NICOLAS TERAN

Las 10 Barreras
que te Impiden
Crecer
Laboralmente

Una guía fácil y rápida para detectar los

errores que estas cometiendo y evitarlos
definitivamente

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copyright © 2021- Nicolás Terán

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Indice

Introducción………………………………………..………………………..3
1- No tener las habilidades requeridas....…………………………..5
2- Hacer lo mínimo e indispensable..........…………………………..6
3- No responder positivamente a nuestras evaluaciones de
desempeño................................................................……………………...7
4- Creerse irremplazable......................................................................8
5- Falta de liderazgo personal……………………....………………....9
6- Comunicación deficiente….......…………………………………..10
7- Falta de crecimiento profesional………………………………..11
8- No acompañar la cultura empresarial…......………….............12
9- Falta de iniciativa………………………………..........……………...12
10- Falta de visión……………………………………………...………..13
Conclusión…………………………………......…………………………..14
Regalo….…………………………………………....……………………….14

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Introducción
Actuar y pensar de cierta manera suele limitar nuestra visión y, por
supuesto, las posibilidades de escalar nuestro negocio o posiciones en la
empresa en la cual trabajamos. Estas barreras son limitantes que
construimos internamente y, si no somos capaces de identificarlas,
asumirlas e intentar derribarlas, será muy difícil conseguir el éxito que
tanto anhelamos.

El concepto de éxito es subjetivo para cada persona, pero todos deseamos

alcanzarlo. Lo que de alguna manera queremos, es sentirnos valiosos y que
nuestro aporte verdaderamente ayude, que somos protagonistas no sólo
complementos.

El mundo globalizado cambia día a día, de la misma manera las exigencias y

la velocidad de respuesta. Las empresas evolucionan hacia nuevas
tecnologías o metodologías de trabajo. Lo que antes era suficiente, como
nuestro rendimiento, hoy queda muy por debajo de lo que esperan los
empleadores. Por otro lado un negocio/emprendimiento que no se
actualiza con las últimas tendencias, en el corto plazo es muy probable que
quede estancado o desaparezca.

Por lo tanto, el escenario actual es muy diferente al que fue hace dos o tres
años. Para querer seguir en carrera o crecer es necesario prepararse y
hacer un radical cambio de mentalidad.

El desarrollo de nuevas habilidades debe ser parte de nuestro plan. Y con

esto quiero decir no solo habilidades técnicas, sino también habilidades
sociales. Tal vez nos ha pasado que vemos como personas menos
preparadas han conseguido progresar más rápidamente, debido a su gran
manejo de las relaciones sociales.

Esto tal vez pueda sonar un tanto complicado o inalcanzable. Las

oportunidades están disponibles para todos, así como las condiciones para
aplicar también son las mismas. Y qué podría tener otra persona en especial
o mejor que nosotros. Simplemente mentalidad y actitud. Con esto quiero
decir que no hay habilidades o conocimientos que no podamos adquirir con
esfuerzo y dedicación.

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El cambio de mentalidad requiere un trabajo de autoconocimiento,

aceptación, propuesta de cambio y principalmente acción. Es así como
comienza la construcción de nuestra nueva identidad, la dispuesta a dar un
paso más allá. Aquellos que estén dispuestos a abrir su mente y a
evolucionar serán capaces de aprovechar las oportunidades que se
presenten.

La mejor oportunidad que pudiéramos tener; sería poder desarrollarnos en

ese sector que más nos interesa y en el cual podríamos tener mejor
performance, puesto que nuestras habilidades y conocimientos estarían
más alineados. Además, con la digitalización y el home office tenemos
múltiples opciones para elegir. Sin embargo, tener un trabajo que nos guste
es solo un punto a favor, porque seguramente nos motivará y
probablemente tengamos un buen desempeño. Pero hoy el rendimiento,
como ya lo hemos mencionado, no es suficiente. Aquellos que se distinguen
tienen un extra, un plus que ofrecer. Aquellos que no lo tienen suelen
cometer errores concretos y muy repetidos entre la media de los
trabajadores. Son errores tal vez inconscientes pero que van deteriorando
nuestra imagen, nuestro perfil.

