLIBRI

A W1 indiecito nifio lo embrujó el colibrí y lo volvió poeta. El niño


le hizo versos callados mientras escuchaba los nunores de sus alas y los
del agua en la quebrada. Lo siguió por entre los alisos hasta perderlo con
su mirada.
Otro día el colibrí le mostró su nido que colgaba de lU1 chusque
verde cercano de las aguas. La quebrada se pobló de quinchas y de nifíos
que jugaron como amigos. Desde entonces existe La Quebrada de La
Quincha.

Miles de estas pequeñas aves, han poblado desde época milenaria,


los bosques nativos que rodean a Villapinzón, alimentándose con el
néctar de las flores del páramo: Pegamoscos, angelitos, siete cueros.

"OídIo: hace estrépito y gorgea


en las ramas del Arbol Florido,
están haciendo resonar sus cascabeles de oro,
y su sonaja el ave roja del Colibrí.

Es el animal símbolo del dios Huitzilopoctli, dios de la guerra;


representaba al Sol,joven y activo, "que se aparecía a los suyos en fonna
de colibrí y con voz de colibrí les hablaba". Ave mítica que habitaba en
tomo al Arbol Florido en el cielo oriental, al lado de los guerreros y los
reyes que acompaflaban al Sol en su carrera ascendente hacia el cenit.

EL CHUSQUE

En la época precolombina, cuando no existía ni el ladrillo ni el


cemento para construír las casas, la guadua, el bambú y el chusque
constituían la base para hacer las viviendas. Nuestros abuelos vivieron
en casas hechas con chusque que servían para sostener techos y paredes.
Se vendían por tiros, es decir, era un arbusto comercial. Pero
además el chusque es una planta acuífera, que ayuda en los páramos a
fonuar las corrientes de agua y a sostener los musgos, otra importante
planta acuífera. En los páramos de Villapinzón y especialmente, en el
nacimiento del río Bogotá, existen chuscales que por siglos han adoma-
do la naturaleza y han dado de comer a tántos animales herbívoros, como
el oso de anteojos.

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MONOGR~FIA HISTORICA DE VILLAPINZON
Por Roberto Velandia

HACIA EL PRETERITO ABORIGEN

Villapinzón es una población nueva, de origen criollo y mesti-


zo; no tiene pasado aborigen, aunque la comarca donde se asienta
sea de fisonomía chibcha y de pronto bajo tierra alglUlas guacas
escondan osamentas de indios, tWljOS, ollas y mantas. Por lo me-
nos ninguno de los cronistas de la Conquista menciona poblamiento
nativo en estos lares. Difícil sería afinnar que fue asiento de tribus
o que allí se libró algtUla de aquellas batallas entre Zaques y Zipas,
pues los de HlUlza solían entrar a la sabana por el Boquerón de
Machetá y encontrarse con éste en las cercanías de Chocontá.
Entre este pueblo y el de Tlmnequé, que era el próximo por esta
vía del nordeste hacia TWlja los cronistas no detenninan ningún
pueblo de indios.
El historiador Ramón C. Correa en su pequeño libro " Apun-
tes sobre Hatoviejo hoy Villapinzón ", Tunja, Imp. El Deber, 1927,
pág. 10, dice que el Visitador Migtlel Díaz de Annendáriz en 1548
y 1549 " libró títulos a Juan de Torres y a Cristóbal de Salcedo de
unas estancias entre Tlmnequé y Chocontá, donde se fundó a
Hatoviejo 224 afias más tarde " . Aquí se pierde el rastro en la
época de la Conquista.
También se dice que por estos afias el conquistador Esteban
de Albarracín aparece de encomendero de lUlaS indios entre
Hatoviejo y Ventaquemada, en el lugar hoy conocido con el nom-
bre de Albarracín en el camino a Tunja, región de páramo ' .

EL SITIO DE HATOVIEJO

Trae Ramón C. Correa en sus Apuntes varios documentos


tomados del archivo de TlUlja en los que se habla del sitio de
Hatoviejo, '"feligresía del pueblo de Tunnequé" es decir, de ün
sitio poblado cuyos moradores estaban adscritos a la parroquia de
Turmequé en el carácter de vecinos y feligreses . Y así dice el
primer documento (se actualiza la ortografía), que en el sitio de
Hatoviejo, " feligresía del pueblo de Tlmnequé " , ala. de octubre
de 1764 ante .luan .losé de Vargas Figueroa, Alcalde del Partido de
Tunnequé, " pareció presente Juan Hemández, 'vecino de la ciudad
I Villapinzón, por Pablo E. Sá nch~L. Monogralla inéllIta, ¡;OnnOlaSde José D. Fartan

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de Tunja y feligrés del pueblo de Tunnequé" y dijo que daba
poder bastante " para valer a Manuel de Segura, su yerno, para
que representando a su misma persona .. : haga de parecer ante el
señor Alcalde Ordinario de primer voto de la ciudad de Tunja Don
Manuel Díaz Flórez a quien verbalmente dice presentó lmas infor-
maciones en que justifica tener libre ya su voluntad y tener libre un
pedazo de tierra que heredó de su padre Nicolás Hernández ... "
Este poder demuestra que el sitio de HatovieJo pertenecía a dicha
parroquia y que Don Manuel de Segura, lLl10 de sus pobladores,
llevaba la representación de sus moradores y dada su vinculación a
ese terruño vino a ser tronco genealógico de respetable, pudiente y
prolífica familia: en su primer matrimonio con Doña Josefa Sánchez
tuvo nueve hijos, y en el segLUldo con Doña Josefa Otálora siete,
quienes igualmente, establecidos unos en el naciente caserío fun-
daron hogar y tuvieron numerosa descendencia que multiplicada se
proyecta hasta nuestros días y es de claro ancestro criollo.

FUNDACION DE LA PARROQUIA

En 1755 el Oidor Visitador Andrés Berdugo y Oquendo en su


infonne al Virrey Solís sobre los pueblos del Partido de Tunnequé
de fechas ll , 18, 25 y 27 de febrero y lo. de marzo de ese año,
manifestaba " lo útil y conveniente que sería la erección de nueva
parroquia en el sitio de I-1atoviejo, feligresía de TUnllequé, agre-
gando al referido sitio parte de la feligre sía del pueblo de
Chocontá' '. 1

La erección de parroquia en estos casos era paso definitivo a


la fonnación de poblado, como también la fonnación previa de
éste era base para erigirlo en parroquias.
Aunque el Virrey dio su consentimiento, según carta de lo.
de dicho mes de marzo, no se llevó a efecto tal erección. Con-ea
en sus citados Aplmtes pág. 14, dice:
"Algunos vecinos de Villapinzón conservan la tradición de
que el poblado se fue fonnando lentamente alrededor de una pe-
queña capilla que edificaron unos hacendados llamados Juan Anto-
nio Acosta y N. Samudio, y que debido a la bondad de estos
capitalistas el mWlicipio en cuestión no tuvo fundadores". Este N.
Samudio puede ser Juan Francisco Samudio. Tomamos de mi
"Enciplopedia Histórica de Cundinamarca", Tomo V, págs. 2575-
76: "En l 764 "el alcalde de Tunneq ué don Jual1 José Vargas
Figueroa ejecutaba actos judiciales y notariales en el sitio de
Hatoviejo, según documento de lo. de octubre y su hijo Francisco
casado con doña María Ignacia de Alzate, era dueño de hacienda
allí, donde vivía. En dicho año, a orillas de la quebrada "La
Quincha" en el sitio "La Quinta", sobre el camino a TlU1ja, don
I Archivo Na!.. CaCll\uc:s é IJldios. '1OI11U XX LU . lul .Pú

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Francisco mandó levantar
Wla capilla alrededor de la
cual, bajo su patrocinio,
fue fonnándose el caserío,
situada a cuatro cuadras de
la actual iglesia parroquial,
al sur" . Los dueños del
predio eran los Vargas
Figueroa, como consta en
documento de 4 de mayo
de 1794 del alcalde de
Hatoviejo. En los susodi-
chos Apwltes, pág. 16, se
dice que " los vecinos de
Hatoviejo antes de ser ftU1-
dada la población", por el
afio de 1764, eran Juan Ma-
nuel de Segura, Luis de
Cárdenas, Juan Samudio,
Francisco Monroy, Fran-
Excelentísimo Sr. DIl. Joseph de Solí s cisco de Vargas Figueroa,
Foch de Cardona . Francisco Rubiano, Igna-
cio Forero , Miguel
Hemández, Rafael Pinzón, de los cuales Francrsco de Vargas
Figueroa hijo de Juan José de Vargas Figueroa, era el principal, " y
a todos estos señores -agrega- se deben llamar fundadores " .

LA PARROQUIA

El sitio de Hatoviejo, dice Pablo E. Sánchez en su monografía,


pero sin citar la ftlente, fue erigido en parroquia bajo el título
" Parroquia de Santa Bárbara de Hatoviejo ", y de San Juan
Bautista, se dice también, el lo. de diciembre de 1773, de lo cual
no hay comprobación documental, agrega el historiador Ramón C.
Correa en sus Apwltes, pág. 13, y dice que " en los cuatro prime-
ros meses del año de 1774 todavía no se llamaba a Hatoviejo
Parroquia sino sitio", como consta en docwnento fechado " en el
sitio de Hatoviejo en catorce días del mes de marzo de este año de
mil setecientos setentaicuatro" , finnado por Francisco de Vargas
Figueroa (Apuntes pág. 13).
Pero más adelante, pág. 14, trae otro docwnento de fecha 5
de diciembre de 1774 en el que ya aparece la " Parroquia de Santa
Bárbara de Hatoviejo", también finnado por el nombrado Vargas
Figueroa, quien ftle el gestor de su erección y principal fundador
del poblado por cuanto ftle el que mandó levantar la dicha capilla
en el sitio de La Quinta, a orillas de la quebrada La Quincha, en el
camino de Chocontá a TlU1ja, en tomo de la cual las gentes o

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vecinos fueron haciendo casas hasta fonnar poblado, que se justifi-
caba porque venía a ser sitio de descanso intennedio entre la
parroquia de blancos de Chocontá y la de Ventaquemada, que
junto con el sitio de Albarracín eran dependientes de la de
Tunnequé.
Don Francisco de Vargas Figueroa es reconocido como fun-
dador de la parroquia en varios documentos de la municipalidad,
como la partida de defunción de su padre Don Juan José el 18 de
diciembre de 1782, en la del propio Don Francisco de 6 de febrero
de 1792, en la que se dice " nmdador de esta parroquia", y en la
de su esposa doña Ignacia el 16 de octubre de 1809, quienes
murieron en Hatoviejo, dice Pablo E. Sánchez.
Las tierras donde se hizo el poblado en 1764 eran de Don
Juan José Vargas Figueroa, alcalde de Tunnequé, de cuyos des-
cendientes pasó a los Acosta Vera, quienes a su vez las traspasa-
ron a los Avila Acosta, éstos a los Segura Acosta, éstos a los
Rodríguez Avila y éstos a los Sánchez Acosta y sucesivamente
hasta su parcelación en varias fincas hoy de diversos propietarios.
Fue primer cura de la nueva parroquia Don Juan Gregario
Carrillo, quien en acuerdo con el de Chocontá fray Domingo Acu-
ña hizo el deslinde Iimitrofe entre las dos parroquias.
El 13 de julio de 1782 se le dio colación de esta parroquia al
padre Diego Franqui, y el 6 de septiembre de 1788 a Francisco de
Asís Merella. ( Eclesiásticos Anexo, Arch. NaI. ,Tomo XXXI , pág.
768 ). Por decreto del Virrey Manuel Antonio Flórez de 7 de
diciembre de 1776 se nombró a Luis Sánchez alcalde pedáneo del
distrito parroquial. El historiador Correa trae un escrito de 14 de
ochlbre de ] 776, del Corregidor y Justicia Mayor de la Provincia
de Tunja Don José María Campuzano y Lanz, en el que habla del
Alcalde Partidario de la Parroquia de Hatoviejo. Cabe explicar que
Partido era una división Político-administrativa equivalente a pue-
blo o provincia.
En la época colonial Distrito Parroquial o poblado, cuya auto-
ridad se llamaba AlcaIde Pedáneo, no equivale a MW1icipio ni
Un arco de la Alcaldía Municipal
conllevaba la existencia de cabildo; entonces no puede decirse que
enrnrurca la serena silueta de la Iglesia en 1776 Hatoviejo fuese Mlmicipio, título que por naturaleza lle-
Parr()((juial. vaban las ciudades y villas y más tarde vino a hacerse extensivo a
parroquias de blancos y a partir de la Independencia a los pueblos
de indios, más propiamente hacia 1844, cuando en CW1dinamarca
se hizo un censo de distritos parroquiales.
En 1852/53 cuando la antigua Provincia de Bogotá se subdi-
vidió en cuatro Provincias autónomas, Bogotá, Tequendama,
Zipaquirá y Clmdinamarca se llamaban simplemente Distritos, que
luego, a partir de 1886 la Constitución de este afio ·lIamó Distritos
Municipales y la Ley 149 de 3 de diciembre de 1888 sobre Régi-
men Municipal, denominó MLUlÍcipios.

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LA IGLESIA PARROQUIAL

Sitio donde se levantó la primera Capilla


de Hatoviejo cerca a la quebrada de La
Quincha.

La capllla ae La \lumta oemo ser muy precaria, pues lUS


vecinos de la ya Parroquia de Santa Bárbara de Hatoviejo pro-
puestos a conformar defInitivamente su poblado, en junio de 1780
procedieron al trámite para la construcción de la iglesia parroquial,
y al efecto el Alcalde Don Cristóbal González y el Apoderado de
los vecinos Don Francisco de Vargas Figueroa presentaron al Co-
rregidor y Justicia Mayor de la Provincia de Tunja Don José María
Campuzano y Lanz la respectiva petición cuyo texto trae el histo-
riador Ramón C. Correa en sus citados apw1tes, págs. 24/25 , y
dice (se actualiza la ortografia):
" Sor. Corregidor Justicia Mayor. El Alcalde de la Parroquia
de Santa Bárbara de Hatoviejo, junto con Don Francisco de Vargas
Figueroa, Apoderado general de los vecinos de dicha Parroquia
hacemos presente en el acuerdo de V.S. con el fIn de procurar se
levante la iglesia de tapia y teja la regulación que se ha hecho de
lo que pueda dar cada vecino segíill sus posibles de cada uno
arreglándonos a Dios y en conciencia quedando por fuera noventa
y cuatro vecinos varones padres de familia que no se les pensiona
en interés ninguno por su pobreza, cuya prorrata se ha ejecutado a
pedimento verbal de dicho Apoderado, haciéndome presente que
en virtud del poder y facultad que le confirieron los vecinos para
propender al fundo de esta Pan'oquia les tiene obligado a los car-
gos precisos y de obligación que corresponden para el asentamiento
de parroquia, y entre dichas obligaciones se halla el procurar la
mayor decencia del culto divino en su iglesia y viendo de que la
iglesia que actual subsiste en esta parroquia es de maderas, paja y
embarrados desde sus cimientos y que mediante el concurso de
vecinos que se hallan agregados haya facilidad de que unidos al
intento sin incomunidad de la atención precisa a sus familias y
labores de sus tierras puede irse levantando la dicha obra de tapia

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y teja, y que acordando sobre esto convoco a los vecinos principa-
les los que tuvieren a bien el intento viendo al Maestro Albañil,
que ha de seguir la obra, la que se concertó por su trabajo dándole
todo material y peonaje en cuatrocientos y setenta pesos, como
más patente parece de la escritura que por dichos vecinos y oficial
se otorgó a más del concierto que hubo con el que ha de hacer la
teja en treinta pesos y que dicha obligación se ha hecho en el
cuerpo del demás vecindario como obligados a ello y que si algo
más sobrase de lo que se le regula se reserva para puertas de
Iglesia, Sacristía y Coro y demás que se ofrezca preciso, y que
procurando voluntariamente ofrecieron sus mandas los vecinos para
el pago de oficiales, dice no tener efecto esto, pues cuando los ha
requerido para ello los más se excusan y otros ofrecen una limosna
muy corta para levantar el templo que es de su obligación en cuya
virtud se ha presente en el Acuerdo de V.S. para que siendo de su
beneplácito y justa se sirva dar por bien y confmnar lo que por mi
dicho alcalde junto con el apoderado y parecer del señor Cura de
esta Parroquia sea regulado puedan contribuír como parece del
apunte que con el más reverente acatamiento hacemos manifesta-
ción a V.S ., pedimos provea se lleve a debido efecto mandando se
les haga notorio en sus personas para su ctllnplimiento.
CRISTOBAL GONZALEZ, FRANCISCO DE VARGAS " .

La regulación de la contribución la hizo el Capellán de la


Parroquia de Hatoviejo Don Juan Gregorio Carrillo entre 80 veci-
nos pudientes, excluídos los 94 pobres, que dieron entre 15 pesos
y uno.
La lista de vecinos contribuyentes la mandó el citado Cape-
llán al Corregidor Campuzano con carta de junio de 1780.
La solicitud y regulación de contribuciones fueron aprobadas
por el citado Corregidor y Justicia Mayor por decreto dado en
Tlmnequé el día 6 del mismo mes, que dice:
" Decreto y aprobación. Turrnequé y junio seis de mil sete-
cientos ochenta. Por presentado con los doctllTIentos que se expre-
san y mediante la obligación estrecha en que se halla constituído el
vecindario de construír templo decente y omamentado para la ce-
lebración de los divinos oficios, se aprueba la contrata celebrada
con el Maestro Marife y semejantemente la distribución hecha a
los vecinos respecto de ser tan equitativa y con conocimiento de
los sujeto como lo acredita la Carta del mismo Párroco y no siendo
regular se eximan de tan justa contribución los vecinos pobres
concurrieran éstos con su personal trabajo por semanas distribuídas
proporcionalmente según sus circtll1stancias, para cuya asignación,
percepción del dinero repartido y dirección del peonaje durante
dicha obra se nombran por asistentes Veedores a D. Francisco de
Vargas, Ignacio Forero, Juan Samudio y Miguel Hemández, veci-
nos de aquella Parroquiá, de quienes se espera el desempeño de

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esta comisión a cuyo intento les franqueará el Alcalde foráneo
todos los auxilios que necesiten y le pidieren contra los omisos
bajo la pena de doscientos pesos en la fonna ordenada. Así lo
proveí y mandé y finné ante testigos por no haber Escribano.

JOSEPH MARIA CAMPUZANO y LANZ


Testigo, Juan Labrador
Testigo, Juan Agustín de Rosas" (Apuntes .. pág. 25).

HATOVIEJO EN LA REVOLUCION
DE LOS COMUNEROS

La revolución de los Comuneros, iniciada en la Villa del


Socorro el 16 de marzo de 1781 , tuvo en Hatoviejo gran repercu-
sión. Al emprender la marcha hacia Santafé por los caminos de
Chiquinquirá-Ubaté rumbo a Nemocón y Zipaquirá, y de Tlmja
con destino a Chocontá y Nemocón, sus Jefes o la Junta del Co-
mún ordenaron a los alcaldes de las poblaciones por donde pasa-
rían reunir a los indios y demás partidarios para incorporarlos a la
marcha.
Entonces era Alcalde de Hatoviejo Don Luis de Cárdenas,
quien recibió orden de reclutar hombres con armas blancas y for-
mar un contingente, en el que hubo indios, mestizos 'y algunos
criollos pobres, quienes se pusieron a órdenes de Don Antonio
Hernández, de Hatoviejo, como su Capitán, y unidos a otros de la
Provincia de Tunja marcharon hacia Nemocón a incorporarse al
grueso de la revolución.
La recluta consta en docLUnento transcrito por el citado histo-
riador Correa en sus Apuntes, págs. 29/31 , suscrito por el Alcalde
Luis de Cárdenas, de fecha 28 de abril de 1781 , que dice (se
actualiza la ortografía):
"En atención a la orden que tengo recibida de VM.,como
Alcalde que me hallo en esta Parroquia de Santa Bárba-
ra de Hatoviejo yo Luis de Cárdenas en la que se me
manda alistar a los vecinos de ésta estar prontos con sus
armas blancas a pasar a sostener y auxiliar el alzamiento
que han tenido los vecinos de San Gil y el Socorro y
parroquias contiguas, y en su cumplimiento prontamente
los fuí haciendo comparecer y a cada uno de por sí les dí
a entender la orden apercibiéndoles estén listos para cada
cuando se ofrezca cumplir con lo que la Real Justicia
manda en su servicio y obedeciendo a su Majestad que
Dios que son los siguientes .. ."
Se anotan entre una lista de 220 hombres, algunos de los
cuales iban con sus hijos, a los Acosta, Bera, Barrero, Cárdenas,
Chavarro, Farfán Camelo, Corredor, CasaBas Garzón, Hemández,

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López, Gómez, González, Guevara, Ramírez, Rodríguez, Rojas
Rubiano, Sarmiento, Segura, Samudio Torres, Tribiño, Vargas,
Mayorga, Malagón, Martínez, Mora, Moreno, Muñoz, Otálvaro,
Pedraza, Pinzón. Allí iban Rafael Pinzón, Juan Samudio, Juan
Manuel Segura hijo, Miguel Hernández, José Antonio Hernández,
Patricio Farfán, Juan Antonio Hernández y otros de los principales
vecinos, lo que significa que esta revolución no era solamente de
indios sino también de
mestizos y criollos.
Se observa en la par-
te final de la carta del al-
calde al decir que estén
listos a cumplir "con lo
que la Real Justicia man-
da en su servicio", que
no puede referirse al Go-
bierno del Virrey, contra
quien precisamente iban,
sino a la justicia del pue-
blo.
y termina el Alcal-
de, después de nombrar
Pollica rpa Sala\arrieta . Heroína de la uno a uno a los 220 co-
Paliría. muneros:
" Y aunque hay más vecinos en esta Parroquia no los he
percibido en la presente lista W10S por ancianidad, otros baldados
y enfermos imposibles de poder seguir y otros ausentes, y en caso
de que se deban alistar todos estén como estuvieren lo cumpliré
luego que se me avise. Y remítase la presente al Cado (sic)
(Comandante) como se me manda, quedando copia en mi poder
que es hecha y cumplida en esta dicha Parroquia en veinte de abril
de mil setecientos ochenta y uno, con testigos por no haber Escri-
bano.
LUIS DE CARDENAS.
Testigo, José Antonio Moreno.
Testigo, Juan Ignacio de Lizarazo.
Que segím parece salvo yerro de pluma o suma resultó
haber escrito doscientos y veinte hombres alistados.
CARDENAS " .

Estos 220 hombres de Hatoviejo se incorporaron a la marcha


sobre Nemocón, el Mortiño y Zipaquirá, fortalecieron con su pre-
sencia esta primera revolución popular e inscribieron el nombre de
su parroquia de Hatoviejo en los anales de la historia de Colombia.
Cuántos de ellos prosiguieron militando en los Ejércitos de la
Independencia? No se sabe. Indudablemente muchos de ellos deja-

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ron su descendencia allí que hasta el momento actual muchos más
traen en su sangre, quizá sin darse cuenta, pues como suele suce-
der en nuestros pueblos y provincias las gentes han ido perdiendo
la memoria y la pista de su pasado genealógico, olvidando que por
sus venas circula sangre de próceres, mártires y héroes.
Los de Hatoviejo bien merecen una placa de mármol que
ostente sus nombres presididos por su Capitán Antonio Hemández
y su Alcalde Luis de Cárdenas.

HATOVIEJO EN LA INDEPENDENCIA

Hatoviejo, que por entonces era una modesta parroquia de


hacendados, estancieros y labriegos, de ganaderías y cultivos, de
pequeños comerciantes y artesanos, no podía quedarse al margen
de la marcha de los Ejércitos Libertadores si estaba precisamente
sobre el camino de Bogotá a TWlja, que fue la ruta de la Libertad.
Sus gentes no hicieron ningún pronunciamiento en 1810 con
respecto al de Santafé o al de Tlmja, pero participaron en la forma-
ción del Colegio Electoral de su Provincia de Tunja, a la cual
pertenecían por haber sido de la jurisdicción de Turmequé y estar
bajo el mando del Corregidor de aquélla. En dicho Colegio
Hatoviejo estuvo representado por el Diputado José María Villate,
quien como tal firmó la Constitución de la República de Tunja
votada el 9 de diciembre de 1811 .
Hacen su aparición en el escenario de la guerra cuando el
Capitán Tadeo Vergara de las tropas Centralistas de Presidente
Antonio Nariño o de Cundinanlarca allí en Hatoviejo en una pe-
queña refriega derrota a los Federalistas del gobiemo de Tlmja,
que venían a la vanguardia del Ejército comandado por Antonio
Baraya y Antonio Ricaurte, el 25 de noviembre de 1812. 1
Días después, el 2 de diciembre, el ejército de Cundinamarca
al mando del Presidente Antonio Nariño pasó hacia Tunja, y unas
leguas adelante, ya sobre el filo de la cordillera próximo a
Ventaquemada, en el Alto de la Virgen, libró el primer combate en
grande contra los Federalistas, quienes infligieron tremenda derro-
ta a los Centralistas, dada la ventaja que llevaban por el conoci-
miento del terreno y sus trincheras, y la inexperiencia guerrera del
Presidente Nariño y sus tropas santafereñas que por primera vez
practicaban el arte de la guerra y allí empezaron a aprenderlo.
Juan José de Vargas en carta firmada en Ventaquemada ellO
de febrero de 1814 dice haber sido comisionado para recibir el
juramento de Independencia de los pueblos de Tunnequé, Hatoviejo,
Umbita, Boyacá, Tibaná, pero que se excusa por estar enfermo.

I Grandezas y Miserias de dos Victorias, BemanJo 1. Caycedo. Bogotá. 195 1, Pág. 49. - Crónicas de

Bogotá, por Pedro Maria Ibáñez. Bogotá, 1923, Tomo Ill, Pág. 29

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Entonces se comisionó al cura de este último, Don Nicolás de
Mesa, quien en Hatoviejo tomó el juramento al cura párroco
Francisco Custodio Cárdenas y a los siguientes vecinos principa-
les:
Juan Francisco Samudio, Domingo Segura, Juan Joseph Pin-
zón, José Antonio Arandia, Francisco Barrero, Nicolás Otálvaro,
Juan Francisco Cárdenas, Isidro Orejuela, Joseph Antonio
Hernández y un centenar más.
En este año de 1814 por decreto de 17 de mayo el Gobierno
de la República de Tunja hizo la división político-administrativa
de la Provincia en cinco Departamentos, Wl0 de ellos el de Occi-
dente, al que pertenecieron las parroquias de Hatoviejo, Guachetá
y Lenguazaque que luégo fueron de Cundinamarca.

PROCERES y MARTIRES

Hatoviejo no solamente juró la proclamación de la Indepen-


dencia sino que también combatió por ella; fue modesta su parti-
cipación pero efectiva. La vocación patriótica de sus gentes habíase
manifestado desde la época de los Comwleros del Socorro.
Cuando la guerrilla patriótica de los Almeydas insurgió en
Machetá en 1817 e invadió los pueblos vecinos de Manta, Tibirita
y luego Chocontá para cubrir el nordeste de la provincia de
CWldinamarca, patriotas de Hatoviejo se incorporaron a ella, y
enfilaron en las tropas de caballería que por allí marcharon hacia
Ventaquemada y Turmequé, donde atacaron a los espai101es.
Fue este un movimiento armado que volvía por la dignidad
humillada del pueblo granadino vencido en 1816 y sacrificado en
los patíbulos. Derrotados los Almeydas en el combate de Saucío
el 21 de noviembre de este año de 1817, cerca a Chocontá, unos
fueron fusilados en el mismo campo y otros llevados a Chocontá
en cuya plaza ascendieron al patíbulo, entre ellos Leonardo Cuer-
vo el día 23 , oriundo de Hatoviejo.l ( En algwlas crónicas se dice
que fue fusilado el día 30, advirtiendo que este día tuvo lugar su
entierro, de lo que se deduce que debió haber sido días antes).
En el escalafón de próceres de la Independencia figuran los
siguientes de Hatoviejo caídos en campo de batalla:
Capitán Justo Pastor Angel y Capitán Manuel Pinzón en la
de Chitagá (Nueva Granada) el 25 de noviembre de 1815.
Comandante Justo Rubiano en la de Guarico (Venezuela) el
8 de diciembre de 1813, quien marchó en los contingentes que
los Gobiernos de Santafé y Tw~a mandaron en los comienzos de
este año a Cúcuta en auxilio de Simón Bolívar, que entonces allí
organizaba la CampaIl.a Admirable sobre Venezuela.

IHistoria extensa Je Colombia. Vol. V1, T.20.,pág. 107.La Reconquista EspaI101a. por OSlI aluú
Diaz Diaz.-Y " Corona Fúnebre", Bogotá, 1910, pág. 50.

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organizaba la Campaña Admirable sobre Venezuela.
Bien vale recordar las fechas memorables en que el Libertador
Simón Bolívar pasó por Hatoviejo.
De Tunja hacia Santafé:
Diciembre 13 de 1814
Agosto 8 de 1819
Marzo 3 de 1820
Octubre 2 de 1821.
De Santafé (Bogotá) hacia Tunja:
Septiembre 22 de 1819, día en que pernoctó, no se sabe en
cuál casa, para proseguir al siguiente
hacia Tunja.
Marzo 24 de 1820
Febrero 2 de 1821
Noviembre 28 de 1826 (almorzó allí)
Marzo 18 de 1828.

Hay algo más. Algún sacrificio costaría a sus gentes el auxilio


que dieron a las tropas Libertadoras a su paso en 1819, cuando el
propio Libertador en carta de 22 de septiembre de este año fecha-
da en el "Cuartel General de Hatoviejo", dijo:

"A los Alcaldes de este pueblo.


En consideración a las exacciones que ha sufrido este
pueblo por las tropas que por él han transitado, he teni-
do a bien rebajar la cantidad de quinientos pesos que se
le ha asignado de contribución para las necesidades del
Estado, a la mitad. Cuartel General de Hatoviejo, 22 de
septiembre de 1819. Bolívar" 1

En el diario de viaje del General Daniel F. O'Leary, que


aparece en sus Memorias, Tomo VI, pág.3 7, edición del Ministerio
de Educación Nacional, Bogotá, 1953, refiere el ilustre Edecán del
Libertador el siguiente episodio ocurrido en Hatoviejo cuando iba
de Chocontá a Tunja rumbo a Venezuela, el 19 de julio de 1826:

" ... A las 3 llegué a Hatoviejo, donde tuve que pasar la


noche por falta de bestias. Las mismas quejas que había
oído en Chocontá se repitieron aquí. Hatoviejo es un
pueblo miserable, casi toda su población es de indios.
Me acordé que siete años antes, después de la Batalla de
Boyacá, había tenido yo un desafio en este pueblo. El20
a las 2 de la mañana me hallaba ya en camino, después
de haber donnido muy bien, gracias a un antiguo, cono-
cido que me alojó en su casa".
J Memorias del General O'Lear)'. Edición facsünilar. Caracas. 1981.Tol110 XVI, pago.J68

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DE TUNJA A
CUNDINAMARCA

Catedral de la Ciudad de Tunja .


Hatoviejo. por Decreto Arzobispal. en
1835 se incorporó a la Diócesis de
Tunja.
Aunque el pueblo y parroquia de Hatoviejo se fundara por
gentes de Ttmnequé y la Provincia de TWlja, actos protocolizados
por las autoridades civil y eclesiástica de esta Provincia, y durante
los primeros años de la Independencia, Gran Colombia y Nueva
Granada dependiera de aquélla, ya hacia mediados del siglo XIX
por circunstancias geográficas, políticas, sociales y económicas,
fue desmembrándose de Tunja e incorporándose a CWldinamarca,
propiamente a Chocontá como cabecera de cantón, de la que era
más próximo, en tanto que de Turmequé y Ttmja lo separa la
elevada y paramosa serranía que divide la sabana del nordeste de
Cundinamarca, donde está Hatoviejo, del valle de Ventaquemada y
la meseta de Tunja, mucho más lejos.
Por decreto arzobispal de lo. de diciembre de 1835 fue in-
corporado a la Diócesis de Tunja.
Por Decreto de 25 de abril de 1839 del Congreso de la Nueva
Granada, sancionado el día 30, se creó el Cantón de Ramiriquí,en
el que fue incl uído el " distrito parroquial de Hatoviejo" .
Por decreto de lo. de noviembre de ' 1849 la cabecera se
trasladó a Ttmnequé.
Finalmente, por decreto del Congreso de 22 de jWlio de 1850
Hatoviejo se segregó del dicho cantón y agregó al de Chocontá,
entonces de la jurisdicción de la Provincia de Bogotá. Estas dispo-
siciones se originaron en la solicitud de los mismos vecinos de
Hatoviejo en razón a su cercanía a Chocontá y la distancia que lo
separaba de Turmequé y Tunja, de por medio el extenso páramo
de AlbarraCÍn y Tierra.l1egra.

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"El Libertador de Cinco Naciones", Francisco de Paula Santander. Museo
Bolívar. Obra firmada por Palmiño G, Nacional. Santafé de Bogotá,
Guayaquil. Quinta de Bolívar. Santafé
de Bogotá.

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Esta segregación fue complementada por decreto arzobispal
de agosto de este año de 1850, que lo desmembró de la Vicaría de
Ramiriquí y agregó a la de Chocontá.
Luego, por decreto de 6 de mayo de 1852 la Provincia de
Bogotá se dividió en cuatro, una de ellas la llamada Cundinamarca
con capital Chocontá, y mas tarde por Ley de 24 de mayo de
1855, año en que la de Bogotá se reintegró y entonces tenía 80
alcaldes parroquiales, uno de ellos el de Hatoviejo.
Por Ley de 15 de junio de 1857 se creó el Estado Federal de
Cundinamarca formado por la Provincia de Bogotá reintegrada y
las de Mariquita y Neiva, más tarde llamado Estado Soberano.

