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PROMUEVE DEMANDA DE DAÑOS Y PERJUICIOS POR

INCUMPLIMIENTO CONTRACTUAL. SOLICITA APLICACIÓN DE


MULTA CIVIL (ART. 52 BIS, LEY 24.240).-

SEÑOR JUEZ:

……………, D.N.I. 24.037.024, por derecho propio con domicilio


real en calle Cerrito N 676 de Tres Arroyos y con el patrocinio letrado
de la Dra. …………, Abogada, inscripta al Tº ………. Leg. 3-38291307-
1, CUIT e Ing. Brutos 27-38291307-3, monotributista, constituyendo
domicilio legal en Avda. ……………. y domicilio electrónico en
27382913073@notificaciones.scba.gov.ar, a V.S. me presento y
respetuosamente digo:
I. OBJETO
Que vengo en legal tiempo y forma a incoar demanda por Daños y
perjuicios por incumplimiento contractual; y a solicitar la indemnización
por daños y perjuicios; así como también, solicito a V.S. se otorgue la
multa civil contemplada en la Ley de Defensa de Consumidor (art. 52
bis de la ley 24.240 modif. Por ley 26.361), con más los intereses
correspondientes y costas, contra la empresa: TELEFONICA
MOVILES DE ARGENTINA S.A, CUIT 30-67881435-7, con domicilio
en calle Suipacha Nº 150 piso 5 de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.-
Fundo mi pretensión en el bloqueo que efectuó la demandada en mi
celular marca Samsung, modelo J5 por haber realizado la portabilidad
a la empresa Claro y en el incumplimiento de contrato por parte de la
demandada, generando daños y perjuicios, todo ello en virtud de las

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cuestiones de hecho y de derecho que a continuación expondré.
II. COMPETENCIA Y CUMPLIMIENTO DEL REQUISITO DE
MEDIACIÓN OBLIGATORIA
La competencia se determina en el caso por el lugar de cumplimiento
del contrato, el que coincide con el domicilio de la demanda.
Se aplica el artículo 5, inciso 3° del CPNN y del CPCCBA que
establece que cuando se ejerciten acciones personales, el del lugar en
que deba cumplirse la obligación, y, en su defecto, a elección del actor,
el del domicilio del demandado o el del lugar del contrato, siempre que
el demandado se encuentre en él, aunque sea accidentalmente en el
momento de la notificación. El que no tuviere domicilio fijado podrá ser
demandado en el lugar en que se encuentre o en el de su última
residencia.
La competencia para el ejercicio de las acciones personales se
establece en primer término, por el lugar expresa o tácitamente
convenido para el cumplimiento de la obligación y falta de toda
determinación de éste —y a elección del actor— por el domicilio del
demandado o el del lugar del contrato con tal que el demandado
siquiera accidentalmente se encuentre en el mismo (art. 5° inc. 3°,
CPCCN).
Se acompaña, conforme lo acredito, original de acta de audiencia de
mediación obligatoria de fecha 03/03/2021. La misma, sin resultado
favorable a causa de la incomparencia del requerido. Cumpliendo de
este modo con lo normado por la ley 13.951, en consecuencia,
quedando habilitada la vía judicial.