Cómo saber qué errores nos están condenando, manchando nuestra

imagen y atentando contra nuestra posibilidades de ascender en la escalera
de la organización.

Véase que las barreras que presentare en muchos casos aplican

exclusivamente para personas en relación de dependencia. Sin embargo
varias también suelen ser problemas que tienen aquellos que manejan sus
propios negocios y emprendimientos. Te presentamos los 10 errores más
comunes:

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1- No tener las habilidades requeridas

Tu buen desempeño o rendimiento te hace apto para poder escalar, y apto
no necesariamente es suficiente. En este caso es muy probable que te estén
faltando ciertas habilidades o conocimientos específicos para la posición a
la cual te gustaría aplicar. Es probable que esas habilidades sean diferentes
a las que tienes actualmente.

En mi camino me he encontrado personas que creen que sus años de

antigüedad en la empresa o su experiencia, les dan el mérito necesario para
dar el gran paso. El problema es que su mentalidad es chata. Pretender que
los años dan merecimiento es un gran error. La experiencia debe de ser
nuestro punto inicial pero no debe ser nuestro diferenciador. En
comparación con otro compañero de menor experiencia es probable que sí,
puesto que él deberá hacer un esfuerzo extra para alcanzar mis
conocimientos. Pero tengamos en cuenta que esa persona también tiene
sus habilidades y conocimientos diferenciadores.

Ascender exige un radical cambio de mentalidad. La posición trae consigo

numerosas responsabilidades que hoy no tenemos. Sin la preparación
adecuada de nuestra personalidad y mente no estaremos en condiciones de
aplicar.

Y este cambio tiene que ver con habilidades que muchas personas piensan
que son innatas pero se pueden aprender. Son las llamadas habilidades
blandas. Personas que tienen un mejor manejo de la relaciones sociales se
debe a que adquirieron esa experiencia durante su niñez o adolescencia y
formaron un hábito inconsciente. Entender que se puede desarrollar el
hábito es el inicio del proceso de formación.

Durante nuestra actividad laboral nuestro desempeño suele ser evaluado

en primera medida por nuestras habilidades blandas y tal vez en un
segundo plano por nuestros conocimientos técnicos. Por lo tanto, debemos
comulgar con lo que aspiramos antes de querer aplicar por ello. En
consecuencia, será necesario comenzar a aprender habilidades para
trabajar en equipo, comunicación y resolución de conflictos, aplicación de
metodologías ágiles, entre otros.

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Quienes manejan sus propios emprendimientos o negocios, deben

comprender que este tipo de habilidades también sirven para vender, para
escalar e innovar. Es posible generar una diferenciación competitiva, la que
permitirá a tu empresa generar una posición única y exclusiva en el
mercado.

2- Hacer lo mínimo e indispensable

Por supuesto que si leemos el perfil de nuestro puesto actual va a tener una
descripción de las tareas generales que debemos cumplir. Encasillar
nuestro trabajo a lo que exclusivamente está escrito suele ser un error muy
común.

Hacer lo mínimo e indispensable es ser parte de la manada, y eso es

sinónimo de ser básicos. No hay distinción alguna. De hecho, el solo pensar
en hacer lo mínimo e indispensable nos lleva a no cumplirlo siquiera. No
planificamos, postergamos nuestras obligaciones formándose una bola de
nieve imposible de frenar. Terminamos haciendo un trabajo de muy bajo
rendimiento muy por debajo de lo esperado.

Esto suele pasar cuando las personas están desanimadas. Tal vez muchos
años en un mismo trabajo sin cambios o ascensos, un trabajo que no les
gusta o no los llena. En este punto debemos ser agradecidos de contar con
un trabajo. Nuestro problema no es el trabajo en sí, sino nuestra manera de
encararlo todos los días.