DE HATOVIEJO A VILLAPINZON

Ciertamente Hatoviejo no era nombre muy propio para una


población sino más bien para una hacienda, pero sí muy mral y de
contenido provincial, acorde con los mismos orígenes del poblado.
y se llegó el día de cambiarlo, tal vez no tanto por la anterior
circunstancia sino quizá por rendir homenaje a la memoria del
General Próspero Pinzón, el héroe gobiernista de la célebre batalla
de Palonegro del 11 al 26 de mayo de 1900 en la guerra de los Mil
Días, nacido en Hatoviejo ello. de enero de 1856. Caudillo pro-
minente de ésta y otras revoluciones anteriores, Gobernador a fi-
nales de siglo de los Departamentos de Boyacá y Cundinamarca.
En las sesiones de la Asamblea de CWIdinamarca de 1903, la
primera legislatura de este siglo XX, el diputado Pedro Antonio
Sánchez O. presentó el proyecto de Ordenanza por el cual se le
cambiaba al distrito municipal de Hatoviejo este nombre por el de
"Pinzón" en memoria del ilustre militar, quien acababa de fallecer
en Bogotá ello. de enero de 190 l . Aprobado el proyecto se con-
virtió en la Ordenanza No. 10 de lo. de mayo de 1903.
Pero no sonó muy bien el nombre de " Pinzón" a secas, y al
aI10 siguiente el General Román Segura, diputado a la Asamblea,
presentó otro por el que se le daba al poblado el título de Villa,
que se tradujo en la Ordenanza No. 18 de 25 de jlmio de 1904,
además como un reconocimiento a la prosapia criolla e hispana de
sus primeros pobladores.
Entonces, por efecto de la prommciación seguida de los dos
vocablos vino a conformarse una sola palabra y quedó
" Villapinzón", que glorifica WI precIaro hijo y recoge tradiciones
seculares. Consecuencialmente por decreto de 26 de agosto de
este año de 1904 del Arzobispo Bernardo Herrera Restrepo a la
parroquia también se le dio el nombre de " Villapinzón".
Por Decreto Nacional No . 1181 de 30 de octubre de 1908 se
dijo que el Municipio de Hatoviejo continuará llamándose
Puente del Común . camino de los Villapinzón, aclarando así el decreto No. 916 de 31 de agosto anterior,
Comuneros. en el que aquél se hizo figurar por olvido o equivocación.

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IMAGEN COLONIAL, GENEALOGIA y TOPONIMIA

Los pueblos del altiplano cundiboyacense, unos más otros


menos, todavía conservan en su arquitectura rasgos de su fisono-
mía colonial, encarnados en las humildes y señoriales casas, cuyo
estilo define su identidad mestiza e hispana. En esas casas sobrevi-
ve, tal vez inconsciente de su pasado, numerosa descendencia de
aquellos que fueron los fundadores del pueblo y la parroquia y sus
primeros pobladores.
y se guardan en el relicario de sus baúles de cuero y de
madera, alacenas, bargueños, armarios y bolsos, cartas antiguas,
libros, cuadernos, papeles viejos entre los que podemos encontrar
un decreto del Libertador Simón Bolívar o del Vicepresidente
Francisco de Paula Santander por el que se le da el título de
Teniente o Capitán a un antepasado de la familia que combatió en
los Ejércitos Libertadores de la Independencia o se le confiere W1a
medalla en reconocimiento de una acción heróica. O bien la carta
de un prócer, un caudillo, un Presidente, un letrado, un gramático,
un filólogo, de aquellos que pasaron a la historia. O un pergamino
que contiene el árbol genealógico de la familia o la real cédula por
la que a un tatarabuelo el Rey de Espaíi.a le otorgó el título de
Hijodalgo, Marqués o Conde, que en el Nuevo Reino de Granada
los hubo, aunque pobres y humildes " pero de buena familia",
según el decir sabio y sincero de las gentes de la provincia.
Nada de ello sería extraño encontrar en la casa nativa de los
descendientes de Don Francisco Vargas de Figueroa o la de Don
Manuel de Segura, en la de los Samudio, los Rubiano, los Sánchez,
los Barrero; en la de los herederos del Alcalde de los Comuneros
de Hatoviejo Don Luis de Cárdenas y su Capitán Don Antonio
Hernández; en la que fuera de los próceres de la Independencia
Justo Pastor Angel y Manuel Pinzón, o en el rancho o casa pajiza
del mártir Leonardo Cuervo, que en la caballería de los Almeydas
fue a batirse en los campos de SauCÍo.
y todavía años más tarde encontraríamos en la casa que fue
de los Segura Fernández, la del General Próspero Pinzón y de sus
padres Juan Crisóstomo Pinzón y Eusebia Romero; en la del dipu-
tado Pedro Antonio Sánchez O., en la de Pablo E Sánchez, el
cronista local; en la del General Román Segura, en la de los Cue-
vas Fernández, o en la de Luis Antonio Escobar, que allí existía el
14 de julio de 1925, el músico, escritor y compositor que ennoble-
ció la música colombiana con sus cantatas campesinas, rondas y
canciones infantiles, sinfonías y óperas que han llevado a las salas
de conciertos de Colombia, América y Europa la imagen musical
de un pueblo, un provincia y un país.
En el relicario del habla campesina, heredera del antiguo cas-
tellano y de algunos vocablos de la lengua indígena, sobreviven

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toponímicos que a manera de mojones quedaron en la geografía
municipal identificando quebradas, ríos, montes, cañadas, piedras,
estancias y caminos; y muchos más antroponímicos como apellido
familiar de descendientes de aborígenes.
En esas palabras, que figuran en el habitat de la vereda y al
pronunciarlas suenan como voces solitarias de una lengua muerta,
encontramos lilla preciosa pedrería de topónimos que encantan con
el misterio de su indescifrable etimología. Aquí, en Vi 11 apinzón,
veinte palabras que con acento de prosapia chibcha señalan perso-
nas y sitios de un poblado que nació a la vera del camino de
Santafé a Tlmja y a la orilla de la quebrada La Quincha, al frente
del río Funzhé o Bogotá. Son ellas:

Funzenaque Bosavita Tibita Tocalá


Guanzaque Chiguala Gualos Guates
Tasbita Guangüita Sonsa Chasques
Suatama Zunuba Chinquira Quincha
Guachaneque Riatoba FWlZ.hé Reativa

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GENERAL PROSPERO PINZON

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Padres: Juan Antonio Pinzón y Eusebia Romero.
Lugar de nacimiento: Hatoviejo 1856 - 1 de enero.

1860 - Estudios de primaria en la Uvita (Boyacá) con el profesor Miguel González


Alvarez.
1871 - Estudios secundarios en Onzaga (Santander) en el Colegio Teófilo Forero.
1875 - Estudios universitarios, Colegio del Doctor Concha, Bogotá.
1876 - Deja sus estudios para entrar en campaña por primera vez.
1878 - Regresa al Colegio de La Tercera, del Dr. Concha llevando las charreteras de
Coronel. Inicia ensayos periodísticos.
1879 - Termina sus estudios universitarios.
1880 - Doctorado en Derecho.
1881 - Presidente del Concejo de la Uvita.
1882 - Diputado a la Asamblea de Boyacá.
1885 - Jefe Civil y Militar de Santa Rosa y Sogamoso. Ejerció la profesión de
abogado a finales del año en la población de Soatá (Boyacá).
1886 - Juez del Circuito de Santa Rosa (Boyacá).
1888 - Prefecto de la Provincia de Sogamoso. Prefecto de la Provincia de Tundama.
1889 - Secretario de Hacienda de Boyacá. Juez de Tunja desde el primero de Sep-
tiembre.
1892 - Consejero de Estado desde el 20 de Agosto. Forma parte de la Comisión de
la Reforma de los Códigos Político y Municipal y Judicial.
1894 - Tesorero General de la República.
1895 - General de la República, febrero 18. Gobernador de Cundinamarca, 22 de
mayo.
1897 - Jefe del Estado Mayor del Ejército.
1899 - Fundador del Periódico " El País" . Comandante General de las Tropas de
Boyacá. Jefe del Estado Mayor del Ejército.
1900 - Jefe Supremo del Ejército. Comandante General y Jefe de Operaciones.
Ministro de Guerra y Director de las Operaciones Militares.
1901 - Primero de enero muere en la ciudad de Bogotá.

1903 - Por Ordenanza de la Asamblea de Cundinamarca No. 10 de lo. de mayo,


proposición presentada por el diputado Pedro Antonio Sánchez, se cambia el
nombre de Hatoviejo por el de Pinzón, honrando así su nombre y el de su pueblo.
1904 - El General Román Segura, siendo diputado a la Asamblea de Cundinamarca
propone cambiar el nombre de Pinzón por el de Villapinzón. Ordenanza No. 18
del 25 de junio.
1976 - Con motivo del Bicentenario de la fundación de Villapinzón, los restos del
General Próspero Pinzón se trasladaron del Cementerio Central de Bogotá al
cementerio de su tierra natal.

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GENERAL ROMAN SEGURA

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Padres: Claudio Segura y Nicolasa Forero.

1859 - Nace el21 de diciembre en Hatoviejo. Nombre: Francisco de Paula.


1876 - Se alista como soldado raso bajo las órdenes del General Manuel Briceño.
1885 - Organiza fuerzas y recibe armas del General Leonardo Canal.
1895 - Reúne fuerzas y marcha hacia Tunja a salvar el parque del gobierno. Ya era
Capitán.
1899 - A la cabeza de 100 jinetes parte para Bogotá y recibe órdenes del General
Antonio Roa Díaz. Lucha en la batalla de Palonegro.
1901 - Recibe el grado de CoroneL A la cabeza del " Batallón Chocontá" gana un
combate en la vereda de Soatama contra el General Darío Jiménez. Es nom-
brado Jefe civil y militar de la Provincia de Chocontá.
1904 - Diputado principal a la Asamblea de Cundinamarca. También lo fue en los
años 1915 y 191 7.
1915 - Por nota No. 420 de junio 24, el Gobernador de Boyacá, doctor Alejandro
Matta, le comunica su elección como Representante al Congreso Nacional
por la Circunscripción Electoral de Tunja.
1916 - En la Asamblea de Cundinamarca, por medio de la Ordenanza o. 10, logra
la fundación del colegio Próspero Pinzón. El 16 de octubre, como Personero
Municipal, compra los terrenos para construír el edificio.
1925 - Por decreto de la Gobernación, es nombrado Síndico del colegio Próspero
Pinzón.
1926 - Se dedica a ayudar a todas las obras en beneficio del municipio especialmente
a las entidades educativas.

El General Román Segura, dilecto hijo de Villapinzón se distinguió por sus generosas
contribuciones en favor del progreso espiritual y material de su patria chica.

GENERAL PEDRO A. SANCHEZ

Hijo ilustre de Hatoviejo, participó en varias batallas en favor de su partido. Fue


Diputado Principal en la Asamblea de Cundinamarca. Por su tenacidad lealtad y cultura
también merece el reconocimiento de las presentes y futuras generaciones.

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VILLAPINZON

De sol y de maíz fuiste creada,


el viento halló en tu mies diques y frenos,
una orquesta tuviste de altos truenos,
niñez de luna y juventud dorada.

Bajaban cual palomas en bandada


arroyos a los fértiles terrenos,
los tuyos, que jamás serán ajenos
a tu alma, eterna amante siempre amada.

Ahora que la noche se aproxima,


que huye el ave y el monte no aparece,
pon un árbol-estrella en cada cima.

Arbol del bien no más, y estrella rubia,


para que tenga pan quien lo merece
y al calcinado erial baje la lluvia.

Pedro Medina Avendalio

TRIGO Y PAN

(primer premio en el Primer Concurso de Elogio al Pan)

En campo de oro acunas tus espigas


que el sol y el agua sazonaron quedos,
en tanto el copetón trinaba enredos
y la amapola suscitaba intrigas.

El molino colmaste de fatigas


al tomar de la nieve los remedos;
entonces, como artífices, los dedos
crearon el pan, la fuerza de las migas

que alimenta el corazón, las gentes ata


en torno de la mesa y las invita
al diálogo feliz que desbarata

toda deseperanza y toda cuita ..


Hostia y Trigo y Pan: ofrenda grata,
dulce renovación, eterna cita.

Agustín Cuevas Fernández

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ELEGIA

(A la memoria de mi padre).Fragmentos .

1
Cayó el vetusto roble
de recias contexturas ancestrales,
bajo el mortal mandoble
de la huesuda parca y la guadaña!
Cayó su frente noble
ceñida por guedejas patriarcales,
como esas nubes que la tarde baña
de esplendencias y rayos y misterios
cuando van descendiendo taciturnas
tras dombos de misterios
en impecables urnas.

IV
Recuerdo aún: su faz era serena;
sus párpados cerrados, elocuentes,
cubriendo aquellos ojos cariñosos
que tántas ocasiones en los míos
posaron bondadosos
para decirme con confianza plena
su terneza y amor; sus alborozos.
Recuerdo aún: sus labios paternales
sellados para siempre eran los mismos;
los mismos que otras veces
me contaban de pérfidos abismos,
del campo, del ganado y los trigales;
eran los mismos que entonaban preces
por su esposa y sus hijos y por todos ...
Me acuerdo aún: tranquilas sobre el pecho
las dos manos augustas reposaban;
las manos que rompieron el barbecho,
las que mi frente acariciaban,
y al despedirme, bendición me daban ...

V
¡Cayó el vetusto roble!
Un sepulcro tristísimo lo encierra
y un plañidero doble
a nuestra mente con dolor lo aferra.
Quisiéramos robárselo a la tierra;
quisiéramos hablarle como otrora
para decirle nuestro amor profundo,
para besar su frente ensoñadora.
Pero él está mejor en otro mundo.
En otro mundo do el afán fenece
y entre gloria el espíritu se mece ..

Agustín Cuevas Fernández

48
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A VILLAPINZON
Canto improvisado. Molto Líbero et Asimétrico.

Doscientos años hace


que naciste
con nombre campesino,
los indios te dejaron en su idioma
el ritmo de su música .
Tu río y tu quebrada
te dieron la primera serenata;
con musgo y con helechos
tu cuna fue adornada.
Tus primeros pasos
extasiaron todo el Valle,
y tus gritos despertaron
los gigantes centinelas,
Peñasanabria y Altamira .
La mezcla de las indias
con los nuevos castellanos
en tus casas de barro y de bahareque,
aromadas por recinas
de pinos y azucenas
escondieron los ensueños
de tu ancestro .
y creciste con la nueva savia,
imaginación, malicia y magia,
raza de amor y de distancias .
Tu campiña, llena de trigales,
de cerezos, de moras y maizales,
por tus hijos ya sembrada,
hoy te ofrece rosas y claveles
llenos de amor y de esperanza.
Campesino, que con tus pies descalzos
y tu azadón al hombro
fecundas las praderas,
Villapinzón te grita:
No abandones tu parcela
ni apagues el fuego de tu rancho;
cuando regreses de tu lucha diaria
entona el himno de tu estancia .
Músicos, Pintores, Poetas y Aldeanos,
recorred todos los caminos con la pluma,
el pincel, la hoz, la flauta;
llevad siempre en el alma la nostalgia de la tierra,
la audacia y la inteligencia de la raza.

José del Carmen Escobar S.

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AL FUNZA

En el Tequendama
(poesía Premiada en los Juegos Florales de Bogotá el 30 de octubre de 1904)
Al Sr. Dr. D. Antonio Gómez Restrepo

¡Cómo ha querido la fortuna, oh río,


Que tu destino fuera
Tan semejante al mío!
Yo conozco la cima de que brota
Tu límpido raudal, y tu corriente
He mirado formarse gota a gota.
Yo he visto rodar por la pendiente
Formando dimínuta catarata,
y después, ya crecido, la llanura
Te he visto atravesar -sierpe de plata-
Sobre tu inmenso lecho de verdura.

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Yo conozco tu historia: Ah! si volver pudiera
De aquella cima, juguetón, travieso Atrás ese caudal, y si a mi el cielo
Te desprendes; las flores Volver a la niñez me permitiera!
Se doblan de tu linfa bajo el peso, Mas ay! que como avanzas
y pareces un niño: tus rumores Sin poder detenerte en tu carrera
Son un canto infantil. Hasta arrojarte en el abismo oscuro,
Así era el mio cuando, niño inocente, Yo tendré que avanzar hasta que ruede
No lejos de la cumbre donde naces, Al antro misterioso del futuro.
Con alegre bandada de rapaces ¡Cómo ha querido la fOltuna, oh lÍo,
Me dejaba arrastrar por tu corriente... Que á tu destino fuera,
y mi alma entonces era ¡Tan semejante el mio!
Tan pura cual tu linfa transparente.
Con tu estridente grito
Después, lento deslizas De tus riberas los boscajes llenas,
Silencioso tu caudal somblÍo Y al ascender vibrando al infinito
Estremeces las bóvedas serenas.
Sobre un lecho de arenas movedizas,
Luego, tu agigantada
y a medida que avanzas,
Mole se pierde en el abismo; apenas
Vas perdiendo tu hermosa transparencia,
Puede seguirte ansiosa la mirada
Como perdiendo voy mis esperanzas
Breves instantes al caer; el velo
La llanura al cruzar de la existencia ....
De lo desconocido te cobija,
¡Cómo ha querido la fortuna, oh lÍo,
Nadie conoce el antro misterioso
Que á tu destino fuera
Donde tu enorme masa se derrumba:
Tan semejante al ffilO!
Es que siempre la muerte es un arcano,
y es que aquella es tu tumba, y á la tumba
y hoy estamos de nuevo frente a frente
Jamás alcanza el pensamiento humano.
Tú no eres ya el arroyo, ni yo el niño,
Que quiere la fortuna,
Mas al par que unas olas
Que como tú distante de tu fuente,
-Esas que arrastran mucho lodo- ruedan
Yo me encuentre ya lejos de mi cuna.
Hasta la cima oscura,
Gigante vienes, sí: mas en tus ondas Otras, cual alba nube,
Arrastras mucho lodo, Se elevan de los cielos á la altura.
Y, hondo dolor embarga el alma mia También cuando mi duelo
Al ver cómo los dos hemos perdido Cese por fin se perderá en la fosa
Todo lo más hermoso La mezquina porción que me ata al suelo
Que en nosotros había: Pero el alma gloriosa,
Tú, aquel cristal de hermosa transparencia Libre del lodo ya, tenderá el vuelo
Donde copiarse el cielo se veía; ¡y así por siempre la fortuna, oh lÍo,
y o, el tesoro sin par de la inocencia, Hará que semejantes
Que quedó hecha jirones en la via. Sean tu destino y el destino miol

Rafael Escobar Roa

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Allá arriba en aquel alto
hay una mat' e cardón
yen el copetico dice:

i QUE VIVA VILLAPINZON !

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LA COPLA CAMPESINA

Uno de los más bellos signos espirituales de Colombia es su


delicada poesía, la copla campesina. Como en otra hora u horas de la
humanidad, cuando Homero o el hermano Francisco, aquí también el
campesino acariciaba el instrumento musical para cantar la poesía.
Antes de los griegos se pulsó el arpa con cabeza de toro refulgente,
después la kíthara, o forminx según Homero ~ más tarde el delicadísi-
mo laúd y ahora, en nuestras montañas villapinzoneñas y breñas
andinas, el requinto y el tiple. Al campesino no le basta su silencio
enorme como respuesta a la osadía de la naturaleza que lo agobia.
Entonces estalla su grito de sangre atragantada:

" Voy a salinne al camino


como una cosa perdía
pa' que no sepan de yo
ni el triste jín de mi vida" .

Estas coplas son la swna de la extraña tristeza que producen las


horas grises y planas. Esas sensaciones que crecen al pie del mortiño
achatado, junto al aljibe seco, a las cenizas de la parva, al rastrojo
deshecho, cuando el hombre ya sin amores canta secamente:

" Ya se murieron mis perros,


ya quedó mi rancho solo,
maJ1ana me muero yo
para que se acabe todo" .

Pero el alma del campesino también está labrada de fmuras


exquisitas que dulcemente le entrega a la mujer amada:

" Eres W1 granito de oro


y una perla dibujada
y eres aquellucerito
que alumbra a la madrugada" .

Las tradiciones indígenas también tomaban el lucero para sus


canciones y odas poéticas:

" Lucero de la mañana


de la maJ1ana lucero,
cómo te vas y me dejas,
sabiendo que yo te quiero! ".

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" Si la lWla juera tinta "Yo me enamoré del aigre,
y el cielo juera papel del aigre de 'una mujer,
le escribiera yo una carta como la mujer es aigre,
a aquel hermoso clavel" . en el aigre me quedé".

"La vida se pasa pronto, " La rosa nació en la arena,


como las aguas del río la clavellina en el mar,
y se lleva en su corriente yo nací para querel1e
tu pensamiento y el mío". y no poderte olvidar" .

" He de dar y he de dar " A la canta que me echaste


hasta que dé a la porjía, le hizo jaIta más cacao;
hasta que l' ihaga chispiar, yo te la diré como es,
su jeta contra la mía". ojos de gato encuevao."

"A los señores del pueblo "El sapo 'taba creyendo


hay que tenerles cuidao que la sapa era doncella;
porque se echan junto a uno la noche de la visita
y 10 dejan embromao." 'taba el lagarto con ella'.

" Clavelito colorado " Tan bonita centurlta


primo hennano del oriente, que anoche yo la medí
cómo querés que te quiera con una vara de cinta
teniendo al otro presente?" catorce vueltas le dí. "

"El que tenga rabo 'e paja " Domingo, lunes y martes,
no se meta a la candela; y hasta el miércoles me voy,
y yo como no lo tengo y si se me da la gana,
me meto y juego con ella" U si no, pu' aquí me 'toy."

Yo a enamorar aprendí Cluquitica, chiquitica


y a enamorar desde chiquito como Wl grano de cebada;
porque es bonito aprender no li hace que siá chiquita
de cada cosa un poquito. como siá mujer honrada.

Cuando voy por un camino Pobrecita la paloma


me pongo a cantar mjs coplas, que el gavilán se comió;
Wlas que tengo aprendidas ya ven por dejarla sola
y otras que el diablo me sopla. el mal que le sucedió.

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MIT O S Y LEYEN D AS
Por Pilar Cuevas

Como unaesfinge pétrea. los ca minantes


admiran esta descomunal figuracon cara
de simio.

Los relatos, las leyendas y los mitos hacen parte de la historia de


los pueblos. En esencia reflejan los valores, creencias, costumbres y
visiones que las gentes tienen del mundo, de acuerdo con su región,
cultura y raza. De ahí que estas literaturas, fundamentalmente orales,
se constituyen en una de las posibilidades para transmitir 10 simbólico,
10 mítico, 10 mágico y las percepciones de la historia presenten la
memoria colectiva de li1a comunidad. Por ésto, pueden llegar a
reflejar tanto la problemática, como los anhelos y las esperanzas. Las
siguientes son algunas leyendas, relatos y mitos nacidos de la
memoria y en la voz de algunos pobladores de Villapinzón.

"Cuentan que en el pueblo de Villapinzón, vi vía un niño llamado


Carlos y que a él le gustaba ir mucho al campo a visitar a unos amigos que
él tenía . Especialmente a Don Eusebio . Este señor los invitó a pasar unos
días a la vereda de San Pedro en época de vacaciones y Carlitos aceptó
la invitación . Llegado el día se fue para la montaña con Don Eusebio y de
pronto se escuchó un espantoso grito asustándose el niño . El preguntó
qué era ese grito, a lo que Don Eu sebio le contestó que era la Madremonte,
una cosa perversa y maligna que vive en el fondo del monte . Carlitos le
dijo que si existían otros monstruos como esos y Don Eusebio dijo que sí ,
que la patasola que era un monstruo con figura de mujer muy fea , que tenía
los ojos saltones, las manos largas y una sola pata; que andaba a saltos sobre
los árboles y la montaña, haciendo unos huecos muy profundos y donde pisabarJ
no volvía a' salir yerba y se formaba allí un hormiguero. La Patasola tema un
hermano que era Patetarro porque tenía un pie de tarro y que era cobarde .

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Al enterarse Carlitos de todo esto,cuentan que les perdió el miedo
y que desde ese día salía por el monte a buscarlos ." (Contado por
Alfredo Poviña . Folclor y Tradiciones de Villapinzón, Gloria Rubiano
de Quintero, Luz Marina Rubiano Rey . ITVe. Bogotá).

LEYENDAS

EL MURO Y LA PIEDRA DEL DIABLO

"Erase una vez cuando los habitantes de Hato Viejo hacían sus
romerías a la Virgen de Chiquinquirá y que el diablo quizo impedirlas. Se
puso a construír un muro de piedra muy alto en la vereda de Guangüita.
Para ésto hizo una apuesta con un hombre en la que le dijo que antes de
que cantara el gallo a la media noche él lo teminaría. Para esta construc-
ción tuvo que cargar piedras muy grandes y de lugares distantes . Así fue
que el gallo cantó y el diablo venía con la última piedra más o menos a 2
kilómetros antes de llegar al pueblo sobre la quebrada de Quincha y allí
quedó la inmensa piedra. Algunos pobladores han dicho que al pasar por
allí sienten miedo porque los asustan o porque han visto a un hombre
negro que anda sobre la piedra, hoy denominada PIEDRA DEL DIABLO
al este del municipio ." (Narrada por: Ascención Cárdenas) .

"Cuentan algunos ancianos que en el sitio denominado


las cruces en la vereda de Chásquez, se aparecía el diablo y cuando
traían un muerto para enterrarlo , el diablo salía y se lo robaba . Al
llegar al pueblo encontraban el cajón vacío y a cambio del muerto
encontraban unas piedras ... Nunca volvieron por este sitio y hubo
necesidad de hacer otros caminos para poder llevar los difuntos al
cementerio . Aún la gente teme pasar por allí cuando viene un
entierro ." (Entrevista realizada a Marcos Rubiano . Ocupación,
mecánico . Edad , 70 años . De Villapinzón . Tomado de : Folclor y
Tradiciones de Villapinzón . Gloria Rubiano de Quintero Luz Ma-
rina Rubiano Rey . ITUe. Bogotá, 1990)

"Cuentan que hace mucho tiempo los indígenas poseían gran-


des riquezas de oro, tesoros que fueron cuidadosamente guardados
en la montaña de Peña Sanabria y por ésto al trepar se escucha
mucho ruido, como agua entre las rocas . Los que la han recorrido
los Viernes Santos a las doce de la noche han visto salir una luz que
los conduce por entre el monte. y cuando se acercan desaparece ."
(Entrevista realizada a Hercilia Farfán Ocupación, hogar. 52 años
de edad . Villapinzón . Tomado de : Folclor y tradiciones de
Villapinzón. Gloria Rubiano de Quintero. Luz Marina Rubiano Rey .
ITUC. Bogotá, 1990) .

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PEÑA SANABRIA

"Según las historias se dice que han visto una gallina con sus
polluelos de oro y que los van a coger y desaparece . Otros, que han
sentido a la media noche llorar a un niño recién nacido . También se
dice que cada siete años el día Viernes Santo hacia la media noche
se abre la peña al través y en el fondo ven un templo en oro muy bien
tallado y adornadísimo con muchas imágenes, pero el que allí entre
y no alcance a salir antes de cerrar la peña, será perdido para
siempre ." (Narrado por Ascención Cárdenas).

LA LAGUNA DEL VALLE

"Cuentan que la Laguna del Valle, donde nace el río Bogotá,


es encantada . Rondaba por esas tierras , cerca a la Laguna, el
Mohán . Las gentes que se iban a bañar dejaban el jabón y éste se
desaparecía de un momento para otro . Así que un buen día una
señora puso el jabón e hizo la que se iba, pero se escondió para ver
quién lo cogía. Entonces vió un señor todo haraposo que llegó y
cogió el jabón y se fué ; ella corrió a pegarle . El le dijo que el
jaboncito lo necesitaba para lavar su ropa y para bañarse, ya que él
no podía salir hasta el pueblo a comprarlo . Así, le pidió que se lo
dejara llevar y que él daba a cambio unas dos piedritas que a ella le
iban a servir. Ella, cerró los ojos y cuando los abrió , el anciano se
había ido pero encontró una barra de oro ." (Narrado por Misael
Muñoz) .

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LA FUERZA DE LAS TRADICIONES
Por Luis Antonio Escobar

NUESTROS ANTEPASADOS INDIGENAS

La mayoría de los habitantes de Villapinzón aún conservan


muchos de los rasgos y costumbres de sus antecesores, los muiscas.
Ellos siguen pisando las mismas tierras que transitaron los antiguos
sacerdotes, caciques y gente común, en sus peregrinaciones a los
sitios religiosos o políticos como Tunja, Ramiriquí, Sogamoso,
Duitama o Bacatá. Es la misma tierra que dibuja los caminos que por
Hatoviejo, hoy Villapinzón, llevaron a Bolívar y Santander a encon-
trar la gloria de la libertad. Los muiscas se encaminaban a las lagunas
que para ellos significaban algo sagrado, que veneraban y de las
cuales habían surgido los cuerpos de sus dioses. Por eso el agua era
amada y visitada y se convertía en reswnen de tradiciones milenarias.
Recordenlos lo que nos dice Fray Pedro Simón en sus Noticias
Historiales:
"En el distrito de la ciudad de TWlja, a cuatro leguas a la
parte del norte-este y una de un pueblo de indios que llamaban
19uaque, se hace una coronación de empinadas sierras, tierra muy fría
y tan cubierta de páramos y ordinarias neblinas, que casi en todo el
año no se descubren sus cwnbres sino es al mediodía por el mes de
enero. Entre estas sierras y cumbres se hace una muy honda (laguna),
de donde dicen los indios que a poco de como amaneció o apareció
la luz y creadas las demás cosas, salió una mujer que llaman
Bachué .... " Más adelante la preciosa historia de nuestros antepasa-
dos continúa, salida de la misma plwna:
"Estaban todavía las tierras en tinieblas, y para darles luz,
mandó el cacique de Sogamoso al Ramiriquí, que era su sobrino, se
subiese al cielo y alwnbrase al mundo hecho sol como lo hizo. Pero
viendo no era bastante para alwnbrar la noche, subióse el mismo
Sogamoso al cielo e lúzose luna, con que quedó la noche clara y los
indios obligados a adorar a entrambos, como lo hacían ... " Otra
relación, de Charles Saffray en su "Viaje a la Nueva Granada" relata:
"La luz, o el Dios creador, se llamaba Chiminigagua; el día
en que se disiparon las tinieblas, vióse salir de la laguna de Iguachué,
cerca de Tunja, lilla mujer admirable, Bachué, llamada también
Fuzachogua, es decir, Buena Mujer. Llevaba en sus brazos un niño de
tres años, cuando éste llegó a ser hombre, casó se con Bachué, la cual

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dió a luz cinco niños a la vez, con lo que se pobló la tierra rápidamente.
Cuando vio Bachué que ya había bastantes hombres, volvió con su
esposo a la laguna de Iguaqué, donde ambos desaparecieron bajo la
forma de serpientes".
Era natural que comenzaran las peregrinaciones a los sitios
sagrados, las lagtmas, donde se cumplían los rituales, y posterior-
mente en la Colonia, a los santuarios católicos, especialmente al de
la Virgen de Chiquinquirá. En Villapinzón continúan aquellas tradi-
ciones. Hasta hace poco tiempo, no era raro escuchar el canto de las
campesinas que en las alboradas de diciembre se dirigían a Chiquinquirá
"a pagar Wla promesa" .
Se desgajaban por los atajos y caminos veredales antes de que
saliera el sol; pasaban alegres con sus cantos por el pueblo que
silencioso los escuchaba. Especialmente los campesinos de la vereda
de Soatama (Soratama?), guardan esas auténticas costwnbres de
andanzas por varios días, arropados por sus mismos cantos, danzan- La Virgen de Chiquinquira fue modelo
do y echando coplas al aire, llevando atuendos floridos, entrometién- para los pintores. Crearon bellísimos
dose en el paisaje, repartiendo comidas guardadas en canastos, pero óleos, algunos con auténticas y preciosas
joyas que colocaban como adorno en la
siempre sintiendo muy adentro el suave temblor de lo religioso corona de la Reina. ( Museo de Arte
milenario. Religioso. Popayán)

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El hombre de Villapinzón sigue pisando esos mismos terrones
y caminos de tradición indígena. Aquel sentido de "fiestas religio-
sas" provenía esencialmente de lo indígena. Recordemos lo que pinta
el poeta e historiador del siglo XVI, Don Juan de Castellanos en sus
Elegías de Varones Ilustres de Indias, Canto Tercero:

" ... mas entonces en ellas celebraba


las fiestas que tenían de costumbre,
con muchos entremeses, juegos, danzas,
al són de sus alegres caramillos
y rústicas cicutas y zampoñas,
cada cual ostentando sus riquezas
con ornamentos de plumajería
y pieles de diversos animales;
muchos con diademas de oro fmo
y aquellas medias lunas que acostumbran."

Aquellos ritos y costmnbres de visitar a sus dioses y a sus santos,


creó ml sutil pero muy fuerte vínculo religioso entre indígenas y
conquistadores que, sin duda alguna, hizo más fácil la transición de
una a otra cultura. Por otra parte, hay que recordar que Bochica
rompió la roca que represaba las aguas de la sabana de Bogotá con lo
que propició la agricultura y aumentó el amor por la naturaleza. Ese
fuerte sentido del hombre de Villapinzón, del campesino atado a la
tierra, es otra profunda y hennosa tradición.

RELACION SOBRE LAS TURMAS DE DON JUAN DE


CASTELLANOS

... " aunque las casas todas proveídas


de su maíz, frijoles y de tlmnas,
redondillas raíces que se siembran
y producen un tallo con sus ramas,
y hojas y unas flores, aunque raras,
de purpúreo color amortiguado;
y a las raíces desta dicha hierba,
que será de tres palmos de altura,
están asidas ellas so la tierra,
del tamai'ío de un huevo más y menos,
lmas redondas y otras perlongadas:
son blancas y moradas y amarillas,
harinosas raíces de buen gusto,
regalo de los indios bien acepto,
··flores. aunque raras. de purpúreo color amoniguado··. y aún de los españoles golosina."

