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Título: Anotaciones sobre un valioso precedente de la CSJN que refuerza la tutela judicial efectiva de los
consumidores. A propósito de las ejecuciones prendarias
Autor: Hernández, Carlos A.
Publicado en: SJA 18/09/2019, 18/09/2019, 79 -
Cita Online: AR/DOC/2634/2019

Sumario: I. Síntesis del caso y de lo resuelto.— II. Horizontes actuales del Derecho Privado.— III. Las
relaciones de consumo y el contenido de la tutela judicial efectiva.— IV. El decisorio de la CS en clave de
tutela judicial efectiva.
I. Síntesis del caso y de lo resuelto
En un valioso y reciente precedente caratulado "Recurso de hecho deducido por la Fiscal General ante la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial en la causa 'HSBC Bank Argentina SA c. Martínez, Ramón
Vicente s/ secuestro prendario'", la CS dejó sin efecto la sentencia dictada por la sala A de la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Comercial que había desestimado el planteo que cuestionaba la validez del trámite
correspondiente al secuestro prendario sin dar previamente audiencia al deudor.
La decisión adoptada por mayoría —conformada por los Ministros Juan Carlos Maqueda, Ricardo
Lorenzetti y Horacio Rosatti—, importó hacer lugar al recurso extraordinario interpuesto, por entender que la
decisión resultaba equiparable a la sentencia definitiva en razón de que lo resuelto ocasionaba un agravio de
imposible reparación ulterior, lesionando derechos fundamentales del consumidor afectado. De ese modo se
dispuso que los autos volvieran al tribunal de origen para que, por quien corresponda, se dicte un nuevo fallo
con arreglo a los considerandos del pronunciamiento de mayoría de la Corte.
A fin de comprender la profundidad del decisorio resulta imprescindible contextualizarlo, en general, en los
horizontes actuales de nuestro Derecho Privado, y en particular, sobre el estado de evolución del Derecho del
Consumidor.
II. Horizontes actuales del Derecho Privado
II.1. El programa constitucional y el Código Civil y Comercial
El art. 75, inc. 22 de la CN, ha otorgado rango constitucional a los tratados que integran el denominado
derecho supranacional de los derechos humanos (1), lo que ha supuesto, entre otros aspectos, reforzar la
protección de la persona (2), la tutela del grupo familiar (3), el derecho a ser indemnizado (4) y la función social
y ambiental de la propiedad —y consecuentemente del contrato— (5).
Dicho programa constitucional, encuentra reflejo en las normas del Código Civil y Comercial, de modo que
puede reconocerse, sin dudas, un proceso de "Constitucionalización del Derecho Privado" (6), que alcanza a sus
diferentes ramas.
La revisión de las fuentes que informan al Derecho Civil y Comercial ha sido acompañada por una
actualización de sus instituciones, rediseñadas por el codificador con soluciones que podían ser impensadas en
otro tiempo histórico. De acuerdo con el propósito de este breve comentario ejemplificamos con la figura del
contrato —matriz del decisorio que aquí se anota—, ámbito en donde el Código Civil y Comercial efectúa
señalamientos que conmocionan sus bases tradicionales, en textos que no siempre aparecen en la regulación de
la "teoría general del contrato". A modo de ejemplos, el art. 54 afirma que "No es exigible el cumplimiento del
contrato que tiene por objeto la realización de actos peligrosos para la vida o la integridad de una persona,
excepto que correspondan a su actividad habitual y que se adopten las medidas de prevención y seguridad
adecuadas a las circunstancias"; el art. 241 sostiene que "El ejercicio de los derechos individuales sobre los
bienes mencionados en las Secciones 1ª y 2ª debe ser compatible con los derechos de incidencia colectiva. Debe
conformarse a las normas del derecho administrativo nacional y local dictadas en el interés público y no debe
afectar el funcionamiento ni la sustentabilidad de los ecosistemas de la flora, la fauna, la biodiversidad, el agua,
los valores culturales, el paisaje, entre otros, según los criterios previstos en la ley especial"; y la primera parte
del art. 1097 dispone que "Los proveedores deben garantizar condiciones de atención y trato digno a los
 

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consumidores y usuarios. La dignidad de la persona debe ser respetada conforme a los criterios generales que
surgen de los tratados de derechos humanos...".
