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All content following this page was uploaded by Raul Wenceslao Capistran Gracia on 16 August 2018.
Dimensiones
de la formación integral
Profesional, Intelectual,
Actitudinal, Valoral,
Física, Cultural y Social
Año 8, Número 17, julio-diciembre de 2017 es una publicación semestral editada
por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, a través de la Dirección General
de Docencia de Pregrado, Departamento de Formación y Actualización Académi-
ca. Avenida Universidad No. 940, Unidad de Estudios Avanzados, planta baja, Ciu-
dad Universitaria, C.P. 20131, Aguascalientes, Ags. Tel. (01-449) 910 74 00 Ext. 205 y
910 74 89, www.uaa.mx, correo-e: revistadocere.uaa@gmail.com. Editora respon-
sable: Martha Hilda Guerrero Palomo. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del
título No. 04-2014-110419152800-203 otorgado por el Instituto Nacional del Derecho
de Autor, ISSN versión electrónica En Trámite. Responsable de la última actualiza-
ción de este número: Departamento Editorial de la Dirección General de Difusión
y Vinculación, Carlos Gutiérrez Lozano, Av. Universidad 940, Ciudad Universita-
ria, Edificio 222, tercer piso, Av. Universidad 940, Ciudad Universitaria, Aguasca-
lientes, Ags., C.P. 20131. Fecha de la última modificación 15 de diciembre de 2017.
Distribución gratuita.
La evaluación
del desempeño musical
y el uso de rúbricas
Raúl W. Capistrán Gracia y Juan Pablo Correa Ortega
Introducción
E
valuar es una tarea permanente en cualquier proceso de enseñanza y de aprendizaje. Su objetivo
principal es conocer qué tanto ha aprendido el estudiante, así como la calidad de lo aprendido.
Los resultados de la evaluación son de vital consideración; por un lado, proporcionan al maes-
tro información importante para optimizar la labor docente y promover el aprendizaje y el espíritu de
superación en los estudiantes; por otro, ofrecen retroalimentación al alumnado sobre sus fortalezas y
áreas de oportunidad, lo que le da elementos para mejorar. En ese sentido, Stanley, Brooker y Gilbert
(2002: 46) explican:
Dependiendo de las necesidades, las evalua- ejecución musical, como todo arte, está determi-
ciones al desempeño musical en una institución de nada por aspectos subjetivos. Entre esos aspectos
nivel superior pueden servir para aceptar o no a un se encuentra lo que el espectador cree sentir al
candidato que desea ingresar a la institución, deci- momento de escuchar una ejecución. Si cree ha-
dir si un estudiante acredita o no un curso, asignar ber disfrutado de la ejecución, entonces ésta será
una calificación, designar un lugar o atril en una evaluada como buena; si la ejecución no fue de su
orquesta u otorgar un premio en una competencia. agrado, la juzgará insatisfactoria. No obstante, ¿el
Además, para aquellos que ven las evaluaciones espectador es consciente de las razones que le lle-
como retos y buscan destacar, éstas constituyen en varon a disfrutar la ejecución o de lo que no le per-
sí mismas una motivación y representan qué tan mitió disfrutarla? Tal vez un espectador común no
cerca o lejos se está del ideal artístico. tendría que ser necesariamente consciente de esto,
Este artículo presenta una reflexión acer- pero en el caso de un evaluador, especialmente si
ca de las complejidades inherentes a la evaluación se trata de un docente, la apreciación sistemática
del desempeño de los estudiantes de música en y la consciencia de las razones por las cuales una
los exámenes, concursos y audiciones; enfatiza la ejecución es o no aceptable, son tareas esenciales a
importancia del uso de rúbricas para llevar a cabo su labor docente.
