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proporcionan a la mucosa un aspecto anaranjado. Las glándulas palatinas forman una capa gruesa en el
paladar blando y una capa fina en el paladar duro; faltan en la región de la fosa incisiva y en la parte anterior
del rafe palatino. (Parte A por cortesía del Dr. B. Liebgott, Professor, Division of Anatomy, Department of
Surgery, University of Toronto, Toronto, Ontario, Canada.)

Lengua
La lengua es un órgano muscular móvil cubierto por mucosa que puede adoptar una
serie de formas y posiciones. Se halla en parte en la cavidad bucal y en parte en la
bucofaringe. Las principales funciones de la lengua son la articulación (formación de
palabras al hablar) y la introducción de los alimentos en la bucofaringe como parte de
la deglución. La lengua participa también en la masticación, el gusto y la limpieza
bucal.

PARTES Y CARAS DE LA LENGUA


La lengua tiene una raíz, un cuerpo y un ápice (fig. 8-88 A). La raíz de la lengua es
la porción posterior fijada, que se extiende entre la mandíbula, el hueso hioides y la
cara posterior de la lengua, casi vertical. El cuerpo de la lengua está constituido
aproximadamente por sus dos tercios anteriores, entre la raíz y el ápice. El ápice
(punta) de la lengua es el extremo anterior de su cuerpo, que se apoya sobre los
dientes incisivos. El cuerpo y el ápice de la lengua son extremadamente móviles.
La lengua presenta dos caras. La más extensa, la cara superior y posterior, es el
dorso de la lengua (conocido como parte superior de la lengua). La cara inferior de
la lengua (parte inferior) descansa habitualmente sobre la pared inferior de la boca. El
borde de la lengua, que separa las dos caras, está relacionado a ambos lados con las
encías linguales y los dientes laterales. El dorso de la lengua se caracteriza por la
presencia de un surco en V, el surco terminal, cuyo ápice está dirigido
posteriormente hacia el foramen ciego (fig. 8-88 B). Este pequeño hoyo, a menudo
ausente, es el resto afuncional de la parte proximal del conducto tirogloso
embrionario, a partir del cual se desarrolla la glándula tiroides. El surco terminal
divide transversalmente el dorso de la lengua en una parte anterior al surco, que está
en la cavidad bucal propiamente dicha, y una parte posterior al surco, en la
bucofaringe.

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FIGURA 8-86. Músculos del paladar blando.

Un surco medio divide la parte anterior de la lengua en dos, derecha e izquierda.


La mucosa de la parte anterior de la lengua es relativamente delgada y se halla muy
unida al músculo subyacente. Su textura es rugosa por las numerosas papilas
linguales de pequeño tamaño:

Las papilas circunvaladas son grandes y de cúspide aplanada; se encuentran


directamente anteriores al surco terminal y se disponen en una fila en forma de
V. Están rodeadas por surcos profundos semejantes a fosos circulares, cuyas
pare-des están recubiertas por botones gustativos. Los conductos de las
glándulas serosas linguales se abren en estos surcos.
Las papilas foliadas son pequeños pliegues laterales de la mucosa lingual;
están poco desarrolladas en la especie humana.
Las papilas filiformes son largas, numerosas y contienen terminaciones
nerviosas aferentes sensibles al tacto. Estas proyecciones cónicas son de un
color gris rosado y se hallan dispuestas en filas en forma de V, paralelamente al

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surco terminal excepto en el ápice, donde suelen disponerse transversalmente.


Las papilas fungiformes tienen forma de seta y aparecen como puntos rosas o
rojos; están esparcidas entre las papilas filiformes, pero son más numerosas en
el ápice y los bordes de la lengua.

