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H isto ria se c r e t a d e l a s SS

Robin Lumsden

Traducción de
Alejandra Devoto

Ια e/fera 0 de Io/ libro/


Prim era edición: octubre de 2003

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Título original: H im m lers B lack Order, Sutton Publishing, G loucestershire, FU


© Robin Lutnsden, 1997
© De la traducción: A lejandra Devoto, 2003
© La E sfera de los Libros, S.L., 2003
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M aquetación y Fotom ecánica: Star-Color
Im presión: Cofás
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ÍN D IC E

Introducción ......................................................................
................. 9

O R ÍG E N E S Y P R IM E R A E T A P
A ............................................ 13

LA A L L G E M E I N E - S
S ...................................................................
41
O rganización general de la Allgem eine-SS .................................
41
Las SS: obligaciones y condiciones de s e r v i c io ..........................
82
La elite r a c i a
l .................................................................................
...... 112
Los guardianes del E s t a d
o ................................................................
136
El im perio
industrial ........................................................................
167
La sociedad de las
SS ........................................................................
179
Nobles
antepasados .......................................................................
... 189
La generación
siguiente ...................................................................
204
La SS G e r m á n ic
a ................................................................................
217
El simbolismo y el atuendo de la O rd en N e g r a .......................
230

LA W A F F E N - S
S ................................................................................
271
O rígenes y organización de la W a ffe n -S S ....................................
271
La W affen-SS en la g u e r r
a ................................................................
290
U niform es de la W a ffe n - S
S ..............................................................
333

Epílogo ...........................................................................
....................... 413

Bibliografía ............................................................
.............................. 433
Indice a lfa b é tic
o .................................................................................
. 439
In t r o d u c c ió n

AS SS SO N una de las organizaciones más conocidas y, sin embargo,


L p eor com prendidas de la historia. Para casi todo el m undo no fue
más que el brazo arm ado del Estado nazi, cuyo único objetivo era
subyugar m ediante el terror. E n consecuencia, siem pre se la identifi
cará con los cam pos de concentración, las torturas y el exterm inio
masivo y, p o r tal m otivo, está condenada a ser despreciada y detestada
de form a casi universal durante las generaciones venideras.
Sin embargo, ese lado oscuro no es más que una parte de la histo
ria de las SS.Toda la saga es bastante más compleja y, en m uchos sentidos,
resulta casi increíble. En diez años, las SS pasaron de ser una pequeña
escolta no remunerada de un político insignificante a convertirse en una
fuerza que dom inó las esferas raciales, culturales y profesionales del
im perio más poderoso que se haya visto jamás en el continente europeo.
Todas las dependencias policiales nacionales de los territorios ocupados
estaban controladas por las SS, y una red de empresas monopolísticas
brindaba a los centenares de fábricas de la organización acceso directo a
sus propios mercados: el interno, el de materias primas y el de trabajo.
Todo tipo de personas, desde agricultores y militares hasta profesores
de universidad y aristócratas, acudieron a incorporarse a las SS para satis
facer sus propios fines egoístas.
E n el centro se encontraba H im m ler, un idealista am bicioso y
despiadado. D esde el día en que asumió el m ando, H im m ler fue las SS
y las SS fueron Himmler. El progreso de la organización quedó vincula
do a la carrera de su Reichsführer, que fue consiguiendo un cargo
im portante tras otro hasta que, en 1945, llegó a concentrar en su p er
sona más poder que ningún otro hom bre, excepto H itler. Cada vez
que H im m ler obtenía un cargo llevaba consigo a las SS, que se con
10 Historia secreta de las SS

virtieron a la vez en la base y el instrum ento de su fuerza. En el apogeo


de su influencia, H im m ler fue jefe de la Policía, ministro del Interior
del R eich, Reichski ter del NSDAP, m iem bro del Reichstag, com isiona
do del R eich para la consolidación del germanismo, com andante en
jefe del Ejército nacional, jefe del arm am ento militar y com andante de
los grupos de ejército del R in y delVístula. D e hecho, él y sus SS con
trolaron todas las fuerzas militares, paramilitares y policiales del frente
interno alemán durante la segunda guerra mundial.
Sin embargo, con su fatídica fascinación por la genealogía, el
medievalismo y las tradiciones alemanas, el Reichsführer de las SS ejerció
un control absoluto sobre un gigante que no era, para él, un vehículo
político sino una orden racial. Por lo que respecta a H im m ler, las SS
eran, en prim er lugar y por encima de todo, una familia multinacional,
un clan nórdico que acabaría reuniendo a los pueblos germ ánicos de
Europa para que nunca más volvieran a surgir conflictos entre ellos.
H im m ler planeaba que, tras la conclusión victoriosa de la guerra, esa
últim a gran guerra de exterm inio en la que las SS dem ostraran su valor
m ediante Jos logros de sus propias unidades en los campos de batalla, él
y sus sucesores fortalecerían esa orden, de la que saldrían los dirigentes
de la industria, la agricultura, la política y las actividades del pensam ien
to de una nueva Europa pagana, vigilada y protegida po r las SS.
Por su parte, A dolf Hitler estaba satisfecho con dar rienda suelta a
las fantasías de su leal seguidor puesto que para tratar a los posibles albo
rotadores bastaba con amenazarlos, con «entregarlos a Himmler». Saber
que el todopoderoso Reichsführer m erodeaba com o una especie de coco
solía ser suficiente para que H itler no recibiera más que adulación de
todos, salvo de los más decididos. E n consecuencia, se perm itió que las
esperanzas y los sueños personales de H im m ler para las SS, p o r irreales
que fueran, forjaran la evolución de toda la organización.
Escribo este libro con la esperanza de aclarar algunas ideas falsas
y dem ostrar que las SS tenían m uchas más facetas que las que en
general se conocen. D entro de la propia Alemania, durante el Tercer
R e ic h , las SS ocuparon un lugar único. Fueron tem idas, aunque tam
bién fueron respetadas de verdad y, en algunos casos, incluso reveren
ciadas. Pertenecer a las SS estaba m uy bien visto, y los uniform es y el
equipo, diseñados con tanto esmero para tratar de destacar a la nueva
Introducción 11

elite, en seguida se convirtieron en símbolos de prestigio dentro del


joven im perio. N o habría que olvidar jam ás la poderosa influencia de
las insignias y los uniform es cuando uno intenta encontrar respuestas
a la pregunta, tantas veces form ulada, de por qué unos ciudadanos
com unes, respetuosos de la ley, apoyaron alegrem ente a una organiza
ción que hoy en general se considera crim inal.

Robín Lumsden
Cairneyhill, marzo de Í9 9 1
O r íg e n e s y p r i m e r a et a pa

O S O R ÍG E N E S D E las SS están estrecham ente vinculados con los


L acontecim ientos y las repercusiones de la prim era guerra m u n
dial, un conflicto épico que tuvo profundas consecuencias en A dolf
Hitler, quien, después de vagar sin rum bo porV iena y M u n ich duran
te años, de pronto descubrió su verdadera vocación com batiendo en
el frente occidental. D esde el m ism o com ienzo, el ejército alem án, a
diferencia del británico, apoyaba activam ente que sus suboficiales y sus
soldados rasos tom aran iniciativas, de m odo que el Gefreiter H itler
estaba más que habituado a tom ar decisiones en la línea del frente en
su condición de «representante de un oficial». C o m o m ensajero de
trinchera, tuvo que soportar el acoso p erm anente de las am etrallado
ras británicas y francesas y recibió la C ru z al M érito M ilitar de Tercera
Clase de Baviera y una m ención de su regim iento p o r su valor fren
te al enem igo. Fue herido en dos ocasiones, fue víctim a del gas, p er
dió la vista durante cierto tiem po y acabó con la C ru z de H ierro de
Prim era Clase, una condecoración insólitam ente alta para un soldado
raso, que llevó con orgullo hasta el día de su m uerte.
C uando se paralizó la guerra de trincheras, A lem ania se dio cuen
ta en seguida del potencial que suponía establecer unidades de elite
de soldados de infantería cuidadosam ente seleccionados para actuar
com o destacam entos de asalto y para atacar las trincheras. A p rin ci
pios de 1915 se encom endó p o r prim era vez a u n oficial, el com an
dante E ugen Kaslow, que evaluara un equipo experim ental com puesto
p o r cascos de acero, arm adura y un nuevo cañón ligero. A tal efecto,
fo rm ó u n p eq u eñ o destacam ento de asalto, que fue co n o cid o con el
nom bre de Sturmabteilung Kaslow. A sus órdenes y a las de su sucesor,
el H auptm ann W illi R o h r, el Sturmabteilung desarrolló nuevas tácticas
14 Historia secreta de las SS

para introducirse en el sistema de trincheras del enem igo. A juzgar po r


las operaciones de com bate en los Vosgos, que tuvieron lugar ese
otoño, las ideas tenían sentido y, en enero de 1916 trasladaron el
Sturmabteilung R o h r a Verdún. En ese m om ento, el destacam ento esta
ba form ado por equipos de tres hom bres, llamados Stosstruppe (grupos
de asalto), cuyo m étodo de ataque consistía en asaltar una trinchera
po r el flanco. El prim ero de los tres iba arm ado con un instrum ento
afilado y cortante y un escudo hecho con el soporte de una am etra
lladora. A continuación venían el segundo hom bre, que llevaba las
mochilas repletas de granadas con m ango de espoleta corta, y el tercero,
que iba arm ado con un cuchillo, una bayoneta o un garrote. La téc
nica de los Stosstruppe resultó tan eficaz que en seguida se form aron
cierta cantidad de Sturmkompanie (compañías de asalto), que se incorpo
raron a las divisiones de form a perm anente. E n 1918 la m ayoría de
los ejércitos alemanes del frente occidental contaban con unidades
ampliadas, conocidas com o Sturmbataillone (batallones de asalto), cada
una de las cuales estaba form ada p o r una com pañía del cuartel gene
ral, cuatro com pañías de asalto, una com pañía artillera de infantería,
arm ada con los Sturm kanone de 37 m ilím etros, una com pañía de
ametralladoras, un destacam ento de m orteros de trinchera ligeros y un
destacam ento de lanzallamas.
A las tropas de asalto, com o las llam aban sus adversarios británi
cos, la prensa popular alem ana les concedió la categoría de héroes
rom ánticos. A diferencia de los soldados de infantería com unes, pasa
ban poco tiem po m erodeando por trincheras m ugrientas. Por el con
trario, atacaban de improviso y después regresaban a la base con su
inevitable alijo de prisioneros. N o sólo se publicaban inform es sobre
sus ataques en los periódicos civiles sino tam bién en los de la línea del
frente; incluso había uno que se llamaba Der Stosstmpp y contaba con
una sección habitual titulada Stosstruppgeist (Espíritu de los grupos
de asalto). Estos soldados de elite utilizaban una variedad de títulos
emotivos, com o Sturmtruppe (grupos de asalto),Jagdkommando (grupos
de cazadores) y Patrouillentruppe (grupos de ataque), tolerados todos
p o r el Alto M ando. O ficialm ente estaba m uy m al visto que las tropas
de asalto usaran insignias especiales, a pesar de lo cual en cada lugar se
utilizaban distintas placas, en las que aparecían bayonetas, granadas de
Orígenes y primera etapa 15

Tropas de los Freikorps en Múnich, el dos de mayo de 1919. Esta fotografía fue
tomada por Heinrich Hoffmann, que llegó a ser el fotógrafo personal de Hitler, y
muestra con toda claridad el emblema de la cabeza de la muerte pintado en el
frente del vehiculo blindado.

m ano y cascos de acero. N o obstante, la insignia más popular que


adoptaron los Stosstruppe fue la Totenkopf (la cabeza de la m uerte), una
calavera sobre dos tibias cruzadas, que al principio usaba el personal
del 3er R e g im ie n to de Zapadores de la R eserva de Guardia, una uni
dad com puesta exclusivam ente por voluntarios, creada para m anejar
los nuevos lanzallamas. La Totenkopf llegó a representar una actitud de
desp reo cu p ació n frente al peligro constante y al e k v a d o n ú m ero
de bajas.
D el m ism o m odo que las tropas de asalto eran lo m ejor que podía
ofrecer el ejército, las nuevas form aciones de elite de la naciente fuer
za aérea alem ana eran los vuelos de los veloces cazas que escoltaban
y protegían aviones más pesados com o los bom barderos y los aviones
de reconocim iento. E n ocasiones, los cazas se agrupaban com o si fue
ran fuerzas aéreas de choque, con el fin de atacar blancos terrestres,
pero po r su papel fundam ental les dieron el nom bre de escuadrones
de protección o Schutzstaffeln, o Schustas, para ser más breves. E ntre los
16 Historia secreta de las SS

destacados m iem bros de los Schustas figuraban H erm an n G öring y


E duard R itte r von Schleich, el llamado «caballero negro», que después
fue com andante del SS-Fíiegersturmbann.
H itler aprovechó las valiosas experiencias adquiridas en la p rim e
ra guerra m undial m ucho después del cese de las hostilidades. D urante
los prim eros días del m ovim iento nazi, para ocupar cualquier posición
de liderazgo dentro del Partido N acional Socialista era imprescindible
haber tenido un puesto de com bate en la línea del fiente entre 1914 y
1918; además, la organización y la term inología m ilitar tan estrictas
que posteriorm ente utilizó el NSDA P surgieron directam ente del ser
vicio al ejército de sus miembros. Los nazis adoptaron en seguida, para sus
propios paramilitares, los térm inos Stosstrupp, Sturmabteilung y Schutzstaffel,
que se habían utilizado para referirse a las fuerzas alemanas de p rim e
ra en tierra y aire, aunque después adquirirían una im portancia total
m ente distinta en los años de posguerra.
E n noviem bre de 1918 Alemania se enfrentaba al desastre. H abían
perdido la guerra, el káiser había abdicado y el gobierno se había des
m oronado. D e hecho, las fuerzas armadas se habían desbandado y había
grupos de soldados de izquierdas desmovilizados, sin ninguna perspec
tiva, que vagaban p o r las calles clam ando p o r un alzam iento bolchevi
que com o el que acababa de hacerse con el poder en Rusia. Además,
el país se encontraba bajo la presión extrem a de los revolucionarios
civiles espartaquistas y los insurgentes polacos am enazaban con inva
dir la Silesia y los territorios del este del Báltico pertenecientes al
R eich.
Para hacer frente a todos esos peligros, algunas tropas de derechas,
ansiosas po r defender a la patria y sus valores tradicionales, pero caren
tes de u n ejército adecuado para hacerlo, form aron rápidam ente nue
vas unidades de Freikorps. Esos grupos estaban inspirados en los
Freiwilligenkorps (cuerpos de voluntarios) que desde la Edad M edia se
reunían en Alemania en tiem pos de crisis. C o m o seguían conservando
sus uniform es de los tiem pos de la guerra, las armas y los m edios de
transporte, se reunían en torn o a los héroes locales o a personalidades
militares m uy conocidas. El m étodo habitual de reclutam iento consis
tía sim plem ente en que un ex oficial hacía circular m aterial de lectu
ra o colgaba carteles invitando a los antiguos soldados a acudir a un
Orígenes y primera etapa 17

lugar determ inado, en una fecha determ inada, para incorporarse a su


Freikorps. En m uchos casos se presentaban a miles, ansiosos p o r alistar
se, con paga o sin ella. Además de la promesa de acción, un gran atrac
tivo era el hecho de que en los Freikorps la disciplina era m uy laxa en
com paración con la del ejército imperial. Por lo general, se llamaba a
los oficiales por su nom bre de pila y los soldados rasos sólo tenían que
hacer el saludo m ilitar a aquellos oficiales a los que respetaban o adm i
raban en persona. Los soldados apenas prestaban atención a las órdenes
formales que em anaban del débil gobierno provisional y brindaban
toda su lealtad al' com andante de su Freikorps, a quien llamaban Führer
(líder). Para esos soldados que nada tenían, sus unidades y sus camara
das se convirtieron en su hogar y su familia.
El Estado necesitaba desesperadam ente militares entrenados para
ejercer el control y los filibusteros de los Freikorps le proporcionaron
la m ano de obra experim entada en el m om ento oportuno. C o n la
intención fundam ental de im pedir que Alemania se convirtiera en un
régim en bolchevique, sofocaron disturbios, m antuvieron el orden en
las calles, protegieron los edificios públicos y se convirtieron en pilares
de la ley hasta que fueron disueltos, en 1919, al m enos sobre el papel,
po r el tratado de Versalles, que estableció las condiciones para crear el
R eichsw ehr, el ejército reconstituido y m ucho más reducido de la
R epública de Weimar. Los m iem bros de los Freikorps que no fueron
aceptados otra vez en el nuevo ejército trataron de ingresar en grupos
paramilitares de derechas, com o el Stahlhelm y la Reichskriegsflagge de
los nacionalistas, la Jungdeutscher Orden y la Organisation Rossbach. E ntre
esos hom bres figuraban el propio H im m ler y los futuros generales de
las SS, K urt Daluege, «Sepp» D ietrich, R ein h ard H eydrich, F riedrich-
W ilhelm Krüger, Karl W olff y U d o von W oyrsch, además de m uchos
otros.
E n total, durante el período com prendido entre 1919 y 1920
existieron alrededor de doscientas cincuenta unidades de Freikorps,
com puestas por más de setenta m il hom bres. C rearon su propia serie
de medallas, distintivos e insignias, entre los que destacaban la esvás
tica de la Brigada E hrhardt y la cabeza de la m uerte, tom ada de las
tropas de asalto imperiales. E ntre los Freikorps que se sabe que usaron
la Totenkopf en sus cascos y vehículos figuran los siguientes:
Historia secreta de las SS

a) E l Freikorps Driissow
Esta unidad, al m ando del teniente Hans Briissow entre enero
y abril de 1919, estaba form ada por mil doscientos hombres;
posteriorm ente se convirtió en el 4o R egim iento de Infantería
del Reichswehr.

b) La División Eiserne
Esta unidad, que tenía la fuerza de una brigada, una de las más
famosas de todos los Freikorps, al m ando del com andante
Bischof}', realizó intensos ataques en la zona del Báltico entre
noviem bre de 1918 y febrero de 1920. Al mes siguiente fue
licenciada, ju n to con la B rigada Erhardt, po r su participación
en el Kapp Putsch derechista de Berlín. Sus veteranos fueron
bien recibidos en las SS pocos años después.

c) Las subanidades de la División Eiserne, en particular las siguientes:


Bei ithener Selbstsch u tz - Kompanie
Freiwilligen Batterie Zenetti
Freiwilligen Jägerkorps Goldingen
KurUindisches Infanterie-Regiment
Ostpreussisches Jägerkorps
Selbstschutz Bataillon Begerhojf
Selbstschutz Bataillon Generalfeldmarschall von Hindenburg
Selbstschutz Oberschlesien
Freikorps Tilsit.

d) E l Freikorps Erlangen
Esta unidad, del tamaño de un batallón, existió de abril a junio de
1919 y estuvo al m ando del general de division Engelhardt. Se
incorporó al 47° Regim iento de Infantería y al 42° Regim iento
de Artillería del Reichswehr.

e) E l Freikorps Gerth
Esta form ación, al m ando del teniente G erth entre abril y ju n io
de 1919, estaba constituida p o r 625 hom bres y fue absorbida
por el 40° R egim iento de Infantería del Reichsw ehr.
Orígenes y primera etapa 19

f) E l Destacamento de Minenwerfer Henschkel


U na unidad de tropas de asalto veteranas, con m orteros cié trin
chera, curiosam ente encabezada por un suboficial, el Feldwebel
Heuschkel.

g) E l Destacamento de Freiwilligen Von Schauroth


U n núm ero reducido de antiguas tropas de asalto, reunidas al
m ando de su antiguo oficial, el com andante Von Schauroth.

Por su relación con estas unidades, la cabeza de la m uerte, que


durante la guerra ya había sido insignia de osadía y abnegación, se con
virtió entonces en un símbolo del tradicionalismo, el antiliberalismo y
el antibolchevism o, un em blem a ideal para la em brionaria elite nazi.
En diciem bre de 1918 dieron el alta a A dolf H itler en el hospi
tal m ilitar de Pasewalk, cerca de Stettin, donde se recuperaba de una
intoxicación de gas. Se ofreció com o voluntario para hacer guardia en
un cam po de prisioneros de guerra en Traunstein, pero en enero de
1919 ya no quedaban más prisioneros. Sin saber qué hacer, aunque
todavía de uniform e, H itler se dirigió a M ú n ich y se in co rp o ró al
Freikorps bávaro, form ado p o r un héroe de guerra, Franz R itte r von
Epp, para liberar a la ciudad de su nuevo gobierno marxista; lo consi
guió con gran derram am iento de sangre.
Em pezaron a surgir grupos nacionalistas en toda Alemania con el
objeto de librar al país de los «traidores de noviembre», que habían traí
do la desgracia de una paz impuesta, y de los comunistas, que ante todo
eran leales a Rusia. Los nacionalistas procedían de todos los niveles de la
sociedad y en el extrem o inferior de la escala social m um quesa se
encontraba el minúsculo Partido de los Trabajadores Alemanes de A nton
Drexler, a una de cuyas reuniones asistió H itler com o observador mili
tar el doce de septiembre de 1919. Se trataba de una agrupación que
congregaba a los intelectuales racistas para combatir, m ediante la discu
sión, la influencia marxista y la «infiltración judía» en la clase trabajado
ra. Según ellos, los judíos eran los principales responsables de la revolu
ción popular roja, y m encionaban el hecho de que todos los líderes del
m ovim iento izquierdista, com o Karl Liebknecht, R osa Luxemburg,
K urt Eisner y los demás, eran judíos. H itler com probó que las ideas de
20 Historia secreta de las SS

D rexler eran similares a las suyas. Se afilió al partido y, po r su enérgica


personalidad y su capacidad de oratoria, prácticamente asumió el con
trol desde el principio, le cambió el nom bre por el de Partido Nacional
Socialista de los Trabajadores Alemanes (Nationalsozialistische Deutsche
A rbeiterpartei o NSDAP) y le proporcionó u n program a nacionalista,
antisemítico y anticapitalista ya que, hasta ese m om ento, no poseía más
que un vago conjunto de ideales.
Los discursos de H itler en seguida encontraron amplio eco en las
filas de los Freikorps, de cuyas unidades salieron los prim eros numerosos
seguidores del nuevo Führer nazi, El Hauptmann Ernst R ohm , ayudante
de Von Epp, que también encabezaba su propio lleichskriegsßagge Freikorps,
enviaba a H itler sin cesar oficiales, suboficiales y soldados. Siguiendo
el ejem plo de los comunistas, H itler com enzó a alquilar cam iones y a
llenarlos con m iem bros del partido que recorrían ruidosam ente las
calles para dirigirse a algún m itin. La diferencia era que, m ientras que
los comunistas llevaban ropa de lo más variopinta, los nazis, en su
mayoría ex soldados, iban sentados m uy erguidos, llevaban los elegan
tes uniform es de los Freikorps y parecían la personificación de la reins
tauración de la ley y el orden, de m odo que a su paso siem pre eran
ovacionados.
El objetivo principal de H itler a esas alturas era sustituir los
pequeños grupos de discusión del partido p o r m ítines masivos, el p ri
m ero de los cuales, celebrado en la Festsaal de la Hofbräuhaus de
M ú n ich el veinticuatro de febrero de 1920, atrajo a casi dos m il p er
sonas. E n tan auspiciosa ocasión, en la que se estableció el program a
del NSDAP, los supervisores fueron un grupo de Zeitfreiwilligen
(voluntarios tem porales), arm ados con pistolas y vestidos con el uni
form e gris de cam paña del R eichsw ehr de M únich, al que estaban
adscritos. Es posible que dichos partidarios fuesen m uy cordiales, pero
no cabe duda de que no m anifestaban una lealtad sin lím ites hacia el
nuevo m ovim iento, de m odo que, a finales de 1920, se estableció una
form ación nazi, regular y perm anente, llamada la Saalschutz (guardia
de sala), para proteger a los oradores en las reuniones del NSDAP. Sin
em bargo, la Saalschutz duró poco tiem po, porque en 1921 se am plió
y se consolidó en un cuerpo nuevo, la Sturmabteilung o S A . D e ello
se encargaron R o h m y u n antiguo teniente de la M arina, H ans-
Orígenes y primera etapa 21

