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LINEAS GUIAS
DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL
VENEZOLANA
PARA TRATAR
LOS CASOS DE
ABUSOS DE MENORES
POR PARTE DE CLERIGOS.
1
INTRODUCCION
2
Tarea fundamental de la jerarquía eclesiástica es la atención pastoral de todo el
pueblo de Dios. Esta tarea es realizada especialmente por los ministros
ordenados, cada cual según sus propias responsabilidades y competencias. En la
realización de su misión pastoral los Obispos, Presbíteros y Diáconos están
llamados a atender, con particular devoción, a los más pequeños, pobres y
excluidos que son los más vulnerables de la sociedad.
Si bien, por un especialísimo don del Espíritu, los ministros ordenados están
configurados a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, y reciben la fuerza del
“Espíritu de Santidad”, no dejan de estar sometidos a las tentaciones del mal. Por
eso, si por una parte se hace necesaria una acción preventiva, por medio de una
constante formación espiritual y cercano acompañamiento, también a veces se
hace necesaria una intervención correctiva, basada en la caridad y la justicia, en
favor tanto del ministro ordenado mismo como de los files
En el marco de la caridad de Cristo que urge a todos los creyentes, la Iglesia, por
su parte Madre y Maestra, dedica una especial atención también a menores que
han sido víctimas de escándalos y abuso por parte de clérigos. Lo hace desde la
plena conciencia de que ha de atender a los que sufren y hacer respetar la
integridad del ministerio de los clérigos, llamados en todo momento a actuar en
nombre de Cristo y ser modelos para toda la grey y para la humanidad.
Estas LÍNEAS GUIA constan de tres grandes partes: Una primera presenta las
normas y directrices a seguir en el caso de abusos de menores por parte de
clérigos de acuerdo a la normativa vigente sobre esta materia por parte de la
Sede Apostólica. La segunda parte transcribe la normativa vigente sobre esta
2
materia por parte de la Sede Apostólica. La tercera parte, presenta algunos
elementos de las leyes venezolanas que tratan el asunto.
Esperamos que estas LINEAS GUIA sean un instrumento de servicio y que nos
3
permita, a la vez, animar a nuestros clérigos a llevar una vida digna, de acuerdo
al Evangelio de Jesucristo, a quien han sido configurados por el Sacramento del
Orden Sacerdotal.
3
DIRECTIVAS DE LOS OBISPOS DE VENEZUELA PARA ATENDER
LOS CASOS DE ACUSACIÓN CONTRA CLERIGOS POR ABUSO
SEXUAL A MENORES.
4
a) Notas introductorias:
1. Se entiende por abuso sexual contra un menor por parte de un clérigo "el
delito contra el sexto mandamiento del Decálogo cometido por un
clérigo con un menor de dieciocho años" (Motu Proprio
“Sacramentorum Sanctitatis Tutela [SST], art. 6.). El abuso sexual
contra un menor incluye todo comportamiento pecaminoso, sea verbal o
corporal, de carácter sexual en el que esté involucrado un menor. Para que
se configure el delito basta un solo acto inmoral.
2. Por eso, se debe tener en cuenta lo que estipula el mismo Motu Proprio:
4
una toma de conciencia al respecto. La Formación Permanente es un
ámbito particularmente apropiado para ello. Se la debe aprovechar para
aprender cada día la adecuada manera de tratar y considerar al menor de
5
a) Advertir seriamente a todos los clérigos sobre la gravedad de este asunto.
b) Por medio de charlas, cursos y otros instrumentos, estudiar el tema para
edad, evitando el miedo o desconfianza hacia ellos, que podría tener como
consecuencia el alejamiento infructuoso y anormal. Es necesario que en los
encuentros de presbiterio se estudien las normas eclesiásticas y civiles
para entender y asumir las responsabilidades en la atención a menores
que han sufrido abusos sexuales por parte de clérigos y laicos.
c) En el caso de las Casas de Formación y Seminarios, así como con aquellos
candidatos a ingresar en las mismas, además de hablar claramente al
respecto, hacer el seguimiento necesario para detectar, si fuera el caso,
posibles desviaciones en quienes allí se preparan para el servicio del
pueblo de Dios. Para ello, el recurso a los tests psicológicos, de acuerdo a
las directrices de la Iglesia, puede ser de una gran ayuda. La Comisión
Episcopal de Clero Vocaciones y Seminarios elaborará y presentará un plan
de formación en este campo.
d) Quienes presenten desequilibrios especialmente de orden afectivo que le
impidan asumir libre, consciente y responsablemente el don del celibato
eclesiástico no podrán ser admitidos en ningún seminario ni casa de
formación. Si el problema se detecta durante el período de formación, se
declarará al candidato no idóneo para el ejercicio del ministerio y se le
impedirá el acceso a las órdenes sagradas.
a) Cada Obispo Diocesano, así como cada Superior Mayor, elaborará algunas
directrices al respecto, para que sean cumplidas en su jurisdicción.
b) Dentro de esas normas, se debe tener en cuenta:
Evitar todo tipo de conductas que puedan crear comentarios
negativos por parte de personas sensatas.
