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2611-Texto Del Artículo-3231-1-10-20120131
2611-Texto Del Artículo-3231-1-10-20120131
SUPERIOR EN ESPAÑA
por
LUIS PERrCOT
con sus cuevas, abundantes y excelentes refugios contra el frío y las fieras, a
la par que magníficos cazaderos, mientras otras, que habían sido sede de habi-
tación favorable en etapas cálidas, se veían en la época glaciar poco menos que
abandonadas. Esta distribución irregular se corresponde en buena parte con la
densidad de yacimientos conocidos y en estudio.
Podemos contar con una población que ocupó España durante unos 30000
años y que en su momento óptimo y avanzado pudo alcanzar la cifra de unos
100000 habitantes. Se podría calcular que alrededor de cincuenta millones de
hombres de la raza de Cromagnon vivieron y dejaron sus cuerpos y sus útiles
en el suelo español. En cuanto a sus útiles, que, al revés de lo que ocurre con
los restos óseos, sabemos que están todavía en el suelo esperando al arqueólogo
que ha de descubrirlos, las cifras que alcanzaríamos serían sorprendentes.
El cálculo del profesor Jordá en 1960 sobre los niveles que se conocen en
la zona cantábrica, da el resultado de unos 102 niveles característicos de in-
dustrias bien individualizadas; casi la mitad magdalenienses.
Las razones en que fundamos la afirmación de que el Paleolítico Superior
cons.ituye un momento clave de la Historia Humana y en todo caso es uno de
los más interesantes en la Prehistoria, son los siguientes:
En primer lugar, es totalmente Prehistoria. La Humanidad moderna no
ha aparecido aún. Y sin embargo una serie de hechos lo sitúan en la aurora
de la misma: presencia de razas humanas de tipo moderno con arrinco-
namiento y extinción de las que dieron los lentísimos primeros pasos hacia la
civilización. Invención del arte, escultura, dibujo, y con ello espiritualidad liga-
da a la del hombre moderno. Numerosos inventos de aplicación varia: por ejem-
plo, aguja de coser, anzuelo y arpón, propulsor, arco, aprovechamiento del hue-
so y asta, etc., que indican un ingenio decididamente progresivo. Corona la
larga y pura Prehistoria y prepara, a través de su fase de decadencia, el Epi-
paleolítico, la revolución definitiva, camino de la civilización moderna, el
Neolítico. Estamos aún cerca de su final (unas 400 generaciones nos separan
del mismo) y muchas supersticiones e inventos básicos derivan de él. En al-
gunas comarcas (Canarias por ejemplo) su tipo físico se ha conservado.
La península Ibérica ha desempeñado un gran papel en toda esta serie de
creaciones culturales. Aun apareciendo como una prolongación de las ricas cul-
turas que tienen su centro en la Aquitania y otras regiones francesas, su perso-
nalidad es clara: falta de escultura, aparición de formas de utillaje propias
(sobre todo en el Solutrense), predominio de las formas gravetienses y del
Epigravetiense que sustituye en la mayor parte de la Península '11 Magdale-
niense, posible variante «mediterránea" en el utillaje y arte, como una provin-
cia aparte dentro del Paleolítico superior europeo.
Naturalmente, este papel resulta muy acrecido si aceptamos que el hombre
del Paleolítico pudo cruzar, por lo menos en circunstancias favorables, el corto
trecho de mar que separa las respectivas costas de Europa y Africa entre Gi-
braltar y Ceuta. Entonces, los contactos a través de este puente pudieron pro-
ducir fenómenos históricos y culturales que aún no podemos medir con precisión.
En nuestra ojeada consideramos tres etapas, desiguales en duración, que se
han sucedido a lo largo de un siglo aproximadamente.
La primera va desde los primeros estudios hasta 1914, fecha de aparición
de los primeros trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y
Prehistóricas de Madrid. La segunda, desde este momento hasta 1936, tras la
excavación de la Cueva del Parpalló y' cuando empezaban a divulgarse sus re-
sultados. Desde 1940 se desarrolla una tercera etapa de gran expansión cientí·
fica que se puede hacer llegar hasta estos últimos años, en los que se va pre-
cisando un panorama de próximo futuro, de mucha mayor intensidad y que
podrá constituir una nueva etapa. El panorama de estos últimos años es sin
duda relativamente confortador. En todo el mundo el estudio del Paleolítico
Superior ha realizado grandes progresos. Grandes descubrimientos en Africa,
Asia occidental y oriental van acompañados de la revelación de un importante
Paleolítico Superior en América, retrotrayendo la fecha del poblamiento del
Nuevo Mundo.
Métodos sensacionales de medición cronológica nos han dado lo que pa-
recía imposible, una cronología bastante precisa para esta etapa. Estudios pali-
LA INVESTIGACIÓN DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN ESPAÑA XIII
interés por la Prehistoria hispana, tras entonar su «mea culpa»,1J se hacía acom-
pañar por un joven sacerdote, el abate,·Breuil,. para copiar las pinturas de AI-
tamira, reconocidas ya como auténticas. Inmediatamente se iniciaba una fértil
rebusca, tanto en Francia como en España, que producía una rica cosecha de
¡lUeVaS cuevas pintadas. Hermilio Alcalde del Río y el padre Lorenzo Sierra
descubrían importantes estaciones (Castillo, Pasiega, etc.), mientras Breuil y su
gran amigo y colega de Friburgo, Hugo Obermaier, proseguían el estudio de
las va conocidas. 14
Én Asturias, paralelamente, siguen por igual camino, sobre todo, el Conde
de la Vega del Sella y un excelente geólogo, Eduardo Hernál1dez Pacheco,
aunque sus actividades pertenecen mejor al período siguiente.