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Los campesinos de Villapinzón siguen sembrando y producien-
do las mismas "tunnas" a las que se refiere el poeta historiador Juan
de Castellanos que sin duda las vio crecer en nuestras tierras en sus
viajes a su querida Tunja. Se sigue usando el mismo vocablo "ttmnas"
que posiblemente desde tiempos pretéritos ya incluía las otras
acepciones, desdeñosas y jocosas y aún muy populares. Debió ser
muy grande la primera impresión que le causaron las ttmnas al poeta,
tubérculo alimento predilecto de los indígenas muiscas, hoy
industrializado en Villapinzón,que sirve a todas las naciones.
Así que las papas o tunnas eran como huevos, " so la tierra" , es
decir, bajo tierra. Ni aún así, el mismo Don Juan de Castellanos
alcanzó a pensar que aquella " de los españoles golosina", las papas
o las tunnas, regalo de las culturas indígenas, fuera a convertirse en
WIO de los alimentos wliversales, salvación en las hambnmas de
Europa, al igual que los fríjoles y el maíz.
Según Charles Saffray en su citado libro " Viaje a Nueva
Granada" (Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, tercera
edición, pág. 298), "De·Bogotá procede la patata que fue enviada por
primera vez a Europa por el inglés Juan Hawkins" .
Pero el poeta Castellanos se engolosinó tanto con las nmnas que
no dejó de referirse a las de diferentes calidades y colores, incluyendo
las "arenosas", "amarillas", es decir, nuestra exquisita papa criolla.
Releyendo estas historias de nuestros antepasados indígenas y
españoles, resulta muy fácil comprender el apego profundo a la tierra
del hombre de Villapinzón. De niño, precisamente jugando a sembrar
papas en el campo, me di cuenta que no era sólo la serena y profunda
alegría de crear alimento, ni el ganar con el producto; intuía que era
algo más lo que percibe todo campesino: la sensación de integración
con la naturaleza, de fonnar parte del paisaje dibujado por árboles,
nubes, animales, comtmión que se recibe al palpar la calma de los
vientos y al escuchar el silencio prohmdo de la soledad. Por eso se ha
creado tan bella poesía en los campos de Colombia, la de aquellos que
cantaban acompañados de la vihuela o del requinto o de los que hoy
lanzan sus requiebros amorosos como quejas que quedan enredadas
en los montes:

"No me digás que otro día,


qu' esta vida es tUl segtUldo,
y endespués que yo me muera,
¿qué saco con .que haiga Intmdo?"

Indudablemente, las comarcas que por tradición han venido


sembrando la papa o el maíz, estuvieron y siguen ligadas a la cultura
indígena, su poesía y su música. La cultura es la que debe hmdamen-
tar la llamada descentralización, que más bien se debería llamar
revitalización del espíritu tradicional campesino.

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LAS ARTESANIAS

El amor continúa, también vellido de lo indígena, por las


artesanías y la elaboración de tejidos cuyos productos alcanzan muy
merecida fama. Es impresionante mirar los dibujos del célebre
indígena, cronista y sociólogo peruano Waman Poma de Ayala,
quien pinta las costumbres y oficios de las doncellas y ancianas
dedicadas a los telares en los que hacían toda suerte de obras,
desde toscos costales hasta las más refinadas y bellas mantas
y tapices que siguen causando verdadera admiración. Dice el
cronista:
" La primera calle de las Yndias mugeres casadas y biudas que
llaman AUCA CAMAYOCPA UARMIN, señoras de los militares,
las cuales son del oficio de texer rropa delicada para CUMBE (tejido
fino ), .. . Fueron de edad de treynta y tres años, se casavan; hasta
entonses andavan vírgenes y donsellas".
Desde aquellas épocas remotas viene la costumbre de los
tejidos. En Villapinzón existen aim 36 telares en el campo y en el
pueblo. Y no olvidemos lo que ahora se sigue relacionando con esta
hennosa artesanía; pastoreo de ovejas, esquilar, escannenar, limpiar
y pulir con los mismos cardos de antaílo, hilar y luego usar el negro
al1il y las plantas naturales como el eucaliptus, el arrayán o la uvilla
para lograr los hennosos y vívidos colores y aSÍ, finalmente, tejer
ruanas, cobijas, monteras o sweteres.
l'
,,11 I

Luis Alberto Riaño. uno de los tejedores


que eon su familia guarda es\{) tradición
milenaria.
En Villapinzón se ha afianzado la tradición de los telares con un
verdadero maestro, Luis Riaílo, quien, al mismo tiempo que recibió
enseñanzas de Luis Onofre Espitia, en Madrid Cundinamarca, ha
sabido transmitirlas. Así, las familias González, Parra, Contreras,
Fonseca, Rincón, lo han acompañado en tan noble labor aI1esanal ,
continuando de esta manera el trabajo de los pnmeros tejedores de
comienzos de este siglo, los Pinzón, Otálora y Quevedo.

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LA CULTURA DEL FIQUE

Pero no es sólo el tejido de la lana. Olvidamos la tradición y


utilización del fique y del cuán. Prácticamente, antes de que aparecie-
ran los derivados del plástico, el fique y el cuán eran indispensables
para suplir todas las necesidades. Recordemos la cabuya de amarrar,
el lazo para los animales, el cuán para unir las maderas, los alpargates
de fique, las brochas, costales, mochilas, sombreros, enjalmas,
cinchas, colchones y, desde luego, toda clase de figuras y de mwlecas
para los niños campesinos. La cultura del fique precedió en impor-
tancia a la actual cultura del plástico.
Tampoco podemos olvidar otras tradiciones, por ejemplo, los
utensilios de madera: las cucharas y el cucharón de palo, el molinillo
para batir el chocolate, el macerador de ajos, el bolillo para la masa,
las paletas para sacar el pan del horno, y hasta la simple tabla para
cortar la cebolla. La cestería, que incluye las famosas petacas para
los viajes, los balayes para el pan, el cedazo y canastos de todos los
tamaños y para todos los usos. Debemos darnos cuenta de que todos
estos materiales utilizados por tradición indígena, son biodegradables,
provenientes de la propia naturaleza: matas de fique, mimbre, cañas,
raíces, pajillas, cuán y maderas.

LA MUSICA COMO TRADICION

Según las crónicas de Don Juan de Castellanos, Turmequé


era llamado pueblo de las Trompetas porque allí las fundieron
con sus propias pailas. Naturalmente se refiere a otros pobla-
dos importantes como Chía, Suba, Tuna, Cucunubá, Suesca,
Nemocón y " Cipaquirá", entre otros más o menos cercanos a
nuestro pueblo cuyos moradores de ese tiempo debieron
escuchar y tocar los caracoles que venían de la Costa. " Halla-
ron también grandes caracoles marinos, de oro fino guarneci-
dos, y estas eran las trompas o cornetas que se tocaban en los
regocijos y en los sangrientos trances de la guerra; los cuales,
según hemos colegido, venían por rescate de la costa de gente
en gente por diversas vías, los cuales como cosa peregrina
entre estos indios eran estimados " .
En Villapinzón sigue vigente la tradición material y espi-
ritual. La tradición, afortunadamente no se ha perdido, sigue
vigorosa bien sea en la vivienda, en el vestido, en la comida, en
sus expresiones poéticas, coplas, en su modo de saludar yen su
porte; denota una cultura ancestral, refinada, que proviene
principalmente de sus antepasados indígenas.
Apenas se comienzan a estudiar la inme'nsa cantidad
de escritos de los cronistas de la Conquista ya valorar el
inmenso potencIal de los campeS1l1Os.

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En los pueblos se Iguen utdl/.ando
producloS naturales. biodegradable~ .
manufacturados con chusque. mimbre.
fique. madera. lana) otros.

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OTROS DATOS HISTORICOS
TESTIMONIO DEL SABIO CALDAS

Desde la ciudad de TlUlja el 18 de marzo de 181 2 el sabio


Francisco José de Caldas dirigió ulla carta a don Benedicto Domínguez
importante testimonio que se rdiere a Hatoviejo, hoy Villapinzón.
"Así que se sale de lo que hoy es CWldinamarca (en ese tiempo
perteneciente a Boyacá) se avista la parroquia de Santa Bárbara de
Hatoviejo, que se deja a la derecha del camino. Tiene algunas casas
cubiertas de paja, muy bien agmpadas, y una iglesia decente. Su
situación y el campo que la rodea es agradable. El río de Chocontá,
que es una de las fuentes del río FWlza, corre por sus inmediaciones,
le suministra aguas puras y con los giros caprichosos y variados que
hace, da vida y movimiento a estos lugares. El barómetro se sostuvo
en 247.2, es decir, Wla línea más abajo que el salón de nuestro
Observatorio. Admire usted el pequeño descenso del terreno y de las
aguas en el espacio de veinticinco leguas que median entre este plUltO
y el del Tequendama, en que se precipita el Bogotá. Yo no dudo, mi
amigo, que nuestra expaciosa explanada no haya sido algún día el
fondo de un lago, y que Suba, Tibitó Grande y Tibitó Chico y todos
los montecillo s que existen en su medio no hayan sido otros tantos
islotes habitados por los hombres o por las aves acuáticas que debió
alimentar este gran lago .... .. Es fértil su terreno y muy semejante al
de Chocontá. Según el último censo, verificado por el Gobiemo de
Tw~a en 1811 , tiene 2.259 almas".

LA COLONIA Y LA REPUBLICA

Los estudios más importantes sobre Villapinzón en la época de


la Colonia y la República se deben a dos eminentes historiadores que
han recopilado los principales hechos: Roberto Velandia, distinguido
miembro de la Academia Colombiana de Historia, autor de la
Monografia Histórica escrita especialmente para este libro, y Ramón
C. Correa, noble escritor de los ya célebres, "AplUltes sobre Hatoviejo
hoy Villapinzón". También miembro de número de la Academia
Colombiana de Historia, de otras academias colombianas y Secreta-
rio Perpetuo de la Academia Boyacense de Historia durante más de
sesenta años, de los más de noventa de su ejemplar vida. Con cariño,
como se hacen las cosas que valen la pena, y además, con disciplina
y entusiasmo, logró compilar los documentos más importantes para
escribir las monografias de más de cincuenta pueblos de Boyacá y la
historia de Villapinzón . Aflora cierta temura cuando expresamente se
dirige a los niños, por ejemplo, al comienzo de sus Apuntes:

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
" Si a los niños de las escuelas primarias se les enseña la historia
no sólo del Departamento al que pertenezcan sino la de la República
en general, con mayor razón se les debe poner al corriente de los
principales acontecimientos de las poblaciones donde vinieron al
mW1do, y de las limítrofes, porque es muy triste que las generaciones '
que se levantan no tengan ni la menor noticia de los hechos que se " /
llevaron a cabo en tiempos memorables tanto en el mWlÍcipio de sus .J
mayores como en los circunvecinos." y más adelante, como para
corroborar lo que ha dicho, dice:
" Quiero que los niños de Villa Pinzón aprendan que en parte del
territorio donde se ftmdó siglos después a Hatoviejo, y no muy lejos
de la población de Chocontá, población que data desde tiempos
prehistóricos, que en lenguaje chibcha significa sementera de
páramo ...hubo tUl combate indígena entre Michua soberano de
Hunza, hoy Ttmja y Saguamnachica, Zipa de Bacatá, hoy Bogotá".
En torno a la personalidad y obra de Ramón C. Correa hay que
expresar el deseo de que sus " Apuntes sobre Hatoviejo hoy Villa
Pinzón" pronto sean reeditados para ser leídos por los niños a quienes
tan cariñosamente se dirige.
Los dos historiadores mencionados ganaron ya la gratitud y el
reconocimiento de los villapinzonenses. Otro narrador de los acon-
tecimientos de Villapinzón es Pablo E. Sánchez, nacido en el pueblo,
recopilador de infonnaciones y tradiciones, citado por los estudiosos
de la historia. Su obra también debe ser publicada. En otra parte de
este libro aparecen algunas de las infonnaciones compiladas sobre el
tema religioso del ilustre y joven sacerdote e historiador
villapinzonense, Jorge Orlando Contreras.
Pero estas notas sobre los historiadores de Villapinzón quedarian
truncas si no se destacara el beneficio de los primeros periódicos
como " El Faro" que se editó en 1936 bajo la dirección de Pedro
Antonio Sánchez A. y, recientemente, " El Paladín ". Su fundador,
ingeniero de profesión, constmctor de varios acueductos veredales,
Orlando Lizarazo, reúne también las condiciones del periodista,
analista y crítico en bien de su pueblo. La publicación de " El
Paladín" ayudó a la organización de los festejos del bicentenario de
la fundación de Villapinzón -1776 1976-, fecha que se celebró
muy dignamente .
Además , surgió en torno al periódico una nueva sensibili-
dad creada por un grupo de destacados profesionales que
ayudaron con sus colaboraciones periodísticas , críticas y
observaciones al engrandecimiento y progreso de nuestro
pueblo . Todos eminentes villapinzonenses entre los que se
destacan Fabio Farfán , Esteban López, Campo Elías Lizarazo,
Santiago Barrero, José del Carmen Escobar, Rémigio Melo
Otálora, Mi sael Lizarazo Arévalo, Fabio Sánchez, Joaquín
Cuevas Fernández, Mariano Barrero, Lilia Helena Cortés Gómez
y otros ciudadanos no menos importantes.

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Este y otros grupos de nuevos profesionales , todos unidos
por el cariño a su tierra natal, son los que han venido impulsan-
do el desarrollo del Villapinzón moderno , el de ahora, el que
aglutina a sus ciudadanos en torno al progreso de esta nueva
ciudadela educativa de Colombia.
Dentro de ese panorama actual sería injusto no referirse, al
menos, a los tres últimos alcaldes, vástagos de antiguas y nobles
familias del pueblo, quienes se han distinguido por su honradez y
entusiasmo al cumplir diversas tareas en bien del municipio. Ellos son:
Raúl Arévalo, Fabio Sánchez, y el actual Alcalde Especial, Zalatiel
Barrero Farfán.
Al tenninar estos comentarios históricos se presentan en mi
memoria muchos seres queridos, merecedores de afecto y elogio. Qué
decir de ese hombre excepcional, maestro de maestros, Pedro Julio
Ospina, que enseñó a muchas generaciones a leer y con su buen
ejemplo a comportarse dignamente? Cómo olvidar la dedicación y
generosidad de quien todos llamaban " el doctor Granados" , hombre
que llegaba listo con la medicina y el afecto hasta los más humildes
campesinos? o, a José María González, rector del Colegio Próspero
Pinzón, o a la Reverenda Madre Verena Roldán de la comunidad
franciscana, constructora material y espiritual de la Nonnal que tanto
beneficio ha traído al municipio?
Imposible seguir nombrando a tantos que llegaron de otras
tierras, que merecieron y recibieron el cariño de los villapinzonenses.
Pero hay algo principal que aún falta . Me refiero a la mujer de
Villapinzón. Han sido mujeres compafieras, trabajadoras, verdaderas
matronas llenas de hidalguía, madres carifiosas que han sabido
enseñar a sus hijos y llevarlos, como aún se dice, por el buen camino.
Mujeres que con el azadón han acompañado a sus maridos, sembran-
do y cosechando, en la lluvia y bajo el sol; hilando y tejiendo;
cocinando, ordeñando, barriendo y, en fin , haciendo todos los
trabajos para lograr la más bella felicidad , la de amar a sus maridos
o compañeros con todo apego, dignidad y lealtad.
Ahora las jóvenes mujeres trabajan como jueces, abogadas,
personeras, secretarias, profesoras, profesionales ejemplares que
recibieron y siguen dando el ejemplo del trabajo, la dignidad y la
constancia. Son ellas las que,junto al hombre, están haciendo
historia buena, bella y ejemplar para Colombia.

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El asiento. la ruana, el uso ... lo
esencial y nada más.

La mujer campesina cose galones de


colores para sus hijas oagrega remiendos
a los sacos y calzones de sus hijos y su
esposo. El gatito de la casa la acompafia
en sus quehaceres.

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FIESTAS PATRONALES
Por Amparo Angel

Varios meses antes del 4 de diciembre, todos los años, desde


hace mucho tiempo, comienzan los preparativos para la celebración
de la fiesta en honor de la patrona de Villapinzón, Santa Bárbara.
Se reúne el Concejo Mwlicipal para discutir los pormenores de
la fiesta popular que se llevará a cabo inmediatamente después de la
celebración religiosa, ya que el Mwlicipio costeará el evento. La parte
religiosa estará a cargo de la Iglesia, representada por el Párroco, la
Junta y los Alféreces quienes, a su vez, correrán con los gastos de la
fiesta de la Patrona.
Tal vez pocos Villapinzonenses saben quién fue en realidad
Santa Bárbara y conviene recordarlo:

En tiempos de los Romanos, existía una provincia dominada por


el Imperio, llamada Bitinia, situada a orillas del Mar Negro . Su capital
era Nicomedia. En esos tiempos, el Cristianismo era perseguido hasta
el punto de quitar la vida a miles de personas que profesaban la
religión fundada por Jesucristo. Una joven de 16 años, de nombre
Bárbara, hija de un funcionario del Imperio, profesaba la nueva
religión. Su padre, Dióscoro, se atrevió a demmciarla ante los
tribunales, martirizarla haciéndole cortar un seno y además, a ejecutar
la sentencia de decapitación por su propia mano. Esto ocurrió hacia
el año 235 d.C. Cuenta la leyenda que, poco después de la muerte
de Bárbara, su padre fue fulminado por un rayo. Su fiesta se celebra
el 4 de diciembre, desde hace muchos siglos. No obstante, por
problema~ históricos, dejó de figurar en el Calendario Oficial de los
Santos, desde el aí'ío 1969.

La tienda de doí'ía Aura María de Cárdenas, situada en la carrera


5 No. 5-17, un domingo por la tarde, nos sirve de sitio de rewlión con
esta auténtica matrona que recuerda cómo, desde niña, ha presencia-
do la celebración de la fiesta de Santa Bárbara y también nos relata
los detalles de otras fiestas, como la de la Virgen del Cannen de quien
es especialmente devota. Doña Aura María, mujer fma y sencilla,
atiende con dedicación a sus innumerables clientes mientras nos narra
todo lo que recuerda de estas fiestas tan especiales para su pueblo,
Villapinzón.

FIESTA DE SANTA BARBARA

Los Alféreces son los devotos de Santa Bárbara y, por


consiguiente, los que costean la fiesta; no obstante, hay una jtmta que
es la encargada de organizar el evento. Se deben annar los pabellones
con flores y cintas, definir el orden de la procesión, hacer el programa,

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comprar los voladores, etc. , en fin, organizar todo para que la fiesta
sea espléndida, en todo caso, "más lucida que la del afio anterior",.
EI3 de diciembre, a las doce del día, comienzan las "Vísperas",
costwnbre muy antigua en los rihlales de las fiestas religiosas del
cristianismo. Se escuchan las marchas, danzas y bambucos tocados
por la Banda Mlmicipal que desde su iniciación le dan ese toque de
alegría y regocijo a la celebración. Se quema mucha pólvora según
la antigua tradición espaI10la y enseguida, esa misma tarde, comienza
la Confesión de los Alféreces, que son nwnerosos, 150 a 180, que se
prolonga hasta bien entrada la noche. A las 6 de la tarde, mientras se
lleva a cabo la confesión, se celebra la Santa Misa por los Alféreces
muertos.
El día 4, a las 10 de la mañana,hay lUla Misa Solemne, toca la
Banda nuevamente y se hace gran despliegue de voladores para que
se escuchen desde muy lejos. El paso o anda donde es llevada Santa
Bárbara, va adomado con arco de luces y lUl arbolito de Gaque ellla
parte de atrás. Adelante va la Santa Cruz con cirios llevados por
acólitos y detrás, el paso de la Patrona, precedido por el Párroco y
rodeado de los pabellones que portan los Alféreces.
Esa misma tarde se hace la fiesta popular con toreo . Antigua-
mente el sitio de la corrida se cercaba con barreras de varas y se
toreaban temeros. Hoy, el evento se hace con toreros profesionales,
reses de casta y en la plaza de toros municipal. Las fiestas se
prolongan hasta el8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.
Santa Bárbara. Patrona de VillapifILón.
Hermóso cuadro del célebre pintor
santafereño, Gregario Vásquez.

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FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN
El 16 de julio se celebra tradicionalmente en Villapinzón, la
fiesta de la Virgen del Cannen. Comienza la víspera, el día 15 a las
doce del día, con música, pólvora y globos. Esa noche hay fuegos
pirotécnicos y mucho derroche de pólvora mientras dentro de la
iglesia se lleva a cabo la Misa por los Alféreces muertos y la confesión
de los nuevos.
E116, a las 10 a.m., hay Misa Solemne y frente a la Alcaldía, la
bendición de los automotores que han comenzado a llegar desde muy
temprano: automóviles, camperos, camiones, buses, tractores,
tractomulas y hasta los carritos de juguete de los niños, pasan para ser
bendecidos y recibir el agua bendita y una imagen de la Virgen.
A las 12 se oficia una misa en la Estación del Ferrocarril y a las
2 p.m. comienza la procesión. La imagen de la Virgen va en andas,
sin arco y adamada con muchas flores; recorre el pueblo y visita las
cuatro estaciones o Ennitas que los devotos le han preparado en
distintos lugares: Molino San Antonio, Barrio Bella Vista, Barrio
Próspero Pinzón y nuevamente la Estación. En estos sitios se escu-
chan las plegarias y las Salves entonadas por los fieles y un pequeño
sennón. Después del recorrido se llega nuevamente al atrio donde los
padres han llevado a cientos de niños que esperan ser bendecidos por
la Virgen del Cannen.
Sin duda algwla, la devoción por la Virgen del Cannen es una de
las más arraigadas en el pueblo, y no sólo en Villapinzón . Su imagen
se había convertido en el símbolo de la religión católica pues ningún
cristiano podía dejar de llevar en su pecho el escapulario de la Virgen
del Cannen. Este, según las creencias, lo salvaba de todos los males
y dentro de las leyendas populares, se llegó a decir que las balas no
penetraban en el cuerpo por estar defendido por el escapulario.
En la fiesta de la Virgen l1l10 de los actos principales y más
fervorosos lo constituía la Bendición de los Escapularios que los
había de todos los tamaños, desde los infantiles hasta los elaborados
con finos paños de color cannelito, y bordados a mano.

En cuanto a otras fiestas religiosas, hay que recordar los


Aguinaldos, que precedían al nacimiento del Niño Dios. Se percibía
en el pueblo una alegría ingenua, sostenida por las divertidas apuestas
de Aguinaldos. También, cada noche se celebraban las novenas en las
cuales se cantaban hennosos Villancicos. El24 de diciembre, a las 12,
se celebraba la Misa de Media Noche. Una estatuilla del Niño Dios
bajaba del coro en medio del sonido de campanillas hasta posarse en
la cuna de paja del pesebre. Sonaban los Villancicos que remedaban
el canto de las aves, las panderetas, castañuelas y sonajas.
Otras tiestas como la de San Isidro, San Antonio, el Corpus
Christi y la Semana Santa, revistIeron especial devoción y esplendor.

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UNA FOTOGRAFIA PARA RECORDAR

1952. Homenaje en el restaurante Temel a los doctores José


Domingo Farfán. Roberto Barragán y José Miguel Cruz. Entre
otros. aparecen los abogados Buenaventura Guzmán, Adonías
Torres, Luis Barragán. Hernando Cuevas. Alfonso Segura. Los
educadores. Carlos Alberto Guzmán, Didacio Segura. Pedro Julio
Ospina. Los odontólogos. Hugo Fernández y Mario Ospina.

De las figuras ya fallecidas,y que aparecen en esta fotografia,se


recuerda con gratitud al doctor José Domingo Farfán especialmente
por su empeño y logro de la convivencia pacífica y el progreso del
pueblo. Hombre destacado en la Administración Pública, persona
amable y bondadosa que supo atender con auténtica gentileza a sus
paisanos.
Alfonso Segura, luchador constante por el bien de
Villapinzón, realizador de muchas obras en el pueblo y las
veredas. Continuó con la honestidad y el tesón de sus antepa-
sados.
Sería imposible enumerar, por su cantidad y calidad, a los
profesionales y personajes actuales que le están dando honor,
no sólo a su pueblo sino a la nación.

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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LA MIL UNO
Agustín Cuevas Fernández

Para la fecha del episodio que ahora cuento, el año de 1.928,


frisaba yo entonces en los 5 años. Desde hacía meses había observado
durante mis paseos de la mano de mi padre, al igual que todas las
demás personas, la ejecución de muchas actividades salidas del
normal desarrollo de la vida pueblerina de mi terruño, agrícola y
ganadero por tradición. Unos señores altos de cuerpo, monos, de ojos
claros, de hablar ininteligible; vestidos con raros atuendos como
polainas, chaquetas especiales, sombreros " corchos", conducían
toda una peonada para abrir trocha por entre el monte de maleza y
también de árboles añejos; trazar caminos; triturar a golpe de almádena
la piedra; apisonar la vía y nivelarla, para instalar luego una intermi-
nable serie de trozas de árboles que habían crecido en nuestros
bosques y a los que llamaban " durmientes". Qué " apelativo" si
encima de ellos iban los rieles paralelos.
Después de indagar varias veces sobre lo que pasaba, un señor
me informó que unos técnicos belgas (no entendí), estaban constru-
yendo la línea férrea (entendí menos), para que por allí pasara el
ferrocarril (entendí muchísimo menos) " o el tren como tú quieras
llamarlo". Pero estas obras de los extranjeros no terminaban en el
centro del pueblo, pues luego de traspasar el casco urbano continua-
ron extendiéndose a lo lejos. Una vez organizaron un paseo mis
hermanos y unos amigos, a un sitio de la tal carrilera, que me pareció
extremadamente lejos, y que llamaban (y aún hoy se llama) la " Y",
porque los rieles (y esto lo aprendi por lo menos ocho años depués), se
construyeron en forma parecida a la letra " Y" a fin de que la máquina y
algunos pocos vagones, después de dar un corto rodeo, pudiesen regresar de
frente. Es decir, en sentido contrario, pero no en reversa.
Pues bien:un diael Alcalde Mw1.icipal,por medio del " bando" informó
la fecha en la que llegarla por primera vez el tren a n1.i pueblo. Por los
comentarios que hacía rni padre con sus amigos, aquello seria algo nunca
visto. Figúrense lo que significaba para un conglomerado de labradores que
nunca, o casi nunca, salía de sus parcelas. Pocos tenían idea de estos
fantásticos vehículos. Algunas personas, entre ellas rni padre, hacían un viaje
de por lo menos seis horas a caballo, en muy buena bestia, para "coger
el tren del Norte" en la estación de Nemocón. Pero estajornadaera de una
o dos veces al año y por motivo muy especial.
Debió parecerles imposible cambiar el mugido ansioso de la
vaca que pide a voces el ordeño o que busca el corral para descansar
a la hora en que el día recoge sus pendones, por el alarido de la
máquina de vapor. Tornar el multiforme ronroneo del viento entre las
frondas , que es himno y ofrenda, en el chirrido de vagones, resortes
y enganches. Cambiar el tranquilo, el pausado carro de yunta, movido
por la pereza de dos bueyes, por los rugientes y desafiantes impulsos
de la inmensa máquina locomotora. Pero lo hicieron. Vistieron de gala

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la casa que se destinaría para la estación. Llegó el Párroco con capa
pluvial yagua bendita, acompañado de su séquito de acólitos. El
Alcalde y el Personero con sus vestidos domingueros y una tropa de
gentes de todas las edades y condiciones. Flotaba sobre las cabezas
el nerviosismo, según me cuentan, y la curiosidad empujaba a los
presentes con sus brazos de ágil maromero.
Mi padre resolvió que, como debíamos estar a prudente distan-
cia (por lo que pudiera suceder) lo óptimo sería ubicamos en El Rudal,
un potrero de nuestra propiedad, situado a pocas cuadras de la
Estación, bordeado precísamente por la tal línea férrea. Allí fuimos
con mi padre, mis hermanos mayores y muchos curiosos.
Cerca de la hora anunciada se percibió un resoplido feroz y el
ensordecedor impacto de cinco pitazos prolongados y penetrantes
que rasgaron la mantilla que cubría la faz ingenua del mi pueblo; y en
el mismo instante, los peritos en la materia comenzaron a lanzar
verticalmente los cohetes que colmaron el espacio con su bullicioso
y alegre reventar. Pero, también en ese mismo instante, comenzó mi
corazoncito a saltar con desbocado asombro, ya casi presa del pánico.
A cada instante los rugidos se hacían más cercanos y más
abrumador el silbido insistente de su pito que golpeaba, con fuerza
convertida en eco retumbante, la testa veneranda de los cerros; se
desmayaba en el regazo florecido de Altamira y a veces se zambullía en las
heladas aguas del Río Funza. Yo tiritaba. Comenzaba a gemir y cuando sentí
el traqueteo del suelo y divisé la enonne máquina negra que amenazaba con
su rugido, me reventé enllanto innenarrable, solté la mano de mi padre y me
lancé a correr como un cervatillo potrero adentro para guarecenne entre el
matorral de alisos, morales, escobas yjunquillos.Allí gritaba desaforadamente
como si una hecatombe oprimiera mis entrañas infuntiles.
Desde el escondite y por entre los visillos de las lágrimas, ví
cruzar la gigantesca máquina negra, con su penacho de humo gris-
oscuro, lanzando carbones encendidos por su infInito abdomen y
emitiendo golpes de vapor por todos los costados a través de sus
válvulas de escape.!'! Y ese pito que me aterrorizaba!!! Rompía en mil
pedazos los placenteros castillos del espacio pueblerino construídos
con finura en purísimos cristales de paz campestre y de fe sencilla pero
profunda. Mis ojos desorbitados siguieron abismados el paso audaz
del ' 'tender" colmado de carbón, seguido de W10, dos, tres y cuatro
vagones que hacían trepidar el suelo, enantes regazo generoso de los
surcos que aClillaban con deleite amoroso las cosechas. Permanecía
agazapado y atónito. !Inmensamente petrificado!
Pienso ahora que mi padre y mis hennanos, por la violenta
emOCIón que los embargaba, no se percataron que yo había perdido
el control de mis actos por algunos segundos.
Como por entre las neblinas de W1 ensueño me parece haber
escuchado en ese momento que mi hermano mayor gritaba, atafagado
de la felicidad : 1Sí, es la máquina mil LillO' Esa es.l !1 la 1.001 111

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
NACIMIENTO Y MUERTE DEL RIO
FUNZA O BOGOTA
Por Luis Antonio Escobar

LA LAGUNA DEL VALLE

La " Lagtma del Valle", escondida y misteriosa, subterrá-


nea, apenas deja entrever sus pliegtles blancos de agua en medio de
dorados frailejones. Elevados picos de la Cordillera Oriental la
vigilan y protegen: el " Alto de la Calavera" a 3.400 metros sobre el
nivel del mar, el " Alto de Santa Bárbara", " La Sopladera" y " Los
Bancos", estos úItimos,con más de 3.800 metros.

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De esas entrailas profundas, como si la naturaleza quisiera
resguardar sus aguas en medio de la preciosa vegetación del páramo,
brota el Río Funza o Bogotá, sumergido y silencioso, salvando su
pureza de los hombres que no lo aprecian o lo envenenan pennanen-
temente. El caudal sigue subtelTáneo hasta saltar de improviso y
arquear su primera cascada, el "Pozo de la Nutria".

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
El pequeño río, blanco y puro, sigue su camino encajonado
por piedras y chuscales. Allí, hasta hace pocos aílos, alegremente
retozaban las nutrias, los ciervos saciaban su sed y los osos de
anteojos,juguctones y confiados, comían los retoños de chusque que
a su vez mecían los nidos de las quinchas. Esas aguas, metros después,
vuelven a salt<:rr y a fonnar la doble cascada o "El Pozo del Oso".

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PARQUE NACIONAL DE VILLAPINZON

Los contomos de estos saltos o cascadas encierran la más


variada y hennosa vegetación paramuna y posiblemente sean aún el
hogar de algunas especies que en su mayoría han desaparecido
perseguidas y aniquiladas por el hombre.
No sólo por la serena belleza de este páramo sino, muy especial-
mente, porque ~n esta región nacen varios ríos, entre otros, el río
Punza o Bogotá, el Gobiemo Nacional debe convertirla en Parque
Nacional con el propósito de cuidar sus aguas. Es triste tener que
advertir que ya en los mismos nacimientos del agua se están destro-
zando los bosques nativos para sembrar papa y otros productos. Es
lm verdadero crimen matar un río desde su nacimiento. (

VILLAPINZON y SU RIO

Después de fonnar los dos saltos, el agua cristalina comienza a


susurrar su canto en medio de los pobladores de Villapinzón. Es el río
sagrado, aún límpido, que da vida a las plantas, los animales y los
hombres. Son contadas las poblaciones que se sustentan con las aguas
puras que brotan de los páramos. verdaderos senos de la naturaleza,
que nutren las sementeras de las que depende la vida de los hombres .
.La Quebrada de " La Quincha ' " nace como hennana del río en los
mismos páramos de la Cordillera Oriental y ya dejando el poblado, se
lme fratemalmente para seguir su actual trágico curso hasta desembo-
car en el majestuoso Río de La Magdalena En medio de este
constante prodigio del agua pura viven los habitantes de Villapinzón,
ahora más que nunca, conscientes de sus deberes y responsabilidades
con el río., Alegra saber y cOlmmicar que .el. Señor Alcalde del
Municipio, Doctor Zalatiel BalTero y los miembros del Concejo
Municipal están empeñados en convertir a Villapinzón en epicentro
ecológico de respeto y amor a la naturaleza. Además, con pleno vigor
está actuando una agrupación, espontánea y ejemplar, fonnada por la
juventud del municipio que se dedica a vigilar y a ayudar al desan"ollo
de las actividades ecológica ~

LA MUERTE DEL RIO FLI\ZA O BOGOTA

Sin embargo, el Río Funza o Bogotá al dejar el poblado de


Villapinzón, comienza a sufrir la contaminación. );:s 'cielio que la
industria del cuero de este municipio y de Chocontá ha contaminado
en cierta parte al ríQ,' pero no es menos cierto que los procesadores del
cuero siempre han estado listos a sanear su industria ya colaborar con
las autoridades. Y aquí llegamos a la esencia del problema de la
contaminación del río, que por la suciedad y elementos altamente
nocivos para la flora, la faLUla y el COI1SlunO, alTojados por varias poblaciones
e industrias, y especialmente por los desechos de los siete miUones de

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habitantes de Bogotá.,.se toma en problema nacional puesto que sus aguas
también destruyen la vida de otros rios, especiahnente del Río Magdalena.