III. HECHOS

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En fecha 21 de Junio de 2017 compré un celular marca “Samsung”
modelo “J5 SM-G570M” a la empresa “Movistar”. Tiempo después gestiono
la portabilidad con la empresa “Claro” y contrato uno de sus planes por una
cuestión económica. Luego de realizar el trámite correspondiente de
portabilidad, me llega el chip claro y lo inserto en el celular. Me encuentro
con la dificultad de que no funcionaba el chip ni la línea porque el teléfono
estaba bloqueado. Es por ello que llamo a la empresa “Movistar” para
solicitarles el número de liberación del equipo celular (PIN). Me brindan una
numeración de desbloqueo pero jamás logre desbloquear el equipo. Luego
de haberme comunicado telefónicamente en más de cuarenta
oportunidades con la atención al cliente de la empresa, me dicen que como
resido en la ciudad de Tres Arroyos y en ella no hay una “agencia
comercial”, debo dirigirme a una cercana (Mar del Plata o Bahía Blanca).
Así las cosas, por intermedio de un familiar residente en la ciudad de
Mar del Plata, realizo el trámite en una agencia comercial de la ciudad, tal
como me lo había solicitado la empresa, entregándole fotocopia de DNI, nro
de IMEI y nro de liberación de equipo.- Desde dicha agencia intentaron
pero tampoco me pudieron desbloquear el celular.
Por lo tanto vuelvo a llamar al servicio de atención al cliente y me
dicen que intente nuevamente con el mismo número de desbloqueo. Todo
lo expuesto da cuenta de que jamás me resolvieron el problema, ya que el
celular nunca se desbloqueó a pesar de los intentos y llamados telefónicos
realizados por esta parte. Es decir, que el teléfono se encontraba
funcionando perfectamente pero quedó inutilizado para su uso, por las
razones aquí expuestas, sumado el trastorno, la pérdida de tiempo y
energía que me ocasionó el reclamo.-

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En fecha 24 de Octubre de 2018 realicé un reclamo administrativo
ante la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), ubicada en
la av. Moreno Nº 245 de la ciudad de Tres Arroyos, a cargo de la licenciada
María Lucrecia Damiani, otorgándome audiencia para el 07/11/2018; a la
misma fue citada Telefónica Móviles Argentina, representada en dicha
audiencia por el Dr. Sebastian Mirmi, quien manifestó que se le daría
tratamiento al reclamo. Pese a ello, esta parte jamás cumplió con lo
prometido ni desbloqueó el celular tal como se le había solicitado. Por ello,
se celebra nueva audiencia en fecha 14/11/2018 en la que la empresa
denunciada ofrece una solución al problema, comprometiéndose a ingresar
al servicio técnico el celular a los fines de su liberación en el agente sito en
calle San Martín 400 de la ciudad de Tres Arroyos.
Esta parte acepta las manifestaciones de la denunciada y entrega el
equipo a su agente sito en calle San Martín 400 de Tres Arroyos. Luego de
ese plazo, el celular fue devuelto a esta parte, pero en las mismas
condiciones anteriores, es decir, sin desbloquearlo.-
De éste modo, en fecha 13/11/2020 solicité la mediación para
habilitar la vía judicial, la audiencia se celebró en fecha 03/03/2021, y a la
que habiendo sido notificada debidamente a la parte requerida no
compareció. Para evitar dilaciones, se cerró el acta de mediación, para
poder incoar la presente demanda.
IV. ENCUADRAMIENTO LEGAL. RELACIÓN DE CONSUMO
Llegado este punto y en cuanto al derecho aplicable, considero
que el reclamo debe analizarse a la luz de las disposiciones de la ley de
Defensa del Consumidor 24.240 y su modificatoria ley 26.361. Y es que
resulta indudable, según las constancias de autos, que la situación
planteada por esta parte reviste la condición de consumidora final de un