Hay personas que a veces comienzan a hablar mal de la empresa o de sus

compañeros. Aunque no lo veamos, esto suele tener un efecto rebote que
puede terminar perjudicandonos. Cuando pasa esto se debe consultar por
planes de carrera dentro de esta empresa o tal vez pensar en nuevos
horizontes. Sin embargo, aquellos que solo cumplen lo básico, ni siquiera lo
están cumpliendo. Con esto solo estamos opacando nuestras posibilidades
y hundiendo nuestra imagen. Ninguna empresa asciende personas que
simplemente cumplen, premian a las personas que tienen algo más para dar.

Los emprendimientos a veces suelen concentrarse solo en vender. Quienes

no tengan visión de un negocio próspero, difícilmente logren crecer.
Centrarse en las ventas es el error, pues las ventas solo son consecuencias
de entregar un valor agregado y diferencial.

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3- No responder positivamente a nuestras

evaluaciones de desempeño
Las evaluaciones de desempeño o los feedback que nos da nuestro jefe u
opiniones constructivas de algún compañero, son fundamentales para
nuestro proceso de crecimiento. Es la manera de visualizar cómo nos ven
los demás. Normalmente estas evaluaciones tienen por objetivo, más allá
de darnos una idea de lo que fue nuestro año o semestre laboral, una idea
de los puntos débiles que debemos trabajar. De igual manera esas
fortalezas que debemos mantener y tal vez potenciar.

Veo como muchas personas tienden a negarse en charlas de feedback o a

discutir sobre su desempeño. El feedback se da sobre hechos concretos. La
suma de estos nos dan como resultado el desempeño. Y, ponerse en contra
de los hechos (no apreciaciones) es un poco contradictorio.

Lo que nos comunica nuestro superior debe ser tomado muy en cuenta.
Normalmente son críticas constructivas. Y tómese en cuenta la palabra
constructiva, puesto que ese es su fin. Que aceptemos y realicemos las
mejoras que nos han propuesto. Además, debemos prestar atención a otros
tipos de feedback, tal vez de manera indirecta, que también son necesarios
tomar en cuenta. En algunos casos podemos recibir una recomendación u
observación de un compañero de trabajo. Muchas personas lo pueden
llegar a tomar como algo personal y suelen contraatacar. Debemos detectar
los mensajes implícitos de esas conversaciones y analizar nuestros
comportamientos.

Lo que se busca a través de estas charlas, no es marcar errores, es generar

cambios positivos. Escuchar los consejos y cambiar en consecuencia,
muestran una persona capaz de progresar y mejorar. Esos son los perfiles
que buscan las empresas para su mandos superiores.

Nuestra propuesta personal debe ser corregir esos puntos marcados e ir

por más. Lo que nos marcan normalmente es algo que se pretende de
nuestra posición. Dar un paso más adelante es diferenciarse y aportar más
valor aún. Superar las expectativas debe ser nuestra meta.

El cliente no siempre tiene la razón, pero no debemos desatender la

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información que nos transmite. Un cliente enojado puede que no

noscompre más y también podría hasta darnos malas calificaciones. Ese es
un punto, el otro, es analizar qué podemos mejorar para evitar esos
inconvenientes en el futuro.

4- Creerse irremplazable
Hay quienes piensan que los conocimientos, la experiencia y haber actuado
adecuadamente en algunas situaciones los hace intocables. Creen ser
indispensables para que las cosas funcionen.

Les aseguro que el conocimiento es universal y, tarde o temprano sin la

necesidad del aporte de este tipo de personas, las cosas se terminan
acomodando y en algunos casos para mejor. Pensar que uno es
indispensable es un gran error puesto que nos limita. Nos deja en esa zona
de confort creada internamente, mientras todo a nuestro alrededor va
cambiando y evolucionando. Sentirse de esa manera es quedarse estancado
en una posición, que luego tal vez lleve mucho esfuerzo revertir. Hoy en día
hay un dinamismo que muy pocos tienen la habilidad de captar y entender
en su momento, y que los diferencia del resto. Esas personas son las que
generan cambios y ascienden.

Y aquí la diferencia clave entre que las cosas funcionen y las cosas ocurran.
Que las cosas funcionen es mantener las cosas como están, estén bien o
mal. Que las cosas ocurran es mostrar que se necesita otra cosa, un cambio,
aire nuevo. Los que hacen que las cosas funcionen quedan atrasados a los
que hacen que las cosas ocurran.