U lrich Klintzsch, que crearon la SA com o un nuevo Freikorps para


m achacar a los rojos y eludir a los adversarios en los m ítines políticos.
M ientras que la Saalschutz había sido diseñada para defender, la SA
servía para atacar. Sin embargo, m ientras la SA estuvo afiliada al par
tido, al principio no se puso bajo la autoridad personal de H itler, p o r
que sus miembros apenas respetaban la diplomacia de la política. R ecibía
órdenes de su propio Führer, el autodesignado com andante en jefe
Oberstleutnant H erm an n K riebel, que opinaba que «lo m ejor que
podían hacer los políticos era callarse la boca». Limitada al principio
a M únich, la SA realizó su prim era incursión im portante fuera de la
ciudad cuando, del catorce al quince de octubre de 1922, participó en
un «día de Alemania», en C oburgo, que acabó en una batalla campal
con los comunistas que controlaban la ciudad. Los ochocientos h o m
bres de la SA que estuvieron presentes, la casi totalidad de los m iem
bros del Sturmabteilung, consiguieron rom per el control que ejercía el
Frente R o jo sobre C oburgo, y la cobertura del incidente p o r parte
de la prensa dio a conocer el nom bre de H itler a un público más
amplio.
El p rim er m itin nacional del N SD A P se celebró el veintiocho de
enero de 1923, cuando alrededor de seis m il hom bres de la SA recién
reclutados desfilaron ante H itler, que entregó estandartes a los cuatro
prim eros regim ientos com pletos de la SA, llamados «M ünchen»,
«M ünchen II», «Nürnberg» y «Landshut». Al mes siguiente ya había
suficientes voluntarios para form ar un quinto regim iento y, para tra
tar de controlar m ejor una organización que crecía con tanta rapidez,
H itler puso al fiente a otro político, un antiguo as de la aviación, el
H auptm ann FI erm ann G öring G öring aportó su prestigio com o gran
héroe de guerra, el últim o com andante del escuadrónV on R ich th o fen ,
vencedor en veintidós com bates aéreos y poseedor de una de las
m áximas condecoraciones alemanas al valor, la orden «Pour le
M érite». Sin em bargo, era holgazán y perm isivo p o r naturaleza. La
verdadera fuerza im pulsora de la SA siguió siendo R o h m , que co n ti
nuó utihzando sus vinculaciones con el ejército y los Freikorps para
proporcionar armas a la SA. D e m odo que, a pesar del no m b ram ien
to de G öring, en 1923 la SA distaba m ucho de ser sumisa. Su inde
pendencia, defendida p o r los antiguos dirigentes de los Freikorps,
22 Historia secreta de las SS

obligó a Hitler a establecer una


pequeña fuerza al m argen de la SA
que fuera totalm ente leal a su per
sona. Así fue cóm o nacieron las SS.
E n m arzo de 1923 H itler
ordenó la creación de una escolta
con sede en M unich, conocida
com o la Stabswache, que com
prendía a doce antiguos camara
das que hicieron un ju ra m en to de
lealtad a su persona y no tenían
nada que ver con los dirigentes de
los Freikorps ni con la SA. Dos
meses después, utilizando los cua
dros de la Stabswache, nació el
Stosstrupp A d o lf H itler, com pues
to po r un centenar de hom bres,
totalm ente equipado con unifor
Hermann Göring como comandante en
jefe de la SA, 1923. Obsérvese el casco mes de estilo m ilitar y con dos
de acero de la Brigada Ehrhardt, con la cam iones. El Stosstrupp adoptó en
esvástica, y la orden «Pour ie Mérite»
seguida la cabeza de la m uerte
en el cuello. El grado se indica mediante
las franjas anchas del brazalete. com o em blem a distintivo y se
puso a las órdenes del Ilauptm ann
Julius Schreck y del teniente Josef B erchtold, ambos veteranos de la
Brigada Ehrhardt. Su cuartel general estaba situado en el bar Torbräu,
donde se reunían los prim eros m iem bros de la escolta de H itler, des
tinados a m antenerse fieles a él de form a p erm anente y a seguir su
cam ino subiendo po r la escala política. Entre ellos figuraban «Sepp»
D ietrich , U lrich Graf, R u d o lf Hess, E m il M aurice, Julius Schaub y
C hristian W eber.
H itler se dio cuenta en seguida de que la volátil situación de 1923
era algo transitorio y decidió aprovecharla al m áximo. Calculó que su
SA y sus aliados de los Freikorps podían tener finalm ente la fuerza
necesaria para hacerse con el poder en Baviera y, con suerte, para m ar
char desde M unich sobre Berlín y alcanzar el triunfo definitivo. Desde
1918 se habían producido en Alemania golpes similares, con distintos
Orígenes y primera etapa 23

Hombres de la SA, con su variedad de prendas militares y civiles, se congregan


en Oberwiesenfeld antes de asistir al desfile del Día del Trabajo, en Munich, el
uno
de mayo de 1923. Esos acontecimientos solían acabar en enfrentamientos
callejeros entre nazis y comunistas, por eso se distribuyen rifles.

El Stosstrupp Hitler se dirige a festejar el día de Alemania en Bayreuth, el dos de


septiembre de 1923. Josef Berchtold aparece apoyado en la cabina, junto a Von
Salomon y a Ulrich Graf. Julius Schreck, con gafas, aparece sentado a la izquierda
en la primera fila.
24 Historia secreta de las SS

grados de éxito, y los fascistas a las órdenes de M ussolini acababan de


hacerse con el poder en Italia tras m archar sobre R o m a. A com ienzos
de noviem bre se puso a los quince mil hom bres de la SA en estado de
m áxim a alerta y, de pronto, el día ocho de ese mes se presentó una
oportunidad adecuada. Ese día, los tres hom bres más poderosos de
Baviera, el prim er ministro Von Kahr, el com andante del ejército local
Lossow y el jefe de policía Seisser, asistían a un m itin político en el
Burgerbräukeller de M únich, donde un escuadrón de hom bres armados
no tendría dificultades para capturarlos. El Reichskriegsflagge Freikorps
celebraba una reunión «social» en la cervecería A ugustiner cuando su
com andante, R o h m , recibió órdenes, en su calidad de SA, de apode
rarse del M inisterio del Reichsw ehr, en la Leopoldstrasse. Sus tropas par
tieron de inm ediato, encabezadas por u n joven ex cadete del ejército,
H einrich H im m ler, que portaba una bandera de guerra im perial, el
estandarte de la unidad que llevaba su nom bre. M ientras tanto, unos

Un grupo del Reichskriegsflagge Freikorps detrás del Ministerio de Guerra bávaro,


el nueve de noviembre de 1923. De izquierda a derecha, en primer plano, se
encuentran Weickert, Kitzinger, Himmler (con la bandera de guerra imperial),
Seidel-Dittmarsch y Rohm.
Orígenes y primera etapa 25

hom bres arm ados de la SA rodearon el B urgerbräukeller y H itler hizo


arrestar a Von Kahr, Lossow y Seisser y los encerró en una habitación
contigua. Sin embargo, consiguieron escapar y se apresuraron a orga
nizar la resistencia al putsch nazi.
La m añana del nueve de noviem bre, las unidades del ejército regu
lar, convocadas por Lossow, rodearon a la fuerza principal de la SA al
m ando de R o h m , que se encontraba en el M inisterio de G uerra.
H itler y G oring organizaron una colum na de rescate com puesta por
dos mil hom bres de la SA y, acom pañados p o r el ex general Erich
Ludendorff, m archaron por las calles de M unich. Se toparon con el
prim er cordón de la policía de Seisser en el puente Ludw ig, pero lo
pasaron p o r alto. Sin embargo, no pudieron hacer lo m ism o con el
segundo cordón policial, en el extrem o de la O deonsplatz. Se encon
traban en un punto estratégico, en el exterior del m o n u m en to a los
caídos de la Feldherrnhalle, y estaban decididos a no retirarse. U lrich
Graf, que estaba presente,junto con el resto del Stosstmpp A dolf H iüer,
para proteger a su Führer, salió y le gritó al oficial de policía que esta
ba al m ando: «¡No disparen! ¡Está aquí Su Excelencia Ludendorff!»
Pero se trataba de la policía, no del ejército, y el nom bre de L udendorff
no produjo ningún efecto mágico. Se oyó una descarga cerrada. Joseph
B erchtold se desplom ó bajo una lluvia de balas. Andreas Bauriedl, p o r
tador del estandarte con la esvástica, agonizaba, em papando con su san
gre la bandera; la recogieron rápidam ente, hecha jirones, y la hicieron
desaparecer, conservándola piadosam ente com o la famosa Blutfahne (la
enseña sangrienta). H itler había trabado su brazo izquierdo con el
derecho de su confidente, M ax E rw in von Scheubner-R ichter, y, cuan
do éste cayó herido de m uerte, arrastró a H itler al suelo con él. E n ese
instante, U lrich G raf se arrojó encim a de su líder y de inm ediato lo
acribillaron una docena de balas que, de lo contrario, habrían m atado
a Hitler. G raf sobrevivió, no se sabe cóm o. M urieron dieciséis nazis y
los demás se dispersaron o fúeron capturados, pero el Stosstmpp había
cum plido con su obligación principal: m antener vivo a Llitler. Los dis
paros en el exterior de la Feldherrnhalle acabaron finalm ente con la era
de los Freikorps, que había com enzado exactam ente cinco años antes,
con la revolución de 1918. H abía acabado el tiem po de los com batien
tes y com enzaba el de los políticos.
26 Historia secreta de las SS

En lugar de perjudicar a la causa del partido y a su líder, el revés


sufrido en el putsch de M u n ich y el posterior encarcelam iento de
H itler sólo sirvieron para darles más publicidad. Sin embargo, todavía
tenían m uchos problemas p o r delante. Después del putsch, el N SD A P
fue prohibido y se disolvieron la SA y el Stosstrupp. Los líderes nazis
que lograron salvarse del arresto huyeron a otros estados alemanes,
donde quedaban fuera del alcance de la legislación bávara. Los refu
giados procedentes de M u nich establecieron sus propias unidades
clandestinas de la SA, con el n om bre de Frontbanne, sobre las que
ejercían el control absoluto L udendorff y su lugarteniente, A lbert von
Gräfe. El más num eroso era el Frontbann N ord , cuyo centro giraba en
to rn o a Berlín, al m ando de K urt D aluege. H itler, encerrado en p ri
sión con sus escoltas, m ientras escribía M ein Kampf, se dio cuenta de
que una insurrección arm ada contra u n gobierno que contaba con la
lealtad tanto de la policía com o del ejército estaba condenada al fra
caso. Por consiguiente, decidió utilizar sólo m étodos legales en su
lucha po r el poder.
Al salir de la prisión de Landsberg, el veinte de diciem bre de 1924,
H itler com enzó a reconstruir su partido y en febrero de ¡925 el
N SD A P se había reorganizado y se había reactivado la SA. El político
H itler prohibió entonces, rotundam ente, que la SA portara armas o
que funcionase com o una especie de ejército privado. Su única finali
dad era elim inar de las calles a sus enemigos políticos, un papel contra
el que protestó enérgicam ente R o h m , que concebía la SA com o un
ejército de ciudadanos capaz de reafirmar y, en últim a instancia, de sus
tituir al R eichsw ehr. El desacuerdo entre ambos se volvió tan intenso
que al final R ö h m renunció al partido y se m archó de Alem ania para
ocupar el cargo de asesor m ilitar en Bolivia. Su trabajo com o jefe del
Estado M ayor de la SA recayó en el antiguo líder del Freikorps, Franz
Felix Pfeffer von Salomon, pero este no gozaba de la confianza de
H itler, de m odo que R ö h m se reincorporó en una posición más fuer
te que nunca.
fin abril de 1925 H itler form ó una nueva escolta al m ando de
Schreck, Schaub y sus demás favoritos del Stosstrupp. Esa escolta, que
contaba con el auspicio del alto m ando de la SA, fue conocida p ri
m ero com o Schutzkom mando y después com o Sturmstaffel, pero el
Orígenes y primera etapa
27

nueve de noviem bre, probable


m ente po r sugerencia de G öring,
adoptó el nom bre del viejo escua
drón de cazas de Schlitzstaffel, que
no estaba sujeto a ninguna de las
prohibiciones gubernam entales ni
se identificaba con ninguna de las
tradiciones de los Freikorps. La
«Schutzstaffel der NSDAP» se hizo
conocer en seguida com o las SS.
Desde el principio quedó claro
que las SS, a diferencia de la SA, no
llegarían a ser nunca una organi
zación de masas. En septiembre de
1925 Schreck envió una circular a
todos los grupos regionales del
NSDA P pidiéndoles que formaran
una escolta local, cuya fuerza se
fijaría
en un jefe y diez hombres. Así nacie
ro n los llamados Zehnerstaffeln
Unos hombres de las recién formadas SS
despliegan orgullosos un Feldzeichen del (grupos de diez), a los que no podía
NSDAP a finales de 1925. Obsérvese la pertenecer cualquiera, porque ya se
increíble variedad de atuendos, en
habían sembrado las semillas del eli-
particular las extrañas gorras con la
inmensa insignia del águila, y el surtido tismo. Los interesados debían tener
de hebillas para el cinturón. entre vemücinco y treinta y cinco
años, tener dos padrinos, estar regis
trados por la policía com o residentes por lo menos durante cinco años y
ser sobrios, disciplinados, fuertes y sanos. N o se admitía a los aficionados a
la bebida y al cotilleo. El motivo era muy sencillo. H itler y sus seguidores
comenzaban a viajar fuera de Baviera en su incesante campaña para incre-
m entar el núm ero de afiliados al NSDAP. Empezaban a aventurarse a
entrar en zonas donde la lealtad a los nazis era local, más que al propio
Hitler. El Führer necesitaba una pequeña escolta, elegida con sumo cuida
do, en la que pudiera confiar dondequiera que fuese. Las SS tuvieron su
prim era oportunidad de distinguirse en Chemnitz, en Sajonia, al final de
ese año. Se atrevieron a celebrar un mitin público en ese territorio de los
28 Historia secreta de las SS

rojos, pero el audaz golpe de H ider demostró estar justificado. Previendo


dificultades, Schreck reunió a cincuenta hom bres de las SS procedentes
de Chem nitz, Dresde, Wauen y Zwickau. Tuvieron que enfrentarse a
varios centenares de contramanifestantes armados con barras de hierro
y cuchillos. Las SS les dieron tal lección de lucha callejera que, a partir
de ese m om ento, los mítines de I Iitler en esa región no encontraron casi
ninguna oposición.
E n abril de 1926 Schreck fue nom brado escolta personal y cho
fer del Führer, y resurgió Jo sef B erchtold para asum ir el m ando de
las SS, que entonces incluían unos mil hom bres. E n el segundo aniver
sario del putsch de M ú n ich se había proclam ado oficialm ente la exis
tencia de las SS en una cerem onia celebrada en el exterior de la
Feldherrnhalle y, en la prim avera de 1926, se form aron p o r lo m enos
setenta y cinco Schutzstaffeln po r todo el país. Se creó una nueva SS-
Oberleitung y B erchtold se proclam ó a sí m ism o Reichsführer de las SS.
El cuatro de julio, en un gesto que simbolizaba su intención de que
las SS se convirtieran en el auténtico custodio de los valores nazis, H itler
les entregó solem nem ente la custodia de la Blutfahne del putsch de
M ú n ich y n o m bró a Jakob G rim m inger, del destacam ento de las SS
en M únich, portador oficial de la Blutfahne en todos los rituales espe
ciales del partido a partir de ese m om ento. Sin em bargo, a pesar del
aum ento de sus hombres y de su prestigio teórico, las SS siguieron siendo
una organización limitada, subordinada a la SA. C uando Von Salomon
trató de absorberla por completo, en marzo de 1927, Berchtold renun
ció y fue sustituido po r su lugarteniente, Erhard H eiden, que logró con
servar su autonom ía parcial. Sin embargo, la SA siguió observando con
envidia la expansión de las SS, y los comandantes locales de la SA utili
zaron sistemáticamente a las SS que tenían bajo su m ando para desem
peñar las tareas más degradantes, com o distribuir panfletos propagandís
ticos y conseguir suscriptores para el periódico del partido, el Völkischer
Beobachter. A finales de 1928 la moral de las SS era la más baja de todos
los tiempos y apenas contaba con 280 miembros. El seis de enero de
1929, H eiden, abatido, renunció a su cargo honorífico de Reichsführer de
las SS a favor de su joven y tím ido lugarteniente Fleinrich Himmler. Los
dirigentes de la SA se pusieron contentísimos: una persona tan insigni
ficante no representaba ninguna amenaza y era el hom bre indicado
Orígenes y primera etapa 29

para com andar las SS y para garantizar que siguieran subordinadas a la


SA. Iban a llevarse una gran sorpresa.
N o había el m enor indicio de la futura grandeza de H im m ler en
1929. El nuevo dirigente de las SS era pálido, afable y mojigato, llevaba
gafas y ya empezaba a tener entradas en la frente. Había nacido el siete
de octubre de 1900, pertenecía a la m ejor sociedad bávara y recibió el
nom bre de su padrino, el príncipe Enrique de Baviera, de quien era
tutor su padre, que era profesor. Había recibido con entusiasmo el esta
llido de la prim era guerra m undial y se enroló com o cadete en el 11°
R egim iento de Infantería de Baviera, en enero de 1918. Sin embargo,
le enviaron al frente justo cuando se firm ó el armisticio y no intervino
en ninguna acción, algo que siempre lam entó. El diecisiete de diciem
bre de 1918 H im m ler fue dado de baja del ejército, aunque conservó
sus vinculaciones militares al incorporarse al Oberland Freikorps en 1919.
Se diplom ó en agricultura en 1922 y consiguió trabajo com o ayudan
te técnico en una empresa de fertilizantes, con lo que pudo ver cóm o
su salario se reducía a la m itad en un solo mes, a causa de la inflación.
En agosto de 1923 H im m ler se afilió al NSDAP y, dos meses después,
se enroló en la Reichskriegsflagge de R o h m y participó en el putsch de
M unich, con lo que perdió el empleo. Tras la disolución del partido se
encargó de reorganizar el NSDAP en la Baja Baviera para preparar las
elecciones de 1924. D edicó buena parte de su tiem po a recorrer el
campo en una vieja motocicleta, adoctrinando a los lugareños. H im m ler
en seguida se hizo conocido en círculos nazis por su energía, su entu
siasmo y su capacidad de organización y, el doce de m arzo de 1925,
H itler le llamó para nom brarlo Gauleiter (jefe de distrito) de la Baja
Baviera. Fue uno de los prim eros en incorporarse a las SS al final de ese
año y en 1926 era responsable de la propaganda nazi en toda Alemania,
directam ente a las órdenes de Hider. Después de convertirse en el socio
directo del Führer, H im m ler insistió en plantear que las SS debían ser
una fuerza de elite dentro del partido, absolutamente fieles a Hider. En una
época en la que la SA se estaba volviendo cada vez más díscola ese con
cepto resultaba atractivo, de m odo que H itler accedió a nom brarlo
Reichsführer de las SS para suceder a 1 leiden.
E n abril de 1929 H im m ler convenció a H itler y a Von Saloinon
para que aprobaran un plan de reclutam iento que pretendía convertir
30 Historia secreta de las SS

Protegido por hombres de las SS, el tesorero del NSDAP, Franz Xaver Schwarz (a
la izquierda, con abrigo), contempla un desfile en su ciudad natal, Günzburg, en
septiembre de 1929. Himmler es el que se encuentra más próximo a la cámara y
su posición de jerarquía como Reichsführer de las SS se manifiesta tan sólo en las
tres franjas blancas de su brazalete.

a las SS en un auténtico cuerpo de elite. A diferencia de la SA, que


aceptaba a todos los postulantes, para las SS sólo se aceptaban candida
tos m uy selectos, partiendo sobre todo de su disciplina voluntaria.
A unque no existía ninguno de los requisitos raciales que se im pusie
ron más adelante a los reclutas, los prim eros hom bres de las SS tenían
que dem ostrar que estaban dispuestos a realizar cualquier sacrificio, en
una acción más individual que de grupo. E n ese tiem po, los reclutas
tenían que com prarse su propio uniform e, que llegaba a costar cua
renta marcos, u n gasto considerable para un desem pleado y u n factor
suficiente para desanim ar a m uchos. Sin em bargo, el alto nivel perso
nal resultaba m uy atractivo para los ex com batientes y los jóvenes
nacionalistas, y los veteranos de los Freikorps tam bién se presentaron
com o voluntarios en gran núm ero. A comienzos de 1930, las SS habían
vuelto a alcanzar los mil hom bres, lo que preocupaba aV on Salom on.
D e todos m odos, seguían subordinadas técnicam ente al alto m ando de
Orígenes y primera etapa
31

la SA, a pesar de que I Iitler había


dispuesto que ningún oficial de la
SA estaba autorizado para dar
órdenes a las SS durante sus obli
gaciones cotidianas.
Mientras las SS crecían sin parar,
la SA se fue desacreditando por
com pleto. Su única finalidad era
ser una organización masiva de
personas que luchaban en las calles
a tavor de los nazis y, cuando se
produjo la prim era gran victoria
electoral del NSDAP, en septiem
bre de 1930, el 60 por 100 de los
m iem bros de la SA eran rufianes
sin em pleo, más leales a sus gene
rales inm ediatos que a Hitler. E n el
«Sepp» Dietrich en 1930, como
norte, la SA se partió po r la m itad Standartenführer y jefe de las SS en la
con la llegada del nuevo jefe del Alta Baviera. Luce una impresionante
serie de condecoraciones, entre las
partido en. Berlín, el doctor Joseph que figuran la Cruz al Mérito Militar
Goebbels, un vistoso intelectual, de Baviera, con Corona y Espadas, la
Cruz de Hierro de Primera y Segunda
para hacerse cargo de la ciudad. La
Clase, el Águila de Silesia y la Placa
SA de Berlín com enzó a quejarse de Carros de Combate, instituida el
de que H itler y sus amigos bávaros trece de julio de 1921. Se concedió
esa placa a los cerca de cien
vivían a cuerpo de rey mientras veteranos supervivientes de los
que sus camaradas de las ciudades combates del Cuerpo Panzer alemán
en la primera guerra mundial, que
del in terio r se m orían de hambre.
apenas comprendía un total de veinte
R o h m trató de hacerse cargo de la carros de combate A7V y algunos
situación, pero los líderes de la SA vehículos blindados capturados a los
británicos. Dietrich sirvió como
suboficial
en Berlín, a las órdenes del SH- en el carro número 560, cuyo nombre
Oberführer W alther Stennes, se en clave era «Alter Fritz», que fue
volado por los aires el día anterior a la
rebelaron. El uno de abril de 1931,
finalización de la guerra. Llevó con
K urt D aluege, que entonces estaba orgullo la Placa de Carros de Combate
a cargo de las SS en Berlín, alertó a durante todo el tiempo que prestó
servicio en las SS y, de hecho, fue el
H itler de que en esa ciudad la SA único que al parecer fue fotografiado
se había puesto del lado de Stennes con ella.
32 Historia secreta de las SS

Julius Schreck en calidad de guardaespaldas y chofer personal de las SS para


Hitler, en abril de 1932. En ese momento estaban prohibidos los uniformes de
partidos
políticos, por eso iba vestido de civil.