Los clérigos no deberán introducir menores de edad en sus
habitaciones particulares, como tampoco deben pasar sus días libres
solos con ellos.
Ningún menor de edad, a menos que esté acompañado de sus
padres o representantes, deberá pasar la noche en la casa del
sacerdote
Ningún menor de edad deberá vivir en la casa del clérigo, a no ser
que sea un familiar del mismo, debidamente autorizado. Si hay
5
motivos serios para que ello suceda, además de la autorización del
b) Recepción de la acusación.
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21.También debe informarse acerca de los derechos del acusado y sobre su
posible rehabilitación en el caso de que fuera acusado falsamente. 7
22.Se debe tener en consideración lo que indica la normativa de la Iglesia: la
persona que denuncia debe ser tratada con respeto. En los casos en
los que el abuso sexual esté relacionado con un delito contra la
dignidad del sacramento de la Penitencia (Sst, art.4), el
denunciante tiene el derecho de exigir que su nombre no sea
comunicado al sacerdote denunciado (SST, art. 24)
23.En ningún caso se debe minimizar cualquier tipo de acusación:
24.Es conveniente que quien reciba e inicie el debido proceso sea el mismo
Superior Eclesiástico del Clérigo. En especial, las primeras entrevistas,
tanto con el agraviado, como con el agraviante, deberán ser realizadas por
el Superior Eclesiástico.
25.El Superior Eclesiástico debe garantizarle al agraviado y a sus padres y
representantes que el asunto comienza a estudiarse de manera seria. De
igual manera, deberá advertirles claramente que ha de comprobarse la
veracidad de la denuncia.
26.En lo posible, la denuncia deberá ser presentada por escrito, asegurándose
al agraviado que se guardará secreto de lo que ella contenga.
27.Seguidamente, el Superior Eclesiástico convocará al acusado para
comunicarle el tenor de la acusación que se ha presentado contra él.
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f) En caso de que resulte verídica la acusación, sea porque el clérigo lo
reconozca o se demuestre documentalmente, el Superior Eclesiástico da
los siguientes pasos:
8
1) Comunica al agraviado y sus padres o representantes
que se está iniciando el debido proceso canónico.
2) Comunica al agraviado y sus padres o representantes
que se hará la debida comunicación a la Congregación
para la Doctrina de la Fe.
3) Por ningún motivo, impedirá que el agraviado y sus
padres o representantes realicen recurso a las
autoridades civiles competentes, de acuerdo a lo que
establece la legislación venezolana. Téngase en cuenta
lo que la Congregación para la Doctrina de la Fe ha
señalado en la Guía para el estudio de los casos de este
tipo: Debe seguirse siempre el derecho civil en
materia de información de los delitos a las
autoridades competentes.
4) Le prohibirá al clérigo indiciado cualquier tipo de
contacto con el menor agraviado y sus padres y
representantes.
5) Si el caso lo amerita podrá ser suspendido de sus tareas
pastorales mientras dure el respectivo proceso y se obtenga la
sentencia definitiva. De ser así, se le recomendará al clérigo que se
dedique en este tiempo a la oración y reflexión. Así lo sugiere la
Guía elaborada al respecto por la Congregación para la Doctrina de
la Fe: Durante la etapa preliminar y hasta que el caso se
concluya, el obispo puede imponer medidas cautelares para
salvaguardar a la comunidad, incluidas las víctimas. De
hecho, el obispo local siempre tiene el poder de proteger a
los niños mediante la restricción de las actividades de
cualquier sacerdote de su diócesis. Esto forma parte de su
autoridad ordinaria, que le lleva a tomar cualquier medida
necesaria para asegurar que no se haga daño a los niños, y
este poder puede ser ejercido a discreción del obispo antes,
durante y después de cualquier procedimiento canónico.
8
divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de
menores, de edad inferior a 14 años por parte de un clérigo en
cualquier forma y con cualquier instrumento.
9
c) Transmisión a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
9
ANEXO 1
Primera Parte
NORMAS SUSTANCIALES
Art. 1
Art. 2
§ 1. Los delitos contra la fe, de los que se trata en el art. 1, son herejía, cisma y
apostasía, a tenor de los cann. 751 y 1364 del Código de Derecho Canónico y de
los cann. 1436 y 1437 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales.