El cambio de paradigmas emergentes del Código Civil y Comercial también ha significado una profunda
modificación de las fuentes de construcción de las respuestas jurídicas de los casos de Derecho Privado. El
primer párrafo, del art. 1º del citado cuerpo legal dice que "Los casos que este Código rige deben ser resueltos
según las leyes que resulten aplicables, conforme con la Constitución Nacional y los tratados de derechos
humanos en los que la República sea parte", agregando el art. 3º que "El juez debe resolver los asuntos que sean
sometidos a su jurisdicción mediante una decisión razonablemente fundada". Es claro que la centralidad
normativa no reside ya en el Código —o en sus leyes complementarias—, y que, en consecuencia, la solución
que se halle debe ser fundada a partir de las exigencias constitucionales y convencionales, especialmente en lo
que concierne a los conflictos sobre derechos fundamentales.
II.2. La tutela judicial efectiva en el Código Civil y Comercial
El programa constitucional también se ha preocupado por la "efectividad" de los derechos que reconoce,
legislando expresamente acerca de las garantías de amparo y hábeas data (art. 43).
Con similares fundamentos, el Código Civil y Comercial afirma respecto de algunas situaciones y relaciones
jurídicas que involucran a derechos fundamentales una "tutela efectiva, esencialmente judicial" (7), en
concordancia con la "Declaración Universal de Derechos Humanos" (art. 8º) (8), y la "Convención Americana
sobre Derechos Humanos" (art. 25) (9).
Los ejemplos que pueden ser ponderados son variados, pudiendo mencionarse entre otros:
A) Al régimen de las internaciones. Respecto de ellos, el art. 41 señala que "[l]a internación sin
consentimiento de una persona, tenga o no restringida su capacidad, procede solo si se cumplen los recaudos
previstos en la legislación especial y las reglas generales de esta Sección. En particular: (...) d) debe garantizarse
el debido proceso, el control judicial inmediato y el derecho de defensa mediante asistencia jurídica; e) la
sentencia que aprueba la internación debe especificar su finalidad, duración y periodicidad de la revisión. Toda
persona con padecimientos mentales, se encuentre o no internada, goza de los derechos fundamentales y sus
extensiones".
B) A los procesos de familia, que aparecen reglados en el art. 706 ámbito en donde se estatuye que se deben
respetar "... los principios de tutela judicial efectiva, inmediación, buena fe y lealtad procesal, oficiosidad,
oralidad y acceso limitado al expediente; a) Las normas que rigen el procedimiento deben ser aplicadas de modo
de facilitar el acceso a la justicia, especialmente tratándose de personas vulnerables, y la resolución pacífica de
los conflictos. b) Los jueces ante los cuales tramitan estas causas deben ser especializados y contar con apoyo
multidisciplinario. c) La decisión que se dicte en un proceso en que están involucrados niños, niñas o
adolescentes, debe tener en cuenta el interés superior de esas personas".
C) A algunos efectos previstos para los procesos de daños; así el art. 1775 sostiene que "Si la acción penal
precede a la acción civil, o es intentada durante su curso, el dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse
en el proceso civil hasta la conclusión del proceso penal, con excepción de los siguientes casos: (...) b) si la
dilación del procedimiento penal provoca, en los hechos, una frustración efectiva del derecho a ser
indemnizado...".
De la simple enunciación de los casos reseñados, resulta que el Código Civil y Comercial concreta un
mandato de efectividad, que se ve acentuado frente a situaciones de vulnerabilidad. Recuerda Jorge Peyrano que
el derecho humano a la "tutela efectiva" supone que el proceso civil atienda a la protección del derecho material
en juego (10), lo que, según los casos, importará el reconocimiento de una "tutela diferenciada".