Hitler en plenas elecciones, en el otoño de 1932, acompañado, de izquierda a


derecha, por Julius Schaub, «Sepp» Dietrich y Kurt Daluege.
Orígenes y primera etapa 33

y en su contra. Al día siguiente, los hom bres de Stennes obligaron al


jefe de distrito, Goebbels, a huir de su despacho y se apoderaron de las
instalaciones de su periódico, Der A ngriff La revuelta se propagó por
todo el norte de Alemania. Los generales de la SA en B randeburgo,
Hesse, Silesia, Pom erania y M ecklem burgo estaban a favor de Stennes,
y todo el m undo profetizaba la caída de Hitler. Sin embargo, al alza
m iento le faltaron organización y fondos, y m urió con tanta rapidez
com o había nacido. G öring se hizo cargo de la situación, purgó a la SA
de los seguidores de Stennes y la reorganizó en todo el norte. H itler
hizo públicas sus felicitaciones a las SS de Berlín, la única organización
que se había m antenido fiel a Goebbels y a él durante la crisis. La devo
ción de las SS por su Führer había quedado dem ostrada no sólo con
palabras sino tam bién con hechos. E n reconocim iento, el veinticinco
de enero de 1932 H itler nom bró a H im m ler jefe de seguridad del
cuartel general del NSDAP en M unich, la Casa M arrón. E n la práctica,
se había convertido en jefe de la policía del partido.
A partir de entonces, las SS comenzaron a crecer sin parar dentro de
la m atriz de una SA y un N SD A P en rápida expansión. H im m ler se
entretuvo en cam biar una y otra vez el nom bre de su unidad para
adaptarla a los com plejos cuadros de organización que elaboraban
R ö h m y sus hom bres. Los m iem bros de las SS se quintuplicaron
durante 1932, pasando de diez m il a cincuenta mil, y se nom braron
alrededor de novecientos oficiales. E n cuanto se acabaron de num erar
las Stürme de las SS hubo que volver a asignar esos núm eros a nuevos
Standarten. Las débiles compañías de las SS se convirtieron en regi
m ientos de las SS, más débiles todavía, y treinta pequeños regim ientos
de las SS se convirtieron en dim inutas brigadas de las SS. E ntonces se
dejó de lado p o r com pleto el sistema de las brigadas y se interpusie
ron unas unidades ligeras, de carácter puram ente administrativo,
conocidas com o Oberführer-Abschnitte de las SS, entre unos cuarenta
Standarten y el Reichsführer de las SS. E n esa época, la lucha política en
Alemania había asum ido la form a de una guerra civil. El Partido
C om unista y los socialistas organizaron milicias armadas y la SA y las SS
reaccionaron. El gobierno de B rüning ordenó la disolución de los
paramilitares y prohibió los uniform es políticos, pero a continuación
se desm oronó, y el «gabinete de .barones» establecido a las órdenes de
34 Historia secreta de las SS

Unos hombres de las SS se preparan para prender fuego a una colección de pancartas
y banderas incautadas a los comunistas de Berlín, marzo de 1933.
Orígenes y primera etapa
35

El SS-Gruppenführer «Sepp» Dietrich conversa con Wilhelm Brückner, el principal


ayudante de Hitler, a finales de 1933. Dietrich ya no lleva el brazalete de las SS
en su
uniforme negro de servicio, un recurso a corto plazo adoptado durante ese periodo
para distinguir al personal del recién creado Leibstandarte de la masa de la
Allgemeine-SS.

Franz von Papen levantó la prohibición. Trece m iem bros de las SS


m urieron en 1932 y varios centenares resultaron heridos durante las
refriegas callejeras con el Frente R ojo. Por todas partes había m iem
bros de la Vieja Guardia de las SS, cuyo eslogan, D ie K a m p fze it war
die beste Z e it (Los mejores días eran los de com bate), se repitió con
frecuencia com o lina form a de alarde ante los jóvenes de las SS hasta
bien entrado el período del Tercer R eich . A m edida que se acercaban
las cruciales elecciones de 1933 a los nazis les convenía dar la im pre
sión de que Alemania estaba al borde de la anarquía y de que la solu
ción la tenían ellos: que H itler volvería a p o n e r orden. Se hacían
36 Historia secreta de las SS

negocios con grandes empresas. H abría em pleo para todos. C o m o era


de suponer, el N SD A P obtuvo u n a im portante victoria electoral y, el
treinta de enero, el viejo Generalfeldmarschall Paul von H indenbnrg,
presidente del R e ic h y, desde 1925, una especie de Ersatz Kaiser,
no m bró a H itler para ocupar el puesto de canciller y le encargó que
form ara gobierno. El veintiocho de febrero, m enos de un mes después
de que asumiera el poder, el edificio del R eichstag fue arrasado p o r
el fuego y se echó la culpa a los comunistas. Al día siguiente, H id e r
dictó un decreto «Para la protección del pueblo y del Estado» que
otorgaba poderes policiales a la SA y a las SS. Se entregaron armas de
fuego a veinticinco m il m iem bros de la SA y a quince mil m iem bros
de las SS que actuaban com o Hilfspolizei (policía auxiliar), y los o p o
sitores de izquierdas com enzaron a ser arrestados y conducidos a p ri
siones y campos provisionales. Poco después había veintisiete mil per
sonas en prisión preventiva. En m arzo nom braron a H im m ler jefe de
la policía de M ú nich y se inauguró el prim er cam po de concentra
ción, o Konzentrationslager (KL) en D achau, com o un cam po de tra
bajo más o m enos organizado, en el que se «concentraban» las perso
nas consideradas peligrosas para el Estado, pero que no habían sido
condenadas a la cárcel p o r un tribunal. Poco después se establecieron
más campos, en Sachsenhausen, en las afueras de Berlín, y en
Buchenw ald, cerca de Weimar. M ientras tanto, se arm aron una canti
dad de destacamentos de las SS del tam año de una compañía, form ados
p o r hom bres que cobraban u n sueldo por trabajar de form a perm a
nente, que fueron aum entando cada vez más hasta convertirse en el
Leibstandarte-S S «Adolf Hitler», la escolta próxim a al Führer, y la S S -
Verfügungstmppe, o SS-VT, form ada p o r tropas que vivían en cuarte
les, siem pre disponibles para el nuevo régim en nazi. O tra ram a nueva
de voluntarios de las SS, la Wachverbände, se reclutó para proteger los
campos de concentración y después se hicieron famosas com o las u n i
dades de la cabeza de la m uerte, o Totenkopfverbände (SS-TV), p o r el
distintivo que llevaban en el cuello.
M ientras que las SS consolidaban su posición y controlaban a sus
m iem bros y a los nuevos reclutas m ediante un proceso de purga cons
tante, la SA, con sus camisas pardas, com enzó a actuar ruidosam ente y
con m ucha prepotencia. C o m o se le negó una posición en el Estado
Orígenes y primera etapa 37

a la que creía tener derecho, la SA em pezó a hablar de una «segunda


revolución» que arrasaría a los burgueses del partido y a los reacciona
rios del Reichsw ehr. E n las SS llamaban Fleischschnitten (filetes) a los
dirigentes de la SA, porque eran pardos p o r fuera pero rojos p o r den
tro. R o h m , que com andaba entonces una fuerza cuarenta veces m ayor
que el ejército regular y que incluía los regim ientos de caballería de
la SA, los batallones navales de la SA y los escuadrones del aire de la
SA, exigió la form ación de un ejército popular en el que la SA sim
p lem en te sustituyera al R eichsw ehr y cuyo co m an d an te en jefe,
evidentem ente, fuera el propio R o h m . Los generales del ejército soli
citaron la intervención de H itler y el Führer no pudo negarse. Desde
noviem bre de 1918 el R eichsw ehr personificaba la continuidad del
Estado, que se había m antenido a pesar de la derrota, la revolución y
la guerra civil. H itler sabía que no conseguiría jam ás el p o d er supre
m o sin el respaldo de los militares, de m odo que decidió que había
que reducir el tam año de la SA. Suponía un riesgo demasiado grande,
no sólo por la amenaza de un golpe sino p o r el perm anente desorden
que creaban los mism os hom bres que deberían haber dado ejem plo
de orden. Sus incesantes peleas, borracheras, violencia y com entarios
irresponsables, p o r no hablar de las payasadas hom osexuales de R ö h m ,
provocaban un profundo descontento en la opinión pública. La c o n
fianza que tenía el alem án co m ú n en el nuevo régim en corría el ries
go de derrum barse del todo. El veintiocho de ju n io de 1934 H itler
adoptó la decisión definitiva de elim inar la dirección de la SA. D os
días después dirigió en persona las operaciones que tuvieron lugar en
M ú n ic h y en Bad W iessee, d o n d e R ö h m y sus subordinados se h a
bían reunido pacíficamente, a instancias de su Führer. Siguiendo un plan
cuidadosam ente coordinado, los hom bres de las nuevas form aciones
armadas de las SS arrestaron y ejecutaron a R ö h m y a dieciséis
com andantes de alta graduación de la SA. Las SS tam bién aprovecha
ron la oportunidad para ajustar las cuentas pendientes con viejos ene
migos suyos, com o el ex p rim er m inistro bávaroV on Kahr, adversario
de H itler durante el putsch de M únich, que apareció m uerto en una
turbera con la cabeza destrozada. Por lo m enos trescientas víctimas
pagaron con la vida su oposición a las SS en esa purga sangrienta, que
se hizo fam osa com o la «noche de los cuchillos largos». La SA
38 Historia secreta de las SS

CUADRO DE H O N O R DE LAS SS

Fecha de U nidad Fecha de


U nidad
m uerte m uerte

1 6 /3 /3 0 E dm und B ehnke 1/1 /6 2 /8 /3 2 Fritz Schulz


2/111/42
5 /1 2 /3 0 A dolf H öh 2 /1 /3 0 7 /9 /3 2 Jo sef Lass
3 /III/U
7 /6 /3 1 H einz Gutsche 5 /III/7 7 /9 /3 2 August Assmann
1 /11/38
7 /6 /3 1 E dgar Steinbach 1 /III/7 2 1 /1 0 /3 2 Jo h an n C
yranka 1 /1/28
1 5 /8/31 H ein rich G robe 2 /I II/7 2 2 /1 0 /3 2 A ugust Pfaff
6 /1 /3 0
3 /9 /3 1 Karl Vobis 1 /1/20 1 /2 /3 3 Leopold Paffrath
1/11/25
5 /1 0 /3 1 E rich G arthe 1/1/25 5 /2 /3 3 F riedrich
Schreiber 2 /1 /2 0
9 /1 1 /3 1 Karl R adke 1/1/40 1 2 /2 /3 3 Paul Berk
1/1/26
1 1/11/31 M artin M artens 4 /III/4 0 1 5 /2 /3 3 Franz M üller
2 /IV /5
1 9 /1 /3 2 A rnold Guse 2 /1/25 2 0 /2 /3 3 K urt von der A
he 1 /1 /6
4 /2 /3 2 Fritz B eubler 3 /1 /1 4 2 8 /2 /3 3 Jo sef Bleser
4/11/2
2 9 /2 /3 2 H en ry K obert 1/1/28 2 8 /2 /3 3 E duard Felsen
1/ I I / 6
8 /4 /3 2 L udw ig Frisch 1 /ΙΠ /7 1 /5 /3 3 Siegfried G
iithling 3 /IV /2 6
2 0 /6 /3 2 K urt H ilm er 6/11/20 3 /5 /3 3 Fritz Kratz
7 /1 /3 5
2 6 /6 /3 2 Friedrich Borawski 8 /1 /3 0 3 0 /6 /3 3 Gerhard Landm ann
1 /1/49
24/7/32 Herbert Zimmermann 4 /IV /5 2 8 /8 /3 3 A lbert M ader
5 /I I /3
2 4 /7 /3 2 Friedrich Karpinski 4 /1 /2 5

Cabe destacar que once (es decir, el 33 por 100) de estos hombres murieron c/espués
de que los nazis llegaran al poder. El treinta de mayo de 1938 todos recibieron, a
título postumo, la Orden de la Sangre, la máxima condecoración del NSDAP.

ex p erim en tó una pérdida de poder e influencia de la que nunca se


recuperó del todo. El nuevo jefe de la SA ,V iktor Lutze, jefe de la poli
cía de H annover, tenía una capacidad para llevarse bien con el ejérci
to y con las SS que sólo superaba su obsequiosa lealtad a H itler. Los
m iem bros de la SA se redujeron de cuatro m illones a poco más de un
m illón de sus m ejores hom bres y fueron despojados de sus armas.
El veinte de ju b o de 1934, en agradecim iento p o r su actuación
durante el putsch de R o h m , H itler declaró que las SS, que estaban co m
puestas por doscientos mil hom bres, eran una form ación independien
te del N SD A P y las retiró p o r com pleto del control de la SA. Su supre
macía quedó así garantizada y com enzó una etapa de consolidación
en la que desarrolló una nueva estructura de m ando a las órdenes de
H im m ler, cuyo grado de Reichsführer de las SS adquirió p o r prim era
vez un significado real, convirtiéndolo en subordinado directo de
Hitler. D e inm ediato despidió de las SS a unos sesenta m il hom bres
que habían sido reclutados en un m om ento en el que las SS com petían
Orígenes y primera etapa 39

con la SA p o r el núm ero de m iem bros, pero que no se ajustaban a la


im agen de elitismo de las SS. El Leibstandarte, la SS-V T y las SS-TV
adquirieron la categoría de ramas militares independientes, que aca
baron p o r fusionarse y expandirse durante la segunda guerra m undial
con el nom bre global de Waffen-SS. A partir de m ediados de 1934, la
SS tradicional, no militar, la colum na vertebral de la organización,
com enzó a ser conocida com o la Allgem eine-SS (la SS general), para
distinguirla de las ramas armadas.
D urante esos prim eros años, treinta y tres m iem bros de las SS
m urieron en enfrentam ientos callejeros con los adversarios políticos
de H itler y, com o correspondía, sus nom bres se inscribieron en el
C uadro de H onor, o Ehrentafel de las SS. D e hecho, se convirtieron en
m ártires de las SS. Su nom bre, unidad y la fecha de su m uerte figuran
en el cuadro de la página anterior.
La A l l g e m e in e - S S

O rg a n iz a c ió n g e n e ra l d e la A l l g e m e in e -S S

U R A N T E EL p e r í o d o com prendido entre 1926 y 1928 la SS-


D Oberleitung en M u nich dirigía doce SS-Staffeln locales y super
visaba seis S S -G a u , a saber:

S S -G a u Alta Baviera, con 4 Staffeln


S S -G a u Baja Baviera, con 3 Staffeln
S S -G a u B erhn-B randeburgo, con 2 Staffeln
S S -G a u Franconia, con 5 Stafffein
S S -G a u R enania-Sur, con 5 Staffeln
S S -G a u Sajonia, con 4 Staffeln

E n teoría, cada Gau del partido debería haber sido un S S -G a u ,


aunque en realidad sólo se establecieron seis, y m uchos de sus Staffeln
trataban directam ente con la Oberleitung. B uena parte de los prim eros
Staffeln duraron m uy poco.
En 1929-1.930 la Oberleitung fue sustituida p o r un SS-Oberstab,
que se fraccionó en cinco divisiones independientes, a saber:

Abteilung I - A dm inistrado n
Abteilung 11 - Personal
Abteilung III - Finanzas
Abteilung IV - Seguridad
Abteilung V - R aza

Por debajo del Oberstab había tres SS-Oberführer, cada uno de los
cuales dirigía su propia zona, u Oberführerbereiche, a saber:

S S - Oberführerbereich Oriental
SS-Brigade B erlín-B randeburgo, con 3 Standarten/7 Stürme
SS-Brigade Prusia O riental, con 2 Standarten / 6 Stürme
SS-Brigade Silesia, con 4 Standarten/6 Stürme
42 Historia secreta de las SS

SS-Oberführerberekh Occidental
SS-Brigade R e n a n ia-N o rte , con 4 Standarten /1 0 Stürme
SS-Brigade R enanía-S ur, con 4 Standarten/9 Stürme
SS-Brigade Sur de Hannover Braunschweig, con 3 Standarten/8 Stürme
SS-Brigade 1 Iesse-Nassau, con 3 Standarten/9 Stürme
SS-Brigade Turingia, con 2 Standarten/7 Stürme

S S - Obcrführerbereich Sur
SS-Brigade Bad e n -W ürttem berg, con 1 Standarte/A Stürme
SS-Brigade Franconia, con 1 Standarte /3 Stürme
SS-Brigade Baja Baviera, con 1 Standarte/3 Stürme
SS-Brigade Alta Baviera-Sur, con 3 Standarten /8 Stürme
SS-Brigade Austria, con 1 Standarte/3 Stürme

U na vez más, en teoría, se suponía que cada Gau del partido


tenía una SS-Brigade, cada una integrada p o r varios Standarten, co m
puestos, a su vez, por alrededor de cinco Stürme. C o m o p o r esa época
había alrededor de treinta Gane, era evidente que las SS tenían una
distribución más bien escasa por todo el país. La m ayoría de las u n i
dades no contaban con los hom bres que tenían que tener en teoría.
C uando H im m ler asumió el control de las SS las cosas avanzaron a
u n ritm o acelerado. Entre 1931 y 1933 toda la estructura se m odificó
una y otra vez para hacer frente a las crecientes demandas administrati
vas y de hom bres que se le presentaban al m ando de las SS. Se estable
cieron dos departam entos nuevos, el S D -A m t y el Rasseamt, para con
trolar la seguridad y las cuestiones raciales. U n tercero, el S S -A m t, era
el más grande de todos y estaba dividido en cinco secciones:

I O ficina del Estado M ayor


II Personal
IÍI A dm inistración
IV Reservas
V Sección m édica

E n el nivel siguiente se reem plazaron los Oberführerbereiche por


cinco S S -G m ppen, a saber: N orte, O riental, Suroriental, O ccidental y
Sur, que com prendían cincuenta y ocho Standarten.
La Allgemeine-SS 43

S^fcolf
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SK uffeau t m b © i i e b e t u u g
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Estructura y organización de las SS en 1933. El cuadro demuestra a las claras la


subordinación de Himmler, en calidad de Reichs-Führer de las SS, al Chef des
Stabes de la SA, Ernst Rohm. (Reproducido de Die Uniformen und Abzeichen der
S/4, SS usw., publicado por Kolf & Co., Berlín, 1933.)

Sin embargo, a pesar de esos cambios internos, en '1933 las SS toda


vía estaban m uy subordinadas a la SA y a su Stabschef (jefe del Estado
Mayor), Ernst R ö h m . La estructura de m ando de las SS no tenía nada
de independiente, y la mayoría de los m áxim os dirigentes de las SS
dependían del M ando Suprem o de la SA , la Oberste SA-Führung. Hasta
que las SS se independizaron, en julio de 1934, H im m ler no fue más que
un SS-Obergruppenführer que ocupaba el cargo pero no tenía la cate
goría de Reichsführer de las SS, de m odo que estaba en la misma posi
ción que cualquiera de los demás generales de las SS o la SA y, po r lo
m enos en teoría, no disfrutaba de una posición privilegiada. E n reali
dad, por no haber tenido experiencia en el frente durante la prim era
guerra m undial, m uchos veteranos le despreciaban y le consideraban
una figura ridicula que había logrado encaramarse hasta lo más alto.
lJor ejemplo, el líder del SS-G m ppe Oriental, el SS-Gnippenführer Kurt
44 Historia secreta de las SS

Himmler y sus dirigentes de la Vieja Guardia de las SS en Múnich, 1933.

Daluege, que se hizo famoso en el putsch de Stennes, en 1934 había


adquirido un poder considerable, con el apoyo de G öring, y se conside
raba tan fuerte que se negaba a tratar con nadie, excepto con H itler y
R ö h m y, sin duda, no con «un apicultor bávaro com o Himmler». Y no
era el único que manifestaba una actitud semejante. Sin embargo, la caída
de R ö h m m odificó por com pleto la situación. Al ser ascendido
H im m ler al grado recién creado de Reichsführer de las SS, o R.ÍSS, que lo
colocaba po r encima de todos los demás, de pronto se volvió intocable.
E n lo que respecta a las unidades armadas de las SS, H im m ler
p ronto se convirtió en Reichsführer sólo de nom bre, porque se consi
deraba que el Leibstandarte, la SS-V T y las SS-TV no dependían ofi
cialm ente del partido sino que eran servicios públicos del R eich ,
siguiendo el m odelo del ejército. Sus gastos se cobraban al Estado, y
el m inistro de Finanzas del R eich, Lutz G raf Schw erin von Krosigk,
m antuvo su imparcialidad en la adjudicación de fondos nacionales a
La Allgemeine-SS
45

las SS armadas, negándose sistemáticamente a aceptar el grado h onorí


fico en las SS que le ofrecía H im m ler. E n cambio, la Allgem eine-SS
siempre m antuvo su categoría política de Gliederung (organización)
independiente del N SD A P y nunca dependió del Estado para su m an
tenim iento. Todos sus gastos se pagaban con los fondos del partido y,
en últim a instancia, controlaba sus finanzas el Reichsschartzmeister del
N SD A P (el tesorero del partido), Franz X aver Schwarz, que tenía
fama de ser un adm inistrador avaricioso. Sin em bargo, Schwarz, vete
rano del putsch de M unich, tam bién era m uy am igo de H im m ler, que
le convirtió en el oficial general de más alta graduación de las SS, sólo
p o r debajo del propio Reichsführer en la lista de jerarquía. E n conse
cuencia, el partido no ejerció nunca realm ente una estrecha supervi
sión independiente de los fondos de la Allgem eine-SS. M edíante sus
contactos con las grandes empresas y su m u tu o am iguism o con
Schwarz, H im m ler se aseguró de que la A llgem eine-SS obtuviera todo
el dinero que necesitaba, a m en u d o a expensas de otras ramas del par
tido, com o la N SK K y la N SFK . De m odo que la Allgem eine-SS, a
diferencia de la parte m ilitar de la organización, perm aneció total
m ente bajo el control del Reichsführer hasta 1945, inm une a la in ter
ferencia externa del Estado, con lo que la posición de H im m ler, en lo
más alto de la jerarquía de la Allgem eine-SS, era indiscutible y su p o d er
no se vio lim itado p o r ninguna posible restricción financiera. Por
tanto, los m áxim os niveles de la organización de la A llgem eine-SS gira
ban en to rn o a su persona.
D urante el o to ñ o de 1934 H im m ler procedió rápidam ente a
reorganizar una vez más la estructura del A lto M ando. Se estableció

LO S H A U P T Ä M T E R D E LAS SS

1. Hauptamt Persönlicher Stab R fS S Estado M ayor personal de H im m ler


2. S S Hauptamt O ficina C entral de las SS
3. SS Führungshauptamt C uartel G eneral de O peraciones de las
SS
4. Reichssicherheitshauptamt O ficina C entral de Seguridad del R e
ic h
5. SS Wirtschafts-imd O ficina C entral de E conom ía y A dm
inistración
Verwaltungshauptamt de las SS
6. SS Rasse-und Siedhmgshauptamt Oficina Central de R aza y Asentamiento
de las SS
7. Hauptamt S S Gericht D epartam ento Juridico de las SS
8. SS Personalhauptamt O ficina C entral de Personal de las SS
46 Historia secreta de las SS

com o autoridad suprem a la Reichsfühnm g-SS, com puesta por dos esta
dos mayores, el Kommandostab R fS S , que era un Estado M ayor ejecu
tivo administrativo en el cuartel general personal de H im m ler, y el
Persönlicher Stab R fSS, un cuerpo m ucho más num eroso y con una
organización m ucho m enos rigurosa, com puesto por cierta cantidad de
oficiales asesores que incluían a los jefes de los principales departa
m entos de las SS y otros oficiales especiales. D ebido a las nuevas car
gas administrativas que im puso p o steriorm ente la guerra hu b o que
crear una estructura de m ando m ucho más amplia y com pleja que la
que había bastado en tiem pos de paz. En '1942, y sujeto a la autoridad
controladora de H im m ler y a la de la Reichsführiing-SS, el trabajo coti
diano de dirigir, organizar y adm inistrar las SS lo llevaban a cabo las
ocho oficinas centrales, o Hauptämter, que figuran en el cuadro de la
página 45, de cada una de las cuales hablarem os p o r separado.