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producto, más específicamente, de consumidora de un bien para uso
personal; y la demandada de proveedor del referido producto y por lo
tanto del servicio técnico; encontrándose ambas vinculadas bajo una
típica relación de consumo (cfr. arts. 1°, 2°, 3°, 8° bis, 10 bis, 11, 13 y
concordantes de la ley 24.240; el art. 42 de la CN.-
La relación de confianza se ha quebrantado, la buena fe, es un
principio que debe regir toda actividad contractual. Ha dicho la justicia,
que es aplicable a los contratos de cualquier naturaleza, incluidos los de
servicio público, las directivas de los arts. 1197 y 1198 del Código Civil,
en cuanto establecen que las partes deben atenerse a lo pactado como la
ley misma y que las convenciones deben celebrarse, interpretarse y
ejecutarse de buena fe, conforme a lo que aquéllas entendieron o
pudieron entender obrando con cuidado y previsión (CNFed. Contencioso
Administrativo, Sala V, 3/4/2000, “Fondo Inmobiliario SA C/Enargas”,
Rev. LA LEY del 2/5/2001, p. 14). La buena fe no es un principio
dogmático, sino que es la esencia generadora del consentimiento del
sujeto que debe fundarse en elementos exteriores que le proporcionen la
información suficiente para creer. De ahí que se impone a todo el
ordenamiento jurídico como principio concreto que lo complementa; su
función vital implica un límite en la conducta, en los derechos subjetivos y
en la contratación -particularmente en la de adhesión o predispuesta.
En tal contexto jurídico, las normas precitadas deben interpretarse
armónicamente con los preceptos consagrados por el art. 42 de nuestra
carta magna cuando establece la nómina de los derechos fundamentales
de los consumidores y usuarios, entre los que se encuentra la protección
de su salud, seguridad e intereses económicos, a una información
adecuada y veraz, a la libertad de elección y a un trato equitativo y digno,

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y en lo aquí tocante, a la calidad y eficiencia del producto que se adquirió.
(cfr. art. 42, primer y segundo párrafo de la Constitución Nacional).
Estos lineamientos sentados por la norma constitucional tienen como
teleología la vigilancia del mercado, el freno a los abusos en las prácticas
comerciales y la tutela de los derechos de la parte más vulnerable en las
relaciones de consumo en todo lo relacionado con las necesidades
primarias y fundamentales que el consumo, los bienes y los servicios
deben satisfacer a favor de las personas (cfr. PICASSO-VÁZQUEZ
FERREYRA, “Ley de Defensa del Consumidor -Comentada y Anotada”, Ed.
La Ley, Buenos Aires, 2009, T. I, p. 320). Y ahondando en esta directriz,
debemos considerar que cuando echamos mano de la expresión
“necesidades primarias, fundamentales o básicas” estamos pensando en
alimentos, en el suministro de agua; en la corriente eléctrica, en las redes
cloacales, en el gas, en el teléfono y muchas cosas más” (cfr. BIDART
CAMPOS, “Manual de la Constitución Reformada”, Ed. Ediar, T. II, p. 93)1.
Asimismo, el art. 38 de la Constitución de la Provincia de Buenos
Aires): reza: “Los consumidores y usuarios tienen derecho, en la relación
de consumo, a la protección frente a los riesgos para la salud y su
seguridad, a la promoción y defensa de sus intereses económicos y a
una información adecuada y veraz. La Provincia proveerá a la educación
para el consumo, al establecimiento de procedimientos eficaces para la
prevención y resolución de conflictos y promoverá la constitución de
asociaciones de usuarios y consumidores”.

Así las cosas, el principio de las “cargas probatorias dinámicas”


son llevadas a su máxima expresión pues, el proveedor tiene una
obligación legal: colaborar con el esclarecimiento de la situación
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litigiosa; y en consecuencia, todo silencio, reticencia o actitud omisiva,
se constituirá en una pauta que afectará dicha obligación legal con la
consecuente presunción de certeza sobre la versión que sustenta la
pretensión del consumidor (cfr. JUNYENT BAS - DEL CERRO, “Aspectos
procesales de la ley de defensa del consumidor”, LA LEY del
14/6/2010, 1, p. 16).
Conforme lo expuesto, la demandada TELEFONICA MÓVILES DE
ARGENTINA S.A (conocida comercialmente como Movistar), fue quien
me vendió el celular que compré, confiando en el equipo y también en
el servicio que brindaba como empresa. Asimismo, luego de la compra,
al realizar la portabilidad numérica, dicha empresa tenía la obligación
de desbloquear el equipo que me vendió y reponder con el servicio
técnico que está obligada a prestar.
Pese a todo ello, nada de lo que por derecho corresponde sucedió
y por tal motivo inicio la presente acción legal, a los efectos de
subsanar el daño material y psicológico causado por la demandada.
V. RUBROS RECLAMADOS
1) DAÑO PATRIMONIAL
a) DEVOLUCIÓN DE LO ABONADO:
Según se desprende de la factura de la compra del celular,
acompañada con la presente, el valor del mismo ascendía a la suma de
$. 5.385,91. Actualmente un celular semejante a las características de
dicho celular y de la misma marca, asciende a la suma de $. 45.000
(contemplando un aparato que tenga 128 gb de memoria, ya que con una
memoria inferior, la vida útil del mismo es muy acotada).
Por lo tanto, reclamo la devolución del importe total del precio
pagado por el celular; actualizado al valor ut supra mencionado, ello

