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LOS HECHOS:
Como consta del certificado de autos con fecha 14 de Agosto de 1970
contraje matrimonio con la demandada de autos bajo el régimen de sociedad
conyugal; de nuestro matrimonio nacieron 2 hijos Edgard Anthony Diaz
Ravena cédula nacional de identidad N° 8.711.921-1 nacido en Chile el 28 de
Junio de 1971 y Evelyn Christine Diaz nacida el 8 de Octubre de 1974 en la
ciudad de Nueva York, Estados Unidos, DNI 156-74-330346 conforme a
certificado de nacimiento que se acompaña en un otrosí de esta presentación.
Como puede apreciar US., nuestra segunda hija nació en Estados
Unidos en el año 1974 debido a que en el mes de Julio de 1972 nos
trasladamos a vivir con
mi cónyuge y mi hijo a este país a iniciar una nueva vida donde nació nuestra
segunda hija en el año 1974.
Por diferencias irreconciliables nuestra vida en común cesó y nos
separamos
de hecho en el año 1978 para en el año 1979 el 15 de Noviembre de 1979
divorciarnos oficialmente conforme a la Ley Norteamericana del Estado de
California, conforme a certificado que se acompaña en un otrosí de esta
presentación.
Desde ese entonces no hemos vuelto a retomar nuestra vida en común,
es más desde ese año no he vuelto a tener ningún tipo de contacto con ella .
Hago presente a US., además que no existen bienes en común entre las
partes, y que nuestros hijos son ya mayores de edad y viven también en
Estados Unidos, no existiendo temas pendientes que regular a este respecto.
Nuestro último domicilio en Chile fue con domicilio en POBLACION
BRASILIA 136, VILLA ALEMANA, no teniendo noticias de su paradero,
he investigado con ayuda profesional pero no he obtenido antecedentes
respecto al paradero.
Con fecha 26 de Julio del presente año ingresé demanda de divorcio
ante este tribunal RIT: C-627-2019 a cual no pudo ser notificada debido a que
el último domicilio que conozco de mi cónyuge en Chile es el señalado en la
demanda, en dicha oportunidad además, se ofició a Policía de Investigaciones
de Chile quien con fecha 12 Agosto informó que la última salida de mi
cónyuge es nuestro país fue el 30 de Septiembre del año 2016 no registrando
retorno a nuestro país, lo que además prueba que se cumple el presupuesto
legal del cese de convivencia por más de tres años exigido por la ley.
DERECHO:
La Ley de Matrimonio Civil Nº 19.947 establece que puede ponerse
término al matrimonio mediante Divorcio aprobado o decretado judicialmente,
estableciendo para ello las causales, titularidad, ejercicio de las acciones y los
efectos que produce conforme lo dispuesto en el Capítulo VI artículos 53 y
siguientes de dicho cuerpo legal.
En cuanto a las causales, se contempla el cese efectivo de la
convivencia conyugal, causal que puede ser invocada por uno de los cónyuges
siempre que se acredite un lapso mínimo de tres años de cese efectivo de
convivencia, conforme lo disponen los artículos 55 inciso 3º y 56 de la Ley
antes mencionada.
Como consta de la relación de los hechos, el cese efectivo de la convivencia
de las partes supera el plazo que señala este artículo, ello en atención a que, en
la especie, el cese efectivo es de más de 38 años; así también por lo dispuesto
en el artículo 59 y 42 Nº 4 de la misma, y 55 y siguientes de la Ley 19.968.
Asimismo, no ha operado interrupción del plazo mencionado por la
reanudación de la vida en común de los cónyuges, en conformidad a lo
dispuesto en el inciso final del artículo 55 inciso final de la Ley Nº 19.947.
Como S.S., bien sabe, nuestro legislador ha establecido la posibilidad de
divorciarse cuando ha cesado la convivencia efectiva de las partes, es así como
el artículo 55 inciso tercero de la ley 19.947 señala que:
"Habrá lugar al divorcio cuando se verifique el cese efectivo de la
convivencia conyugal durante el transcurso de, a lo menos tres años, …"
Como consta de la relación de los hechos, el cese efectivo de la
convivencia
con la demandada supera el plazo que señala este artículo, ello en atención a
que, en la especie, el cese efectivo es de más de 35 años; sin perjuicio que el
oficio remitido por Investigaciones de Chile a este tribunal da cuenta que la
demandada
desde el año así también por lo dispuesto en el artículo 59 y 42 Nº4 de la
misma, y 55 y siguientes de la Ley 19.968.
El artículo 55 inciso 4° de la Ley 19.947 indica que “En todo caso, se
entenderá
que el cese de la convivencia no se ha producido con anterioridad a las fechas
a
que se refieren los artículos 22 y 25, según corresponda”.