Art. 3
10
Doctrina de la Fe son:
Art. 4
Art. 5
1º Quedando a salvo cuanto prescrito por el can. 1378 del Código de Derecho
Canónico, cualquiera que atente conferir el orden sagrado a una mujer, así como
la mujer que atente recibir el orden sagrado, incurre en la excomunión latae
sententiae reservada a la Sede Apostólica;
Art. 6
§ 2. El clérigo que comete los delitos de los que se trata en el § 1 debe ser
castigado según la gravedad del crimen, sin excluir la dimisión o la deposición.
Art. 7
Segunda Parte
NORMAS PROCESALES
Título I
Constitución y competencia del tribunal
Art. 8
§ 2. Este Supremo Tribunal juzga también otros delitos, de los cuales el reo es
acusado por el Promotor de Justicia, en razón de la conexión de las personas y de
la complicidad.
Art. 9
§ 1. Los jueces de este supremo tribunal son, por derecho propio, los Padres de
la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Art. 10
Es necesario que los jueces nombrados sean sacerdotes de edad madura, con
doctorado en derecho canónico, de buenas costumbres y de reconocida prudencia
y experiencia jurídica, aun en el caso de que ejerciten contemporáneamente el
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oficio de juez o de consultor de otro dicasterio de la curia romana.
Art. 11
14
Para presenta y sostener la acusación se constituye un promotor de justicia que
debe ser sacerdote, con doctorado en derecho canónico, de buenas costumbres y
de reconocida prudencia y experiencia jurídica, que cumpla su oficio en todos los
grados del juicio.
Art. 12
Art. 13
Art. 14
En los otros tribunales, sin embargo, para las causas de las que tratan las
presentes normas, pueden desempeñar válidamente los oficios de Juez, Promotor
de Justicia, Notario y Patrono solamente sacerdotes.
Art. 15
Sin perjuicio de lo prescrito por el can. 1421 del Código de Derecho Canónico y
por el can. 1087 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales, la
Congregación para la Doctrina de la Fe puede conceder la dispensa del requisito
del sacerdocio y también del requisito del doctorado en derecho canónico.
Art. 16
Cada vez que el Ordinario o el Jerarca reciba una noticia al menos verosímil de un
delito más grave hecha la investigación previa, preséntela a la Congregación de la
Doctrina de la Fe, la cual, si no avoca a sí misma la causa por circunstancias
particulares, ordenará al Ordinario o al Jerarca proceder ulteriormente, sin
perjuicio, en su caso, del derecho de apelar contra la sentencia de primer grado
sólo al Supremo Tribunal de la misma Congregación.
Art. 17
14
Congregación.
Art. 18
15
La Congregación para la Doctrina de la Fe, en los casos legítimamente
presentados a ella, puede sanar los actos, salvando el derecho a la defensa, si
fueron violadas leyes meramente procesales por parte de Tribunales inferiores
que actúan por mandato de la misma Congregación o según el art. 16.
Art. 19
Sin perjuicio del derecho del Ordinario o del Jerarca de imponer cuanto se
establece en el can. 1722 del Código de Derecho Canónico o en el can. 1473 del
Código de Cánones de las Iglesias Orientales, desde el inicio de la investigación
previa, también el Presidente de turno del Tribunal a instancia del Promotor de
Justicia, posee la misma potestad bajo las mismas condiciones determinadas en
dichos cánones.
Art. 20
Título II
El orden judicial
Art. 21
1º en ciertos casos, de oficio o a instancia del Ordinario o del Jerarca, decidir que
se proceda por decreto extrajudicial del que trata el can. 1720 del Código de
Derecho Canónico y el can. 1486 del Código de Cánones de las Iglesias
Orientales; esto, sin embargo, con la mente de que las penas expiatorias
perpetuas sean irrogadas solamente con mandato de la Congregación para la
Doctrina de la Fe.
15
16
vista de la dimisión del estado clerical o la deposición junto con la dispensa de la
ley del celibato, siempre que conste de modo manifiesto la comisión del delito y
después de que se haya dado al reo la facultad de defenderse.
Art. 22
El Prefecto constituya un Turno de tres o de cinco jueces para juzgar una causa.
Art. 23
Art. 24
§ 1. En las causas por los delitos de los que se trata en el art. 4 § 1, el Tribunal
no puede dar a conocer el nombre del denunciante ni al acusado ni a su Patrono
si el denunciante no ha dado expresamente su consentimiento.
Art. 25
Si surge una cuestión incidental, defina el Colegio la cosa por decreto con la
máxima prontitud.
Art. 26
Art. 27
16
el art. 123 de la Constitución Apostólica Pastor Bonus.
Art. 28
17
sustancia y la legitimidad, eliminado cualquier recurso ulterior del que se trata en
Art. 29
§ 2. Si el reo no puede pagar las costas, éstas sean pagadas por el Ordinario o
Jerarca de la causa.
Art. 30
§ 2. Quien viola el secreto o, por dolo o negligencia grave, provoca otro daño al
acusado o a los testigos, a instancia de la parte afectada o de oficio, sea
castigado por el Turno Superior con una pena adecuada.