III. Las relaciones de consumo y el contenido de la tutela judicial efectiva
El Código Civil y Comercial ha jerarquizado la protección del consumidor, complementando a la ley
especial en aquellas áreas que guardan una fuerte impronta constitucional: información y publicidad; cláusulas y
 

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prácticas abusivas; principio de consumo sustentable; etc.


El fortalecimiento del régimen sustancial debe encontrar cauces adecuados de realización, a fin de no
desconocer el mandato del último párrafo del art. 42 de la CN en cuanto dispone que "La legislación establecerá
procedimientos eficaces para la prevención y solución de conflictos".
Así, la cuestión entronca con la llamada "tutela judicial efectiva", sobre la cual mucho se ha trabajado en el
plano procesal. Sobre su contenido Peyrano exige satisfacer ciertos recaudos, entre los cuales enuncia al "acceso
irrestricto de los justiciables al servicio de justicia"; la "configuración de tribunales independientes, imparciales
e impartiales"; la "instrumentación de técnicas adecuadas para el supuesto de actuaciones judiciales"; el
"aseguramiento de un debido contradictorio, con igualdad de armas"; el "diseño de herramientas y técnicas
procedimentales que mejoren el rendimiento del servicio de justicia; la "debida y pronta ejecución de las
órdenes y resoluciones judiciales"; la "estructuración de un proceso civil que asegure que la postulaciones
judiciales se materialicen dentro de un plazo razonable"; el "montaje de tutelas especiales que contemplen y
regulen la incidencia de ciertos factores (la necesidad de prevenir, la urgencia y la evidencia)" y el "activismo
judicial".
Aunque el Derecho del Consumidor constituye un banco de ensayo propicio para el despliegue de los
recaudos antes descriptos, la doctrina consumerista ha sumado otros, como el "beneficio de justicia gratuita"; la
"colectivización procesal", y la "defensa excepcional en procesos de ejecución" (11).
IV. El decisorio de la CS en clave de tutela judicial efectiva
Todo lo hasta aquí reseñado nos permite enmarcar la sentencia de la CS, que se inscribe en el proceso de
"Constitucionalización del Derecho Privado", en la afirmación de los derechos fundamentales de los
consumidores y en el diálogo de fuentes guiado por la regla axiológica "favor consumidor". Claramente el
Máximo Tribunal de la Nación ha ponderado la respuesta jurídica, en miras de alcanzar una "tutela judicial
efectiva".
En sus aspectos nodales, los fundamentos de la mayoría se apoyan:
A) En el reconocimiento de la complejidad del vínculo habido entre el ejecutante y el ejecutado. Para ello,
recurre a la doctrina de la arbitrariedad, que tiende a resguardar la garantía de la defensa en juicio y el debido
proceso (considerando 4). En miras de su aplicación se apoya en la desnaturalización que la Cámara hizo de la
relación sustancial habida entre las partes, al sesgar la trama relacional. Así considera que la sentencia resulta
dogmática puesto que prescinde de considerar la "...convención que habilitó el sistema especial que dio lugar al
secuestro, instrumentada mediante un contrato de adhesión, por medio de un texto conformado por cláusulas
propuestas por el acreedor" (consid. 5º).
B) En las nuevas fronteras de la "teoría del contrato constitucionalizada", que admite su fraccionamiento con
proyecciones sobre sus bases y principios fundantes. En este aspecto resulta valiosa la apreciación que efectúa la
mayoría de la CS, por cuanto juzga que el mero consentimiento del consumidor no puede validar cláusulas o
prácticas descalificadas por el régimen protectorio de orden público.