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sumados los intereses a tasa activa del Banco de la Nación Argentina, a
la fecha del efectivo pago.
Es decir, que $. 45.000 es el importe que reclamo, con más sus
intereses y costas, o lo que en más o en menos a entender de V.S.
resulte de las probanzas de autos, tomando en cuenta la desvalorización
monetaria hasta el momento de su efectivo pago.
b) GASTOS EXTRAORDINARIOS:
A raíz de los sinsabores que me provocaron todos estos
inconvenientes, la desazón y desconsuelo que me causaba estar
incomunicada y sobre todo incomunicada de mis hijos y a su vez, tener el
celular guardado en su caja con un estado de conservación
prácticamente nuevo y no poder usarlo por encontrarse inhabilitado para
su destino.
Todo esto conformó gastos extraordinarios con los que no contaba
y que debí afrontar, con el consiguiente efecto negativo en los ingresos
mensuales personales y familiares. Es que debimos comprar un celular
nuevo, siendo este un Samsung Galaxy J5, cuyo valor actualizado es de
Pesos Dieciocho mil ($. 18.000); (factura que acompaño). Por lo
expresado solicito a V.S. en concepto de gastos extraordinarios la suma
de Pesos dieciocho mil ($. 18.000) más intereses a tasa activa del Banco
de la Nación Argentina, a la fecha del efectivo pago.
c) PRIVACIÓN DE USO:
Desde el momento en que compré el celular en fecha 21/06/2017
lo utilicé aproximadamente un año y debido al abono elevado que me
cobraba Movistar, decido realizar la portabilidad de la línea y acogerme a
un plan de la Empresa Claro.
En el mes de noviembre de 2018, cuando se realiza la

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portabilidad, se me bloqueó el celular y pese a solicitar el desbloqueo a la
empresa demandada jamás lo hizo. Por lo tanto, el celular quedó
inutilizado al año de uso (el mismo se encuentra en un perfecto estado de
conservación, ya que está muy cuidado y con poco uso), actualmente lo
tengo guardado en su caja, tal como lo compré. Es por la situación
mencionada que me vi obligada a reemplazar ese celular por uno nuevo y
liberado, ya que estuve alrededor de tres meses sin celular y por lo tanto
incomunicada con mis hijos menores de edad, generándome un perjuicio
ya que era es el medio de comunicación frecuente que utilizo para estar
comunicada con ellos y velar por su seguridad y/o saber dónde están, a
qué hora llegan, etc. Asimismo, hace muchos años que tengo un
emprendimiento propio y vendo indumentaria, por lo que también sufrí un
grave perjuicio económico ya que me encontraba incomunicada con mis
clientes y en ese lapso bajaron las ventas considerablemente.
El monto reclamado por el daño derivado de la privación del uso
diario del celular asciende a la suma de Pesos Cincuenta Mil ($ 70.000)
d) DAÑO PUNITIVO:
El art. 52 bis de la LDC prevé la multa civil o daño punitivo, que desde
ya solicitamos se aplique al caso en tratamiento.
Es así que la ley 24.240 de Defensa del Consumidor modificada por
ley 26.361 en su art. 52 bis, dispone lo siguiente: “Al proveedor que no
cumpla sus obligaciones legales o contractuales con el consumidor, a
instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor
del consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del
hecho y demás circunstancias del caso, independientemente de otras
indemnizaciones que correspondan...” Se reúnen en la presente
demanda las calidades requeridas por el citado artículo; y a mayor

