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y la metodología de las 5 S
Organizar el proceso para que produzca sólo cuando el cliente lo solicita (Kanban)
Después de aplicar los tres primeros principios de un proceso esbelto, lo que sigue es
organizar el proceso para que produzca sólo cuando el cliente lo solicite o lo necesite,
en lugar de que la organización empuje al producto hacia el cliente, incluso aunque éste
no lo quiera. Esto es un asunto clave sobre todo porque la demanda del cliente no es
constante. Por lo que el reto es que el proceso sea fl exible y se adapte a la demanda del
cliente. Por ejemplo, supóngase que un hospital privado especializado en una cirugía en
particular tiene demanda de 16 operaciones al día y que la sala de operación está abierta
ocho horas por día, por lo que se tiene un tiempo Takt1 de 30 minutos. Esto
signifi ca que los bienes (sala de operaciones, camas, equipos, herramientas quirúrgicas)
y los recursos (médicos, enfermeras, personal administrativo) se deben organizar y
optimizar para terminar una operación cada 30 minutos. Ahora supóngase que durante
los meses de invierno la demanda para esta cirugía aumenta a 24 por día; el tiempo Takt
se reduciría entonces a 20 minutos, y los activos y recursos necesitarían confi gurarse de
nuevo (y probablemente aumentarse) para lograrlo.
Una de las mejores formas de cumplir con este principio es hacer que el proceso
funcione de acuerdo con un sistema Kanban, en el que cada operación, comenzando
con embarques o surtido de pedidos y remontándose hasta el comienzo del proceso, va
halando (jalando) el producto necesario de la operación anterior únicamente cuando lo
necesite. Esta idea contrasta con el ciclo industrial tradicional que fabrica un producto y
lo empuja hacia la siguiente operación aunque ésta no esté lista para recibirlo. Toyota
nombró a esta técnica Kanban, una palabra japonesa que signifi ca “tarjeta” o “tiempo
de señal”. Al sistema Kanban también se le conoce como “sistema de supermercado”
debido a que el concepto nació de la observación de los supermercados estadounidenses
por parte de los japoneses. Se dice que un grupo de ejecutivos de Toyota viajó a la
Unión Americana en los años 1950 para ver cómo funcionaban las fábricas. Su
conclusión, tras visitarlas, fue que los estadounidenses procuraban manejar sus fábricas
más o menos de la misma manera como lo hacían los japoneses. Éstos lo describieron
como un “sistema de empujar”.
Los japoneses tomaron el concepto y lo convirtieron en algo útil para controlar las
operaciones en la fábrica. Así, crearon dos tipos de señales o Kanban. En este caso,
suponiendo que el cliente es el departamento de ensamble, la primera señal constituye
una autorización, dinero, por así decirlo, para que el departamento de ensamble acuda al
supermercado de materiales (subensambles, componentes, materias primas) y tome un
recipiente de cada cosa que necesite. Estos recipientes son muy pequeños, con
capacidad para una cantidad medida (por lo general la cantidad para una hora o menos).
En la organización Toyota, todo recipiente que contenga más de la décima parte de la
cantidad necesaria para un día, requiere aprobación de la gerencia.
Dentro de cada recipiente se encuentra el segundo tipo de Kanban: “una autorización de
producción”.
Buscar la perfección