LOS RESPONSABLES DEL CRIMEN ECOLOGICO

Hay que decir claramente que el Municipio de Villapinzón, por


más de veinte años a través de sus alcaldes, ha tratado de solucionar
el problema de la contaminación del río Bogotá. La CAR ha presen-
tado varios proyectos que no se han realizado a pesar de los muchos
estudios, propuestas, promesas, presupuestos. Tampoco se ha visto
la mano de la CAR en las más sencillas soluciones pues es sabido que
en la misma cuenca de la LAGUNA DEL VALLE, donde nace el río
Funza o Bogotá y otros ríos, se siguen talando bosques nativos, es
decir, se comete el crimen de acabar con el agua. Es indispensable el
desalojo de quienes se apoderan de estas tierras de los páramos en
donde nace el agua, e inaplazable el comienzo de una verdadera
reforestación con especies nativas.

EL NUEVO PROYECTO DE LA CAR

Por lo anterior y para que quede constancia del NUEVO


PROYECTO de la CAR, para que las autoridades y entidades
ecológicas de este municipio y de la Nadón, comprendan la magnitud
del problema y por lo mismo ayuden y a la vez vigilen su cumplimien-
to, se transcriben las partes relacionadas con Villapinzón, tomadas del
programa que muy gentilmente me fue eiltregado por orden del Señor
Doctor Luis M. Barrera, Jefe del proyecto.

~ORPORACION AUTO NOMA REGIONAL DE LAS CUEN-


CAS DE LOS RIOS BOGOTA, UBATE y SUAREZ - C.A.R.

PROGRAMA DE SANEAMIENTO AMBIENTAL DE LA CUENCA AL TA


DEL RlO BOGOT A UNIDAD COORDINADORA BID-CAR. LUIS M.
BARRERA, JEFE. JUNIO DE 1992. SANEAMIENTO AMBIENT AL DE LA
CUENCA ALTA DEL RIO BOGOTA

l. INTRODUCCION
El río Bogotá nace al nororiente de la región, en el Alto de la Calavera (municipio
de Villapinzón). a 3.400 m.s.n.m. y sus aguas fluyen hacia el suroeste para
de~mbocar al río Magdalena (municipio de Girardot) a 280 m.s.n.m. En su
recorrido de 375 kms, drena las aguas de 599.568 Has. de superficie a través de
las cuencas de los ríos San Francisco (embalse de Neusa), Teusacá, Frío, Chicú,
Juan Amarillo, Fucha, Tunjuelito, (embalse de Chisacá y embalse de La Regade-
ra), Balsillas. Soacha. Muña (embalse del Muña), Calandaima y Apulo, creando
una red hidrografica con diversidad de paisajes y condiciones topográficas y
climatológicas upicas de la zona tropical andina.
En la trayectoria del no Bogota pueden distingUirse tres fases . La Cuenca Alta
del río al norte de Bogotá, con una longitud de 165 kms. La Cuenca Media con

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unos 90 kms. que es la que recibe directamente las aguas residuales de Bogotá
y la parte sur, hasta la desembocadura del río Magdalena, con una longitud de 120
kms. La contaminación regular de las aguas negras y basuras de las zonas urbanas
de los municipios se presenta a 10 largo del río y sus afluentes. Antes de su entrada
a Bogotá, el río ha recibido las aguas residuales de 18 municipios con una
población urbana de mas de 250.000 habitantes, a 10 largo de 165 kms.
Junto a lo anterior existen problemas puntuales de contaminación industrial como
el causado por la concentración de curtiembres en Villapinzón, las industrias
químicas de Zipaquirá ymás de 200 empresas industriales que utilizan el río como
fuente de agua y como recipiente de aguas residuales. El rio, además, alimenta
las plantas hidroeléctricas localizadas en su cuenca baja y recibe el agua de los
embalses de Tominé, Sisga y Neusa localizados en la parte alta.
En la parte alta, el deterioro en la calidad del agua está causando problemas cada
vez más serios. Estos problemas son evidentes en el costo de tratamiento de las
aguas de Tibitó que se utilizan para abastecer a Bogotá y otros municipios de la
Sabana de Bogotá, en el patrón de cultivos bajo riego en el área y en los
indicadores de salud de la región. El crecimiento económico y la concentración
urbana de la región en los próximos años agravarán esta situación.

2. EJECUCION DEL PROYECTO


El Programa formulado por la CAR al Banco Interamericano de Desarro-
llo BID, comprende la solución al problema de la contaminación de tipo
orgánico y químico por medio de la construcción de varias plantas de
tratamiento de desechos de mataderos y plantas industriales en los
municipios que descargan este tipo de contaminantes en la cuenca alta del
río Bogotá.
Igualmente se contemplan inversiones en el control de la erosión, recu-
peración de suelos, revegetalización y riego . La parte alta del río Bogotá
fue identificada como prioritaria dentro de la jurisdicción de la CAR por
el Plan Maestro de Calidad de Aguas Superficiales elaborado por la CAR
con el apoyo del Gobierno de Holanda.
El Proyecto fue formulado con el fin de lograr su financiamiento con
recursos del Banco Interamericano de Desarrollo y de su contrapartida
local. En Diciembre de 1.990 el BID aprobó la operación y finalmente el
29 de Julio de 1.991 fueron firmados los Contratos de Préstamo Nos : 616/
OCCO y 852/SF-CO por US$ 30.0 y 20.0 millones respectivamente . El
Gobierno Nacional participará con US$ 25 .8 millones como contrapartida.

OBJETO
El Programa tiene por objeto mejorar las condiciones ambientales y
productivas de la cuenca alta del río Bogotá, mediante el mejoramiento
de la calidad de las aguas para permitir su utilización múltiple en
abastecimiento de agua potable, en actividades agrícolas y pecuarias y
para preservar la flora y la fauna .,.

El programa continúa con los siguientes títulos : a) Sanea-


miento, construcción de 23 plantas de tratamiento en 21 muni-
cipios de la cuenca del río . Construcción de 9 sistemas de
pretratamiento de desechos de mataderos, construcción de 25
rellenos sanitarios. Posteriormente el Programa se refiere a
Riego y Manejo de Ciénagas y Lagunas, a Recuperación de suelos y

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forestación que comprende el establecimiento de plantaciones pro-
ductoras y protectoras de 4.45 Ohectáreas, obras de control de erosión
y retención de sedimentos, luego se refiere a la capacitación de
funcionarios y usuarios y administración de las obras y
termina esta parte del Programa así:

"e.- PERlODO DE EJECUCION:


Para ejecutar y poner en operación las obras del Programa el período de
ejecución es de cinco años, de manera que todos los componentes estén
terminados en el año 1.996." En cuanto a las Plantas de Tratamiento dice:
"Dentro de los diseños de las plantas de tratamiento de aguas residuales, merece
mención especial el caso de Villapinzón y Chocontá. Si bien la población urbana
del municipio (3.469 habitantes - censo 1985) lo sitúa entre los de tamaño
intermedio dentro del área de jurisdicción de la CAR, se considera el principal
contaminante del río Bogotá, debido a las descargas de más de 185 curtiembres
localizadas en una extensión de unos 4 kilómetros entre los municipios mencio-
nados. Las descargas de estas tenerías, que actualmente vierten los desechos de
su producción directamente al Río Bogotá, sin ningún tipo de tratamiento,
constituyen el mayor y principal problema de contaminación del río de todos los
municipios ubicados en la cuenca alta. Los trabajos de curtiembre se realizan
utilizando varios productos químicos, entre los cuales se destacan la cal, azufre,
cromo y el tanino, si bien son numerosas las tenerías y muy diverso su grado de
desarrollo industrial, los procesos básicos de curtido son virtualmente los
mismos.
El diseño elaborado para la Planta de Tratamiento de aguas residuales de
Villapinzón considera la diversidad en el tipo de efluentes. Por ello se contempla
su recolección en tres líneas de tuberías diferentes. Una recolectaría las aguas
servidas domésticas y la última, los efluentes del proceso con cromo. El caudal
de diseño de la primera etapa de construcción de la planta, incluí da en el presente
programa es de 63 Its./s, de los cuales 24lts./s serían aguas servidas domésticas
y 39lts./s aguas residuales de las tenerias. Estas últimas según medición de campo
estarían compuestas de 24lts./s de residuos del proceso de ribera, 13,77lts./s de
cromo y 1,2 lts./s de tanino. El mismo diseño se ha previsto, para la futura
ampliación de la planta en una segunda etapa de 2llts./s para ampliar la capacidad
total a 84 Its./s.
Las aguas residuales así recolectadas serian conducidas hasta una planta de
tratamiento químico-biológico, donde, en primer lugar, serían mezcladas las
aguas de cromo y ribera en una proporción determinada, para obtener una
participación química; el efluente clarificado obtenido seria agregado a las aguas
de tanino, previamente clarificado y todos serían sometidos a un proceso de
homogeneización y decantación; luego a uno de filtración biológica y finalmente
a uno en lagunas de maduración en serie, antes de su descarga al río. Los lodos
producidos en el proceso serían secados mecánicamente y luego llevados a
relleno sanitario especiaL cuyo diseño está previsto para ser construído en un
lugar apropiado cercano a la planta."
"PROTECCION DE SUELOS Y FOREST ACION
Los objetivos de este programa son intensificar la estabilidad de la Cuenca

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Alta del Río Bogotá mediante la reducción de los promedios de erosión, aumento
de zonas de bosques productivos y protectores, la prevención de inundaciones
y crecientes rápidas en la sub cuenca y el traspaso de tecnología a los agricultores
campesinos. El proyecto incluye un componente de extensión agrícola para
orientar y educar a los habitantes locales a lá conservación, protección y
administración de los recursos naturales" .
Este nuevo programa de la Car debe ser cumplido. Los
villapinzonenses y todos los colombianos, esperamos que así sea.

RESPONSABILIDADES DE LOS VILLAPINZONENSES.

Las anteriores notas apenas son parte del ambicioso proyecto Las tierras sin árboles IÍativos son futuros
que contempla la solución definitiva a la terrible contaminación del río desiertos. La erosión. como el cáncer.
sólo se ve cuando ya es demasiado
Funza o Bogotá con sus insospechables secuelas. tarde. Miles de hectáreas en Villapinzón
De manera especial hay que felicitar a quienes, minuciosa y ya no tienen agua y están amenazadas
claramente, han logrado presentar, hacer aprobar y [manciar el con volverse estériles
El campesino debe volver a su tradición
proyecto, sin duda alguna, uno de los más urgentes y grandes que se de amar la tierra, respetarla. sembrar y
estén realizando en Latinoamérica. Por otra parte, es necesario que los cuidar los árboles; no contaminar el
habitantes de Villapinzón comprendan cabalmente los inmensos agua, ser hermano de todos los animales.
Sólo así la naturaleza le seguirá
beneficios que se derivan de la realización de este proyecto. entrgando todos sus maravillosos
Algo más. La erosión es el cáncer de la tierra y miles de bienes.
hectáreas de Villapinzón ya están erosionadas. Es indispensable
arborizar, seguir las indicaciones de los tecnicos y, sobre todo,
estar alerta para que finalmente se solucionen los problemas
que atañen a todos los campesinos y habitantes, no sólo de
nuestro querido pueblo.

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ANIMALES EN VILLAPINZON
EL OSO DE ANTEOJOS

De niño amaba la cocina de mi casa, sencilla, de tres piedras


grandes que sostenían las ollas. Una mañana estaba atisbando las
llamas del fogón que trataban de quemar un envuelj,o de mazorca
metido entre las brasas, "mediasnueves" o refrigerio que me entre-
gaban estrictamente todos los días a eso de las diez de la mañana.
De repente, en medio del chisporroteo de la leña que ardía
alegremente, alcancé a escuchar unos ruidos raros, como de tumulto,
que provenían del frente de mi casa. Como un niño loco corrí a ver lo
que pasaba. De unjalón abrí el portón que daba a la calle para estrellar
mi mirada contra un espectáculo increíble: dos hombres llevaban
colgado y atado a una vara larga un " terrible oso grande" , de pelo
pardusco, rodeado de decenas de chiquillos y hombres que anuncia-
ban la victoria que el humilde leñador había ganado contra tan
horrorosa fiera. Aterrado yo le miraba las patas amarradas y las uñas
que me parecieron largas y feroces y me alcancé a asustar cuando noté
sus descomunales fauces . Ni siquiera pensé eh seguir la procesión de
los niños y los hombres que moviendo palos y con paso jubiloso,
anunciaban a todo el pueblo que se había salvado de tan terrible fiera.
Años más tarde los directores de cine Megan y Gregory Epler
Wood, me encomendaban hacer la música para lUla película encarga-
da por Wla hUldación norteamericana protectora de animales. Se
trataba de mostrar el Parque Nacional "La Planada", situado en el
departamento de Nariño y en donde cuidan amorosamente la vida de
Wl animal de la región andina, en vía de extinción, el OSO DE
ANTEOJOS.
Fue entonces cuando aprendí a conocer el nombre y las carac-
terísticas de aquel " horrible y miedoso animal " que pasearon
victoriosos mis compañeros de infancia. Me invadió cierta nostalgia
pues pensé que aquel Oso de Anteojos había podido ser el último que
habitara los páramos de Villapinzón. Me daba cuenta de que los niños
no habíamos aprendido en nuestra escuela que el Oso de Anteojos es
Wl animal herbívoro, es decir, que se alimenta de hierbas, que no ataca
a los hombres, que es juguetón y tierno, que le gusta subirse a los
árboles y que es lUl bello animal de nuestros páramos andinos al que
debemos cuidar y proteger, ya que es posible que en el futuro estas
asociaciones mWldiales en favor de los animales los vuelvan a colocar
en sus ambientes originales.

97

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
De vez en cuando vuelve a mi memoria aquel tumulto de niños
que me recuerdan la obra musical de Pedro y el Lobo de Sergio
Prokofiev. También de vez en cuando recuerdo el bellísimo doble
salto de agua que forma El Pozo del Oso, W10S metros después del
nacimiento del río Bogotá que brota de la Laguna del Valle. Con
frecuencia retoman aquellos recuerdos de mi niñez, inclusive aquel
único envuelto de mazorca, que por ver el oso, no me 10 comí.

LA NUTRIA

En mi escuela me han debido enseñar algo sobre este animalito.


Ni siquiera me contaron que existía en Villapinzón el Salto de La
Nutria, bella cascada situada al pie del nacimiento del río FW1Za o
Bogotá. Sólo de grande tuve la dicha de internarme dentro de la
maraña de cañas y vegetación nativa que cubre este hermoso Salto de
la Nutria.
Seguramente, hace años cuando abundaban las aguas, también
abW1darían estos animalitos de piel suave y mirada inteligente. Con
crueldad se le despoja de su piel para ser vendida. Hace años que no
se les ha vuelto a ver en las aguas del mwlicipio y será tarea del grupo
ecológico de Villapinzón, procurar por todos los medios recuperarla
y defenderla, lo mismo que preservar los contornos del Salto de la
Nutria, afortW1adamente, hasta hoy protegidos debido a lo escarpado
y peligroso de sus alrededores.

EL VENADO

De todos los animales el venado es quizá uno de los más bellos.


Su figura grácil y delicada ha enamorado a los hombres. En nuestras
montañas andinas y especialmente en nuestros páramos, habitaron
miles de estos hermosos animales, " P. mephistopheles", especie de
venaditos exclusiva de los páramos del Ecuador y Colombia en donde
se les conoce popularmente con el nombre de Soche. Los indígenas,
no conocían el ganado vacuno, se alimentaban con su carne y lo
cazaban mesuradamente.
En la época de la Coloniá se iIlició la persecución del venado.
Hasta W1 obispo tuvo que ser rescatado después de un accidente en
una de sus cacerías por las faldas de Monserrate en donde era común
ver los venados. Depués llegó a nuestras montañas el horrible ritual
de la cacería, del hombre que se ensañaba con cevicia aniquilándolo
despiadadamente, sin respetar ni SIquiera las hembras o las crías,
llegando así a exterminarlo totalmente. Fueron cacerías en las que
participaron cazadores profesionales, armados de fusiles con balas
aceradas y escopetas de dos caílones de gran calibre, con jaurías de

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
hombres y de perros amaestrados, cazadores furiosos que no eran de
Villapinzón y entre los que se podían contar políticos y hasta un
presidente de la nación.
La triste misión de estos hombres se había cumplido pues
acabaron con todos los venados de la cordillera oriental. Estos
crímenes ecológicos quedaron impunes. Algunas instituciones
ecológicas como La Car, están haciendo reproducir en cautiverio
estas especies para poblar nuevamente los bosques andinos, entre
otros, los de nuestro pueblo. El Venado es uno de los símbolos
ecológicos de Villapinzón que tenía en los Páramos de La Calvera, de
Santa Bárbara y de Soatama, su hábitat predilecto.

EL ARMADILLO

Es un animalito especial pues su figura inspira cierto cari.J.10 que sin


embargo no ha atajado a quienes lo persiguen o encuevan para
matarlo. Afortunadamente todavía pueden existir algunos ejemplares
en Villapinzón, que es preciso preservar y defender a toda costa para
que no se acaben del todo. El hombre lo ha utilizado i.J.lc1usive para
adornar instrumentos musicales con su concha.

Esto dijo el armadillo El dijo que su cotita


de cabeza en una trocha: la dieran a la ventera
No tendrá perdón de Dios pa' que rebulla la chicha,
el que me rompió la concha. la guarde en la faltriquera

Esto dijo el armadillo Esto dijo el armadillo


al pie de una mata e yuca: cuando iba para Ubaté
Ya cuando uno va pa viejo Si querés comer arepas ,
hasta el coto se le chupa. arremangáte y molé.

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL TIGRILLO

Según testimonio de don Juan Domingo Barrero, conocedor de


los páramos desde pequeño, existió el tigrillo amarillo con pintas
negras y de un metro aproximadamente. Este es el nombre popular del
Jaguar Americano, animal sagrado de las culturas precolombinas a
partir de los Olmecas en Centro América y Chavín de Huantar en el
Perú. En Colombia se encuentra representado especialmente en la
estatuaria Agustiniana y en las bellísimas fonnas cerámicas de la
cultura Tumaco. También está representado en las ocarinas y pitos
Taironas.

EL ZORRO

Podrían existir aún algunos ejemplares en tierras de


Villapinzón . Parecido al perro , gris con orejas paradas . Co-
múnmente se le conoce como animal inteligente y se relaciona
con la astucia. Ha sido víctima del hombre que defiende sus
aves de corral, plato exquisito para este animal.

COMADREJA

Parecida a la ardilla en la agilidad, puede subir a los


árboles e igual que el zorro, se alimenta de gallinas y aves. De
cuerpo prolongado y pelo pardo rojizo. Prefiere las andanzas
nocturnas para sus cacerías.

FARA O CHUCHA

Es lento en su andar, de cola larga, trepador, expele lID olor


repugnante para ahuyentar a sus enemigos. Fue muy abundante en los
páramos de Villapinzón y muchas veces despistaba a los perros que
perseguían a los venados. Otro de los nombres de la Chucha es
Zarigüeya.

CUZUMBO O GUACHE

También llamado RW1cho. Escarba con el hocico y se alimenta


de lo que encuentra. Trepador muy ágil, es fiera con los perros.
Todavía se encuentra en muchas partes de la cordillera oriental.

BORUGO O TINAJO

Se alimenta con el retoño del helecho y el chusque. Es roedor.


Hace su madriguera con varias puertas de salida para huír. Para

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
defenderse usa sus afilados y peligrosos dientes. Su carne es muy
apetecida y por eso se le persigue. Es muy dificil su reproducción en
cautiverio y se dice que mueren de tristeza cuando se les aprisiona.
También esta especie está en vía de extinción.

CONEJO Y LIEBRE

Estos animalitos que en otro tiempo fueron utilizados como


alimento, que abwldaban sobre manera, ahora están también, increí-
blemente, en vía de extinción.
La anterior lista no es ni científica ni completa. Se entrega a
manera de informe ecológico. Es muy triste comprobar el extenIlÍnio
de los animales en nuestro pueblo. Existe esta inmensa deuda con la
naturaleza que es preciso corregir tratando de recuperar los animales
con quienes debemos vivir de manera armoniosa e inteligente.

ALGUNAS AVES DE VILLAPINZON

Colombia es uno de los sitios privilegiados en donde viven y por


donde pasan la inmensa mayoría de las aves del mundo. Sin embargo,
en nuestro país no existe conciencia sobre esta maravillosa riqueza
que sí ha sido apreciada y examinada por excelentes y dedicados
profesores extrat~eros, que calladamente han realizado sus investigaciones.
Fruto de esos análisis pormenorizados es el excepcional libro,
" A GUIDE TO THE BIRDS OF COLOMBIA" que además contiene
nwnerosas y bellas ilustraciones de Guy Tudor y de otros notables
dibujatltes. Se trata del registro de 1.695 especies de aves residentes
e inmigrantes en territorio colombiano. Allí aparecen los nombres de
destacados profesores colombianos, el fratlciscatlO Antonio Olivat'es de la
Universidad Nacional, F. Carlos Lehmann V. del Museo de Ciencias de la
ciOOad de Cali y José Igpa::io Barero de la Universidad del Valle.
Los autores de este libro, de 900 páginas, Steven Hilty y Williatn
1. Brown incluyen los trabajos de los más eminentes profesores de
reconocidas entidades y universidades de los Estados Unidos, entre
otras, Princenton, dode fue impreso. Está "dedicado a la memoria del
doctor F. Carlos Lehmann V. omitólogo colombiano y pionero
conservacionista. Este libro fue Wla de sus metas y su inclusión es, en
no poca parte, debido a su legado".
Unido a este noble sentimiento de respeto y reconocimiento por los
ideales y trabajos del doctor Lehmann, deseo recordar con imnenso aprecio
la vida y la obra de otro pionero colombiano, el padre Antonio Olivares,
condiscípulo en nuestros primeros atlOS de estudio, autor de la obra" Las
Aves de Clllldinanwca". Los dos libros atlteriores me hatl servido de gtúa
para presentar los siguientes aptmtes.

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LAS PALOMAS

Hilty YBrown catalogan 32 especies de palomas entre terrícolas


y arbóreas. En Villapinzón se conocen con el nombre de palomas
torcaces. Fueron muy abundantes en otros tiempo, perseguidas y
cazadas. Como alimento se hacía el " caldo de pichón" ya que
también se les conoce con el nombre de pichonas. Es ave de todos los
climas y alturas. Algunas especies de vuelos muy rápidos y prolon-
gados por muchos kilómetros.
Ultimamente se ha podido comprobar su adaptabilidad a
cualquier ambiente pues ahora se pueden ver, al menos algunas
especies, en los sitios más congestionados de las ciudades y no
se trata de la pequeña tórtola terrestre. La paloma es signo
poético de dulzura y mansedumbre es, quizás, una de las aVes
más conocidas en el mundo .

LA QUINCHA O COLIBRI

De todos los animales


yo quisiera ser quinchita;
para estar de palo en palo
chupando mi jlorecita.

En el libro " Birds ofColombia Hilty YBrown infonnan que


lO ,

es una familia exclusiva de América, que hay más especies en


Colombia que en cualquier otro país. Sus hábitats se encuentran desde •
el nivel del mar hasta donde comienzan las nieves pero viven
especialmente en áreas subtropicales frías y en las elevaciones de los
Andes. Se cuentan entre las aves más pequeñas, con menos plwnas
y el más rápido movimiento de alas ( ochenta por segundo ). Analizan

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Aguila Americana
de pico blanco

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
143 especies con los más diversos y atractivos nombres de acuerdo
a sus hermosísimos plumajes.
Los aztecas llamaban al colibrí, El Pájaro del Amor. Su nombre,
Huitzitzilín, es símbolo primordial de su religión y su pltUnaje, usado
para confeccionar los vestidos de los sacerdotes y tejer tapices en los
cuales se representaban a los dioses. Por ésto también está ligado a
las supersticiones dentro de aquellas culturas . Ya" en 1650, a raíz de
un edicto del Santo Oficio de la Inquisición, aparece la primera
denuncia contra una india que conocía las propiedades mágicas del
Huitzitzilín ".
Las supersticiones y c01Ulotaciones eróticas han persistido hasta
nuestros días. El Chupamirto o la Chuparrosa, así llamados en
México, macho o hembra, según los deseos del solicitante, una vez
aliñado y adornado se coloca en determinadas partes del cuerpo.
Dentro de las mezclas de religiones se puede presentar este muy
diciente ejemplo, tomado del libro de Nohemí Quezada "Amor y
Magia Amorosa entre los Aztecas", pág. 106. Ella nos presenta una
de las recetas, mezcla de las creencias religiosas de las dos culturas,
para obtener la felicidad en el matrimonio:
"El colibrí ya preparado se mete en una bolsa de tela roja, que
a su vez, se coloca en una de papel celofán incluyendo la siguiente
oración que se debe rezar cada viernes en la noche frente a un Cristo
acompañado de tres Padre Nuestros y tres Ave Marías:

Oh Chuparrosa divina !, tú que das y quitas el néctar de las


flores , tú que me das vida e inculcas a la mujer el amor,
yo me acojo a tí como a hlS poderosos fluídos para que me
protejas y me des las facultades de querer cuanta mujer yo
quiera, ya sea doncella, casada o viuda.
Pues te juro por todos los espíritus de los Santos Apóstoles,
no dejar ni tUl sólo momento de adorarte en tu relicario
sacrosanto, para que me concedas lo que yo te pido, mi
Chuparrosa hermosa" .

Esta bellísima ave, una de las más preciosas joyas de la


naturaleza, abundó en el pueblo y en los campos de Villapinzón. Allí
no tuvo ninguna cOllliotación erótica y simplemente, aparte de gozar
con la fluidez de su rapidísimo vuelo, se decía cuando llegaba a los
hogares, que iba a venir visita. Pero de todas maneras debió tener un
atractivo muy especial para los indígenas y de ahí el nombre de la
hermosa quebrada bautizada, La Quincha, en el idioma chibcha.
Fray Antonio Olivares se refiere a varias especies localizadas,
algtUlas, en la región de Chocontá y Villapinzón. Las especies de los
páramos entran en lma fonna de letargo mientras las calienta el sol.
Algtmas especies son polígamas y con frecuencia los machos fecun-
dan hembras de distintas especies. La cópula se efectúa al vuelo .

104

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Seguramente muchos villapinzonenses han observado los preciosos
nidos, hechos con tanto esmero. Ponen dos huevos blancos alargados
y el período de incubación es entre 14 y 19 días.
La Quincha o Colibrí es el ave que representa a nuestro pueblo.
Los niños la deben mirar con cariño y deben defender sus nidos.

EL QUETZAL

Dónde andabas, oh poeta?


Apréstese ya el florido tambor,
ceñido con plumas de quetzal,
entrelazadas con flores doradas.
( Poema precolombino)

El sentido de la flor, el canto, las aves, siempre rondó en el


sentimiento de los poetas precolombinos. Sus palabras y sus cantos
se unían a otros signos misteriosos otorgados por ellos a ciertas aves
y flores . Dentro de esa " creación espiritual" aparece el hechizante
Quetzal.
"Hay un brotar de piedras preciosas,
hay un florecer de plumas de quetzal,
son acaso tu corazón, Dador de la vida ? "

Tanto quieren al Quetzal los precolombinos, especialmente de


las regiones centroamericanas, que lo colocan como corazón de Dios.
Por eso, generalmente se cree que esta bellísima ave vive solamente
en esa región, pero no es así. En el citado libro de las aves de Colombia
analizan trece especies, algunas muy comlmes en la región del Bajo
Atrato. También las localizan en Santa Marta, Fusagasugá, la Sierra
de Perijá (de 2.270 hasta 3.100) y en la Sierra de La Macarena. Viven
también en otras regiones latinoamericanas y seguramente adornaron
el bosque andino aledaño a Villapinzón, antes de que éste fuera
depredado. Viven solos o por parejas y con su hennosa cola en fonna
de lira vuelan onduladamente.

TUCAN

Conocido desde el sur de Méxjco hasta el norte de Argentina.


Hilty y Brown han registrado 23 especies que viven en la selva
amazónica y también jlmto a los picos nevados del Ruiz y Puracé y
en las Cordilleras de los Andes. AW1que ya no se pueden ver en los
bosques de Villapinzón, conviene saber que estas hennosas aves
fueron registradas en las laderas occidentales de los Andes Orientales
de Colombia según el ornitólogo Chapman. Los tucanes anidan en
huecos de los troncos y crían sus polluelos en las copas de los árboles,
lejos del suelo.

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
CARPINTERO

En los campos de Villapinzón todavía se pueden ver los carpin-


teros y escuchar sus picotazos en busca de insectos o fonnando sus
nidos. Registran 38 especies en los sitios y alturas más diversas, no
sólo de Colombia. Se han visto en La Calera, en el Páramo de Guasca
yen la cordillera de los Andes.

CHAMICERO

Muy conocido en Villapinzón aunque tenga diversos hábitos y


apariencias. Su nombre lo pinta muy bien pues generalmente anda
ocupado entre los chamizos buscando insectos y en zonas que van
desde los 100 metros hasta las regiones más altas de Colombia. Son
muchas las especies. Hilty y Brown han registrado setenta y dos.

PAPAMOSCAS

Dice el ornitólogo Olivares: "Los ejemplares capturados en las


Lagunas de Chisacal deambulaban por el piso donde se confundían
con el color de la vegetación paramuna; en esta localidad es frecuente.
Es una de las tiránidas de los páramos donde se confunden con el color
de la vegetación".

PAVA DE MONTE

Seguramente existen muchas especies. La que se conoció en


Villapinzón era de color pardusco, del tamaño de una gallina.
Perseguida implacablemente por los cazadores de aves y práctica-
mente exterminada.

AGUILA

Esta espléndida ave hacía sus nidos en las partes más altas y
escarpadas. Seguramente abundaron en el Alto de la Calavera o en el
Alto de Santa Bárbara, contiguos a la Laguna del Valle.

CERNICALO

Ave rapaz que inquieta por su extraña aptitud de suspender el


vuelo en el aire oteando a sus víctimas. En mi niñez la observé muchas
veces en las veredas de Quincha y Reatova.
Las anteriores anotaciones sobre las aves tienen el propósito de
recordarlas, ya que son muy pocas las que todavía sobreviven y el
deseo de despertar en los niños la conciencia ecológica. Son muchas
las que faltan por nombrar incluyendo las decenas de aves visitantes.

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
'Turdus"con paticas rojas. Preciosos
dibujos de animales y aves. algunos
presentados en las páginas anteriores.

Portada del libro "Ejemplares de


Algunas Aves Foráneas". "iluminadas"
y pintadas por Johann Michael
Heligmann. Nürnberg. editado por
Johann Joseph Fleischmann. 1749.
Biblioteca Nacional. Santafé de Bogotá.

