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Psicología desde el Caribe

ISSN: 0123-417X
psicaribe@uninorte.edu.co
Universidad del Norte
Colombia

De la Peña Leiva, Adriana Angélica


Una perspectiva crítica de las prácticas psicosociales en violencia de género: caso
Barranquilla
Psicología desde el Caribe, vol. 32, núm. 2, mayo-agosto, 2015, pp. 327-342
Universidad del Norte
Barranquilla, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21341030010

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psicología desde el caribe
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Vol. 32, n.° 2, mayo-agosto 2015

Una perspectiva crítica de las prácticas


psicosociales en violencia de género: caso
Barranquilla
A critical perspective of psychosocial practices in
gender violence: case Barranquilla

Adriana Angélica De la Peña Leiva*

Resumen

Se aborda la problemática de la violencia contra la mujer, considerada por la OMS como un


problema de salud pública frente al cual las ciencias sociales y humanas deben dar respuestas,
en su comprensión e intervención, a fin de erradicarla, tal como lo propone el tercer Obje-
tivo del Milenio. Desde un estudio de casos de corte analítico, se abordan ocho programas
de intervención psicosocial en violencia de género (VBG) implementados en la ciudad de
Barranquilla, Colombia, cuya comparación permite establecer cómo operan estos progra-
mas, para finalmente brindar una serie de propuestas a tener en cuenta frente al ejercicio
de intervención en esta problemática. Los resultados resaltan a la mujer como la principal
usuaria en los programas; y al taller como la técnica de intervención más implementada.
Los contenidos se estructuran en torno a la mujer y defensa de sus derechos, la violencia de
pareja e intrafamiliar y el empoderamiento femenino.
Palabras clave: violencia de género, violencia intrafamiliar, intervención psicosocial, pro-
gramas de intervención.

* Universidad de la Costa, Barranquilla (Colombia).


Correspondencia: Universidad de la Costa- Facultad de Psicología. Calle 58 Nº 55-66, Bloque 3. Barranquilla (Co-
lombia). adelapena@cuc.edu.co
328 Adriana Angélica De la Peña Leiva

Abstract

The problem of violence against women is approached, which is considered by the World
Health Organization a public health issue in the face of which social and human sciences
should give answers in their understanding and intervention in order to eradicate it, as the
third objective of the Millennium proposes. From an analytic case study, a total of eight
programs of psychosocial intervention in gender violence GV are approached - implemented
in the city of Barranquilla, Colombia- which when compared permits to establish how they
operate, to finally provide a series of proposals to be taken into account towards the exercise
of intervention in this issue. The results highlight women as the main user in the programs;
and the workshop as the most widely deployed technical intervention. The contents are
structured around women and defend their rights, intimate partner violence and domestic
violence and women empowerment.
Keywords: gender violence, domestic violence, psychosocial intervention, intervention
programs.

INTRODUCCIÓN diferencias culturales, muestra la cruda realidad


que, por modelos patriarcales y dinámicas de
Para este artículo se entenderá la violencia de poder, viven las mujeres dentro de sus hogares,
género (VBG) como “cualquier acción o con- considerados como no seguros, pues en ellos
ducta, basada en su género, que cause muerte, “corren mayores riesgos de experimentar la
daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico violencia en sus relaciones íntimas que en cual-
a la mujer, tanto en el ámbito público como en quier otro lugar” (OMS, 2005, p. VII). Se trata
el privado” (Departamento de Derecho Inter- de un aspecto tan generalizado que termina por
nacional, Organización de los Estados America- ser “normalizado” (Blanco et al., 2004; Gracia,
nos —OEA—, 1994, p. 1). Este tipo de violencia 2002; Romero, 2004; Fríes & Hurtado, 2010;
asimétrica y permanente (Boira, Carbajosa & Romero, 2010), engrosando así las estadísti-
Marcuello, 2013) es indiferente a exclusiones cas en violencia física moderada que señalan
categoriales sobre raza, edad, afiliación política, cómo entre el 10 y el 20 % de las mujeres había
credo, ubicación geográfica o nivel educativo y recibido puñetazos por parte de la pareja, pre-
socioeconómico (Organización Panamericana sentándose el extremo más alto en el entorno
de la Salud —OPS—, 2002; Blanco, Ruiz-Jarabo, provincial de Perú, donde el 52 % había recibido
García de Vinuesa & Martín-García, 2004); bofetadas, y el 42 %, puñetazos. Allí mismo, un
afecta a niñas, adolescentes y mujeres, en un 49 % había sido víctima de violencia física grave
ejercicio de control y poder que las somete (ser golpeada con el pie, arrastrada o amenazada
por la condición que su género ha cargado con un arma, o la utilización de un arma contra
históricamente dentro de su contexto familiar, la mujer). Japón registró los extremos inferiores,
comunitario o de conflicto armado. bofetadas: 9 %; puñetazos: 2 % y violencia gra-
ve: 4 %. Por otra parte, entre el 6 % en Japón,
El estudio multipaís de la Organización Mun- Serbia y Montenegro, y el 59 % en Etiopía, las
dial de la Salud (OMS, 2005), realizado con mujeres señalaron haber sido abusadas sexual-
24 000 mujeres residentes en 15 entornos con mente por su pareja.

