PROPUESTA; IMPLEMENTAR EL USO DE REGISTROS PRODUCTIVOS EN LA
EMPRESA PECUARIA A PARTIR DE LAS BUENAS PRÁCTICAS PECUARIAS
La ganadería es una práctica económica reconocida nacional e
internacionalmente y de gran importancia en el desarrollo rural colombiano gracias a que esta tiene un gran desempeño social y económico en el campo. Para el desarrollo de esta actividad existen normas y programas que permiten la sanidad pecuaria nacional que velan por el buen funcionamiento y para asegurar que los procesos realizados a los animales sean de buenas maneras para que en un futuro los conlleven a un mercado sin ningún problema. En la ganadería se deben contar con metas claras para su desarrollo y para ello preparar estrategias que garanticen la oferta de los productos cárnicos en condiciones de excelente calidad y precios accesibles para los consumidores. Gracias al interés de los productores del ganado bovino en mejorar los procesos productivos es sus explotaciones, los profesionales del sector agropecuario han podido desempeñar papeles importantes en el crecimiento del campo que junto con el gobierno y otras entidades administradoras ganaderas, se han encargado de prestar sus conocimientos e información ayudando a que se generen nueva producción. La implementación de las buenas practicas ganaderas permite llevar ordenadamente y actualizados los procesos productivos pecuarios facilitando el manejo administrativo y la toma de decisiones y logra ser más eficiente en la gran actividad ganadera. Estos registros permiten medir la producción, establecer metas y evaluar beneficios de los cambios que se produzcan en la granja ganadera.
Inventario de animales: Consiste en contar los animales presentes en
la hacienda. Se recomienda realizar semestralmente. Tarjetas individuales: Es la hoja de vida de cada uno de los animales. Se debe incluir la mayor cantidad de información, datos reproductivos y foto del animal. Producción de leche: Este registro contiene los datos de producción diaria de cada animal contabilizada en los ordeños. Con estos datos se puede evaluar el comportamiento productivo individual y del hato. Es una herramienta importante para tomar decisiones con respecto a la permanencia de un animal en el rebaño, la dosis de concentrado que debe consumir y la fecha de secado. Al finalizar el año, se obtiene el promedio individual del hato, días y producción por lactancia. Ganancia de pesos: Contiene los pesos mensuales (desde el nacimiento, hasta llegar al peso ideal) para realizar la primera inseminación artificial.
Registro de pastoreo: -Manejo de potreros: Controla las labores que se
realizan en el potrero, labores culturales, producción de forraje y cálculo de materia seca por hectáreas. -Registro diario de pastos: Incluye la fecha de ingreso de los animales al potrero, el número de potrero, los días de permanencia, los días de rotación, la carga animal y los litros de leche de producción.
Comportamiento reproductivo: Este es un factor importante en la
producción de leche ya que permite un monitoreo efectivo de los animales en su vida reproductiva. Se registrarán las acciones que se presenten de forma individual, siguiendo esta simbología. Las Buenas prácticas pecuarias (BPP) son un conjunto de rigurosas normas de países hispanoamericanos cuyo cometido es asegurar la salud de los animales destinados a la producción y obtención de productos y subproductos para consumo humano. Los controles que se realizan dentro del marco de las buenas prácticas pecuarias tienden a reducir la mortalidad de estos animales, y por ende, el desembolso para cubrir gastos por enfermedades ocasionadas, medicamentos y pérdidas en la producción. Asimismo, estas prácticas se basan en recomendaciones con el fin de optimizar la eficacia en los niveles de producción, con un elevado contenido social que respete el medio ambiente y las condiciones de los individuos que desarrollan tareas vinculadas al sector agropecuario. Las personas encargadas del procesamiento, distribución y manipulación de productos alimenticios, son responsables de garantizar la calidad e inocuidad de los mismos. Para ello, cada etapa de procesamiento involucra una serie de protocolos específicos y diseñados de acuerdo a estándares internacionales como ser los redactados por la Organización Mundial de Sanidad Animal, además de la legislación vigente para cada país.