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G. Neugovsen, [2020]
Publicación realizada en colaboración entre Tikal Ideas Innovadoras y la Cátedra Iberoamericana de Industrias Creativas “Alejandro
Roemmers” de la Universidad Miguel Hernández, España.
Todos los materiales gráficos utilizados han sido verificados, sin identificarse derechohabientes explícitos. En caso de haberse utilizado
involuntariamente material gráfico al cual le corresponden derechos autorales, solicito tomar contacto con el autor a la brevedad.
Muchas gracias.
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Prefacio 4
Introducción 10
La cultura coronizada 13
Referencias 29
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Prefacio
Remite a la acción de poner la corona en la parte superior de una eminencia, al que corresponda por su dig-
nidad nobiliaria. También refiere a premiar, ganar o recompensar.
En este contexto también es un juego de palabras referente al Corona virus, pero en un sentido menos posi-
tivo. La “coronización” de la cultura hace referencia al profundo impacto negativo que ha tenido el virus en la
actividad cultural en todo el planeta.
Como enseñan los antiguos sabios chinos, toda crisis trae consigo un peligro y una oportunidad. Y este texto
busca analizar las oportunidades que surgen en los nuevos escenarios post-COVID19, que quedan en evi-
dencia justamente gracias a la acción limitante de la pandemia, sin negar los peligros que ha traído consigo.
Cambiar los modos de concebir y “hacer cultura” implica revisar algunos de los principales aspectos que inci-
den en la gestión de la cultura, tanto en el sector público como privado.
Se hace necesaria una mirada histórica para entender cómo llegamos hasta aquí y qué nuevos escenarios
podemos imaginar.
Se incluyen las reflexiones de queridos colegas que han leído el texto y han ofrecido sus comentarios.
Gerardo Neugovsen
Panamá, junio 2020
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Opinan los colegas...
“Gerardo Neugovsen publica unos prácticos materiales didácticos donde –en apenas 25 páginas escritas con
fines educativos y de divulgación- realiza un enfoque innovador de las industrias culturales. Plantea este ve-
terano -lleva a sus espaldas más de 35 años dedicado a la investigación, consultoría y formación de gestores
culturales y emprendedores-, cuestiones como la enseñanza de la historia, el coronavirus y la economía
creativa, nuevas formas de crear, monetizar y distribuir valor en las industrias creativas y la disrupción tecno-
lógica (blockhain). Un trabajo, digámoslo de entrada, con apretado contenido y de fácil lectura.
Entiende nuestro autor que el post-COVID19 es una buena ocasión para realizar una mirada histórica para
cambiar los modos de concebir y hacer cultura, revisando algunos de los principales aspectos que inciden en
su gestión, con el propósito de otorgarle a la creatividad el lugar destacado que merece en nuestras socieda-
des.
Coincide el propósito del autor con lo que señalábamos en la presentación del libro Las industrias culturales
y creativas en Iberoamérica: evolución y perspectivas, publicado por la Cátedra Iberoamericana ‘Alejandro
Roemmers’ de ICC, la economía creativa se diferencia de otras industrias por el riesgo de mercado que con-
llevan los nuevos productos y servicios y por las formas organizativas que adoptan: abarca desde microem-
presas hasta multinacionales y vincula los sectores privado, público y no lucrativo. Por ello, requiere nuevos
enfoques de trabajo basados en la cooperación de diferentes agentes con fines y modos de trabajo muy di-
versos. La gestión de este tipo de economía es de alto riesgo y de difícil gestión, por lo que se requiere de
estudios específicos sobre las industrias que la componen y una formación más transversal, colaborativa y el
fomento de un tipo de emprendimiento donde a menudo coexisten la economía formal con la informal.
La Asamblea General de la ONU adoptó el 19 de diciembre del pasado año una resolución para declarar
2021 como Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible. Era el reconocimiento a
los esfuerzos por promover la economía creativa realizado en diversas conferencias internacionales y regio-
nales. Comienza reconociendo la resolución que la economía creativa, conocida en varios países como
“economía naranja”, gira en torno a las actividades económicas basadas en el conocimiento y la interacción
entre la creatividad humana y las ideas, el conocimiento y la tecnología, así como los valores culturales o el
patrimonio artístico y cultural y otras expresiones creativas individuales o colectivas.
Resalta el texto del acuerdo que la economía creativa “fomenta la creatividad y la innovación para lograr un
crecimiento y un desarrollo inclusivos, equitativos y sostenibles, al tiempo que facilita las transiciones en la
vida y apoya a las mujeres, la juventud, los migrantes y las personas de edad y empodera a las personas en
situaciones vulnerables” .
Llegados a este punto, no podemos menos que concluir en la oportunidad y máxima utilidad del trabajo que
nos presenta Gerardo Neugovsen puesto que se anticipa a los debates que, con toda seguridad, se produci-
rán al respecto durante el próximo Año Internacional de la Economía Creativa.
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Opinan los colegas...
“Cada vez que me encuentro con Gerardo Neugovsen experimento una aproximación a un presente innova-
dor, un presente que disimula la frontera con el futuro, una invitación a empezar a comprender nuevas técni-
cas, es un desafío, las décadas de estudio y trabajo acumuladas, dejan de parecerme un edificio seguro, pa-
ra verse como la obra inacabada de un arquitecto distraído que olvidó las vigas y el techo.
Lo que llamamos virtual (lo opuesto a la realidad) hoy es tan real como muchas de nuestras “auténticas reali-
dades” (haciendo que esta tautología sea necesaria). Hemos llegado a la extraordinaria paradoja semántica
de desarrollar la “realidad aumentada” en el mundo virtual, es para enloquecer a un etimologista.
Esta ventana al fascinante presente futurista que Gerardo nos presenta, obliga al abogado y gestor cultural
desconfiado que suscribe, a formularse una serie de preguntas inquietantes, sobre el “lado oscuro” de la cul-
tura virtual:
El autor describe claramente en qué consiste y cómo funciona hoy este nuevo mundo, en un creativo juego
de palabras, denomina coronización al fenómeno que está acelerando el crecimiento de las vías virtuales de
circulación del capital simbólico; también nos enseña la forma en que dicho proceso anuncia el nacimiento
de formas más equitativas de distribución de beneficios originados en el derecho de propiedad intelectual.
La coronización es también entronización, en este caso del paradojal paradigma, “la realidad virtual”, un nue-
vo mundo que el hombre deberá aprender a dominar, tal como viene haciéndolo desde su creación, con inte-
ligencia y guiado por sus fuerzas morales.”