Fecha de recepción: 18 de junio de 2014


Fecha de aceptación: 3 de octubre de 2014
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En Colombia, el informe Forensis (Instituto Terreros, 2010). Estos programas de interven-


Nacional de Medicina Legal y Ciencias Foren- ción psicosocial —“procesos intencionalmen-
ses, 2010), destaca que entre los años 2004 a te diseñados (planificados metódicamente y
2008, 6603 mujeres fueron víctimas de homici- ejecutados con precisión) para influir sobre el
dio; 238 fueron asesinadas como producto de la bienestar (en los niveles personales, relacionales
violencia económica; 437, por violencia intrafa- y comunitarios) de la población por medio de
miliar; 694, por violencia sociopolítica; 811, por cambios en valores, políticas, programas, dis-
violencia impulsiva (venganzas, riñas y delitos tribución de recursos, diferenciales de poder
sexuales). De ellas, el 30,8 % murió en sus pro- y normas culturales” (Nelson & Prilleltensky,
pias viviendas. En el 71,6 % de los casos en los 2005, p. 163-164, citado en Blanco & Rodríguez,
que el agresor era un familiar, este corresponde 2007, p. 30)— responden, en conjunto, a una
a su pareja o expareja. 2623 mujeres mayores de asistencia, promoción y prevención que busca
60 años fueron maltratadas, siendo el hogar el proteger el bienestar integral de la mujer.
escenario más recurrente, equivalente al 85 %.
El maltrato infantil comprometió a las niñas En Barranquilla, diversas entidades oficiales y
en el 52,9 % de los casos de maltrato reporta- privadas desarrollan programas contra la VBG;
dos. Los principales agresores fueron figuras sin embargo, es poca la información socializada
paternas y/o masculinas —padres, padrastros, con relación a cómo operan y a los impactos ob-
hermanos, abuelos, primos, cuñados—. tenidos. Como la intervención en VBG amerita ser
evaluada en sus procedimientos para erradicarla
El impacto de la VBG en la salud de la mujer (Boira et al., 2013), se hace necesario, inicialmente,
compromete infecciones de transmisión sexual, comparar desde una perspectiva crítica los pro-
VIH, embarazos no deseados, abortos, hijos con gramas implementados en los últimos diez años
bajo peso al nacer, problemas ginecológicos, en Barranquilla, a fin de establecer tendencias
flujo vaginal, dolor pélvico crónico y trastornos generales y características diferenciales sobre las
del tracto digestivo (Morrison, Ellsberg & Bott, cuales puedan elaborarse nuevas propuestas de
2005), además de baja autoestima (Labrador, intervención, objeto de ser del presente estudio.
Fernández-Velasco & Rincón, 2010), dificultad
para rendir laboralmente, tener un trabajo, cur- MÉTODO
sar estudios, cuidar a sus hijos y así mismas (OPS,
2002); depresión, estrés postraumático, suicidio, Diseño
consumo de alcohol y de drogas (OMS, 2001); y,
como es evidente, lesiones físicas producto de La investigación correspondió a un estudio de
golpes y heridas, e incluso la muerte. caso de corte analítico sintético, con enfoque
cualitativo, bajo el paradigma crítico-social. Cabe
En la lucha contra la VBG se desarrollan progra- anotar que la investigación es crítico-social por-
mas de intervención que, inicialmente, convo- que busca la comprensión de la realidad social y,
can a mujeres violentadas, y en los últimos años, a partir de su análisis crítico, plantea ejes de ac-
tras un creciente interés investigativo sobre los ción orientados a la transformación de la misma,
hombres que violentan a la pareja (Boira et al., apoyándose en la crítica ideológica, esto es, que
2013), promueven la rehabilitación en hombres procura un análisis de la realidad, una reflexión
condenados o en suspensión de condena (Arce crítica y autocrítica para mejorar la calidad de vida
& Fariña, 2010; Expósito & Ruiz, 2010; Lila, y contribuir al cambio social (Arnal, Del Rincón
Catalá, Conchell, García, Lorenzo, Pedrón & & Antonio, 1992; Mardones, 1991).

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Complementariamente, asume una metodología 2. Preguntas del estudio de caso


de estudio de caso, dado que aborda de forma
detallada cada uno los programas que las ins- Se concretan las preguntas orientadoras: ¿exis-
tituciones participantes poseen en violencia de ten en Barranquilla programas de intervención
género como unidad de análisis (Stake, 1994). en violencia de género? En caso afirmativo, a)
¿desde qué enfoque realizan la intervención? b)
Para efectos de garantizar objetividad, fiabilidad ¿Son interdisciplinarios, participan psicólogos?
y validez en la información, se siguió el “proto- c) ¿Hacia dónde estiman sus objetivos de inter-
colo de estudio de caso” de Yin (1989, citado vención? d) ¿Cómo funcionan estos programas?
en Martínez, 2006), a saber: e) ¿Cuáles son sus resultados? En síntesis, se
buscó establecer cómo operan estos programas
1. Semblanza del estudio de caso sobre VBG en la ciudad de Barranquilla.

En este aparte se elaboraron los antecedentes 3. Procedimiento a ser realizado


del proyecto, las proposiciones teóricas por
confirmar, se revisó la literatura pertinente y se Para el procedimiento metodológico de la in-
establecieron los tópicos a investigar. vestigación, se siguieron los pasos propuestos
por Shaw (1999) en el esquema de la figura 1.