C) En el diálogo de fuentes que proponen los arts. 3º de la Ley de Defensa del Consumidor, y el último
párrafo del art. 1094 del Cód. Civ. y Com. en cuanto afirma que "[e]n caso de duda sobre la interpretación de
este Código o las leyes especiales, prevalece la más favorable al consumidor" (12). De manera categórica la
sentencia que anotamos dice que "...si se acepta que las disposiciones de la Ley de Defensa del Consumidor
debieron ser integradas en el análisis efectuado por la alzada en la inteligencia de que, ante la duda respecto a la
forma en que debían ser articuladas con las normas prendarias debería primar la más favorable para el
consumidor, c favor debilis (art. 3º de la ley 24.240), constituye lógica derivación de lo anterior, que la Cámara
debió analizar y considerar la aplicación —bajo la perspectiva de protección especial del consumidor que tanto
la Constitución Nacional como el sistema normativo del consumidor otorgan al usuario—...".
La solución resulta concordante con reiterados planteos del Ministerio Público Fiscal (13) y la doctrina
colectiva (14), como también por diferentes precedentes de instancias inferiores dictados sobre la materia, tanto
 

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a los que recurrieron a la Ley de Defensa del Consumidor para determinar la competencia —refiriéndola al
domicilio del consumidor— (15), cuanto a los que juzgaron inaplicable el art. 39 del régimen de prenda con
registro por haber sido prestada la garantía en el marco de una relación de consumo (16).
Es coherente, además, con posturas imperantes para temas similares, como el de los "pagarés de consumo"
(17), con proyecciones sobre los intentos de reformas de la Ley de Defensa del Consumidor (18).
Su norte coincide, además, con decisiones del Tribunal de Justicia de la UE en debates análogos (19).
Aunque no se nos escapa que la sentencia que la CS ha descalificado se apoya en un texto legal (20), cuya
superioridad normativa sobre la ley 24.240 ha sido defendida a ultranza por calificada doctrina (21), y sostenido
en algunos precedentes judiciales (22), estamos convencidos que esos criterios no responden a las normas
constitucionales y convencionales que han interpelado a la CS para dictar la sentencia que valoramos muy
favorablemente en cuanto expresa un elevado grado de consolidación del Derecho del Consumidor argentino
(23), orientado hacia la búsqueda de su plena "eficacia".
 (1) Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; Declaración Universal de Derechos
Humanos; Convención Americana sobre Derechos Humanos - Pacto de San José de Costa Rica; Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales - Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo;
Convención para la Prevención y sanción del Delito de Genocidio; Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial; Convención sobre la Eliminación de todas las formas
de Discriminación contra la Mujer; Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas crueles Inhumanos o
Degradantes; Convención sobre los Derechos del Niño; Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada
de Personas; Convención sobre imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa
humanidad; Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
 (2) Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 6º), Convención Americana de Derechos
Humanos (art. 3º), Convención Americana de los Derechos del Hombre (arts. 4º y 11 incs. 1º y 2); y la
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo (art. 1º y ccds.).
 (3) Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 16), Convención Americana de Derechos
Humanos (art. 17), Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 10) y Convención de los Derechos
del Niño.
 (4) Convención Americana de Derechos Humanos (arts. 10 y 13, inc. 2º), Convención contra la Tortura y
otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (art. 14), Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (art. 6º).
 (5) Constitución Nacional (art. 41; art. 75, inc. 17) y Convención Americana de Derechos Humanos (art. 21,
inc. 1º).
 (6) LORENZETTI, Ricardo L., "Las normas fundamentales de Derecho Privado", Ed. Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 1995; RIVERA, Julio César, "La constitucionalización del derecho privado en el Proyecto de Código
Civil y Comercial", en RIVERA, Julio César (dir.) - MEDINA, Graciela (coord.), Comentarios al Proyecto de
Código Civil y Comercial de la Nación, Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2013, ps. 1 y ss.