FIGURA 8-87. Nervios y vasos del paladar. A) En esta disección de la parte posterior de la pared lateral de
la cavidad nasal se ha separado la mucosa del paladar, que contiene una capa de glándulas mucosas, de las
regiones dura y blanda del paladar mediante disección roma. Se han seccionado los extremos posteriores de
las conchas nasales media e inferior; estas y el mucoperiostio se han separado de la pared de la nariz hasta el
borde posterior de la lámina medial de la pterigoides. Se ha roto la lámina perpendicular del palatino para
exponer las arterias y los nervios palatinos que descienden desde la fosa pterigopalatina en el conducto
palatino. B) Nervios y vasos de un paladar sin dientes. Se ha retirado la mucosa a cada lado del rafe medio,
mostrando un ramo del nervio palatino mayor a cada lado, y la arteria en el lado lateral. Hay cuatro arterias
palatinas, dos en el paladar duro (palatina mayor y rama terminal de la arteria esfenopalatina/septal nasal

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posterior) y dos en el paladar blando (palatina menor y palatina ascendente).

Las papilas circunvaladas, foliadas y la mayoría de las fungiformes contienen


receptores gustativos en los botones gustativos.

FIGURA 8-88. Partes y características de la lengua. La porción libre anterior que constituye la mayor parte
de la masa de la lengua es el cuerpo. La superficie superior del cuerpo en la cavidad bucal es el dorso (1). La
porción fija posterior es la raíz de la lengua (2). B) Las partes anterior (dos tercios) y posterior (un tercio) del
dorso de la lengua están separadas por el surco terminal y el foramen ciego. Los corchetes indican partes del
dorso de la lengua que no abarcan etiquetas específicas.

La mucosa de la parte posterior de la lengua es más gruesa y móvil. Carece de


papilas linguales, pero los nodulillos linfoides subyacentes, a los que se conoce
colectivamente como tonsila (amígdala) lingual, confieren su aspecto adoquinado e
irregular a esta parte de la lengua. La parte faríngea de la lengua constituye la pared
anterior de la bucofaringe y sólo puede inspeccionarse con un espejo o al ejercer
presión hacia abajo con un depresor lingual.
La cara inferior de la lengua está cubierta por una mucosa delgada y
transparente (fig. 8-89). Esta cara conecta con la pared inferior de la boca mediante
un repliegue medio denominado frenillo lingual, a pesar del cual puede moverse
libremente la porción anterior de la lengua. A cada lado del frenillo, una vena lingual
profunda es visible a través de la delgada mucosa. Existe una carúncula sublingual
(papila) a cada lado de la base del frenillo lingual; en ella se encuentra el orificio del
conducto submandibular, procedente de la glándula salival submandibular.

MÚSCULOS DE LA LENGUA
La lengua es esencialmente una masa de músculos que está cubierta, en su mayor
parte, por mucosa (fig. 8-90; tabla 8-15). Al igual que en los músculos orbitales, es
tradicional describir las acciones de los músculos de la lengua asociando: 1) una
única acción a un músculo específico, o 2) describiendo un movimiento particular
como consecuencia de la acción de un único múscu lo. Este enfoque facilita el
aprendizaje, pero simplifica en exceso las acciones de la lengua. Los músculos de la
lengua no actúan ais ladamente, y algunos realizan múltiples acciones; además, partes
de un solo músculo pueden actuar de modo independiente y producir acciones

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diferentes, incluso antagónicas. En general, sin embargo, los músculos extrínsecos


