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Los procesos son conjuntos de acciones ordenadas hacia un fin. Por lo que
los Procesos Políticos son un conjunto de acciones ordenadas que la
finalidad a la que se pretende alcanzar sea en pro del bienestar de los
ciudadanos.
La vida política ocurre dentro de un proceso diná mico que acontece por la
interacció n social hacia la bú squeda del poder y a ocupar estructuras políticas, en
torno a las cuales también se desarrollan procesos políticos, que importan en
definitiva el bienestar de la comunidad.
1. LA REPRESENTACON POLITICA.
DEFINICION.
La elecció n no solo servía para seleccionar a los cargos pú blicos sino que
ademá s otorgaba legitimidad al régimen político, de ahí que este mecanismo esté
presente actualmente en todo tipo de sistemas políticos, incluidas las dictaduras.
De ahí que los teó ricos liberales, como Montesquieu, idearan mecanismos
institucionales para proteger los derechos naturales de los ciudadanos y garantizar
el equilibrio del poder. Surgió así el principio de la separación de poderes, con el
surgimiento de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
DE LA DOCTRINA ROUSSONIANA A LA DEMOCRACIA DIRECTA.
2. Pero, má s allá del debate en torno a la universalizació n del sufragio como condició n
indispensable para la producció n de auténtica representació n, se pone de manifiesto el
llamado componente aristocrá tico de los sistemas de representació n. Este vendría
implícito en las exigencias intrínsecas de la mecánica representativa, conducente a la
selecció n y amortiguació n de la opinió n de los representados y, en general, a posibilitar el
control del proceso político a cargo de una élite que tiende a considerarse a sí misma como
la ú nica capaz de entender y resolver los problemas que afectan al interés general.
3. La irrupció n de los partidos en la vida pú blica hasta el punto de controlar en la prá ctica los
procesos que conducen al ejercicio poder político, entre ellos los de producció n de
representació n, plantea la posible crisis del mandato representativo, por vía de un cierto
mandato imperativo de partido, puesto que el representante llega a serlo en virtud del
apoyo y mediació n prestada por la organizació n partidista a la que pertenece y a la que se
ve ligado, entre otros, por lazos de disciplina.
En política, las elecciones son un proceso institucional en el que los electores eligen
con su voto, entre una pluralidad de candidatos a quienes ocuparán los cargos políticos en
una democracia representativa.
Así pues, las funciones que cumplan o pretendan cumplir unas elecciones
dependerá n mucho del contexto en el que se desarrollen y, sobre todo, de tres
variables: la estructura de la sociedad, el sistema político-institucional y el sistema
de partidos. Segú n Carreras y Vallés, dentro de las democracias liberal-
representativas se distinguen clá sicamente tres funciones:
1) Producir Representación.
2) Producir Gobierno.
3) Producir Legitimación.
En los Estados democrá ticos, las elecciones pretenden cumplir siempre una
funció n de legitimació n racional del poder político: a través del rito solemne de las
elecciones perió dicas el poder se reviste de autoridad para poder actuar en
nombre y representació n del elector. Las elecciones constituyen un momento clave
del proceso de socializació n política, no só lo contribuyen a la agregació n de las
preferencias políticas, sino también a la integració n de la comunidad en su
conjunto alrededor de unas mismas reglas del juego.
Por otra parte, las elecciones representan el momento propicio para que
salgan a la luz toda clase de propuestas y aspiraciones, planteadas por los
individuos o grupos má s diversos, al amparo de un tratamiento igualitario (allí
donde se reconoce el principio de igualdad de los ciudadanos ante la ley). Todos
ellos son aspectos que conducen a potenciar la legitimació n del sistema de poder.
EL SUFRAGIO
CONCEPTO.
Con el término sufragio se refiere al derecho de participar a través del
voto, de forma constitucional y política, en un sistema electoral para elegir
cargos públicos y tomar decisiones políticas.
Hoy en día, el sufragio es inseparable de la democracia y la representació n.
de modo tal que la garantía del sufragio universal, libre y secreto es lo mínimo que
se le exige a un gobierno para ser llamado democrá tico (aunque, por otro lado, no
basta ú nicamente con eso para garantizar el funcionamiento de una democracia).