una evaluación válida y confiable; y aporta algunas Como consecuencia de esta subjetividad,
recomendaciones para realizar esta compleja tarea. las evaluaciones suelen estar rodeadas de contro-
Lo que hace compleja la evaluación del versia (Navarro, 2013). En ese sentido, Chacón
desempeño en música es que la apreciación de una Solís (2012: 1) refiere la siguiente experiencia con
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Raúl W. Capistrán Gracia y Juan Pablo Correa Ortega
un estudiante: “En alguna ocasión, uno de ellos correspondiente a la calidad de cada dimensión im-
me comentó que en un examen final se le había plicada en la ejecución (fraseo, articulaciones, diná-
criticado su falta de musicalidad, pero al preguntar mica y agógica, entre otros.). Una variante de este
qué significaba ser musical y cómo él podía serlo, instrumento de evaluación puede incluir descripto-
no obtuvo respuesta”. res muy básicos como “excelente”, “muy bueno”,
Por otro lado, el evaluador jamás debe olvi- “bueno”, “regular”, “deficiente”, que guían al sino-
dar que está evaluando el desempeño de un ser hu- dal sobre la calidad de cada dimensión.
mano quien, al mostrar sus logros musicales, no sólo Si bien, es difícil que los jueces o sinodales
está ejecutando notas, sino que está exhibiendo sus lleguen a un consenso en cuanto a la calidad de una
aspiraciones y exponiendo su dimensión afectiva. ejecución, existe la convicción de que hay facto-
En ese sentido, Prieto Alberola (2001: 329) afirma: res o aspectos para los cuales se tienen estándares
“Esto representa una gran responsabilidad para los comunes de calidad (Abeles, 1973). Partiendo de
jurados y tribunales evaluadores, ya que están en ese argumento, en la década de 1970 surgieron las
juego, a veces, las ilusiones personales y otras su “escalas de medición”, cuyo patrón se organiza de
futuro profesional, con las consiguientes consecuen- acuerdo con los factores involucrados en la ejecu-
cias económicas, sociales y afectivas”. ción, tales como: interpretación, calidad de sonido,
Evaluar una ejecución musical implica me- continuidad rítmica, afinación, tempo y articulación,
dir la calidad de una gran variedad de factores que etc. Cada factor incluye descriptores completos en la
suceden de manera simultánea en un breve lapso. forma de una declaración (ejemplo “El ritmo es irre-
Afinación, fraseo, articulación, dinámica, agógica, gular”), seguidos de una escala Likert. De esa mane-
técnica, precisión rítmica, respiración y desenvol- ra, el evaluador selecciona el nivel o medida en que
vimiento escénico son algunos de esos factores; está de acuerdo con ese descriptor y proporciona
sin tomar en cuenta la diversidad de parámetros y una retroalimentación más precisa. Entre los investi-
niveles de desempeño que deben considerarse para gadores que han explorado esta forma de evaluación
medirlos. Saunders y Holahan (1997: 259) explican: se encuentran Abeles (1973), Bergee (1992), Jones
(1986) y Winter (1993).
La ejecución musical instrumental representa Aun cuando estas escalas de medición han
un acontecer de eventos sonoros a través del representado un avance en la calidad de las evalua-
tiempo. La compleja naturaleza interactiva de ciones, también ofrecen algunas desventajas. La prin-
las presentaciones sonoras tonales y rítmicas cipal de ellas radica en que el sinodal o juez se limita
simultáneas proporcionan un reto para aque- a manifestar qué tan de acuerdo está con el descriptor.
llos que intentan escuchar una ejecución mu- Como consecuencia, la evaluación resultante no expli-
sical instrumental con especificidad. ca por qué una ejecución es excepcional o deficiente.