Art. 31
En estas causas junto a las prescripciones de estas normas, a las cuales están
obligados todos los tribunales de la Iglesia latina y de las Iglesias Orientales
Católicas, se deben aplicar también los cánones sobre los delitos y las penas, y
sobre el proceso penal de uno y de otro Código.
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ANEXO 2
A. Procedimiento previo
La diócesis local investiga todas las denuncias de abuso sexual de un menor por
parte de un clérigo.
La CDF estudia el caso presentado por el obispo local y, cuando sea necesario,
también pide información complementaria.
1. Procesos penales
La CDF puede autorizar al obispo local a incoar un proceso penal judicial ante un
tribunal local de la Iglesia. Todo recurso en estos casos se presentará a un
tribunal de la CDF.
En caso de que el clérigo sea juzgado culpable, los dos procesos —el judicial y el
administrativo penal— pueden condenarlo a una serie de penas canónicas, la más
grave de las cuales es la expulsión del estado clerical. La cuestión de los daños
también se puede tratar directamente durante estos procedimientos.
En casos muy graves, en los que el proceso penal civil haya declarado al clérigo
culpable de abuso sexual de menores, o cuando las pruebas son abrumadoras, la
CDF puede optar por llevar el caso directamente al Santo Padre con la petición de
que el Papa promulgue con un decreto «ex officio» la expulsión del estado
clerical. No hay recurso canónico contra esa decisión pontificia.
3. Medidas disciplinarias
En los casos en que el sacerdote acusado haya admitido sus delitos y haya
aceptado vivir una vida de oración y penitencia, la CDF autoriza al obispo local a
emitir un decreto que prohíba o restrinja el ministerio público de dicho sacerdote.
Esos decretos se imponen a través de un precepto penal que implica una pena
canónica en caso de violación de las condiciones del decreto, sin excluir la
expulsión del estado clerical. Contra esos decretos es posible el recurso
administrativo ante la CDF. La decisión de la CDF es definitiva.
Desde hace algún tiempo la CDF ha emprendido una revisión de algunos de los
artículos del motu proprio Sacramentorum sanctitatis tutela, con el fin de
actualizar dicho motu proprio de 2001 a la luz de las facultades especiales
concedidas a la CDF por los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Las
modificaciones propuestas, que se están examinando, no cambiarán los
procedimientos antes mencionados.
ANEXO 3.
19
CARTA CIRCULAR DEL PREFECTO DE LA CONGREGACION PARA LA
DOCTRINA DE LA FE EN ORDEN A LA PREPARACION DE LAS
“LINEAS GUIAS” DE PARTE DE LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES.
20
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
CARTA CIRCULAR
I. Aspectos generales
20
ii.) La formación de futuros sacerdotes y religiosos
21
En el año 2002, Juan Pablo II dijo: “no hay sitio en el sacerdocio o en la
vida religiosa para los que dañen a los jóvenes” (cf. Discurso a los
Cardenales Americanos, 23 de abril de 2002, n. 3). Estas palabras
evocan la específica responsabilidad de los Obispos, de los Superiores
Mayores y de aquellos que son responsables de la formación de los
futuros sacerdotes y religiosos. Las indicaciones que aporta la
Exhortación Pastores dabo vobis, así como las instrucciones de los
competentes Dicasterios de la Santa Sede, adquieren todavía mayor
importancia en vista de un correcto discernimiento vocacional y de la
formación humana y espiritual de los candidatos. En particular, debe
buscarse que éstos aprecien la castidad, el celibato y las
responsabilidades del clérigo relativas a la paternidad espiritual. En la
formación debe asegurarse que los candidatos aprecien y conozcan la
disciplina de la Iglesia sobre el tema. Otras indicaciones específicas
podrán ser añadidas en los planes formativos de los Seminarios y casas
de formación por medio de las respectivas Ratio Institutionis sacerdotalis
de cada nación, Instituto de Vida consagrada o Sociedad de Vida
apostólica.
21
e) La cooperación con la autoridad civil
22
El abuso sexual de menores no es sólo un delito canónico, sino también
un crimen perseguido por la autoridad civil. Si bien las relaciones con la
autoridad civil difieran en los diversos países, es importante cooperar en
el ámbito de las respectivas competencias. En particular, sin prejuicio del
foro interno o sacramental, siempre se siguen las prescripciones de las
leyes civiles en lo referente a remitir los delitos a las legítimas
autoridades. Naturalmente, esta colaboración no se refiere sólo a los
casos de abuso sexual cometido por clérigos, sino también a aquellos
casos de abuso en los que estuviera implicado el personal religioso o laico
que coopera en las estructuras eclesiásticas.