Además, había una cantidad de oficinas y departam entos m e n o


res que no tenían la condición de Hauptamt.
Las funciones de las diversas Hauptämter fueron cam biando perm a
nentem ente para adaptarse a las nuevas exigencias y, con gran diferen
cia, la m ayor parte de su trabajo durante el período com prendido entre
1939 y 1945 estuvo relacionado con la Waffen-SS, que las superaba en
núm ero, y con el cum plim iento de la política de las SS en los te rrito
rios ocupados. En definitiva, había gran cantidad de solapam ientos e
intereses contrapuestos en lo que respecta a sus diversas obligaciones y
jurisdicciones. E n 1945 el sistema de la Hauptamt se había convertido
en una red extensa y compleja de im perios burocráticos entrelazados,
cada uno de los cuales com petía con los demás para alcanzar la supre
macía y para llamar la atención del Reichsführer. Después de decir esto,
no cabe duda de que su actuación siem pre resultaba contundente, aun
que no eficaz. El espíritu de com petencia entre ellas, que H im m ler
estimulaba activamente, hacía que todo lo que trataba cada departa
m ento se pusiera por escrito, se revisara y se volviera a revisar para evi
tar errores. Si otra Hauptamt tenía interés, tam bién se escribía, se revisaba
y se volvía a revisar. El resultado fue el sistema más detallado de archi
vos manuales jamás compilado, no sólo sobre la organización de las SS
sino sobre cualquier aspecto de la vida en el Tercer R eich . Sólo en la
La Allgemeine-SS 47

SS Personalhauptamt había ciento cincuenta millones de docum entos


distintos y el Reichssicherheitshauptamt incluso conservaba expedientes
secretos y que podían ser com prom etedores sobre el propio H itler y
sobre todos los demás dirigentes nazis, en su mayoría recopilados
durante la década de 1920 por la policía de seguridad de la R epública
de W eimar, cuyos archivos heredaron las SS, evidentem ente. Sem ejante
m inuciosidad y la capacidad para conseguir todo tipo de inform ación
daban la im presión de una estructura de m ando que lo veía todo y lo
sabía todo, que garantizó que, hasta el m om ento m ism o de la capitu
lación, la Reichsjiihrung-SS y las SS Hauptämter pudieran controlar y
administrar la extensa organización de las SS, lo que no fue un logro
insignificante teniendo en cuenta que, en el m om ento culminante, las SS
actuaban en una zona que abarcaba desde las islas del canal de la M ancha
hasta el mar N egro y desde el Círculo Polar Ártico hasta el M editerráneo,
con una población en general hostil.
C o m o núcleo de la Reichsfühmng-SS, el Estado M ayor personal
del Reichsführer-SS (Pcrs. Stab R fS S ) tenía su sede central en el n ú m e
ro 8 de la Prinz-A lbrecht-Strasse en Berlín. Se llamaba a sus m iem
bros «i.PSt.» (del Estado M ayor personal) y estaban subordinados
directam ente a H im m ler. A m edida que cada vez más personas de alta
graduación, tanto dentro com o fuera de las SS, trataban de llam ar la
atención de H im m ler, el Estado M ayor personal se convirtió en el
centro de influencia del m ando de las SS. Estaba com puesto por:

1. Los jefes de las SS Hauptämter, que eran m iem bros en función


de su cargo.
2. Los oficiales de las SS en determinadas oficinas y departam entos
integrados dentro del Pers. Stab,
3. Los oficiales de las SS nom brados o incorporados al estado m ayor
con funciones especiales de asesor o con un cargo honorífico.

Además de ser un órgano de asesoramiento y coordinación, el


Pers. Stab era responsable de todos los asuntos que tenían que ver con
el Reichsführer de las SS que no correspondieran a la com petencia espe
cífica de ninguna de las otras Hauptämter de las SS.También actuaba como
nexo con el gobierno y con las dependencias del partido y controlaba
48 Historia secreta de las SS

diversas operaciones financieras y comerciales en nom bre de H im m ler.


El jefe del Estado M ayor personal era el SS-Obergruppenführer Karl
Wolff, que trabajó com o ayudante de H im m ler a partir de 1934. E n
1943, «Wölfehen» tam bién fue nom brado C om andante Suprem o de
las SS y de la Policía de Italia, de hecho, gobernador m ilitar de ese país,
aunque siempre conservó el cargo de jefe del Estado M ayor personal
y, con él, todas las facultades y las prerrogativas disciplinarias de un
Hauptamtschef
B uena parte de la labor administrativa que generaba el Pers. Stab
se procesaba a través del Kommandostab R fS S , que funcionó con
m ovilidad durante la guerra, con el nom bre de Feldkommandostelle
R fS S , o C uartel G eneral de C am po del Reichsführer de las SS. Por
entonces ya estaba organizado com o u n cuartel general m ilitar y
acom pañaba a H im m ler en sus num erosos viajes por los territorios
ocupados. S um ándole las unidades de las SS adscritas a él, que
incluían una sección de com unicaciones, u n batallón de escolta y un
destacam ento de fuego antiaéreo, el Feldkommandostelle llegó a reunir
en sus filas a más de tres m il hom bres. Su tren especial, el «Sonderzug
H einrich», tenía catorce vagones.
E n distintos m om entos, las siguientes oficinas y departam entos
form aron parte del Persönlicher Stab R fS S o estuvieron subordinados a
él directam ente, lo que brinda una idea general del alcance de sus
intereses y su influencia:

1. Pressesstelle R fS S (O ficina de Prensa del RfSS)


Se encargaba de las relaciones personales de H im m ler con la
prensa y tam bién le asesoraba con respecto a las publicaciones
oficiales de las SS y a la publicidad.
2. Hauptabteilung Auszeichnungen und Orden (Sección Principal de
Prem ios y Condecoraciones)
Asesoraba al RfSS sobre la concesión de todas las órdenes,
medallas y condecoraciones destinadas a los hom bres de las SS.
3. Dienstelle «Vierjahresplan» (Oficina del Plan Cuatrienal)
Servía de nexo entre el RfSS y el plan económ ico cuatrienal
de G öring para tratar aquellos aspectos del plan que estaban
relacionados con los intereses y las actividades de las SS.
La ÄJlgemeine-SS 49

4. Abteilung Wirtschaftliche Hilfe (Sección de Cooperación Económica)


Proporcionaba ayuda financiera y de otro tipo a los hom bres de
las SS que habían sufrido pérdidas m ateriales durante el p e río
do de la lucha por el poder. Tam bién hacía préstamos a los ofi
ciales de las SS para que pudieran adquirir los elementos que
com ponían el uniform e y el equipo y, en algunos casos, para
saldar las deudas contraídas por los m iem bros de las SS.
5. Kulturreferat (Oficina de Cultura)
Se encargaba de la dirección de las actividades culturales de las
SS, que incluían la editorial N ordlandV erlag y la fábrica de p o r
celana de Allach.
6. A b teilu n g f ü r K ulturelle Forschung (S ección de Investigación
Cultural)
Se ocupaba de los aspectos arqueológicos y de antigüedades de
la historia alemana. A lentaba expediciones, excavaciones e inves
tigaciones para apoyar con pruebas históricas o arqueológicas el
pun to de vista nazi sobre la historia alemana.
7. Ahnenerbe- Forschungs- und Lehrgemeinschaft (Sociedad para la Inves
tigación y la Enseñanza de la H erencia Ancestral)
Servía para prom over la investigación genealógica y biológica.
8. H auptabteilung Lebensborn (Sección P rincipal de la F u e n te de
Vida)
Estaba en contacto con la Asociación Lebensborn, que se encar
gaba del bienestar de las madres de las SS y de sus hijos.

Además, los siguientes puestos especiales son ejem plos de los tipos
que estaban subordinados directam ente a H im m ler. Los oficiales m en
cionados eran los que ocupaban esos puestos en 1944:

1. SS Richter beim Pers. Stab R fS S (funcionario ju ríd ico de las SS


en el Estado M ayor del RfSS)
SS-Standartenführer H orst Bender. Se ocupaba de todas las cues
tiones jurídicas y disciplinarias que se planteaban a H im m ler
para que él tom ara una decisión personal.
2. Reichsartz S S und Polizei (jefe de las SS y oficial m édico de la
Policía)
50 Historia secreta de las SS

SS-Obergruppenführer profesor doctor E rn st-R o b e rt Grawitz.


Se encargaba de la supervisión general de todos los servicios
m édicos de las SS y la Policía, de la investigación y la fo rm a
ción m édica y del control y la d istribución de los sum inistros
y el equipo m édico.
3. C hef Femmeldewescn beim Pers. Stab R fS S (jefe de Com unicaciones
del Estado M ayor del IUSS)
S S - Obergruppenführer E rnst Sachs. Su función consistía en
supervisar todo el cam po de las transmisiones y las com unica
ciones de las SS y la Policía.
4. R fS S Pers. Stab Beauftragter fü r ¡agd und Forstwesen (representante
de la Caza y la Silvicultura en el Estado M ayor del RfSS)
SS-Brigadeführer H erm an n M üller. M iiller tam bién era presi
dente de la Sociedad C anina del R eich y representante de los
Perros en Servicio (de las SS y la Policía) en el Pers. Stab.

Por tanto, en resum en, todas las actividades de las SS y todo lo que
las afec taba entraban dentro de la jurisdicción de la Hauptamt Persönlicher
Stab R fS S .
La S S Hauptam t, o SS-H A (la Oficina C entral de las SS), tenía su
sede en el n úm ero 7-11 de Douglasstrasse en B erlín-G riinew ald y se
desarrollo a partir del S S -A m t que, a las órdenes del SS-Gruppenführer
K urt W ittje, coordinaba las operaciones de las SS antes de 1935. Era
el más antiguo de los principales departam entos de las SS y el m ero
título de Hauptamt, sin ningún calificativo, indicaba por sí m ism o el
papel fundam ental que desem peñaba al principio en la adm inistración
de las SS. A las órdenes del SS-Obergruppenführer August Heissmeyer,
m antuvo su suprem acía casi hasta 1940. En esa época sólo quedaban
tres Hauptämter propiam ente dichas; las otras dos eran la Rasse- und
Siedlungshauptamt y la Reichssicherheitshauptamt. P or consiguiente, a
excepción de las funciones especiales que desem peñaban esos dos
departam entos, la SS-H A era responsable de todas las variadas tareas
que form aban parte de la adm inistración general de las SS.
Sin embargo, la expansión de las SS com o consecuencia de la
m ovilización en tiem pos de guerra hizo que la m ultiplicidad de fun
ciones que convergían sobre la SS-H A se convirtiera en una carga
ha Allgemeine-SS 51

demasiado pesada para un solo departam ento de m odo que, en agos


to de 1940, se produjo una gran reorganización de la adm inistración
central de las SS. Dos de las ramas de la SS-H A , la Personalamt (la
Oficina de Personal) y el SS Gericht (el D epartam ento Jurídico) se
separaron y fueron elevadas a la categoría de H auptamt, convirtiéndo
se en la S S Personalhauptamt y el Hauptamt S S Gericht. Además, se crea
ron otras dos Hauptämter, a saber: la SS Führungshauptamt y la SS
Wirtschafts- und Verwaltungshauptamt, al privarse a la SS-H A de ciertas
responsabilidades.Varias funciones más de la SS-H A tam bién se trans
firieron o fueron asumidas por otro departam ento, por ejem plo la
supervisión de las com unicaciones y las señales de radio de las SS, de
las que se hizo cargo el jefe de C om unicaciones del. Persönlicher Stab
R fS S . C o m o consecuencia de la reorganización la SS-H A se quedó
sin ocho de sus trece oficinas. De golpe perdió p o r com pleto la posi
ción de m ando que antes había disfrutado. La principal im portancia
que le seguía correspondiendo a la SS-H A a las órdenes de su nuevo
jefe, el SS-Obergruppenführer G ottlob-C hristian Berger, era su respon
sabilidad en el reclutam iento y el m antenim iento de registros de los
m iem bros del personal que no habían sido designados.
La posterior recuperación de la SS-H A durante el período com
prendido entre 1941 y 1945 se debió casi exclusivamente a la perm a
nente expansión de la W affen-SS y a la am pliación de la zona de
influencia de la A llgem eine-SS hacia los te rrito rio s ocupados. A
p artir de 1941 la W affen-SS com enzó a reclutar, cada vez más, tanto a
individuos com o a unidades germánicas que se presentaban com o
voluntarios procedentes del oeste de E uropa y de los países escandina
vos. Al m ism o tiem po, en Flandes, Holanda, N oruega y D inam arca se
trataba de reclutar form aciones nacionales de la Allgemeine-SS, la lla
mada SS G erm ánica, para colaborar en la supervisión de esos países, lo
que se reflejó en la creación, a finales de 1941, de la Germanische
Leitstelle (la Oficina de Relaciones Germánicas) de la SS-HA , que se
encargaba del bienestar de todos los m iem bros de las razas germánicas
que entraban dentro de la órbita de las SS. Q uedaban incluidos los
extranjeros que estudiaban en las universidades alemanas, los extranje
ros que trabajaban en las fábricas alemanas y los m iem bros de la p ro
pia Allgem eine-SS que no eran alemanes. Ese aspecto del trabajo de la
52 Historia secreta de las SS

SS-H A fue aum entando de form a perm anente durante la guerra y


trajo consigo una cantidad de obligaciones y funciones adicionales, que
incluían el establecim iento de exposiciones públicas para prom over la
cultura alemana en Europa occidental. Además de esas preocupaciones
prim arias, la 5 5 Hauptamt tam bién conservó el papel de observador
general con respecto a la propaganda, las publicaciones, la educación,
el deporte y la form ación física para las SS y la policía.
El C uartel General de O peraciones de las SS, o Führungshauptamt
(SS-FHA), a las órdenes del SS-Obergruppenführer H ans Jüttner, estaba
situado en el núm ero 188 de la Kaiserallee, en Berlín-W ilm ersdorf.
Surgió del D epartam ento de O peraciones de la S5 Hauptamt, se con
virtió en un organismo independiente en agosto de 1940 y llegó a ser
la mayor de todas las S5 Hauptämter, ya que contaba con cuarenta mil
personas en 1944. El m otivo de su rápido crecinúento fue la expansión
de la Waffen-SS, que im puso al m ando de las SS una carga administra
tiva colosal, sin parangón antes de la guerra. N o obstante, si bien las
mayores necesidades operacionales de la Waffen-SS convirtieron la
administración de esa rama en la función más im portante, con diferen
cia, de la SS-IIA , esta jamás pretendió ser sólo el cuartel general de la
Waffen-SS sino que, de hecho, era el C uartel General de O peraciones
de la Gesamt-SS (de todas las SS), entre cuyos departam entos figuraba el
C uartel General de la Allgemeine-SS (Kommandoamt der Allgemeinen-SS),
a las órdenes del SS-Gruppenführer Leo Petri, encargado del control y el
despliegue operativo de la Allgemeine-SS, así com o tam bién de su adm i
nistración general, suministros, form ación y movilización.Todas las uni
dades de las SS que no estaban bajo el m ando táctico de la W ehrm acht
en el cam po de batalla quedaban totalm ente subordinadas al SS-FHA,
tanto en lo que respecta a lo operacional com o a lo administrativo.
Organizaba el pago de los salarios y el suministro de equipo, armas,
m uniciones y vehículos, además del m antenim iento y reposición de
existencias. La rama de personal del SS-FH A se encargaba de los n o m
bram ientos, traslados y prom ociones, si bien las cuestiones que afecta
ban a los oficiales se resolvían conjuntam ente con la SS Personalhauptamt,
a la que pertenecía, en virtud del cargo, el jefe de la rama de personal
del SS-FHA, el SS-Obergruppenführer Kurt Knoblauch. Además, el SS-
FH A coordinaba la preparación de todas las form aciones de las SS y
La Allgemeine-SS 53

controlaba gran cantidad de unidades, escuelas y cam pam entos de


entrenam iento, mientras que su rama m édica supervisaba los hospitales
de las SS. U n oficial de control de m ovim ientos del SS-FH A se
hacía cargo de todas las cuestiones que afectaban al transporte de las
SS y la policía, incluidos el transporte p o r ferrocarril, m ar o aire, y el
D epartam ento Postal de C am po del SS-FH A controlaba las oficinas
postales de cam po de las SS y la censura de la correspondencia.
Además, el SS-FH A tam bién supervisaba m uchas otras actividades
diversas de las SS, que incluían la geología militar, los archivos de guerra
y la odontología.
E n septiembre de 1939 se creó la Reichssicherheitshauptamt o R S H A
(la Oficina Central de Seguridad del R eich) para reunir a las fuerzas
policiales de seguridad tanto del partido com o del Estado. Tenía su sede
en el núm ero 8 de la Prinz-Albrecht-Strasse de Berlín y com binaba en
una sola estructura de m ando las oficinas del Sicherheitsdienst o SD (el
Servicio de Seguridad de las SS), que dependía del partido, y la
Sicherheitspolizei o Sipo (la Policía de seguridad), que dependía del
Estado, y que com prendía la K ripo (la Policía criminal) y la Gestapo
(la Policía política). A unque oficialmente la R S H A estaba subordinada
a H im m ler, se convirtió en seguida en el im perio personal de su p ri
m er jefe, el SS-Obergruppenführer R einhard H eydrich, que utilizó com o
baza sus amplios recursos de inform ación y sus expedientes com prom e
tedores en sus luchas p o r el poder con los demás líderes nazis hasta que
fue asesinado en 1942. Su sucesor, el SS-Obergruppenführer doctor Ernst
Kaltenbrunner, un individuo de aspecto siniestro, nazi austríaco de la
Vieja Guardia, aunque m ucho m enos ambicioso, de todos m odos llegó
a ser uno de los hom bres más tem idos del Tercer R eich. La R S H A se
encargaba de las operaciones tanto nacionales com o internacionales del
servicio de inteligencia, del espionaje y el contraespionaje, de luchar
contra los crím enes políticos y la delincuencia com ún y de sondear a la
opinión pública acerca del régim en nazi.
La SS Wirtschafts- und Verwaltungshauptamt, o SS-W V H A (la
O ficina C entral de E conom ía y A dm inistración de las SS), se form ó en
1942. Tenía su sede en el núm ero 126-135 de U n te r den E ichen de
Berlín-Lichterfelde, estaba encabezada p o r el SS-Obergruppenführer
O sw ald Pohl y se encargaba fundam entalm ente del sistema de los
54 Historia secreta de las SS

campos de concentración y de la adm inistración financiera de las SS.


C ontrolaba buena parte de las empresas industriales y agrícolas de las
SS, organizaba la fabricación interna de suministros y equipo para uso
de las SS y ponía en práctica los programas de vivienda y construcción
para las SS.
La SS Rasse- und Siedîungshauptamt, o R u S H A (la O ficina C entral
de R aza y A sentam iento de las SS), alcanzó la categoría de Hauptamt
el treinta de enero de 1935, tras evolucionar a partir de la O ficina de
R aza y A sentam iento de las SS que se creó a finales de 1931, y se puso
alas órdenes del SS-Obergruppenführer R ichard Walther Darré. Posterior
mente estuvo al m ando de G ünther Pancke, que después llegó a ocupar
un alto cargo en las SS y a ser com andante de la Policía de D inam arca
y, finalm ente, al de R ichard H ildebrandt; tenía su sede en el núm ero
24 de la Hedem annstrasse de B erlín. La R u S H A se ocupaba de la
pureza ideológica y racial de todos los m iem bros de las SS. Era la
autoridad para todas las cuestiones relacionadas con la genealogía y
expedía certificados de linaje y perm isos de m atrim onio dentro de las
SS. Además, se encargaba de p o n er en práctica la política de estable
cer a hom bres de las SS, sobre todo antiguos soldados, com o colonos
en los te rrito rio s orientales conquistados, aplicando así las teorías
de «la sangre y el suelo» de D arré y los demás m aestros raciales de
las SS,
El Hauptamt S S Gericht, o H A SS Gericht (el D epartam ento Jurídico
de las SS), situado en el núm ero 10 de la Karlstrasse, en M únich, admi
nistraba el aspecto disciplinario del código especial de leyes al que esta
ban sometidos los miembros de las SS y la policía. Controlaba los SS und
Polizei Gerichte (los tribunales de las SS y la Policía) en las ciudades más
grandes de Alemania y los países ocupados, y tam bién quedaban bajo su
jurisdicción los Strafvollzugslager der S S und Polizei (los campos penales de
las SS y la Policía). El SS-Gruppenführer Paul Scharfe dirigió el departa
m en to hasta su m u erte en 1942; entonces le sucedió el SS-O bergru
ppenführer Franz Breithaupt. El Hauptamt SS Gericht era una prolongación
del antiguo SS Gericht, una oficina que, en nom bre del Reichsführer de las
SS, investigaba las infracciones disciplinarias y las violaciones al código
de h onor de las SS cometidas por sus miembros. Preparaba e interponía
acciones legales y se encargaba de perdonar o suspender la ejecución de
La Allgemeine-SS 55

las sentencias. Además, com o m áxima autoridad dentro de las SS en


cuestiones de legislación y disciplina, era la vía de contacto entre las SS
y todos los demás órganos jurídicos del Estado y del partido.
La SS Personalhauptamt (la O ficina C entral de Personal de las SS)
tenía su sede en el núm ero 98-99 de la W ilm ersdorferstrasse, en
B erlín-C harlottenburg, y coordinaba la labor de las ramas de personal
de las distintas Hauptämter. Era la m áxim a autoridad en todas las cues
tiones de personal de las SS, aunque se ocupaba fundam entalm ente de
los oficiales, ya que las SS H auptam t conservaba registros relacionados
con los suboficiales y la tropa. La SS Personalhauptamt tenía dos sedes
principales, una para los oficiales y otra para los oficiales de reemplazo,
y con cierta periodicidad elaboraba y actualizaba la Lista de jerarquía de
las SS, o Dienstaltersliste, en la que figuraba inform ación sobre cada uno
de los oficiales de las SS en servicio. El SS-Obergruppenführer Walter
Schm itt dirigió la SS Personaïhauptamt hasta 1942, y a partir de en to n
ces la dirigió el SS- Obergruppenführer M axim ilian von Herff.
A parte de las habituales Hauptämter de las SS, había cierta cantidad
de oficinas y departam entos más pequeños que ocupaban un puesto
dentro de la estructura de m ando de las SS. La Hauptstelle der Hauptam t
Ordnungspolizei era un departam ento que representaba a la policía civil
uniform ada del cuartel general de H im m ler. Asesoraba al Reichsführer
sobre todas las cuestiones relacionadas con la Ordnungspolizei. La
Hauptamt Dienststelle Heissmeyer, oficina adscrita al estado mayor del
SS-Obergruppenführer August Heissmeyer, en su calidad de oficial supe
rio r de las SS y com andante de policía del distrito de B erlín, se encar
gaba de la supervisión de los Nationalpolitische Erziehungsanstalten
(N P EA o Ñapólas), los Institutos N acionales de E ducación Política
creados para form ar a la futura elite germ ánica. El Stabshauptamt der
Reichskommissar für die Festigung des deutschen Volkstums, o Hauptam t
RKF, el cuartel general del estado m ayor de H im m ler en su calidad
de com isionado del R e ic h para la consolidación del germ anism o,
tenía su sede en el 142-143 de la R urfurstendam m de Berlín y estaba
al m ando del SS-Obergruppenführer U lric h Greifelt. Se interesaba en
general por todas las cuestiones que afectaban al m an ten im ien to de
las características raciales de la población alem ana y la protección y
el engrandecim iento de la raza alem ana en su totalidad. Tenía com o
56 Historia secreta de las SS

actividad principal la pro m o ció n de asentam ientos de alem anes en


los territo rio s anexados en el este del R e ic h . P or últim o, el H auptam t
Volksdeutsche Mittelstelle o V O M I (D epartam ento para la R e p a tria c ió n
de los A lem anes de Raza) funcionaba desde su sede en el n ú m ero
29 de la Keithstrasse de B erlín y estaba dirigido p o r el S S -
Obergruppenführer W ern er Lorenz. E n contraste co n el H auptam t
RK F, su función principal consistía en organizar el regreso al R e ic h
de los descendientes de las antiguas generaciones de colonos y
pobladores alem anes que se establecieron en R u sia y en el sureste
de Europa.
E n u n nivel justo por debajo de las SS Hauptämter se encontraban
las Oberabschnitte (Oa.) o R egiones, las bases de la organización te rri
torial de la Allgemeine-SS. A l principio había cinco Oberabschnitte, for
madas en 1932 a partir de los SS Gruppen que existían entonces. En
1944 su núm ero se había increm entado a diecisiete dentro de la p ro
pia Alem ania y cada una de ellas correspondía casi exactam ente a un
Wehrkreis (distrito m ilitar). Las regiones de las SS se conocían en
general p o r su nom bre geográfico, aunque tam bién era habitual refe
rirse a ellas po r el núm ero rom ano que se adjudicaba a cada Wehrkreis.
Al frente de cada Oberabschnitt había un SS-Obergruppenführer, un
Gruppenführer o un Brigadeführer, nom brado Führer des Oberabschnittes
(F.Oa.), que p o r lo general tam bién era el representante de H im m ler
en el cuartel general m ilitar del Wehrkreis y, además, ocupaba el cargo
de Höhere S S - und Polizeiführer, o H S SPf (oficial superior de las SS y
com andante de Policía de la región). E n los pocos casos en los que
el H S SPf no era el Führer de la correspondiente Oberabschnitt, eso se
debía a que a este últim o, a pesar de ocupar algún otro cargo activo,
se le perm itía conservar el m ando titular de la O a. p o r m otivos p er
sonales. Por ejem plo, du ran te la g u erra se n o m b ró al SS-
Obergruppenführer A ugust Heissm eyer H S S P f para la Oberabschnitt de
Spree, ya que el Führer nom inal de esa región, «Sepp» D ietrich, dedi
caba todo su tiem po a la W affen-SS en el frente de batalla.
Subordinado directam ente al F.Oa. o al H S S P f estaba el Stabsführer
der Allgemeinen-S S (el jefe del Estado M ayor de la A llgem eine-SS), res
ponsable ante él de la conducción general y el control de la Allgemeine-
S S dentro de la O a. Integraban los cuarteles generales regionales en
La Allgemeine-SS 57