Aquellos que creen ser indispensables normalmente son personas que no

saben trabajar en equipo, son personas individualistas. Creen que transferir
sus conocimientos o enseñar a otros es entregar su más valiosa sabiduría y
diferencia destacable. Al contrario de esto, las empresas buscan perfiles de
personas que sepan trabajar en equipo: aprender y colaborar con otros. Las
empresas crecen fuertes gracias a la sinergia de los equipos de trabajo que
la componen.

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5- Falta de liderazgo personal

En algunas conversaciones informales suele comentarse cierta información
no verificada. Es una falta de profesionalismo manejar o retransmistir esta
información sin antes chequearla. Quienes usan esta información de
manera irresponsable no son personas confiables. En algunos casos pueden
generar inestabilidad o caos. No adoptar posiciones neutras o bajar las
revoluciones en estas situaciones es un grave error.

También hay quienes mantienen conflictos con sus compañeros o sus

superiores sin motivo alguno. Por supuesto que estará en las habilidades de
resolución de conflicto de los líderes solucionar estos temas. Pero aquellas
personas que son conflictivas sin causas concretas suelen ser marcados de
manera negativa.

Mantenerse en posiciones fijas sin dar lugar a opiniones u otros puntos de

vista. Muchas personas creen estar siempre en lo cierto, en hacer las cosas
a su modo sin prestar atención a otras sugerencias o ideas. Los aportes de
todos hacen siempre a una mejor resolución de problemas o creaciones
innovadoras. Aquellos incapaces de abrir su mente a nuevas ideas
normalmente no saben detectar oportunidades. Ver las cosas de la misma
manera una y otra vez nos nubla el juicio. Puede que numerosas
oportunidades pasen por nuestros ojos y no seamos capaces de
identificarlas y mucho menos aprovecharlas.

Las personas con un liderazgo personal bajo tienden a tener una gestión
emocional deficiente o nula. Sus malos días se notan a metros de distancia y
además lo hacen notar. Caprichos, enojos, berrinches, son las
consecuencias de no saber interpretar y gestionar sus sentimientos y
emociones. Sus comportamientos están supeditados a sus emociones, a la
calidad de su día según sus percepciones.

Todas estas cuestiones caracterizan a personas que, de mantener esa

conducta, no serían aptas para cargos medios o superiores. No califican,
puesto que no responderían a los mínimos estándares que se requieren
para esos puestos: condiciones para liderar.

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La clave para trabajar nuestra inteligencia emocional es tener la capacidad

de percibir, expresar, comprender y gestionar las emociones. Cuanto más
comprendamos estos aspectos propios, mejor será nuestra salud mental y
nuestro desarrollo social y laboral.

6- Comunicación deficiente
Una de las principales falencias en algunas personas es la deficiencia en la
comunicación. Aquel que piensa que comunica por informar vía mail no ha
entendido nada. La comunicación es un factor fundamental que puede
llegar a destacar a ciertas personas. De hecho hay personas que se
convierten en grandes oradores y tienen la capacidad de influir e inspirar a
muchas personas.

Informar puede ser una de las partes de la comunicación, pero no lo es todo.

La comunicación tiene que ver con una forma de dirigirse y transmitir
información de manera que las personas comprendan el mensaje completo.
Para aprender a comunicar es necesario liberarse un poco de los datos y
centrarse en quienes los reciben.

El problema es que muchos creen que gestionar eficazmente es: solo tomar
decisiones importantes e informarlas masivamente. Normalmente quienes
reciben esa información, salvo que los impacte de manera directa, tenderán
a omitir o a desestimar los mensajes. Se trata de un trabajo importante por
detrás para lograr llegar a los corazones de las personas. Y lo que quieren
los directivos de las empresas son líderes capaces de influir, gestionar y
motivar a sus equipos de trabajo. Esto se logra a través de la comunicación
efectiva. Si queremos generar una transformación definitiva y perdurable a
largo plazo debemos olvidar las viejas estructuras piramidales y los modos
de administrar del tipo dictatorial.

