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20 RAZONES EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL

1. La Educación Especial hoy por hoy representa la mejor opción educativa para las personas con discapacidad
severa, múltiple o trastornos graves de conducta porque se estructura y organiza sus recursos materiales
y humanos, el currículo, instalaciones y mobiliario (en la medida de los escasos recursos que le asigna el
Estado) en función de sus necesidades, condiciones e intereses. También lo es el acceso a servicios de
apoyo para los alumnos con discapacidad que han sido incluidos en educación regular. Reconocemos la
necesidad de que estos servicios sean reformados, que mejoren sus prácticas, su metodología, la
actualización de sus docentes y especialistas, e incluso ampliar, para lo cual el Estado debe garantizar los
recursos necesarios (infraestructura, equipo, metodología, materiales didácticos, recursos humanos, etc).
2. Desaparecer o limitar las servicios de educación especial (las Unidades de Servicios de Apoyo a la
Educación Regular/ Unidad de Educación Especial y Educación Inclusiva (USAER/ UDEEI) y Centros de
Atención Múltiple (CAM) vulnera los derechos de los niños y niñas con discapacidad a recibir educación
acorde a sus condiciones, características y necesidades, es decir, una educación en condiciones de equidad y
pertinente. La posición de quienes pretenden, desde una errónea visión de la inclusión, (con una
interpretación a modo de tratados internacionales y nacionales, promovidos por ellos mismos) de imponer la
desaparición de la educación especial conllevaría traspasar a los alumnos de educación especial a las aulas
de educación regular que no cuentan con las condiciones mínimas para garantizar los recursos necesarios
para ello. Propuesta que refleja una visión estrecha y extremadamente simplista de las labores de educación
especial y las necesidades y realidad de las personas con discapacidad.
3. La moda actual y la perspectiva “inclusiva” oficiales, parten de supuestos y premisas falsas:
a) según la moda inclusiva, todos los alumnos con discapacidad requieren la misma respuesta del sistema
educativo, esto es, el ingreso de todos a la escuela regular y a la misma aula; FALSO, la respuesta a la
diversidad debe contar con opciones diversas según lo requiera cada alumno, y en esa diversidad es
necesaria la educación especial, en particular para los casos en los que se requieren apoyos extensos,
especializados y permanentes. En contraparte no todos los estudiantes con discapacidad requieren los
servicios educación especial.
b) El modelo social de discapacidad plantea que esta es eminentemente social. Esta es una visión dogmática
y reduccionista. La persona con discapacidad es un ser cuya condición de vida no se basa esencialmente en
un solo aspecto, el social, sino que integra tanto su condición física, sensorial, fisiológica, psicológica,
cognitiva, etc., como sus contextos (social, familiar y escolar) y las relaciones que establece con ellos. Desde
una perspectiva biopsicosocial deben atenderse de manera integral, ambos aspectos: lo social y la condición
de discapacidad propia de la persona. El no atender uno u otro está en el fondo de las razones por las que
han fallado los modelos clínico y el social.
4. Desde nuestra experiencia concreta y real hay alumnos cuya condición de discapacidad (particularmente
quienes no están vulnerados intelectualmente de manera grave) pueden incorporarse sin problema a las aulas
regulares ya que estas les favorecen, mientras que otros, con niveles graves o múltiples de discapacidad,
requieren apoyos muy específicos, extensos y permanentes (LSM, Braille, estimulación cognitiva, intervención
temprana, adecuaciones curriculares significativas, apoyos económicos, mobiliario especial, atención
individualizada y específica, logopedia, intervención de especialistas, etc.). De ahí que la propuesta de
modificación al artículo 3° que realizamos, que retoma la Comisiones Unidas de la Cámara de diputados, abre
esa diversidad de posibilidades y no plantea, como los inclusivistas radicales la desaparición de una.
5. Es necesario comprender que un amplio sector de alumnos requiere algo más, algo especial, (apoyos
específicos, extensos y permanentes) que sólo le puede proporcionar la Educación Especial, cuyos agentes
educativos se han preparado para ello. De hecho, los docentes de educación especial están en constante y
permanente actualización al atender niños con condiciones distintas cada ciclo escolar.
6. Pedagógicamente en las actuales circunstancias la inclusión educativa en escuelas regulares de los alumnos
con discapacidad severa o múltiple es inviable. Incluir a un alumno con un nivel de discapacidad significativa
requeriría reducir el número de alumnos por grupo en escuelas regulares por lo menos a la mitad, debiendo
duplicarse el número de aulas y de docentes, además de incorporar profesores de educación especial
adicionales en cada grupo con alumnos en tales condiciones. El país no cuenta con esos espacios ni recursos
humanos y económicos para ello.
7. Una gran mayoría de los alumnos con discapacidad asisten a los CAM, no porque los hayan rechazado de las
escuelas regulares, sino porque han migrado de ahí a las escuelas espaciales porque estos tienen las
condiciones y el personal docente preparados para atenderlos de manera pertinente. Estos alumnos asisten a
esas escuelas de educación especial, alegres, felices y con entusiasmo porque han encontrado un ambiente
de aprendizaje comprometido, afable, que les impone retos de aprendizaje, en donde son apreciados,
reconocidos y respetados como personas, sujetos de pleno derecho. Sus madres han encontrado la