Estructura y organización de la Allgemeine-SS en 1944. En el cuadro se puede ver


el típico detalle por unidades dentro de una Oberabschnitt de la Allgemeine-SS,
tomando como ejemplo la Oberabschnitt de Fulda-Werra. (Reproducido de The
General SS, producido por la contrainteligencia aliada en 1944.)

prim er lugar los Hauptamtlicher Führer (oficiales de carrera) ju n to con


una serie de funcionarios Nebenamtlich (que se dedicaban a esa activi
dad com o ocupación secundaria) o Ehrenamtlich (honoríficos). Entre los
oficiales de carrera figuraban el Leiter der Verwaltung o Verwaltungsführer
(funcionario administrativo), el Oberabschnittsarzt (funcionario m édico),
el Oberabschnittsausblindungsführer (funcionario de form ación), el
Oberabschnittspersonalchef (funcionario de personal) y el Nachrichtenführer
(funcionario de noticias). Los que se dedicaban com o ocupación secun
daria por lo general estaban po r debajo del grado de Sturmbannführer y
no percibían ninguna rem uneración po r sus servicios. Las diecisiete SS
Oberabschnitte situadas dentro de Alemania recibían el nom bre y el
núm ero que se indican a continuación:
58 Historia secreta de las SS

Oberabschnitt Cuartel general Wehrkreis


C entro B raunschw eig XI
D anubio V iena XV II
Flba D resde IV
Fulda-W erra Arolsen-W aldeck IX
M ain N u rem b erg ΧΠ1
M ar Báltico Stettin II
M ar del N o rte H am burgo X
N o ro rien tal K önigsberg I
O ccidental D üsseldorf VI
R e g ió n de los Alpes Salzburgo X V III
R in-M arca Occidente! W iesbaden X II
Spree Berlín III
Sur M ú n ich VII
Suroccidental Stuttgart V
Suroriental Breslau VIII
Vistula D anzig XX
W arta Posen XXI

Los Wehrkreise XIV, XV, XV I y X IX no tenían su correspondiente


SS Oberabschnitt.

Además de estas, había seis Oberabschnitte en el extranjero, que


surgieron durante la guerra:

Oberabschnitt Cuartel general Región


B ohem ia-M oravia Praga Checoslovaquia
N oroccidental La Haya H olanda
N o rte Oslo N o ru eg a
O riental Cracovia Polonia
R e g ió n O riental R iga Países bálticos
U crania Kiev U crania

D e estas seis, sólo la O a. de B ohem ia-M oravia, que incluía los


Sudetes, duró lo suficiente para desarrollar una organización que se
La Allgemeine-SS 59

pudiera com parar estrictam ente con las Oberabschnitte del in te rio r de
Alemania. La Oa. N o rte y la N oroccidental coordinaban las operaciones
policiales y las de contingentes relativam ente reducidos de la SS
G erm ánica en Flandes, hlolanda, N oruega y D inam arca, m ientras que
las Oa. O riental, R e g ió n O riental y Ucrania dirigían las heterogéneas
fuerzas de seguridad y antiguerrilla en sus zonas respectivas.
A su vez, cada SS Oberabschnitt comprendía una media de tres
Abschnitte (distritos), identificados asimismo mediante números romanos.
También se designaban con el nom bre de la zona que abarcaban o por el
lugar donde estaba situado su cuartel general. El comandante del Abschnitt
o Führer des Abschnittes (EAb.) solía ser un oficial con grado de SS-
Oberführer o Standartenführer. Los siete primeros Abschnitte abarcaban todo
el R eich y el octavo correspondía a Austria. El noveno Abschnitt y ios
sucesivos aparecieron en 1932 ju n to con los Standarten con números supe
riores al cuarenta. A partir de entonces, los distritos fueron creciendo de
forma proporcional a la expansión de las SS y en 1944 eran los siguientes:

Himmler, Wolff y el SS-Gruppenführer Heinrich Schmauser, Führer de la


Oberabschnitt Sur, inspeccionan a los hombres del 34° Fuss-Standarte de las SS
en Weilheim en diciembre de 1934.
60 Historia secreta de las SS

^-Oberabschnitte
NonkBl ................ KíaijibeTj XXXV
0*1*« .................. Stell* XXXVI
XXXVII
¡Líip¿g Pateo
Spree ....................
Eike ......................
Beri λ
U roíeo XXXvm
λ XXIX
B:.-
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Formaciones de las unidades de la Allgemeine-SS en 1944. En el cuadro figuran


todas las Oberabschnitte, los Abschnitte, los Standarten y las unidades especiales
de la Allgemeine-SS que existían en 1944, con su nombre, número y situación.
(Reproducido de la SS Dienstaltersliste del nueve de noviembre de 1944.)

N ú m . de D istrito
Abschnitt
I M únich/L andshut/Ingolstadt
II D re sd e/C hem n itz/P lau
en
IU Berlin-Steglitz
IV H annover/B raunschw eig/C
elle/G otinga
V D uisburg/D iisseldorf/E
ssen/C olonia
VI B reslau/Frankenstein/G logau
vu K önigsberg/ Insterburg/E
lbing
VIII Linz
IX W u rzb urgo/N úrem b erg/A
nsbach/S chw einfurt
X S tu ttg art/T u b in g a/U
lm
La Allgemeine-SS

XI C oblen za/T rév eris/D arm stad t/W iesb ad en /B in g en


X II Frankfurt (O der)/S enftenberg
X III S te ttin /K ö slin /Schneiderm iihl
X IV O ld e n b u rg / C uxhaven/B rem en
XV H am b u rg o -A lto n a/H am b u rg o -H arb u rg
XVI D essau/M agdeburgo/Stassfurt
X V II M ü n ste r/D etm o ld /B iele fe ld /B u er
X V III Halle (Saale)/L eipzig/W ittenberg
X IX Karlsruhe
XX K iel/Flensburg
XXI Hirschberg/Mährisch-Schönberg/Jägerndorf/Troppau
X X II A llen stein /M em el/Z ich en au
XXIII Berlin-W ilmersdorf/Neuruppin/Eberswalde/Potsdam
X X IV O p o le /B y to m /K a to w ic e
XXV D o rtm u n d /B o c h u m /H a g e n
XXVI D a n z ig /Z o p p o t/M a rie n w e rd e r/M a rie n b u rg o /
N eu stad t/E lb in g
X X V II W e im ar/G o th a/G e ra /M e in in g e n /E rfu rt
X X V III B ay reu th /R atisb o n a/B am b erg
X X IX Constanza
XXX Frankfurt (M ain)/K assel/G iessen
XXXI V ien a/K rem s/Z n am i
XXXÏ1 Au gsbu rgo / Lindau
X X X III Schw erin/G reifsw ald
X X X IV S arrebruck/K aiserslautern/ H eidelb erg
XXXV G raz/K lagenfurt/L eoben
XXXVI Salzburgo/Innsbruck
X X X V II R eich en b erg /T rau ten au /B rü x /A u ssig
X X X V III K arlsbad/O hre/A sch
X X X IX B rn o / Iglau/Praga
χχχχ B rom berg/T uchel
XXXXI T h o rn /K u lm
X X X X I1 G nesen/P osen
X X X X III Litzm annstadt/K ahsch/Leslau
X X X X IV G u m b im n e n /M e m el/Z ic h e n a u
XXXXV E strasburgo/C olm ar
62 Historia secreta de las SS

C abe destacar que al aum entar la cantidad de m iem bros de las SS


en algunos pueblos y ciudades estos se dividieron en dos Abschnitte.
La organización de la Allgem eine-SS con respecto a la form ación
por debajo del nivel de los Abschnitte era más flexible y se hacía a par
tir de unidades en lugar de ser territorial, si bien a su vez cada unidad
estaba relacionada con una zona determ inada, o se reclutaba en ella.
El típico Abschnitt controlaba una m edia de tres SS Fuss-Standarten, el
equivalente a regim ientos de a pie o de infantería. C o m o su nom bre
indica, el Standarte era la unidad estándar de la Allgemeine-SS, que ya
había quedado bien establecida com o tal en 1930, m ucho antes de
que el sistema regional de las SS hubiera evolucionado del todo. Los
prim eros SS-Standarten no llegaban a tener la cantidad de hom bres
necesarios e, incluso en 1931, a veces no reunían a más de u n cente
nar de hom bres. Sin embargo, las cifras aum entaron considerablem en
te cuando se crearon otros diez SS Standarten en 1933 y aparecieron

Hombres de las SS en la estación de ferrocarril de Hamburgo, alrededor de 1934 o


1935. Durante ese período de transición se llevaban los dos estilos de las cabezas
de la muerte. La insignia rúnica que lleva en el cuello el hombre que está a la
izquierda
indica que pertenece al Leibstandarte, mientras que los demás son del 48°
Standarte.
La Allgemeine-SS
63

cincuenta más en 1934. E n 1939 el Fuss-Standarte m edio estaba for


m ado por unos dos m il hom bres, si bien las cifras fueron descendien
do a unos mil seiscientos en 1941 y a cuatrocientos en 1944, al ser
reclutados los m iem bros de la Allgem eine-SS po r la W ehrm acht y la
Waffen-SS. Al m ando de cada regim iento había un Führer des Stand artes
(F.Sta.), que contaba con la colaboración de un pequeño estado mayor
y una unidad de cuartel general con jornada parcial. Según el tam año
de la unidad, el com andante del regim iento podía ser un SS-
Standartenführer, un Obersturmbannführer o un Sturmbannführer. E n 1943
era habitual que dos pequeños Standarten cercanos se pusieran a las
órdenes de un m ism o com andante.
Los Standarten recibieron núm eros consecutivos, del 1 al 127.
Algunos llevaban tam bién el nom bre de famosos m iem bros de las SS
que habían desaparecido, m uertos durante el Kampfzeit, asesinados,
etcétera, y esos «títulos honoríficos» se extendieron tam bién a una
serie de Stürme (compañías) pertenecientes a determ inados Standarten.
Por ejemplo, la 6a Sturm del 6o Standarte se llamaba «Eduard Felsen» en
recuerdo de uno de sus m iem bros que m u rió en una refriega calleje
ra la noche del incendio del Reichstag, m ientras que el 90° Standarte
recibió el título de «Franz Kutschera» p o r uno de sus oficiales, que
llegó a com andar la policía de seguridad y el SD en Polonia y fue ase
sinado por partisanos el uno de febrero de 1944. En el cuadro que
aparece a continuación figuran todos los SS Fuss-Standarten con su
núm ero de regim iento y su situación y, si corresponde, los títulos
honoríficos del Standarte o de la Sturm.

SS F U S S -S T A N D A R T E N

N ú m . de Lugar T ítu lo honorífico T ítu lo honorífico

Standarte del Standarte de la Sturm

1. Múnich «Julius Schreck» 1.«Karl Ostberg»


2. «Casella»
5. «Hellinger»
10. «Karl Laforce»
64 Historia secreta de las SS

N ú m . de Lu g ar T itu lo honorífico T ítu lo honorífico

Standarte del S t a n d a r t e de la S t u r m

2. Frankfurt (Main) 4. «Josef Bleser»


3. Nuremberg
4. Hamburgo-Altona
5. Luxemburgo
6 . Berlin-Charlottenburg 6. «Eduard Felsen»
8. «Oskar Goll»
9. «Kurt von der Ahe»
Plauen «Friedrich Schlegel» 3. «Paul Fressonke»
6. «Paul Teubner»
Hirschberg
9. Stettin
10 . Kaiserslautern
11 . Viena «Planetta»
12 . Hannover
13. Stuttgart
14. Gotha
15. Neuruppin
16. Breslau
17. Celle
18. Königsberg
19. Münster
20. Düsseldorf «Fritz Weitzel» 1. «Karl Vobis»
3. «Kurt Hilmer»
5. «Werner
Hannemann»
11.
«Friedrich
Schreiben)
21. Magdeburgo
22. Schwerin «Friedrich Graf von
der Schulenburg»
23. Bytom
24. Oldenburg
25. Essen 1. «Garthe»
La Allgemeine-SS
65

N ú m . de Lugar T ítu lo honorifico T itu lo


honorífico

S ta n d a r t e dei S t a n d a r t e de la S t u r
m

3. «Friedrich
Karpinski»
4. «Arnold Guse»
5. «Leopold
Paffrath»
26. Halle (Saale) 1. «Paul Berck»
27. Frankfurt (Oder)
28. Hamburgo 1. «Henry
Kobert»
9. «Hans
Cyranka»
29. Lindau
30. Bochum 1. «Fritz
Borawski»
3. «August
PfafF»
11. «Adolf Höh»
31. Landshut 4. «Faust»
12. «Andreas
Zinkl»
32. Heidelberg
33. Darmstadt
34. Weilheim
35. Kassel
36. Danzig
37. Linz
38. Graz
39. Köslin
40. Kiel l.«Radke»
8. «Martens»
41. Bayreuth
42. Berlin 4. «Fritz
Schulz»
43. Frankenstein
44. Eberswalde
45. Opoie
46. Dresde
47. Jena
48. Leipzig 8.«Gutsche»
49. Braunschweig 1.«Gerhard
Landmann»
66 Historia secreta de las SS

N ú m . de L ugar T itu lo honorífico T ítu lo


honorífico

Standarte del S t a n d a r t e de la S t u r
m

50. Flensburg
51. Go tinga
52. Krems
53. Heide
54. Landsberg (Warta) «Seidel-Dittmarsch»
55. Lüneburg
56. Bamberg
57. Meiningen
58. Colonia 2. «Franz
Müller»
59. Dessau «Loeper»
60. Insterburg
61. Allenstein
62. Karlsruhe
63. Tubinga
64. Berent
65. Friburgo de Brisgovia
66. Bartenstein
67. Erfurt 12. «Fritz
Beubler»
68. Ratisbona
69. Hagen (Westfalia)
70. Glogau
71. Elbing 1. «Ernst
Ludwig»
72. Detmold
73. Ansbach
74. Greifswald
75. Berlin 8. «Edmund
Behnke»
76. Salzburgo
77. Schneidmühl
78. Wiesbaden
79. Ulm
80. Berlin
81. Wurzburgo 2. «Hans
Purps»
82. Bielefeld
La Allgemeine-SS
67

N ú m . de L ugar T ítu lo honorífico T ítu lo honorífico

Standarte del S t a n d a r t e de la Sturm

83. Giessen
84. Chemnitz 4. «Grobe»
9. «Steinbach»
11. «Ludwig Frisch»
85. Sarrebruck
86. OfFenburg
87. Innsbruck
88. Bremen
89. Viena «Holzweber»
90. Klagenfurt «Franz Kutschera»
91. Wittenberg
92. Ingolstadt
93. Coblenza
94. Leoben
95. Trautenau
96. Brüx
97. Eger
98. Mährisch-Schönberg
99. Znaim
100. Reichenberg
101. Saaz
102. Jagerndorf
103. Aussig
104. Troppau
105. Memel
106. Augsburgo
107. Brno
108. Praga
109. Posen
110. Hohensalza
111. Colmar
112. Litzmannstadt
113. Kalisch
68 Historia secreta de las SS

N ú m . de L ugar T ítu lo honorífico T ítu lo honorífico

S tandarte del S t a n d a r t e de hi S t u r m

114. Lesslau
115. Zichenau
116. Bromberg
117. Konitz
118. Pr. Stargard
119. Graudenz
120. Kulm
121. Estrasburgo
122. Estrasburgo
123. Colmar
124. Scharley
125. Metz
126. Marburgo/Drava
127. Oslo

C abe destacar que en algunos de los pueblos y las ciudades más


grandes había más de un Fuss-Standarte.

Además de los Fuss-Standarten había veintitrés unidades de caballe


ría de la Allgemeine-SS del tam año de un regim iento, las Reiterstandarten.
Cada una de ellas com prendía entre cinco y ocho Reiterstürme (com pa
ñías de caballería), una Sanitätsreiterstaffel (brigada médica) y un
Trompeterkorps (cuerpo de trompetas). Las Reiterstandarten nunca se con
centraban en las ciudades donde estaban los cuarteles generales, sino
que las compañías que las form aban po r lo general se dispersaban entre
las ciudades más pequeñas de los Abschnitte. Siempre cum plían una fun
ción em inentem ente ceremonial, tenían un punto de vista bastante
esnob y casi nunca colaboraron con los Fuss-Standarten ni con la poli
cía en el control interno de las multitudes. El inspector de la Form ación
de Caballería de las SS era el SS-Brigadeführer ecuestre C hristian Weber,
uno de los hom bres del Stosstmpp de la Vieja Guardia y veterano del
putsch de M únich. Fue el fundador de la Escuela Central de Caballería de
las SS, o SS-Hauptreitschule, de M unich, que estuvo al m ando de H erm ann
La Allgemeine-SS 69

Timbalero de la SS-Kavallerie-Div¡sion, en octubre de 1942. La funda del timbal


estaba hecha de terciopelo negro, con gruesos bordados en hilo de aluminio, cuyo
diseño no cambiaba desde 1934.

Fegelem hasta 1939. D espués de estallar la guerra, la m ayoría de los


m iem bros de los Reiterstandarten fu ero n reclutados p o r las u n id a
des de caballería del ejército o p o r los SS-Totenkopfreiterstandarten ,
rápidam ente constituidos para prestar servicio en la lín ea del fren
te. En 1941 estos últim os se fusionaron para fo rm ar la brig ad a de
caballería de la W affen-SS que, en 1942, había crecido hasta c o n
vertirse en la SS-K avallerie-D ivision, bautizada «Florian Geyer» en
1944. D u ra n te las distintas etapas de su ev o lución todas estas fo r
m aciones estu v iero n al m an d o de Fegelein, cuya p o sició n cada vez
más fuerte en círculos nazis culm inó con su m atrim onio, el tres de
ju n io de 1944, con G retl B raun, la h e rm a n a de la am ante de H itler.
Los Reiterstandarten de la A llg em ein e-S S estaban n u m erad o s del 1 al
23; cada núm ero iba precedido p o r la letra «R.» para distinguirlo de los
Fuss-Standarten. Sus cuarteles generales estaban distrib u id o s de la
siguiente m anera:
70 Historia secreta de las SS

N ú m . de Standarte Cuartel general


R .l Insterburg
K .2 Danzig
R .3 Treuburg
R .4 H am burgo
R .5 Stettin
R .6 D üsseldorf
R .7 Berlín
ÉL.8 Pelkum
R .9 B rem en
R .1 0 Arolsen
R .ll Breslau
R .1 2 Schw erin
R .1 3 Frankfurt (Main'
R .l 4 Stuttgart
R .l 5 M únich
R .l 6 Dresde
R .1 7 R atisbona
R .l 8 Viena
R .l 9 C raudenz
R .2 0 Tilsit
R .21 H annover
K .22 Posen
R .23 Pirm asens

Varias de estas ciudades habían sido guarniciones de los regim ien


tos de la caballería im perial y, por tanto, contaban con excelentes ins
talaciones ecuestres. Además, m uchos clubes nacionalistas de equita
ción se incorporaron de lleno a la Allgem eine-SS durante la década de
1930, aportándole su experiencia ecuestre. Todo esto contribuyó a
que los S S Reiterstandarten se convirtieran en las m ejores form aciones
de caballería del Tercer Re'.ch, superando incluso a las del ejército en
lo que respecta al cerem onial.
Cada SS Standarte estaba com puesto po r tres Sturmbanne (batallo
nes) activos, un Reserve-Sturmbann para hom bres entre los treinta y
cinco y los cuarenta y cinco años, y una M u síkzu g (banda de música).
La Allgemeine-SS 71

Cada Sturmbann solía estar al m ando de un SS-Sturmbannführer, que


contaba con la colaboración de un ayudante. En tiem pos de paz, un
Sturmbann estaba form ado po r un total de entre quinientos y o c h o
cientos hom bres y, com o se consideraba la unidad táctica básica de la
Allgemeine-SS, estaba previsto que el 5S' Sturmbann fuera capaz de
actuar por su cuenta en tiem pos de luchas o revueltas. Los tres
Sturmbanne activos de un Standarte llevaban núm eros rom anos del I al
III; po r ejem plo, el tercer Sturmbann del 41° Standarte se abreviaba de
la siguiente forma: «111/41». El Reserve-Sturmbann se distinguía
m ediante el prefijo «Res.»; en este caso: «Res./41».
Cada Sturm bann activo estaba com puesto, a su vez, p o r cuatro
Stürm e (com pañías), un Sanitätsstaffel (escuadrón m édico) y un
Spielm annzug (cuerpo de pífanos y tam bores). E n 1930 fueron
pocas las Stürm e de las SS que crecieron más allá del tam año del
Staffel original, de siete a quince hom bres. Sin em bargo, a m ed ia
dos de la década de 1930 la fuerza total de una Sturm en tiem pos

* s»

Destacamento de un SS Fuss-Standarte, precedido por su banda y el estandarte


tradicional con campanillas que llevaban los músicos alrededor de 1934.
72 Historia secreta de las SS

de paz era de ciento veinte a ciento o ch en ta hom bres a las órdenes


de un SS-Hauptsturmführer, un Obersturmführer o un Untersturmführer.
D u ra n te la guerra, una de las cuatro Stürm e prestaba servicios loca
les com o Wachkompanie (com pañía de guardia), p ro te g ien d o p u e n
tes, edificios im portantes, etcétera. O tra perm anecía en estado de
alerta com o Alarm ssturm (com pañía de em ergencia) para la defensa
civil, para in terv en ir durante las incursiones aéreas o los ataques
terrestres, y a las otras dos se les asignaban funciones generales de
patrulla. U n R eserve-Sturm bann p o r lo general com p ren d ía dos
Reservc-Stiirme, que llevaban los núm eros «R es.l» y «R es.2», y u n
Rescrve-Sanitätsstajffel. D e n tro de cada Standarte, las cuatro Stürm e
del Sturmbann I llevaban los núm eros 1, 2, 3 y 4; las del Sturm bann II
llevaban los n ú m ero s 5, 6, 7 y 8, m ientras que las del Sturm bann
111 tenían los núm eros 9, 10. J I y 12. D e m o d o que la Ia Sturm del
2o Sturmbann del 3ei Standarte, es decir, la 5a Sturm del 3er Standarte se
denom inaría, d entro del Standarte, «5/11» y, fuera del Standarte,
«5/11/3».
Cada Sturm estaba dividida en tres o cuatro Truppen (grupos),
cada uno de los cuales estaba com puesto p o r tres Scharen (secciones).
U na Schar po r lo general contaba con entre diez y quince hom bres
y servía para patrullar manzanas de viviendas en las ciudades y para
proteger los edificios oficiales. A su vez, la Schar com prendía dos o
tres Rotten (filas), las unidades más pequeñas de la Allgem eine-SS, for
madas po r alrededor de cinco hom bres. Según su tam año, los Truppen
y las Scharen estaban al m ando de suboficiales con grados co m p ren
didos entre SS-Haitptscharführer y Unterscharführer, m ientras que diri
gían las Rotten soldados rasos con experiencia, conocidos com o
Rottenführer.
A p arte de las u nidades regulares de in fa n tería y caballería de
las SS había varias fo rm a cio n e s de especialistas que te n ía n que
c u m p lir un papel de apoyo. Se asignaba a cada 5 5 Oberabschnitt
u n N achrichtensturm bann (batallón de noticias), que se hacía cargo
de las c o m u n ic ac io n e s de las SS en la re g ió n . Esos batallones de
noticias recibían un n ú m e ro co n secu tiv o , del 1 ni 19, en n ú m e
ros arábigos, en lugar de ro m an o s, p rec e d id o s p o r las letras «Na.»
Sus cuarteles generales estaban situados de la sig u ie n te m anera:
La Allgemeine-SS 73

N úm , de Sturmbann Cuartel general


N a .l M ú nich
N a .2 Stuttgart
N a .3 Arolsen
N a. 4 D üsseldorf
N a .5 B raunschw eig
N a .6 H am burgo
N a .7 Königsberg
N a .8 Berlín
N a .9 Dresde
N a.10 Breslau
N a .l 1 N úrem berg
N a. 12 Stettin
N a. 13 W iesbaden
N a. 14 Viena
N a .16 Danzig
N a .17 Posen
Na. 19 Praga

N o se conserva ninguna constancia de


la situación de los Nachrichtensturmbanne
núm eros 15 y 18.