modifican la posición de la lengua, y los músculos intrínsecos alteran su forma. Los
cuatro músculos intrínsecos y los cuatro extrínsecos en cada mitad de la lengua están
separados por un septo lingual (fig. 8-90 C) fibroso medio, que se fusiona
posteriormente con la aponeurosis lingual (una lámina dura de tejido conectivo, la
lámina propia, que se encuentra por debajo de la membrana mucosa dorsal de la
lengua, donde se insertan los músculos linguales; fig. 8-90 B).
Músculos extrínsecos de la lengua. Los músculos extrínsecos de la lengua
(geniogloso, hiogloso, estilogloso y palatogloso) se originan fuera de la lengua y se
insertan en ella. Aunque su acción principal es mover la lengua, también pueden
modificar su forma. Se ilustran en la figura 8-90, y su forma, posición, inserciones y
acciones principales se describen en la tabla 8-15.
Músculos intrínsecos de la lengua. Los músculos longitudinales superior e
inferior, transverso y vertical, están confinados a la lengua. Sus inserciones se
realizan totalmente en el interior de la lengua y no se insertan en el hueso. Estos
músculos se ilustran en la figura 8-90, y su forma, posición, inserciones y acciones
principales se describen en la tabla 8-15. Los músculos longitudinales superior e
inferior actúan conjuntamente para acortar y engrosar la lengua y retraerla cuando
está protruida. Los músculos transverso y vertical actúan simultáneamente para
alargar y estrechar la lengua; en esta acción, la lengua puede presionar contra los
dientes incisivos o salir de la boca abierta (especialmente cuando actúa también la
parte posteroinferior del geniogloso).

INERVACIÓN DE LA LENGUA
Todos los músculos de la lengua, excepto el palatogloso, reciben inervación motora
del NC XII, el nervio hipogloso (fig. 8-91). El palatogloso es un músculo palatino
inervado por el plexo faríngeo (v. fig. 8-46 A). En cuanto a la sensibilidad general
(tacto y temperatura), la mucosa de los dos tercios anteriores de la lengua está
inervada por el nervio lingual, ramo del NC V3 (figs. 8-91, 8-95 y 8-96). Para la
sensibilidad especial (gusto), dicha parte de la lengua, a excepción de las papilas
circunvaladas, recibe inervación de la cuerda del tímpano, ramo del NC VII. La
cuerda del tímpano se une al nervio lingual en la fosa infratemporal y discurre
anteriormente en su vaina. La mucosa del tercio posterior de la lengua y las papilas
circunvaladas reciben inervación del ramo lingual del nervio glosofaríngeo (NC IX)
para las sensibilidades general y especial (fig. 8-91). Pequeños ramos del nervio
laríngeo interno, ramo del nervio vago (NC X), aportan casi toda la sensibilidad
general y algo de la sensibilidad especial a una pequeña área de la lengua situada
inmediatamente anterior a la epiglotis. Estos nervios, sobre todo sensitivos, llevan
también fibras parasimpáticas secretomotoras a las glándulas serosas de la lengua.

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FIGURA 8-89. Pared inferior de la boca y vestíbulo bucal. La lengua está elevada y retraída hacia arriba.
(Cortesía del Dr. B. Liebgott, Professor, Division of Anatomy, Department of Surgery, University of Toronto,
Toronto, Ontario, Canada.)

Suelen existir cuatro sensaciones gustativas básicas, o sabores: dulce, salado,


ácido y amargo. Recientemente, se ha identificado un quinto sabor básico (unami,
estimulado por el glutamato monosódico). Se han descrito que ciertas áreas de la
lengua son las más sensibles a distintos sabores, pero la evidencia indica que todas las
áreas son capaces de detectar todos los sabores. Todos los demás «gustos»
expresados por los gourmets son sensaciones olfatorias (olfato y aroma).