Planteamiento del problema, preguntas de investigación y objetivos

Revisión de la literatura y formulación de proposiciones

Principio de
triangulación Obtención
de datos:
entrevista
semiestructurada,
revisión documental y
observación directa en internet.

Transcripción de los datos: transcripción de entrevistas


y diligenciamiento de guías de revisión documental y observación
directa en internet.

Análisis global: constante comparación de la literatura


con los datos obtenidos para la codificación de los mismos.

Análisis profundo: comparación sustantiva de los resultados


con los conceptos de la literatura.

Conclusiones generales e implicaciones de la investigación.

Fuente: Adaptado de Martínez (2006), con base en Shaw (1999, p. 65).

Figura 1. Procedimiento metodológico de la investigación

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4. Guía del reporte del estudio de caso de la realidad local, por una parte, y por otra, se
comparte la propuesta de algunos autores como
a) Selección de la muestra Eisenhardt (1989), quien propone trabajar con
un rango de entre cuatro y diez casos.
Para el presente estudio, se elaboró un listado de
instituciones cuya razón social sugería la realiza- b) Definición de las unidades de análisis
ción de proyectos de intervención psicosocial
en VBG. Se estableció contacto telefónico y por Se abordaron ocho unidades de análisis corres-
correo electrónico, obteniendo así información pondientes a los programas de intervención
sobre el quehacer institucional que posibilitaba psicosocial dirigidos a mujeres víctimas de VBG
identificar las instituciones de interés para esta identificados en los últimos diez años, los cuales
investigación. se encuentran localizados en cinco instituciones
en la ciudad de Barranquilla, al norte de Colombia.
Inicialmente se identificó una base de 130 ins-
tituciones con objetos sociales orientados a la c) Recolección de la información
atención de la familia, la mujer y la violencia.
Después de establecer los contactos telefóni- Este proceso se apoyó en las técnicas de entre-
cos y electrónicos, solamente se identificaron vista semiestructurada, revisión documental y
17 instituciones con programas vigentes de observación directa en internet; y en los instru-
intervención psicosocial en VBG. Finalmente, mentos: guión de entrevista semiestructurada;
se contó con la participación autorizada de guía de revisión de documentos en físico y
cinco instituciones, en las cuales se identificaron guía de observación de páginas web de las
los ocho casos de programas de intervención instituciones y programas participantes. Los
psicosocial en violencia de género, objeto del instrumentos fueron presentados a evaluación
presente estudio. de expertos y expertas en VBG que dieron, pos-
terior a la retroalimentación y consenso con los
Las instituciones participantes, en su mayoría, jueces y juezas, las modificaciones sustanciales
fueron enfáticas en la necesidad de mantener para seguir con el proceso investigativo.
la confidencialidad de su identificación y, en tal
sentido, se hizo explícito el procedimiento de Teniendo en cuenta que la entrevista de investi-
descripción detallada del propósito del estudio, gación social es un “vehículo útil para reconstruir
sus alcances y restricciones, convocándoles a acciones pasadas, enfoques biográficos, archivos
hacer parte del mismo. En este orden de ideas, orales y análisis retrospectivo de la acción” (Del-
las cinco instituciones son representadas para gado & Gutiérrez, 1998, p. 228), se diseña, para el
efecto del presente artículo como Instituciones abordaje cualitativo del análisis de los programas,
A, B, C, D y E; por consiguiente, las unidades el guion de entrevista semiestructurada titulado
de análisis han sido denominadas A1, A2, A3, “Caracterización de los programas de interven-
B1, B2, C1, D1 y E1. Lo anterior, como evi- ción psicosocial en violencia de género”. Esta
dencia del aseguramiento de la confidencialidad entrevista se aplicó a los coordinadores de cada
solicitada (ver tabla 1). uno de los ocho programas, con una duración
promedio de una hora y media. En términos de
Se consideró que estudiar las ocho unidades de su estructura general, la entrevista se configuró
análisis era viable para desarrollar esta investiga- con los siguientes componentes: a) solicitud
ción, por cuanto los casos son representativos del consentimiento institucional con reserva de

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confidencialidad; b) naturaleza del programa; funcionan los programas, recogiéndose la


c) caracterización del programa; d) estadísticas información en el contexto en el cual ocurre
y evaluaciones de impacto y e) observaciones. el fenómeno social naturalmente (Shaw, 1999).
Estos aspectos fueron entendidos, de manera Cada una de las entrevistas es grabada, con el
general, como códigos preestablecidos para el permiso previo del participante, para posterior-
análisis de la información. mente ser transcrita y analizada, junto con las
notas u observaciones tomadas en estos trabajos
En el caso específico de contenido en internet, de campo, las guías de revisión y observación
en el proceso de observación se hizo remi- directa en internet. Las cinco instituciones son
sión a los sitios web sugeridos por las mismas visitadas en tres ocasiones: además de las entre-
instituciones, como espacios que brindaban vistas, se recopila material impreso, documentos
información de interés para dar respuesta a los y portafolios que permitan información sobre la
puntos anteriormente señalados. operacionalización de los programas-unidades
de análisis de casos.
Las entrevistas son realizadas en las instalacio-
nes físicas de las mismas instituciones donde