D entro de las Oberabschnitte tam bién


había Pioniersturmbanne (batallones de inge
nieros), equipados para llevar a cabo traba
jos de construcción de em ergencia, com o
reoaraciones de carreteras y puentes y el
m antenim iento de los servicios públicos,
com o el gas, la electricidad, el agua y otros
por el estilo. C ada Pioniersturmbann lleva
Un SS-Unterscharführer de ba un núm ero consecutivo, del 1 al 16, pre
la reserva, como indica el cedido po r las letras «Pi.». Sus cuarteles
distintivo «Reserva» que
lleva en el puño, alrededor generales estaban situados de la siguiente
de 1937. manera:
74 Historia secreta de las SS

N ú m . de Sturmbann Cuartel general


Pi. 1 M únich
P i,2 Stuttgart
Pi. 3 Arolsen
P i.4 C olonia
Pi. 5 H arburg- W ilhelm sburg
P i.6 Stettin
P i.7 Königsberg
P i.8 Berlin
Pi. 9 J )resde
Pi. 10 Breslau
Pi. 11 N úrcm berg
Pi. 12 M agdeburgo
P i.13 Frankfurt (Main)
Pi. 14 Viena
Pi. 15 Salzburgo
P i.16 D anzig

El Rontgenstiirmbatm SS-HA (batallón de rayos X de la SS Hauptamt)


fue form ado por el SS-Obersturmbannführer Konrad Perwitzschky y des
pués estuvo a las órdenes del SS-Oberführer doctor Hans Holfelder, cate
drático de m edicina de la Universidad de Frankfurt (Main). Com prendía
alrededor de trescientos cincuenta profesionales de las SS y recorría todas
las Oberabschnitte de la Allgemeine-SS realizando controles sanitarios regu
lares al personal de las SS. Utilizaba un equipo portátil de rayos X que se
empleaba fundam entalm ente para detectar enfermedades pulmonares
entre los obrercwde las fábricas que tam bién colaboraban parte del tiem
po con las SS. Era la única unidad de ese tipo en Alemania, de m odo que
podía solicitar sus servicios en época de epidemias cualquiera de los jefes
de distrito del NSDAP, y tam bién colaboraba con los funcionarios loca
les del Frente O brero alemán. D urante la guerra, el Rontgensturmbann fue
absorbido po r la rama médica de la Waffcn-SS.
Además del Röntgensturmbann y del Sanitätsstaßel adscritos a cada
Sturmbann, en cada Abschnitt había por lo m enos una Sanitätssturm (com
pañía m édica). A un grupo form ado por varias de esas Stürme, o a una
sola Sturm de gran tamaño, se le solía dar el nom bre de Sanitätsabteilung
La Allgemeine-SS 75

Suboficiales del batallón de comunicaciones de la SS-VT en octubre de 1935.


Todos llevan en el cuello «el rayo de la SS» como insignia que, de lejos, se parece
a tres runas Sigel consecutivas, y en el puño la insignia lisa que llevaba el
personal de esa unidad hasta que en 1937 se Introdujo el distintivo del SS-
Nachrichtensturmbann.

(destacamento médico). Para referirse a esas unidades se utilizaba el


núm ero rom ano correspondiente al Abschnitt en el que estaban situadas.
Las Kmftfahrstürme (compañías de transporte a m otor) de las SS
estaban formadas p o r Staffeln (escuadrones); a cada Abschnitt le corres
pondía un Kmftfahi'stajffcl. Se encargaban del transporte m otorizado del
personal de las S.S dentro del distrito. Además, el com andante de cada
Obembschnitt tenía a su disposición una com pañía de motociclistas que
podía usar para transm itir despachos urgentes. Las Kraftfahrstürme esta
ban numeradas- del 1 al 19, precedidas p o r la letra «K». Las zonas que
abarcaban figuran en la siguiente lista:
76 Historia secreta de las SS

N ú m . de Sturm Zona
K .l M únich/A ugsburgo
K.2 Erfurt
K.3 B erlín/S enftenberg
K.4 H am b u rg o / Kiel/CBremen
K.5 D ü sseld o rf/B u er/D o rtm u n d
K.6 D re s d e /C hem nitz
K.7 K önigsberg
K.8 L inz/V iena
K.9 Breslau
K .10 S tu ttgart/K arlsruhe/F riburgo
K .ll M agdeburgo/H annover
K.12 B amb erg/S chweinfu r t / N úrem b erg
K.l 3 S chw erin/S tettin
K .l 4 Frankfurt (Main) /W iesbaden/P irm asens
K. 15 G raz/Innsbruck
K .l 6 D anzig/E lbing
K. 17 Posen/L itzm annstadt
K .l 9 A sch/R .eichenberg/B rno

N o se conserva ninguna constancia de la situación de la Krciftfahrstimn


núm. 18.

El prim er SS-Fliegerstaffel (escuadrón del aire de las SS) se form ó


en M únich en octubre de 1.931. A él se incorporó nueve meses des
pués el SS-Fliegerstaffel N ú rem b erg -F u rth ; a partir de ese m o m e n to
las dos unidades adoptaron el nom bre de SS-Fliegers türme y se fusio
naron en u n SS-Fliegersturmbann a las órdenes de E duard R itte r von
Schleich, el famoso «caballero negro» de la prim era guerra m undial.
Los escuadrones del aire de las SS se encargaban de trasladar a H itler y
a otras im portantes personalidades nazis por toda Alem ania y siguie
ron activos hasta que los absorbió la D eutscher Luftsport Verband
(DLV), precursora de la Luftwaffe, en septiem bre de 1933.
A partir de 1935, el com andante de cada Oberabschnitt podía form ar
un Streifendienst (servicio de patrulla) de la m anera y en el m om ento en
que hiciera falta. Las unidades de los Streifendienst eran bastante reduci
La Allgemeine -SS 77

das y móviles, y sus miembros se seleccionaban especialmente entre los


hombres más fiables de las SS. Patrullaban zonas que quedaban tem po
ralmente fuera del alcance del personal de las SS y supervisaban los con
tingentes de las SS en los mítines del partido. Durante las celebraciones
anuales del nueve de noviem bre en M unich, po r ejemplo, apenas unos
cuantos hombres de las SS, provistos de unos pases especiales válidos sólo
para ese día, podían entrar en las zonas de acceso restringido próximas a
la Feldherrnhalle y la Königsplatz donde se reunían Hitler y su jerarquía.
El Streifendienst se encargaba de com probar esos pases y de im pedir la
entrada a los «espectadores» no autorizados po r las SS. Todos los m iem
bros de alguna Streife llevaban un cuello niquelado con la inscripción «SS
Streifendienst» cuando estaban de servicio. Esta insignia era similar a la
que identificaba a la policía militar y destacaba el hecho de que, en rea
lidad, el Streifendienst era una fuerza policial interna de la Allgemeine-SS.
Cada Oberabschnitt comprendía un Sportabteihmg (destacamento
deportivo) que se encargaba de m antener el buen estado físico del per
sonal de las SS. Además, se entrenaba con las Juventudes Hitlerianas y con
la Reserva de la Allgemeine-SS. Desde el principio se atribuía la máxima
prioridad al deporte y al buen estado físico, tanto en la SA com o en las SS,
y de hecho los primeros paramuilitares nazis disimulaban su verdadera iden
tidad llamándose a sí mismos Turn- und Sportabteihingen (Destacamentos de
Gimnasia y Deporte). Antes de 1939 los instructores deportivos de las SS
se entrenaban en la Escuela de D eportes de la SA en H am m , Westfalia,
pero después de la ocupación de Checoslovaquia se estableció una
Reichssportschule de las SS en Praga que, com o era de esperar, daba cur
sos para los oficiales de deporte de la Oberabschnitt y publicaba manuales
de form ación física para las SS, que todos sus miembros utilizaban com o
referencia.
Aparte de las unidades regulares y las especializadas de las SS y la
reserva de prim era línea, formada por hom bres de edades comprendidas
entre los treinta y cinco y los cuarenta y cinco años, en cada Oberabschnitt
había tam bién un Stammabteilung (destacamento suplem entario de reser
va) independiente, com puesto en parte por hom bres no aptos o mayo
res de cuarenta y cinco años y en parte por hom bres más jóvenes cuyas
obligaciones hacia el Estado o el partido les impedían participar de
forma activa en las SS. Por ejemplo, habitualm ente los oficiales regulares
78 Historia secreta de las SS

y profesionales de la policía se asignaban al Stammabteihing en cuanto


pasaban a form ar parte de las SS. El Stammabteilung llevaba el nom bre de
la Oberabschnitt correspondiente y estaba dividido en Bezirke (subdistri-
tos), cada uno de los cuales trabajaba conjuntam ente con un Standarte y
llevaba el núm ero arábigo correspondiente a este. C om o indicaba su
título, esos reservistas adicionales de segunda línea servían com o com
plem ento al resto de la Allgemeine-SS en las diversas funciones que
demandaban un esfuerzo excesivo para el personal habitual y para las
reservas de prim era línea, com o era el caso de im portantes desfiles y
celebraciones nacionales o de grandes desastres. Eran fáciles de distinguir,
porque se invertían los colores de las insignias de su uniform e, es decir,
se utilizaba un fondo gris claro en el cuello y en los puños, mientras que
los núm eros y las letras iban en negro o plateado. D urante u n breve
período los miembros de los Stammabteilungen tam bién llevaron el borde
gris claro, en lugar de negro, en los brazaletes.
E n 1942 se reclutaron las prim eras SS Helferinnen (auxiliares fem e
ninas de las SS) para relevar al personal masculino, más necesario en el
frente. D urante la guerra se pidió a las alemanas que aportaran su gra
nito de arena en todos los ámbitos de la vida, y en tal sentido las SS no
fueron ninguna excepción, a pesar de la opinión de H im m ler de que su
Schutzstaffel era, fundam entalm ente, una «orden de hom bres alemanes».
A m edida que se reclutaban cada vez más hom bres de las SS, las m uje
res fueron ocupando su puesto de trabajo. Sólo utilizaban el n om bra
m iento de SS Helferin las que habían sido aceptadas com o m iem bros
propiam ente dichos de las SS y se habían entrenado en la Reichsschule-
S S de O berehnheim , en Alsacia, fundam entalm ente para las ramas de
com unicaciones de la Allgem eine-SS y la W affen-SS. Todas las demás
auxiliares contratadas po r las SS, es decir, las que no eran m iem bros de
las SS de pleno derecho, se denom inaban Kriegshelferinnen (auxiliares
de guerra). Al principiólas SS Oberabschnitte se encargaban de reclutar a
las SS Helferinnen, pero en mayo de 1944 se traspasó esa responsabili
dad a la SS Hauptamt. Las mujeres se enrolaban com o SS Helferin de
form a voluntaria. Estaba prohibido el reclutam iento oficial m ediante
los periódicos, los anuncios, la radio y el cine, porque había que hacer
una cuidadosa selección. Se m antuvo una estrecha colaboración con la
Reichsjugendführung y casi todo el reclutam iento se realizaba a través de
La Allgemeine-SS
79

la B u n d D e u ts c h e r M ä d el o B D M , el e q u iv a le n te fe m e n in o
de
las Juventudes Hitlerianas. Podían presentarse com o candidatas todas las
mujeres entre los dieciocho y los treinta y cinco años. Al enrolarse,
entrevistaba a la candidata el oficial superior de las SS y com andante
de Policía de la Oberabschnitt en la que residía, en presencia del oficial de
enlace de la BD M , y el m ism o día se llevaba a cabo un exam en m édi
co. A continuación, la candidata firm aba una declaración en la que
manifestaba que no había observado ninguna señal de em barazo ni de
ninguna enferm edad grave, además de declarar su idoneidad racial. N o
se podía aceptar a nadie hasta que el Sicherheitsdienst no hubiese inves
tigado a fondo sus antecedentes familiares. La Reichsschule-S S tenía la
m isión de form ar a las candidatas que hubiesen superado la prueba
com o operadoras de teletipo, telefonistas y radiotelegrafistas. Tam bién
se les brindaba instrucción sobre econom ía dom éstica, de m odo que
las Helferinnen pudieran encargarse de las enfermerías y otros estableci
m ientos similares de las SS si era necesario. Al aprobar el curso, se les
entregaba la insignia rúnica de las SS para que la llevaran en la delantera
izquierda de su uniform e, y se las asignaba po r grupos a los diversos
cuarteles generales de las SS en Alemania, Francia, Luxem burgo,
H olanda, Polonia y Rusia. Sólo en 1943 se form aron en la Reichsschule
cuatrocientas veintidós Helferinnen de las SS.
D ebido a los rigurosos requisitos físicos, m entales y raciales que
había que reunir para ingresar en las SS, no todo el que lo pretendía
podía llegar a pertenecer a ella. En cambio, casi todos los que, p o r
m otivos públicos o privados, deseaban llevarse bien con la nueva elite
y podían perm itirse pagar po r ese privilegio podían llegar a ser
Fördernde Mitglieder o FM (miembros patrocinadores). La organización
de los FM surgió a m ediados de la década de 1920 com o un organis
m o destinado a recaudar fondos, cuyo m iem bro núm ero uno era el
propio H itler; podían perten ecer a ella todos los alemanes arios de
ambos sexos, estuvieran o no afiliados al NSDAP. U n a vez aceptado,
se entregaba a cada patrocinador una libreta y una insignia que lo
acreditaban com o FM , y a partir de entonces estaba obligado a pagar
una cuota m ensual a las SS. La aportación dependía de los ingresos de
cada m iem bro y podía llegar a ser de tan sólo un R eichsm ark. El dine
ro que de tal m odo proporcionaban banqueros, industriales, hom bres
80 Historia secreta de las SS

de negocios y comerciantes fortaleció la base económ ica de las SS y, al


m ism o tiem po, los contactos conseguidos en la sociedad alem ana
aum entaron la influencia de las SS. A los propios FM se les prom etía la
protección de las SS contra las «tendencias revolucionarias». De hecho,
la organización de los FM se convirtió en una especie de «amiguis-
mo» a través del que los m iem bros conseguían acuerdos comerciales,
prom oción o empleo, y en el Tercer R eich prácticam ente reem plazó a
la masonería, una asociación que estaba proscrita. En 1935 había qui
nientos mil Fördernde Mitglieder y es probable que fueran más de un
m illón en 1943. La práctica de nom brar a m iem bros selectos del
gobierno o a figuras públicas im portantes para ocupar altos cargos en
las SS, com o Ehrenführer (dirigentes distinguidos), fue una prolonga
ción natural de la organización de los FM . A unque esos n o m bram ien
tos no tenían ninguna im portancia funcional, atrajeron a las SS a unos
aliados todavía más influyentes y bien situados que, después de hacer
el ju ram en to de rigor a cam bio de adquirir el derecho a llevar el pres
tigioso uniform e negro, de pronto se veían obligados a obedecer a
H im m ler en v irtud del código disciplinario de la organización.
Lo que unía todas esas facetas de la organización de las SS y las
m an ten ía en c o n ta c to entre sí era la SS-Presse. E n d iciem bre de
1926 y i se publicaba u n a revista llam ada Die Schutzstaffel, au n q u e
d uró p oco; hasta 1935, la Reichsführung-S S no c o m en zó a publicar
u n se m a n a rio titu la d o D as Schw arze K orps (El C u e r p o N e g ro ).
Se creó por iniciativa de H eydrich y su director era el Standartenführer
de las SS G u n te r d ’A lquen, d escendiente de una fam ilia de h u g o
notes; se im p rim ía en la E h e r Verlag, la ed ito rial del N S D A P en
M u n ic h , con sede en el n ú m ero 88 de la Z im m erstrasse de B erlín.
E n 1939 ya ten ía u n a tirada de q u in ien to s m il ejem plares. Das
Schwarze Korps era u n p e rió d ico escrito con in g en io , m uy n e o p a -
gano, cuya especialidad consistía en p o n e r en evidencia a todos
aquellos a los que la R cichsfiihntng-SS consideraba bellacos socia
les, pero q u e quedaban fuera del alcance de los tribunales. Era el
ún ico órgano de la prensa alem ana que no estaba censurado y, a
pesar de ser estrictam en te o rto d o x o desde el p u n to de vista id e o
lógico, tam bién era el ú n ico p e rió d ic o que dem ostraba te n e r un
espíritu crítico o no conform ista. D esde el p rim e r n ú m ero , el
La Allgemeine-SS 81

carácter único de Das Schwarze


Korps quedó dem ostrado po r su
agresividad con respecto al resto de
la prensa de Goebbels. Se oponía a
los dirigentes del NSDAP, atacaba
a ministros de Estado com o Alfred
R osenberg, que había tenido la
poca visión de rechazar el grado
honorífico en las SS que le ofrecía
H im m ler, y denunciaba incom pe
tencias en la Adm inistración. El
periódico estaba a favor de la
empresa y la iniciativa privada por
que propiciaban el progreso, sobre
todo en tiem pos de guerra. A par
tir de 1939 se dedicó cada vez más
a hacer publicidad de las SS y de los
héroes de la policía militar, sobre
todo cuando nombraron a D ’Alquen
comandante del R egim iento de
Corresponsales de Guerra de las SS
y K urt Eggers se hizo cargo del
periódico. A medida que avanzaba
la guerra y aum entó la necesidad de
Los hombres de las SS protegen a
dar la impresión de que todos los
Hitler durante un discurso en Elbing, el
sectores del régim en actuaban de cinco de noviembre de 1933. El hombre
form a unificada, desaparecieron que está en el centro es el único que
lleva insignias en el cuello; los demás
las viejas críticas sobre los exce todavía son miembros a prueba.
sos de los dirigentes del partido.
E n 1944 Das Schwarze Korps y su
equivalente para los m iem bros patrocinadores, el F M -Z eitschrift,
dejaron de ser publicaciones anim adas y controvertidas para d eg e
nerar en panfletos propagandísticos que ex p o n ía n las hazañas de
los soldados de la W affen-SS en el frente de batalla. E n ese sentido,
la SS-Presse siguió el m ism o cam ino que to d a la organización de
las SS.
82 Historia secreta de las SS

Las SS: o b lig a c io n e s y c o n d ic io n e s d e se rv ic io

La prim era y principal obligación de toda la organización de las


SS era proteger a A dolf H itler; al m enos esa era la version oficial. E n
1931, después de que H itler perdiera las elecciones presidenciales
frente a Von H indenburg, H im m ler describió a las SS com o D a
Führers ureigenste, erlesene Garde (los guardias selectos más p e rs o
nales del Führer). N o obstante, si bien es cierto que los prim eros h o m
bres que form aron parte del Stosstmpp y de las SS en la década de 1920
realm ente sólo actuaban com o guardaespaldas de H itler y después
com o Rednerschutz, para proteger a otros destacados oradores nazis, en
las décadas de 1930 y de 1940 la gran mayoría de los m iem bros de la
A llgem eine-SS nunca estuvieron cerca siquiera de ningún m iem bro de
la jerarquía política, y m ucho m enos del propio Führer, cuya p ro tec
ción, a partir de 1933, era responsabilidad exclusiva de! Leibstandarte-
S S «Adolf Hitler». Sin embargo, incluso con posterioridad, se seguía
destacando que la obligación fundam ental de las SS era proteger a
H itle r y el Organisationsbuch del N S D A P declaraba, en 1937, que
«la m isión más noble y fundam ental de las SS está relacionada co n la
seguridad del Führer».
Tras la aparición del Leibstandarte, cuyos m iem bros trabajaban jo r
nadas completas, por turnos, y acom pañaban a 1 litler en sus viajes p o r
todo el R eich , dejó de encom endarse ese aspecto de su trabajo a los
hom bres de las SS que trabajaban con jornadas parciales y que al p rin
cipio se habían reclutado de form a local para proteger a H itler duran
te sus viajes por Alemania. E n consecuencia, se decidió que, a partir de
1933,1a función diaria de esos disciplinados voluntarios de L· Allgemeine-
S S consistiría en reforzar el régim en, brindando apoyo a la policía en
el m antenim iento del orden público, sobre todo porque algunos
m iem bros de la propia policía no eran de fiar políticam ente. Su éxito
inm ediato com o Hilfspolizei durante las detenciones masivas de
comunistas y otros disidentes, cuando los nazis llegaron al poder, p ro
dujo la rápida expansión de la organización de las SS y la form ación
de docenas de nuevos Standarten de la Allgem eine-SS, entrenados y
equipados para com batir cualquier levantam iento interno o contrarre
volución que se produjera en Alemania. Estaba previsto que, en ese
La Allgemeine-SS 83

El SS-Standartenführer Julius Schreck, tras recibir la Medalla de Oro del Partido a


finales de 1933. Tienen un interés particular los primeros modelos de insignias
para el cuello y el Águila Deportiva de la Organización Nacional del Transporte
Aéreo y Terrestre; esta última se lleva por debajo del galón. Schreck era un
conductor excelente y con frecuencia hacía de chofer de Hitler en Alemania, en su
Mercedes descapotable, a más de 160 kilómetros por hora. Fue uno de los funda
dores del Stosstrupp Adolf Hitler y estuvo siempre junto al Führer, hasta que murió
de meningitis en 1936.
84 Historia secreta de las SS

Los hombres de las SS en fila para un desfile en Bückeberg, en 1935, durante los
festejos
anuales del festival de la cosecha.