 (7) Se ha dicho con acierto que "[e]l genérico derecho a la tutela efectiva (esencial, pero no exclusivamente
judicial) cuenta con todo un complejo normativo de garantías en los diferentes instrumentos de defensa de los
derechos humanos, y ha merecido una intensa protección por parte de los tribunales de aplicación de estos",
SAHIAN, José H., "Dimensión constitucional de la tutela a los consumidores", Ed. Thomson Reuters-La Ley,
Buenos Aires, 2017, p. 353.
 (8) "Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o por la ley".
 (9) "Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier recurso efectivo ante los jueces
o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
 

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Constitución, la ley o dicha convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en
ejercicio de sus funciones oficiales".
 (10) "Importancia de la consolidación del concepto de la tutela judicial efectiva en el ámbito del juicio civil
y análisis de su contenido", http://faeproc.org/wp-content/uploads/2012/09/Ros_5.pdf.
 (11) Aconsejamos la lectura de un valioso aporte de SAHIAN, José H., "Dimensión constitucional de la
tutela judicial efectiva de los consumidores", JA 2018-I-1327.
 (12) Ver a LIMA MARQUES, Claudia, "Comentario artigo 1º", en LIMA MARQUES, Claudia -
BENJAMIN, Antonio Herman V. Comentários ao Código de Defesa do Consumidor, Editora Revista Dos
Tribunais, São Paulo, 2006, 2ª ed.; STIGLITZ, Gabriel, "El Derecho del Consumidor en el Código Civil y
Comercial unificado. Diálogo de fuentes", en STIGLITZ, Gabriel - HERN Tratado de Derecho del Consumidor,
Ed. Thomson Reuters - La Ley, Buenos Aires, 2015, t. I, ps. 257 y ss.
 (13) Ver "La Corte hizo lugar a un planteo del MPF y anuló un fallo que ordenó un secuestro prendario sin
dar previa participación al deudor", https://www.fiscales.gob.ar/usuarios-y-consumidores/la-corte-hizo-lugar-a-
un-planteo-del-mpf-y-anulo-un-fallo-que-ordeno-un-secuestro-prendario-sin-dar-previa-participacion-al-
deudor/.
 (14) El XVII Congreso Argentino de Derecho del Consumidor —realizado en memoria del profesor Dr.
Félix A. Trigo Represas— y cumplido en Mar del Plata los días 3 y 4 de noviembre de 2017, sostuvo que "... a)
la vía reconocida por el art. 39 de la Ley de prenda Nº 12.962 resulta desplazada por colisionar con los
principios fundamentales del derecho del consumo, por lo que no corresponde su planteo contra los
consumidores de crédito. b) Resulta deseable una modificación legislativa que determine la prohibición expresa
de los eventuales planteos de los secuestros prendarios contra los consumidores de crédito", Despacho 7 de la
Revista de Derecho del Consumidor, nro. 3, 15/11/2017, https://ar.ijeditores.com/pop.php?
option=articulo&Hash=8bbdf790b0cc1dfffc8aaf49e93c9235.
 (15) CNCom., sala D, 27/03/2018, en autos "HSBC Bank Argentina SA c. Gorosito, Alcides Omar s/
secuestro prendario", ha dicho que "[l]a ejecución prendaria debe ser entendida por el juez del domicilio real del
ejecutado, en tanto que se trata de la compraventa de un automotor instrumentada en un formulario pre-impreso,
pudiendo considerarse el contrato como de adhesión, por lo que la cláusula de prórroga de jurisdicción, sin
posibilidad alguna de discusión por parte del aceptante, tiene por efecto colocar a este último en un estado de
indefensión cierto y concreto, siendo entonces nula", LL AR/JUR/6007/2018. Entre otros precedentes anteriores
en este mismo sentido, ver a CNCom., sala F, 06/05/2014, "HSBC Bank Argentina SA c. M., P. E. s/ secuestro
prendario", LL AR/JUR/19486/2014; CNCom., sala D, 04/08/2010, "Plan Rombo SA de Ahorro para Fines
Determinados c. Lara, Carina Judit", LL AR/JUR/56623/2010. En otros casos, este criterio fue seguido por
mayoría —y consecuentemente con disidencias—. Así la CCiv. y Com. Junín, 02/02/2017, en autos "Fiat
Crédito Cía. Financiera SA c. De Natale, César L. s/ acción de secuestro (art. 39, ley 12.962)", por mayoría
declaró "... la inaplicabilidad a las relaciones de consumo, del trámite previsto en el art. 39 del dec.-ley 15.348
—ratificado por la ley 12.962—, ordenando en consecuencia que la accionante ponga a disposición del
demandado el automotor secuestrado en autos". Ver comentario de ARIAS CÁU, Esteban J. - DIP TÁRTALO,
Eduardo J., "La relación de consumo, el secuestro prendario y una victoria pírrica", LA LEY 2017-E, 493.
