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Periodo jurásico

l Jurásico Superior, una división de la escala temporal geológica, también


conocido como Malm en la escala cronoestratigráfica regional europea,1
es la última de las tres series o épocas del sistema o período Jurásico, se
subdivide en tres pisos o edades, Oxfordiense, Kimmeridgiense y
Titoniense. Su cronometría abarca desde 161,2 ± 4,0 a 145,5 ± 4,0
millones de años. Sucede al Jurásico Medio y antecede al Cretácico
Inferior.

Dinosaurios característicos de este período son Allosaurus, un terópodo,


y Diplodocus, un saurópodo.
El registro geológico jurásico es bueno en el oeste de Europa, donde
extensas secuencias marinas indican un tiempo donde gran parte del
continente estaba sumergido bajo mares tropicales poco profundos; por
su fama destaca el Patrimonio Mundial de la Costa Jurásica y los
lagerstätten de Holzmaden y Solnhofen.
El Jurásico se divide en Inferior, Medio y Superior, también conocidos en
Europa como Lias, Dogger y Malm, términos hoy obsoletos.

El nivel del mar experimentó cambios menores durante el Jurásico


Inferior. En el Jurásico Superior experimentó oscilaciones más rápidas y
una elevación que ocasionó la inundación de grandes áreas de América
del Norte y Europa. En el Jurásico había dos provincias biogeográficas en
Europa (Tetis al sur y Boreal al norte). Los arrecifes de coral se
restringieron en su mayor parte a la provincia de Tetis. La transición
entre las dos provincias se daba a la altura de la península ibérica. Las
plantas de climas cálidos ocuparon un amplio cinturón que se extendió
hasta 60º de latitud. Tanto la flora de Gondwana al sur como al norte de
Siberia incluía grupos de helechos (sus parientes modernos no toleran
las heladas).

El registro geológico jurásico es bueno en el oeste de Europa, donde


extensas secuencias marinas indican un tiempo donde gran parte del
continente estaba sumergido bajo mares tropicales poco profundos; por
su fama destaca el Patrimonio Mundial de la Costa Jurásica y los
lagerstätten de Holzmaden y Solnhofen.

La fragmentación de Pangea
El más espectacular desarrollo geográfico de la Era Mesozoica fue la
fragmentación de Pangea, un proceso de rifting que comenzó en la
región de Tetis, siguiendo la vieja sutura hercínica. El océano Tetis avanzó
formando un estrecho y profundo brazo oceánico que separó Europa de
África. El rift se propagó hacia el norte y finalmente hacia el sur
comenzando a separar Sudamérica y África. Finalmente Pangea dio lugar
al supercontinente septentrional de Laurasia y al supercontinente
meridional de Gondwana; el golfo de México se abrió en el nuevo rift
entre Norteamérica y lo que ahora es la península de Yucatán de México.

El rift que formó el Atlántico tuvo otra consecuencia importante, la


extensión produjo fallas normales entre África y los continentes
norteños y las zonas afectadas por tales fallas se hundieron, de forma
que el agua que entraba periódicamente desde el océano Tetis comenzó
a evaporarse. Dichas evaporitas se localizan ahora a ambos lados del
Atlántico: España, Marruecos, Terranova, etc. Durante el Jurásico medio
y superior un brazo de rift se desplazó entre Norteamérica y Sudamérica,
dando origen al golfo de México; otro dio lugar a la apertura del golfo de
Vizcaya. El océano Atlántico Norte era relativamente estrecho, y el
Océano Atlántico Sur no se formó hasta el Cretácico, cuando la propia
Gondwana se fragmentó.

Los paisajes del Jurásico fueron más ricos en vegetación que los del
Triásico, especialmente en latitudes altas. El calor y el clima húmedo
permitieron que las junglas, selvas y bosques formaran parte de gran
cantidad de paisajes jurásicos. Los bosques se empiezan a extender por
toda la superficie terrestre y destacan familias como las coníferas
similares a los pinos y las araucarias acompañadas de diferentes tipos de
helechos y palmeras. Además se hacían presente los ginkgos y los
equisetos. Aún no aparecen en este periodo las plantas con
inflorescencias. La distribución diferencial de la flora constituye un fiel
reflejo de la separación de las zonas ecuatorial y septentrional.

Esqueleto de Giraffatitan, un saurópodo del Jurásico superior pariente


cercano del Brachiosaurus.
El desarrollo de reinos diferenciados obedecía a la existencia de barreras
marinas entre el norte y el sur, y a la presencia de un mayor gradiente de
temperaturas desde los polos hasta el ecuador. Los gradientes térmicos
no eran tan pronunciados como lo son actualmente, no existen pruebas
de hielo polar durante el Jurásico, y la flora alejada del ecuador
correspondía a plantas de zonas templadas. Los paisajes jurásicos
estaban dominados por Cycadophyta, y por sus parientes las
Bennettitales (cicadeoideas), con aspecto de piñas gigantes cubiertas, en
la estación propicia, por llamativas «flores» que no eran auténticas
flores. Los bosques de ginkgos, y especialmente de coníferas, daban al
paisaje cierto toque de modernidad, pero las plantas con verdaderas
flores, los árboles de madera dura y especialmente las hierbas, todavía
estaban ausentes.

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