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VIVENCIAS DE UN CAMPESINO
Por Amparo Angel

Una fría tarde, después de recorrer las montañas aledafias a


Villapinzón, acariciar las suaves hojas de frailejones y angelitos y
embriagarnos con el aroma delicado de las plantas del páramo, nos
encontramos con un personaje encantador, enamorado de la natura-
leza, quien, con su memoria prodigiosa nos llevó a un viaje en el
pasado, a sus recuerdos de niño, cuando vivía en su casita campesina
en una de las veredas paramunas de Villapinzón.
El representa a muchos otros campesinos que vivieron muy
cerca de la naturaleza y tuvieron el privilegio de disfrutarla plenamen-
te. Juan Domingo Barrero CasaBas, " nacido, criado y amañado en
Villapinzón" , nació en la vereda de Chasques, en 1934. Recuerda la
casa de sus viejos , de patio encerrado, construída de bahareque, con
columnas de guayabo o charne y de helecha, árboles nativos que se
dan a más de 3.000 metros de altura.El techo era de chusque amarrado
con cuán, especie de trenza tejida con la paja llamada cuán. La
cubierta del techo se hacía con chusque, encima el carrizo y finalmen-
te la paja de páramo. Los ojos de don Juan Domingo brillan al relatar
sus recuerdos de la naturaleza que vivió de niño:
"Era una belleza! Las aguas cristalinas abwldaban y en cada
finca había dos o tres nacederos por lo menos. Quebradas como la
Zorrera, hoy en vía de extinción, tenían mucha agua, nunca llegaba un
verano en que se secaran y en invierno eran verdaderos torrentes. Los
árboles nativos eran muy altos, de veinte y hasta de treinta metros:
Encenillo Manzano, que por esa época daba el tanino para las
curtiembres, el Tobo, el Cerezo, el Cedro, el Arrayán, el Aliso, el
Amargoso, el Trompeta y muchos otros, algunos que ya no se han
vuelto a ver" .
De niño, a la temprana edad de siete años, tenía que cuidar las
ovejas de su padre y llevarlas todos los días hasta los pastizales de la
Lagwla del Valle, cerca al nacimiento del río Bogotá. Gastaba más de
una hora en llegar, guiándolas montado sobre un cabro grande que era
seguido mansamente por las treinta ovejas. No tenía que preocuparse
mucho por cuidarlas pues ellas ya conocían el camino y mientras
tanto, él disfrutaba de la naturaleza y se familiarizaba con los cientos
de plantas y flores que rodeaban la angosta trocha. A medio día,
sacaba el fiambre que su mamá le había preparado: maíz, habas

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tostadas, arvejas tostadas o cebada perlada también tostada. De
beber, el agua de cualquier quebrada era suficiente; aún no estaban
contaminadas sus cristalinas aguas. A veces, al regresar a la casa, a
eso de las cinco de la tarde, al contar las ovejas, notaba que algún
corderito faltaba y se acostaba preocupado porque tenía que madru-
gar al día siguiente a buscarlo antes de que su padre se diera cuenta.
"En la huerta de mi casa había de todo. Desde las yerbas
aromáticas para cualquier remedio casero o para condimentar y
sazonar las comidas: toronjil, yerbabuena, llantén, moradita, perejil,
cilantro, tomillo, hasta las deliciosas raíces cultivadas desde tiempos
antiguos por los indígenas: hibias, cubios, rubas, arracacha, que
demoraba dos años en crecer y cuatro variedades de papa pues no se
conocían más. Se sembraban varias clases de criolla llamados
cornetas rojos y negros, parecidos a una calabaza. También se
cultivaba la papa Londres que en ocasiones alcanzaba el exorbitante
tamaño de dos libras. No podían faltar, el maíz, las habas, las arvejas,
la cebolla larga y los ajos" . La huerta era cuidada por todos, niños y
grandes, y se abonaba con abono orgánico, estiércol de ovejas o de
gallinas y debido a a ésto los alimentos no perdían su sabor natural.
El abono de la corraleja se recogía cada cuatro días y allí mismo se
sembraba la cebada. La leche y el queso eran de la mejor cabra, de la
consentida, ya que por esos tiempos sólo se veía lUla vaca muy de vez
en cuando.
Del desayuno, en la acogedora cocina de su casa, recuerda la
changua y el chocolate " turrullgo" preparado con la harina de los
siete granos: cebada, arveja, haba, trigo, maíz, centeno y lenteja. La
arepa, de afrecho molido en piedra y mezclado con leche, también era
obligada al desayuno. El arroz era un lujo por aquellos tiempos y sólo
se comía en ocasiones especiales. Cada ocho días se veía un pan
traído por su padre desde Villapinzón, a donde iba con sus dos
caballos para comprar mercancía que llegaba en el tren desde la
Capital y él la transportaba hasta Umbita.
A pesar de que estos bellos recuerdos de Juan Domingo lo llenan
de una dulce nostalgia, también recuerda algo que lo entristece y por
lo cual él, hoy en día, lucha fervorosamente: La Defensa de la
Naturaleza:
"Fuí un destructor de la naturaleza, por ignorancia y también por
necesidad. Desde la edad de doce años comencé a recolectar chusque
para vender. No había otra forma de hacer las casas en el campo sino
con las cañas, el barro, el cuán y la paja. La naturaleza nos daba todo.
Yo tenia una yunta con la cual arrastraba setenta y cinco pares de
chusque amarrados con rejos. Los llevaba desde el pozo de la Nutria
hasta el alto de los Bancos, en los límites con Boyacá. Cortaba el
chusque y hacía tiros de veinticinco pares cada W10 y los vendía, el
tiro a $ 1,50. Los sacaba a hombro hasta donde estuvieran los bueyes
y después emprendía el camino hacia donde fueran a hacer la casa.

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'Los tiros de chusque" eran esenciales
para la construcción de casas. paredes.
zarzos, cielorasos. cercas. camas.
asientos, alacenas,jaulas y demás enseres
caseros.
Fue mucho el chusque que corté pues hacía un VIaje
semanal. Hoy, cuando veo una mata de chusque, quisiera ser su
guardián permanente, no dejar que nadie la toque ni le haga
daño, porque ahora sé el beneficio que trae en la preservación
de las aguas . Hay por lo menos once especies de árboles nativos
que ayudan a generar el agua y que los niños deben conocer: El
Aliso, el Trompeta, el Chus que, el Tuno, el Amargoso también
llamado Chilco, la Helecha de Agua, el Charne o Guayabo, el
Gaque, la Uva Camarona, el Pegamosco y todas las especies de
Musgos. En el transcurso de mi peregrinaje me he dado cuenta
que la mayoría de los humanos hemos sido destructores de un
paraíso que mi Dios nos regaló . Me he dado cuenta que el agua
se ha disminuído en un cuarenta por ciento y que a pesar de la
ciencia y de los adelantos químicos, la tierra y la raza se ha
venido degenerando . Yo quisiera volver a ver mis montañas
llenas de vegetación natural, quisiera ver brotar nuevamente las
aguas y dejarlas correr por los cauces de las quebradas. Quisie-
ra que los habitantes de Villapinzón no utilizaran los químicos
para envenenar las aguas. Estamos atravesando una situación
muy difícil por la destrucción del monte nativo . Tal vez en
pocos años ya no veamos correr ni una sola quebrada.
Se deben preservar las tierras a más de 2.800 Mts. de
altura, comenzar a resembrar las especies acuíferas, regenerar
poco a poco el bosque y poblarlo con los animalitos que pude
ver en mi niñez: el venado, el borugo, el armadillo, el oso, el
conejo y la pava".
Juan Domingo se despide con una luz de esperanza en sus
ojos. Confía plenamente en su gente y sabe que es hora de
emprender la tarea de educar a los niños en el amor por la
naturaleza y hacer de cada uno de ellos un apóstol, defensor de
las especies nativas.

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VILLAPINZON
Rios yQuebradas
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Fuente: INST. GEOORAFICO AGusnN COOAZZI

CONVENCIONES

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ESCALA
@ Cap. Mpio. ~ Ferrocarril
- - CarreteraCentraJ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡iiiiiii~~~iiiiiiiiiiiiii~~~4kms. Mp io. de l i b,l \ \a

MAPA DE LAS QUEBRADAS La mayoría de estas quebradas ya no


existen.Otras se agotan lentamente. El hombre de Villapinzón debe reencontrarse
con su tierra, volver a amarla como así lo hicieron sus antepasados. Toda la familia
debe integr~rse a la reforestación con árboles nativos para que vuelva el agua, las
aves y los anim~les . Es tarea urgente pues de lo contrario, en poco tiempo la
erosión y la falta de agua arruinarán las cosechas y los campos.

111
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VILLAPINZON
División Política
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CONVENCIONES
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CARRETERA SIN PAVIMENTO
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LIMITE DEPARTAMENTO Mp l o , de T i bir i ta
ESCALA
LIMITE MUNICIPIO
o CAPITAL MUNICIPIO 3 4 kms.
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MAPA DE LAS VEREDAS DEL MUNICIPIO DE VILLAPINZON

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DIGNATARIOS

Señor Doctor Zalatiel Barrero Farfán.

AJcalde Especial de Villapinzón

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HONORABLE CONCEJO MUNICIPAL DE VILLAPINZON

Al fondo : Alcalde, Zalatiel Barrero Farfán, Concejales, Jairo Farfán, Luis Alberto Riaño y
Hernando Torres. Al frente : Secretaria, Claudia Torres. Concejales, Rafael Casallas, Wenseslao
Santana, Jorge Infante Contreras, Rodolfo García Pedraza, Luis Alfonso Rubiano, Raúl Arévalo,
Luis Otálora. Ausente, Francisco Torres.

Presbítero Doctor Jaime Salgado Cobas

Cura Párroco de Villapinzón

liS

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LA RELIGION EN VILLAPINZON
Por Luis Antonio Escobar

EL SENTIDO DE LO RELIGIOSO

La esencia del hombre, antes y después del llamado Descubri-


miento de América, fue el sentimiento religioso. Por quince siglos,
simples pescadores, anacoretas, frailes, reyes, emperadores, monjes,
sacerdotes, doctores, obispos, cardenales y papas, habían confonna-
do el poder espiritual y material más grande que haya existido en la
historia de la humanidad, el Cristianismo. Y así como el viaje a la luna
y las explosiones atómicas siguen transfonnando al hombre del siglo
XX, en la Europa de entonces, con la primera división pennanente del
cristianismo en el siglo XVI, se iniciaron las más profundas convul-
siones cuyas consecuencias aún sentimos.
Las puertas de la iglesia del castillo de Wittenberg enAlemania
principiaron a incendiar el espíritu religioso de Europa. Allí aparecie-
ron, para ser leídas, en 1517, las 91 tesis de Martín Lutero y lill poco
después, en 1520, en la plaza de la misma ciudad, se elevarían las
llamas que consumiron la bula pontificia en la cual el Papa exigía a
Lutero su retractación. Con las llamas que quemaban la bula del Papa
como respuesta de Lutero, también se atizaba el fuego más poderoso,
el de la intransigencia religiosa. Cada W10 se creía el único verdadero
intérprete y representante de Jesucristo en la tierra.
La guerra llegaba a los campos y a las ciudades de Europa
y América. Aquí llegó a los extremos de la monstruosa
inquisición contra los indígenas, que algunos europeos consi-
deraban sin alma ya quienes en ninguna forma se había referido
Jesucristo Redentor ni las Sagradas Escrituras .
Aquellas catástrofes, choque entre cristianos, protestan-
tes y católicos, y sus consecuencias, choque de culturas,
indígenas y europeas, siguen conmoviendo el mundo actual.
Inclusive, en Colombia, algunos grupos, lamentablemente,
ponen en duda el derecho universal del hombre a escoger su
propia religión.

EL ARTE Y LAS IGLESIAS

En relación con el arte, los protestantes desalojaron de los


templos todas las manifestaciones escultóricas y pictóricas: imáge-
nes, santos, ángeles, adornos, pinturas, dejando solamente la música

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como su expresión religiosa. Los católicos, por el contrario, por siglos,
habían propiciado la creación artística como forma de alabar a Dios.
De ahí surge el boato, la exaltación, el adorno en todas sus manifes-
taciones, lo cual se trata de resumir, ya para el siglo XVII, con la
palabra Barroco.
El sentimiento despertado por las artes, se utilizó para ganar
adeptos, para alabar a Cristo Rey, en ese momento como Dios
Triunfante. La Iglesia Católica seguiría como hermana de las artes y
en el Nuevo Mundo ganaría su batalla religiosa o de evangelización
por medio del idioma de la música, la arquitectura, la escultura,
expresiones que los indígenas entendieron y aceptaron.

LA EXALTACION DE LA FE

"La Danzarina" de la Iglesia del Nuestra


Señora del Topo en Tunja. bellísima
escultura de Bernardo de Legarda.
renombrado artista quiteño.
Reproducciones de su obra pasaron por
los caminos de Villapinzón rumbo a
Tunja.
Los evangelizadores trajeron de Europa, especialmente de la
España reinante, las expresiones del Barroco que se sintetizaban con
la exaltación de la Fe. Esta conquistó a los pintores y escultores que
se embelesaron con su propio poder narrativo, que muchas veces
sobrepasó el relato religioso auténtico para solazarse con lo fantásti-
co. En otros casos bastaba la simple narración de las arrebatadoras
historias que conmovían y creaban la fe .
El incomparable Francisco de Zurbarán, nos conmueve con la
expresión de fe que pinta en San Lorenzo, uno de los siete diáconos
y discípulos del Papa Sixto n.Este santo se dirige finnemente hacia
la ardiente parrilla para ser asado lentamente. Esespeluznante

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también el cuadro de Santa Bábara, Patrona de la Parroquia de
Villapinzón, quien entrega su propia cabeza,y la escultura (Museo de Arte
Religioso de Santafé de Bogotá), del artista Pedro de Laboria,que muestra
alasanta con uno de sus senos rebanado por la cuchilla que lo deja sangrante.
Los lienzos de José Ribera sobre San Sebastián y de tantos otros santos
lacerados, exaltan la fe de los creyentes.
Ese sentido de lo fantástico como trueque de la realidad, llega al Nuevo
Mundo y atiza el otro sentido de las religiones precolombinas, para después
mezclarse con lo traído y danzado por los negros. La pintura y escultura se
convertían en el más poderoso medio de comunicación dela religión católica,
especie de audiovisual presentado permanentemente en las iglesias.

INFLUENCIA DEL BARROCO EN LOS PUEBLOS

Hermosísimas Vírgenes de muchas


advocaciones llenaron los nichos de los
templos de pueblos y ciudades. Talleres
de pintores anónimos crearon escuelas
con estilos propios y con alumnos
destacados. especialmente en CUlCO.
Quito. Lima, Popayán, Santafé de Bogotá.
(Museo de arte religioso. Popayán).
Este sentimiento religioso del Barroco se incrustó dentro de la
nueva mentalidad indígena y su influencia llegó no sólo a Hatoviejo
ya Villapinzón. Se podría decir que, aparte del sentido religioso, los
pueblos percibían por primera vez la organización en las expresiones
artísticas y que, más que comprenderlas, las gozaban. Así se creó el
sentido de solidaridad, a veces impuesto, como cuando se exigía que
toda persona debía ir a misa en Hatoviejo.
Se creó un estado o sentimiento religioso ascético, duro, fantás-
tico, sustentado en creencias sobre las Animas Benditas del Purgato-
rio, los Mártires, los cielos, los infiemos, los pecados, excomuniones
y demás medios para impresionar a los fieles .

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Como contraste con lo violento y desproporcionado de los
castigos por el pecado, surgía la esperanza, la dulzura de la Virgen
Maria, el goce de los colores con los cuales revestían a los santos que,
increíblemente, aparecían junto a la Madre de Dios y al Padre Eterno.
Aquello era fantástico . Se podía llegar a estar junto al Divino Salvador
ya sus amados santos.
Era apenas natural que también se tuviera fe en el poder de Dios
y los Santos en la tierra. Esa fe en llamaradas, pintada como lenguas
de fuego, iría a producir milagros que se multiplicaban por medio de
las devociones a los santos, intermediarios ante Dios. Por ésto se
llega, como si se tratara de hospitales y consultorios modernos, a las
más curiosas especializaciones. Un determinado santo le hacía el
milagro a los ciegos, otro se encargaba de los paralíticos, aquel
detenía los terremotos, otro hacía aparecer las cosas perdidas, y hasta
novios y novias podían surgir según la devoción, sin excluÍr lo que aún
se practica, la devoción a San Judas Tadeo a quien muchos ladrones
tienen por su benefactor. Era, y quizá lo sigue siendo, una religión de
santos y milagros.

EL MILAGRISMO

Ese milagrismo, durante mucho tiempo auspiciado por muchos


sacerdotes, llegó al Nuevo Mundo y encontró terreno amplio. Ese
inmenso río de la fe popular llegó de Europa para unirse con los
mundos mágicos de los precolombinos, con la fe del Piache o del
Brujo negro. Era también una especie de primera socialización de la
religión ya que el pobre, el hLUnilde, el enfermo, el pueblo, recibían
de primeros el premio de la Vida Eterna junto a Jesucristo.
Las artes habían ennoblecido al hombre y hwnanizado al Dios
del cristianismo. De aquellas imponderables creencias y corrientes
sigue brotando diariamente la magia del mW1do latinoamericano. Esa
fe salvadora de los católicos fue el río desbordado que en pleno siglo
XX iría a chocar con el mar de creencias religiosas, emociones,
milagros científicos (la radio y la televisión especialmente) y demás
perplejidades que la mayoría de jerarcas y creyentes aún no han
podido descifrar.

EL SENTIDO DE LA LIBERTAD

El haber aflojado las riendas al pueblo, y aún más, el haberle


dado a probar las delicias del arte y de la sensualidad, iban a producir
la más bella exigencia, el anhelo más íntimo y profundo: el sentido de
la libertad. Hasta entonces la libertad había sido goce de los pocos
cultos, de los poderosos. Ahora el pueblo, atraído y consentido por la
Iglesia, conquistaba su primera victoria, la de intuír la libertad como
su más profundo placer. El primer paso se daba en el Barroco y el

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Rococó, con los goces del hombre, con el arte y la religión
humanizados, en este caso la religión Católica, Apostólica y Romana.
Ya no sería pecado que la mujer cantara ni escandalosa la
utilización de los instrumentos en la iglesia. Pocas décadas más tarde,
hombres y mujeres del pueblo entonarían la Marsellesa. Beethoven
encontraba su propia libertad. Entonces se obtendrían otros derechos
del pueblo y así también llegaba la Independencia de todas las
naciones americanas que abrirían el camino para conseguir otras
liberaciones, la más importante, la del mismo ser humano.
Los indígenas ya podrían ser libres, seres htunanos respetables,
con derecho a la escogencia y no a la imposición de determinada
religión y forma cultural, principio fundamental de los derechos del
hombre que está por encima de los intereses de cualquier gobierno.
Reiteremos que el proceso de la liberación del hombre se aceleró por
medio de las expresiones artísticas.

EL ARTE RELIGIOSO EN EL NUEVO MUNDO

Otro de los milagros es la espléndida floración del arte en el


Nuevo Mundo. Se contagiaban las fantasías de los espaüoles y de los
indígenas, se unían sus aspiraciones y se plasmaban en los bellísimos
retablos, pinturas, esculturas y partituras musicales. Asombra, no se
sabe qué más, si la prodigiosa y prolífica obra, o el desdeño que
perdura hasta nuestros días. Como verdaderos apóstoles, sencillos,
pedagogos hennanos de los indígenas, los primeros franciscanos que

Esta viñeta de la Virgen del Rosario fue


pintada en el afio 1588 en Quito por el
Padre Pedro Bedón quien. desterrado
por defender a los indígenas. pasó a
Tunja endonde realizó pinturas. dibujos.
ornamentaciones en la iglesia de Santo
Domingo y posiblemente en el COIl\'cnto
del Desieno de la Candelaria.

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llegaron tanto a México como a Quito, inciden definitivamente en la
creación artística. De esta última ciudad parte el desarrollo de las artes
plásticas.
Por Villapinzón, en ese tiempo ni siquiera Hatoviejo, debió pasar
fray Pedro Bedón, camino hacia Tunja. En 1588 había pintado el
cuadro más antiguo de la pintura quiteña, la Virgen del Rosario.
Venía desterrado de Quito por defender a los indígenas. Dice el
historiador José María Vargas: "Su presencia en Santa Fe determinó
la creación de la Cátedra de Teología en la Universidad de la capital
del Nuevo Reino de Granada. En el Convento de Bogotá decoró los
claustros con pinturas murales. Asignado temporalmente a Tunja,
construyó ahí la Capilla del Rosario cuyos muros adornó con pinturas
de Santos Dominicos".
Su influencia en el Nuevo Reino debió ser definitiva. Bajo
su dirección se formaron algunos pintores indios , entre los
cuales sobresalió Andrés Sánchez Galque . De allí , Quito,
surgiría la escuela de los famosos pintores : Angel Medoro,
Miguel de Santiago, Nicolás Javier Goribar, Manuel Samaniego
y, especialmente, los más conocidos: Manuel Chilli (Caspicara)
y Bernardo de Legarda cuya famosa Virgen, La Danzarina, pasó
transportada a lomo de mula por los caminos de Villapinzón
cortada en dos pedazos, para ser armada en su altar de la iglesia
de la Virgen del Topo en Tunja.

LOS RITUALES

Durante los primeros siglos del cristianismo, San Ambrosio,


obispo de Milán, San Agustín y, posteriormente, San Gregorio
Magno, organizaron la liturgia, es decir, las celebraciones de los ritos,
especialmente con el canto como medio de oración.
Durante el Barroco son los decretos salidos de los Concilios
como el de Trento, 1551 , con el Papa Julio III, "De Sanctissima
Eucharistia" que creó el culto al Santísimo Sacramento expuesto en
el altar, "Dios Presente en la Hostia Consagrada". Estas influencias
y nuevas manifestaciones de esplendor religioso se afianzaron en los
pueblos. Aún recuerdo las ceremonias del Trisagio, el canto, las
flores, y en especial, el verdadero sentimiento religioso de los
villapinzonenses cuando el primer jueves de cada mes, a las tres de
la tarde, se exponía el Santísimo.
También el Concilio apoyó definitivamente el culto a los santos,
a las reliquias y a la Virgen. Recomendó e instruyó sobre las
invocaciones y el uso de éstas. En cuanto a las imágenes, deberían
evitar toda belleza escandalosa. Era necesario que el arte trasmitiera,
en forma directa y simple,la idea de dolor, la hLUnillación y sufrimiento
de Cristo, de cientos de santos y mártires. Las estatuas policromadas,
muchas con articulación y cabeIlos humanos, hacían más cierta la

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idea de sufrimiento, apuraban el arrepentimiento y aseguraban el
sentido de la fe.
Naturalmente en Villapinzón, como en todos los pueblos de
Colombia, se afinnó el sentido de lo Barroco propiciado por la
religión. Las fiestas de las Santas Vírgenes, Perpetuo Socorro, de
Chiquinquirá, del Carmen, Santa Bárbara, y de decenas de santos
mas,se convirtieron en esencia de la religión.
El honor de celebrar las fiestas se ponía en venta, como
en los juegos de la bolsa de New York, a quienes dieran más .
Allí entraba a regir la cantidad de dinero y en las plazas, la
exuberancia de las fiestas que tenían de pretexto la fe y las
devociones. Lo superficial, las fiestas religiosas a santos y
vírgenes, los derroches, se habían convertido en esencia de la
religión, en folclor atractivo que ahora, en muchas regiones,
incluye la competencia con las "reinas de belleza".
Hace falta un examen serio del comportamiento religioso
en nuestros pueblos, de sus cambios, de sus grandes virtudes y
defectos y de los nuevos problemas que ya los están afectando:
falta de educación adecuada a la realidad actual , pues ya no se
vive en la edad de la fe y el púlpito, sino de la televisión;
consumo excesivo de alcohol, no sólo de los hombres sino de
las mujeres, sin que exista programa para solucionarlo; pérdida
preocupante de sus tradiciones artísticas ; juventud numerosa
sin bibliotecas, sitios de recreo y sana distracción; divorcio
entre párrocos y alcaldes . En fin , se va a entrar al siglo XXI y
hay necesidad de replantear la educación y el comportamiento
adecuado a la nueva época.

LAS IGLESIAS EN VILLAPINZON

Ya sabemos,por la relaciones de nuestros historiadores, que la


primera iglesia en Hatoviejo fue una capilla al pie de la quebrada de
La Quincha. Después se construyó otra y al respecto nos dice el Padre
Contreras: " Por el año de l.780, el alcalde de aquella época, don
Francisco Monroy y Vargas Figueroa, "apoderado general de los
vecinos de dicha Parroquia", manifestaron al corregidor y justicia
mayor de Tunja, que los vecinos habían acordado levantar Iglesia de
Tapia y Teja, con una contribución, para reemplazar la existente, de
madera, paja y embarrados desde los cimientos" .
Después se construirá otra iglesia, en el año 1.876,por el cura
Manuel Silvestre Anzola Vera, según el estudio del Padre Contreras
quien posteriormente nos dice: " Por los años de l.880 los viajeros
hacia el norte de la República veían al acercarse al pueblo de
Hatoviejo Wla torre de pocos metros de altura y una Iglesia de
construcción rudimentaria. Eran paredes de tapia pisada a excepción
de la Sacristía, que alguno de los tres Párrocos anteriores había

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levantado de adobe" . (Con el número 39 está el pie de página que
dice: Centro Histórico de Tunja, "Repertorio Boyacense"
T.VII No . 79 págs. 420-423).
Ahora volvamos nuestra atención sobre lo que se llamó en su
tiempo, "La Nueva Iglesia" . Me sustento, nuevamente, en el estudio
del Padre Contreras: Con enorme respeto se refiere al Presbítero Sr.
Don Simón Bernal que llegó como cura de la población en el año
1.886. "Su gran preocupación se centraba en hacer de las almas de
sus feligreses dignos templos vivos del Espíritu Santo, sustentados en
la fe sencilla. Juntó recursos y empezó los trabajos de la nueva iglesia
y los sostuvo con inquebrantable constancia durante 18 años que
estuvo administrando la Parroquia. Este mismo sacerdote hizo levan-
tar los muros de piedra y la nave central; cubrió la nave principal,
edificó un frontis y una cúpula a media naranja que fueron demolidas
después por uno de los sucesores; hizo el bautisterio, precioso con
un estilo dórico tallado en piedra y la capilla del calvario, luego adornó
hermosamente la iglesia con estatuas y cuadros de arte religioso que
deleitaba la vista" .
Aquí se podría preguntar en dónde están aquellas obras de arte.
Siguiendo la transformación del templo se llega al Reverendo Padre
Francisco Angulo quien sucedió el18 de mayo de 1.903 al Dr. Simón
Bernal. "virtuoso sacerdote a quien tocó descargar la nave central
pues amenazaba ruina. Construyó una especie de enramada, levantó
los muros de la nave sur, pero fue trasladado a Carmen de Carupa el
23 de febrero de 1.908. Viene luego a regir los destinos de la parroquia
el presbítero Ismael Téllez quien llegó a Villapinzón el28 de febrero
de 1.908. Encargó el plano para el nuevo frontis de la iglesia al
ingeniero Doctor Ruperto Ferreira. Comenzó la obra de reforma. Los /
sillares de la cúpula y del frontis sirvieron en gran parte para la nueva
obra. Pronto se vió levantado el nuevo cuerpo de la nave central y de
las capillas del crucero junto con el arco toral, cubrió la nave principal
y la capilla sur del crucero, levantó el paredón que acortaría la nave
como hoy se ve. El frontis se erguía esbelto y sencillo ante la sorpresa
y admiración de los pasajeros hasta ver terminada la torre norte y bien
adelantada la torre sur, y como anuncio de regocijo general resonaron
dos campanazos en la torre, de las campanas que había llevado desde
Bogotá, el doctor Téllez. La nave sur se vió ya muy hermosa con sus
adornos procurados por el artista Sr. Colombo Romelli. (Archivo
Parroquial de Villapinzón, "Libro de Providencias", T. n.)
"Pero nuevamente era trasladado el sacerdote párroco de
Villapinzón, esta vez a Manta el 8 de marzo de 1911. Le sucedió el
Dr. Vidal León. Reanuda con gran optimismo y confianza en el Iglesia de Villa pinzón en plena
construcción. Aún no se le\'anta la
Creador, la obra emprendida anteriormente por los padres Simón segunda torre y el atrio está lleno de
Bernal C. e Ismael Téllez. Termina el Dr. León la torre sur; construye tierra y piedras. Los hombres lleyan sus
el coro que reposa sobre dos columnas esbeltas y correctas; hace el grandes sombreros y ruanas .las mujcre~
con faldas negras largas. sombreros,
cancel, adórna con gusto exquisito y refinado la nave central aseso- alpargates y pañolón . El color
rado por don Colombo Romelli, luego con planos de don Ricardo predominante y casi único era el negro.

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Acevedo Bernal, construyen el altar mayor y el de Nuestra Señora del
Carmen, donde colocan la estatua de la Virgen con el mismo nombre,
de gran devoción para el pueblo colombiano.
En la torre sur coloca el reloj donado por el Pbro.Ricardo Muñoz
el Párroco y le sucede el Dr. Eliécer Medina quien hace algunos
arreglos en la iglesia yen la casa cural. Para febrero de 1.918 ya hay
un nuevo párroco que es el Pbro. Luis María Bernal León quien
construye el púlpito. Todavía no se inauguraba el famoso templo y es
ahora, en 1.920, cuando es nombrado otro nuevo párroco, el Dr.
Eliécer Garavito. Termina la ornamentación de la capilla norte y de las
naves laterales y hace el altar del santo patrono, basado en el plano
de Ricardo Acevedo Bernal."
O sea, que este famoso pintor y escultor hizo los planos del altar
de la patrona Santa Bárbara, es decir, el Altar Mayor, que era tan bello
y que fue derrumbado hace algunos años. También diseñó el altar del
patrono, San Juan Bautista. Pero además, " cambia la mesa y el frente
del altar mayor, el cual era de madera, por uno de piedra tallada con
buen gusto y corrección; hace razgar las ventanas de la nave sur y
ponerles sus bastidores de vidrio; ornamenta el bautisterio y la capilla
del calvario; edifica el humilladero o sala de " profundis", en donde
fueron veladas las reliquias de la consagración del templo en la
víspera de la ceremonia; enriquece la Iglesia con finos ornamentos y
vasos sagrados; manda a hacer dos confesionarios; empieza y lleva
a cabo el parquecito que llevara pornombre Simón Bernal concluyen-
do con el acarreo de materiales para la reedificación de la casa cura\.
Más adelante le corresponderá, sin lugar a dudas, la construc-
ción del atrio, el cual tendría que conjugarse bellamente con la
esbeltez, sencillez y elegancia de la casa de Dios".
El Padre Contreras no se refiere a la venta del ' 'parquecito que
llevara el nombre de Simón Bernal" en el cual ahora, desconociendo
la voluntad de los feligreses, en vez de flores existen tiendas y
comercios.
La obra estaba terminada. Se nota la constancia de los sacerdo-
tes y de los pobladores de Villapinzón pues todos, en una u otra forma
habían levantado esta hermosa iglesia. La inauguración y consagra-
ción reunió a los más distinguidos sacerdotes. Dice así el Padre
Contreras:
"El siete de diciembre, día tan esperado por los Villapinzonenses
había llegado; ya salían de Bogotá a las seis y media de la mañana en
dirección a Villapinzón con la comitiva eclesiástica para la ceremo-
nia: Ilustrísimo Sr. Dr. Leonidas Medina, Obispo Titular de Cámaco
y auxiliar del Ilustrísimo Señor Herrera; M.R. Padre Ezequiel
Villaroya, provincial de los misioneros hijos del Corazón de María;
los tres canónigos Dres. D. Nepomuceno Fandiño E. y D. Eliécer
Medina y el familiar Sr. D. Andrés Restrepo Sáenz, prosecretario del

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arzobispado; los señores Pbros. Doctores D. Víctor BalTOS Morales,
Oficial de Dispensas de la curia primada y Maestro de Ceremonias de
la Santa Basílica y D. Emilio de Brigard Ortiz, Secretario de Visita
Pastoral; Antonio María Mw10z, organista y maestro de capilla de la
Santa Basílica, notario esclesiástico del arzobispado.
Por un inesperado accidente automovilístico, tuvieron que re-
gresar a Bogotá los Sres. CallÓnigOS Dres. Fandiño y Medina. El
pueblo de ViIlapinzón esperaba impaciente desde las 11 A.M. al
ilustrísimo Señor Medina y a su comitiva. Al tener noticia de tan
desafortunado accidente se devolvió hacia la población con la banda
de música, muy entristecido, pero con una gran espectativa ante el
momento en que se anunciaba la llegada del Señor Obispo. Al
llegar el ilustrísimo Señor Medina, el pueblo volvió sin demora a su
espiritual regocijo".
Se nota en las páginas escritas por el Señor Presbítero Jorge
Orlando Contreras, el entusiasmo espiritual, como si él mismo
hubiera vivido aquella fiesta que culminaba con la consagración de la
iglesia.
Es de esperar que las páginas de los historiadores Sánchez,
Velandia y Correa y, desde luego, del presbítero e historiador
Contreras, Seall publicadas para obtener mayor y más profimda
información sobre los hechos principales de nuestro pueblo.
Para terminar, nada mejor que percibir la emoción que siente el
sacerdote villapinzonense, historiador Jorge Orlando Contreras al
finalizar el capítulo dedicado a la iglesia.
" Este templo cuyo frontis, bautisterio, coro y mesa del altar
mayor son Wl esfuerzo de elegancia y correción, es no sólo Wla gloria
de la arquitectura religiosa, sino una presea de la fe y desprendimiento
de los hijos de Villapinzón. La pureza de líneas, la gracia de las torres,
que parecen buscar entre la nieblas las casitas de hogares parroquiales,
la majestad de la puerta principal, aquel conjunto armonioso, símbolo
de la unión y paz en que habrán de vivir los hijos generosos de
Villapinzón, todo ésto será predicación muda pero elocuentísima de
que esas almas, ennoblecidas por sincera hidalguía, y agradecidas
con el Señor por su hermoso templo.
Gloria y reconocimiento a aquellos sacerdotes que dejaron en
esta obra no sólo fruto de sus esfuerzos, sino tal vez grall parte de sus
haberes y de sí mismos" .
Yo quisiera agregar que así como los hombres han dejado sus
huellas de bondad y tenacidad con las construcciones magníficas de
Chartres, de Notre Dame, de Chichén Itzá, Tepozotlán y otras más,
así también los hijos de Villapinzón ya han impreso la huella de su
tenacidad y de amor por lo bello y lo religioso.

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;: .