 (16) Con voto de Jorge Galdós la CCiv. y Com. Azul, sala II, en autos "Rombo Compañía Financiera SA c.
Pedroza, Juan Emanuel s/ acción de secuestro prendario", sostuvo recientemente que "[e]l art. 39 del
decreto/Ley de Prenda con Registro 15.348/1946 que dispone un proceso de secuestro prendario inaudita parte
es inaplicable para resolver el crédito reclamado por la entidad financiera, ya que el deudor es un consumidor
que efectuó una operación de crédito para el consumo, y aplicar la norma cuestionada implicaría una merma a su
derecho de defensa en juicio; máxime cuando la Ley de Defensa al Consumidor es norma especial y posterior
que prevalece por sobre la Ley de Prenda"; 12/06/2019, LL AR/JUR/18953/2019.
 (17) Aquí también hay un fuerte reclamo para "visibilizar" a la relación de consumo en miras de lograr una
 

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tutela judicial efectiva del ejecutado. Sobre el particular puede consultarse a JUNYENT BAS, Francisco -
GARZINO, M. Constanza, "Pagaré de consumo", en STIGLITZ, Gabriel - HERNÁNDEZ, Carlos A., ob. cit., t.
II, p. 233. Para una sistematización de los criterios judiciales actuales puede verse a SAHIAN, José H.,
"Dimensión constitucional de la tutela judicial...", ob. cit. Este autor señala que a la fecha se han dado diferentes
contestaciones a dicho desafío procesal: la visión clásica que desestima los planteos de tutela de los
consumidores; la que postula no hacer de la abstracción cambiaria un componente pétreo de la interpretación
jurídica, refractario a la aplicación misma de la Constitución; y la que resuelve que el pagaré de consumo puede
integrarse (en primera instancia, hasta el momento de la sentencia) con documentación adicional relativa al
negocio causal, dentro del mismo juicio ejecutivo, conformando un título complejo que deberá contener
información clara y veraz, y, además, cumplir con los requisitos previstos en el art. 36 de la LDC para las
operaciones de financiación o crédito para el consumo.
 (18) El art. 91 del "Anteproyecto de Ley de Defensa del Consumidor" dispone: "Pagaré de consumo. Si una
obligación de dar dinero emergente de una relación de consumo se instrumenta en un documento pagaré, se
regirá por lo establecido en esta ley y subsidiariamente por lo dispuesto en otras normas generales y especiales.
En todos los casos se aplica el principio de interpretación más favorable al consumidor. Además de los recaudos
establecidos en la legislación especial, el documento deberá contener la totalidad de la información exigida en el
art. 85 de la presente ley. La inobservancia de los requisitos mencionados torna inhábil al pagaré como título
ejecutivo; defensa que alcanza a la situación jurídica abusiva. Sin perjuicio de ello, el proveedor podrá
acompañar a su demanda ejecutiva, otros documentos suscriptos por el consumidor, de los que resulte el
cumplimiento de la totalidad de las exigencias establecidas en este artículo. Vencida aquella oportunidad
procesal, el ejecutante no podrá ejercer la facultad de integrar el título. Lo previsto en esta norma será aplicable
al supuesto en que el pagaré de consumo haya sido transmitido a un tercero"; ver Sup. Especial Comentarios al
Anteproyecto de LDC, diario LA LEY del 17/12/2018.