caso, los Fuss-Standarten y los Stammabteilungen de la Allgem eine-SS


intervinieran com o policía de refuerzo, conjuntam ente con la SS-
Verfügiingstruppe y las SS-Totenkopfvcrbände, fuertem ente armadas,
m ientras que los Nachrichtensturmbanne, los Pioniersturmbanne y las
Kraflfahrstürme de la Allgem eine-SS se harían cargo del funcionam ien
to del correo y la cadena de la radio nacional, los servicios públicos y
el transporte público, respectivamente. En consecuencia, a lo largo de
1934 se hizo especial hincapié en reclutar personal para estas unida
des de apoyo especializadas de las SS. Sin embargo, el descontento
social previsto no se produjo nunca y las rivalidades internas del par
tido quedaron aniquiladas durante la «noche de los cuchillos largos»,
con lo que las obligaciones policiales de la A llgem eine-SS antes de que
estallara la guerra en general se lim itaron a supervisar el control de las
m uchedum bres en los m ítines del N SD A P y en otras celebraciones,
com o las fiestas nacionales y las visitas de Estado de los dignatarios
extranjeros.
La Allgemeine-SS 85

Después de 1939, los miembros de la Allgemeine-SS que no habían


sido convocados para el servicio militar asumieron un papel más activo
de apoyo policial. C o n frecuencia les daban charlas sobre la misión de
la policía y el SD y en muchas ciudades se destacaron Wachkompanie y
Alarmstiinne especiales de las SS para proteger fábricas, puentes, carrete
ras y demás puntos estratégicos y para colaborar con la Luftschutz (la
defensa civil) durante los ataques aéreos. En las fronteras del R eich, los
hom bres de las SS trabajaban com o personal auxiliar de fronteras, o
IlílfsgrenzangestelUe (HIGA), conjuntam ente con el servicio de aduanas.
Otros colaboraban en la cosecha, supervisando a los trabajadores
extranjeros, y se ocupaban del bienestar de los familiares y las personas
que estaban a cargo de los m iem bros de Lis SS que hubieran m uerto.
D urante 1944 y 1945 se entrenó a los cuadros de la Allgemeine-SS dis
tribuidos po r toda Alemania para coordinar la efímera campaña de gue
rrillas que tuvo lugar contra las tropas de ocupación aliadas.
La unidad de la Allgem eine-SS que habitualinente se form aba para
el entrenam iento era el Trupp o, en los distritos más populosos, la
Sturm. Las grandes concentraciones de las SS sólo eran posibles en cir
cunstancias excepcionales. Se celebraban reuniones periódicas de
los Standarten y, de vez en cuando, conferencias de los oficiales de los
Abschnitte, en las que los discursos y la propaganda co n trib u ían a
prom over el espíritu corporativo y a m antener la ideología de las SS,
si bien la gran mayoría de las reuniones p o r lo general se celebraban
dentro del ám bito local, una o dos veces p o r semana, p o r la noche o
durante el fin de sem ana, y b rin d ab an a los asistentes la sensación
de pertenencia y de im portancia que suponía una agradable evasión de
la m onotonía de su vida diaria de trabajo en los campos y en las fábri
cas del R eich . E n verano se hacían marchas de entrenam iento, desfi
les e instrucción en el campo, además de m aniobras. E n invierno, la
actividad habitual de la Allgem eine-SS consistía en la instrucción sobre
cuestiones militares, prácticas de tiro bajo techo, form ación especiali
zada y técnica, conferencias sobre propaganda, cuestiones políticas y
cultura germ ánica, y charlas generales sobre la historia y el trabajo de
las SS y del NSDAP. E n los m ítines y asambleas del partido, las SS
siempre desem peñaban un papel destacado y en las procesiones ocupa
ban un lugar de honor, cerrando el desfile.
86 Historia secreta de las SS

La gran dism inución de la cantidad de personal activo que no se


dedicaba a ella de form a exclusiva, com o consecuencia de la guerra y
de su alistam iento tem poral en la W ehrm acht y la W affen-SS, redujo
considerablem ente las actividades diarias de la Allgem eine-SS. Incluso
entre los m iem bros que seguían viviendo en su casa, ocupando pues
tos de reserva, las largas jornadas de trabajo y el servicio de guerra adi
cional redujeron bastante la asistencia a los desfiles de las compañías. E n
1943 era habitual encontrar suboficiales de las SS al m ando de Stürme
o incluso de Sturmbanne y que los desfiles obligatorios se lim itaran a
una o dos horas p o r semana. En esas circunstancias, no solían asistir
a las reuniones más de una docena de m iem bros, tal vez incluso
m enos, y la adm inistración local de la Allgem eine-SS quedaba en
m anos de hom bres m alheridos y de los que regresaban tem poralm en
te al servicio activo, procedentes de los Stammabteilungen. N o obstan
te, p o r lo que respecta a 1 Iimmler, la original y «verdadera» SS era la
Allgemeine-SS, y siguió dando órdenes destinadas a reforzarla hasta
bien entrado 1945.
A partir del día en que se hizo cargo de las SS, en 1929, H im m ler
se dedicó a la tarea de crear una aristocracia dentro del partido nazi,
una elite que posteriorm ente llamó su Deutsche Männerorden (orden
masculina alemana). Los requisitos que estableció al com ienzo para su
política de selección fueron la disciplina y un gran nivel personal, pero
a partir de 1933 com enzaron a adquirir cada vez más im portancia los
atributos raciales y políticos. Q u ien poseyera las características exigi
das, sin tener en cuenta sus antecedentes, su clase o su educación, tenía
cabida en las SS. Se sum aron a los prim eros hom bres de las SS (los anti
guos m iem bros de los Freikorps que habían luchado contra los revolu
cionarios comunistas y las tropas de ocupación aliadas después de la
prim era guerra mundial) una variedad de desempleados, agricultores,
maestros desencantados, empleados administrativos y ex oficiales que
ingresaron en las SS a finales de la década de 1920 y principios de la
de 1930 sin más finalidad que m ejorar su existencia, p o r entonces tan
difícil. El m om ento crucial, en lo que respecta al reclutam iento para las
SS, fue la primavera de 1933, que í Iim m ler llamó «la época de la gran
afluencia y la pleam ar para todos los oportunistas que deseaban incor
porarse al partido y a sus distintas organizaciones». Después del n o m -
La Allgemeine-SS 87

bram iento de H ider com o canciller, el treinta de enero de ese año, de


pronto todo el m undo quiso incorporarse a las SS y todos corrieron a
las oficinas de reclutam iento. Para m antener los niveles que había esta
blecido, H im m ler en seguida estrechó filas y aplicó un drástico proce
so de elim inación entre los m iem bros ya admitidos. Entre 1933 y 1935
fueron expulsados de la organización sesenta mil oficiales y soldados
por pequeños delitos, hom osexualidad, alcoholismo, mala salud, físico
inadecuado, antecedentes raciales o políticos cuestionables o, sencilla
m ente, por falta de dedicación. El resultado fue una Allgem eine-SS
com puesta por unos 210.000 hom bres, de los que apenas un 0,4 por
100 no tenía em pleo en ese m om ento, es decir que realm ente consti
tuía la elite que pretendía H im m ler. Era inevitable, com o consecuen
cia de esa política, que las unidades com unes de las SS estuvieran m uy
dispersas por toda Alemania. La concentración habría supuesto una
dism inución del nivel. En consecuencia, la organización tuvo escasa
distribución en todos los distritos rurales del R eich, hasta el punto de que
H im m ler podía vanagloriarse, en 1936, de que «m uchos grupos de
las SS han sido reclutados en diversas aldeas, porque ninguna aldea
cuenta con más de un par de jóvenes, que son realm ente los mejores,
en las SS». N o es de extrañar que la mayoría de esos «mejores jóvenes»
com probara que pertenecer a las SS, a pesar de no suponer ninguna
com pensación económ ica, tenía repercusiones reales y beneficiosas en
la carrera civil que hubiesen elegido.
Después de 1933, las Juventudes Hitlerianas (Hitlerjugend o 1ÍJ) fue
ron la principal fuente de reclutas para la Allgemeine-SS, exceptuando,
evidentem ente, a los miembros honoríficos, los especialistas y los que
pertenecían a organismos asociados, com o la policía. Las unidades loca
les señalaban a los posibles reclutas cuando todavía estaban en las HJ, y
sobre todo eran bien recibidos los jóvenes que habían dem ostrado su
valía en el HJ-Streijendienst. Por cada centenar de solicitudes sólo se
admitían alrededor de una decena. Si bien no había requisitos educati
vos, cada uno de los aspirantes tenía que dem ostrar el buen com porta
m iento político de sus padres y sus herm anos, que no estaba fichado por
la policía, presentar un árbol genealógico ario que se rem ontara hasta
mediados del siglo xvm y dem ostrar la ausencia de enfermedades here
ditarias en la familia. Una C om isión Racial, compuesta por expertos en
88 Historia secreta de las SS

eugenesia y médicos de las SS, supervisaba las últimas pruebas médicas,


las más decisivas.Valoraban no sólo la form a de la cabeza y el color de
los ojos, sino tam bién que el aspirante tuviera buena constitución. Por
más que alguien alcanzara la altura exigida, que variaba de vez en cuan
do, pero que solía ser aproxim adam ente de 1,75 metros, tam bién tenía
que m antener una proporción adecuada entre la parte superior y la
inferior de la pierna y entre las piernas y el tronco. Además, la com isión
analizaba si el candidato se com portaba de form a disciplinada, sin ser
servil, y la m anera en que respondía a las preguntas y su com portam ien
to en general. Si el candidato cumplía todos esos requisitos de fiabilidad
política, pureza racial y aspecto físico, a' cum plir los dieciocho años era
reconocido oficialmente com o SS-Bm vrbcr (candidato a las SS) y se le
entregaba un uniform e sin ninguna insignia.
Después de cierto entrenam iento prelim inar, el candidato alcan
zaba la etapa de convertirse en SS-Antw ärtcr (cadete), cuando se cele
braba el Reichsparteitag del NSDA P en N úrem berg, el siguiente sep
tiembre. E n ese m o m en to se enrolaba de form a provisional en las filas
de las SS propiam ente dichas y recibía la insignia para el uniform e y el
Ausweis (carné de m iem bro). El nueve de noviem bre siguiente, ani
versario del putsch de M únich, él y los demás SS-Antw ärter designados
ese año hacían el ju ram en to personal de fidelidad al Führer que esta
blecía la organización y que decía lo siguiente:

Juro lealtad y valor a A dolf Hitler, en su calidad de Führer y can


ciller del R e ic h , y le prom eto a él y a quienes él designe para
tener autoridad sobre m í obediencia hasta la m uerte.

D urante los meses siguientes, el SS-Antw ärter continuaba con su


ocupación civil o con su aprendizaje durante el día, y por la noche o
los fines de semana asistía a las asambleas establecidas de su Trupp o su
Sturm de la Allgemeine-SS. Buena parte de su entrenam iento, a esas
alturas del servicio, tenía que ver con su capacitación para tratar de
obtener la M edalla D eportiva M ilitar de la SA y la M edalla N acional
al M érito D eportivo de Alemania; se espetaba que ganara ambas. E n
condiciones norm ales de preguerra, a continuación se convocaba al
SS-A ntw ärter para que, durante seis meses, prestara el servicio obliga-
La Allgemeine-SS 89

Los SS-Antwärter hacen el juramento de fidelidad delante de la Feldherrnhalle de


Múnich el nueve de noviembre de 1934. A esa ceremonia, que se celebraba con
la máxima solemnidad en el «santuario» del nazismo, asistían Hitler, Himmler y el
resto de la Vieja Guardia.

torio, de jorn ad a com pleta, en el Reichsarbcitsdienst o R A D (Servicio


N acional de Trabajo), que participaba en program as de obras públicas,
y a continuación para prestar el servicio m ilitar en ia W ehrm acht
durante dos años. A lo largo de ese período, prácticam ente cortaba
p o r com pleto sus vínculos activos con la Allgemeine-SS. A partir de
entonces acababan su trabajo y sus obligaciones militares y regresaba
a la vida civil y a las SS, todavía com o Anhm rter, para recibir el últim o
entrenam iento intensivo y el adoctrinam iento, que incluía la form a
ción ideológica sobre las leyes y los conceptos fundam entales de las SS.
el m atrim onio y el código de h o n o r y disciplina de las SS.
El nueve de noviem bre siguiente a su regreso de la W ehrm acht a la
vida civil, el Antwärter que había superado todas las pruebas era recibido
en las SS com o todo un SS-M ann. En una ocasión tan solemne com o esa
hacía un segundo juram ento, com prom etiéndose a m antenerse, tanto él
com o su familia, siempre fieles a los principios de las SS y, en ese m om en
to, se le entregaba su puñal de las SS y se le concedía el derecho a usarlo
para defender su honor y el de la O rden Negra. Después de ser confir-
90 Historia secreta de las SS

ruado en las SS, permanecía activo en la AUgcnieinc-SS hasta que cumplía


los treinta y cinco años; entonces, podía solicitar la baja de la organiza
ción con honores. Sin embargo, m uchos preferían presentar una solici
tud para entrar en el Reserve-Sturmbann de su localidad y, al llegar a la
edad de su retiro, a los cuarenta y cinco años, la mayoría de ellos eran
transferidos, una vez más, al Stammabteihmg regional. U n servicio tan
prolongado se premiaba con la concesión de las Dienstauszeichnungen del
NSDAP, una serie de condecoraciones instituidas el veinte de abril de
1939 en reconocim iento a los diez, quince y veinticinco años de perte
nencia activa a cualquiera de los cuerpos uniformados del partido nazi.
El reclutam iento para la Allgemeine-SS, del que se encargaba la
Hauptamt de las SS, alcanzó su apogeo en 1939 y después se redujo
m uchísim o al estallar la guerra. En enero de 1940 H im m ler ya an u n
ció que, de los alrededor de doscientos cincuenta mil profesionales que
tenía la A llgem eine-SS al com ienzo de las hostilidades, nada m enos
que ciento setenta y cinco m il se habían incorporado desde entonces
a la W ehrm acht y a la W affen-SS . aunque la mayoría entró en el ejér
cito. Esos hom bres siguieron perteneciendo a la Allgem eine-SS duran
te toda la guerra pero, po r las obligaciones del servicio militar, no
podían desem peñar sus obligaciones habituales para las SS. En 1944 la
fuerza activa total de la A llgem eine-SS se había reducido a cuarenta m il
hom bres, sin contar la parte de la organización que correspondía a la
policía. D e todos m odos, si bien se redujo la fuerza puram ente num é
rica de la A llgem eine-SS, aum entó su dom inio ciel frente nacional, des
tacado no sólo p o r la concentración de poder personal en H im m ler
sino tam bién por la cada vez m ayor influencia de la jerarquía de las
SS, reforzada p o r la policía y los servicios de seguridad y p o r los
m iem bros patrocinadores y los honoríficos.
A parte del entrenam iento m ilitar y político general que recibían
los hom bres de la A llgem eine-SS a nivel local, en las asambleas regula
res de Truppe y Stürme había una cantidad de establecim ientos de
entrenam iento selectivos y especializados a los que podían asistir los
m iem bros. U n m o n tó n de escuelas para los candidatos a suboficiales
y a oficiales produjeron y entrenaron líderes para cum plir su m isión
en todo el sistema de las SS. Además de la Escuela S uperior de
Caballería de M u nich y la Helferinnen Reichsschule de O berehnheim ,
La Allgemeine-SS 91

había una S S-A rztliche A kadem ie (Academia de M edicina de las SS)


en Graz, una SS-Vcni>altimgsschnle (Escuela de A dm inistración) en
D achau, un Kraftfahrtechnische Lehranstalt (Instituto de Form ación
T écnica del M otor) enV iena, una SS-M usikschtde (Escuela de Música)
en Brunswick, una Escuela de Zapadores y Artificieros en Gisleben y una
Escuela de Com unicaciones y un Colegio de Formación para la Policía
de Seguridad en Berlín. También había muchas SS-Benifoberschulen
(escuelas técnicas superiores) especiales, creadas con el auspicio de la
SS H auptam t, para enseñar habilidades técnicas a los candidatos a
la A llgem eine-SS y la W affen-SS. Todos los jóvenes alemanes que eran
aprendices o estudiantes de adm inistración, com ercio o agricultura y
que asistían a una escuela técnica o de com ercio podían presentar una
solicitud de ingreso a una SS-Bcrujoberschule com o candidatos a ofi
ciales de las SS. Para ser aceptados, los candidatos tenían que tener
entre catorce y diecisiete años y cum plir los requisitos generales de
reclutam iento establecidos para las SS. La form ación que les daban los
preparaba para el Reifeprüfung (el exam en de bachillerato del Estado)
en econom ía, cuestiones técnicas o agronom ía. A los estudiantes que
aprobaban en derecho, política, historia, silvicultura, minas e ingenie
ría los anim aban a continuar sus estudios en alguna de las escuelas de
adm inistración de las SS o el SD o en una universidad. De hecho, las
SS-Berafoberschulen estaban diseñadas com o un m edio para reclutar y
ofrecer la form ación inicial a los candidatos adecuados para las ramas
administrativas y de seguridad de las SS.
U na de las ramas educativas m enos conocidas pero im portantes
de las SS eran las SS Mannschaftshäuser (casas para hom bres de las SS).
Estas instituciones constituían una Dienststelle (rama) de la Allgemeine-
S S, cuya función consistía en entrenar a los jóvenes oficiales que que
rían dedicarse a profesiones civiles y alejadas de la política. Por consi
guiente, se diferenciaban de las escuelas especializadas de las SS y la
policía y de las Junkerschtden de la W affen-SS por estar diseñadas para
jóvenes de las SS que se proponían hacer carrera en ám bitos de la vida
que no tenían ninguna relación oficial con las SS, com o la adm inistra
ción pública, la m edicina, el derecho, el arte, la ciencia, la ingeniería y
el m undo académ ico en general. Se decía que esta form ación tenía
po r objeto infundir el espíritu de las SS en las profesiones superiores.
92 Historia secreta de las SS

Las SS Mannschaftshäuser tuvieron su origen en 1935, cuando


pequeños grupos de diez o quince estudiantes corrientes, que lo único
que tenían en com ún era pertenecer a las SS, com enzaron a com partir
vivienda en algunas ciudades donde había universidades o institutos. A
m edida que fueron aum entando en núm ero se aplicó un sistema más
cuidadoso para seleccionar a los m iembros; entre las cualidades que se
exigían figuraban tener buen carácter, creer en el nacionalsocialismo y
demostrar talento académ ico o científico. C uando la cifra de residentes
perm anentes alcanzó los trescientos cincuenta, H im m ler nom bró jefe
de las Mannschaftshäuser al Oberführer de las SS K urt Ellersiek, con la
categoría y las facultades disciplinarias del com andante de un Standarte.
Antes de la guerra, la vida en las casas para hom bres incluía, aparte de
los habituales estudios académicos, una serie organizada de aconteci
m ientos sociales en los que los estudiantes podían adquirir la soltura y
la cortesía convencionales necesarias para triunfar en la vida pública. Sin
embargo, para evitar que dieran un valor exagerado al aspecto académ i
co y social de las cosas, se hizo obligatoria para todos los residentes la
participación en deportes en equipo y en atletismo y el servicio regu
lar en una Sturm de la Allgemeine-SS. Todos los inviernos, los m iem bros
de todas las casas de Alemania asistían a u n curso especial de dos sema
nas de duración en la SS-Jmkerschule de B a d T ö k , donde estudiaban y
se ejercitaban ju n to con los cadetes regulares de la SS-Veifügungstruppe.
En verano, durante los períodos de vacaciones, se organizaban largas
marchas en el norte de Alemania o en los Alpes en las que los estudian
tes acampaban al aire libre.
El comienzo de la guerra frenó bruscamente el crecimiento de las
Mannschaftshäuser, ya que la mayoría de sus miembros frieron enviados casi
de inmediato a la W ehrmacht. Apenas unos cuantos hombres que habían
sido dados de baja o que estaban en la reserva prosiguieron sus estudios
en algunas de las casas. En una lista oficial de las Mannschaftshäuser, elabo
rada en mayo de 1944, figuraban las siguientes:

B erlín I C o lo n ia
B erlín II D an zig
B rau n sch w eig E strasburgo
B rn o F rib u rg o
La Allgemeine-SS 93

G raz L eiden
H alle Lublin
H a m b u rg o M u n ic h
L leidelberg M ü n ste r
In n sb ru c k Praga
Jen a T ubinga
K iel V iena
K ö n ig sb e rg

N o obstante, sólo cuatro de ellas (Berlín II, M unich, Praga y


Viena) todavía seguían en activo en esas fechas.
D e la propaganda general y la educación política dentro de las SS
se ocupaba la SS Hauptamt, que editaba o supervisaba la edición de
una serie de publicaciones afines. A parte de los panfletos especiales,
com o el m anual de reclutam iento de las SS, Dich ruft die S S (Las SS te
llam an), y una serie de SS Schulungshefte (folletos educativos), la
S S-H A editaba dos publicaciones periódicas, la SS Informationsdienst,
una revista inform ativa para las SS y la policía, y la SS Leitheft, una
revista ilustrada con historias y artículos para un consum o más gene
ral. El tem a de la familia alemana ideal se utilizaba en abundancia en
todo este tipo de publicaciones e inevitablem ente se solían establecer
com paraciones con los grupos étnicos m enos favorecidos. O tro tem a
m uy docum entado fue el del m o n u m en to neolítico de Externsteine,
el equivalente alem án a Stonehenge, que se atesoró en la m itología de
las SS. La SS-H A tam bién organizaba cursos de educación política
para los oficiales y los hom bres de las SS y, además, se encargaba del
nom bram iento de los Schulungsoffiziere (oficiales instructores) para los
estados mayores de las diversas escuelas de form ación de las SS.
En lo que respecta al avance del soldado co m ú n de las SS, no
tenía lím ites. E n m arcado contraste con el ejército im perial, la p ro
m o ció n en las SS dependía de la dedicación personal, la eficacia y la
fiabilidad política, más que de la clase o la educación. Das Schwarze
Korps siem pre denunciaba el viejo sistema m ilitar reaccionario
com o sím bolo de esa «arrogancia de clase m edia que excluía de la
sociedad al obrero y le daba la sensación de ser un ciudadano de ter
cera clase». P or consiguiente, las escuelas de cadetes de las SS ofre
94 Historia secreta de las SS

cían algo que jam ás b rin d ó la W ehrm acht: una carrera de oficial para
hom bres que no procedían de la ciase m edia ni de la alta y que no
tenían una educación form al. Las SS siem pre estim ularon la autodis
ciplina y el respeto m utuo más que una disciplina im puesta co n b ru
talidad; en general el am biente de trabajo era más relajado que el del
ejército y las relaciones entre los oficiales y ios soldados eran m enos
formales. A los oficiales se les llamaba Führer (líder), en lugar de Offiziere,
que tenía una c o n n o tació n de clase. C u an d o se en co n trab an de ser
vicio, estaba rigurosam ente prohibido utilizar el antiguo prefijo de
grado m ilitar Herr, que sugería superioridad y predom inio, y hasta el
S S -B e u ’crber de m en o r categoría se dirigía al propio H im m ler sim
plem ente com o Reichs führer, en lugar de llam arlo IJerr Reichsführer.
Fuera de servicio, los grados inferiores llam aban a los superiores
Kamerad (camarada) o Parteigenosse (correligionario) si los dos p e rte
necían al NSDAP.
Los SS-Fiihrerkorps (cuerpos de oficiales) de la Allgemeine-SS com
prendían una serie de categorías diferentes, que dependían sobre todo del
tipo de empleo de los oficiales. Los que tenían un grado inferior al de
Sturmbannführer solían ser Nebenamtlich (con dedicación parcial y sin
remuneración), mientras que los grados superiores solían ser Hauptamtlich
(oficiales de carrera y asalariados). Las principales categorías de oficiales de
las SS eran las siguientes:

1. A ktive S S Führer (oficiales activos de las SS)


lodos los que tenían un cargo regular, con dedicación parcial
o com pleta, en la sede local de la Allgemeine-SS, las SS
Hauptämter o algún otro departam ento, incluidos todos los
oficiales con graduación de Gruppenführer o superior, in d e
pendientem ente de su empleo.
2. Zugeteilte Führer bei den Stäben (oficiales vinculados a los esta
dos mayores y los cuarteles generales)
Oficiales que, a causa de su cargo civil, gubernam ental o en el
partido, no podían participar activam ente en las SS. Por lo
general estaban vinculados com o asesores al Persönlicher Stab
R ß S . o a los estados mayores de las SS Hauptämter, o a los
cuarteles generales de las Oberabschnitte.
La Allgemeine-SS 95

3. Führer in der Stammabteihing (oficiales de la reserva suplem en


taria)
Oficiales que 110 estaban incluidos en las dos categorías anterio
res y que estaban obligados, por su edad o sus achaques, a reti
rarse con honores del servicio activo en las SS o de la reserva de
prim era línea de las SS. La mayoría de los oficiales de policía con
dedicación completa a los que se aceptaba com o miembros de
las SS tam bién entraban en las Staiiiinabtcihmgen, ya que los
Standarten activos de las SS no podían absorberlos sin más.
4. Führer z u Verfügung (oficiales «a disposición»)
Oficiales suspendidos por m otivos disciplinarios, a los que el
tribu nal de las SS había puesto «a disposición» po r un m áxim o
de dos años com o un período de prueba, durante el cual,
según su com portam iento, o bien podían volver al servicio
activo o bien eran expulsados de las SS.