orientación, el acompañamiento y el apoyo de docentes que no los ven como una carga en sus aulas. Por el
contrario, se han preparado para atenderlos de acuerdo a sus necesidades y condición. Es así que teniendo
la opción de ir a regular, estos alumnos son inscritos por sus padres en Educación Especial poniendo por
delante sus experiencias (positivas y negativas) en la educación regular y en la especial, así como los
intereses de los niños y jóvenes.
8. Los Centros de Atención Múltiples (educación especial escolarizada) no son esas instituciones de hace 50 o
100 años en que internaban a las persona en condiciones inhumanas. No son asilos, reclusorios, granjas,
instituciones de beneficencia o internados aislados de su contexto social. Son instituciones con funciones,
procesos y actividades eminentemente EDUCATIVAS. Los niños asisten en horarios regulares y regresan a
su casa y comunidad donde conviven haciendo uso de los aprendizajes obtenidos en su escuela.
9. Al día de hoy, los estudios en las escuelas de educación especial cuentan con reconocimiento de estudios
igual que los centros regulares; al ser parte del sistema educativo nacional, no son un sistema aparte. En
ellas se identifica con plenitud las condiciones, fortalezas, dificultades, barreras que enfrentan los alumnos
con discapacidad para el aprendizaje y la participación, el nivel de aprendizajes (competencias curriculares),
los ajustes curriculares necesarios que requieren, los materiales, su ritmo y estilo de aprendizaje, todo ello
para planear cuidadosamente propuestas de intervención que garanticen aprendizajes verdaderos,
pertinentes, que les permitan incluirse en ambientes sociales de la mejor manera y de acuerdo a sus
posibilidades y a futuro abrirles oportunidades de empleo digno y buena calidad de vida.
10. Los equipos de trabajo de la Educación especial cuentan con personal profesional, multidisciplinario,
acostumbrados a trabajan colaborativamente. No necesitan ser sensibilizados sobre la discapacidad, o para
dar trato igual y equitativo, humano, solidario y respetuoso a los alumnos, considerando su condición, sus
condiciones dificultades, necesidades y barreras que enfrentan: ellos las conocen y son conscientes de su
responsabilidad como docentes. NO todos los USAER y CAM cuentan con equipos interdisciplinarios pero
esto es responsabilidad del Estado por el abandono presupuestal en que tiene a la EE. Si siendo pocos los
CAM y USAER en comparación con las escuelas regulares, no tienen equipos completos, mucho menos los
habrá para las decenas de miles de escuelas regulares
11. La inclusión ha servido al momento para insertar alumnos con discapacidad en escuelas regulares, a quienes
por las condiciones de infraestructura, materiales y por el tipo de formación de sus docentes, no son
atendidos adecuadamente (# de alumnos excesivo, preparación docente no especializada, currículo no apto
para chicos con discapacidad intelectual, motriz, visual, auditiva). Las buenas intenciones y la buena fe no
bastan. La “inclusión” de todos en el aula regular, sin cortapisas y a rajatabla, por decreto, solo ha conllevado
a una discriminación disfrazada.
12. Desde nuestra perspectiva la diversidad funcional debe atenderse con un abanico de opciones variadas y bien
estructuradas. Estamos convencidos de que debe garantizarse el ingreso y permanencia a escuela regular
para alumnos y padres que consideren viable esta opción; opción que debe permanecer abierta a cualquier
alumno independientemente del tipo de discapacidad. Pero, para garantizar una educación equitativa,
pertinente es indispensable mantener y fortalecer también la otra opción (la educación especial). Para apoyar
a los padres y los alumnos en esta decisión y que sea lo más informada y libre sobre cuál es conveniente, el
Estado debe brindarles la orientación y acompañamiento, con información que parta de evaluaciones
continuas y los recursos que faciliten su permanencia en el sistema educativo. La reciente resolución de la
Corte, declarando la existencia de la educación especial como inconstitucional descarga la responsabilidad de
la discriminación los alumnos con discapacidad que reciben de las escuelas regulares, a la Educación
Especial, uno de los sectores más nobles y preparados del sistema educativo. Justamente quienes no los
discriminamos, los que hemos asumido con respeto, pasión, humanismo y compromiso ahora pagamos el
pato de los errores del sistema educativo y las malas políticas educativas, promoviendo la desaparición o
disminución a su mínima expresión.
13. La línea inclusiva es tan absurda que amenaza con despido a docentes que realicen actividades de refuerzo
en alguna asignatura con algún alumno o grupo de alumnos porque lo consideran discriminatorio. Quienes
dictan esos lineamientos o en este caso los “humanistas” jueces que emiten estas resoluciones no tienen ni la
más mínima idea de lo que es la discapacidad ni el trabajo necesario para educar en el contexto de la
educación especial.
14. Basta con irse a dar una vuelta a cualquier estado de la República para darse cuenta de la inviabilidad
pedagógica de la inclusión a la europea o a la gringa. México vive una realidad muy distinta. Ni siquiera los
niños sin discapacidad tienen garantizadas las condiciones educativas mínimas en escuelas regulares.
Traspasar a los niños con discapacidad, particularmente a los de mayor severidad, que son muchos, en estas
condiciones, lejos de beneficiarlos les perjudicará al no recibir la educación que requieren. Por ejemplo, en un
CAM los grupos son de 10 a 15 alumnos, mientras que en las aulas regulares de primaria tienen en promedio
35 y en secundaria hasta 55 alumnos.