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abundancia, la citada ley en su art. 1° nos dice a quiénes está
destinada dicha ley y quiénes están excluidos, es así que va a entender
como consumidor o usuario “… a toda persona física o jurídica que
adquiere o utiliza bienes o servicios en forma gratuita u onerosa como
destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social.
(…).” En su art. 2° nos va a definir qué se entiende por proveedor, de
esta forma dirá que: “Es la persona física o jurídica de naturaleza
pública o privada, que desarrolla de manera profesional, aun
ocasionalmente, actividades de producción, montaje, creación,
construcción, transformación, importación, concesión de marca,
distribución y comercialización de bienes y servicios, destinados a
consumidores o usuarios. Todo proveedor está obligado al
cumplimiento de la presente ley. (…)” .
El distinguido Profesor Pizarro entiende que los daños punitivos son
“sumas de dinero que los tribunales mandan a pagar a la víctima de
ciertos ilícitos, que se suman a las indemnizaciones por daños
realmente experimentados por el damnificado, que están destinados a
punir graves inconductas del demandado y a prevenir hechos similares
en el futuro. Cuando el demandado en forma deliberada o con grosera
negligencia, causa un perjuicio a otro, se pueden aplicar estas
puniciones.” (Pizarro, Ramón D. “Daños punitivos” en “Derecho de
daños”, Ediciones La Rocca, Buenos Aires, 1993, p. 337)2.
La jurisprudencia, por su parte establece que: “…para que la
actuación del proveedor merezca la citada sanción, la norma sólo exige
el incumplimiento por parte de éste, de sus obligaciones legales o
contractuales para con el consumidor. Nada más. En consecuencia, el
daño punitivo resulta aplicable a todos los casos en los que se dé
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cualquiera de los citados extremos, es decir, a todo vínculo jurídico
dentro de la relación de consumo.” “Machinandiarena Hernández,
Nicolás c. Telefónica de Argentina s/reclamo contra actos de
particulares”, Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Sala 2°,
27/5/2009.
La multa que se pretende a través de esta norma es una sanción
ejemplificadora, no de naturaleza resarcitoria, sino sancionatoria y
preventiva, que tenga por objetivo disuadir al proveedor que incurrió en
una conducta prohibida desalentando que reitere las prácticas
abusivas…
Dicha multa civil, cuya aplicación se pretende, es un instituto jurídico
que se encontraba previsto en varias leyes, algunas de antigua data,
específicamente en la legislación de consumo y ya ha sido aplicado por
la jurisprudencia. Su fundamento es sólido y aplicable al caso.
Por lo expuesto, y según lo dispone la norma, quedará al prudente
criterio de V.E. determinar el monto de esta “multa civil” en su
extensión apropiada, pero de manera ejemplar, a fin de evitar que se
reitere esta grave inconducta del proveedor en el futuro.
d.1) Incumplimiento a Resolución 98/2010 del Régimen de
Portabilidad Numérica.
Sin perjuicio del incumplimiento denunciado por esta parte,
respecto las obligaciones legales y contractuales de la empresa
demandada, es importante resaltar, que MOVISTAR no solo violó las
normas de defensa del consumidor, sino también la normativa vigente y
establecida respecto a la portabilidad numérica, que encuentra su
regulación en la resolución Nº 98/2010, decreto Nº 1185/1990 y
legislación complementaria.