Tabla 1. Instituciones y proyectos que hacen parte del estudio

INSTITUCIÓN CASO PROGRAMA ANTIGÜEDAD

A1 Promoción de la convivencia 2 años


Intervención psicosocial a víctimas de violencia
A2 1 año
A sociopolítica
Red para el empoderamiento político y social de las
A3 1 año
mujeres afrocaribes
B1 Mujeres a Toda Costa 1 año
B 2 fases de 5
B2 Proyecto Mujeres sin Maltrato: nueva ciudadanía
meses desde 2009
C C1 Atención Integral a las Víctimas de Violencia sexual 3 años y medio

D D1 Programa Mujer y Género 10 años

E E1 Programa Mujeres: escuela para la vida 1 año y medio


Fuente: Elaboración propia

d) Análisis de la información instituciones, donde se consigna información


sobre los programas de intervención en VBG.
Se trascriben las entrevistas grabadas, se leen y
analizan junto con las notas de campo y guías de Con miras a generar una comprensión del pro-
revisión de documentos físicos: folletos, revistas blema de investigación desde una lógica induc-
institucionales e informes breves y las guías de tiva y cumplir con el principio de triangulación
observación directa de las páginas web de las (Yin, 1989, citado en Martínez, 2006), se toma-
ron, de cada instrumento, los datos de relevancia

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y pertinencia con los códigos preestablecidos, pudiese generar expectativas de mayor alcance y
dando paso a la inclusión en las categorías que cobertura, cuando en la realidad están delimita-
emergieron (Marshall & Rossman, 1995, citado dos, tanto en los servicios como en los recursos
en Martínez, 2006). Estas se consignan en ma- para su operacionalización.
trices, permitiendo la comparación entre una y
otra unidad de análisis —programa de interven- Objetivos. A nivel general, responden a una pre-
ción en VBG—, para posteriormente concluir vención secundaria y terciaria; este alcance es
aspectos relacionados con las categorías finales pertinente con el consenso realizado por exper-
que se establecen: naturaleza de los programas, tos en VBG, quienes encuentran en la preven-
objetivos, metodologías, población beneficiaria, ción la mejor estrategia para intervenirla, e in-
financiación, recurso humano interventor e cluso erradicarla (Gondolf, 2012; World Health
impacto y resultados. Organization —WHO—, 2002). La prevención
se acompaña, así, de estrategias de promoción
RESULTADOS evidenciadas en capacitar mujeres en derechos
humanos, con énfasis en género, educación no
Se logra tener acceso a ocho programas en cinco sexista, violencia y manejo de conflictos; en los
instituciones (ver tabla 1), de las cuales cuatro marcos legales contra la violencia; en el desa-
son organizaciones no gubernamentales y una rrollo de competencias sociales para la vida; en
hace parte del gobierno distrital. Con base en la oferta de espacios para participar en política
las categorías que emergieron en el ejercicio pública, como además en la orientación psico-
de lectura y relectura de las transcripciones de lógica, médica, jurídica y el acompañamiento
los instrumentos utilizados, se puede señalar en la ruta de atención a mujeres violentadas.
lo siguiente: Algunos programas ofrecen apoyo económico
para transporte y asesorías (instaurar procesos
Naturaleza de los programas. Los títulos de los de denuncias), así como apoyo organizacional a
proyectos responden en su gran mayoría —siete otras instituciones y/o programas (ver tabla 3).
casos— a diversas formas de violencia de género;
convocan a una mujer que amerita empodera- Metodología. Se concentra en la técnica del ta-
miento para la vida, participación política y que es ller, además de espacios de reflexión, memoria
violentada sexualmente. Temas, todos, que retan histórica, diálogos tripartitos, mesas de trabajo,
a las ciencias sociales, pues como bien señalan conversatorios, sesiones itinerantes, puestas en
Blanco & Valera (2007), es idea capital de su escenas con actores y plenarias. El servicio o
praxis el buscar la fuente de los problemas que asistencia psicológica se lleva acabo de forma
resten bienestar a la gente. En este orden de ideas, individual y grupal, y se realiza desde orienta-
desarrollar programas que permitan a la mujer ción psicosocial hasta psicoterapia breve.
su inclusión social en los procesos y escenarios
que fortalezcan su desarrollo y el cumplimiento Las intervenciones en formato grupal se hacen
de sus derechos es una acción que en la última con microgrupos, esto es, con no más de 25
década se ha visto más comprometida, pues la participantes; sin embargo, algunas capaci-
violencia de género constituye en la actualidad taciones eran masivas, con 400 personas por
“un problema social de primera magnitud” (Ruiz sesión de trabajo. La participación en espacios
& Expósito, 2008, p. 81). Ahora bien, es preciso de agenda pública se hace a través de mesas
señalar que los títulos dados a los proyectos de trabajo, discusiones amplias, socializaciones
son enunciados de forma abierta, amplia; esto con líderes comunitarios y entrevistas en radio

