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Salomé Ureña

Narrador: Los cielos se inclinaron en la mañana feliz el 21 de Octubre del


año 1850. El dios de la poesía en el carro del sol besó la frente de la divina
predestinada que había de llegar al mundo. Y cantaron los mares y cantaron
los montes y se iluminó con resplandores de místicas alegrías el cielo de la
patria nació Salomé Ureña.

Padre: Salomé, Salomé.

Salomé: ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción y el mayor
bien es pequeño que toda la vida es un sueño y los sueños, sueños son.

- La vida es sueño muy bien, pero hay que despertar y mantener los
ojos bien abiertos.
- ¡Papá me has hecho mucha falta!
- Tu a mí también mi hija. Debo ayudar en lo que pueda a mi país por
eso debes perdonar mis ausencias.
- ¿Por qué el país necesita ayuda?
- Después de la guerra de independencia hemos perdido el rumbo,
gobiernos van gobiernos vienen, pero traigo buenas noticias, la
revolución tabaquera culminó con una constitución que desea la
igualdad entre los hombres y las mujeres.
- ¡Papá te puedo ayudar a arreglar el país!
- Si, Salomé claro que puedes por ahora sigue leyendo y estudiando
para que te prepares. Ya debo irme, que Dios te bendiga hija.

Salomé: mamá oye lo que dice este periódico, en el reportaje donde


promueven la absurda idea de la anexión el reportero norteamericano
admite que para el gobierno de Báez la educación de la mujer se
considera un asunto de importancia mínima.

Madre: ¡Dios mío! Ya salimos de la guerra restauradora y todavía no


estamos en paz, esto es demasiado Salomé, desgarra patria mía el manto
que vilmente sobre tus hombros puso la bárbara crueldad , levanta ya
del polvo la ensangrentada frente y entona el himno santo de unión y
libertad. Esto le traerá problemas a tu padre.

- Precisamente porque Santana desterró a mi padre es que no podemos


quedarnos callados, recuerdos aun proscritos es un homenaje a
Alejandro Román, pero también es en homenaje a los cientos de
dominicanos desterrados por la intolerancia de Báez.
- Shuu, baja la voz.
- Perdóname madre, pídeme obediencia en todo lo que consideres pero
jamás me pidas que baje la voz ante la injusticia.
- Eran tan dulces tus poemas.
- Solo tenía 15 años cuando empecé a escribir, no te preocupes están
firmados por me seudónimo.
- Todo el mundo sabe que Herminia es Salomé Ureña no te han hecho
daño por el respeto que le tiene a tu padre, ¡ay, Dios te guarde
Salomé!, ¿No amas a tu madre más que a tu patria?
- Escúchame y perdona que ya mi labio enmudeciendo caya y el alma
se abandona con nuevo ardor a su febril batalla y débil mi suspiro se
pierde de las auras en el giro ¿Cómo pintarte mi amor profundo?
Empeño inútil sueño infecundo que en desaliento murió después, que
entonces madre buscando emprenda con las miradas al porvenir, voy
en mí vida, voy en mí senda de mis amores intima ofrenda que a tu
cariño pueda rendir.
Eugenio María de Hostos: lucha, insiste tus títulos reclama que el
fuego de tu de tu zona preste a tu genio su potente llama y entre el
aplauso que te dé la fama, vuelve a ceñirte la triunfal corona.
- ¿Quién?, ¿quién es usted?
- Eugenio María de Hostos, tranquila, tranquila Salomé solo estoy en
tu pensamiento.
- Maestro escogí un camino difícil.
- Pero es el camino correcto, vamos Salomé anímate, sigue adelante.

Niño vendedor de periódicos: la sociedad amigos del país, el ilustre


ayuntamiento, la sociedad republicana y el progreso democrático
publicaran las obras completas de la señorita, Salomé Ureña, con la
colaboración de los contribuyentes.

Salomé: José Reyes dona 1 con 50 Don Manuel de Jesús Galván 8


pesos Presbítero Francisco Billini 10 pesos, la lista es larga, recaudaron
159 pesos con 90 centavos, las obras tendrán prólogos del sacerdote
Fernando Arturo de Meriño, me siento tan agradecida de los
dominicanos y de Dios, pero no si merezco tanto honor.
Eugenio María de Hostos: has sido profeta en tu tierra, los jóvenes
reclaman tus versos de memoria y hasta los escriben en las paredes, te
conocen en Hispanoamérica, ¿no viste como el pueblo se unió y recaudó
el dinero para entregarte una medalla de oro?

