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en el Valle de sula
Asignatura:
Macroeconomía
Sección:
1700
Catedrático:
Luis Alonso Moreno
Alumno:
Ahora veremos los bancos que crean el dinero en forma de billetes y monedas y la historia del
banco que regula la cantidad de dinero que circula en nuestro país. Este es el BCH.
No es un banco como tal que podamos utilizar ni empresas ni personas. Un banco central es, a la
vez, un banco de bancos y la autoridad pública que regula a los intermediarios financieros y
controla la cantidad de dinero de un país.
Los objetivos de un banco central son controlar la inflación, mantener el pleno empleo, moderar
el ciclo económico y contribuir al logro del crecimiento a largo plazo. Y de acuerdo a la Ley
Orgánica las funciones del BCH son:
-Emitir las monedas y billetes que sean legales para circular en nuestro país.
-Administrar las reservas Monetarias internacionales.
-Es el responsable de determinar el tipo de cambio de la divisa en función de la oferta y demanda
existente.
-Elaboran y publican las principales estadísticas macroeconómicas del país.
Estas solo son algunas, pero vemos que tiene muchas responsabilidades, pero sólo examinaremos
la más importante: la regulación de la cantidad de dinero que circula en el país.
La emisión de papel moneda en nuestro país comienza con la concesión otorgada a dos bancos
privados para emitir billetes, los cuales se fusionan en 1889 para constituir el Banco de
Honduras, el cual junto a la concesión del Banco Atlántida en 1913 constituyen los dos bancos
privados que emiten papel moneda hasta la fundación del Banco Central de Honduras en 1950.
El dólar fue la moneda oficial hasta 1926, cuando el gobierno del Dr. Miguel Paz Barahona,
mediante el decreto N° 102 del 3 de abril de 1926, adoptó el lempira como moneda nacional, y se
ratificó el tipo de cambio de dos lempiras por un dólar estadounidense. Como ya mencionaba en
el párrafo anterior en aquella época, solamente existían dos bancos que cubrían parcialmente las
actividades financieras de Tegucigalpa, San Pedro Sula y la Ceiba; además, si bien el Congreso
Nacional ya había aprobado el Lempira como moneda oficial, el Gobierno no había podido
instituirlo como patrón monetario, hasta la fundación del BCH.
Ahora vamos a ver que paso con los casos de quiebra bancarios más sonados en honduras, estos
ocurrieron entre 1998 y 2003.
Los bancos fueron el Banco Corporativo, Banco del Crédito y Seguros, y Banco Capital. A raíz
de la quiebra de estos bancos el estado de honduras se vio forzado a pagar en fideicomisos miles
de millones de lempiras para evitar un caos en la economía del país, y poder reembolsare a los
cuentahabientes sus ahorros.
Ahora bien, ¿que produciría la quiebra de estos tres bancos? Una de las causas fueron las
perdidas producidas por los daños que dejo el huracán Mitch, el sistema productivo tenia una
gran cantidad de préstamos, había una crisis de liquidez en las instituciones y este no pudo
retornar a los bancos el dinero prestado. Además de eso hubo una caída en los precios mundiales
debido a la crisis económica mundial desde el occidente de Asia, también los cambios que tuvo
la reforma financiera hondureña a inicios de los 90’s, además de la estafa de cientos de millones
de lempiras de parte de algunos accionistas.
BANCORP fue declarado en quiebra en 1999 y en ese mismo año se liquidó. Tenían
aproximadamente 50 mil ahorrantes y evidentemente todas estas personas tenían miedo de perder
sus ahorros, el monto total era poco más de cien millones de dólares. Víctor Bendeck fue
arrestado el 12 de enero del 2003, acusado por la fiscalía general de la República de “maniobras
dolosas” y llevar a la quiebra al banco Corporativo. Las pérdidas en la quiebra no solo fueron
económicas, también fueron humanas. Entre 1998 y 2004 se reportó el fallecimiento de por lo
menos 17 personas víctimas de ataques cardíacos, presuntamente ligados a las presiones
emocionales de cuentahabientes que habían perdido dinero. El gobierno declaró pérdidas de más
de 114 millones de lempiras, producto de los dineros del pueblo hondureño que había invertido
en la liquidación del banco. Este caso es uno de los más significativos en el descalabro financiero
y bancario del país, perjudicando los intereses económicos del Estado de Honduras en una
erogación de más de 900 millones de Lempiras, puesto que el mismo Estado tuvo que pagar a los
cuentahabientes para evitar un caos en el sistema financiero nacional.
El siguiente caso fue el del Banco del Crédito y Seguros: Se anuncio la quiebra de
BANHCRESER el 14 de julio de 2001, después de varios intentos del gobierno no fue posible
que los accionistas aportaran más capital para evitar que el banco fuera liquidado forzosamente.
El gobierno tuvo que invertir más de 580millones de lempiras para liquidar el banco y que los
ahorros de más de 40,000 se viera en riesgo. El banco era evidentemente muy fuerte en el país
pues tenía unas 35 oficinas a nivel nacional y unos 395 empleados. El Ministerio Público
interpuso acusación criminal contra los directivos y administradores del Banco Hondureño de
Crédito y Servicios, en virtud de haber sido declarada esa institución en liquidación forzosa en
incurrir en algunos presupuestos tipificados como estafa.
El Estado invirtió un aproximado de 300 millones de dólares en la liquidación de BANCORP,
BANHCRESER y CAPITAL el Estado recuperó ciertas cantidades confiscando cuentas a los
accionistas, interviniendo las instituciones, subastando sus carteras a bajos costos y confiscando
bienes y propiedades a algunos de los accionistas involucrados en las quiebras. La mayoría de los
culpables nunca fueron encarcelados y aún andan libres como respetables empresarios.
En cuanto al caso del Banco Capital, sus 40 mil ahorrantes habían confiado a la institución
L729.9 millones de lempiras, de los cuales 213 millones estaban respaldados por el Fondo de
Seguros de Depósitos, (FOSEDE) y el estado de Honduras debía aportar L517.1 millones. El 20
de diciembre de 2002 se declaró la liquidación forzosa del banco. Al Igual que en los casos
anteriores, el Estado invirtió millones de lempiras de los dineros del pueblo para liquidar el
Banco Capital, salvaguardar así el Sistema Financiero Hondureño, y devolver sus dineros a los
cuentahabientes. A. El reconocimiento de las pérdidas en mención fue causa inevitable de un
deterioro adicional del patrimonio con posterioridad a la capitalización, situando nuevamente al
Banco Capital, S.A., en un nivel del índice de adecuación de capital negativo de 10.83%, inferior
al 60% del nivel fijado por la CNBS, colocándolo en una posición grave de insolvencia; por
consiguiente, nuevamente sujeto a liquidación inmediata. En esta situación de desequilibrio
financiero fundamental, no se consideró viable la aportación de recursos adicionales de capital
para mantener operando al Banco Capital.