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y televisión; igualmente, se abordan ámbitos legislativos para, además de sancionar al victi-


académicos y universitarios, fortaleciendo líneas mario, tratarlo. De esta manera, existen varia-
de investigación y replicando la vocería sobre dos programas de intervención para hombres
la Ley 1257 de 2008. La capacitación se hace agresores en el contexto familiar, cuya eficacia
sobre los siguientes ejes temáticos: educación ha sido evaluada y constatada (Subirana-Malaret
no sexista y antidiscriminatoria, valores, dere- & Andrés-Pueyo, 2013).
chos humanos, crecimiento personal, familiar
y comunitario; género, salud sexual y proyecto Financiación y convenios. Las instituciones que
de vida, autoestima, Ley 1257, resolución de desarrollan los programas estudiados poseen
conflictos, medio ambiente, participación co- convenios con diferentes entidades públicas y
munitaria, perdón, resiliencia y emprendimien- privadas que financian, en su mayoría, la eje-
to. Es innegable que este tipo de formaciones cución de los mismos. En este orden de ideas,
y apuestas de participación social responden al sobresalen: alcaldías distritales, alcaldías locales,
interés de hacer “competentes y positivos a los organizaciones no gubernamentales, juntas de
grupos, a las organizaciones, a las comunidades acción comunal, juntas administradoras locales,
y a las instituciones garantizando a su través la escuelas distritales, cooperativas, Programa
libertad para el bienestar” (Blanco & Rodríguez, Nacional Mujeres y Violencia, Cladem, Unifem,
2007, p. 22). Sena, Actuar y un grupo de artistas plásticas
locales.
Beneficiarios. Aunque algunos programas no son
pensados exclusivamente para la mujer, su par- Recurso humano interventor. Está formado por mul-
ticipación en los casos estudiados se aproxima tiplicadoras psicosociales, terapeutas populares,
al 95 %, según estiman los funcionarios entre- licenciadas en ciencias sociales, trabajadoras
vistados. Las personas participantes son, en su sociales, psicólogos clínicos y sociales, abogadas,
mayoría, del suroccidente de la ciudad, cuyas asesores en educación con énfasis en ciencias
comunidades son de nivel socioeconómico sociales y administradores de empresas. Si bien
bajo, con carencias en la satisfacción de necesi- una mayoría de los integrantes de los equipos
dades básicas, bajo nivel educativo y dedicadas interventores han recibido capacitaciones en el
al trabajo informal. En algunos programas se enfoque de derechos humanos y género, como
trabaja con víctimas de conflicto armado, ma- además en el diligenciamiento de los protocolos
sacres y desplazamiento forzado. Frente a esto de atención, son escasos los profesionales titula-
último hay mucho por construir y aportar, pues dos con estudio formal en género e intervención
el momento histórico que atraviesa Colombia psicosocial; desde un apoyo estadístico, se podría
visiona el posconflicto. El papel que ha tenido estimar en no más de un 20 %. En dos programas
la mujer en el conflicto armado del país ha de VBG, la participación de psicólogos sociales se
sido doloroso (Fiscó, 2005; Wilches 2010) y se concreta en la participación en fases de diseño y
anhela, entonces, que la mujer tenga un papel operativas; esto es, no están de forma constante
protagónico como mediadora de procesos de acompañando los procesos. En el resto de pro-
convivencia social en el futuro cercano, que gramas no hay psicólogos sociales como parte del
reparen, de alguna manera, el trauma anclado. equipo interdisciplinario. Los psicólogos clínicos
hacen presencia mínima. Sólo en un programa
Si bien la tendencia para afrontar la VBG ha sido hay convenio con una institución que envía a dos
asistir a la víctima, muchos países, como es el psicólogos clínicos de forma esporádica, quienes
caso de España, han implementado cambios realizan orientaciones grupales y atención a casos

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individuales. En otro programa, una psicóloga cumentos sobre logros; se entendió que, por un
aporta voluntariamente, una vez a la semana, un lado, no había informes consolidados de forma
espacio para orientación individual (ver tabla 2). rigurosa, y por otro, eran confidenciales. Entre
los logros percibidos por los coordinadores de
Tabla 2. Recurso humano interventor los programas, en la vida de las mujeres que
han participado como beneficiarias en algunos
CASO Recursos humanos proyectos, se pueden citar: pérdida del miedo
Multiplicadoras psicosociales, a hablar sobre sus historias de vida; reconocer
A1
terapeutas populares, lic. en la violencia y denunciarla; ser apoyo para otras
Ciencias Sociales, trabajadora social mujeres; motivación para participar en grupos
y psicólogo social.
organizados (redes), en mesas de trabajo con el
Psicólogos clínicos de la Fundación
A2 gobierno y en la creación de políticas públicas.
AVRE.
Lic. en Ciencias Sociales, Además, el reconocimiento hacia el trabajo de
A3
trabajadora social y psicólogo social.
las fundaciones e instituciones por parte de
Trabajadora social, psicóloga social, las comunidades beneficiarias, la credibilidad
B1 abogada, personal especializado avalada por las mujeres, la visibilización del
formado en género. feminicidio y de la violencia de género, y la
B2 Trabajadora social. participación en radio y televisión que permite
socializar esta problemática e invita a romper
Asesor en educación con énfasis en
su silencio son referenciados como indicadores
Ciencias Sociales y personal técnico
C1 que ha recibido capacitación para el
del alcance de objetivos; aunado a otros, como
diligenciamiento de los protocolos de identificar y orientar casos de violencia contra
atención. mujeres de la tercera edad, ganar credibilidad de
la gente en entidades del Estado y sensibilizar
Profesionales del área ambiental y a hombres que no reconocían los derechos de
en DDHH. Voluntariado: psicóloga
D1
clínica, abogados y trabajadoras
las mujeres.
sociales.
Se identifica, también, el apoyar la consideración
Psicólogos, equipo interdisciplinario del enfoque diferencial obligatorio por parte
E1 del Sena y Actuar, líderes del Estado, aportando en la construcción de
comunitarios y actores de teatro. políticas públicas. Las mujeres aprenden sobre
Fuente: elaboración propia derechos humanos, mecanismos de defensa,
cómo desarrollar una tutela y derechos de
Impacto y resultados. En las entrevistas y en la re- petición. En las entrevistas se señala: “antes
visión de documentos no se registran estudios las mujeres buscaban abogados (para redactar
de impacto; los discursos verbales dan cuenta tutelas) y ahora las tramitan ellas”; “Conocen
de logros alcanzados y en algunos casos hablan la ley, se convierten en mujeres empoderadas,
de análisis de resultados, a partir de los cuales que llegaban con baja autoestima y dependencia
modifican y fortalecen el desarrollo de sus pro- económica y hoy toman la decisión de separarse
gramas. Las instituciones toman estos logros y salir adelante”.
para evaluar sus procesos y mejorarlos. Cabe
anotar que no se pudo tener acceso a estos do- Con relación a la intervención psicosocial pro-
piamente dicha, se encuentran vacíos al carecer