- Fue un acto hermoso, José Reyes toco en la orquesta.


- ¿Te imaginas? El autor del himno nacional, tocando para ti, y cesar
Nicolás Penson elogiando tu trabajo.
- Lo que más me emocionó fue la niña Lola recitando mis versos.
- ¿Ves lo que puedes lograr con la palabra? Te invitan para que
enciendas la llama de la emoción, el patriotismo, la esperanza, te
invitan para recaudar fondos para las víctimas de un incendio, de un
huracán, la graduación de un colegio, para celebrar las fechas patrias,
debes esparcir tus conocimientos como semillas para que beneficien
a todos los jóvenes dominicanos. Salomé, enséñales todo lo que
sabes, serias una gran maestra.
- Estimada Salomé ¿Qué has pensado?
- Hable con Francisco, el esta no solo de acuerdo con la idea sino muy
entusiasmado, creo que estoy lista para abrir el primer instituto de
señoritas.
- Por fin, Santo Domingo empezará a reaccionar contra la mala
educación tradicional de la mujer en nuestra América Latina, tienes
el gran compromiso de formar un grupo de mujeres más inteligentes,
mejor instruidas y más dueñas de sí mismas a la par que mejor
conocedoras del destino de la mujer en la sociedad.
- Lo asumo con toda mi razón y todo mi corazón.
- ¿Qué te inquieta?
- El derecho de los niños al buscar la verdad por sí mismos.
- Los primero es eliminar la memorización mecánica.
- Recitar los poemas pero no las clases.
- Debemos proveerle a los niños actividades para crear su interés en el
conocimiento.
- Le pedí a Francisco que me traiga ábacos, planetarios, mapa mundis,
empezaremos a darle valor al estudio científico.
- La educación es un proceso de liberación humana y la única forma
de liberarnos del colonialismo y transformar a la sociedad.
- Quiero inculcar en las maestras la importancia de educar en valores
morales.
- Que aprendan a defender sus derechos y especialmente las niñas.
- Ser cultas es la única forma de ser libres.
- Cuenta conmigo, Salomé.
- Gracias maestro Hostos.
- Aun no me agradezcas, ¿Cuando empezamos?
- Mañana mismo, en mi casa.

Salomé: águila audaz que rápida tendiste tus alas al vacío y por sobre las
nubes te meciste porque te miró desolada y triste, do esta de tu grandeza el
poderío, pero vano temor ya decidida hacia el futuro avanzas ya del sueño
despiertas a la vida y a la gloria te vas engrandecida en alas de risueñas
esperanzas que mientras sueño para ti una palma y al porvenir caminas no
más se oprimirá de angustia el alma cuando contemplen la callada calma la
majestad solemne de tus ruinas.

- Pedro, tengo que terminar mi ofrenda a la patria así que debes hacer
tu tarea.

Pedro: mamá ¿Qué es patria?

- ¿Qué es patria? De tu inocencia el purísimo candor, para hablarte de


la patria no halla labio una expresión, mamá ¿puedes ayudarme con
las matemáticas de Pedro?, la patria es nuestro país, nuestro hogar,
patria soy yo, tu, todos los que amamos la libertad y el progreso
somos la patria.
- ¿Y la abuela también es patria?
- Claro, y tus hermanos, tu papá.

Madre: Pedro díctame un número.

- 300, trecientos no se escribe con tres ceros, 10.


- No, ¿Cómo?
- 10,000, abuela.
- Escribe 20, 000, no sé lo que hay en este niño no tiene algo de
extraordinario, todos sus juegos son estudios.
- Salomé: acuérdate que a los 4 años ya conocía los pabellones de
todas las naciones.
- ¿Cómo ha podido conocerlos? Porque ese es un juego inventado por
él.
- Así es mi pedro, generoso y bueno, todo lo grande le merece culto,
entre el ruido del mundo ira sereno, que lleva de virtud germen culto.
- Eugenio: llego el gran día, hoy se gradúan las primeras maestras
normales del país en el instituto de señoritas, Salomé está feliz, la
patria también.
-

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