22
sean tomadas las medidas apropiadas para garantizar los
procedimientos justos en relación con los sacerdotes acusados,
respetando su derecho fundamental de defensa, y para que sea
23
los ulteriores pasos a cumplir. Mientras tanto, la CDF ayudará a que
23
aprobación de la Santa Sede, quisiera establecer normas 24
Asimismo, se recuerda que si una Conferencia Episcopal, con la
b.) la persona que denuncia debe ser tratada con respeto. En los
casos en los que el abuso sexual esté relacionado con un delito
contra la dignidad del sacramento de la Penitencia (Sst, art.4), el
denunciante tiene el derecho de exigir que su nombre no sea
comunicado al sacerdote denunciado (SST, art. 24);
24
25
f.) los organismos de consulta para la vigilancia y el discernimiento
de los casos particulares previstos en algunos lugares no deben
sustituir el discernimiento y la potestas regiminis de cada Obispo;
g.) las Líneas Guía deben tener en cuenta la legislación del Estado
en el que la Conferencia Episcopal se encuentra, en particular en lo
que se refiere a la eventual obligación de dar aviso a las
autoridades civiles;
Conclusión
Secretario.
25
ANEXO 4:
Artículo 2
Definición de niño, niña y adolescente
Se entiende por niño o niña toda persona con menos de doce años de edad. Se
entiende por adolescente toda persona con doce años o más y menos de
dieciocho años de edad.
Si existieren dudas acerca de sí una persona es niño o adolescente, niña o
adolescente, se le presumirá niño o niña, hasta prueba en contrario. Si existieren
dudas acerca de sí una persona es adolescente o mayor de dieciocho años, se le
presumirá adolescente, hasta prueba en contrario.
Artículo 4
Obligaciones generales del Estado
El Estado tiene la obligación indeclinable de tomar todas las medidas
administrativas, legislativas, judiciales, y de cualquier otra índole que sean
necesarias y apropiadas para asegurar que todos los niños y adolescentes
disfruten plena y efectivamente de sus derechos y garantías.
Artículo 4-A.
Principio de Corresponsabilidad
El Estado, las familias y la sociedad son corresponsables en la defensa y garantía
de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, por lo que asegurarán con
prioridad absoluta, su protección integral, para lo cual tomarán en cuenta su
interés superior, en las decisiones y acciones que les conciernan.
Artículo 10
Niños, niñas y adolescentes sujetos de derecho
Todos los niños, niñas y adolescentes son sujetos de derecho; en consecuencia,
gozan de todos los derechos y garantías consagrados en favor de las personas en
el ordenamiento jurídico, especialmente aquellos consagrados en la Convención
sobre los Derechos del Niño.
Artículo 12
Naturaleza de los derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes
Los derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes reconocidos y
consagrados en esta Ley son inherentes a la persona humana, en consecuencia
son:
a) De orden público;
b) Intransigibles;
c) Irrenunciables;
d) Interdependientes entre sí;
e) Indivisibles.
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Artículo 32
Derecho a la integridad personal.
27
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la integridad personal.
Este derecho comprende la integridad física, síquica y moral.
Parágrafo Primero. Los niños, niñas y adolescentes no pueden ser sometidos a
torturas, ni a otras penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Parágrafo Segundo El Estado, las familias y la sociedad deben proteger a todos
los niños, niñas y adolescentes contra cualquier forma de explotación, maltrato,
torturas, abusos o negligencias que afecten su integridad personal. El Estado
debe garantizar programas gratuitos de asistencia y atención integral a los niños,
niñas y adolescentes que hayan sufrido lesiones a su integridad personal.
Artículo 33
Derecho a ser protegidos y protegidas contra abuso y explotación sexual.
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser protegidos y
protegidas contra cualquier forma de abuso y explotación sexual. El Estado debe
garantizar programas permanentes y gratuitos de asistencia y atención integral a
los niños, niñas y adolescentes que hayan sido víctimas de abuso o explotación
sexual.
Artículo 65
Derecho al honor, reputación, propia imagen, vida privada e intimidad familiar.
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho al honor, reputación y
propia imagen. Asimismo tienen derecho a la vida privada e intimidad de la vida
familiar. Estos derechos no pueden ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales.
Parágrafo Primero. Se prohíbe exponer o divulgar, a través de cualquier medio, la
imagen de los niños, niñas y adolescentes contra su voluntad o la de su padre,
madre, representantes o responsables. Asimismo, se prohíbe exponer o divulgar
datos, imágenes o informaciones, a través de cualquier medio, que lesionen el
honor o la reputación de los niños, niñas y adolescentes o que constituyan
injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada o intimidad familiar.