CARACTERÍSTICAS.
SUFRAGIO UNIVERSAL
El principio éste que en su pleno sentido, exige que todos los ciudadanos
sean electores elegibles, sin que puedan producirse exclusiones
significativas por discriminatorias de determinados sectores o grupos, por
razó n de raza, religió n, riqueza, profesió n, nivel intelectual en su concepció n
moderna por razó n de sexo. La lucha por la democracia ha ido unida en gran parte
a la lucha por la universalizació n del sufragio
SUFRAGIO DIRECTO.
Se entiende por sufragio directo aquel en el que los electores
determinan, sin la necesidad de intermediarios (directamente), quiénes será n
los titulares de los cargos sometidos a elecció n. En las elecciones indirectas el
cuerpo electoral se limita a elegir compromisarios, y éstos son quienes por sí
mismos o mediante sucesivas elecciones de nuevos compromisarios deciden qué
personas resultan elegidas finalmente (el sufragio previsto en la Constitució n
españ ola de 1812 y la Elecció n del PR de los Estados Unidos de América, por
ejemplo). Al nú mero de elecciones de compromisarios que se celebren se le llama
«grado» de la elecció n indirecta.
SUFRAGIO SECRETO
El voto secreto es aquel que no se emite de modo abierto o público
(caso del voto por aclamació n y del emitido al dictado, a mano alzada u oralmente).
Con objeto de proteger al má ximo la libre opció n escogida por el votante se han ido
perfeccionando una amplia serie de instrumentos de garantía efectiva, tales como
los modelos oficiales de papeletas y de sobres que contengan las mismas, las
cabinas de voto, las urnas selladas, etc.
SUFRAGIO LIBRE
La aplicació n efectiva del principio de libertad a una realidad concreta es
siempre muy difícil de comprobar y esto mismo ocurre también al intentar
dilucidar si unas elecciones son o no «libres»; pero es una cuestió n que no puede
eludirse habida cuenta del notable valor legitimador de los procesos electorales.
En todo caso, seamos conscientes de que la calificació n, en uno u otro sentido, se
realizará desde una determinada perspectiva ideoló gica y doctrinal: en nuestro
caso, siguiendo un enfoque má s o menos clá sico, desde supuestos liberal-
democrá ticos.
DEFINICIÓN.
El voto de lista cuando ésta es cerrada y no bloqueada abre la posibilidad del «voto
preferencial» a favor de uno, varios o todos los candidatos de la misma, lo que
alterará el orden inicial de colocació n de los candidatos de la lista. A su vez, el
sistema de listas abiertas conduce a la posibilidad del «voto combinado» o
«panachage», que permite ademá s que el elector combine candidatos de varias
listas (Suiza y Luxemburgo conjugan una modalidad de voto acumulativo y
«panachage»). Ahora bien, advirtamos que estas posibilidades ofrecidas al elector
de modificar las listas, en la prá ctica suelen ser aprovechadas muy poco.
a) Fórmulas mayoritarias.
Voto alternativo.- Forma de voto ordinal que pretende reunir en una las
dos operaciones de la fó rmula de segunda vuelta. El elector fija en su voto
un orden de preferencias entre candidatos y cuando, una vez
contabilizadas las primeras preferencias, éstos no consiguen la mayoría
absoluta, se acude a eliminar sucesivamente a los candidatos con peores
resultados y a contabilizar las segundas preferencias de quienes les habían
votado, hasta que haya candidatos que alcancen mayoría absoluta
(Australia).
- Fórmulas mayoritarias corregidas por determinadas formas de expresión del
voto.- El empleo de formas tales como el «voto limitado» o el «voto
acumulativo» -ya examinadas anteriormente tienden a corregir en parte los
efectos desproporcionados de la fó rmula mayoritaria, posibilitando la
representació n de las minorías.
b) Fórmulas proporcionales.