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Opinan los colegas...
“La pandemia provocada por el coronavirus postró a toda la humanidad, que tuvo que encerrarse para sobre-
vivir. Las prioridades cambiaron, los hábitos y rutinas se quebraron, la manera de relacionarnos se transfor-
mó, el miedo y la angustia replantearon nuestras perspectivas de futuro; la noción del tiempo fue otra, así
como la manera de vivirlo, pensarlo y utilizarlo.
Y a través de la cultura pudimos tener acceso a una impresionante producción simbólica, proveniente de la
diversidad humana; pero esta vez no fue a partir de las convencionales formas que implican convivencia,
presencia y “materialidad”, sino a través de “formas objetivadas” en producciones digitales: conciertos de mú-
sica en vivo, acceso gratuito a plataformas generalmente costosas, obras de teatro, cine nacional y extranje-
ro, coreografías de las compañías más destacadas del planeta, recorridos virtuales por museos que soñába-
mos conocer algún día. Pudimos asistir con nuestras computadoras, tablets o celulares a seminarios, webi-
narios, (neologismo obtenido de asociar las palabras Web y Seminario) conferencias, mesas de debate y
cursos especializados, con los más importantes especialistas a nivel mundial.
La cultura, siempre precaria, irrumpió en las casas de millones de personas ávidas de conectarse a la creati-
vidad que se expandía globalmente; pero no perdió su condición de “prescindible” en la definición de las polí-
ticas públicas, dejando al sector de artistas, gestores, productores, programadores, diseñadores, vendedores
y sectores vinculados como el turismo, en una creciente pauperización que, hoy, después de 4 meses de
confinamiento, tiene a varios en la bancarrota y el colapso económico.
El texto que aquí nos ofrece Gerardo Neugovsen, es más que oportuno, inteligente, didáctico y necesario
para comprender el papel que tiene, tanto real como potencialmente, la economía creativa para brindar un
panorama capaz de brindar alternativas para desarrollar “nuevas habilidades de gestión de la incertidumbre”.
De muchas opciones que pudieran derivarse de este concepto, el autor apuesta por las Blockchain, que tra-
tan acerca de la economía de la atención distribuida y una manera más equitativa para repartir los beneficios
entre las todas las partes intervinientes. Tecnología, producción de autores creativos, aportación colaborativa
de valor al producto, circulación en redes, horizontalidad no jerarquizada, confianza, transparencia, merca-
dos digitales, interdisciplinariedad y “la recuperación del poder de gestión sobre sus obras al retomar control
sobre el derecho de copia, diluido por acción de internet”.
En fin, un texto elaborado en condiciones de confinamiento, de profunda reflexión sobre el impacto de la pan-
demia en la cultura que, indudablemente, se convertirá en un instrumento imprescindible para quienes pre-
tendan incorporarse (o reincorporarse) a la economía creativa, bajo un modelo que ofrece las bases para
permitir el despegue de propuestas innovadoras, viables y pertinentes; hoy más que nunca.”
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Opinan los colegas…
“Hasta la fecha una extraña sensación me recorría cuando me adentraba en el mundo digital.
Las plataformas lo invadían todo y copaban los mercados logrando que lo único que cambiara fueran los so-
portes en los que consumíamos o producíamos, pero no la esencia de lo que sucedía en esos mercados.
Las maneras de distribuir, difundir y comercializar los procesos y los productos. Todo seguía igual, alguien
encontraba la fórmula para acumular, convertirse en mayorista, poner las reglas y cuantificar. No había una
sola transformación en las formas de distribuir beneficios, socializar ganancias y evitar la explotación a ma-
nos de los grandes intermediarios.
Tal vez las grandes disqueras ya no se llamaban así, pero su espíritu había quedado incrustado en el mundo
de la música de tal forma que ahora en lugar de llamarse disqueras se llamaban plataformas. Ahorraban gas-
tos, porque eran los propios músicos los que corrían con sus grabaciones. A la hora de salir al mercado el
esquema era casi igual, sin vinilos o sin cd, con menos costos aunque tal vez iguales beneficios.
Igual en el audiovisual, el libro, la fotografía, las artes plásticas, en fin en todo lo que tenia que ver con la in-
dustria de la cultura. El cambio parecía gigantesco, pero no lo era tanto, seguían las llamadas “majors” cam-
biando de manos, siendo quienes se llevaban la cabeza y el cuerpo del pastel y a los artistas les caían esas
pequeñas migajas que a veces no les daban ni para vivir. Alguno lo dejaban triunfar para que el resto siguie-
ra corriendo tras la zanahoria.
Leyendo el magnífico trabajo de Gerardo Neugovsen “La Cultura Coronizada” veo que ahora sí, la creativi-
dad llegó a donde debía, toco la economía, la creatividad hizo lo que le correspondía, planteo soluciones
nuevas a viejos problemas. Trabajó en equipo y logró colaboración de diseñadores de plataformas, econo-
mistas, abogados, artistas y ciudadanos capaces de dar la vuelta a la tortilla. Ahora merece la pena de ver-
dad este cuento de la digitalización, porque ahora lo que es de todos beneficia a todos. Especialmente a
quienes crean y trabajan con la materia prima de este negocio, la ilusión.
También al público que ve su demanda satisfecha con mayor variedad. No solo lo que nos quieren dar, está
lo que nos queremos dar. El sistema merece ser conocido y merece nos tomemos un tiempo para entenderlo
y lograr su mayor expansión.”
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Opinan los colegas...
Gerardo Neugovsen en esta maravillosa y acertada publicación que llama "La Cultura Coronizada - Una mi-
rada desde la economía creativa" desarrolla temas que son altamente disruptivos con un abordaje esencial
para ordenar con claridad la temática.
Elabora un análisis de contexto único que justifica el por qué de encaminar los futuros desarrollos en una di-
rección determinada.
Profundiza sobre temas muy actuales en este sector como ser la verdadera innovación en las industrias
creativas, las disrupciones tecnológicas como el blockchain, entre otros temas relevantes. S
in lugar a dudas plantea un nuevo modelo que nos orienta en que dirección debemos dar los próximos pasos
de la economía creativa.
