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Fecha: 04/03/2021.

Nombre: Pablo Ardila Parra.


Asignatura: La Clínica del Caso – Caso 1: «¿Malestar de quién?».

Rabia Dulce como Tratamiento al Caos

La rabia en su máxima expresión, ese instinto agresivo, dominante, incontrolable, explosivo y


rojo, amalgama con dulzura a la calma azul de los mares, de su oleaje y del melancólico rocío
que reposa en nuestra cara al briznar y, precisamente, esa extraña y morada mezcla es el
oxímoron que compone mi vida, la tuya, y la Eduard Julián.

Este pequeño representa de manera fidedigna nuestro instinto natural y lo fáciles que somos de
predecir, de manipular, de engañar y sobre todo de analizar; de esta manera, nuestra letra, cómo
caminamos, cómo pensamos, qué palabras usamos, etc., dejan un poco de nuestra esencia
donde sea que vayamos y así desciframos al mundo; el niño presenta dificultades al relacionar
miembros de su familia ¿y cómo lo demuestra?, pues a través de su escritura cuando se comenta
«algunas de las letras las puede identificar por separado, pero no las reconoce en conjunto, no
es capaz de relacionarlas», en ese caso qué tal si todo lo que nos pasa lo representamos a través
de analogías, qué tal si es alguna forma de comunicación que perdimos a través del tiempo, en
fin, lo que sí es certero es que siempre dejamos pistas de nuestra vida al aire esperando que
alguien llegue, una los trozos y sea capaz de leernos.

Y así, y así, a medida que tomamos confianza revelamos más detalles de nuestro ser,
navegamos entre cian y magenta, tranquilidad y pasión, seriedad y fuerza, salud y peligro
mientras alguien trata de dividir nuestros pensamientos, pensamientos los cuales no vienen de
nosotros sino más bien de lo que vemos y por eso somos el espejo de quienes nos dieron la vida
y queramos o no, estamos sin escapatoria ni elección alguna, doblemente condenados,
doblemente atrapados, doblemente malditos.

A pesar de lo ya mencionado, se observa que Eduard Julián tiene una vida que cabría entre lo
que consideramos normal, tiene a su padre, a su madre, a sus hermanos…, y son personas que
se preocupan por él porque si no lo hicieran no estaría en psicología; por otro lado él tiene
problemas, sí, como cualquier otro, simple y llanamente necesita atención, sus padres trabajan
demasiado y no tiene una estabilidad o un soporte claro, además inferimos que si no los tiene al
lado, no tiene quién le corrija ciertos comportamientos «inadecuados» y que cuando lo hacen
recurren al castigo físico (miedo), el cual es una forma de poder y control que ha funcionado a
través de los tiempos y no debería ser tomada como un daño más profundo.

Entonces, ¿realmente hay problemas de atención escolar, maltrato y violencia familiar o desde
la trabajadora social o incluso antes hubo un sesgo por parte de alguien y a partir de allí el
mismísimo sesgo fue cegando a más y más entidades, funcionarios e incluso a la familia?

Solo me queda por decir que:

– La primera noción crea un caos completo que solo se puede tratar con la rabia dulce de un
segundo juicio para esa primera noción.

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