VASCULARIZACIÓN DE LA LENGUA
Las arterias de la lengua proceden de la arteria lingual, rama de la arteria carótida
externa (fig. 8-92). Al entrar en la lengua, la arteria lingual discurre profundamente al
músculo hiogloso. Las arterias dorsales de la lengua irrigan la raíz; las arterias
profundas de la lengua irrigan el cuerpo de la lengua. Las arterias profundas de la
lengua se comunican entre sí cerca del ápice de la lengua. El septo lingual impide la
comunicación entre las arterias dorsales de la lengua (fig. 8-90 C).
Las venas de la lengua son las venas dorsales de la lengua, que acompañan a la
arteria lingual; las venas profundas de la lengua, que comienzan en el ápice de la
lengua, discurren posteriormente junto al frenillo lingual y desembocan en la vena
sublingual (fig. 8-93). En el anciano, las venas sublinguales a menudo son varicosas
(grandes y tortuosas). Algunas de estas venas, o todas ellas, pueden drenar de forma
directa en la vena yugular interna, o indirectamente después de haberse unido para
formar una vena lingual, que acompaña a la parte inicial de la arteria lingual.
El drenaje linfático de la lengua es excepcional. La mayor parte converge hacia
el drenaje venoso y lo sigue; sin embargo, la linfa procedente del ápice de la lengua,
el frenillo y la parte central del labio inferior sigue un curso independiente (fig. 8-94).
Los nódulos linfáticos de distintas áreas de la lengua drenan a través de cuatro vías:

1. La linfa de la raíz drena bilateralmente en los nódulos linfáticos cervicales


profundos superiores.
2. La linfa de la parte medial del cuerpo drena bilateral y directamente en los
nódulos linfáticos cervicales profundos inferiores.
3. La linfa de las partes laterales derecha e izquierda del cuerpo drena en los

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nódulos linfáticos submandibulares homo-laterales.


4. El ápice y el frenillo drenan en los nódulos linfáticos submentonianos; la
porción medial drena en ambos lados.

Toda la linfa procedente de la lengua drena finalmente en los nódulos cervicales


profundos y discurre por los troncos venosos yugulares al interior del sistema venoso
en los ángulos venosos derecho e izquierdo.

Glándulas salivares
Las glándulas salivares incluyen las glándulas parótidas, submandibulares y
sublinguales (fig. 8-95). El líquido transparente, insípido, inodoro y viscoso, la
saliva, que secretan estas glándulas y las glándulas mucosas de la cavidad bucal:

Mantiene húmeda la mucosa bucal.


Lubrifica los alimentos durante la masticación.
Comienza la digestión de los almidones.
Sirve de «lavado de boca» intrínseco.
Desempeña papeles significativos en la prevención de la caries dental y en la
capacidad gustativa.

FIGURA 8-90. Músculos de la lengua.

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Además de las glándulas salivares principales, existen pequeñas glándulas


salivares accesorias dispersas por el paladar, los labios, las mejillas, las tonsilas y la
lengua. Las glándulas parótidas, las mayores de las tres glándulas salivares dobles, se
han expuesto anteriormente en este capítulo. Las glándulas parótidas están
localizadas lateral y posteriormente a las ramas de la mandíbula y a los músculos
maseteros, dentro de vainas fibrosas rígidas, y drenan anteriormente por vía de
conductos únicos que entran en el vestíbulo bucal frente al segundo molar maxilar (v.
fig. 8-65).

GLÁNDULAS SUBMANDIBULARES
Las glándulas submandibulares se sitúan a lo largo del cuerpo de la mandíbula,
parcialmente superiores e inferiores a la mitad posterior de la mandíbula, y también
parcialmente super-ficiales y profundas al músculo milohioideo (fig. 8-96). El
conducto submandibular, de unos 5 cm de largo, surge de la porción de la glándula
que está situada entre los músculos milohioideo e hiogloso. A su paso desde la
porción lateral a la medial, el nervio lingual forma un asa bajo el conducto, que
discurre anteriormente y se abre en uno a tres orificios en una pequeña papila
sublingual junto a la base del frenillo lingual (fig. 8-96 B). Los orificios de los

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conductos submandibulares son visibles, y a menudo también puede verse la saliva


goteando de ellos (o saliendo en spray al bostezar). La irrigación arterial de las
glándulas submandibulares proviene de las arterias submentonianas (fig. 8-92).
Las venas acompañan a las arterias. Los vasos linfáticos de las glándulas finalizan en
los nódulos linfáticos cervicales profundos, sobre todo en el nódulo
yuguloomohioideo (fig. 8-94 B).

FIGURA 8-91. Inervación de la lengua.

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