GUILLERMO CARO Consultor y Estratega Creativo en Innovación Sostenible, Bs. As. Argentina
La Cultura Coronizada por Gerardo Neugovsen, le permite a la ciudadanía metropolitana, pero en especial
los jóvenes, los nuevos emprendedores y los gobiernos locales, comprender la economía creativa desde un
enfoque holístico y multidisciplinario, que maneja la interfaz entre la economía, la cultura y la tecnología, cen-
trada en la predominancia de los productos y servicios con contenido creativo, innovador, sostenible, de valor
cultural y objetivos de mercado, resultante de un gradual cambio de paradigma y bajo un Modelo de Produc-
ción Circular.
SANTIAGO MURILLO ARRUBLA
Asesor en cooperación internacional y convenios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Antio-
quia, Colombia—Director del Centro de Conocimiento CPI3NSA
La obra de Gerardo Neugovsen, brinda de forma clara y concreta su visión de las industrias culturales y la
economía creativa más allá de las muchas definiciones y conceptos que en los últimos años han surgido res-
pecto a estos temas.
Asi como en sus conferencias brindadas en la sede de la Organización de Estados Iberoamericanos en Bue-
nos Aires,sobre la gestión de las industrias culturales y en otros muchos ambitos de la educación y la cultura
donde fue convocado, Gerardo concilia su profundo conocimiento sobre los diferentes aspectos de la indus-
trias culturales con aspectos prácticos de cómo llevar a cabo una gestión innovadora y exitosa, resumiendo
asi, en forma llana y accesible, un acabado abordaje no solo de las industrias culturales en sí, sino tambien
de sus entornos en lo social, ambiental y hasta filosófico.
Las cinco fuerzas del blockchain que describe Gerardo, trazan un camino que, sin ser sinuoso, nos permite,
por un lado, elevarnos para ver este camino desde una altura que facilita la comprensión de todo el mapa de
la gestión cultural e identifica diferentes herramientas para una toma de decisión acertada, como asi tambien
desde el llano nos permite transitar y observar los detalles del procedimiento de la gestión, la estrategia y la
innovación. Nuevamente Gerardo nos sigue sorprendiendo con sus aportes, los que sin duda constituyen
para la Confederación Mundial de Educación un modelo a seguir,
DR. MARCELO E. DECOUD - Director Alterno Confederación Mundial de Educación
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Opinan los colegas...
Gerardo Neugovsen levanta su voz una vez más de manera clara, firme, y prolijamente parte de la premisa
como el mismo plantea, el futuro no volverá a ser igual que el pasado, y es desde esa óptica que exuda en
este material de lujo su preocupación porque se haga comprensible que estamos siendo testigos del período
de transición civilizatorio único e irrepetible en donde lo cultural como materia intangible e inagotable podrá
disfrutar, si así lo creemos y defendemos, del espacio merecido que le fue vedado por tanto tiempo.
En medio del impasse actual, el sugestivo epígrafe de Cultura Coronizada no pudo ser más acertado, siendo
también una voz de esperanza y de ánimo para no desmayar y salir en victoria del encierro en el que se nos
ha sumido junto a las industrias creativas por tantos meses.
Por otro lado, Gerardo nos sumerge en el mundo de novedosas herramientas y escenarios digitales en don-
de la globalización de las Artes en general y su regulación permitirá a su vez la globalización de los públicos,
llegando ésta a lugares recónditos con recursos menos complicados, permitiendo que de alguna manera las
industrias creativas se tomen por asalto la economía mundial.
Una lectura justa, muy a tiempo y recomendada.
Henry Gorgona
Gestor Cultural, Educador popular, Director de Cultura del Municipio de San Miguelito, Panamá.
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Introducción
” Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas,
de pronto cambiaron todas las preguntas”
Mario Benedetti, poeta uruguayo
A los humanos de la segunda década del siglo XXI nos ha tomado por sorpresa la inesperada aparición de
un tiránico virus que, a pesar de su pequeñez, ha logrado detener prácticamente toda actividad terrícola so-
bre nuestro planeta, sin distinción de nacionalidades, credos, posición económica o nivel educativo.
Este gran parón universal trae consigo la enorme incertidumbre que se genera respecto del futuro de nues-
tras sociedades. Gran cantidad de actividades no volverán a ser como antes, entre ellas las generadas por el
sector de la cultura en sus múltiples facetas.
El virus, más allá de la dramática secuela de muerte que deja tras de sí, ha acelerado procesos que tal vez,
sin su presencia, hubieran demorado más tiempo en ocurrir. Pero, su dedo acusador en realidad está seña-
lando la obsolescencia de modelos sociales, productivos y de pensamiento que han regido a nuestras socie-
dades por más de trescientos años. Un proceso que no ha ocurrido de manera espontánea.
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William es testigo de la llegada de la Era Industrial. Al mismo tiempo, en la para
él desconocida Francia, el pueblo hastiado de la opulencia monárquica deja
caer la guillotina sobre las rodantes cabezas del rey Luis XVI y su austríaca
consorte, María Antonieta, poniendo punto final a un orden social, intelectual
y económico que dominó gran parte del planeta por varios siglos, dando co-
mienzo, además, a la era republicana. Ecos de estas transformaciones lle-
garán al poco tiempo a tierras americanas, cambiando la historia para siem-
pre. La Revolución Industrial nacida a finales del siglo XVIII significó mucho
más que la industrialización de los procesos agrícolas. Se trató de una profunda y total
transformación civilizatoria que cambió para siempre la vida sobre el planeta.
Con la Revolución Industrial de finales del siglo XVIII se produce una transformación civilizatoria de caracte-
rísticas diferentes a lo que estamos viviendo en la actualidad, pero de intensidad similar en términos de los
cambios de los que, como William, estamos siendo testigos y también artífices.
Para William, la fábrica movida a vapor tiene dos consecuencias importantes. La primera es la sorpresa: ni él
ni su generación estaban preparados para lo que iba a ocurrir. Todo su mundo conocido se habrá de diluir
ante sus ojos para dar lugar a un nuevo mundo del que le toca ser también testigo y artífice a la vez. Miles de
formas de trabajo desaparecerán y surgirán miles de nuevas formas, acorde a las necesidades del naciente
modelo industrial y capitalista.
La segunda consecuencia para William es la transformación radical de su estilo de vida: abandonará su al-
dea y dejará de arar la tierra para pasar a vivir en los suburbios urbanos y trabajar de obrero en alguna de
las grandes fábricas recién creadas. Dejará de tributar al Lord para perci-
bir un magro salario. Sus jornadas laborales serán interminables y debe-
rá aprender nuevas habilidades desconocidas hasta ese momento.