Otro error común es pensar que siempre debo ser informado o comunicado
y en base a eso recién actuar. A veces actuar viene primero, o sea yo ir en
busca de esa información si la necesito. Las posiciones de comodidad o
displicencia de ciertas personas hasta tienden a molestar. Por supuesto que
estará de más decir que seguramente no serán tomadas en cuenta.

Finalmente, es fundamental señalar que aquellos que comuniquen de

manera efectiva tendrán un punto diferenciador. Aquellos que realmente
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levantan la vara son los que tienen las mejores posibilidades. Ahora sí,
desarrollar la comunicación efectiva es un arduo camino que muy pocos
están dispuestos a transitar. Será fundamental trabajar aspectos como el
lenguaje corporal y paraverbal, la escucha activa y la asertividad, etc.

7- Falta de crecimiento profesional

Todavía veo como muchas personas esperan los cursos y capacitaciones
que “debe” brindarle la empresa donde trabaja. Nuevamente una posición
de comodidad que suele no ser recompensada. Por otro lado, he visto cómo
personas solicitan becas a sus empleadores para capacitarse.

Quiero decir con esto que, ¿todos debemos tomar ese camino? Por
supuesto que no. Aquellos que no están dispuestos a crecer en sus
conocimientos y habilidades por su propia cuenta tienen un problema de
mentalidad. No hablo de problema mental sino de falta de entusiasmo en
generar un crecimiento continuo. Y es esa falta de entusiasmo que
demuestran cada día de su vida. Y si… nuestros empleadores lo notan y lo
tienen muy en cuenta.

Por otro lado, están aquellos que no paran hasta aprenderlo. Aprender que?
Aprender lo que les hace falta para cumplir ese deseo interno de
entenderlo. Entender que? Entender el por qué y con eso es suficiente para
nunca más tener que buscarlo o preguntarlo. Capacitarse es también
liberarse de problemas diarios que nos surgen, porque ya hemos aprendido
a solucionarlos, lo hemos automatizado. Aquellos que proponen soluciones,
son los que se destacan.

Lo que he visto que sobra, son los detectores de problemas y novedades.

Estar del lado de la lista de chequeos es la tarea más fácil del mundo.
Encontrar novedades e informar a quien corresponde es algo que puede
hacer cualquiera. No quiero ni detenerme en aquellos que ni siquiera
levantan novedades, pues diría que hasta restan.

Aquel que tiene la capacidad de detectar algún problema y encontrar la

solución o solucionarlo, sin dudas es alguien que tiene algo especial.
Personalmente, no suelo transmitir novedades, salvo que sean urgentes, si
aún no he encontrado al menos una forma de afrontarlo.

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Las capacitaciones, cursos, seminarios, conferencias ayudan no solo a

nuestros conocimientos técnicos, sino a nuestro cambio de mentalidad: de
quieta a ganadora.

8- No acompañar la cultura empresarial

En muchos casos las cultura empresarial está escrita o en muchos otros
casos no lo está. Que esté escrita tampoco nos da la certeza de que se
sienta de esa manera o se practique. Sin embargo muchas veces se vive una
“cultura empresarial implícita”, una cultura que llevan los empleados o que
llevan los equipos de trabajo. Estoy hablando de valores que se viven todos
los días: compromiso, actitud de servicio, compañerismo, calidad,
optimismo, etc.

Quienes evitan subirse a ese tren, de seguro no crecerán allí. La cultura de

equipo es un mix de valores que deben respetarse y seguirse, estén escritos
o no. Por supuesto que siempre que sean valores positivos. Nuestro
propósito debe ser ambicioso, alinearse e ir por más.

En mi experiencia, viví un cambio de cultura empresarial radical. Vi como

muchos de los que eran considerados referentes en el pasado fueron
abandonando sus puestos, pues no tuvieron la capacidad de acompañar el
cambio. Por supuesto que los cambios incomodan, pero de esas
incomodidades deben surgir las oportunidades. No detectarlas y tomarlas
es el error.

No alinearse a una cultura empresarial es nadar en contra de la corriente.