 (19) La Sala Primera del Tribunal de Justicia Europeo, en pronunciamiento del 13 de marzo de 2013, en la
causa "Mohamed Aziz y Caixa d'Estalvis de Catalunya, Tarragona i Manresa (Catalunyacaixa)", que tenía por
objeto una petición de decisión prejudicial planteada por el Juzgado Mercantil Nº 3 de Barcelona, en el marco
de un conflicto habido entre un consumidor y la entidad financiera que le concedió un crédito para satisfacer
necesidades de consumo, sostuvo que "Resulta ineficaz para el cese del uso de una cláusula abusiva —en contra
de lo que establece el art. 7º, apart. 1º, de la Directiva 93/13—, posibilitar la ejecución de un inmueble
hipotecado antes de que el juez que conozca del proceso declarativo correspondiente adopte una decisión por la
que se declare su carácter abusivo, puesto que con ello solo se garantiza al consumid a posteriori, de sesgo
meramente indemnizatorio (consid. 60)"; ver HERNÁNDEZ, Carlos A., "Protección de usuarios de servicios
financieros. Aportes para considerar del Tribunal de Justicia Europeo", LA LEY 2013-D, 96.
 (20) El art. 39 del decreto-ley de Prenda con Registro 15.348/1946 ratificado por la ley 12.962 —según
texto ordenado por el dec. 897/1995— dispone: "Cuando el acreedor sea el Estado, sus reparticiones
autárquicas, un banco, una entidad financiera autorizada por el Banco Central de la República Argentina o una
institución bancaria o financiera de carácter internacional, sin que tales instituciones deban obtener autorización
previa alguna ni establecer domicilio en el país, ante la presentación del certificado prendario, el juez ordenará
el secuestro de los bienes y su entrega al acreedor, sin que el deudor pueda promover recurso alguno. El
acreedor procederá a la venta de los objetos prendados, en la forma prevista por el art. 585 del Cód. Com., sin
perjuicio de que el deudor pueda ejercitar, en juicio ordinario, los derechos que tenga que reclamar el acreedor.
El trámite de la venta extrajudicial preceptuado en este artículo no se suspenderá por embargo de bienes ni por
concurso, incapacidad o muerte del deudor".
 (21) El Dr. Roberto A. Mugillo ha dicho que, "[d]ado que el secuestro prendario no es un proceso en el que
haya contradictorio, en donde no se admite recurso alguno del deudor, no cabe la aplicación del art. 36 de la ley
24.240"; http://www.casi.com.ar/sites/default/files/Roberto%20A.%20Muguillo%20-%20Ponencia%20Art.
%2039%20LPR%20San%20Isidro%202017.pdf.
 

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 (22) CNCom., sala A, 15/06/2012, en autos "Banco de Galicia y Buenos Aires SA c. López Guerra, Carmen
M. s/ secuestro prendario", LL AR/JUR/39612/2012.
 (23) HERNÁNDEZ, Carlos A., "Estado actual del Derecho del Consumidor. A 25 años de la vigencia de la
Ley de Defensa del Consumidor", JA, Número Aniversario —Cien Años— (2018), y en JA 2018-IV-874 y ss.

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Voces: DOCTRINA DE LA CORTE SUPREMA ~ CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION ~


CONSTITUCION NACIONAL ~ DEFENSA DEL CONSUMIDOR ~ CONSUMIDOR ~ DERECHOS DEL
CONSUMIDOR ~ RELACION DE CONSUMO ~ TUTELA JUDICIAL EFECTIVA ~ EJECUCION
PRENDARIA

Fallo comentado: CS ~ 11/06/2019 ~ HSBC Bank Argentina SA c. Martínez, Ramón Vicente s/ secuestro
prendario

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