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Nosotros somos William
Si se me permite la comparación, nosotros, nuestras generaciones actua-
les, somos los “Williams” del siglo XXI, viviendo en carne propia y cruda-
mente la transformación de una Era cuyos postulados fundacionales ya no
alcanzan para explicar a cabalidad todo lo que nos toca vivir.
Ignorando estas limitaciones de la economía neoclásica, las empresas basadas en activos intangibles, gene-
ran enormes dividendos y continúan creciendo y expandiéndose, generando innovación por doquier.
Recordemos brevemente una de las esencias del modelo de pensamiento aún dominante: la economía es la
administración eficiente de los recursos tangibles que son escasos y finitos: la lógica de la escasez. Por lo
tanto, en esta concepción económica, el valor de los activos que generan riqueza se basa en su tangibilidad
o su representación en dinero (curiosa paradoja, que lo más valioso de este sistema sea a su vez de carácter
simbólico…).
En el capítulo 3 del segundo libro de La Riqueza de las Naciones, publicado en 1776, Adam Smith diferencia
entre trabajo productivo y trabajo improductivo, aduciendo que “El trabajo de un operario industrial se fija e
incorpora en un objeto concreto o mercancías vendibles, que perdura por algún tiempo una vez finalizado el
trabajo. […] el precio del objeto puede poner en movimiento una cantidad de trabajo igual a la que original-
mente lo produjo.
Pero el trabajo de un sirviente no se fija ni incorpora en ningún objeto concreto ni mercancía vendible. Gene-
ralmente sus servicios perecen en el mismo momento de ser prestados y rara vez dejan tras de sí rastro o
valor alguno a cambio del cual pueda conseguirse después una cantidad igual de servicios.”
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¿Por qué es importante este párrafo para el sector cultural? Porque Smith amplía la categoría de trabajos
“improductivos y frívolos” e incluye a “hombres de letras de todas las clases; actores, bufones, músicos,
cantantes de ópera, bailarines, etc. […] El trabajo tiene valor, pero no produce nada que pueda después
comprar o procurar una cantidad igual de trabajo.” (Smith, 1776).
Así arranca la Era Industrial, poniendo a todos quienes “producen cultura” en el casillero ignoto de la impro-
ductividad.
Famosas son las aún vigentes imposiciones familiares a los jóvenes que desean estudiar alguna carrera re-
lacionada con el arte o la cultura: “estudia primero algo que te dé de comer y luego haz lo que te gusta”.
La cultura coronizada
Al momento de redactar este escrito, el sector de la cultura ha sido particularmente golpeado por la pande-
mia dado que los espacios físicos que conforman la infraestructura a través de la cual circula la cultura para
transformar actos creativos en bienes, servicios, experiencias y contenidos con valor de cambio, se encuen-
tran cerrados por tiempo indefinido. El COVID19 “coronizó” de manera negativa a la cultura. Como si al sec-
tor de la salud se le negara el acceso a los hospitales.
Este violentamiento de los espacios culturales no sólo deja sin posibilidades laborales y económicas a miles
de trabajadores de la cultura en todo el planeta. Los procesos alquímicos que tienen lugar en esos espacios,
por los cuales las obras de los creativos llegan a los públicos—quienes los validan y ponderan adjudicándo-
les valor de cambio - han dejado de operar, poniendo en riesgo aparente la continuidad de los procesos cul-
turales.
Las perspectivas a corto y mediano plazo no son alentadoras. No está prevista la apertura inmediata de los
espacios de la cultura, limitándose enormemente la capacidad de los aforos, generando que todo el ecosiste-
ma productivo cultural se vea impactado de manera negativa.
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Por un lado, las legislaciones existentes para la formalización emprendedora en general no consideran las
particularidades laborales y contractuales de este sector, obligando en mucho casos a desempeñarse en
procesos informales o de formalización precaria, sin seguridad social o cobertura médica.
La monetización de las ofertas culturales y creativas topa con dos temas relevantes. Por un lado costumbres
arraigadas socialmente respecto de la gratuidad de dicha oferta, con la falta de mecanismos adecuados para
la captura de valor (económico) y con prejuicios existentes del lado de los creativos respecto de cómo y
cuánto ponderar sus activos creativos y culturales. Se trata de un debate complejo entre el valor patrimonial
y social de la oferta cultural y la necesidad de generar ingresos para poder vivir dignamente de los propios
esfuerzos creativos. Por otro lado, el mercado de los bienes culturales cuenta con gran cantidad de interme-
diarios que retienen la mayor parte de los beneficios que son generados por creativos, quienes reciben por-
ciones relativamente escuetas de los ingresos producidos por su talento.
¿Cuáles deberán ser los nuevos modelos legislativos laborales y de monetización del campo de la
cultura?
¿Cómo son las nuevas formas de vinculación con los públicos y la creación de nuevos espacios de
circulación de las propuestas culturales?
¿Cuáles pueden ser los nuevos modelos de producción, distribución y captura de valor para el cam-
po de la cultura
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e. El ámbito digital como nuevo paradigma productivo
La pandemia ha demostrado que el espacio digital es apropiado para la circulación y puesta en valor de los
actos creativos que se generan desde el campo cultural, incrementando exponencialmente las posibilidades-
de colaboración y creación colectiva, como es habitual en este sector, generando nuevos hábitos y procesos.
Estas nuevas modalidades, pensadas como canales de circulación y conversión, presentan grandes oportu-
nidades y desafíos que serán analizados posteriormente.
¿Cómo aprovechar las posibilidades productivas que ofrece el entorno digital para el campo de la
cultura?
En definitiva, la situación de confinamiento ha expuesto fortalezas y debilidades del sector, generando preguntas que
requieren respuestas efectivas y que han sido planteadas en los párrafos anteriores.
Los siguientes contenidos son propuestas exploratorias buscando responder a los cuestionamientos planteados.
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Lo que la economía creativa nos enseña 1
La Economía Creativa permite vincular bajo denominadores comunes basados en activos intangibles a activi-
dades productivas que hasta el momento se encontraban disgregadas y con escasos elementos que les rela-
cionara entre sí.
De este modo, la creatividad, la cultura, el patrimonio, el conocimiento, la innovación, entre otros, emergen
como los factores vinculantes que son vistos desde la Economía Creativa como activos intangibles con una
funcionalidad muy específica: satisfacer necesidades humanas fundamentales para la vida humana y que
complementan y dan sentido a las necesidades materiales. Hablamos de identidad, pertenencia, expresivi-
dad, afecto, entretenimiento, participación, libertad, protección y entendimiento entre otros.