VILLAPINZON y SU MUSICA
Por Luis Antonio Escobar

LAS BANDAS MUSICALES

Los cuemos de caza, los caracoles marinos, las simples cañas


de carrizo o flautas de cerámica y, naturalmente, las voces de los
hombres, ya eran suficientes para obtener un sinnwnero de melodías
que luego se acompaí'í.aron con toda suerte de instrwnentos de
percusión. Comenzaban los primeros conjw1tos instrwnentales. Des-
pués, el hombre inventó nuevos instnunentos y nuevos conjuntos
formando las primeras " Bandas Musicales" para celebrar fiestas
triw1fales, agasajos principescos, victorias resonantes. En el llamado
" Estandarte de las incrustaciones de Ur", aparecen músicos tocando
arpas, platillos, panderos y toda esa serie de instnunentos que
posteriormente fonnarían los conjw1tos musicales en las culturas
egipcia, gri ega y romana . LáS civilizaciones precolombinas,
por ejemplo , la Cultura Maya durante la época clásica, siglo VII
al X, dejó plasmado en el Mural de Bonampak su conjunto musical
fonnado por trompetas, flautas. tambores y maracas. Otras, como las
culturas Chimú, Mochica e Inca, también disfrutaron sus conjlU1tos
musicales con antaras de oro, quenas, tamborcitos tocados por
mujeres, grupos que alegraban los bailes y sus preciosos cantos.
En cuanto a los Moscas, como llamaban los españoles a los
Muiscas, antes de celebrar las batallas, por medio de los conjuntos
musicales y corales, imploraban a sus dioses el favor de la victoria y,
en caso contrario, esos mismos músicos pedían perdón pues alguna
causa existía para que no se les hubiera otorgado el triunfo . Así lo
revelan los cronistas. Por consiguiente; existió y de manera muy
notoria, el sentido del conjw1to musical en las diferentes culturas
indígenas y en las que habitaron el altiplano CW1di-boyacense.
En re lación con las Bandas Musicales en Colombia, es
preciso dar un salto hasta llegar al siglo XIll cuando aparece la
figura del Rey de España, Alfonso X El Sabio, a quien tanto le
. deben, la música, las artes y las ciencias . Con él , los conjuntos
musicales integran las culturas, islámica, judía y cristiana,
anticipo de las fabulosas mezclas que se formarían posterior-
mente con lo Indí gena, Blanco y Negro durante la Conquista.
En estos grupos ya hay expresiones sensuales, gozo del conjun-
to musi<:al 'a unque, en el caso de la Cantiga s del Re Alfonso,

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se hicieran en honor de la Virgen María a quien le atribuían toda
clase de milagros que se festejaban con músicas y danzas.
Son precisamente esas maravillosas esencias musicales, las que
van a llegar más tarde anuestras costas y servir de medio para expresar
los sentimientos de las nuevas razas. Llegará, de manos de los propios
conquistadores, el instrumento defInitivo en la primera mezCla musi-
cal de América, "La Chirimía", fundamental en la formación de los
conjuntos populares o primeras bandas musicales de Colombia. Con
estas chirimías, de diferentes tesituras, o alhrras, se interpretaba la
música polifónica (a varias voces), en las iglesias de Santafé de
Bogotá, Tunja, Cuzco, Puebla, Oaxaca, México y otras iglesias
importantes de aquel tiempo. Pero también se fonnaron los conjuntos
populares de chirimías, que no se les permitía entrar a la iglesia pero
sí amenizar las procesiones comenzando en los atrios, como aconte-
cía hasta hace unas décadas en la fIesta de la Candelaria en Medellín.
Terminado el ofIcio religioso, los chirimeros pasaban a amenizar los
bailes en los primeros clubes sociales de Medellín. Así lo hace aún la
Banda de Girardota con sus alegres chirimías. No sobra advertir que
hoy se entiende por "chirimía" un conjunto instrumental indígena
que no cuenta ya con el instrumento chirimía. Otro prototipo de banda
musical, muy comparable al de las chirimías, es el que se conformó
poco a poco entre los habitantes negros de la región del Chocó. Allí,
las chirimías fueron reemplazadas por los clarinetes, conjlUltos con
bombo, platillos y lo que estuviera a mano, maracas, flautas, etc,.
De Europa también iba a llegar la influencia de los instrumentos
de cobre que precisamente alcanzan su desarrollo con las obras de
Giovanni Gabrieli y como resultado del esplendor de las procesiones
y ritos,ya muy paganos,del Renacimiento y del Temprano Barroco.
Sobresalen los primeros grandes grupos instrumentales no sólo en
Venecia. Ya aparecen los instrumentos de viento encargados de la
armonía: sacabuches, trompetas, cornos, cornetas, flautas de pico, Los Chirimerosde Girardola. AnlIoqwa.
chirimías, y se agrega Wla enonne variedad que incluía arpas, laúdes,
violas, violines y contrabajos, campanas, órganos portátiles,
clavicímbalos, clavicordios, espinetas, etc,. Entonces, siglo XVI y
XVII, es el momento del encanto instrumental. Finalmente, la música
se revestía con los más preciosos vestidos sonoros.

LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA


Y LAS BANDAS MUSICALES

Lo que va a dar empuje defInitivo a las bandas musicales en


Colombia y los países latinoamericanos, es el propio encuentro de la
nacionalidad. En muchas historias de guerras, los músicos aparecen
como seres privilegiados, especialmente a la hora de la muerte,
sentenciada por los hwnanos. Se les perdonaba simplemente porque
sabían tañer, tocar instrumentos o dar ritmo a un tambor.

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Esa tradición quizá se haya derivado del amor que todo el mundo
siente por la música. Pues bien, en nuestras guerras de Independencia
también nuestros músicos gozaron de tan inesperado privilegio. Tal
es el caso del soldado-músico José María Cancino.
Relata Monseñor José Ignacio Perdomo Escobar en su Historia
de la Música en Colombia: " En la ciudad de La Plata fue hecho
prisionero y se libró de ser fusilado en vista de los conocimientos
musicales. Por esa circunstancia se le destinó a servir en el batallón
Numancia en calidad de Músico Mayor, oficio que desempeñó hasta
1819 en que pudo pasar al ejército independiente. Hay que agregar
que José María Cancino fue el director de la posible banda de
ejecutantes que lanzaron al aire los sones de victoria en la Batalla de
Boyacá y que interpretaron la contradanza 'La Libertadora'" .
De seguro estas bandas musicales alegraron a los soldados y a
los habitantes del antiguo Hatoviejo, hoy Villapinzón, en su camino
victorioso hacia Santafé de Bogotá en donde, " cuatro clarines
rompieron la marcha. Seguían ocho batidores despejando el campo,
luego los maceros del ilustre Cabildo y Alta Corte de Justicia .. .y al
final se veía al Libertador en medio de los Generales Anzoátegui y
Santander.. ..la marcha lenta y majestuosa al son de la música
guerrera ... tU1a lluvia incesante de flores descendía de los balcones y
ventanas sobre las cabezas de los Libertadores, al propio tiempo que
un vivísimo repique de campanas en todas las torres hería los aires,
y con el golpe de música marcial aumentaba el gozo y el contento"
(Apartes. HistoriaEsclesiásticayCivil delaNueva Granada). Luego,
el Te Deum y, posterionnente, las orquestas o bandas que amenizaban
los famosos bailes que tanto amaron Bolívar y Santander.
Ellos fueron los propulsores no sólo de las bandas de guerra sino
de la música folclórica, de la música de baile y de la iniciación de la
pedagogía musical, especialmente Francisco de Paula Santander
preocupado por la educación musical de sus dos hijas, Clementina y
Tulia. A ese afán se sumaba su esposa, la señora Sixta Pontón de
Santander quien dirigía un colegio de niñas. Ellos, amigos del célebre
compositor Julio Quevedo Arvelo, no dudaron en solicitar su colabo-
ración musical.
Yen relación con la bandas es precisamente Nicolás Quevedo
Rachadel, padre de Julio, amigo y Edecán de Simón Bolívar, poeta y
músico caraqueño, quien se encargó de formar los COl~Wltos musica-
les, seguramente para acompañar a los soldados en las batallas y
también para celebrar los bailes y las victorias, y de manera especial,
cada año en el día de San Simón, para festejar el día del patrono de
su admirado amigo y general, Simón Bolívar.
Al crearse la Patria también se fonnaba la nueva cultura musical
propia, que a fmales del siglo pasado ya se manifestaba con hennosas
y variadas formas musicales que se deben cuidar como el más
preciado tesoro espiritual.

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Para la época republicana los conjuntos instrumentales adquie-
ren características más definidas y entre los varios compositores se
destaca Guillermo Quevedo l., nacido en noviembre de 1886,
creador de hermosas obras clásicas y populares, entre otras, varias
zarzuelas estrenadas en su ciudad natal, lipaquirá.
Yen cuanto a la creación de bandas musicales vale la pena
recordar la célebre ocurrencia del General Félix García, Jefe
del Batallón Bárbula en lipaquirá, allá por el año de 1904: al
presenciar las calidades musicales del maestro Quevedo, y
quizás por su amor a la música y por falta de ésta en su
regimiento, le dijo:
-Voy a fundar una banda y lo nombro a usted director desde hoy.
Lo espero esta misma tarde para que seleccionemos el personal. Ya
en el cuartel, hizo formar el batallón y a tiempo que pasaba revista les
decía a algunos soldados: -Vos tenés cara de clarinete! -y vos de
trompeta! -y vos de barítono! Y cuando por este método había
escogido todas las unidades, le dijo al maestro Quevedo: -Ahí está
la banda. Ahora, diríjala!

Banda Militar de Zipaquirá creada y


dirigida por el maestro Guillermo
Quevedo. Sirvió como ejemplo por su
conformación y por sus partituras
instrumentales.

Como por arte de magia, ocho meses después esta banda estaba
estrenando obras difíciles que merecieron calurosas felicitaciones. La
anterior anécdota, recogida en el libro " Canciones y Recuerdos" de
Jorge Añez, sirve para pintar los problemas e inquietudes al fundar las
primeras bandas musicales en Colombia. Es precisamente la que
funda y dirige Guillermo Quevedo, una de las primeras bien confor-
madas y que se constituye en ejemplo para los pueblos vecinos.
Fueron los Generales de la Patria, Bolívar y Santander, quienes
directa o indirectamente propiciaron la música para bandas de guerra,
para danzas y para interpretar obras de calidad. Ese ejemplo lo
siguieron los militares. Prendió el fuego del arte en los pueblos y
surgieron, en muchísimos sitios, las llamadas bandas y conjuntos

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musicales. Estas agrupaciones continúan siendo disímiles: las hay
desde un clarinete, bombo y platillos, hasta las más variadas que
incluyen instrumental al estilo italiano y al estilo norteamericano.
Otras, como la de Cartagena de Indias, cuyas interpretaciones
sustentadas en papeles amarillentos y raídos que acaricia el viento del
mar, infunden lma delicada nostalgia, W1a controlada alegría caribei'ía
pues, para bien de sus oyentes, aún se escuchan danzas y contradan-
zas que annonizan muy bien con sus murallas y revuelven dulcemente
"el cajón de los recuerdos" . Cuántas emociones raras despiertan
esas viejas bandas que reviven el pasado, que dibujan los colores y
siluetas de hombres y ciudades! Felizmente, ahora se le ha vuelto a dar
apoyo a estas agrupaciones por medio de concursos, premios y, sobre
todo, con el interés genuino de alcaldes y gobernadores.

LA BANDA DE MUSICOS DE VILLAPINZON

La Banda de Villapinzón ha logrado muchos premios y primeros


lugares en las competencias musicales celebradas en diversas ciuda-
des del país. Ha sido una realidad espiritual del pueblo. Con la Banda,
el pueblo siente el placer espiritual indefinible al escuchar su propia
música, las contradanzas, valses, guabianas, pasillos, pasodobles y
tantas otras formas , interpretadas para celebrar sus fiestas religiosas
y populares. La Banda, las estudiantinas y los conjuntos veredales,
representan la realidad musical del pueblo. En Villapinzón o en
cualquier pueblo de Colombia, las bandas que interpretan o crean
nuestro folclor son una necesidad espiritual de sus habitantes, espejo
de sus expresiones, que mantienen su propia personalidad y vitalidad.
Son parte de las arterias y sistema espiritual de la nación que a su vez
sostienen nuestros bailes y danzas.
No se trata de músicas de conswno, de moda, compuestas con
fmes comerciales. De la historia de la Banda de Villapinzón, como la
de la inmensa mayoría, apenas se hace lU1 poco de justicia con sus
pioneros. No existen archivos ni sentido de la historia de las manifes-
taciones artísticas en nuestros pueblos. Apenas viven unas pocas
tradiciones orales.
Una de éstas, la que nos relata que Don Hemán Cortés organizó
la primera Banda Municipal, que él llegó al pueblo, a fines del siglo
pasado, como organista y compositor. No sabemos nada de las
posibles bandas o cOl~untos musicales de Hatoviejo, anteriores, ni de
sus músicos o compositores. Sigue nuestra historia con un discípulo
de Cortés, Don Inocencio Marín, a quien se le recuerda aún con
inmenso afecto. Si fuera pintor lo podría dibujar pues es una de las
figuras de mi infancia que guardo con más carii'io. Tocaba la trompeta
y tenía cierto don de mando que guardaba muy buena proporción con
su hidalguía. Sabía conservar la disciplina del conjunto. Pero, cómo
olvidar a Don Gratiniano Saboyá, aquel noble gordo que se enrollaba
en sus costillas ese instnunento tan grande llamado bombarda? Como

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en el caso de los preguntas en los poemas del siempre recordado
Villon, ¿qué se hicieron los flautines y las flautas de ébano que tocaban
en el atrio de mi pueblo? ¿Dónde las partituras de las misas compues-
tas por Sindici o por los creadores anónimos de nuestros pueblos
sabaneros?
De chiquillos no nos cansábamos de admirar el bombo y los
platillos y nos llenábamos de una alegría que solamente ahora
tratamos de comprender y que se podría definir como de satisfacción
espiritual. Para mí, la banda de mi pueblo fue definitiva. Esa cierta
bella angustia que brotaba de las guabinas se quedó en mi alma para
siempre. Fue como un retrato de algo que somos, de esa nobleza que
se despierta al recordar nuestras quebradas que susurran su poesía en
la placidez de la sabana de Bogotá, decorada de alisos y de sauces.
Son nuestras músicas las que nos hacen repetir con el poeta espaü.ol, Juan de
Castellanos, ese grito de alegria y satisfacción por yivir en esta tierra:

"Tierra buena, Tierra buena!


Tierra de bendición, clara y serena,
Tierra para hacer perpetua casa! "

Todo lo encierra la música cuando es auténtica, cuando resume


el modo de sentir de nuestros pueblos. Por eso se deben cuidar
nuestros conjuntos campesinos de requinto y tiple, nuestras bandas,
y las estudiantinas pueblerinas. El hombre colombiano debe ya estar
listo a defender su patrimonio musical sin que ésto implique cerrar los
oídos a otras músicas, a otros gustos, también válidos si representan
a otros pueblos.
Al lado de la Banda habría que señalar algo muy peculiar de
Villapinzón; el gran sentido musical de sus habitantes, tal vez
derivado de la conformación de sus paisajes, tal vez, cierto modo de
sentir la vida copada por un silencio misterioso y profundo, o
proveniente de genes ancestrales.
Comencemos con la familia Arévalo y por Sixto, el músico
autodidacta que tocaba violín, piano, annonium, cantaba, dirigía y
bailaba, compositor de muchas obras religiosas y populares, entre
otras, el célebre pasillo Villapinzón. Salta a la memoria la figura de
Luis Antonio Calvo, metido en las bandas y creador, él sí sabiamente
dirigido por el gran compositor colombiano, Guillenno Uribe Holguín.
Sixto Arévalo mantuvo por mucho tiempo la otra tradición, ahora muy
venida a menos en Colombia, la de los coros infantiles de las iglesias
y la de los conjuntos instrumentales que alegraban las fiestas patrona-
les. En estas fiestas también existió la otra dulce cara del Macando,
la de otros músicos geniales que ni siquiera sabían dónde se tocaba
el do. Después de Sixto Arévalo hay que referirse a otro gran director
de la Banda que fue Don Jesús Arévaloo "Chucho" comoafectuosamen-
te se le llamaba.

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BANDA DE MUSICA DE VILLAPINZON 1960. Director Néstor de Jesús
Arévalo. Integrantes: Uriel Arévalo, Julio Arévalo, Anatolio Segura, Juanito Rojas. Benito
Garzón, Rafael Barrero, Chepe Marin, Tulio César Chaparro, José Arévalo, Ovidio Casallas.
Antoniano Contreras, Próspero Silva, Erneterio Fernández, Luis Barrero. Pedro González. José
Sona, Miguel Sona Cannelo Heredia, Jaime López, Amable Barrero.

ESTUDIANTINA AIRES ANDINOS. Fundada en 1976. Bandolas Primeras


Néstor Julio Arévalo, Marco Fidel Mora. Segundas Aura Quicasán. Julio Ortega.
Tercera: Santiago Barrero Farfán. Guitarras: Luis Mariano Barrero Farfán. Jaime
González Femández. Tiples: Luis Eduardo González A.. Zalatiel Barrero Farfán y
Tomás E. Velásquez. Percusión típica: Florindo Arévalo Useche. Voces: Paula Barrero
y María José Muñoz. Relaciones publicas: Orlando Lizarazo.

Director: Santiago Barrero Farfán.

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Discípulo de Inocencio Marín, llegó a ser el Músico Mayor
de la Banda de la Marina en Cartagena y posteriormente
director de la de Villapinzón . y los músicos Arévalo no termi-
nan pues ahora el Director de la Banda de Villapinzón es el
profesor Uriel Arévalo, fervoroso defensor de esta agrupación
y artífice del logro de varios premios y menciones que le han
dado justa fama a este conjunto . Otros Arévalos siguen culti-
vando la música con inmenso de talento y calidad, como Julio
Arévalo, bandolista integrante de varias estudiantinas.
Nuevamente uno se pregunta, ¿cómo es posible que
músicos sin estudios técnicos o " escuela" lleguen a sentir la
forma de la música, a interpretarla de manera tan delicada y
profunda? Pero no son solamente los Arévalo , también la
familia Barrero y entre ellos , el actual alcalde de Villapinzón
Dr. Zalatiel Barrero, guitarrista, y el excelente pedagogo,
profesor Santiago Barrero, compositor destacado, a quien es
preciso señalar por sus labores educativas no sólo en nuestro
pueblo sino en la Academia Luis A. Calvo de Santafé de
Bogotá. Acompañan al profesor Santiago Barrero el afán
permanente de educar y el fervor por la música que lo convier-
ten en el personaje musical de Villapinzón . También se destaca
Mariano Barrero Farfán, compositor e integrante de las recien-
tes estudiantinas de Villapinzón.
Son muchos los ilustres músicos que habría que recordar,
entre ellos a los Sánchez, al doctor Jaime González, composi-
tor, ganador en uno de lo s Festivales de la Canción de
Villavicencio .También hay que dejar constancia de las murgas
y conjuntos campesinos de las veredas de Villapinzón, espe-
cialmente de Soatama y Chigualá . Esos conjuntos han tomado
parte en los Concursos de Murgas Campesinas que organizó
Extensión Cultural de la Nación en 1961 con sede en Villapinzón
y que afortunadamente se han vuelto a revi vir desde las pasadas
fiestas patronales del municipio .
Recientemente se han nombrado expertos profesores
de música y danza para revitalizar las tradiciones y ense -
ñar a los niños de las escuelas municipales.
Ojalá pronto se comience a escribir la Historia de la
Música de nuestros pueblos, a guardar las partituras, a valorar
a los creadores, poetas y músicos que han hecho de sus sitios
de origen, lugares más dignos, alegres y queridos .
También, recientemente ha principiado a funcionar la
Oficina de Cultura y Turismo y se ha iniciado la estructuración
del MUSEO DEL CAMPESINO COLOMBIANO que , sin
lugar a dudas, viene a satisfacer el anhelo primordial de mirar
con afecto a nuestros verdaderos ancestros y lograr nuestra
propia identidad.

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EL COMPOSITOR LUIS GUZMAN

.... 1'1

ft ' \ O P m

De pie. el compositor. concertista )'


director de bandas, maestro Luis
Guzmán. Lo acompafia un colega de la
Banda de la Marina en la ciudad de
Washington. 1971 .
Personajes que han llegado a tener notoriedad a escala intema-
cional son olvidados, y en muchos casos, ni siquiera reconocidos o
mencionados. Así ha sucedido con Luis Guzmán, nacido en Villapinzón
el19 de agosto de 1900 y muerto el 10 de febrero de 1974 en Winter
Park, Florida. Su trayectoria es la del humilde vecino del pueblo que
acude a la escuela elemental, que pasa al Colegio del doctor Femando
Segura y que luego sigue sus estudios en lo que hoy se conoce como
Conservatorio de Músicade la Universidad Nacional. Fue compañero
y amigo de Luis A. Calvo y ahunno de Uribe Holguín. Pronto logra
ser miembro de la Banda de la Policía y más tarde, flautista de la
Orquesta Sinfónica Nacional.
La historia de este hombre, de talento excepcional, lo coloca
después como firndador del Conservatorio de Música de la ciudad de
Pasto. Su carrera ascendente sigue en los Estados Unidos, en el
Peabody Conservatory of Music de Baltimore donde continuó sus
estudios lo que comprueba su afán de superación. Pronto logra, por
concurso, la vacante de flautista principal de la Banda de la Marina
en Washington en la cual se desempeñó con tal brillo que alcanzó a
dirigirla en varias ocasiones, una de éstas frente a la Reina Victoria

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con ocasión de su visita y ceremonia de recepción oficial.
En el año 1947, debido a una beca que me otorgó la Universidad
Nacional de Colombia, viajé a estudiar música a New York. Natu-
ralmente, me detuve en la ciudad de Washington donde vivía
otro compositor de Villapinzón, Luis Guzmán . Me recibió en
su casa con enorme afecto, lo mismo su esposa y su hijita de seis
años .
Había llegado allí guiado por la caballerosidad y el afecto
de su hermano Buenaventura Guzmán, importante abogado,
como también lo era su otro hermano, el gran pedagogo Carlos
Alberto Guzmán. Entonces no alcanzaba a darme cuenta de la
importancia del músico Luis Guzmán. Ahora sabemos que se le
admiraba en Estados Unidos por sus magníficos arreglos musi-
cales, para banda,de algunas de las obras de Stephen Collins
Foster (1826-1864), nacido en Pittsburgh, uno de los más
queridos compositores de ese país y a quien coloca el gran
musicólogo Theodore M. Finney " como parte de la historia
porque representa esa cIase de nativos que ya tienen muy poca
referencia con lo europeo".
Se formaba la música representativa de Estados Unidos y
a su vez Luis Guzmán lo hacía para ese país y para Colombia.
Sus arreglos musicales para Banda, le fueron solicitados
personalmente por Winston Churchil1. Además, Luis Guzmán
como pianista concertista, al igual que con la flauta , ihterpretó,
entre otras obras, algunos conciertos de Wolfgang Amadeus
Mozart que le merecieron grandes elogios de la prensa.
Los anteriores comentarios son simplemente un breve
recuento histórico escrito por otro músico de Villapinzón.

A la izquierda, Jaime González. el


recordado compositor. acompañado por
los profesores Luis Mariano Barrero y
Santiago Barrero.

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EL TIPLE Y EL REQUINTO
LOS PRIMEROS CONSTRUCTORES
DEL LA UD EUROPEO

Entre los siglos XVI y XVII se construyeron en Europa los más


finos y hermosos instrumentos musicales. Saltan a la memoria visual
las espinetas y virginales, preciosos instrumentos antecesores del
piano, con pinturas en las tapas, cajoncitos para la costura con
labrados e incrustaciones remilgadas como si anunciaran el Rococó.
Principiaban a resonar brillantemente los sonidos de sus cuer-
das. En aquel entonces se acariciaba la madera, se le escuchaba y se
le embellecía para que soltara sus propios cantos y los de los hombres
creadores musicales. Se había llegado, poco a poco, a ese refinamien-
to, proceso acelerado por la misma sensualidad del Renacimiento.
Las primeras escuelas de laudistas y violinistas aparecieron a
fmales del siglo XV en Italia. Sin embargo, como lo dice Paul Henry
Láng en su maravilloso libro ' 'La Música en la Civilización Occiden-
tal ", (pág.189, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1963),
" Sorprende, en verdad, comprobar que la mayoría de los primitivos
fabricantes fueran germanos, algunos de ellos oriundos de Füssen,
pueblito del Tirol al pie de los Alpes." Entre estos fabricantes se
distingue la familia Tiffenbrucker cuya fama los llevó a varias
ciudades, entre otras, Padua, Venecia y Lyon. Continúa Henry Láng
informándonos, ahora sobre los constructores del laúd y dice: " Hacia
fines del siglo XV, los archivos mencionan a un tal ' Sigismondo Maler
Thedesco', esto es, Segismundo Maler el Tudesco, que bien podría
ser un hermano mayor, o acaso el padre de Laux Maler, el Stradivarius
del laúd. Este último verdadero artífice en su oficio y cuya historia nos
es desconocida, vivía en Bolonia por el año 1523 ." Quiere decir que
así como se refieren a la familia Amati y a Antonio Stradivarius como
los geniales constructores de violines, así mismo debe ser honrado el
nombre de Laux Maler como el mejor constructor de laúdes.

EL SILENCIO PARA OBRAR Y PARA ESCUCHAR

En aquellos talleres se laboraba en silencio, con pasión y


disciplina, quizá originada en la secular paciencia monacal que antes
había extraído los propios misterios de la música. Entonces el silencio
era el marco de los pensamientos y la música. Cuando miramos los

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preciosos instrumentos musicales pintados por el genial Jan Vermeer,
suena más el silencio creado por la luz de sus espacios y colores, que
lo que pudiéramos escuchar de los propios instrumentos que tan
amorosamente nos dibuja. Fue, pues, el amor en medio del silencio,
concentrado en la creación de los instrumentos, lo que los hizo tan
bellos y rícamente sonoros. Aquellos sonidos traspasaron las fronte-
ras y llegaron a inquietar el silencio de los páramos andinos, de sus
hombres, como los de la vereda de Soatama en VillapÍnzón.

TRASPASO DE LA MUSICA INSTRUMENTAL

Esto quiere decir que los hombres que llegaron a estas tierras
lejanas, trajeron costumbres e instrumentos muy variados. En cierta
forma, lo que sucede en la tierra conquistada es lo que acontecía en
la misma Europa; se inventaban nuevos instrumentos, especialmente
los derivados del laúd. De ahí que aparezcan tantos y tan variados, en
uno y otro continente. Los más conocidos, el tiple, la bandola, el
requinto, el requintillo, el charango, el cuatro, la guitarra, el
guitarrón, el arpa, fuera de los "recreados" por los aborígenes
utilizando conchas de armadillo y hasta trozos de guadua.
Esta fiebre de construcción de instrumentos se propagó a
muchos lugares. Pronto se abrieron talleres en Chiquinquirá, Vélez,
Tunja y, posteriormente, en Cali y Bogotá.

LA VIHUELA EN COLOMBIA

La historia del Laúd (alhud -madera), es muy antigua yde origen


árabe. Llega a Europa tocado por músicos geniales, intérpretes
reconocidos como solistas a partir del siglo X, cuando se formaron las
primeras escuelas de laudistas. En territorio ibérico el laúd se
transforma en vihuela y de ésta nace, posteriormente, el tiple colom-
biano. Nada refleja mejor el amor por la vihuela y su importancia
como instrumento en la formación de nuestras costumbres musicales
que la propia poesía popular, las coplas. Leamos algunas tomadas del
"Cancionero de Antioquia" de Antonio José Restrepo, cuarta edi-
ción, Editorial Bedout, Medellín.

!Oh corazón afligido, Esta vigüela que suena


la música te consuela tiene boca y sabe hablar
para tu mejor alivio sólo le faltan los ojos
te presento una vihuela! para ayudarme a llorar.

La caja d'esta Vigüela


ha de ser la sepultura
para enterrar este cuerpo
que jamás tuvo ventura.

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"En nuestros tiempos las labraba el señor Pachito, de los
cedros del cañón de la Sinifaná, donde vivía, y las sacaba a la
plaza, los domingos, en grandes costales, donde iban escogien-
do su sordita, por antífrasis siempre, los campesinos y mine-
ros". Sobre la vihuela o vigüela en el "Folklore de Antioquia y
Caldas" de Benigno A. Gutiérrez, con preciosas ilustraciones
del maestro Ignacio Gómez Jaramillo, cuarta edición, aparecen
muchas relaciones sobre el primer instrumento de cuerda que
llegó a nuestras montañas.

La vigüela que aquí suena Dale golpe a la Vigüela


tiene cuerdas de cordero con esas cuerdas de alambre
y el mocito que la toca dale vos a la chiquita
es un mocito soltero. que yo le doy a la grande.

Estas coplas nos revelan el uso de las cuerdas de tripas de


cordero y de alambre. También se menciona en la poesía campesina
el Requinto, especie de vihuela pequeña que servía para tocar
melodías agudas y que en el campo suplía las voces de la bandola,
instrumento melódico usado en pueblos y ciudades. La copla L283 del
libro citado anteriormente dice así:

Ella me dijo que juera


y que no dejara d'ir,
que llevara mi requinto
si me quería divertir.

El requinto es el alma de los conjuntos campesinos.De nitl0


escuché a los músicos de la vereda de Soatama y posteriormente tuve
oportunidad de presentarlos, en varias ocasiones, en programas de
televisión. Tocaban el capador o antara, el tiple y el requinto, cantaban
las mujeres con voz de falsete y se acompañaban con el chucho,
especie de maraca tubular muy en boga en otro tiempo. Ejecutaban
varias formas de danza, improvisaban sus coplas y orgullosos lleva-
ban sus vestidos regionales. Estos conjuntos se están reviviendo para
orgullo de nuestro pueblo.

Ora si no canto más


que me 'toy enterneciendo,
que los que me oyen cantar
dirán que te 'toy queriendo.

\4\

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GLOSA ARTISTICA SOBRE VILLAPINZON
Por: Guillermo Abadía Morales

PROEMIO

A quienes viajan desde la capital del país por la carretera central


del norte, vía que entró a reemplazar la línea férrea que fué el encanto
de niños y viejos hasta mediados del siglo, sorprende a la distancia de
87 kilómetros la presencia de un poblado llamado Villapinzón,
cercano ya a los límites con Boyacá. En primer término aparece una
alta iglesia, mejor llamada catedral, por su magnitud e imponencia.
Pero aparte del halago turístico que se completa con otras atracciones,
a los trabajadores de la Cultura nos esperan otras sorpresas. La
cordialidad de las gentes que es un paradigma del carácter mestizo tan
equilibrado por los parroquianos. Afabilidad sin zalamería, voluntad
de servicio discreto, sobriedad de palabras que nos recuerdan los
aforismos del humanista y poeta Alfonso Reyes:

"Fino abuelo tuvimos, como hecho de plata y marfil viejo


aunque él nunca lo seguía supo darnos un buen consejo.
El era una fuente de palabras, Wl río rumoroso y ancho
pero alguna vez confesó: hijo, al buen callar llaman Sancho.

De ahí nuestros " tapaos" de poco hablar y caras toscas, El sombrero blanco de jipa. e\corpiño. la
a todo evento ver y callar y , 'en boca cerrada no entran moscas' , . falda negra y las amplias enaguas de
encaje .los alpargates de fique con galones
negros y el pañolón de flecos largos.
Lástima que nuestros poetas se nos hayan vuelto facundos constituían el vestido típico de otros
aprendieran el mucho-en-poco de los campesinos errabundos." tiempos.

LA TRADICION ARCAICA DEL SIGLO XVIII

Después de haber descubierto en otro epicentro cultural de


Cundinarnarca como es Fómeque, se nos dijo que en Villapinzón
también se conservaban esas mismas tradiciones de música, danza y
teatro conocidas como "mojigangas". Si en las veredas de Potrero
Grande y San Lorenzo de Fómeq ue habíamos hallado por 1971 lmas
muestras maravillosas del teatro de gangarillas, unos meses después
durante las investigaciones patrocinadas por Joaquín Piñeros Corpas
para el festival folklórico de ClUldinamarca, encontramos en la vereda
de Soatama, cercana a Villapinzón, otras realizaciones sOIprendentes.
Concurrimos allí por gentil sugerencia del señor cura párroco de

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Villapinzón y hallamos el hecho ejemplar de unas familias que habían
constituído una agrupación artística llamada ' 'Los alegres de Orien-
te". Estaba confonnada así: José del Cannen Chavarrio 40 años
(Director). Anatolio López (26), Adelaida López (19), Tránsito
López (16), Hennencia López (15), Juan Antonio López (?), Luis
Alberto Moreno (25), Amparo Moreno (17), Carlos José Moreno
(10), José Joaquín Moreno (32), Benito Romero (24), Leonilde
Romero (?), Florindo Romero (21), Aniceta Romero (?), Marco Tulio
Heredia (?), Alfredo Heredia (?), Constantino Heredia (38), Flor
Marina Niño (18), Avelino Moreno (11). Todas estas mojigangas
danzadas utilizan, como en Fómeque, Tibasosa, Tlmja, Málaga,
Riosucio, Sucre de Santander, la música del Torbellino. Así,en Las
Perdices, El Surumangué, La Escoba, Los Saludos o Los Pasamanos
que son las más destacadas de Soatama.

LAS MOJIGANGAS

Veamos a grandes rasgos qué son las dramatizaciones llamadas


"mojigangas" . En la EspaI1a del siglo XVIll existían agrupaciones de
"cómicos de la Legua' ,,actores empíricos de teatro ambulante que recoman
regiones de ámbito aledaño no mayor de cinco kilómetros a la redonda, por
la cual se denom.inaban "de la legua" . Estos grupos sucedáneos de los
clásicos "carros de Tespis" griegos, eran COl~WltOS fommdos por tres o
cuatro hombresadultos acompañadosporWlO odosmuchachos de facciones
delicadas, encargados de los papeles femeninos. Dichos conjlUltos se
llamaban " gangarillas ", diminutivos de la voz arábiga " ganga" que
significa "regalo" porque su fi,Ulción era la de presentar intennedios
graciosos en los trancos del drama teatral, con el fin de aliviar la tensión
nerviosa de quienes observaban las tragedias. Estos laudables intennedios
recibían los nombres de "entremeses" (por ser intermedios)0 " mojigangas"
que en arábigo significa "regalo dulce" o bien " sainetes" por alusión al
" sain" Otrow de manteca de paloma que daban los cazadores de cetrena
aloshalcones ogerifaltes omilanos comoprem.io alas aves de presa que traían
las palomas cautivas y antes de regresar a buscar nuevas presas.
Por semejanza con estos bocados de regalo se llaman " sainetes" los
intennedios o entremeses del drama. Debemos pregillltamos por qué en las
gangarillas o mojigangas los muchachos aswnían los papeles femeninos,
usando travestido de mujer, faldas ytrenzas de fique ode seda ypintura facial
o afeite femenil. La razón era que en el teatro del siglo XVIll estaba vedada
la presencia de la mujer como actriz teatral.La denominación de " cómica"
era despectiva. Así se observa que esta tradición se mantiene en Fómeque
cuyos participantes teatrales van travestidos en una rnitad del personal.
Volviendo al ejemplo de Villapinzón y concretamente a la vereda
de Soatama y a su agrupación de " Alegres de Oriente" diré que su
elenco estaba por 1972 formado por la lista ya dicha. Además
la razón de ser el Torbellino la música empleada y no otra,debo
agregar unas palabras:

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CARACTERISTICAS DEL TORBELLINO.

