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Instituto Bíblico Pentecostal

II Semestre IBP

Homiletica

Autor
Franklin Villegas
Maestro
Dick Sajer

Trabajo Homiletica

Barranquilla, 20 de octubre de 2021


1. En cortas palabras definamos que es para mi la homiletica desde mi punto de
vista

La homilética es una disertación a través de la cual se explica, aplicando los principios


generales de la retórica, una doctrina religiosa determinada, principalmente la
cristiana. Existen dos tipos fundamentales de homilética, dependiendo de sus intenciones
EL MINISTERIUM dirigida a los creyentes y el MAGISTERIO dirigido a los no
creyentes. Como disciplina de estudio, la homilética trata sobre la composición, la
elaboración y los contenidos apropiados para la correcta predicación del sermón.  La
finalidad de la homilética es ofrecer a los sacerdotes las herramientas discursivas para
trasmitir, a través de la palabra, el dogma y la moral cristianos de una forma más efectiva.

2. En su oficina o lugar de estudio? Se convierte en un ingeniero teólogo o en un


siervo de Dios, recibiendo el mensaje del Señor en este tiempo.

Primero Tengamos en cuenta el significado de siervo


El deber del siervo era atender en primer lugar a las necesidades de su señor.
Resultaba inconcebible que el señor diera permiso al siervo para cenar mientras su cena
estaba sin preparar. Jesús concluyó la parábola con una pregunta retórica: “¿Acaso da
gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? admitir, a través de la
palabra, el dogma y la moral cristianos de una forma más efectiva Hay una gran
diferencia entre el siervo en los tiempos de Jesús y en nosotros como siervos. Esa
diferencia se ve marcada en forma poderosa en la vida de Jesús. Nuestra servidumbre es
como era la de Jesús. El siervo para el tiempo de Jesús no tenía para escoger.

En el caso de Jesús su obediencia era voluntaria. Jesús escogió hacer la voluntad del


Padre por encima de la de él sabiendo que la voluntad del Padre es perfecta. De igual
forma estamos nosotros llamados a obedecer, no por fuerza u obligación, sino
voluntariamente. Estamos llamados a doblegar el yo para dar paso a la voluntad de Dios
en nuestras vidas. De esto es que se trata este pensamiento de hoy. Debemos
disponernos a doblegar la voluntad si queremos ver a Dios obrando en nuestras vidas.
Esto es un acto voluntario y así es como Dios únicamente lo recibiría, voluntariamente.

Por esta razón estar sometido a la voluntad y a la guía del espíritu de Dios es mejor, que
tener toda la preparación que nos brinda todas esta ciencias y técnicas.

3. CUANDO MINISTRO
Pienso en El, como el todo en mi vida.

Verbos sharat, «ministrar, servir, oficiar». Se encuentra en el antiguo fenicio, y según


algunos, en ugarítico también. Sharat se halla cerca de 100 veces en el Antiguo
Testamento hebreo. Cuando Samuel era todavía niño, «ministraba a Jehová delante del
sacerdote Elí» , y el Señor lo llamó mientras «ministraba a Jehová en presencia de Elí» .
Este tipo de «servicio» era para honrar solo al Señor, porque Israel no debía ser «como
las naciones, como las demás familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra» . En
el templo de la visión de Ezequiel, a los levitas que «sirvieron delante de sus ídolos» el
Señor les prohibió servir como sacerdotes. Además, Jehová separó «la tribu de Leví para
que llevase el arca del pacto de Jehová para servirle, y para bendecir en su
nombre» . De la tribu de Leví, Moisés debía ungir a Aarón e hijos y consagrarlos para
que «sirvieran» como sacerdotes .

Los que no fueran de la familia de Aarón, aunque habían sido escogidos para ministrar
para El por siempre, actuarían como ayudantes de sacerdotes, y realizarían tareas físicas
como guardar las puertas, matar el holocausto, cuidar los altares y utensilios del
santuario . En diferentes circunstancias, la palabra se usa para denotar el «servicio» que
se ha prestado a otro ser humano. Aunque la persona «servida» suele ser de más alto
rango, esta palabra jamás se refiere al trabajo a que se obligaba a un esclavo. Eliseo
«servía» a Elías.

Ministrar al templo es totalmente diferente de ministrar a Jesucristo. Son muchos los que


ministran al templo y no al Señor. Sin embargo, el Señor busca continuamente un
ministerio que se dirija exclusivamente a Él. Ciertamente trabajar, ofrendar y compartir es
importante, pero estas actividades no son lo que el Señor busca.

Porque esto es solamente ministrar al templo. Nosotros ministramos no sólo delante del


Señor sino también a Él. No sólo existe el ministerio que se hace en el templo, sino
también el que se hace al acercarnos a Su mesa. No sólo ministramos delante del
Señor, sino que ministramos al Señor, lo cual es un asunto muy diferente.

Si usted puede ver la diferencia que hay entre estos dos ministerios, comprenderá lo que
el Señor siempre ha buscado. Evitemos la idea errónea de que ministrar al Señor significa
desatender el templo. Mi intención es compartir que además del aspecto de ministrar al
templo, existe un ministerio más profundo, que consiste en ministrar al Señor. Muchas
personas sólo saben ministrar al templo, mas no al Señor.

Esto es lo que significa ministrar al templo. Puesto que estamos ante la gente y le


ministramos, nuestro ministerio está dirigido a ellos, no al Señor. Esto no significa que los
que ministran al Señor deban dejar de ministrar a la gente, pues quienes ministran al
Señor también sirven a los demás, aunque su única meta es el Señor. Si uno entra a la
presencia del Señor y se concentra sólo en El, espontáneamente puede ministrar a los
pecadores y hermanos.

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