2. La lógica de la abundancia
Las materias prima que se utilizan para la elaboración de bienes, servicios, experiencias y contenidos en las
industrias creativas y culturales tienen al menos tres denominadores en común: son intangibles, infinitos e
inagotables. El conocimiento es infinito e inagotable, al igual que la creatividad y que la cultura. A diferencia
de la lógica de la escasez sobre la que se sustenta la economía neoclásica, es posible abordar al sector des-
de la lógica de la abundancia, transformando de raíz los fundamentos económicos que le sustentan.
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3. Las cualidades de los activos intangibles:
El economista Baruch Lev, especialista en el análisis de activos intangibles, describe algunas de sus cualida-
des más destacadas a tener en cuenta a la hora de diseñar opciones de desarrollo sostenible basadas en
estos elementos. Además de su carácter infinito e inagotable, estos activos:
3.1 Incrementan su valor con su uso. Cuanto más “se usa” un conocimiento, una obra artística, un concepto o
afín, más valor adquiere. Al contrario de los recursos tangibles que pierden valor al ser utilizados. Esta cualidad es
coincidente con el proceso de conversión de los actos creativos en activos culturales con valor de cambio y se po-
tencian en los entornos digitales.
3.2 Su uso puede ser masivo y simultáneo. A diferencia de los activos tangibles que usualmente sólo pueden
ser utilizados por una sola persona en un momento determinado, los activos intangibles pueden ser utilizadas de
manera masiva y simultánea, ofreciendo enormes oportunidades para los modelos de negocios de las industrias
creativas y culturales. Esta cualidad pudo ser observada en la gran cantidad de conciertos, conferencias, semina-
rio, obras de teatro, presentaciones de danza, talleres y otros a través de Internet durante la pandemia, donde de-
cenas de personas participaron simultáneamente desde puntos remotos entre sí, creando condiciones innvoadoras
para los modelos de negocios en las industrias creativas.
3.5 Retornos crecientes: Los activos intangibles son acumulativos, como el conocimiento, ya que se basan en
ideas anteriores creando así cada vez más valor. A diferencia de los activos tangibles dado que, por ejemplo, las
máquinas se deterioran y deben ser reemplazadas. Este factor crea condiciones atractivas al diseñar los modelos
de negocios en este sector.
3.6 Efecto de redes: Las organizaciones dependen cada vez menos de la integración vertical y más de las redes
de colaboración de creadores, equipos de trabajo, proveedores, públicos y otros. Al incrementarse la cantidad de
participantes de las redes, los aprendizajes, colaboraciones y efectos positivos se multiplican a gran velocidad e
intensidad. Los activos intangibles se encuentra distribuidos tanto en la periferia como en el corazón de la red, te-
niendo impactos económicos beneficiosos también.
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4. Las industrias creativas y culturales: más que ecosistemas productivos
De acuerdo a S. Cunnignham (2007) la caracterización de las Industrias Creativas y Culturales como una
“industria” no sería totalmente adecuada, ya que considera al sector como un componente de los sistemas
de innovación de las economías, dinamizando múltiples sectores no necesariamente creativos.
Los actos de elección de consumo en este sector se rigen menos por factores tradicionales vinculados con la
demanda. Son las influencias mutuas que se ejercen los diversos actores, sobre todo a través de redes digi-
tales, móviles e interactivas las que inciden en la elección. A modo de efecto contagio, los pagos que realiza
un consumidor de la red pueden ser vistos como acciones que representan a otros miembros de la red.
Las redes se comportan así como mercados en sí mismos, generando a su vez mercados emergentes como
consecuencia de las dinámicas no comerciales y relacionales entre los miembros. Las redes sociales
(Youtube, Instagram, Twitter, Whatsapp, Tik Tok y otros) se transforman en entornos de circulación donde la
apropiación de la oferta cultural no tiene lugar, sino que es el ámbito donde se generan las interacciones que
darán lugar a los procesos comerciales, realizando la conversión de actos creativos en bienes culturales.
La fortaleza de las Industrias Creativas y Culturales reside entonces en que todas las etapas relacionadas
con la producción, distribución, entrega y consumo transcurren a través de redes sociales complejas. Los
niveles de confianza en el boca-en-boca, en las tendencias y en la reputación son mucho mayores que en
otras industrias. Son las múltiples retroalimentaciones de información que circulan a través de las redes so-
ciales sobre un bien, servicio, experiencia o contenido, las que generan la puesta en valor de los mismos.
Mucho más que las cualidades intrínsecas o los precios.
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Lo que la economía creativa nos enseña 2: tecnología Blockchain
De acuerdo a la especialista española Covadonga Fernández, esta tecnología está comenzando a transfor-
mar la relación de la industria con su entorno. Se trata de la “economía de la atención distribuida”, implicando
esto sobre todo, una distribución más equitativa de los beneficios entre las todas las partes intervinientes.
Blockchain cuenta con varios elementos diferenciadores que lo convierten en un instrumento muy adecuado
para los desafíos actuales y futuros en este sector. La actividad gira en torno a los denominados “tokens”
que se puede concebir como el nuevo dinero que se utiliza para el financiamiento y la creación de econo-
mías propias y de nuevos mercados por medio de los llamados “contratos inteligentes”. Bitcoin es probable-
mente el token que más fama posee.
Se plantea entonces, a través de esta tecnología, la posibilidad de que los autores y creativos, puedan recu-
perar el poder de gestión sobre sus obras al retomar control sobre el derecho de copia, diluido por acción de
internet. Dada la condición ya vista de costo marginal tendiente a cero y la posibilidad de reproducir hasta el
infinito una copia digital, por medio de Blockchain, los autores pueden recuperar el control sobre sus obras.
En las diversas ramas involucradas (música, periodismo, televisión, video, el mercado de arte y editorial y
otros) ya existen plataformas disponibles para realizar transacciones que estimulan el trabajo colaborativo, la
remuneración justa a cada participante de estos procesos, estimulando la democratización del acceso a la
inversión en obras de arte.