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de protocolos de atención, de metodologías logros aislados, sin un marco que brinde mayor
precisas para poder visibilizar los logros que, si objetividad y permita establecer comparaciones
bien generan una gran expectativa al leerse, no entre un proceso y otro, con base en los con-
referencian mediciones que permitan acercarse textos y el perfil de los participantes.
a una evaluación del impacto, quedando como

Tabla 3. Caracterización de los programas de intervención en VBG

CASO OBJETIVO METODOLOGÍA BENEFICIARIOS

Víctimas del
Brindar atención psicosocial. Espacios de reflexión.
conflicto armado
A1 Apoyo organizacional. Talleres de memoria histórica.
y violencia
Capacitar en DDHH. Diálogos tripartitos.
sociopolítica.
Brindar espacio terapéutico, apoyo
Grupo de 12
económico y Orientación individual.
A2 personas, 90 %
acompañamiento en procesos de Psicoterapia grupal.
mujeres.
denuncias y reparaciones.
Fomentar el reconocimiento de la mujer
Más de trescientas
como sujeto de derechos e incidir en Talleres participativos.
mujeres en los
A3 la formulación e implementación de Mesas de trabajo.
departamentos de
políticas públicas. Asumir identidad Capacitaciones.
Atlántico y Bolívar.
como mujeres negras.
Recaudar fondos para transporte y
Venta de libretas y camisetas con
B1 varios en la ruta de atención a la mujer 12 mujeres.
grabados de mujeres artistas.
violentada.
Mujeres de base y
Talleres de prevención.
B2 Intervenir psicosocialmente. jóvenes.
Orientación psicológica.
1200 personas.
Usuarias de la
Consulta externa: identificación institución que
Brindar servicio psicológico, médico y de casos de violencia consultan por VBG
C1
jurídico a víctimas de violencia sexual. intrafamiliar, derivación (CAIVAS) o por problemas de
y atención respectiva. salud relacionados
con la VBG.
Talleres, conversatorios, mesas
Capacitar en DDHH con énfasis en de trabajo.
género. Redes académicas y
Mujeres que
Orientación ruta de atención a la universitarias en líneas de
pertenecen a la red
D1 violencia. investigación. Vocería sobre la
y otras que asisten
Asesoría psicológica y jurídica a la Ley 1257 de 2008.
de forma ocasional.
mujer violentada. Coparticipación en la
Participación en agenda pública. construcción de políticas
públicas.
Sesiones itinerantes, talleres,
8000 mujeres
puestas en escenas con actores
(a veces asisten
y plenarias.
400 personas por
Desarrollar competencias sociales. Apoyo en capital de semillas en
escuela/sesión).
E1 Desarrollar emprendimiento e especie para impulsar negocios.
366 mujeres de
independencia económica. Capacitación en emprendimiento,
diferentes barrios
creación de fondos de incentivos,
recibieron apoyo en
acompañamiento para los
especie.
proyectos.
Fuente: Elaboración propia

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Una perspectiva crítica de las prácticas psicosociales en violencia de género: caso Barranquilla 337