La tonada y coreografía más utilizada es ésta, por su facilidad


rítmica y por la destreza natural del mestizo en realizarla. No hace
muchos años hallamos en nuestros viajes de investigación indigenista
y concretamente en la zona o habitat de los indios Yuca-motilón, tribu
caribe de la Serranía de Perijá (Socorpa, Maracá, Casacará) en el
departamento del Cesar, limítrofe con Santander y Venezuela, que los
indígenas tienen un canto y danza llamado "karakeney" cuyas
células rítmicas son exactamente las del torbellino mestizo. Por algo
los musicólogos dicen que la tonada andina más cargada de influjo
indígena es el torbellino. Esto explicaría justamente que el paso de
rutina en la planimetría del torbellino es lo que se conoce como
"trotecito de indio". Tal origen autóctono explica por qué el canto de
viaje Karakeney de los Yuca se aplicó lógicamente a la funcionalidad
de caminantes y peregrinos que viajan a los santuarios religiosos
(romeros) o a los que van a los mercados regionales (vivanderos)
semanalmente. Del paso de marcha habitual por lomas, travesías y
llanadas (trotecito de indio) nació exactamente la planimetría del
torbellino actual. Sobre la funcionalidad de esta danza debemos
aclarar algo muy necesario. Esto es el criterio que determina la
concepción de la música en sus diferentes estratos.

Conjunto instrumental de la vereda de


Soatama que ha guardado celosamente
la tradición de los cantos. torbellinos)
guabinas que se danzan y que los han
acompañado en sus romerías.

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FILOSOFIAS DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO
Y DE LA DE MANTENIMIENTO

Recordemos que en nuestra sociedad de conswno la música


tiene dos categorías: la de los que la estudian con criterio de
, 'conocimiento y dominio como una de las bellas artes" o como
pasatiempo amable y recreación festiva. Pero en la sociedad de
mantenimiento como es la del indígena, el criterio cambia diametral-
mente. Aquí música y danza son funcionales y por ello sus géneros no
son llamados como en la sociedad de conswno: música caliente,
música bailable, guasca, de carrilera, chévere, pachangosa, etc., sino
dentro de un criterio eminentemente religioso o "ritual" . Pensemos
en que Camille Mauc1air escribió su libro" La religión de la musique"
con criterio semejante y justo.
Los indígenas establecen los géneros de la expresión
musical y coreográfica así : De Iniciación, Pubertad, Bautizo,
Himeneo o Boda; de Fertilidad, Cosecha, Caza y Pesca; de
Cuna o arrullo ; de Viaje; de Construcción de vivienda y estreno
de ella; de Ensalmo médico y curaciones ; de Anfitriones y
Carne y Fruta; de Guerra y de Funebria; de Libación y prepa-
ración de bebidas . Así, en las mojigangas de que estamos
tratando y en el caso particular de Villapinzón (Soatama)
hallamos que las Perdices, la Escoba, el luso o la Caña son
evidentemente funcionales de las vivencias, quehaceres y ta-
reas campesinas . En Las Perdices se interpreta el quehacer de
estas palomas rústicas cuando buscan en el monte las semillas
de que se alimentan y la súbita aparición del gavilán, simboli-
zado en un silbido que pone a la espectativa a los volátiles yasí
los danzarines se acuclillan y miran hacia las nubes por el temor
de la agresión. Pasado este peligro al anunciarse otro silbido
lejano, las perdices vuelven a su tarea normal. En la Caña se
dramatiza la labor del corte de la caña, su arrume y llevada al
trapiche en donde los bueyes giran para moverlo y el gañán que
los dirije simula el pique con el casquillejo al que los bueyes
reaccionan con patadas.
En la Escoba se verifican seis simulaciones diferentes con
este artefacto doméstico . La rueda de danzarines gira en pare-
jas (normalmente seis parejas y un escobero sólo que no lleva
compañero diferente a la escoba) y cuando este escobero, luego de
hacer alguna simulación, arroja el artefacto al suelo, en este punto
todos deben cambiar de pareja y uno de ellos se queda forzosamente
de escobero nuevo. Tal circunstancia sirvió para aprovecharla y
deshacerse del artefacto. Cada nuevo escobero debe realizar una
simulación diferente entre las que se obligan: barrer con ella en el
suelo, alzarla como bandera o estandarte, llevarla a los hombros como
cargador de agua, disparar con ella a guisa de rifle, usarla como tiple

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para rasguear el instrumento o montar en la escoba a la manera de las
brujas. Ninguna de estas simulaciones debe repetirse por quienes
sucesivamente cumplen la penitencia de escoberos. Todos estos
simulacros han de hacerse en danza de torbellino ya que es la tonada
que ejecutan los músicos obligadamente y por las razones ya expli-
cadas. En la mojiganga del Juso (deturpación de " huso") una sola
pareja actúa como en la Coqueta o Disimulo. La mujer lleva un huso
que hace girar con el tortero para hilar la lana y de cuando en cuando
ha de torcer el hilo en la rodilla; en tanto el hombre suministra la lana
girando en los brazos el ovillo. En algunas regiones de Santander y
Boyacá se realiza La Manta, variante del Juso en que se escenifica no
sólo la esquila de la ovej a, el lavado del vellón, la escarmenada,
la hilada y la tejida hasta obtener la manta. En esta última se
emplea a veces el Bambuco como tonada de base .

EPILOGO

Resulta indudable que es necesario aclarar dos preguntas


que surgen al afirmar que el trote cito de indio es la forma más
habitual de la marcha campesina y que en el siglo XVIII estuvo
prohibida la presencia de la mujer en las gangarillas. Respon-
deremos así :
10. - La forma de marcha más cómoda, rendidora y
sostenible no es el paso común habitual de las ciudades,
montótono y lento , ni menos la carrera o galope, por fatigante
e insostenible . En cambio, el trote, como lo demuestran los
caballares y aún los deportistas, puede sostenerse o mantenerse
por varias horas sin fatiga . Todos vemos a los futbolistas y
corredores de los estadios trotar toda una mañana sin cansan-
cio. El caminante rural usa este tipo de marcha para sus
travesías de campo y loma. Los que viajábamos a caballo por
Cundinamarca, Santander y Boyacá, veíamos que alIado nues-
tro podían ir trotando los campesinos mientras charlábamos a
lo largo de los viajes . Así el torbellino -como danza- no tiene
las limitaciones temporales del bambuco, el pasillo,el jaropo o
el mapalé .
20 .- La veda de actuación de la mujer en las gangarillas no
es sólo de índole moral o religiosa. Simplemente era de segu-
ridad y cuidado para el elemento femenino porque las gangarillas
o grupos de "cómicos de la legua" debían viajar por los caminos
y veredas de día y de noche a lo largo de regiones poco pobladas
y posadas no muy confortables, a veces asistidas por maleantes
y malhechores furtivos . A ello se debía la necesidad de evitar
la presencia de mujeres que entonces se decían de "sexo
débil" y no como ahora en que la " liberación " ha cambiado las
reglas de juego en el desarrollo social y en lo que antes se
llamaba "las buenas costumbres ".

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EL MERCADO

El mercado es la más viva representación de las tradiciones


precolombinas. En Tenochtitlan, hoy Ciudad de México, cuenta
Miguel Angel Asturias, el mercado fue algo fantástico donde se
exhibían y compraban los más variados y exóticos productos. En los
mercados indígenas de Bolivia y Perú, aún hoy, se extienden por el
suelo preciosas mantas de hermosos colores que alfombran las
plazas y las calles. Así, orgullosamente, exhiben sus productos, los
intercambian en mercado de trueque, mercancías y sentimientos que
a la vez conllevan relaciones humanas sencillas y profundas.
En los pueblos cundiboyacenses, el mercado también sigue
siendo centro de intercambio, sitio de alegría, de charlas y regateos
en lo material y sentimental. El mercado es distracción y lugar para
expresarse con ropajes, dichos, invitaciones y comidas; inmensa sala
donde se reúnen los abuelos, los padres y los hijos. Por el mercado
de Villapinzón pasan las tenderas que transitan de pueblo en pueblo
colgando colores e ilusiones; hábiles charlatanes que gozosos lanzan
al aire vajillas y largas retahílas. En el mercado se dan la mano los
compadres y nacen las miradas que los jóvenes retienen para llevarlas
al campo y jugar con ellas al desprecio o al amor.
Ojalá el mercado, tan bella expresión colectiva de los pueblos,
nunca se cambie por los supermercados sin alma, sin dueños ni
venteras. Hay que gozarlos, animarlos con músicas autóctonas,
representaciones de teatro popular, premios a los mejores productos.
¡Que todo sirva para conservar la tradición de los mercados!

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LA ARQUITECTURA
Por Luis Antonio Escobar

... y el hombre, como lID dios terrestre, tomó el' polvo con sus
manos, lo amasó y formó el barro; arrancó las pajuelas llamadas
" cuán" y las trenzó en lasos y cabuyas; cortó el chusque y con todo
lo anterior, creó los bornos en donde vivieron con sus mujeres y sus
hijos. Así nacía la más bella arquitectura del hombre, modelada con
sus propios dedos y sus manos, realizada con los más simples medios
naturales. Aquel hombre no necesitaba más . Su perspectiva estaba
fuera de su casa, mirando el cielo, sembrando las semillas del maíz o
de la papa, acariciado por el viento, oyendo el murmullo y gozando
las melodiosas quebradas y los ríos, adentrándose en la selva,
integrándose como parte de sus caminos y montafias, todo lo cual, a
su vez, lo hacía crear, danzar y cantar.
El bohío, quizá fue la primera gran creación arquitectónica del
indio. Lo construyó hasta llegar a simplificarlo como esencia de su
sensibilidad, como síntesis geométrica ylo colocó en el espacio como
si fuera W1 nuevo árbol de alegría, como para colgar nidos fecundantes.
El piso también fue de barro y le sirvió de lecho y continua cOlnLmión
con la tierra, caracol-oído para escuchar sus canciones misteriosas o
para entregarle sus propios megos lacerantes. Así vivieron nuestros
antepasados recientes, en casas que ahora agonizan mostrando su
esqueleto de caí'ías con barro apelmasado, barro triste, de color de
muerto, barro que sigue resistiendo el sol y el viento, del cual, como
si el tiempo suspirara, brotan de repente flores alucinadamente
relucientes.
Nuestros abuelos dtmnieron en esas casas, pusieron fogones en
su piso, hicieron cántaros de barro para traer el agua pues los
tatarabuelos habían inventado el noble lenguaje de la cerámica que,
después de muchos siglos, sigue hablándonos y mostrando el alma
profunda del indígena. Se llegó tan lejos que,con el barro nacido de
la tierra, elevaron fantásticos templos en sus antiguas ciudades, como
los de Chanchán de los chimúes o la Huaca del Sol al norte del Perú.
Más tarde, otras culturas de Centro y Suramérica, dominaron la
piedra hasta lograr la perfección con los templos mayas de Chichén
Itzá, Uxmal,Tikal y Teotihuacán que hoy se siguen contemplando con
'enorme admiración y como muestra de las más esplendorosas obras
arquitectónicas de todos los tiempos. Allí siguen reptando enonnes
serpientes que asoman sus cabezas de piedra, mostrando la realidad

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de la escultura, del adorno en la construcción. Cuando llegaron los
españoles, ya siglos antes había culminado un arte hermoso, arte
indígena que podía llamarse Barroco, estilo que los invasores apenas
comenzaban a sentir.

LA INFLUENCIA ESPAÑOLA

La inmensa mayoría de ciudades salieron de pueblos o


asentamientos al pie de los grandes ríos que quitaban la sed y le
agregaban belleza a sus alrededores. En el caso de los españoles,
ansiosos de dominio y riqueza, pensaron más en imponer sus dos
símbolos definitivos, la iglesia y la casa de gobierno o alcaldía. Eran,
la nueva religión y el nuevo idioma. Al comienzo fueron iglesias-
chozas como en las que tuvieron que vivir, en Santafé Fray Juan de
los Barrios y en Popayán el obispo Juan del Valle, esta última iglesia
en donde se hacía de todo, lo humano y lo divino.
Pero una vez alcanzado el éxito, realmente se construyeron
preciosos monumentos que a su vez conformaban la Plaza Mayor,
sentido arquitectónico y urbanístico que modeló todos los pueblos y
ciudades no sólo de Colombia. El mismo Jiménez de Quesada nombra
al arquitecto Juan de Céspedes para que trace el nuevo poblado de
Santafé de Bogotá convirtiéndose así en el primer urbanista de la
ciudad. La severidad arquitectónica espafiola y el sentido de la urbe
se labró con piedra y armonía en sitios como Villa de Leyva y en
pueblitos apartados cuyas plazas son sus amadas salas de recibo.
Pero en lo que se refiere a nuestro querido pueblo Villapinzón y
a la cultura Chibcha, sigue hasta nuestros días el rastro dejado por el
chusque, por el barro y por el cuán como en otras partes la guadua,
y como en la mayoría de los pueblos, se acomodan las influencias
española e indígena, casas de adobe, del mismo que usaron en
Mesopotamia, cuán y fique torcido, teja de barro y todo dentro de la
estupenda armonía espacial de las plazas espaJ.1.olas. Es lma especie
de milagro que la mayoría de los pueblos siguieran el trazado o sentido
urbanístico que se inicia con Don Juan de Céspedes. En Villapinzón
se construyen las casas de tapia pisada, con teja de barro y con el
tiempo se agregan, la cal, el cemento y el baldosín.
Después las casas se construyen con cimientos de piedra y
gruesos muros de adobe, a la usanza española y se pisaJ.1 tapias de
barro que sirven para delimitar· las pfOpiedades con inmensos porta-
lones.
Comenzaban a desaparecer ciertas fonnas culturales indígenas,
la Minga o el Convite, formas comw1ales utilizadas no sólo para
construír viviendas sino para rew1Ír cosechas, hacer caminos y
levantar hermosos templos. Ese maravilloso espíritu de ' 'convite" se
palpa aún en Villapinzón que ha logrado crear caJ.ninos aJ.nplios para
todas las veredas y escuelas dignas para sus niños. Mucho antes del

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Portalones de entrada a las antiguas
haciendas que junto con las tapias de
adobe persisten contra el tiempo. Ahora,
más que guardianes, son reflejos de
formas y materiales arquitectónicos.
alba, caminé con mis padres que llevaban amasijos para ser vendidos
en bazares veredales a beneficio de sus escuelas. Es la tradición
indígena que ha hecho prosperar a nuestro pueblo.
La plaza sigue siendo el centro de los pueblos. Se puede decir
que no existe pueblo alguno que no se identifique por su plaza, iglesia
y alcaldía. Allí se congregaban 'Ios ciudadanos a " mercar", a oír el
"bando", a celebrar las procesiones. En éstas, en fonna espontánea,
aparecía lo que cualquier crítico de arte podría gozar y llamar muy
justamente el " Pop art" . Me refiero a las palizadas llenas de greda
afmada con las manos y en las cuales se hacían figuras de ángeles,
custodias, flores y demás adornos del pennanente barroco popular,
todo realizado con pepas de eucaliptus, papel creppé, y cintas de
colores. Allí se colocaba el Santísimo en las fiestas del Corpus Christi,
se escuchaba el coro de niños acompañado del annonio llevado en
andas. Eran cuatro altares, uno en cada esquina yen cada una de éstos
salía a relucir el poder creativo de los encargados de recibir la custodia
sagrada. Bajo palio, cirios grandes, llevados por los dignatarios
importantes, se recorrían lentamente los trayectos que estaban ador-
nados con arcos llenos de flores y de corales.
En otras ocasiones, para la fiesta de San Isidro o de San Pedro,
los niños eran los encargados de llevar frutos y amasijos especiales
que imitaban a estos santos con masas de harina y ojos de maíz
tostado. Y,naturalmente,en la noche seguían las fiestas populares con
vacalocas, varas de premio, castillos de pólvora en medio de alegres
bambucos, pasillos y torbellinos tocados por la Banda del Pueblo o
por los conjlUltos veredales que entonces eran muchos y muy espon-
táneos.
Todo lo anterior se liga a la arquitectura si pensamos que su
esencia también es la creación. Seguía imperando el sentido del arte
total y el enonne respeto a las manifestaciones populares. En otro

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pueblo, Vianí, tuve la oportunidad de escuchar las improvisaciones
poéticas del bardo campesino que en cada esquina alababa a la Virgen
o al santo de turno. La espontaneidad de las expresiones al1ísticas era
algo maravilloso que no supimos comprender a tiempo.
Da pena pensar que todas estas mallifestaciones se hayan
perdido, que no se hayan filmado , que no haya archivos. Y no me he
referido a los altares de Semana Santa, a los espectáculos " Pop", es
decir, netamente populares en sus expresiones teatrales. Las proce-
siones que llevaban el cuerpo de Cristo, velado toda la noche, al dolor
sincero de los feligreses manifestado con su llanto. Este ambiente del
barroco americano me hace recordar el llal1to profundo de Juan
Sebastián Bach en su maravillosa pasión según Sall Mateo, cuando
siente dolor al ver en el sepulcro a su Dios y le canta con toda ternura:
"Mi Jesús! Mi Jesús!". Eran tiempos, en el caso de Colombia,muy
recientes, cuando se era sincero en las creencias. Por eso sus
mallÍfestaciones fueron hermosas, quizá ingenuas y simples pero
llenas de esa aureola que da la autenticidad.
Pero sigamos con las casas que después fueron construídas con
ladrillos cocidos en el mismo pueblo. Entonces la casa tenía ventanas
y puertas más alnplias, tejas de barro, algunas, techo de zinc y otras,
de plástico o "eternit". Se cambiaron los diseños. Se vivió ya para
mostrar la arquitectura. Puertas grandes, garages, pórticos, barandas
y cocinas para luz eléctrica. Todos estos estilos obedecen a cambios
muy rápidos que requieren sitios para la televisión, sala de juegos, en
fm, todo eso que se llalna moderno. Sin embargo, aún se pueden
contemplar algunas casitas con alma pintada de flores . Por Villapinzón
se pasaba para ir a TWlja y se miraban casas verdes y rosadas, casas
con geranios sembrados en vasijas de barro, con tarros llenos de
novios, entradas de margaritas que milagrosamente permanecían
florecidas todo el tiempo. Las mujeres, los hombres, los niños, las
gallinas, los perros y los gatos vivían entre flores. ¡Cuánto hay que
recuperar y salvar como ley sagrada de nuestras bellas tradiciones!
Por dentro las casas estuvieron siempre limpias y adornadas con
materas de claveles, hortensias o geranios; las mesas con manteles
limpios que trenzaban rosas rojas bordadas en crochet; el huerto olía
a yerbabuena, toronjil, albahaca, tomillo, coles y cebollas, hierbas
metidas entre duraznos, cerezos, papayuelos o ciruelos. La arquitec-
tura no era un plan para mostrar. Se construía para vivir amorosamente
y si alguien visitaba aquellos bogares sentía la bondad y nobleza de
sus dueños que siempre invitaban a compartir el pan de la morada. El
perro, el gato, las gallinas, el gallo madrugador, integraban la arqui-
tectura de las proporciones pues tenían sus propios linderos en sus
corrales y solares.
Ese fue el tiempo cuando, como en la época medioeval europea,
se levantaban catedrales empujando al espacio las agujas enhiestas de
las torres, buscando el cielo yen éste, algím indicio milagroso de Dios.

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Se juntaban los hombres unidos por la fe que los ayudaba a seguir el
ritmo tranquilo de sus hogares y deberes. Así surgió la iglesia de
Villapinzón, orgullo no sólo de este municipio sino de la arquitectura
nacional. Su fachada limpia, de estilo neorenacentista, clásico, tran-
quilamente equilibrado, es en verdad una bella obra de arte . Me apena
decir que los villapinzonenses no supieron cuidar el altar, preciosa
obra del maestro Ricardo Acevedo Bernal que algún párroco ines-
ponsable mandó denibar, no sé con qué fines . En igual fonna y por
descuido de los feligreses y aún de las autoridades municipales, se han
perdido ornamentos y custodias cuyo valor no sólo es económico sino
cultural. La Curia está en mora de investigar y conegir estos desmanes
de sacerdotes que no respetan el patrimonio de los pueblos. Sobra
decir que estos actos inesponsables son excepciones pues la imnensa
mayoría de los sacerdotes encargados de la panoquia se han distin-
guido por su comportamiento ejemplar y el deseo de ayuda a sus
feligreses .
La iglesia, en otro tiempo, debía estar rodeada de jardines. Se
levantaron pilares en piedra que armonizaban con el estilo sobrio de
la iglesia. Se sembraron hortensias, pensamientos, margaritas que los
niños de los colegios cuidaron con esmero. Era la realidad de un
pensamiento arquitectónico total que reswnía las estmcturas del
comportamiento del hombre de entonces. Pero llegaron otros sacer-
dotes y gobernantes que alquilaron o vendieron estos jardines aleda-
ños a la iglesia y en su lugar se levantaron casas de comercio, bancos,
tiendas o sitios de aparejos.
A sus casas los campesinos les dejaron espacios definidos para
sus propios jardines y huertos. Era tm sentido casi elemental pues se
colocaban en fraternal algarabía, flores , hierbas de cocina, medicina-
les y árboles fmtales . Pero esto no importaba. La esencia era el amor
por el jardín,por el adorno para el hogar. Tristemente, como en el caso
de los jardines de la iglesia, ahora se principia a ver solamente el valor
comercial de los espacios. Se acaba el sentido proftmdo de la
arquitectura humanizada. Ni los sacerdotes ni los campesinos de otro
tiempo supieron las premisas de Filippo Bnmelleschi pues no alcan-
zaron a construír la cúpula de la iglesia contemplada en el proyecto.
No supieron qué es tm volwnen descompuesto, Wl estilo racionalista
ni otras tantas fónnulas de los estudiosos del espacio y de la fonna .
Sin embargo, supieron guardar, hasta hace poco tiempo, la tradición
indígena que amaba los espacios, las flores, los jardines, las fonnas ,
la escultura, el agua y los ríos, todo lo cual es también arquitectura.
Fueron sociedades j untas, cenadas, familiares, unidas por creen-
cias y religiones de conjunto. Ahora asistimos a la disgregación, no
hay dioses ni religiones únicas y la arquitectura ya no es producto de
orientaciones estéticas o de estilos definidos. Hasta se podría decir
que la arquitectura ya no complace al hombre y más bien lo aprisiona,
lo ahoga el espacio medido en centímetros cuadrados. Lamentable-
mente, hasta en los pueblos la arquitectura se ha desl1Lunanizado.

159

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Por mucho tiempo la casa fue apenas un
refugio humilde. construida con barro y
chusque. techo de paja y posteriormente
con adobe. Se vivía y se cocinaba afuera.
Para dormir utilizaban esterillas de
junco. Acompañaban a la casa el árbol y
la huerta. el cordero. el perro y el gato.

Caminos de 8olh'ar y Santander. de


campesinos y caballeros. enmarcados
con tapias de barro,

Forma típica de las casas a mediados del


siglo. Varias habitaciones definidas.
patio cubierto. puertas ~ \'entanas
amplias. corredor con ladrillo o baldosín,

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Antigua Estación del Ferrocarril a donde
llegaban las inmensas locomótoras, entre
otras, la famosa Mil Uno.
Al frente los nuevos "durmientes"para la
reconstrucción de la vía férrea .

Escuela de la vereda de Chinquira.


Cada edificio con estilo diferente.

Alcaldía Municipal de VillapinLón


Mezcla de estilos.
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Casa de estilo moderno con balcón
recogido. garaje amplio. materiales
nuevos. puertas metálicas. \"idrios
esmerilados,tanques para el agua ~ techo
plano.

Alegre colegiala rumbo a su casa en el


nuevo barrio.

Plaza cubierta para depósito y \ enta de la


papa. Actualmente Propapa constru\c
un moderno centro de comercialiLación
de este producto.

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CURTIEMBRES

Después del prOGeSO del curtido. 105


cueros cuelgan. listos para comertirse
en los más variados sofisticados
artículos.

164

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LA INDUSTRIA DEL CUERO
Por Alcibíades Gil

El cuero curtido que el hombre utiliza desde hace muchos siglos es


notorio por presentar WI conjlUlto de propiedades que no reúne ningún
material artificial. Puede ser tan duro y tenaz que resulta difícil trabajarlo,
pero puede ser tan suave y flexible como un tejido fino, constituyéndose
en material del que se pueden servir las costureras. No presenta
dificultad para cortarlo, lll1irlo, repujarlo, teñirlo; lUla vez cortados los
bordes no se deshilan, características que para algwIas aplicaciones lo
hace superior a otros materiale~ y tejidos. El cuero se viene utilizando
desde hace muchos años para fabricar toda clase de enseres y utensilios,
como sillas de montar, recipientes para cargar agua, aceite y vino,
artículos de viaje, guantes industriales, correas, zapatos, muebles,
prendas de vestir etc. Para producir este material de múltiples usos, es
necesario el arte del curtidor.
El curtido en el mlll1do se practica desde tiempos inmemoriales y
el primer sistema de curtición consistió en ahumar las pieles y tratarlas
varias veces con grasas y acacias que contienen taninos . Al parecer los
egipcios fueron los primeros que Utilizaron el alumbre como materia
curtiente y los romanos, los iniciadores de curtientes vegetales, princi-
palmente corteza de pino.
Hasta finales del siglo XIX, los procesos de curtido fueron
tradicionales, con muy poca evolución, solamente hacia 1.880, el Sueco
COVALLIN y el Alemán F. KNAPP, inventaron el curtido usando sales
de cromo, invento que patentaron los norteamericanos SHVLTZ y
DENNIS. Desde entonces se ha producido un progreso extraordinario
en el proceso de curtición.
Entre 1.910 y 1.916, el profesor HR. DROCKER, de la Universi-
dad de LEEDS, estudió el curtido al cromo que suplantó el curtido con
vegetales y alumbre. El Italiano LEPETIT descubrió el Extracto de
Quebrancho como el mejor tanino de madera y por último aparecen los
taninos artificiales que junto con las propiedades curtientes del fonnol
y del circonio, hacen preveer la obtención de cueros que presentan
cualidades y características nuevas.
El establecimiento donde se curten y trabajan las pieles técnica-
mente se llama curtiduría, pero tradicionalmente se ha conocido con el
nombre de ' ' TENERLA" .Este nombre es típicamente Espai'íol y provie-
ne de WI Barrio Medioeval de la Ciudad de Toledo, en el que floreció la
artesanía del cuero repujado.
En Villapinzón la industria del curtido tiene más de 150 años y los
primeros curtidores se ubicaron en las partes altas de las veredas
de San Pedro y Casablanca ricas en aquel entonces en especies

165
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nativas como el encenillo, el roble y la acacia, que contienen
extractos tánicos que utilizaron para curtir las pieles que movili-
zaban a lomo de bueyes de carga o a las e~paldas , por trochas y
caminos en mal estado.
Las pieles las compraban en Bogotá y municipios vecinos de
Cundinamarca y Boyacá. Al agotarse las especies que contenían tanino
localizaron buenas cantidades de encenillo en el Valle de Tenza y
Arcabuco y se organizaron comerciantes que traían a los curtidores los
bultos de la corteza.
La maquinaria y herramientas utilizadas eran muy sencillas y
constaban de una alberca, un banco para descame, una cuchilla de
descamar de 2 mangos con borde cóncavo para raspar y un convexo para
cortar, un molino mecánico para triturar la corteza, Wla mesa, una
estiradora de bronce o cobre con empuñadora de madera, piedras de dos
o tres arrobas, agujas y cuerdas de fique porque se hacía un zurrón, se
introducía la corteza con otros productos químicos yagua, se le
colocaban pesadas piedras para que el poro del cuero abriera y recibiera
estos productos con los cuales el cuero quedaba curtido.
El proceso se hacía en forma mdimentaria y curtían las vaquetas que
llamaron "chocontanas" que tantos usos le dieron los talabarteros del
Tolima y de Los Llanos Orientales. También se fabricó zuela que se
vendía en Guateque y Duitama para hacer cotizas y alpargatas. En
Villapinzón sobresalieron en la industria de las cotizas Antonio López
y Siervo Contreras.
En la década del sesenta aparecieron los primeros fulones (bom-
bos) a lado y lado de la Carretera Central del Norte y riberas del Río
Bogotá iniciándose el proceso de curtición al cromo de pieles de vaClillO
y oveja, fabricando los forros para carteras y calzado.
En la década del setenta se fue mecanizando la industria y aparecen
las primeras descarnadoras, divididoras, rebajadoras, estiradora y cilin-
dros; se sustituye la utilización de la corteza del encenillo por los
extractos de Quebrancho y Acacia que los mismos curtidores importan
de Argentina, Brasil y Paraguay. Otras materias primas se compran a
multinacionales establecidas en Colombia.
En la última década se presenta lo que se puede calificar como " La
revolución de la Industria del cuero en Villapinzón" .Se importan de
Alemania, Italia y Brasil las máquinas más modernas y sofisticadas. Se
inicia la producción de Napas para calzado y confección, tulas para
manufacturas de exportación, se adquieren las más modernas técnicas,
nacen nuevas industrias y se incrementa el volumen de producción.
La comercialización de los productos tellninados como suelas, cmpones,
cuellos, faldas, talas, mediosdetalabarteria,napas ytul as se hace anivel nacional,
gozando de gran acogida entre los artesanos e industriales por su buena calidad
para producir las mejores manufacturas, zapatos y prendas de vestir del país.
Nuestra industria curtidora ha evolucionado notoriamente en los últimos
años y hoy, en tecnología y calidad; puede competir con las grandes industrias.

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CRONICA DE LAS ANTIGUAS CURTIEMBRES
Por Amparo Angel

Hacia el año 1606, el Arzobispo Bartholomé Lobo Guerrero,


ordenó matar cientos de carneros para curtir sus pieles y hacer los
treinta y siete libros de cantos, orgullo de la Catedral de Bogotá, sobre
los cuales se dibujaron las notas musicales y las letras pintadas por el
gran miniaturista Francisco de Páramo.
Las técnicas de curtiembre venidas de España se iniciaban en
Colombia, no sólo haciendo las delicadas hojas de los libros sagrados
sino repujando cueros, tratando las pieles de diferentes calibres para
toda suerte de accesorios como, sillas, aperos, estribos, zamarras, alfoIjas,
zapatos, botas, botijas y ZillTones para conservar la miel y la chicha.
Los bosques que rodeaban el sitio de, por aquel entonces
Hatoviejo, hace cerca de doscientos cincuenta años, no habían sido
tocados aún por el hombre. Sus montafías estaban vestidas de espesos
bosques que hacían crecer, a pesar de la altura del terreno, cientos de
especies nativas, una de ellas propicia para las curtiembres, el
Encenillo.
Uno de los tradicior¡ales curtidores de Villapinzón don Jaime
Lizarazo Femández, nos ha infonnado algw10s detalles de las anti-
guas curtiembres y cómo su abuelo, orgulloso, le contaba que el
General Francisco de Paula Santander había comprado su silla de
montar en Chocontá, hecha con la famosa Vaqueta Chocontana.
Este pueblo, vecino y hennano de Villapinzón, fue famoso por
sus industrias artesanales de sillas de montar y aperos. Hasta hace
muy poco tiempo daba gusto recorrer su calle principal y admirar, a
lado y lado, las puertas decoradas con rejos, zamarras, sillas y
diversos productos elaborados con cuero. Esto hace pensar que
muchos de los caballos de los libertadores fueron aperados en este
sitio.
La primera curtiembre en Villapinzón se inició hacia 1820,
con don Francisco López, apodado "Pacho Cuchara" y desde
1880 se propagó el oficio con los primeros curtidores: Angel
María López, hijo de don Pacho, Custodio Barrero, Gervacio
López, Ramón Fernández, Fernando Lizarazo, Román López,
Esteban Fernández, Manuel Fernández y otras familias , los
Contreras, los Vera , los Berna\. Estos primeros curtidores
transmitIeron las técnicas a sus hijos y nietos y se han conser-
vado hasta llegar actualmente a la cifra de 185 curtiembres en
los sectores de Villa pinzón y Chocontá.

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TECNICA ANTIGUA

El antiguo proceso se iniciaba con la pelada'de la piel a base de


ceniza y cal traída de las calizas de Ventaquemada. Se dejaba la piel
en remojo, en un Calero, durante quince días para ablandarla, al cabo
de los cuales se sacaba y se extendía para quitarle el pelo raspándolo
con una pala. Luego, se dejaba en un pozo con agua pura durante tres
días. Después se "manaba" con un "manisto" para sacarle la cal de
los poros y se descarnaba con tilla cuchilla Reversa o cuchilla Larga.
Enseguida era dejada en remojo un día para colocarla luego en otro
pozo preparado con cáscara de Encenillo o Dividivi. El Encenillo se
molía de antemano en una pila con un pizón y era el encargado de teñir
la piel. Se sacaba de este último pozo y cocida en forma de zurrón,
con fique y aguja de arria, se llenaba de agua y cáscara de Encenillo.
Al Zurrón se le colocaba piedras encima para hacer "sudar la
vaqueta". Este proceso hacía pasar por los poros el agua y teñía la piel.
Se blanqueaba con .ácido oxálico y bisulfito de sodio y por último, se
extendía al sol estirada y sostenida con trozos de madera.
Así continuó por mucho tiempo el proceso de las curtiembres,
hasta que llegaron nuevos métodos y máquinas modemas con los
cuales se adelantan las curtiembres actualmente.
Don Luis Parra, es el único artesano que continúa la tradición
antigua del curtido. El prosigue, en Tres Esquinas, la antigua
costumbre de sus mayores, que quizás se inició en aquellos tiempos
del Arzobispo Bartholomé Lobo Guerrero.