Dichos artículos nombran los documentos con los que se prueba el cese de la
convivencia, entre ellos el acuerdo escrito de relaciones mutuas, la transacción
judicial, el acta de cese de convivencia, etc. Respecto a esta limitación
probatoria viene al caso citar a la Corte de Apelaciones de Valdivia, que
indica que:
“El tenor y sentido de la norma (…) no contempla verdaderamente una
limitación de los medios de prueba posibles de rendir para justificar que
marido y mujer han efectivamente cesado en su convivencia, sino que prevé
que no será posible obtener una declaración destinada a establecer el cese de
la vida en común con anterioridad a las fechas a que se refieren instrumentos y
actuaciones desglosadas en los artículos 22 y 25 de la Ley 19.947. (…) El cese
de cohabitación puede ser acreditado por otros medios de prueba”( Revista de
Derecho. Vol. XXII N°2 – Diciembre 2009. p. 265-269)
Con respecto al artículo 2° transitorio de la misma ley ya citada –que
indica que los medios probatorios de los artículos 22 y 25 no serán limitación
para los matrimonios celebrados con anterioridad a la entrada en vigencia de
la ley - la misma sentencia ya mencionada indica que:
“La limitación a que se hace referencia en el artículo 2° transitorio de la
Ley 19.947 ha de interpretarse en armonía con lo previsto en su artículo 55,
concluyéndose que en el caso de los matrimonios cuya celebración ocurrió con
anterioridad a la entrada en vigencia de la ley, todos los medios de prueba
serán admisibles para acreditar la fecha de cese de convivencia pudiendo ser
determinada ésta en una oportunidad anterior a la consignada en los
instrumentos y actuaciones
a que se refieren los artículos 22 y 25, en el evento que existiere alguno de
ellos, asunto que no es posible –como se ha sostenido- para el caso de las
uniones acontecidas con posterioridad al inicio de vigencia de la ley”.
A mayor abundamiento, una sentencia del Tribunal Constitucional, de
fecha 26 de marzo de 2013, que indica que:
“El cese de la convivencia, tratándose de matrimonios celebrados con
posterioridad a la entrada en vigor de la Ley N° 19.947, puede probarse por
cualquier medio”.
Así lo ha resuelto la Corte de Apelaciones de Valdivia, en sentencia de
22 de noviembre de 2010, recaída en el Rol 170-2010, que en lo pertinente
reza: “De acuerdo a lo que disponen los artículos 28 y 29 de la Ley N°19.968,
que crea los Tribunales de Familia, en los asuntos sometidos al conocimiento
de dichos tribunales especiales existe libertad de prueba para las partes, vale
decir, que éstas para probar los hechos del pleito podrán hacerlo por cualquier
medio producido conforme a la ley. Además, el juez está facultado para, de
oficio, ordenar que se acompañen aquellos medios de prueba que, a su juicio,
resulte necesario producir en atención al conflicto familiar de que se trate”
(considerando 6°).
Agrega la misma resolución que: “Para probar el hecho del cese de la
convivencia no se exige perentoriamente que sólo se acompañen los
instrumentos a que se refiere el artículo 22 de la Ley N° 19.947”, como lo
menciona el fallo apelado, ya que no existe disposición expresa en la ley
mencionada que limite las probanzas sólo a determinados medios, lo cual sería
atentatorio al principio de libertad probatoria en materia de familia, pugnando
igualmente con la facultad de los jueces de familia de apreciar la prueba
conforme a las reglas de la sana crítica, llegando a la convicción del caso
sujeto a su decisión en base a los principios de la lógica, las máximas de la
experiencia y de los conocimientos científicamente afianzados, asignando a
tales elementos valor probatorio que en su razón éstos
produzcan, con sujeción a las reglas de la lógica y conocimientos que da la
experiencia. Todo ello dentro de la razonabilidad del actuar, esto es, que el
hombre común actúa normalmente conforme a la razón” (considerando 9°).
Idéntica posición, con ligeros matices, adopta la misma Corte de
Apelaciones de Valdivia en la sentencia recaída en el Rol N° 72-2012, de 29
de mayo de 2012, especialmente en su considerando 9° (…)
“Lo cierto es, en consecuencia, que ninguno de los relacionados
preceptos limita la libertad probatoria del juez, en términos de impedirle dar
por acreditada la fecha del cese de la convivencia por otros medios” (Tribunal
Constitucional. 26 de marzo de 2013. Causa rol 2207-12-INA)
Es importante destacar que en el mismo cuerpo legal antes mencionado
en sus 3°artículo 2 transitorio se establece que no rigen las limitaciones de los
artículos 22 y 25 de la presente ley para comprobar la fecha del cese de la
convivencia entre los cónyuges cuyos matrimonios fueron celebrados con
anterioridad a la entrada en vigencia de dicha ley, y que según los elementos
que se agregaran y aportaran en la oportunidad procesal correspondiente le
permitirá a US., formarse plena convicción del hecho de que el cese supera los
3 años exigidos por la ley.
POR TANTO.,
RUEGO A US., Acceder a lo solicitado.
2. Acta de Divorcio del matrimonio celebrado entre las partes otorgado por
la SUPERIOR COURT OF CALIFORNIA, COUNTY OF LOS ANGELES
de fecha 16 de Octubre de 1980, donde consta que el 15 de Noviembre de
1979 se declaró disuelto nuestro matrimonio con la demandada en autos.
QUINTO OTROSÍ: Solicito a S.S. en virtud del art. 23 inciso final de la Ley
Nº 19.968, tener presente como forma especial de notificación, el correo
electrónico carolina.veliz@totalabogados.cl.
SEXTO OTROSI: Ruego a S.S. tener presente que designo como abogados
patrocinantes y confiero poder a CAROLINA VELIZ NUÑEZ, cédula de
identidad número 15.023.729-7 y cédula de identidad SANTIAGO
HENRIQUEZ COX, cedula de identidad 16.097.014-6, abogados habilitados
para el ejercicio de profesión, con domicilio en calle Benidorm 961, Local 122,
Viña del Mar, a quien confiero las facultades del artículo 7 del Código de
Procedimiento Civil en sus ambos incisos las cuales doy por enteramente
reproducidas.