En la década de 1990, buscando subsanar
Desde hace algunas décadas, diversos inves- las áreas de oportunidad que muestran las escalas
tigadores han tratado de crear e implementar ins- de medición, investigadores como Azzara (1993),
trumentos de evaluación confiables y válidos que Rutkowski (1990) y Saunders y Holahan (1997),
tomen en cuenta los factores y parámetros involu- entre otros, desarrollaron un instrumento llamado
crados en la ejecución musical, los cuales permitan “escala de medición con criterios específicos de
llevar a cabo una evaluación objetiva y justa que evaluación” (criteria-specific rating scales). En
refleje el desempeño del estudiante y proporcione este tipo de instrumento de evaluación, los jueces
información veraz que le posibilite mejorar. o sinodales no tienen que decidir si la ejecución
Tradicionalmente, la evaluación al desem- musical les gusta o no, o si reúne los estándares de
peño musical es de tipo holístico, en que el sinodal calidad necesarios, sino que deben indicar cuál
o jurado emite una sola calificación para medir la de los criterios listados dentro de cada una de las
calidad total de la ejecución del estudiante. Uno de dimensiones describe con mayor precisión el nivel
los primeros intentos por llevar a cabo una evalua- de ejecución. Así, su principal ventaja radica en que
ción más objetiva fue la evaluación segmentada. En reduce considerablemente la subjetividad (Saun-
este tipo de evaluación el sinodal otorga un puntaje ders y Holahan, 1997).
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La evaluación del desempeño musical y el uso de rúbricas
Los instrumentos de evaluación que delimi- Por otro lado, es importante no perder de
tan las dimensiones a medir y explican los diferentes vista que la evaluación, como proceso humano,
niveles de desempeño esperados en cada dimensión es, por naturaleza, subjetiva, y esto, como afirma
se conocen como rúbricas. Para la evaluación del Mills (1991), debe celebrarse, pues allí estriba la
desempeño de músicos ejecutantes, o de materias diversidad de la vida; sin embargo, también es
prácticas como el solfeo, donde es usual tener do- vital proporcionar la mejor retroalimentación po-
centes invitados que fungen como co-evaluadores, sible a estudiantes y maestros después de una pre-
es fundamental tener un instrumento que facilite sentación, pues de esto depende el mejoramiento
la puesta en común de elementos a observar y de del proceso de enseñanza y de aprendizaje, así
criterios de medición de estos elementos dentro del como la superación del estudiante. Ciertamente,
desempeño de cada estudiante. Así, la rúbrica se después de terminar una presentación uno no dice
puede concebir como un resultado de la planeación “las notas fueron correctas, el ritmo era correcto,
docente, en tanto se diseña, ex professo, para me- el fraseo era coherente, etc., por lo tanto, disfruté
dir los resultados del aprendizaje que persigue la de la ejecución” (Mills, 1991: 175); sin embargo,
planeación. Al respecto, Correa y Pérez-Martínez es vital tener consciencia de las áreas de oportuni-
(2015), a través de entrevistas a docentes del De- dad y fortalezas en la ejecución de los estudiantes
partamento de Música de la Universidad Autóno- y poder articularlas de manera objetiva, coherente y
ma de Aguascalientes, encontraron que algunos de concisa, para beneficio del propio estudiante y de su
los profesores no sólo consideran útiles las rúbricas maestro, algo que desgraciadamente muchas veces
para evaluar, sino también para la planeación de la no ocurre (Alberola, 2001). Después de todo, si
enseñanza en sus cursos de instrumento principal. enseñamos a nuestros estudiantes a entender y do-
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Raúl W. Capistrán Gracia y Juan Pablo Correa Ortega
minar “los diferentes elementos de la música, para cabo una evaluación válida y confiable, y que pue-
luego integrarlos en una forma artística coherente, den proporcionar una retroalimentación efectiva a
[los maestros] también deberíamos evaluar estos estudiantes y maestros sobre el desempeño musical
elementos en la ejecución musical [de nuestros es- y el proceso de aprendizaje. No obstante, por el mo-
tudiantes] y emitir un juicio integrado” (Winter, mento, las rúbricas son el instrumento oficial mejor
1993: 37). adaptado a la evaluación de los exámenes de eje-
cución y audiciones de puestas en escena. Si bien,
tienen áreas de oportunidad, un diseño congruen-
Conclusión te con los objetivos de aprendizaje o selección de
aspirantes, y un uso ético de las mismas, permitirá
Existen diversas alternativas, como el portafolio de llevar a cabo procesos de evaluación más neutrales,
evidencias, la autoevaluación y la evaluación por transparentes y que informen de manera eficiente
pares que pueden contribuir enormemente a llevar a los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
Fuentes de consulta