Hasta requiere un esfuerzo extra, puesto que significa conflicto de
intereses constantemente. Eso genera desgaste, principalmente para los
que están en contra. Está de más decir entonces que no acompañar o
ponerse en contra de la cultura empresarial es una forma de manchar
nuestra imagen y, por supuesto, de alejarnos de los procesos de selección.

9- Falta de iniciativa
Puede este punto estar relacionado al número 2. Sin embargo, las faltas de
iniciativa están relacionadas con la diferenciación. Quiero decir con esto
que tener iniciativa y tener una mentalidad proactiva es una condición
necesaria para mostrar una diferencia competitiva con otro aplicante.

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Los buenos rendimientos y altos desempeños en ciertas funciones pueden

ser opacados por las faltas de iniciativas o también por las propuestas de
otros. Demostrar un poco más es la clave. El error todavía más grave es
tener el potencial y no ponerlo en práctica. Mucho se ve a personas que
deciden no tomar iniciativas por miedo a cometer errores. Justamente el
mayor error que una persona puede cometer es tener miedo a cometer un
error.

Otra cosa muy común es no proponer por suponer que no se los tendrá en
cuenta o no se lo aprobaran. No los culpo. Muchas empresas generan este
tipo de mentalidad por su burocracia o trabas administrativas. Eso no debe
ser una barrera para que las propuestas florezcan. No digo que luego la
responsabilidad recae en el otro, porque debemos ser embajadores de
nuestras iniciativas. Pero nuestra responsabilidad moral debe ser NO callar
y proponer sin importar el resultado.

10- Falta de visión

Mi teoría es muy simple. Una persona es la posición antes de estar en la
posición. Cuando logro el ascenso tan preciado, solamente me están dando
el título. El reconocimiento o el cargo es una mera formalidad. Nosotros
debemos haber estado comportandonos como tal y comulgando
constantemente con los valores y requerimientos que esa posición supone.

Las personas suelen pensar que una vez en el cargo tendrán las
posibilidades de hacer o generar. Pues les digo que debemos de hacerlo
antes. Uno debe demostrar con actitudes y pensamientos que está en
condiciones de asumir las responsabilidades que tendrá.

Normalmente la falta de visión suele nublar el camino. Estar tan pendiente

de querer lograr y pensar demasiado es lo que nos impide accionar. Lo
repito, los ascensos son sólo reconocimientos a méritos mostrados
diariamente.

Y la mejor manera de hacerlo es convertirse en un referente, en un líder.

Los líderes no conocen de posiciones, conocen de actitudes multiplicadoras
y actitud de servicio. Aquel que quiera convertirse en un referente en su
mercado debe de comportarse como tal, de entregar valor antes de
pretender ser reconocido por eso.

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Conclusión
Espero que hayas podido entender cuál es realmente el problema. No me
canso de escuchar: nunca me ofrecen nada, en esta empresa no se puede
crecer, yo tengo más años, mi jefe no me quiere… Cuando entendamos que
las cosas que nos suceden son exclusivamente responsabilidad nuestra,
empezaremos a comprender nuestra realidad y recién ahí podremos pensar
en nuestro futuro. No voy a dejar de mencionar que hay algunos casos
excepcionales donde ocurren cosas que no nos esperamos, pero en general,
somos nosotros los gestores de nuestro destino.

Hoy te dejo la propuesta de empezar a analizar tu situación, pero desde una

perspectiva objetiva. Se que suena dificil, pero es la única manera que
podamos diagnosticar dónde estás y hacia dónde vas.

Regalo
¡Muchas gracias por acompañarme hasta aquí! Espero haberte ayudado y
tal vez abrirte los ojos. Si te gustó este e-book, te invito a que me envíes un
mensaje privado de Instagram a mi cuenta @nicolasterant comentandome
qué fue lo que movió y que así participes por una mentoría totalmente
gratis, 1 a 1 conmigo, la cual estaré sorteando a lo largo del segundo
semestre de 2021.
Mi idea es poder ayudarte en tu desarrollo personal, y con eso lograr un
despegue en tu carrera profesional. Juntos analizaremos tu situación y
trabajaremos para potenciarte.
¡Un saludo!

NT

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