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Mencionando algunas definiciones de los actores principales en el
proceso de portabilidad numérica, según lo establecido en el art. 3 de la
resolución Nº 98/2010, se entiende por Portabilidad Numérica, “la
capacidad que permite al Usuario Titular cambiar de Prestador de
servicios portables, conservando su número, dentro de la misma Área
Local, de conformidad con las disposiciones del Plan Fundamental de
Numeración Nacional”. Por, usuario titular (actora), “Persona física o
jurídica vinculada contractualmente con un Prestador, a los fines de la
prestación de los Servicios de Telecomunicaciones” y por, Prestador
Receptor (empresa demandada): “prestador de servicios portables hacia
el cual es transferido un número determinado como resultado del
Proceso de Portabilidad Numérica”.
Es así que en el art. 18 Incs. a), c), g) y i), se establecen los
derechos de los usuarios titulares de una línea telefónica. A continuación
expondré aquellos derechos que se vieron afectados a la Sra. Sánchez,
por parte de la aquí demandada: seleccionar al prestador de servicios
portables cuya oferta le resulte más conveniente; solicitar en cualquier
tiempo la portabilidad numérica de su número telefónico; efectuar el
reclamo ante el prestador de servicios portables que corresponda en
caso de omisiones, demoras, irregularidades, o cualquier otra cuestión
relacionada con la portabilidad numérica y la liberación de la terminal
móvil y/o equipo de Usuario Titular.
En el art. 23 de la resolución Nº 98/2010, se realiza el tratamiento
de las sanciones que se aplican cuando los prestadores de servicios
portables incumplan injustificadamente con los plazos de la Portabilidad
Numérica, cuando realicen acciones tendientes a restringir o
condicionar el derecho a la Portabilidad Numérica, entre otros. Aquí,

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nos encontramos con el caso de autos, ya que la empresa demandada
condicionó el derecho de la actora a realizar su portabilidad numérica y
a utilizar su teléfono celular con normalidad, al no brindarle el código
correcto de desbloqueo, quedando dicho celular totalmente inutilizado
para sus funciones primordiales.
Por lo tanto, y según lo establecido por la normativa analizada, los
incumplimientos denunciados serán sancionados de conformidad con
lo previsto en el art. 38 del Decreto Nº 1185/1990, estableciendo
apercibimientos, multas, caducidad total o parcial del régimen de
exclusividad cuando lo hubiere, y caducidad de la licencia, autorización
o permiso. Además la Comisión Nacional de Telecomunicaciones
podrá disponer la publicación de la sanción cuando exista reincidencia
en la misma infracción o cuando la repercusión social de ésta haga
conveniente el conocimiento público de la sanción.
Dichas sanciones, se graduarán en atención a la gravedad y
reiteración de la infracción, dificultades o perjuicios que la infracción
ocasione al servicio prestado, a los usuarios y a terceros, el grado de
afectación del interés público, etc.
Es por todo lo expuesto, y considerando que TELEFONICA
MOVILES DE ARGENTINA S.A, ha violado la normativa vigente de
mención, respecto a la portabilidad telefónica y a los derechos
adquiridos por la actora, en calidad de usuaria titular, es que esta parte
solicita a V.S determine el monto de la sanción y aplique la misma a la
parte demandada, en su proporcionalidad adecuada, conforme lo
establecido en el art. 38 Inc. 2) i) del decreto 1185/1990.

2). DAÑO EXTRAPATRIMONIAL

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a).DAÑO MORAL:
Sea en el ámbito contractual como en el extracontractual resulta
indemnizable el daño moral. Ha habido una clara afectación a valores
que deben repararse más allá de la simple materialidad.
El daño moral es entendido como cualquier lesión a los
sentimientos o afecciones legítimas de una persona, o cuando se le
ocasiona perjuicios que se traducen en padecimientos físicos o, en fin,
cuando de una manera u otra se han perturbado la tranquilidad y el
ritmo normal de vida del damnificado. En general, como dice el Prof.
Bustamante Alsina, toda clase de padecimientos no susceptibles de
apreciación pecuniaria.
En estos autos se tradujo en los sinsabores, disgustos, malos
ratos e incertidumbres, que aún perduran, ya que áun no se encuentra
resuelto en conflicto.
El art. 1078 del Código Civil tiene una función reparadora para
paliar de alguna forma un estado espiritual disminuido y alterado y al
mismo tiempo, sancionar al causante de esa alteración. Sin entrar en el
análisis de cada una de las posturas adoptadas por la Doctrina en torno
a este daño y enrolada esta parte definitivamente en aquélla que
entiende el agravio moral desde un punto de vista resarcitorio, adscribo
a que la medida de la indemnización esté en relación con la magnitud
del daño, justificando el aporte excepcional de una suma de dinero, no
para compensar dolor con placer sino como una forma de contribuir a
la superación del agravio moral padecido. Leemos que: “El daño moral
es la lesión en los sentimientos que determina dolor o sufrimiento
físico, inquietud espiritual o agravio a las afecciones legítimas y en
general toda clase de padecimientos insusceptibles de apreciación