Todo oficial de la Allgem eine-SS que se incorporaba a la W affen-SS


durante la guerra conservaba su categoría y su grado en la Allgemeine-
SS, aunque po r lo general en la Waffen-SS le daban un grado inferior
hasta que adquiría la experiencia m ilitar suficiente para justificar su
prom oción. A partir de entonces, si obtenía alguna prom oción dentro
de la Waffen-SS, autom áticam ente era prom ovido tam bién en la
Allgemeine-SS.
Las norm as que se indican a continuación regían la prom oción
dentro de la Allgemeine-SS:

1. La prom oción a SS-Gruppenführer y otros grados superiores la


decidía el propio Hitler, en su carácter técnico de com andan
te en jefe de las SS. p o r recom endación del Reichsführer-SS.
2. La prom oción a oficiales por debajo del grado de CGruppenführer la
decidía el Reichsführer a instancias de la Personalhauptamt de las SS.
Los jefes de las Hauptämter de las SS, que actuaban como represen
tantes de Himmler, podían realizar promociones hasta el grado de
SS-Hauptstiinnführer, este incluido.
3. La prom oción a SS-Hauptscharführer correspondía a los com an
dantes de las Oberabschnitte.
96 Historia secreta de las SS

4. La p ro m o c ió n a SS-Oberschaiführer la realizaban los co m an


dantes de los Abschnitte.
5. Los demás suboficiales eran prom ovidos p o r los com andantes
de los distintos Standarten de las SS.
6. Las propuestas para los nom bram ientos de SS-M ann, Sturmmann
y Rottenführer las hacían los oficiales delegados del correspon
diente Standarte.

El personal técnico, administrativo y médico, se regía po r las m is


mas norm as en lo que respecta a prom oción y nom bram ientos pero,
además, tenía que contar con la aprobación de la S S Wirtschafts - und
Vcnmltuiigshauptamt o del Reichsarzt S S und Polizei, según correspon
diera.
Cabe destacar que durante los prim eros tiempos de las SS no era
extraño que algunos oficiales ingresaran en la organización con una
graduación alta, o que se las saltaran. Por ejemplo, «Sepp» D ietrich se
enroló en las SS com o Standartenführer el dieciocho de noviem bre de
1929, y fue el m iem bro núm ero 1.177, mientras que Julius Schreck, el
m iem bro núm ero 5, pasó de Sturmführer directam ente a Standartenführer,
saltándose todos los grados interm edios, el treinta de enero de 1930.
Otros experim entaron un ascenso m eteórico en sus filas; buen ejem plo
de ello es Karl Wolff, que fue prom ovido de la siguiente forma:

Sturmführer 18 de febrero de 1932


Sturmhauptführer 30 de enero de 1933
Sturmbannführer 9 de noviem bre de 1933
Obersturmbannführer 30 de enero de 1934
Standartenführer 20 de abril de 1934
Oberführer 4 de julio de 1934

Las SS llevaban un sistema exhaustivo de registros personales, con


taqctas que se rellenaban por triplicado para cada miembro. Las tarjetas
eran de color m arrón rojizo y contenían gran cantidad de detalles per
sonales, com o la fecha y el lugar de nacimiento, las dimensiones físicas,
los datos del m atrim onio, nom bre y edad de los hijos, núm ero de m iem
bro de las SS y del NSI JAP, promociones, condecoraciones e historial en
La Allgemeine-SS 97

La Lista de Jerarquía de los oficíales de las SS, elaborada en varios volúmenes


entre 1934 y 1944.

el R A D y en el servicio militar.Toda la inform ación fija se escribía con


tinta y la variable a lápiz. Cada Sturm tenía un archivo donde se guarda
ban las taqetas originales correspondientes a cada oficial y a cada solda
do que tenía asignado. Las tarjetas duplicadas, que llevaban anchas rayas
rojas en diagonal en el reverso, se conservaban en el cuartel general del
Standarte al que pertenecía la Sturm. El tercer juego de taijetas, con rayas
de color verde oscuro en el reverso, se guardaban en la Personalhauptamt de
las SS si se trataba de oficiales, o en la Hauptamt de las SS, si se trataba
de suboficiales o de grados inferiores. Era responsabilidad de todo el per
sonal com probar que se notificara oportunam ente cualquier inform a
ción relacionada con la actualización de sus registros.
Varias veces al año, la Personalhauptamt de las SS elaboraba una
Lista de Jerarquía que abarcaba a todos los oficiales de todas las ramas
de las SS.
A m edida que fue creciendo la organización, lo m ism o ocurrió
con la Lista que, a finales de 1944, com prendía varios volúm enes.
98 Historia secreta de las SS

C onocida com o la Dienstaltersliste der Schutzstaffel dei NSDAP, la


im prim ían los editores oficiales del gobierno en B erlín y tenía una
finalidad puram ente administrativa dentro de las oficinas de las SS.
C o m o era secreta, no estaba perm itido su uso con fines personales ni
su distribución a organismos que no pertenecieran a las SS. Sobre
todo, no se podía p o n er a disposición del público en general. La
Dienstaltersliste presentaba num erosos detalles de cada uno de los ofi
ciales que figuraban en ella. N o sólo aparecían el nom bre com pleto y
la lecha de nacim iento, sino tam bién su grado en las SS, su posición
jerárquica, el núm ero de m iem bro del N SD A P y las SS, su destino en
ese m om ento, las condecoraciones y cualquier cargo gubernam ental,
militar, político o policial que ocupara. Incluso m encionaba si llevaba
m ucho tiem po de baja po r enferm edad. Por ejem plo, con respecto a
H e in ric h H im m ler, la Lista de 1944 registraba lo siguiente:

1. Puesto en el escalafón: 1.
2. H e in ric h H im m ler. M edalla de O ro del Partido y O rd e n de
la Sangre. Reichsminister. Reichsleiter. Reichskommisar. C oncejal.
Parlam entario.
3. T iene la Espada de H o n o r de las SS y el anillo de la cabeza de
la m uerte de las SS.
4. Reichsführer de las SS y jefe de la Policía alemana.
5. N ú m . de m iem bro del NSDAP: 14.303.
6. N ú m . de m iem bro de las SS: 168.
7. Fecha de nacim iento: 7 de octubre de 1900.
8. N om brado para ocupar el cargo actual el 6 de enero de 1929.

Más abajo, en la prim era página de la Lista, constaban los siguien


tes datos con respecto a un m iem bro de la familia real alem ana, josías,
príncipe heredero deW aldeck y Pyrm ont:

1. Puesto en el escalafón: 10
2. josías, príncipe heredero d eW ald eck y P yrm ont. M edalla de
O ro del Partido, C ruz de H ierro de Prim era Clase en 1914,
C ruz de H o n o r 1914-1918, condecoraciones nacionales por
su participación en los com bates de la prim era guerra m u n
La Allgemeine-SS 99

dial, Placa de H erid o en N egro, de 1918, G alón en 1939 a la


C ru z de H ierro de Prim era Clase de 1914 y condecoraciones
p or su participación en los com bates de la segunda guerra
m undial. Parlam entario.
3. T iene la Espada de H o n o r de las SS y el anillo de la cabeza de
la m uerte de las SS.
4. C om andante de la Oberabschnitt de Fulda-W erra y Höhere S S -
und Polizeiführer de esa región. General de la W affen-SS.
G eneral de la Policía.
5. N úm . de m iem bro del NSDAP: 160.025.
6. N ú m . de m iem bro de las SS: 2.139.
7. Fecha de nacim iento: 13 de mayo de 1896.
8. N om brado para ocupar el cargo actual el 30 de enero de 1936.

En abril de 1945 las SS realizaron esfuerzos coordinados para destruir


todos los ejemplares de la Dienstaltersliste; sin embargo, algunos volú
m enes cayeron en p o d er de los aliados y sirvieron com o inapreciable
m aterial de referencia durante el proceso de desnazificación que tuvo
lugar después de la guerra. M uchos alemanes destacados, que e n to n
ces negaban con energía cualquier vinculación suya con el N SD A P y
con sus organizaciones afiliadas, de pronto tuvieron que hacer frente
al hecho de que su nom bre apareciera en la Dienstalterslistey se vie
ron obligados a reconocer su estrecha vinculación con elrégim en
nazi. U n o de ellos fue nada m enos que el príncipe Josías que acaba
mos de m encionar, el único m iem bro de la familia real alem ana que
fue juzgado por crím enes de guerra. C o m o com andante de la
Oberabschnitt en la que estaba situado el cam po de concentración de
B uchenw ald fue considerado responsable directo de las condiciones
que im peraban allí y condenado a cadena perpetua.
A sum ir la responsabilidad por sus actos era algo totalm ente ajeno
a las SS. U n o de los factores más im portantes que hay que tener en
cuenta al considerar las inmensas facultades y las actividades de las
diversas fuerzas policiales y de las SS en su papel de guardianes
suprem os de la ley y el orden durante el Tercer R eich es que ellos m is
mos quedaban más allá y po r encim a de] sistema ju ríd ico ordinario
alemán. Al fundarse la S S - und Polizeigerichtsbarkeit (Jurisdicción
100 Historia secreta de las SS

Especial de las SS y la Policía) durante 1939-1940, los hom bres de las


SS sólo tenían que rendir cuentas ante los oficiales de disciplina y los
tribunales de las SS por todos los delitos com etidos tanto dentro com o
fuera de Alemania. Por la naturaleza misma de su trabajo, los m iem
bros de las SS con frecuencia tenían que infringir el derecho consue
tudinario para cum plir sus obligaciones, de m odo que, para alcanzar
sus objetivos, la jerarquía de las SS solicitó y finalm ente obtuvo la inde
pendencia jurídica necesaria para garantizar que los hom bres de las SS
no tuvieran que responder ante los tribunales civiles por las ilegalidades
com etidas en el cum plim iento de su deber. N o está de más insistir en
la im portancia de esa postura, que garantizaba a toda la organización
de las SS la inm unidad contra cualquier acusación y le concedía, por
ende, el derecho, según su propio código, a arrestar, encarcelar, m al
tratar y, en últim a instancia, exterm inar a sus adversarios políticos y
raciales. Tal fue la base del argum ento, tan repetido después de la gue
rra, de que los hom bres de las SS «se habían lim itado a cum plir órde
nes». N o sólo cum plían órdenes, sino que además les habían dado el
derecho a matar, refrendado p o r los m áxim os tribunales del R_eich. Lo
que era ilegal y punible era negarse a cum plir esas órdenes.
Los decretos y las norm as originales que establecía la Jurisdicción
Especial de las SS y la Policía se siguieron am pliando y com plem en
tando en los años posteriores a 1940. El uno de septiem bre de 1943
entró en vigor la versión definitiva del C ódigo Disciplinario y Penal
de las SS (Disziplinarstraf- und Beschwerdeordnung der SS, o D B O ), apli
cable a todos los m iem bros de las SS sin excepción.Todos los oficiales,
los suboficiales y los soldados de las SS, tanto m asculinos com o fem e
ninos, ya fueran de la Allgemeine-SS, la W affen-SS, trabajaran a jo rn a
da com pleta o parcial, fueran reclutas, auxiliares, inactivos u honorífi
cos, sólo podían ser juzgados y sancionados por los tribunales de las SS
por cualquier delito disciplinario y penal que com etieran. E n el caso
de delitos militares, se les juzgaba de acuerdo con el procedim iento
militar. Si se trataba de un delito penal, las autoridades judiciales de las
SS juzgaban al acusado según el habitual procedim iento penal alemán.
La jurisdicción del D B O se extendía p o r toda A lem ania y los te rrito
rios ocupados, y los castigos que se podían im p o n er iban desde sim
ples m edidas disciplinarias y la expulsión de las SS hasta los trabajos
La Allgemeine-SS 101

forzados y la m uerte en la horca, p o r fusilam iento o decapitación.


H im m ler tenía los mism os poderes para perdonar y conm utar senten
cias que el ju e z suprem o del R e ic h y los com andantes de las tres
ramas de la W ehrm acht, y sólo se podía apelar, de todos m odos en cir
cunstancias m uy especiales, al propio Führer.
N o se perm itió más que una sola excepción general a esta política
de someter a todos los miembros de las SS a las estrictas penas de la juris
dicción independiente de las SS. Por acuerdo con el Reichsführer de las SS,
una norm a de la W ehrm acht publicada en junio de 1940 establecía que
los miembros individuales de las SS y la Policía quedaban sometidos a la
legislación militar norm al si prestaban servicio en las fuerzas armadas. Tal
excepción se aplicaba exclusivamente a los hombres de la Allgemeine-SS
y de la policía que se habían reclutado para prestar servicio regular en la
W ehrm acht, y no afectaba a las unidades y las formaciones independien
tes de la Waffen-SS, el SD y la Policía que servían ju n to con las fuerzas
armadas. Sin embargo, al aprobarse el DBO, dejó de estar en vigor la
norm a de la W ehrm acht y a partir de 1943 las SS incluyeron dentro de
su jurisdicción incluso a aquellos miembros que prestaban servicio en las
fuerzas armadas con carácter temporal.
Si bien en la práctica la mayoría de las cuestiones disciplinarias las
resolvían los altos funcionarios de las SS con com petencia en m ateria
de disciplina, m ediante la acción directa o a través de u n consejo de
guerra, y la mayoría de las cuestiones penales las resolvían los trib u
nales de las SS designados a tal efecto, el propio H im m ler tenía plenos
poderes disciplinarios, en su carácter de Reichsführer de las SS. Tenía
com petencia para im poner todos los castigos disciplinarios c o n tem
plados en el D B O , aunque H itler solía p o n e r un interés personal en
los pocos casos en los que se castigaba a oficiales de Gruppenführer para
arriba. En particular, el Reichsführer se reservaba para sí el derecho a:

1. Expulsar o degradar a cualquier oficial de las SS;


2. Expulsar de las SS a cualquier m iem bro que tuviera un núm ero
por debajo del 10.000 (es decir, que perteneciera a la vieja
guardia);
3. O rdenar u n castigo disciplinario, además de la sentencia penal
im puesta p o r los tribunales de las SS.
102 Historia secreta de las SS

C o n el fin de ejercer esos poderes y tam bién con la finalidad de


plantearse las apelaciones contra las sentencias disciplinarias impuestas
po r los jefes de las SS Hauptämter, H im m ler podía ordenar que se esta
bleciera un tribunal especial, o Disziplinarhof, para que viera una causa
y le presentara el inform e correspondiente. C uando se encontraba
ausente podía delegar su autoridad disciplinaria en el jefe del
H auptam t S S Gericht. Además, siem pre se sumaba al Persönlicher Stab
lïfS S un funcionario judicial especial para colaborar con H im m ler en
la resolución de las cuestiones legales que le tocaba dirim ir.
H abía dos tipos de tribunales ordinarios de las SS:

1. Los Feldgerichte (consejos de guerra), convocados norm alm ente


p o r las divisiones y las form aciones superiores de la Waffen-SS;
2. Los SS und Polizei Gerichte (tribunales de las SS y la Policía),
establecidos en Alem ania y en los territorios ocupados.

E n 1943 había más de cuarenta SS und Polizei Gerichte. Fuera del


R e ic h existían en las capitales y en las ciudades más grandes de los
países conquistados. D e n tro de A lem ania había u n o en cada
Oberabschnitt, generalm ente, aunque no siempre, en la sede del cuartel
general de la Oberabschnitt. Se num eraban con núm eros rom anos que,
a diferencia de las Oberabschnitte, no seguían la num eración del
Wehrkreis sino que correspondían al orden cronológico en el que se
habían establecido. Cada tribunal de las SS y la Policía tenía co m p e
tencia para juzgar todos los casos que se producían dentro de su ju ris
dicción. Además, había otros dos tribunales especiales dignos de des
tacar, ambos en M únich. El prim ero de ellos era el Oberstes S S und
Polizei Gericht (el Tribunal Suprem o de las SS y la Policía), presidido
po r el SS-Oberführer doctor G ü n th er R einecke, que juzgaba casos de
particular gravedad, p o r ejem plo de traición, crím enes contra el
Estado y espionaje. Además, era el único tribunal com petente para
juzgar a los generales de las SS y la Policía con grado de Brigadeführer
o superior. El segundo de los tribunales especiales era el SS und Polizei
Gericht z .b .V (Tribunal E xtraordinario de las SS y la Policía). Estaba
vinculado directam ente con el H auptam t S S Gericht y era un tribunal
secreto que se encargaba de los casos delicados y difíciles que se que-
La Allgemeine-SS
103

Un Himmler jovial habla por radio a la nación el día del policía alemán, el
veintiocho
de enero de 1939. En esa época ya había acumulado unos poderes legales
enormes como jefe de la Policía y su código disciplinario garantizaba la obediencia
total de las SS. Durante la guerra se jactaría de que «gracias a Dios, no hemos
tenido ni un solo caso de traición en nuestras filas».

rían m antener al m argen del conocim iento del público, incluso de la


propia organización de las SS.
D urante la guerra se habilitó a los diversos SS und Polizei Gerichte
para juzgar al personal que no pertenecía a las SS y a los civiles, lo que
constituyó un gran aum ento de sus atribuciones y un arm a p articu
larm ente eficaz dentro del sistema general de seguridad de las SS. Al
principio, a los civiles sólo los podían juzgar y condenar los trib u n a
les de las SS con respecto a los delitos com etidos en edificios de las
SS y la Policía o en instalaciones similares, o a los delitos com etidos
conjuntam ente con otras personas que a su vez estuvieran dentro de
la jurisdicción de las SS. Sin embargo, a m edida que fue avanzando la
guerra, se amplió esa com petencia para juzgar los casos que afectaban
los intereses generales de las SS, y al final los SS und Polizei Gerichte lle
garon a utilizarse para todos los casos serios de seguridad, incluidos
los juicios relacionados con el sabotaje, la propaganda ilegal y el com er-
104 Historia secreta de las SS

cío con una potencia enem iga. La gran mayoría de las personas que
fueron juzgadas de esa m anera fueron sentenciadas a cum plir penas en
cam pos de concentración o a ser fusiladas.
E n com ún con las demás form aciones y organizaciones afiliadas
del NSDAP, las SS tenían su propio código de honor, cuyo cum pli
m iento aseguraban unos Tribunales de H o n o r especiales, o Schiedshofe.
D icho código tenía dos objetivos fundam entales: en p rim er lugar,
proteger la reputación general de las SS contra el escándalo de la
disensión y las peleas internas y, en segundo lugar, proporcionar a cada
uno de sus m iem bros un m étodo form al para defender su h o n o r con
las armas. Para resolver casos encuadrados dentro de la prim era cate
goría, los Tribunales de H o n o r sólo tenían poderes lim itados y su fun
ción prim ordial era conciliar las diferencias m ediante el arbitraje. E n
lo que respecta a casos de la segunda categoría, su finalidad era tratar
de que se resolvieran las «cuestiones de honor» de m anera adecuada.
E n principio, todos los hom bres de las SS tenían derecho a exigir
satisfacción con pistola o espada p o r cualquier afrenta a su h o n o r y su
integridad. Sin em bargo, los Schiedshofe po r lo general intervenían
para evitar que la situación acabara en un duelo, sobre todo desde que
H itler se había opuesto decididam ente a esa práctica. Los Tribunales
de H o n o r Mayores y M enores (Kleine und Grosse Schiedshofe) podían
ser convocados p o r el Reichsführer y p o r los com andantes de las
Oberabschnitte, los Abschnitte y las SS Hauptämter. Los tribunales m en o
res llevaban a cabo el anáfisis prelim inar de la controversia y los m ayo
res eran los que tom aban las decisiones.
H abía una clase especial de jueces, los SS Richter, para adm inistrar
la legislación de las SS. Los funcionarios que trabajaban con jo rn ad a
com pleta recibían su nom bram iento directam ente del Führer, y su
co n d ic ió n y su in d ep e n d e n c ia q u edaban garantizadas p o r el
Reichsführer de las SS. Su principal obligación consistía en preparar los
casos y llevar los procedim ientos ante los tribunales. Esos SS Richter
contaban con la colaboración de jueces auxiliares, o SS Hilfsrichter,
que a veces incluso los representaban. Los oficiales y los suboficiales
de protocolo de las SS (SS Beurkundungsführer und Unterführer) se encar
gaban de preparar los docum entos, m ientras que los oficiales de inves
tigación (Untersuchungsführer) interrogaban a los testigos. Todos esos
La Allgemeine-SS 105

oficiales estaban subordinados al H auptam t S S Gericht. Su form ación


inicial y los exám enes posteriores se llevaban a cabo en la H auptam t y
todos los nom bram ientos y las prom ociones em anaban de allí.
E n cuanto se creó oficialm ente la Jurisdicción Especial de las SS
y la Policía, se tom aron medidas para dar facilidades a la organización
de las SS para hacer cum plir las sentencias dictadas p o r sus tribunales.
A tal fin se crearon los campos de castigo para las SS y la policía
(Straflager der S S und Polizei) en D achau, cerca del cam po de concen
tración, y en Karlsfeld. T am bién se establecieron campos de prisione
ros (Strafvollzugslager) en Danzig y en Ludwigsfelde. P or lo general, los
períodos de detención breves se cum plían en el en to rn o relativam en
te confortable de las dependencias de la prisión en los cuarteles de las
SS en M unich. Los períodos de detención más largos se cum plían en
alguno de los Strafvollzugslager. Pero el cum plim iento de esas senten
cias se podía prolongar en cualquier m om ento; entonces se rem itía al
prisionero a un Straflager, lo que representaba un aum ento de la seve
ridad de la sentencia, porque las condiciones en los campos de casti
go eran m ucho peores que las de las prisiones y el período que se
pasaba en el Straflager no contaba para reducir el tiem po de prisión
que faltaba.
A los hom bres que habían sido expulsados de las SS durante la
guerra y, al m ism o tiem po, habían sido condenados a pasar u n tiem
po en prisión, les quedaba otra posibilidad. Podían elegir ser entrega
dos a una de las dos form aciones especiales siguientes, pertenecientes
a la Waffen-SS, en un intento de redim irse m ientras cum plían parte de
la condena:

1. El D estacam ento de R ehabilitación (Bewährungs Abteilung) de


C hium , en B ohem ia. Después de pasar allí un período de for
m ación prelim inar, se enviaba a los hom bres a unidades que se
utilizaban com o fuerzas de com bate en la línea del frente.
2. El D estacam ento de Trabajo (Arbeits Abteilung), co n sede en
D ebica, en Polonia. Por lo general, los m iem bros de esa uni
dad no portaban armas, pero desem peñaban tareas pesadas o
peligrosas en el frente, com o la reparación de puentes y la lim
pieza de los campos de minas.

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