Blockchain puede redefinir el modo en que los trabajadores del sector son remunerados, al tratarse de una
plataforma que permite recibir dinero por sus creaciones y trabajo. Con la proliferación de plataformas como
Spotify o Youtube actuando como intermediarios entre los creadores/trabajadores del sector y los públicos,
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los creadores perciben pequeñas remuneraciones – si acaso reciben – y tienen poco o nada que decir acer-
ca de la circulación de sus obras o cómo son promovidas.
Por ejemplo, para recibir un centavo de pago, las obras deben tener un mínimo de 120 a 170 vistas en Spo-
tify. Los contratos de uso de las creaciones son sumamente complicados, por lo cual las personas terminan
haciéndolo gratuitamente o no lo hacen.
¿Por qué la tecnología Blockchain es tan relevante para las Industrias Creativas y Culturales?
Esta tecnología tiene la capacidad de incrementar la inclusión financiera, un aspecto poco desarrollado en
este sector, lo cual impactaría de manera positiva en la vida de muchas personas, en particular en las econo-
mías denominadas emergentes. Y esto ocurre debido a que es posible eliminar gran cantidad de intermedia-
rios en los procesos de distribución, comercialización y entrega de los bienes digitales. Las plataformas de
distribución tales como Spotify y otras han impactado en los modos de consumo de la música, al igual que
Netflix lo ha hecho para las producciones audiovisuales. Pero se ha creado así un nuevo nivel de intermedia-
ción entre los creadores y los usuarios.
A pesar de que se ha incrementado notoriamente el consumo de estos bienes, mejorando incluso ante la pi-
ratería por ser opciones sencillas y económicas, lo cierto es que son pocos los artistas que perciben ganan-
cias en concepto de regalías.
Las causas para esto son múltiples, y aquí es donde Blockchain ofrece soluciones realistas. Intervienen, en-
tre otros factores, el país de origen del artista, el género, el volumen y popularidad de los intérpretes, si se
trata de artistas emergentes o ya reconocidos y otros.
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trabajo creativo pueden ser vistas y validadas por todas las partes involucradas, incluyendo los ingresos ge-
nerados por la obra en cuestión. Esto permite ponderar de una manera más exacta el valor general que se
está produciendo, desde la plataforma de Blockchain.También permite transparentar quién es el propietario
del material creativo y quiénes son los demás derechohabientes.
Los recursos resultantes serán recibidos por el creativo gracias a los contratos inteligentes ya mencionados,
reemplazando así los engorrosos y poco eficientes contratos tradicionales y a los, muchas veces, innecesa-
rios intermediarios.
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Riesgos, desafíos y el futuro
Como toda innovación, Blockchain trae consigo dudas y preguntas que deberán ser respondidas sobre la
marcha por todos los involucrados. Algunos de los puntos a considerar son:
2) Promoción de artistas
Mientras que Blockchain ofrece un mayor poder de decisión de los creativos sobre sus obras y los ingresos
generados modificando la relación con los intermediarios, surgen preguntas respecto a si los creativos po-
drán promover sus trabajos sin la ayuda de los agentes tradicionales, ya sea editoriales o sellos. Podría ocu-
rrir que el “auto-marketing” pueda derivar en menos ingresos para los creativos.
Las plataformas de distribución que utilizan ya Blockchain como tecnología, buscan solucionar muchos de
los problemas y desafíos presentados aquí, aprovechando la convergencia de tecnologías innovadoras con
las características particulares de las Industrias Creativas y Culturales, generando oportunidades innovado-
ras para los diversos subsectores.
Como toda tecnología emergente, aún se debe recorrer un largo camino hasta alcanzar resultados óptimos y
de uso generalizado. Los ejemplos que se presentan a continuación dan cuenta de las tendencias actuales
en la materia y pueden servir de referencia para nuevos desarrollos.
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Viberate (https://www.viberate.com/ )
Viberate expone a los artistas ante los organizadores de eventos para su descubrimiento y contratación y
trabaja de manera colaborativa en la promoción y venta de entradas a los eventos.
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Se utilizan “contratos inteligentes” durante los procesos de negociación donde se incluyen los datos más re-
levantes tales como lugar y fecha de las presentaciones, detalles de organización, honorarios de los artistas,
requerimientos técnicos y de alojamiento y otros.
Una vez acordados los términos se elabora el “contrato inteligente” y culmina con un “sello de tiempo” y pu-
blicado en Blockchain. Cualquier modificación o alteración posterior anula el contrato original y es reemplaza-
do. A la hora de distribuir los ingresos, se utiliza una criptomoneda que elimina la necesidad de crear garan-
tías formalizadas por entidades centrales a través de Blockchain, haciendo la transacción confiable y trans-
parente según los términos acordados en el contrato inteligente.
Al momento de firmar el contrato, el productor transfiere la cantidad de tokens acordados que serán liberados
una vez que las condiciones de contrato se hayan cumplido, generalmente dentro de las 24 horas de finaliza-
do el evento. Cualquier disputa es procesada por un tribunal de expertos en la industria musical, que habrá
de dictar veredicto sobre las evidencias presentadas. Si no hay inconvenientes, pasadas las 24 horas, el
contrato “dispara” el pago automáticamente al monedero digital del músico, quien podrá utilizar la criptomo-
neda como crea más conveniente.
Junto a estos procesos, la plataforma ofrece múltiples servicios tanto para los músicos como para los pro-
ductores, generando beneficios compartidos además con los diversos públicos.
Kodakone: https://www.kodakone.com/
Dentro de la industria fotográfica actual los profesionales sólo logran cobrar el 20% de las tarifas de licencia,
debido a los costos prohibitivos de la administración manual. Se busca que a través de contratos inteligentes
y Blockchain se puedan monetizar el 80% restante.
Kodakone protege, monetiza y distribuye derechos autorales de imagen de manera protegida mediante la
tecnología Blockchain. Además de ofrecer servicios de protección autoral basados en inteligencia artificial,
big data, web crowling y Blockchain, Kodakone ofrece un rastreador web inteligente y una tecnología de re-
conocimiento de imágenes que permite a los titulares de derechos rastrear sus imágenes y las violaciones de
derechos, generando contratos retroactivos, buscando convertir a los infractores en clientes legales.
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Se trata de una plataforma de licencia, que junto con su token personalizado, es capaz de rastrear el uso,
aplicar derechos de autor y crear un mercado para todas las necesidades de los fotógrafos, los cuales ten-
drán más control sobre las licencias.