15. La EE garantiza equidad en el acceso a servicios de educación especial. Los alumnos con discapacidad
pueden recibir gratuitamente servicios educativos acordes a sus necesidades y condiciones específicas en los
Centros de Atención Múltiple (CAM). Desaparecer o reducir al mínimo estas escuelas de educación especial
ocasionará que ahora sólo quienes puedan pagar tendrían acceso a instituciones privadas de esta modalidad
(que subsistirían por no depender del Estado y ser negocios).
16. La educación especial da atención incluso a niños cuya situación cronológica ya no les permitiría continuar
escolarizados o porque carecen de certificados escolares previos al no haber estado escolarizados.
17. Por mucha voluntad que tenga un docente de escuela regular para atender a un chico con una discapacidad
grave este requerirá de un docente que conozca de sus características, necesidades y propuestas
metodológicas especiales para favorecer sus aprendizajes y esos los tiene EE y de hecho requiere aún más,
pero el Estado ya no los ha contratado, o ya no los quiere formar en las Normales, por lo que desapareció la
Licenciatura en Educación Especial.
18. Sí, la EE ha sido insuficiente o ha presentado fallas, pero la gran mayoría es por la falta de recursos, que el
Estado tiene la obligación de aportar. Además de que como ya lo señalé anteriormente, ahora se limita la
intervención de las USAER, a orientación a docentes y padres de familia y prohibiendo el contacto directo con
los alumnos. Han impuesto el dogma de que cualquier acción de apoyo y atención específico a algunos
alumnos por sus condición es “discriminatorio”. Paradójicamente lejos de promover el apoyo, lo proscriben.
Así de absurda es la posición de los promotores de la “inclusión” a secas.
19. Nosotros, (docentes, padres de familia y alumno integrantes de las comunidades de EE seguimos
comprometidos y en la lucha por los derechos de los alumnos con discapacidad a una educación con equidad.
20. He puesto por delante los intereses de los alumnos, y dejado al último un asunto más que no deja de ser
fundamental: la desaparición de EE, vulnerará los derechos de los docentes, sus condiciones de trabajo,
desapareciendo su materia de trabajo. Años, en ocasiones, décadas de preparación constante, de experiencia
en el campo educativo, serán desechados para ser trasladados en condiciones inciertas a labores menores,
administrativas, etc. Lejos de completarse y asignarse a todos los CAM y USAER, se desarticularán los
equipos multidisciplinarios que aún existen, propiciando un desperdicio de talento que tantos años llevó forjar,
privando a los niños y sus familias de sus servicios.

PSIC. JESÚS LOZANO RUIZ


CAM 86 –UNIÓN POPULAR REVOLUCIONARIA EMILIANO ZAPATA Y PADRES DE FAMILIA DEL CAM 86
CNTE SECCIÓN IX DEMOCRÁTICA

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