Parágrafo Segundo. Está prohibido exponer o divulgar, por cualquier medio,
datos, informaciones o imágenes que permitan identificar, directa o
indirectamente, a los niños, niñas y adolescentes que hayan sido sujetos activos
o pasivos de hechos punibles, salvo autorización judicial fundada en razones de
seguridad u orden público
Artículo 80
Derecho a opinar y a ser oído y oída. Todos los niños, niñas y adolescentes tienen
derecho a:
a) Expresar libremente su opinión en los asuntos en que tengan interés.
b) Que sus opiniones sean tomadas en cuenta en función de su desarrollo.
Este derecho se extiende a todos los ámbitos en que se desenvuelven los niños,
niñas y adolescentes, entre ellos: al ámbito estatal, familiar, comunitario, social,
escolar, científico, cultural, deportivo y recreacional.
Parágrafo Primero. Se garantiza a todos los niños, niñas y adolescentes el
ejercicio personal y directo de este derecho, especialmente en todo
27
interés superior.
28
procedimiento administrativo o judicial que conduzca a una decisión que afecte
sus derechos, garantías e intereses, sin más límites que los derivados de su
Artículo 86
Derecho a defender sus derechos.
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a defender sus derechos por
sí mismos. Se debe garantizar a todos los niños y adolescentes el ejercicio
personal y directo de este derecho, ante cualquier persona, instancia, entidad u
organismo.
Artículo 87
Derecho a la justicia.
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho de acudir ante un tribunal
competente, independiente e imparcial, para la defensa de sus derechos e
intereses y a que éste decida sobre su petición dentro de los lapsos legales.
Todos los y las adolescentes tienen plena capacidad de ejercer directa y
personalmente este derecho. Para el ejercicio de este derecho, el Estado
garantiza asistencia y representación jurídica gratuita a los niños, niñas y
adolescentes que carezcan de medios económicos suficientes.
Artículo 88
Derecho a la defensa y al debido proceso.
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la defensa en todo estado
y grado de cualquier proceso administrativo o judicial. Asimismo, tienen derecho
al debido proceso, en los términos consagrados en esta Ley y el ordenamiento
jurídico.
Artículo 91
Deber y derecho de denunciar amenazas y violaciones de los derechos y
garantías de los niños, niñas y adolescentes. Todas las personas tienen derecho
de denunciar ante las autoridades competentes los casos de amenazas o
violaciones a los derechos o garantías de los niños, niñas y adolescentes. Los
trabajadores y las trabajadoras de los servicios y centros de salud, de las
escuelas, planteles e institutos de educación, de las entidades de atención y de
las defensorías de niños, niñas y adolescentes, tienen el deber de denunciar los
28
casos de amenaza o violación de derechos y garantías de los niños, niñas y
29
adolescentes de que tengan conocimiento, mientras prestan tales servicios. Antes
de proceder a la denuncia, estas personas deben comunicar toda la información
que tengan a su disposición sobre el caso al padre, la madre, representantes o
responsables, salvo cuando sean éstos los que amenacen o violen los derechos a
la vida, integridad y salud del niño, niña o adolescente. En estos casos, el padre y
la madre deben ser informados o informadas en las cuarenta y ocho horas
siguientes a la denuncia.
Artículo 121
Responsabilidad.
El Estado y la sociedad son responsables por la formulación; ejecución y control
de las políticas de protección de niños, niñas y adolescentes, de conformidad con
esta Ley.
Artículo 170
Atribuciones del Ministerio Público
Son atribuciones del o de la Fiscal Especial para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, además de aquellas establecidas en su Ley Orgánica:
a) Intentar las acciones a que hubiere lugar para hacer efectiva la
responsabilidad civil, administrativa o disciplinaria de las personas o instituciones
que, por acción u omisión, violen o amenacen derechos individuales, colectivos o
difusos de niños, niñas y adolescentes.
b) Ejercer la acción judicial de protección.
c) Intentar las acciones a que hubiere lugar para hacer efectiva la responsabilidad
penal de las personas que incurran en hechos punibles contra niños, niñas y
adolescentes.
d) Defender el interés de niños, niñas y adolescentes en procedimientos judiciales
o administrativos.
e) Interponer la acción de privación de la Patria Potestad, de oficio o a solicitud
del hijo o hija a partir de los doce años, de los ascendientes y de los demás
parientes del hijo o hija dentro del cuarto grado en cualquier línea, de la persona
que ejerza la Responsabilidad de Crianza y del Consejo de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes.
f) Promover acuerdos judiciales y extrajudiciales en interés de niños, niñas y
adolescentes.
g) Las demás que le señale la ley.
Artículo 170-A
Atribuciones de la Defensoría del Pueblo
Son atribuciones del Defensor o de la Defensora del Pueblo para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, además de aquellas establecidas en su Ley Orgánica
para los defensores delegados y defensoras delegadas:
a) Promover, divulgar y ejecutar actividades educativas y de investigación para la
difusión y efectiva protección de los derechos humanos de niños, niñas y
adolescentes.
b) Impulsar la participación ciudadana para velar por los derechos y garantías de
niños, niñas y adolescentes.