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pecuniaria.” (CNCiv Sala J, 25/10/1994 “Macoratti, Héctor D. c. Expreso
Atlántida S.A.).” También que: “El instituto del daño moral se aplica
cuando se lesionan afecciones legítimas de una persona o cuando
ocasionan perjuicios que se traducen en padecimientos físicos o que
hayan perturbado la tranquilidad y el ritmo de vida.” (CNCiv, Sala D, ED
61:779; ídem Sala E, ED 42:311; ídem Sala F, ED 100:309).
Se puntualiza que el monto estimado como daño moral —en
cuanto precio del consuelo— no mitiga ni remedia adecuadamente los
perjuicios extrapatrimoniales sufridos, el que en el caso está
representado por el valor de un celular, que sirva para su destino con
las características buscadas para reemplazar el producto que se le
vendió oportunamente y que posteriormente le fuera bloqueado hasta
la actualidad.
Por lo expuesto, considero V.S. que el citado rubro de interés
extrapatrimonial o espiritual conculcado que merece tutela jurídica,
puede estimarse en la suma de Pesos Sesenta Mil ($ 100.000).
VI. LIQUIDACIÓN FINAL
Según los rubros indemnizatorios reclamados, el subtotal de la
suma solicitada asciende a la cantidad de PESOS DOSCIENTOS
TREINTA Y TRES MIL ($ 233.000), a los que deberán sumarse los
acápites d) Daño punitivo, y d.1) Muta por incumplimiento a resolución
98/2010 , indeterminados aún, con más los intereses correspondientes de
cada ítem.
XII. GRATUIDAD:
Conforme lo establece el art. 53 de la Ley 24.240 las presentes
actuaciones gozan de la irrestricta gratuidad sin necesidad de la
interposición de un incidente para que sea reconocido.

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En igual sentido se expresó la Jurisprudencia en autos "San
Miguel, Martín Héctor y otros c. Caja de Seguros SA s/ordinario"
disponiendo que: "La literalidad del dispositivo del art. 53 en el aspecto
que se examina, no habilita otra conclusión que admitir la irrestricta
gratuidad del trámite procesal." "El beneficio de gratuidad previsto en los
arts. 53 y 55 de la LDC tiene un alcance o contenido similar en amplitud
al beneficio de litigar sin gastos ("La gratuidad en las acciones
individuales y colectivas de consumo", por Horacio L. Bersten, Diario La
Ley. "Existe un interés relevante en el proveedor en cuanto a las costas
del proceso y es por esa razón que se ha previsto en el art. 53 que puede
articular un incidente de solvencia, con el objeto que un consumidor con
recursos suficientes deba hacerse cargo de las eventuales
condenaciones del juicio — que tienen un valor significativo y que si no
fuera así estarían exclusivamente a cargo del proveedor—, aunque
ganare el pleito".
Asimismo, "el beneficio de justicia gratuita en el orden nacional
puede identificarse —como ha quedado recién expuesto— con el
beneficio de litigar sin gastos; en las distintas provincias, habrá que estar
a lo que allí se disponga respecto de la tasa judicial pero no respecto de
las costas, por las que los consumidores y usuarios no deberían
responder salvo que prosperara un incidente de solvencia ("La gratuidad
en las acciones individuales y colectivas de consumo", por Horacio L.
Bersten, Diario La Ley, 17/3/2009, pág. 4 y ss)."
VIII. OFRECE PRUEBA: Que ofrezco la siguiente prueba que hace al
derecho de mi parte:
a. DOCUMENTAL: Se acompañan originales de los siguientes
documentos:

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1) Factura de compra del celular.
2) 2 (dos) Constancias de audiencia de conciliación ante la OMIC.
3) 1 (una) Constancia de Denuncia ante la OMIC.
4) 1(una) Acta de audiencia de Mediación previa ley 13.951.
5) 1 (una) Planilla de Declaración Jurada de inicio de mediación.
6) Informes en el Veraz de fecha 24/10/2018 y actualizado.

b. PERICIAL:
1) Para el caso que la demanda en autos, negare que el celular en
cuestión se encuentra bloqueado e inutilizado, solicito se designe
Perito en informática para que evalúe el estado del celular y se expida
sobre los siguientes puntos:
a) Determinar el estado general;
b) Determinar las fallas que presenta, según su experticia;
c) Establecer los alcances de lo expuesto por la demandada
en los informes de su servicio técnico, con respecto al bloqueo del
celular.
2) Para el caso que la demandada en autos, negare la autenticidad
de la factura y el pago realizado, solicito se sortee perito contador único
de oficio para que previa compulsa de los libros y constancias
correspondientes, manifieste:
a) Si de la contabilidad de la demandada en autos existen
en el mes de junio del 2017 una factura “B” Nº 2284-00167897.
b) En el caso de existir dicha factura, informe con que
instrumento se realizó la compra y a nombre de quien figura.
c) Por último informe detalladamente los productos
detallados en

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c. TESTIMONIAL:
Solicito se cite a prestar declaración a las siguientes personas, de
acuerdo al interrogatorio que oportunamente se acompañará, según
art. 429 CPCCN.
1) ……………….

IX.- VISTA AL MINISTERIO FISCAL:


De acuerdo a lo establecido por el artículo 52 de la Ley 24.240 se
deberá correr vista al Ministerio Público Fiscal en el caso en el que no
sea parte, como ocorre en las presentes actuaciones.
X. DERECHO:
Fundo mi derecho en lo dispuesto por los arts. 1068, 1069, 1076,
1077, 1078, arts. 1197, 1198 y sigtes y cctes. del Código Civil; arts. 1,
2, 3, 8 bis, 10 bis, 11, 13, 52 bis, sgtes. y concordantes de la Ley de
Defensa del Consumidor 24.240 (Modificada por ley 26.361), art. 42, 43
de la CN, Resolución 98/2010 y Decreto 1185/1990, Doctrina y
Jurisprudencia citadas, y demás normas concordantes y
complementarias de nuestro sistema jurídico.
XI. RESERVA DE CASO FEDERAL:
Toda vez que en las presentes actuaciones se encuentran en
juego la interpretación que cabe asignarle a normas de naturaleza federal
(arts. 18, 75 inc. 22 de la Constitución Nacional; arts. 7 y 8 de la
Convención Americana de Derechos Humanos y arts. 9 y 10 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos), hago expresa reserva del
caso federal y de recurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación por
vía del recurso extraordinario federal previsto en el art. 14 de la ley 48.
XII. PETITORIO:

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Por todo lo expuesto, respetuosamente solicito a V.E. que:
1.- Me tenga por presentada, por parte y por debidamente constituido
el domicilio procesal.
2.- Tenga por acompañado el bono y jus previsional, ordenando su
agregación en autos.
3.- Confiera el traslado de la demanda por el término y bajo
apercibimiento de ley.
4- Haga lugar a la prueba ofrecida y se ordene a la producción de la
restante.
5.- Oportunamente haga lugar a la presente demanda en todas sus
partes y contra la demandada, con expresa imposición de costas.
Proveer de conformidad que;
SERÁ JUSTICIA.

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