DISCUSIÓN Es importante señalar que en las entrevistas


no se evidencia con claridad una ruta de ac-
El ejercicio de comparar, desde una perspectiva tuación para afrontar casos de violencia contra
crítica, los programas de intervención psicoso- la mujer, como tampoco se reconoce el perfil
cial dirigidos contra la VBG e implementados de abordaje de las otras instituciones: sólo la
en los últimos diez años en Barranquilla, esta- institución B es referenciada en más de una
bleciendo tendencias generales y características ocasión. Esto permite entrever la carencia de
diferenciales sobre los cuales pueda elaborarse trabajo en redes, punto estratégico para afrontar
nuevas propuestas de intervención, permite una problemática de salud pública (OMS, 2013).
comprender que en el total de casos o unidades En el trabajo con víctimas de cualquier conflic-
de análisis, ocho (cerca del 95 %) de los partici- to, es pertinente que cada unidad interventora
pantes son mujeres, y de ellas, aproximadamente socialice las estrategias, técnicas y resultados
un 90 % reside en contextos socioeconómicos de los procesos que lidera, en escenarios que
vulnerables. Los programas surgen de la nece- promuevan un encuentro que los lleve a unificar
sidad de responder a problemáticas sociales y criterios y “diseñar modelos, protocolos y rutas
políticas públicas. En un caso, el programa es de atención inter y trans (disciplinar, sectorial
generado por la misma comunidad (institución e institucional), integrando la experiencia de
A). Al respecto, es importante reforzar la idea afectación de las víctimas” (Estrada et al., 2010,
sobre la importancia de la participación de las p. 112).
víctimas de la VBG en la lectura del problema, la
búsqueda de alternativas de solución o abordaje También es insoslayable señalar que la VBG,
y la construcción de rutas de atención, esto posee un amplio campo de exposición; esto es,
complementado con equipos inter —sectoria- además de la violencia que la mujer sufre en
les, disciplinares, institucionales— que abonen escenarios domésticos y de pareja, del conflicto
a la comprensión y acción, “a partir de diseños armado y por motivos sociopolíticos, también
claros y participativos, que integren lo colec- se experimenta en espacios laborales (Acevedo,
tivo e individual, lo histórico y coyuntural, en Biaggii & Borges, 2009) y académicos; tipifi-
el mediano y largo plazos” (Estrada, Ripoll & caciones sobre las cuales no se encontraron
Rodríguez, 2010, p. 112). programas de intervención, ni propuestas a
mediano o largo plazo.
Los campos temáticos sobre los que se trabaja
en las unidades de análisis abordadas implican: La metodología de abordaje es en formato gru-
empoderamiento para la vida, proyecto de vida pal, con excepción de los casos B1 y C1, en los
(casos A1, E1 y B1); formación en derechos que se asiste individualmente casos de violencia
humanos (casos D1, B2); empoderamiento po- sexual e intrafamiliar. El trabajo psicosocial en
lítico en la mujer (caso A3); atención a víctimas grupos es una herramienta que le permite a la
de violencia sexual (caso C1) y a víctimas de mujer violentada el espacio para identificar la
violencia sociopolítica (caso A2). La interven- problemática que vive, sus recursos psicológicos
ción se enfoca mayormente hacia la prevención y los apoyos sociales y jurídicos existentes, reco-
secundaria y terciaria, una estrategia suficien- nociendo que otras mujeres y ella misma pueden
temente recomendada por expertos (Gondolf, ser comprendidas, a la vez que construyen redes
2012; WHO, 2002). de apoyo (Alonso & Labrador, 2008).

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Las acciones son, en su mayoría, talleres de y de las comunidades, y actualizando el progreso


reflexión y capacitaciones, donde se otorga es- social” (Blanco & Rodríguez, 2007, p. 22).
pacio a los procesos de orientación psico-socio-
jurídica. También se encuentra una importante Sin embargo, es evidente el vacío en estudios
participación en mesas de trabajo sobre políticas de impacto o de resultados que provea, de for-
públicas (casos A3 y D1). ma sistemática, un panorama concreto sobre
cómo afecta la intervención a la colectividad
El ejercicio investigativo no logra evidenciar la de participantes y su realidad, vacío que las
existencia de protocolos de intervención psico- instituciones reconocen y desean abordar, con
social que puedan dar cuenta de modelos epis- el acompañamiento de la academia o de enti-
témicos, teóricos y técnicos desde la psicología dades especializadas en este campo. No obs-
u otros saberes para el abordaje de la violencia tante, los resultados señalados son estimados
de género. En este sentido, hay mucho por ha- como indicadores legítimos porque parten del
cer, pues el impacto positivo de la intervención discurso, actitudes y procesos de participación
sobre las problemáticas que afectan a la persona, que se han traducido en aportes para la agenda
grupos y comunidades, “sólo puede abordarse pública, dando cuenta de la efectividad de estos
con garantías, con la ayuda de una sólida re- programas.
flexión teórica que alimente de manera recu-
rrente nuestro quehacer” (Blanco & Rodríguez, En cuanto a la disciplina psicológica, no es
2007, p. 27). De hecho, con relación a la VBG, evidente su influencia y participación en estos
muchos programas se estructuran con base en el programas, ya que si bien ameritan de un tra-
enfoque cognitivo-conductual, al considerar que bajo interdisciplinar, la psicología se muestra
la VBG se ha reforzado por aspectos culturales y en deuda frente a su participación activa en el
educativos que ameritan cambios de actitudes, diseño, desarrollo y evaluación de los procesos,
por ejemplo, hacia la pareja (Ruiz & Expósito, más aún cuando lo psicosocial implica ser abor-
2008). Otros le apuestan a una mirada ecológica dado por un estudioso del comportamiento y
que aborde factores de influencia psicológica, del psiquismo humano. Se puede inferir que los
institucional, cultural y social (Foa et al., 2000, psicólogos apoyan la mayoría de los procesos
citado en Alencar-Rodrigues & Cantera, 2013). analizados en este estudio de casos de manera
casi periférica.
Los resultados de la implementación de los
programas estudiados dan cuenta de los logros La financiación de los programas estudiados se
alcanzados en las comunidades participantes: hace con grandes limitaciones, lo que conlleva
la creación de redes de apoyo entre las mismas a no contar con más profesionales o gestores
mujeres; su participación en mesas de trabajo en comunitarios y a replicar los programas inter-
políticas públicas; la visibilización del feminici- calándolos con lapsos de tiempo considerables.
dio y de la VBG, y el empoderamiento, visible en Para reducir la VBG es necesario contar con
historias de vida de mujeres participantes, que recursos institucionales que permitan brindar
han sido compartidas por los coordinadores tratamiento profesional especializado, facilitar
de los proyectos y testifican que las acciones recursos materiales e implementar programas,
desde los programas responden a la tarea que reconociendo los tiempos y las decisiones de
acuña la intervención psicosocial: “promover el las mujeres (Alencar-Rodrigues & Cantera,
bienestar ayudando al desarrollo de las personas 2013). Esto es general a nivel mundial, y otras