- Fórmulas de cociente electoral común.- Son aquellas que recurren a una
primera operació n de cá lculo de un cociente electoral cuyo valor indica el
nú mero de votos que necesita una candidatura para obtener cada escañ o; es
decir, una candidatura (hablaremos de partidos a partir de ahora)
conseguirá tantos escañ os como veces su nú mero de votos contenga dicho
cociente. El cociente má s comú n es aquel que resulta de dividir la suma de
votos vá lidos obtenidos por todos los partidos (Vv) entre el nú mero de
escañ os de la circunscripció n (Ec); es el llamado cociente entero o de Hare.
Nota: profundizar en el estudio de las diferentes fórmulas, según sean las listas.
1. LA REPUBLICA.
Del latín res publica “cosa pública”; una repú blica es una forma de
gobierno en la que el Jefe del Estado es el Presidente de la repú blica, elegido
por sufragio universal entre todos los ciudadanos con derecho a voto.
Ademá s de la elecció n del presidente, los miembros del poder legislativo, en
teoría, también son elegidos por los ciudadanos.
2. LA MONARQUIA
1. REGÍMENES AUTOCRÁTICOS:
Los autocrá ticos, en términos generales, son aquéllos donde los
gobernados deben comportarse segú n las reglas que les dicta el gobernante. Se
dividen en:
2. REGÍMENES DEMOCRÁTICOS.
Los regímenes democrá ticos se caracterizan porque el poder político se
encuentra distribuido en tres ó rganos, (ejecutivo, legislativo y judicial) las
autoridades son elegidas en elecciones libres, competitivas y limpias, la acció n
política de la oposició n es aceptada e incentivada, existe un respeto y garantía por
los derechos de las personas y en general priman los valores, principios y atributos
de la democracia.
5. LOS PARTIDOS POLITICOS.
Pese a ello, los politó logos no han llegado a un acuerdo total sobre la
definició n de partido, porque cada una de las propuestas privilegia un aspecto de
su naturaleza o actividad. Pero cuidadosamente, a continuació n se expone algunas
de sus conceptos má s completos:
Los partidos políticos está n regidos por doctrinas y teorías que explican su
modo de interpretar la realidad. Por ejemplo, Un partido político de tendencia
liberal, nunca propondrá la abolición de la propiedad privada, ya que eso iría en
contra de sus creencias.
Nota: ver Ley nú mero 3/1992 de 6 de enero sobre Los Partidos Políticos de Guinea
Ecuatorial.
Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo
en la vida política, contribuir a la integració n de la representació n nacional, como
organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del
poder pú blico.
EVOLUCION Y TIPOLOGIA.
De igual forma que los sistemas de partidos, los partidos también pueden
clasificarse en funció n de ciertos criterios. Estas tipologías ayudan a ordenar la
variedad de los fenó menos sociales para entender mejor dicha diversidad. Para la
identificació n de los partidos a menudo se determinan los rasgos característicos
para comprender las similitudes y las diferencias entre los partidos individuales.
Así, se puede efectuar una tipología de los partidos segú n criterios muy diversos.
Los partidos:
Articulan y unifican los intereses sociales : los partidos formulan las
expectativas pú blicas y las demandas de los grupos sociales en el
sistema político (funció n de formació n de opinió n);
PARTIDOS E IDEOLOGIAS
Las ideologías y las cosmovisiones (visió n del mundo) tienen una gran
importancia para los partidos. Las ideologías son visiones generales del mundo
compactas que incluyen explicaciones, valores y objetivos para los
acontecimientos sociales pasados, presentes y futuros. Las ideologías son la base
para las acciones políticas y sociales concretas. Son una parte fundamental de la
orientació n política. El concepto de ideología ha sido y es utilizado sobre todo por
los partidos de izquierda, los socialistas y los comunistas para describir sus
cosmovisiones y posiciones políticas. Sin embargo, también otras corrientes del
pensamiento político se pueden identificar con el concepto de “ideología”, como
por ejemplo el liberalismo y el conservadurismo, el nacionalismo o el fascismo.
Ideologías igualitarias
Socialismo, comunismo, marxismo, leninismo, estalinismo, maoísmo,
eurocomunismo, anarquismo.
Nota: ver Ley nú mero 8/1995 de 9 de enero, sobre Financiació n a los Partidos
Políticos en Guinea Ecuatorial.