29
30
c) Iniciar y proseguir de oficio o a petición de interesado o interesada cualquier
investigación conducente al esclarecimiento de los asuntos de su competencia, de
conformidad con la ley.
d) Promover acuerdos judiciales y extrajudiciales en interés de niños, niñas y
adolescentes.
e) Inspeccionar las entidades de atención, programas de protección, las defensorías
y a los defensores o defensoras de niños, niñas y adolescentes e instar a las
autoridades competentes para que impongan las medidas a que hubiere lugar.
f) Velar por el adecuado funcionamiento de los demás integrantes del Sistema Rector
Nacional para la Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes.
g) Ejercer la acción de amparo, de hábeas corpus, de hábeas data y para la
aplicación de medidas de protección ante los consejos de protección de niños, niñas
y adolescentes y los recursos judiciales contra actos de efectos particulares en
beneficio de niños, niñas y adolescentes.
h) Ejercer la acción judicial de protección.
i) Solicitar ante el órgano competente la aplicación de los correctivos y sanciones a
que hubiere lugar por la violación de los derechos y garantías de niños, niñas y
adolescentes.
j) Inspeccionar y velar por los derechos humanos de los adolescentes privados de su
libertad en programas y centros de privación de libertad y semi-libertad.
k) Supervisar a los consejos de protección de niños, niñas y adolescentes a los fines
de garantizar el ejercicio efectivo de los derechos de los niños, niñas y adolescentes,
así como el seguimiento a los procedimientos contemplados en esta ley.
l) Las demás que señale la ley o que le sean delegadas por el Defensor o Defensora
del Pueblo.
Artículo 170-B
Atribuciones de la Defensa Pública
Son atribuciones del Defensor Público o de la Defensora Pública Especial para la
Protección de Niños, Niñas y del Adolescente, además de aquellas establecidas en
su Ley Orgánica:
a) Brindar asesoría jurídica gratuita a niños, niñas, adolescentes y demás
interesados o interesadas.
b) Brindar asistencia y representación técnica gratuita a niños, niñas, adolescentes y
demás interesados o interesadas, en cualquier procedimiento judicial o
administrativo, para la defensa de sus derechos, garantías e intereses individuales,
colectivos o difusos.
c) Realizar gratuitamente los demás servicios propios de la abogacía en interés de
niños, niñas y adolescentes.
d) Promover acuerdos judiciales y extrajudiciales en interés de niños, niñas y
adolescentes.
e) Las demás que señale la ley.
En ejercicio de su representación, los defensores públicos y defensoras públicas
especiales para la protección de niños, niñas y adolescentes no pueden convenir en
la demanda, desistir, transigir, comprometer en árbitros, solicitar la decisión según la
equidad, hacer posturas en remates, recibir cantidades de dinero y disponer del
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partes.
Artículo 214
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derecho en litigio. En estos casos sólo podrán actuar mediante asistencia de las
Competencia y procedimiento
La jurisdicción penal ordinaria es competente para imponer las sanciones penales,
siguiendo el procedimiento penal ordinario. El Tribunal de Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes es competente para imponer las sanciones previstas en la Sección
Segunda de este Capítulo, siguiendo el procedimiento previsto en el Capítulo XII de
este Título.
Artículo 215
Legitimación
Están legitimadas para iniciar y sostener el procedimiento para la aplicación de
sanciones civiles las personas y entidades a que se refiere el Artículo 291 de esta
Ley.
Artículo 216
Acción pública
Se declaran de acción pública todos los hechos punibles cuyas víctimas sean niños,
niñas o adolescentes. No son aplicables las instituciones del nudo hecho y antejuicio
de mérito, salvo las disposiciones constitucionales.
Artículo 217
Agravante
Constituye circunstancia agravante de todo hecho punible, a los efectos del cálculo
de la pena, que la víctima sea niño, niña o adolescente. Quedan excluidos de esta
disposición el autor o la autora o los autores o las autoras del hecho punible que
sean: niño o niños, niña o niñas, adolescente o adolescentes.
Artículo 218
Aplicación preferente
Cuando una ley establezca sanciones más severas a las previstas como infracciones
en esta Ley, se aplicará aquella con preferencia a las aquí contenidas.
Artículo 219
Comisión por omisión
Quien esté en situación de garante de un niño, niña o adolescente por virtud de la
ley, de un contrato o de un riesgo por él creado, responde por el resultado
correspondiente a un delito de comisión.
Artículo 259
Abuso sexual a niños y niñas.