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Una perspectiva crítica de las prácticas psicosociales en violencia de género: caso Barranquilla 339

investigaciones señalan las mismas debilidades (Estrada et al., 2010), al que puedan acceder
(Rada, 2014). comunidades, sectores y personas interesadas.

Entre las limitaciones de mayor importancia con Al ser un estudio de casos, no se busca genera-
las que se encontró este estudio, se cita la poca lizar los resultados a un plano mayor; luego, la
receptividad por parte de las instituciones que se metodología de estudio de casos resulta conve-
dedican a promover el desarrollo social y huma- niente, toda vez que ha servido para explorar
no, encausándose hacia la VBG. Es posible que un tema nuevo (Yin, 1989, citado en Martínez,
el evento de ser evaluado por un tercero genere 2006) y de gran relevancia en la actualidad, más
incomodidad y desconfianza, volviéndolo un aún cuando los resultados coinciden con otras
tema muy sensible; sin embargo, es pertinente investigaciones en contextos internacionales
que las experiencias puedan ser evaluadas y so- que dan cuenta, por ejemplo, de la falta de
cializadas (Ortiz, 2005) a fin de retroalimentar estrategias evaluativas con relación al impacto
los procesos psicosociales llevados a la práctica de los programas de intervención en VBG,
y de construir una bitácora de experiencias que incluida la violencia de pareja (Spivak, Jenkins,
posibilite transformaciones disciplinares e inter- VanAudenhove, Lee & Kelly, 2014). Y es a partir
disciplinares en los procesos de intervención, de este vacío desde donde se propone que la
que procure impactos favorables, procesos de academia pueda crear espacios de formación,
empoderamiento y construcción de proyectos encuentro y acompañamiento a las instituciones
de vida saludables en la amplia población de que desarrollan programas de intervención en
mujeres violentadas. Investigaciones como la VBG, en temas afines con el diseño, la ejecución
aquí planteada deben convertirse en oportuni- y la evaluación de proyectos de intervención
dad para establecer un diálogo con los equipos psicosociales, permitiendo, además, aprender
o instituciones interventoras, que permita la au- de las experiencias, retos y prácticas contenidas
toevaluación, la profunda reflexión institucional en las bitácoras que en estas instituciones se
que lleve a revisar la fundamentación teórica de construyen día a día.
la intervención, las herramientas conceptuales
y metodológicas, los objetivos y fines últimos Se hace necesario, entonces, apuntar hacia:
(Blanco & Rodríguez, 2007), con miras a ser
más sistemáticos con el cómo, complementán- a) La oferta de programas de intervención en
dolo con el qué, surgido de las mismas víctimas VBG que convoquen poblaciones repre-
o comunidades lesionadas. sentativas de todos los niveles socioeco-
nómicos y de los distintos grupos etarios,
A la vez, la escasa oferta de productos y docu- pues esta problemática abarca todos los
mentos ante la solicitud de la investigadora para escenarios en donde socialice la mujer, sin
diligenciar las guías de revisión documental y distinción de credos, razas o nivel social
de observación en la página web, bien puede (OPS, 2002; Blanco et al., 2004).
entenderse como medida de protección de
información, pero refleja, además, la escasa b) Se considere incluir, en los programas de
publicación de informes de resultados de los VBG, a los hombres victimarios. Las últimas
programas abocados. En este sentido, es impor- tendencias señalan esta estrategia preventiva
tante que desde los programas se pueda configu- entre las más destacadas y generalizadas
rar un conocimiento que pueda hacerse público (Subirana-Malaret & Andrés-Pueyo, 2013),
con óptimos resultados en su eficacia.

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c) Crear redes de trabajo entre la academia y teórica y de evaluación de impacto; sin embar-
las instituciones que desarrollen programas go, existe interés y compromiso por parte de
de intervención en VBG, que viabilicen la OG y ONG en responder a la problemática de
evaluación de impactos y reduzcan la brecha la VBG con acciones cuyos resultados afectan
entre el formalismo teórico y el quehacer positivamente nuevas concepciones frente a la
comunitario. Por un lado, las instituciones mujer, sus derechos y su protagonismo social
consultadas en este estudio lo ven necesario, en la agenda pública.
y eso se lee en sus discursos, y por otro, hace
parte del compromiso social de las ciencias Referencias
sociales, en especial de la psicología, frente
a los problemas sociales. Acevedo, D., Biaggii, Y. & Borges, G. (2009).
Violencia de género en el trabajo: acoso sexual
d) Crear un Observatorio de VBG que permita y hostigamiento laboral. Revista Venezolana de
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