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Caso Hawa

Hawa es una niña 7 años que cursa tercero de primaria, le gusta su escuela, siente que “tiene
mucho por aprender”, es integrante de una familia extensa conformada por Malia su mamá, de
36 años (Malia no ha terminado su educación secundaria, porque tuvo que laborar desde los 15
años para sostener a su familia de origen, no cuenta con un empleo formal que le permita recibir
ingresos fijos); Kai, su papá, quien actualmente tiene 40 años (Kai se encuentra vinculado desde
hace 5 años a una empresa de construcción sin un contrato formal, es el principal proveedor
económico de la familia, recibe menos de un salario mínimo legal vigente para cubrir los gastos
de todo el núcleo, incluyendo a su mamá, la señora Nalani); también se encuentra Kaimi, su
hermano mayor que tiene 13 años, él se está transitando entre la niñez y la adolescencia, aunque
está vinculado al sistema escolar cursando sexto de bachillerato, es intermitente en la asistencia
a la escuela y manifiesta no tener interés en continuar, pues “pasa mejores momentos con los
amigos” y considera que “la escuela y el hogar no son lugares en los que se sienta a gusto”.
Finalmente, está Nalani de 75 años, quien es la mamá de Kai y abuela de Hawa, ella depende
en su totalidad del apoyo de su hijo, pues, aunque tiene dos hijos más, no mantiene comunicación
con ellos, debido a conflictos familiares pasados no resueltos.

Una vez el profesional de la oficina de direccionamiento al ciudadano registró el caso de Hawa


en el ICBF, este pasó bajo la tutela de la defensoría, quienes realizaron la evaluación inicial con
la verificación del estado actual de los derechos que estaban siendo vulnerados y las
derivaciones pertinentes para la satisfacción de necesidades inmediatas, como la afiliación al
sistema de salud de la familia.

Posteriormente, el equipo interdisciplinar (trabajador social, psicólogo, nutricionista, abogado,


etc.) realizaron las valoraciones desde sus especialidades y después de un análisis de caso en
el que se triangulo información, los hallazgos concluyentes fueron los siguientes:

Se realizó visita domiciliaria y entrevista a la familia, quienes a través de la línea del tiempo
recapitularon la historia de conflicto que había en la familia, empezando por la mamá del señor
Kai quien es viuda desde hace 3 años, quedando sola y desamparada, ya que su esposo era
vendedor ambulante y el único sustento de la pareja; la señora se había dedicado toda su vida a
la crianza de sus hijos/as porque su compañero era “machista” y no le gustaba que ella saliera
de casa por “celos” o temor que su esposa estableciera una relación con otra persona. No
obstante, esta relación dominante se materializaba mediante violencia de género con la señora
Nalani y con sus hijos a quienes castigaba constantemente si no obedecían su mandato.
Especialmente, violentaba a su hija menor a quien este maltrato le ha dejado secuelas
psicológicas que aún no ha superado, culpando a la señora Nalani de “no haberse interpuesto y
defender a sus hijos de las agresiones de su padre”. La relación con su hijo mayor es nula, puesto
que la parte dominante fue siempre con las mujeres del hogar, mostrando preferencias con los
hombres, en especial con el hijo mayor, el cual decidió cortar toda comunicación con su mamá y
culparla por la muerte del padre, argumentando que ella no había hecho nada por evitar que él
sufriera en sus últimos días. Con el único con quien mantiene relación y es distante, es con el
señor Kai, quien aceptó que la señora Nalani conviviera con su núcleo familiar, haciéndose cargo
de su manutención.

Por su parte, la señora Malia viene de una familia nuclear y aunque tuvo que trabajar desde muy
joven para ayudar a sus padres, siempre le gustó el estudio, por lo que añora poder capacitarse
y “salir adelante”. Mantiene relaciones estrechas con sus padres y canales de comunicación
asertivos; sin embargo, se siente triste porque no puede verlos tan seguido como quisiera.

Los padres de Malia tienen una relación cercana con sus nietos Hawa y Kami. La señora Malia
manifiesta que no se encuentra satisfecha con su aspecto físico, lo que le ha generado baja
autoestima y sin tener la intención, ha transferido esta percepción en su hija Hawa, quien es la
más parecida físicamente a ella, provocando que Hawa tenga también dificultades en este
aspecto. Por otro lado, Kai, quien fue criado con violencia y “mano dura”, además de patrones
misóginos ha generado relaciones de poder y sumisión con la señora Malia y Hawa,
reproduciendo los patrones de abuso y violencia de los cuales fue víctima en su familia de origen.
La relación con Hawa es conflictiva, utiliza términos descalificadores para referirse a ella o
corregirla y señala “tener poca paciencia” para acompañarla en su crianza. Con Kaimi por el
contrario la relación es estrecha, considera que es “su hijo preferido”; no obstante, esta relación
ha generado alianzas que inciden negativamente en la dinámica familiar, especialmente en la
relación con Hawa y la señora Malia.

Kaimi, al sentir preferencia de su papá hacia él, con dificultad reconoce patrones de autoridad
con sus padres y cuando la señora Malia quiere reprenderlo, el señor Kai ejerce presión siendo
permisivo con él. Esta situación también ha generado relaciones conflictivas en el subsistema
fraternal, ya que Kaimi ejerce violencia física y emocional hacia Hawa y mantiene relaciones de
dominación hacía ella. Debido a la diada padre-hijo, Kaimi también es violento con la mamá y la
abuela.

En el subsistema conyugal existe violencia basada en el género, la cual aumenta cada vez más
debido a las dificultades económicas que enfrenta la familia y la informalidad en el trabajo del
señor Kai.

Se identificó que existen relaciones conflictivas entre las señoras Nalani y Malia respecto al tipo
de crianza de Hawa, debido a que la señora Nalani ejerce presión con el señor Kai, quien
desautoriza a Malia en la crianza de su hija, dándole prioridad a la abuela asignándole el rol de
cuidadora. Esta situación genera confusión en Hawa, para quien no es claro quiénes ejercen
patrones de autoridad en ella.

Por otro lado, se realizó entrevista a la maestra de Hawa para verificar su desempeño académico
y cómo la situación familiar la ha afectado. Ella manifestó que la niña es excelente
académicamente; sin embargo, es tímida y retraída, en ocasiones ha sido agresiva con algunos
compañeros y utiliza palabras soeces para referirse hacia ellos. Por su parte, Kaimi no ha asistido
a clases últimamente y lo ha visto con personas de “dudosa reputación” consumiendo sustancias
psicoactivas en el parque durante las horas de clase.

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