Para esto Kodakone ha creado su propia criptomoneda o token KodakCoin que le permite la liquidación ins-
tánea de de licencias implementando contratos inteligentes a gran escala. KodakOne ya ha sido registrado
en la Comisión de Bolsa de Valores (SEC) en los Estados Unidos utilizando un instrumento llamado Acuerdo
Simple para Tokens Futuros (SAFT) que regula la venta de estos tokens a inversores acreditados.
El sistema ofrece registro de imagen, gestión de derechos, contabilidad transparente y el mercado de la co-
munidad Kodak, para la compra, venta y reserva de servicios y productos relacionados.
SINGULARDTV :https://singulardtv.com/
Es uno de los pioneros en el uso de las critpomonedas y el Blockchain en las industrias creativas, habiendo
lanzado en 2016 uno de los primeros tokens exitosos, SNGLS, convirtiéndose en una plataforma pionera en
utilizar una moneda descentralizada. Desde entonces se han propuesto crear un sistema de entretenimiento
con estas condiciones.
Para ello, desarrollaron SingularX como un espacio de intercambio de tokens de persona a persona (Peer-
toPeer) basado en el protocolo de contratos inteligentes.
Bajo esta filosofía, en 2017 SingularDTV crea en Puerto Rico la Ligar de Artistas, para impulsar el arte inde-
pendiente en el Caribe a través del token LIGA, buscando recaudar 1 millón de dólares en criptomonedas.
Se trata de una plataforma para promover y ayudar a producir proyectos artísticos en ese país con la econo-
mía de las critpomonedas para descentralizar la industria musical, donde los sellos o productoras lucran con
el trabajo del artista dejando al creador sin recibir la recompensa que se merece. A través de la Liga de Artis-
tas los creadores podrán financiar, distribuir y monetizar su obra, traduciéndose en valor directo para los
creadores sin intervención de terceras partes.
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Tokit: https://tokit.io/
En el mundo centralizado legal, las estructuras de negocios son manejadas por corporaciones y grandes monopolios. En
el mundo de las criptomonedas la nueva estructura de negocios es un ecosistema “tokenizado”, es decir, descentraliza-
do. Esto permite a cada creador controlar sus derechos y sus ingresos dado que los tokens representan la propiedad
intelectual y son programados con características y funciones que le permiten al creador o artista gerenciar y controlar
sus derechos de propiedad intelectual, sus ingresos, sus regalías y recompensas.
Gracias al concepto de “Crowdsourcing”, se utiliza la potencia de las comunidades para generar fondos, obviando a los
intermediarios. A partir de crear campañas de mercadeo innovadoras, es posible llegar a seguidores de manera directa
y establecer nuevas audiencias.
En el sitio web https://tokit.io/ se encuentran los tutoriales para crear campañas y lanzarlas a fin de obtener fondos para los pro-
yectos creativos, con ejemplos y proyectos en curso.
http://www.mediachain.io/ El principio que domina esta plataforma se vincula con la dispersión existente en la información de
todo tipo, dificultando toda clase de procesos desde la correcta distribución de regalías e ingresos,
hasta, en el campo del patrimonio cultural, no poder integrar toda la información existente sobre
determinados objetos o contenidos históricos. Esta plataforma busca conectar a través de BLo-
ckchain la información dispersa en múltiples fuentes e integrarla dinámicamente, mejorando así
todos los procesos, desde financieros hasta patrimoniales.
https://lbry.com/ Es un protocolo que permite a cualquier persona construir aplicaciones que interactúan con conteni-
dos digitales. Los creadores pueden subir sus trabajos a la red LBRY (como BitTOrrent), ponerle un
precio por descarga (como iTunes), o entregarlo gratuitamente (como Youtube). Los trabajos a pu-
blicar pueden ser videos, audios, documentos o cualquier otro documento digital. LBRY es una alter-
nativa a sitios como YouTube, Instagram o Spotify que permiten subir contenidos a sus servidores
para su descarga. En determinados casos es posible monetizar estos contenidos. Esta plataforma
lleva a que creadores y usuarios puedan interactuar directamente.
https://www.flixxo.com/#/ Es una comunidad para la distribución de videos creada en Argentina que busca ser una alternativa
para Youtube, beneficiando a los creadores. Bajo el principio Peer-to-Peer (como Emule) los usuarios
pueden compartir parte de sus espacios de almacenamiento para crear una red descentralizada, a
cambio de consumir contenidos y también obtener beneficios económicos.
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Aportes del Blockchain a las Industrias Creativas y Culturales
• Permite crear nuevas formas de economía, facilitando la • Blockchain devuelve a los creadores el valor de derecho
puesta den marcha de mercados particulares y autóno- de copia que ha desaparecido con la capacidad de inter-
mos, generando comunidades colaborativas. net de difundir de manera ilimitada las creaciones. La
plataforma https://creaproject.io/crea-es/ registra y
• Los tokens representan una participación en la propie-
distibuye contenidos, certificando de manera imborrable
dad intelectual del autor. Es posible ganar dinero en ba-
la autoría y licencia de cualquier obra o creación.
se a la cotización de los productos desarrollados por el
autor. Se trata un nuevo concepto de cotización y una • Blockchain hace posible el cobro en tiempo real de los
nueva manera de vincular a los diversos actores de cada derechos autorales.
sector de las industrias creativas y culturales.
• Se crean las condiciones para que sean los creadores los
• Los tokens se utilizan para construir economías y merca- que determinen las condiciones para consumir sus pro-
dos propios. Los propietarios de tokens son de hecho ductos a través de contratos inteligentes. Así, es posible
accionistas. saber quién está reproduciendo su trabajo, dónde y la
cantidad de veces.
• Es posible realizar “micro-pagos” en una lógica similar a i
-Tunes que permitía la compra de una canción. Blo- • Establecer relaciones financieras directamente con los
ckchain permite pagos por fracciones de la moneda ofi- públicos es otra posibilidad que genera Blockchain, ya
cial utilizada (euros, pesos, dólares) para adquirir artícu- sea en el ámbito de la música, de la literatura, del cine,
los, reproducciones de videos, noticias, fotos, dibujos del periodismo y otros. De este modo es posible crear
alertas de noticias y otros. mercados propios estableciendo relaciones directas con
los públicos. Los creadores pueden lanzar tokens inte-
• Blockchain permite el financiamiento colectivo de pro-
grando sus derechos de autor y las condiciones de con-
yectos o Crowdfunding. Periodistas que trabajan juntos
sumo que también pueden ser comprados por inverso-
en una investigación pueden financiar sus proyectos
res.
mediante un financiamiento colectivo con tokens.