Quien realice actos sexuales con un niño o niña, o participe en ellos, será penado o
penada con prisión de dos a seis años. Si el acto sexual implica penetración genital o
anal, mediante acto carnal, manual o la introducción de objetos; o penetración oral
aún con instrumentos que simulen objetos sexuales la prisión será de quince a veinte
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años. Si el o la culpable ejerce sobre la víctima autoridad, Responsabilidad de
Crianza o vigilancia, la pena se aumentará de un cuarto a un tercio. Si el autor es un
hombre mayor de edad y la víctima es una niña, o en la causa concurren víctimas de
ambos sexos, conocerán los Tribunales Especiales previstos en la Ley Orgánica
sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia conforme el
procedimiento en ésta establecido.
Artículo 260
Abuso sexual a adolescentes.
Quien realice actos sexuales con adolescente, contra su consentimiento, o participe
en ellos, será penado o penada conforme el Artículo anterior.
Artículo 275
Omisión de denuncia.
Quien estando obligado u obligada por ley a denunciar un hecho del que haya sido
víctima un niño, niña o adolescente, no lo hiciere inmediatamente, será penado o
penada con prisión de tres meses a un año.
Artículo 285
Obligatoriedad de la denuncia penal.
Comprobado en sede administrativa que existen indicios de maltrato o abuso en
perjuicio de un niño, niña o adolescente, la denuncia penal debe ser presentada en
forma inmediata. No se admitirá acción contra el denunciante o la denunciante que
actúe en protección de tales niños, niñas o adolescentes, salvo casos de mala fe.
Artículo 286
Forma de actuación.
En el curso de los procedimientos administrativos a que se refiere este Capítulo, las
personas interesadas pueden presentar sus denuncias, opiniones, alegatos o
recursos en forma escrita u oral. El órgano administrativo que conozca del proceso
dejará constancia de estos hechos en el registro a que se refiere el Artículo 287 esta
Ley, así como en el expediente del caso. Si se ha utilizado la forma oral, el órgano
administrativo debe, además, efectuar una precisa y sucinta relación de lo declarado
por la persona de que se trate y dejar
Constancia de tal declaración en el correspondiente registro y expediente.
Fuero
Artículo 11. En todos los delitos previstos en esta Ley no se reconocerá fuero
especial, salvo los expresamente contenidos en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y leyes de la República.
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Violencia Sexual
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Artículo 43. Quien mediante el empleo de violencias o amenazas constriña a una
mujer a acceder a un contacto sexual no deseado que comprenda penetración por
vía vaginal, anal u oral, aun mediante la introducción de objetos de cualquier clase
por alguna de estas vías, será sancionado con prisión de diez a quince años. Si el
autor del delito es el cónyuge, concubino, ex cónyuge, ex concubino, persona con
quien la víctima mantiene o mantuvo relación de afectividad, aun sin convivencia, la
pena se incrementará de un cuarto a un tercio. El mismo incremento de pena se
aplicará en los supuestos que el autor sea el ascendiente, descendiente, pariente
colateral, consanguíneo o afín de la víctima. Si el hecho se ejecuta en perjuicio de
una niña o adolescente, la pena será de quince a veinte años de prisión.
Si la víctima resultare ser una niña o adolescente, hija de la mujer con quien el autor
mantiene una relación en condición de cónyuge, concubino, ex cónyuge, ex
concubino, persona con quien mantiene o mantuvo relación de afectividad, aún sin
convivencia, la pena se incrementará de un cuarto a un tercio.
Actos lascivos
Artículo 45. Quien mediante el empleo de violencias o amenazas y sin la intención
de cometer el delito a que se refiere el artículo 43, constriña a una mujer a acceder a
un contacto sexual no deseado, afectando su derecho a decidir libremente su
sexualidad, será sancionado con prisión de uno a cinco años. Si el hecho se ejecuta
en perjuicio de una niña o adolescente, la pena será de dos a seis años de prisión.
En la misma pena incurrirá quien ejecute los actos lascivos en perjuicio de la niña o
adolescente, aun sin violencias ni amenazas, prevaliéndose de su relación de autoridad o
parentesco.
CAPÍTULO VII
DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL
Indemnización
Artículo 61. Todos los hechos de violencia previstos en esta Ley acarrearán el
pago de una indemnización por parte del agresor a las mujeres víctimas de
violencia o a sus herederos y herederas en caso de que la mujer haya fallecido
como resultado de esos delitos, el monto de dicha indemnización habrá de ser
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obligación del agresor de pagar el tratamiento médico o psicológico que
necesitare la víctima.
Sección segunda
De la Denuncia
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Artículo 289. Derecho a no denunciar por motivos profesionales. No están
obligados a formular la denuncia a la que se refiere el artículo 285: 35
1. Los abogados, respecto de las instrucciones y explicaciones que reciban de sus
clientes;
2. Los ministros de cualquier culto, respecto de las noticias que se les hayan
revelado en el ejercicio de las funciones de su ministerio realizadas bajo secreto;
LAUS DEO
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