LOS PARTIDOS POLITICOS EN EL PARLAMENTO Y EN EL GOBIERNO.
Dicha acció n puede surgir de dos vertientes: por una parte, de los líderes
políticos, que se dirigen a la ciudadanía pidiendo el voto; y por otra parte, de la
ciudadanía que emite su voto cediendo así su soberanía. Y las actuaciones
siguientes pueden orientarse, por ejemplo, hacia la elecció n de cargos pú blicos, la
acció n de los actores políticos y a las propias políticas pú blicas, etc.
a) Factores Individuales: ¿Cuá les son las razones que explican que una
persona participe en política? ¿Por qué unas personas participan má s que
otras? E incluso, ¿por qué unas personas participan má s a nivel
convencional, como votar, y otras prefieren protestar en las calles?
Pues bien, una de las explicaciones má s comunes tiene que ver con un
sentimiento o estado emocional del individuo que los psicó logos sociales
denominan deprivación política; y no es otra cosa que la diferencia entre lo que
uno tiene y lo que cree que merece tener. Esa percepció n es precisamente la que
motiva a los individuos a participar, involucrarse y tratar de cambiar las cosas. Es
una motivació n muy poderosa y que puede dar lugar a que un individuo decida
participar y luchar por lo que cree que es justo. Para que una persona se mueva y
participe, debe sentir privació n respecto a ciertos bienes o derechos.
Participación y democracia.
La palabra democracia tiene su origen en dos palabras del griego: “demos”,
pueblo, y “kratos”, gobierno. Podríamos traducirlo entonces como “el gobierno del
pueblo”. Esta frase refleja la idea fundamental de la democracia: un modo de
gobierno en el cual todas las personas pueden participar en el proceso de toma de
decisiones para generar el bien comú n. Precisamente así fue como el presidente de
los Estados Unidos de América, Abraham Lincoln, la definió : “el gobierno del
pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
Cuando las personas participan en las decisiones políticas, se puede lograr el
bien comú n, es decir, construir una sociedad en la que cada persona sea libre e
igual y donde cada uno pueda realizar su vida conforme a sus deseos y
preferencias; siempre y cuando ésas sean la de la mayoría.
Los medios de actuació n de los grupos de presió n son muy variados, pero se
podrían destacar los siguientes:
LIDERAZGO POLITICO.
Ademá s de todos los esfuerzos organizativos, estratégicos, comunicativos
y de contenido, que son indispensables para el éxito político a largo plazo, los
partidos deben contar con otro elemento sin el cual no pueden esperar la
aprobació n de los ciudadanos y votantes: dirigentes políticos adecuados.
Principios éticos y morales y objetivos políticos claros en los cuales basen sus
acciones (y que deben ser transparentes en una democracia). La honestidad
y la credibilidad, así como el sentido de responsabilidad hacia los
ciudadanos, también son importantes características de liderazgo;
Capacidad de gestión para poder dirigir una gran organizació n y una rá pida
capacidad de entendimiento para responder adecuadamente a los cambios
(aú n mejor es la habilidad de poder anticipar ciertos acontecimientos);
Otro factor, no menos importante, que afecta mucho a los líderes políticos
en la actualidad es el vasto conocimiento del espectro socio-político
internacional, etc.
CONCLUSION.
A pesar de todas las debilidades de los partidos y de todos los desafíos que
deben enfrentar, una cosa es clara: sin partidos no puede funcionar la democracia. En
una democracia, los partidos siguen siendo el vínculo má s importante entre el Estado y la
sociedad. Sin embargo, deben adaptarse a los cambios sociales para no ser atrapados por
los mismos.
Los partidos ejercen una funció n de liderazgo político de la que una democracia
moderna no puede prescindir. Especialmente en los tiempos del cambio omnipresente, el
liderazgo político debe ser responsable y estar siempre conectado a las preocupaciones de
los ciudadanos. Todo partido existe para el beneficio del pueblo y no para sí mismo”. Los
partidos, sus miembros y sus má ximos representantes son desafiados, hoy má s que nunca,
a asumir esta responsabilidad.