• Los fotógrafos pueden proteger sus obras con Blockchain
• En algunas plataformas los anunciantes que quieren dar
subiendo fotos a través de https://binded.com/ por
a conocer sus productos deben comprar contenidos a los
ejemplo, donde la plataforma crea una huella digital
creadores con tokens de la propia plataforma.
única que es guardada de manera permanente en la blo-
• Los contenidos de algunas plataformas se comparten de ckchain de bItcoin.
manera gratuita con medios tradicionales. Los autores
• La TV puede ser descentralizada tambi´´en ya que los
son remunerados de acuerdo al tráfico generado. Esta es
consumidores pueden financiar los programas deseados,
la propuesta de https://publiq.network/
contribuyendo a la producción y participando de los be-
• En los medios Blockchain los creadores construyen repu- neficios generados por la emisión. https://
tación de acuerdo a las calificaciones que les otorgan los singulardtv.com/ ya analizada se dedica a este tema.
usuarios.
• Videojuegos son tokenizados y utilizan estas monedas
• Economía del contenido. En las redes sociales descentra- para jugar o implicarse en el proceso de desarrollo de los
lizadas los contenidos se pueden monetizar, convirtien- videojuegos, participando en su producción. Los diseña-
do a las redes sociales en economías sociales donde se dores reciben sus honorarios al momento que los juga-
premia la atención de los usuarios, remunerando cada dores hacen sus pagos.
vez que crean o interacúan con los contenidos.
Fuente: https://www.criptonoticias.com/educacion/40-
• Las empresas periodísticas y de producción internaciona- novedades-blockchain-tokeneconomia-industrias-
les serán descentralizadas y digitales, sin importar dónde culturales-creativas/
residan los trabajadores y se les abonará en criptodivi-
sas.
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A modo de epílogo (por el tiempo que sea válido…)
Estamos atravesando un período de la humanidad caracterizado
por cambios profundos que marcan la llegada de una transforma-
ción civilizatoria irreversible y de consecuencias aún impredecibles.
La pandemia ha catalizado y acelerado los tiempos, impulsando ha-
cia un futuro aún incierto a nuestras generaciones. El proceso de
digitalización del arcaico sistema educativo ocurrió de manera com-
pulsiva y repentina. Y los hábitos de consumo de las producciones
culturales y artísticas también se modificaron digitalizando la esce-
na cultural, creando nuevas formas expresivas, de distribución y de colaboración en un proceso de aprendizaje inusita-
damente veloz.
Frente a nosotros tenemos sólo incertidumbre. El mismo escenario que observan los auténticos innovadores cuando se
lanzan a crear nuevas opciones que transformarán para siempre lo conocido.
Innovar es liderar hacia lo desconocido.
A pesar de lo incierto del futuro inmediato, es posible identificar señales y “conectar los puntos” para la creación de
narrativas que nos aporten serenidad y confianza en que un mundo mejor amanecerá muy pronto, una vez pasada la
tragedia.
Y es en esta lectura de la turbulenta realidad que hemos visto crecer con fuerza conceptos innovadores como econo-
mía creativa o sus sucedáneos, las industrias creativas y culturales. Al igual que un animalito recién nacido, estas
“industrias” se encontraban en pleno proceso de reconocerse y aprender de sus propias fortalezas, cuando el peso im-
placable del Corona virus le cayó encima.
Tiempo de reflexión entonces y de salir a la búsqueda de las señales que nos orienten el rumbo.
En este trabajo se han compilado diversas de estas “señales”, partiendo del confinamiento que la cultura ha recibido
durante más de trescientos años para finalmente poder integrar una trilogía hasta ahora inconexa: cultura, economía y
tecnología.
La naturaleza intangible de los activos culturales y creativos encuentran su resonancia en los nuevos modelos de acción
económicos que también basan sus desarrollos en los mismos activos intangibles: la creatividad, el conocimiento, la
cultura, la información y las relaciones entre humanos.
La potencia desarrollada por la tecnología, que ya permite el procesamiento a velocidades supersónicas de datos, hace
también posible la creación de nuevos usos de dichas tecnologías, creando a su vez nuevas formas de economía, cada
vez más cercanas al ser y sentir de la cultura.
El autor espera que este material sirva de inspiración y de permanente búsqueda de nuevas señales que nos permitan
construir certidumbre en la incertidumbre reinante.
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Referencias:
Cunningham, S. (2007). A new economics for creative industries and development. WIPO, International conference on intellectual
property and the creative industries
Diment, K., Yu, P., Garrety, K. (2012). Complex Adaptive Systems as a Model for Evaluating Organisational : Change
Caused by the Introduction of Health Information System. Health InformatICCs Research Lab, Faculty of InformatICCs,
University of Wollongong, School of Management, University of Wollongong, NSW. uow.edu.au.
Hagoort, G.; (2007); Cultural Entrepreneurship. On the freedom to create arte and the freedom of enterprise, Inaugural Lecture,
June 6; University of Utrecht.
Kloudova, J., Chwaszcz, O.; (2014); The analysis of the creative industry linked in connection with the economic development. E & M
Economie a Management, 17 (1), pp. 32 - 42.
Potts, J, and Cunningham, S. (2007) ‘Four Models of the Creative Industries’, CCI working paper, QUT.
30
Sobre el autor
Gerardo Neugovsen es doctorando por la Universidad ESEADE de Buenos Aires, Argentina. Ha completado su
maestría en Management de Medios y Artes en la Open University de Londres junto a la Universidad HKU de
Holanda.
Con más de 35 años dedicados a la investigación, consultoría y formación de gestores culturales, emprende-
dores de las industrias creativas y culturales y funcionarios públicos de diversos países latinoamericanos, se
ha especializado en los aspectos formativos y de diseño organizacional de ONGs, emprendimientos e institu-
ciones públicas.
Su consultora Tikal Ideas Innovadoras fue creada en el año 1999 en Mendoza, Argentina y ha mantenido una
actividad permanente en su paso por diversos países latinoamericanos, europeos y africanos. Se especializa
en la prestación de servicios de consultoría para organismos públicos, internacionales, empresas, mipymes y
ONGs en el campo de la gestión de la cultura, de las industrias creativas y culturales y de la innovación.
Datos de contacto:
Whatsapp: +507-981-1393
Email: admin@tikalideas.org
Sitio web: tikalideas.org
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