Histórica piedra tallada como recipiente


para remojar los cueros. Generaciones
de hombres que lucharon en una u otra
forma hasta lograr la moderna industria
de curtiembres.

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L A S A L UD
Dr. Leovigildo Torres

Por su altura a nivel del mar, por su clima frío y su topografia


variada, Villapinzón es un sitio para respirar aire puro y abtmdante
oxígeno del que se disfruta en las mañanas frías y frescas. Sus gentes
son alegres, emotivas, trabajadoras y emprendedoras. Les gusta el
buen vivir y la armonía con coterráneos y forasteros. Pueblo cosmo-
polita que alberga con gusto al visitante y se preocupa por su
comodidad y progreso; por esta razón también, el número de habitan-
tes aumenta día a día. Los diferentes planteles educativos que son
altamente calificados, brindan la oportunidad de educar a la juventud;
este es otro motivo de inmigración, pues los padres de familia de los
pueblos circw1Vecinos acuden a estos planteles y muchos de ellos
buscan alojamiento definitivo en el municipio. Es pues, la ciudad
cultural de la región.
Su banda de música conocida en todo el territorio patrio,
sus exponentes culturales, con esa inclinación y gusto innato por la
música, por el canto, y las bellas artes. Es un pueblo joven, vigoroso
y alegre. A todo instante se tiene pendiente algo por hacer, compartir,
competir y mucho por adquirir. Sus campos de deporte y sus diferen-
tes actividades, mantienen a lajuventud ilusionada, ocupada y alegre.
Los días de mercado son muy concurridos; abundancia de artículos,
facilidades de transporte, frescura de los productos y la honradez de
sus gentes, atraen la atención de propios y extraños.
Se consume gran cantidad de cerveza en recompensa al
rústico y esforzado trabajo. Sus habitantes acuden a buscar salud
acusando dolores de cabeza, pérdida de apetito y de las fuerzas ,
agotamiento y poca capacidad fisica para el trabajo. Al examen
clínico se les encuentra gran parasitismo intestinal, desnutrición,
problemas avitaminósicos con pérdida de la dentadura, atrofias
frecuentes por la no ingesta de prótidos. Enfermedades de la piel por
hongos, por el contacto permanente con la tierra, por heridas sufridas
con sus instnunentos de trabajo uocasionales.Patología muy variada,
muchos problemas pulmonares y cardio-respiratorios originados en
la orofaringe por amigdalitis o rinitis debido a la inspiración de polvo
cuando la tierra es seca o bien cuando llueve sobre sus surcos.
Pacientes de mediana y tercera edad con problemas artríticos, renales,
hipertensivos, cardio-repiratorios, cardio-renales, cuadros que evo-
lucionan muy lentamente sin alterarles la capacidad fisica para su
trabajo. Dificil es el someterlos a una dieta, a pennanecer en reposo
y mucho más a controles médicos. A{nantes de la botánica, frecuentan
sus bebidas medicinales, interrumpen facilmente su tratamiento y
confiados en sus cuidados laboran contentos y resignados.
Afecciones gastrointestinales: Ulcera gástrica, etc ., son
frecuentes ya que su mismo afán de cultivar la tierra, cuidar sus

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animales y cumplir con la labranza, les hace olvidar su tratamiento.
Enfennedades hepáticas muchas; el guarapo, la chicha de tiempos
idos con los cuales reemplazaban el biberón las madres, fueron
responsables mas tarde de deficiencias hepáticas. Entidades psíqui-
cas lo mismo que enfennedades infectocontagiosas de alto riesgo o
de tara social, sífilis, T.B.C. o Hanssen, poco frecuentes. Amibiasis
intestinal debido a las aguas de los ríos y quebradas sin tratamiento
adecuado.
La longevidad es marcada; se oye hablar de los ciento diez, de
los cien y de los noventa años con mucha frecuencia. El infarto
cardíaco se está sucediendo ahora como complicación por el descuido
en el tratamiento de la enfennedades renales en especial. Se dispone
de centro de salud y consultorios médicos particulares dentro de la
localidad. Es muy satisfactorio ver hoy día lajuventud estudiantil sin
anteojos y sin aparatos de audiometría; el amplio horizonte y el
silencio reinante los protege.
La capacidad intelectual de todos sus moradores y en especial
de los de la nueva generación es abierta, de fácil captación y pronta
asimilación. Factores importantes para el estudio y la investigación.
Costumbres sanas y marcada inclinación religiosa heredada de nues-
tros antepasados, los lleva a triunfar en diversos campos.
Era el año de 1949 y me tocó en suerte reemplazar en la botica
municipal al Señor Angel María Granados, quien la atendía con
acierto y desinterés. Quiero hacer memoria de él por su bondad, por su
exquisita sensibilidad humana, por su don de gentes, por los servicios
prestados a todos los de mi generación quienes encontraron el alivio
a sus dolores, a sus angustias y un remedio a sus quebrantos. Su
orientación y su consejo, así como su ayuda económica al necesitado
para trasladarlos al hospital o clínica, eran en él actos frecuentes y
espontáneos. paz a su tumba.
Se divisa de cerca un
inusitado progreso en el
ambiente general de
Villapinzón. Ojalá las nue-
vas generaciones se preocu-
pen entrañablemente en el
desarrollo urbanístico y for-
mación intelectual de los mo-
radores del municipio y per-
manezcan siempre dispues-
tos a aportar lo mejor de sus
conocimientos y experien-
cias desde donde se encuen-
tran, en pro de este terruño
que ha dado a la patria tantos El boticario Angel María Granados que
con su bondad y generosidad conquistó
hombres ilustres. el cariño de todos los Yillapinzonenses.

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LA PAPA EN VILLAPINZON
Sabemos que la siembra de la papa en Villapinzón es una
tradición milenaria arraigada y proveniente de las culturas indígenas.
Su cultivo y el del maíz ha sido y sigue siendo la principal fuente de
alimento para los hombres. Los precolombinos celebraban fiestas en
la iniciación de las siembras, se cantaba y danzaba, vestían atuendos
especiales. Utilizaban formas de siembra que hoy se miran con
aprecio pues evitan la erosión. El maíz se sembraba con "chuzos"
que eran presionados con el pie para abrir el hueco y arrojar allí la
semilla.

Los indígenas precolombinos celebrab¡


"Las fiestas de la labranza" con canto!
danzas para sembrar la papa, "Es fiel
en todo el rreino. beven en la Mill~
comen y cantan Haylli. canto al romr
la tierra",

Ataviados)' con "chuzos" que forzab


con el pie abrían el hueco para deposi
el maíz, Eran siembras en forma
"Minga" o convites,

Sobre la calidad y cantidad de los alimentos nos ilustra el


profesor Lauro Luján, en la revista FEDEPAPA de octubre de 1992,
página 28: " Actualmente los cuatro cultivos básicos que alimentan la
población mundial son el trigo, arroz, maíz y papa. Según los
pronósticos de la FAO, en 1992 se consecharán 547 millones de
toneladas de trigo y 527 de arroz. Por otra parte se estima que
posiblemente se producirán más de 400 millones de toneladas de maíz
y más de 300 de papa". Agrega que según el antropólogo Robert E.
Rhoades (National Geographic, mayo de 1982), " la cosecha anual de
papa en el mundo al precio pagado por el consumidor vale 106
billones de dólares, es decir, vale más que todo el oro y la plata que
llevaron a Europa los españoles y los piratas" .
Pero aparte de estos datos hay otros aspectos ligados al cultivo
de la papa no sólo en Villapinzón. Antes no se buscaba solamente la
renta o la ganancia prodigiosa pero llegó la "maquinización", la
utilización del tractor y comenzaron a cambiar las técnicas y concep-
tos. A su vez, los nuevos procedimientos implicaron el uso de
químicos y las correspondientes presiones de sus fabricantes , fertili-
zantes e insecticidas hasta entonces desconocidos por el campesino
que por siglos había sembrado con abonos naturales. Estos cambios

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en núcleos que pasaron del azadón al tractor y de la carretilla al
camión, han traído enormes beneficios pero también conllevan in-
mensos perjucios, algunos no inmediatos pero sí a mediano y largo
plazo, todo lo cual se debe analizar con rigidez y seriedad puesto que
sus resultados implican el bien de la sociedad.
Indudablemente son múltiples los problemas de los cultivado-
res, algunos también tradicionales, como la continua inestabilidad en
los precios sujetos a manipulaciones por el transporte, almacenamiento,
superproducción y demás factores . Otros problemas provenientes del
uso o mal uso de las nuevas técnicas; tala indiscriminada de árboles
para lograr mayores extensiones de terreno fácil de cultivar; envene-
namiento de aguas con insecticidas que tarde o temprano caen a las
vertientes de los nos; aniquilamiento de insectos útiles y de aves, y lo
peor, esterilización de tierras y su erosión, todo ésto logrado lenta
pero irremediablemente.
Para examinar, combatir o resolver estos problemas, surgen
asociaciones cuya responsabilidad cada día se agranda en la medida
en que afectan no sólo a los cultivadores de una región sino que tocan
problemas de índole nacional e internacional. Así sucede con la
Federación de Cafeteros o de Arroceros, Bananeros, y naturalmente,
con la Federación Colombiana de Productores de Papa, Fedepapa.
Para medir la gigantesca tarea de estas entidades, bastaría mirar
solamente un aspecto, el de la investigación. Son entidades que han
tenido que partir de cero, desde investigar lo que van a defender. Todo
ello requiere una estructuración que para estabilizarla, implica años
y dineros, personal capacitado y firme comportamiento ético.

FEDEPAPA

Esta entidad ha llegado muy lejos en su organización e investi-


gación a pesar de sus pocos años de existencia. Presenta un cuerpo de
indagaciones y análisis básicos para entrar a resolver problemas o
inquietudes. Ha adelantado cursos de actualización de conocimientos
en el cultivo de la papa, e inclusive investigadores, profesores y
alumnos de universidades ya pueden contar con un extenso y sor-
prendente Catálogo Bibliográfico Colombiano sobre la Papa, 1.189 títulos.
Además, es una entidad nacional que extiende sus ideales y enseñanzas a las
naciones hermanas. En suma, Fedepapa ha venido cumpliendo una extraor-
dinaria tarea en muchos campos y con seguridad también ayudará a estudiar
y resolver de manera concreta los problemas ecológicos que hoy afectan a
todo el mundo, y de manera directa, a Fedepapa.

PROPAPA

Es Wla Sociedad de Econorrúa Mixta del orden Departamental encar-


gada de construír y poner en fi.mcionamiento Wl Centro de Comercialización
de papa en el centro del país y que atenderá el mercadeo de su producción

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en los mUnICIpIOS de Villapinzón, Chocontá, Lenguazaque,
Ventaquemada, Tunnequé y Umbita y posiblemente otros mW1jci-
pios. Se están estableciendo tres centros de origen de comercialización
de papa en regiones de alta producción: Villapinzón en Cundinamarca,
Ipiales en Nariño y La Unión en A.11tioquia.
El alcance de esta Sociedad es de incalculables proporciones
puesto que se trata de productos reales, necesarios, cada día más
solicitados y con posibilidades de expansión y variedad industrial
múltiples. Estos adelantos seguramente fomentarán el espíritu de
investigación agrícola mirando el futuro de los campesinos, de sus
rujas y de las generaciones por venir.
Indudablemente con Propapa se inicia otra etapa de imnensa
importancia para nuestro pueblo.

OTROSPRODUCTOSAGRICOLAS

En Villapinzón ha sido tradicional la comida con otros tubércu-


los fuera de la papa, especialmente las rubias de varios colores y
sabores y las rubas, productos que últimamente han adquirido prepon-
derancia por su sabor, poder alimenticio y facilidad de cultivo. No se
puede olvidar que la arveja y el haba no faltan ru en las siembras ni
en las comidas. Forman parte real de la comida campesina y en
especial de la llamada mazamorra o sopa diaria que no puede faltar.
Son deliciosas, variadas, nutritivas con las que se han alimentado
todos los villapinzoneños. Y si se habla de comida no pueden faltar
las arepas de maíz pelado o el delicioso envuelto y hasta el suculento
tamal con chocolate, ambos de tradición indígena, todo lo cual indica
la abundancia y buena alimentación resultado del trabajo agrícola.

EL CORDERO - El plato preferido de los villapinzonenses es aquel


que se deriva del cordero, asado, sudado, al hamo, agregado con
sangre y sazonado con diversos condimentos y plantas que por
tradición se han cultivado en todas las casas campesinas. En otros
tiempos la comida se servía en el campo en artesas, grandes recipien-
tes de madera, de donde cada uno extraía lo que quisiera. Incluía
papas, arvejas, sangre, era el buffet del campo, para la peonada o
convites en los días de siembra o de cosecha que también se
salpicaban con talo cual chiste, copla o adivinanza.

LA GANADERIA - Se está incrementando notablemente. Se pasa


del manejo tradicional al concepto de rendimiento industrial. Ya
existen hatos de selección y manejo con técnicas modemas, especial-
mente para la producción lechera. Se observa cada vez menos el
ganado con estaca o al pastoreo. Se principia a tener conciencia de la
reforestación de los potreros que agregan humedad y productividad
en los pastos si se siembran especies nativas.

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EDUCACION
Por Luis Antonio Escobar

Con el transcurso del tiempo los pueblos, como los hombres, van
descubriendo su propia vocación.Así, casi sin darse cuenta, Villapinzón
se ha venido convirtiendo en Ciudadela de la Educación. Ahora, en
el pueblito quieto de otros tiempos, alegremente palpitan por sus
calles miles de jóvenes de diferentes partes de Colombia. Llegan a
estudiar en varios planteles educativos.
Es una nueva realidad que implica deberes para las autoridades
y para todos sus habitantes pues aparte de brindar la reconocida
hospitalidad, se deben ofrecer a estos estudiantes, sitios de esparci-
miento, bibliotecas, algunas especializadas, programaciones cultura-
les y demás comodidades con mentalidad avanzada, propia del siglo
XXI. En Villapinzón ha existido siempre, como W1a de sus grandes
virtudes, el apoyo a la educación. La prueba se confinna por la
increíble cantidad y calidad de profesionales oriundos de este muni-
cipio. Dice el historiador, Padre Jurge Orlando Contreras:
" ... puedo afirmar que la educación primaria, fue tomada con
gran responsabilidad y empeño por los villapinzonenses. En tiempo
del General Román Segura, funcionaban ya en el perimetro urbano
varias escuelas para ambos sexos en elegantes edificios llevados a
cabo por el Concejo Municipal " . Después continúa: "En los campos,
la mayoria de las veredas, gozan de este privilegiado servicio de la
educación, lo cual hace mucho más fácil que penetre la cultura a los
hijos de ViIlapinzón en su totalidad".
Otra de las grandes virtudes de los villapinzonenses es su
auténtico sentido de integración. Esto ha permitido realizar un plan de
adecuación para la enseñanza en todas las veredas,. Existe ya una
especie de tradición a este respecto, Los Concejales y Alcaldes de las
diversas administraciones, y destacados personajes, en una u otra
forma han apoyado el desarrollo de la educación en Villapinzón como
algo primordial. En este aspecto se han distinguido, entre otros, el
General Román Segura, hmdador del Colegio Próspero Pinzón y
generoso contribuyente en la hmdación de escuelas; los doctores José
Domingo Farfán, José Miguel Cruz, Alfonso Segura, los señores
Rafael Martín Cuevas, Hemando y Rafael Segura, Carlos Alberto
Guzmán, destacado pedagogo a nivel nacional y varios virtuosos
Niños de la Guardería de la Vereda de sacerdotes. Hay que mencionar aquí al Doctor Fabio Sánchez Barrero,
Chinquira. Juegan a pintar las primeras
letras. fabrican flores de papel y arrullan apasionado constmctor de la escuela de su vereda de Guangüita,
sus muñecas. modelo en cuanto a belleza de construcción, materiales, facilidades

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para conferencias, videos, conservación de alimentos, sitios de
recreación y demás comodidades modernas.
Pero lo principal al tratar el tema de la educación en Villapinzón
es recordar con inmenso afecto a tantos maestros y maestras de
nuestras escuelas que en forma paciente y noble han venido capaci-
tando y orientando a los niños y jóvenes. Surgen espontáneamente,
como representantes del sincero afecto a tantos queridos educadores,
los nombres de los maestros, Pedro Julio Ospina y " La Señorita
Emilia" quien, con amorosa dedicación, se tomaba el trabajo de bañar
a los niños en las heladas aguas de la quebrada de la Quincha, para que
aprendieran el hábito del aseo. Después del choque de hielo, ella
misma les servía una caliente taza de aguadepanela con queso.
j Cuántos actos de generosidad y amor recibieron estos niños de
sus maestros!
En estos casos, al mirar al pasado y observar lo que se ha
formado hasta el presente, es cuando se siente que la única recompen-
sa valiosa que se les puede otorgar a todos los maestros, es la gratitud
y el afecto, pues también somos hijos de nuestros profesores.

ESCUELA MUNICIPAL DE vu,LAPINZON, 1935. Profesor, Pedro Julio Ospina. A l u m n o s ,


e nt r e ot r os : Six t o Segu r a , Oswa l do Segu r a , Julio Seg ura , Alva ro Rodríg uez ,
El is eo Torres , G i lbe r to Sánchez , Ra món Seg ur a, José Cas t illo , Luis Anto-
n io Esco bar , Marco TuJio Otálora , Hernando Sá nchez .

REALIDAD DE LA EDUCACION

Al aceptar el compromiso de publicar este libro me propuse


investigar personalmente el estado de la educación de los niños
campesinos de Villapinzón. Visité casi todas las escuelas rurales.
Nada más satisfactorio que poder decir con orgullo que todos los
niños pueden asistir a una escuela limpia, moderna, la inmensa
mayoría dotadas con todas las comodidades, restaurantes, sanitarios,
campos deportivos, agua potable; con profesores preparados, ale-
gres, deseosos de enseñar y progresar, y sobre todo, llenos de cariño
por sus discípulos. Sin excepción, en todas partes encontré expresio-

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nes alegres, aseo, orden. Las caras dichosas de niños sanos, fue el
mejor premio a mis inquietudes.
También la distinguida profesora, historiadora Pilar Cuevas,
realizó otro recorrido por las diferentes escuelas con resultados
similares. Sin embargo, hay excepciones. En algunas escuelas, por
ejemplo, falta el agua potable y en la mayoría son escasos los
materiales de enseñanza. Se podría agregar que faltan las clases de
instrumentos musicales, especialmente de requinto, tiple y bandola,
para que no mueran los conjuntos de cuerdas que también tocaron los
abuelos y que representan la sana y auténtica personalidad musical de
nuestro pueblo. Debo agregar que recientemente se iniciaron "Los
Sábados Culturales" , en las escuelas veredales, con la presentación
de conjuntos folclóricos. Sin embargo, dentro de una orientación
artística defmida para los educandos, se debe asumir, ojalá muy
pronto, que las clases de música, danza, canto, pintura, cerámica, y
de todas las formas de expresión, no son secundarias, y por el
contrario, son las materias que ayudan a formar una personalidad
sana, alegre y digna.
Aún en nuestros pueblos puede existir la idea de que las escuelas
sólo deben servir para enseñar matemáticas, entregar datos, y de que
las artes no son materia principal para los alumnos. Se piensa
demasiado en las calificaciones y se olvida que al niño hay que
darle alegría, tratarlo con la delicadeza que requiere la más
excepcional y frágil criatura de la naturale za. La ale gría de
la danza y los bailes re gionale s ayudarán a evaporar la s
tristezas . La dicha de tocar un instrumento como el tiple o el
requinto , de cantar los aires que los repre sentan, puede ser el
medio más eficaz en la formación del niño . Otras actividades,
como el juego de ajedrez, los ayudará en las calladas batallas
contra la indolencia o falta de creación .

LA EDUCACION DEL FUTURO

La visión moderna y futurista se refleja


en la escuela de la "ereda de Guangüita.
Los niños tendrán all í todas las
comodidades y senicios. aulas amplias.
restaurante. baños modernos con agua
caliente, sala de video o teauo. canchas
deportiva~.

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Como una solución práctica y dentro de los planes de la
pedagogía moderna se debe examinar, para corregir desde la infancia,
el uso del tabaco, los excesos del alcohol y el consumo de estupefa-
cientes. La educación debe entrar a otra etapa de mayor profundidad,
"educación para nuestro tiempo".
Esto implica también la utilización de las tecnologías modernas.
Promover con los dirigentes, los industriales yla Colonia de Villapinzón,
el regalo de computadores para los niños de las veredas y de los
colegios del pueblo. Así como se promueve el mejoramiento en las
técnicas modernas para la siembra y cosecha de la papa, como se
buscan mejores pastos y cruces de ganado en nuestro Municipio,
como se trata de ayudar al desarrollo moderno de las tenerías, no debe
ser menor la preocupación por lograr un nivel más alto en la población
estudiantil ya que son ellos lo mejor de nuestro pueblo. Este es el
nuevo reto para los actuales yfuturos orientadores de la educación que
no puede estancarse en el pasado.

NORMAL DEPARTAMENTAL MARIA AUXILIADORA

La Norma l Departamental María


Auxiliadora ha sido centro educati\'o. no
sólode Villapinzón. pues reúne alumnas
de toda Colombia, Sus directivas se han
esmerado por lograr un alto nivel de
educación,

El 24 de enero de 1955, a solicitud del Cura Párroco, Padre


Carlos Garavito Acosta, la comwlidad de Madres Franciscanas de
Maria Auxiliadora, Fundación de origen suizo, presidida por Sor
Maria Gregaria Duchs, crea el Plantel Educativo Politécnico Supe-
rior. En el año 1956 por decreto 0033 de la Gobernación de
Cundinamarca el Politécnico pasa a ser la Normal Departamental
Maria Auxiliadora. En 1960 se gradúa la primera promoción de 9
Normalistas Superiores. En 1962 preside la Normal Sor Ammciata
Selva y se adquieren los terrenos para la construcción del actual
edificio catalogado como W10 de los más completos y funcionales del
Departamento. La Asociación de Padres de Fanlilia establece el
seguro educacional para estudiantes huérfanos. En 1969 es nombrada

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directora de la Normal Sor María Brígida Juen y bajo el impulso
decidido de Sor Verena Roldán se emprende la construcción del
edificio. Ya para este año reciben grado 62 normalistas. De 1971 a
1978 asume el cargo de directora del plantel Sor María Verena
Roldán. Durante 24 años es ella quien dirige la obra de la planta fisica.
En 1979 es ya una exalumna de la Normal, la Hermana Margarita
María Santa Santa,quien dirige el plantel en sus áreas de Bachillerato
Pedagógico y Bachillerato Académico Nocturno. Para 1980 se
celebraban las bodas de plata de esta ejemplar institución.
La Normal, actualmente bajo la dirección de la Hermana Maria
Teresa Arias, oriunda de Granada, Antioquia, cumple además con una
labor social de gran valor. Se trata del trabajo comunitario que realizan
las normalistas con las lavanderas que arreglan la ropa de las alwnnas.
Se encargan de capacitarlas en áreas como tejidos, culinaria, modistería,
juguetería y mejoramiento del hogar, además de cuidar sus niños
mientras ellas reciben las clases.
Otra gran obra de la Hermana Maria Teresa es el Preescolar
Nivel Cero, para menores de cuatro años, que funciona desde 1991

En medio de flores y campos deportivos


se refleja la alegría de las alumnas de La
Normal. En sus prácticas ,·an a las
veredas a hermanarse con los niños
campesinos, sus futuros alumnos.

y que se llevó a cabo por el decidido apoyo de la señora Mariluz


García Peña, esposa del entonces Gobernador de Cundinamarca
Doctor Jaime Posada y a quien también la comunidad debe recono-
cimiento y gratitud por su generoso interés y ayuda.
Dirigentes de los partidos tradicionales del Municipio y de la
Gobernación de Cundinamarca han ayudado a conve11ir esta Normal
en una realidad educativa y cultural, no sólo de Villapinzón sino del
Departamento y la Nación,como lo atestiguan las almnnas provenien-
tes de todas partes de Colombia.
Con esta institución se inició el nuevo ambiente educativo que
contínuamente crece y se afianza para bien de todos los estudiantes
y de la comlmidad.

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COLEGIO COOPERATIVO PROSPERO PINZON

Fundado en octubre de 1977 como respuesta a la solicitud de la


comunidad y debido al empeño constante del Licenciado Héctor
Fabio Farfán quien buscó y encontró el apoyo de la Secretaría de
Educación de Cundinamarca y de la División de Colegios Coopera-
tivos del Ministerio de Educación Nacional.
Fue su primer rector el Licenciado Clímaco Alvaro Otálora
Campos. Cuenta actualmente conj03 ahpnnos. Su nivel académico
le ha valido ganar las Olimpíadas de Matemáticas a nivel departamen-
tal. El arte es una de las áreas que goza de más atención en la formación
de los alumnos. Música, teatro, poesía, danzas y dibujo forman parte
de sus actividades. También sus alumnos se han destacado en el
deporte, especialmente en atletismo, baloncesto y fútbol.
Dentro de la atención a la comunidad por parte de los alumnos,
se ha creado el Torneo Veredal de Microfútbol realizado con 40
equipos en los polideportivos de algunas escuelas veredales. Induda-
blemente este colegio cumple una magnífica labor en bien de la
comunidad que debe respaldarlo en sus proyectos para lograr sede
propia y permanente.

INSTITUTO MARCO FIDEL SUAREZ

Esta entidad educativa fue fundada en 1970 con el propósito de


brindar educación secundaria a jóvenes de escasos recursos econó-
micos. Fueron sus fundadores los profesores Alberto Figueroa Rin-
cón, Víctor Arévalo Cufiño , Gerónimo García Pedraza y el
Padre Carlos Salas, por entonces párroco de Villapinzón.
Cuenta con exalumnos en los municipios vecinos de Turmequé,
Lenguazaque, Chocontá y Tunja.
Dentro de los exalumnos se destaca el sacerdote e historiador
Jorge Orlando Contreras entre otros distinguidos profesionales. El
Colegio funciona en edificio propiedad del Municipio y cuenta en la
actualidad con un completo equipo de computación. Esta institución,
dirigida por el Dr. José Rufíno González Garzón, al igual que las otras
entidades dedicadas a educar, merece todo el apoyo pues con todas
ellas se está creando el futuro.

UNIDAD MUNICIPAL DE ASISTENCIA


TECNICA AGROPECUARIA

El Honorable Concejo Municipal, mediante el Decreto 001 del


10 de septiembre de 19"'92 autorizó la creación de la Unidad Municipal
de Asistencia Técnica Agropecuaria, UMATA, cuyos objetivos seña-
lan la preparación en diversas técnicas agrícolas, adiestramiento,
explot'lción de las tierras, fonnas de fmanciación, etc,.

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Nada más importante que la ayuda a quienes han luchado y
siguen batallando por conseguir las mejores cosechas que dan de
comer al pueblo colombiano. Si se habla de educar a lajuventud, con
mayor razón se debe tener en cuenta la ayuda amplia que se le debe
brindar a nuestros campesinos cuya inmensa mayoría están
dedicados a la agricultura. Esta institución, resultado de la Ley
12 de 1986 determinó que los Municipios sean los responsables
de prestar los servicios de Asistencia Técnica Agropecuaria
directa a los pequeños productores.
Este centro puede convertirse en el medio más eficaz para
examinar nuestros suelos, alertar al campesino sobre las terribles
consecuencias de la erosión y la falta de agua, y encauzar a los hijos
de los campesinos dentro de la Ciencia Agrícola y Pecuaria, además
para evitar las deformaciones de criterios que solamente ven el
enriquecimiento rápido, falta de amor por la tierra y la naturaleza.
Para esta reciente institución ya han sido nombrados por el Señor
Alcalde Dr. Zalatiel Barrero, sus primer director y asistentes, los
ingenieros agrónomos Casilda del Carmen Montaña, Marco Tulio
Cortés y Alvaro Medina.

DEPORTES

Otro de los orgullos de Villapinzón es el haber sido cuna del


Karate-Do en Colombia. Fue el doctor Jaime Fernández, médico
especializado en medicina deportiva quien trajo este deporte cuyos
principios fundamentales son: disciplina, autodominio, respeto por el
ser humano y ecuanimidad. Como una buena planta creció este
deporte en Villapinzón y de allí salieron distinguidos profesores que
han llevado sus conocimientos y entusiasmo a diferentes partes de
Colombia.
Al cumplir los veinte años del Karate en Villapinzón, se realizó
un Encuentro Nacional en el cual se destacaron algw1as niñas como
campeonas, entre otras, Sandra Gil, Cristina Rey y Edna Cortés.
Actualmente, Germán Rey y Henry Rubiano como instructores tienen
a su cargo un grupo de treinta y cinco alumnos.
En otras prácticas deportivas, se ha destacado el ciclista Efraín
Rico, ganador de varios eventos internacionales y el atleta Santos
Mondragón en pistas de Estados Unidos.
Entre los proyectos importantes para el desarrollo de la cultura
deportiva, se está construyendo la Villa Olímpica que contará con
todas las facilidades para las prácticas e inclusive, para celebrar
torneos a nivel departamental o nacional. Este es otro de los pasos
defmitivos en la conformación de la CIUDADELA EDUCATIVA en
nuestro municipio.

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NELSON SEGURA

NELSON SEGURA Figura del toreo en


Colombia y de especiales éxitos en el
exterior. Se ha destacado principalmente
en las recientes ferias de Cali, MaIÚzález.
Cartagena, Bogotá y otras ciudades.
Debido a su juventud, a su talento ya su
enorme constancia, serán muchos los
triunfos que logrará este torero a quien
adrIÚran y respetan todos sus coterráneos
de Villapinzón.

LA FAMILIA

La más hermosa virtud de los Villapinzonenses, no siempre


advertida ni admirada, es su profundo amor por la familia. Es algo
ancestral, arraigado y a la vez espontáneo. Se podría decir que
mientras persista esa gran cohesión familiar, no surgirán proble-
mas que no tengan solución.
Esa fortaleza, tal vez provenga de la severidad en las costum-
bres precolombinas que al igual que las enseñadas por el cristia-
nismo, formaron una inquebrantable fe en el hogar. Además, se
funda en un sentido práctico que es el de la educación y formación
de los hijos. Existe en los hogares campesinos ese respeto por el
padre que encarna,a la vez, la autoridad y el afecto . La madre, es
ejemplo permanente de trabajo, cumplimiento del deber y
también de lealtad a su esposo o compañero.
Estas virtudes forman el carácter de los hijos que más
adelante ellos mismos practicarán y enseñarán. Hay que agregar
que el trabajo constante, por arduo que sea, es otra de las grandes
virtudes de las familias en Villapinzón.
En las páginas siguientes, miremos las caras alegres de los
niños y niñas de Villapinzón.

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AGRADECIMIENTOS

Al Señor Alcalde Especial, Doctor Zalatiel Barrero Farfán

A los Honorables Miembros del Concejo Municipal

A la Doctora Luz Angela Barrero, Personera Mwucipal

Al Señor Secretario de Gobierno, Doctor Jairo Contreras

Al Señor José del Carmen Escobar

Al Señor Don Juan Domingo Barrero

A la Junta Directiva de la ColOlua de Villapinzón

Al Director de la Biblioteca Nacional, Dr. Carlos José Reyes

A los maestros y maestras de las escuelas municipales

A las directoras de la Normal Departamental ya los señores


rectores de los Colegios de Villapinzón

Al Señor Doctor Emeramo López

A la Señorita Claudia Torres

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INDICE

DEDICATORIA 1
PRESENTACION 7
PRELUDIO 8
INSIGNIAS 13
HIMNO 14
VENADO Y FRAILEJON 18
COLffiRI y CHUSQUE 19
VILLAPINZON y SU HISTORIA 20
GENERAL PROSPERO PINZON 40
GENERAL ROMAN SEGURA 42
POESIA COPLAS MITOS 46
TRADICIONES 58
FffiSTASPATRONALES 72
UNA FOTOGRAFIA PARA RECORDAR 75
LA MIL UNO 78
ECOLOGIA 80
LA FLORA 90
LA FAUNA 96
VIVENCIAS DE UN CAMPESINO 108
MAPAS 111
DIGNATARIOS 114
SENTIDO RELIGIOSO 116
MUSICA INSTRUMENTOS FOLCLOR 128
GLOSA ARTISTICA SOBRE VILLAPINZON 142
EL MERCADO 148
ARQUITECTURA 152
CURTffiMBRES 164
LA SALUD 169
LA PAPA 171
OTROSPRODUCTOSAGRICOLAS 173
EDUCACION 174
LA FAMILIA 182
NIÑOS Y JOVENES ESTUDIANTES 184
AGRADECIMffiNTOS 188
BIBLIOGRAFIA 189
INDICE 191

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Este libro se terminó de imprimir el J4 de julio de J993
EDITOR: Luis Sandri
DIAGRAMACION y CORRECCION DE PRUEBAS: Amparo Angel
IMPRESION: Litográficas Mundial Ltda.
FOTOGRAFIAS: Andrés y Helena Biermann , Amparo Angel y Luis Antonio Escobar
ISBN 84-203- 1235-5 Viliapin zón 00 1- 192 - Escobar Segura Lui s Antonio. Edi tor Luis Sandri.
Santafé de Bogotá , 05 - 26 - 93
Derechos reservados por Luis Antonio Escobar.

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