Tanto Breuil como Obermaier trabajaron bajo el patrocinio del «Institut
de Paleontologie Humaine» de Paris, fundación del Príncipe Alberto de Mó-
naco, gran mecenas de la Ciencia, que había llegado a la Prehistoria impulsado
por los extraordinarios hallazgos realizados en su pequeño principado o en las
cercanías del mismo. Gracias a su apoyo pudiera/! no sólo copiarse las pin-
turas descubiertas, sino extender las prospecciones por otras zonas españolas
e incluso iniciar excavaciones en gran escala por vez primera en España. Des-
de 1910, el rico vestíbulo de la cueva del Castillo, con sus 18 metros de espe-
sor de depósitos, va a revelar con su estratigrafía la serie de industrias que
abarcan con especial intensidad el Paleolítico Superior. Durante varios años,
Santander se convierte ([sí en uno de los grandes centros internacionales para
el ·estudio del Paleolítico, y por dicha cueva pasan en feliz aprendizaje figuras
muy destacadas entre los jóvenes prehistoriadores de entonces, como el barón
Blanc, el americano Mac Curdy, Paul Wernert, Miles Burkit, etc."
En 1903 surge la figura de un aficionado, poco más que un autodidacta, al
que su gran vocación, capacidad artística e incansable espíritu prospector ha-
bían de proporcionar grandes triunfos en el campo de la arqueología hispana.
Nos referimos a Juan Cabré Aguiló, quien en aquella fecha descubre las pin-
turas del abrigo del Calapatá, en Mazaleón, y con ello abre un nuevo y denso
capítulo para nuestra Prehistoria, el del arte rupestre levantino. ,.
Cabré era el protegido de un ilustre prócer que llegó a ser jefe del partido
carlista, el Marqués de Cerralbo. Afincado en el alto Jalón, Cerralbo exploró
esta comarca a fondo, con hallazgos del mayor interés. Entre ellos no faltaron
algunos pertenecientes a la época que estudiamos, de menor importancia que
los de Torralba y Ambrona (cheleo-achelense). 17
En 1907, el párroco Huguet descubría en Cogul (Lérida) , el famoso friso
pintado de la «Roca deis moros», estudiado después por Roca/ort y por Breuil.
El hallazgo impulsó a este último a trasladar el campo de sus exploraciones
a las zonas levantina y meridional de España, donde realizó largas y minucio-
sas prospecciones, durante las cuales visitó gran número de estaciones paleolíti-
cas que nadie había conocido y una larga serie de abrigos con pinturas: Alca-
ñiz, Albarracín, Alpera, Minateda, Vélez Blanco, etc. Descubrimientos suyos
(por lo menos, de su importancia), fueron entonces los de la cueva del Parpalló
en Gandía que sólo el estallido de la primera guerra europea impidió que fue-
ra excavada por él, y la de Ambrosio (Vélez Blanco), cuyo permiso de exca-
vación también consiguió, a la que fue acompañado por Federico de Motos; a
13. CARTAILH4C, EMlLE: Les cavernes ornées de dess;"s. La grotte d'Altamira, Espa-
gne .•Mea culpa> d'un esceptique. «l'Anthropologie., XIII (1902), 348-354.
14. Sobre estos hallazgos, H. ALCALDE DEL Río, H. BREUIL y L. SIERRA: Les cavernes de
la Région Cantabrique (Espagne) (Peintures et gravures murales des cavernes paléolithi-
ques). Mónaco, 1911. . .
15. Sobre la cueva del Castillo, H. OBERMAIER Y H. BREUIL: Fouilles de la grotte du
Castillo (Espagne). XIV Congres International d'Anthropologie et d'Archeologie Prehisto-
rique. Ginebra, 1912. - Fouilles de I'Institut de Paleontologie Humaine a la grotte CastU/o•
• l'Anthropologie. , XXIII (1912), 601-602. - Travaux exécutés en 1912, Castillo. cl'Anthropo-
logie», XXIV (1913), 3-5. -'-- Travaux en Espagne, Feuilles du .Castillo., el Puente Viesgo
(Santander). cl'Anthropologie., XXV (1914), 233-235.
16. CABRIl, JUAN: El arte rupestre en España. Madrid, 1915.
17. AGUILERA y GAMBOA, ENRIQUE DE, MARQU1ls DE CERRALBO: El Alto Jal6n. D~scubri
mientas arqueol6gicos. Madrid, 1909.
XVI LA INVESTIGACIÓN DEL PALEOLíTICO SUPERIOR EN ESPAÑA
18. BREUIL, HENRI, y OBERMAIER, HUGo: Travaux exécutés en 1912, Travaux sur les
peimures rupestres d'Espagne. «1' Anthropologie», XXIV (1913), 5·16. - Travaux en Espa-
gne. «l'Anthropologie», XXV (1914), 235·253.
19. Véanse los artículos publicados en el .Anuari de l'Institut d'Estudis Catalans.,
desde el volumen V correspondiente al año 1914.
20. BoscH GIMPERA, PEDRO: Ensayo de una reconstrucción de la Etnología Prehistó·
rica de la Península Ibérica. Santander, 1922. - Assaig de reconstrucció de l'Etnologia de
Catalunya. Discurs de l'Academia de Bones Lletres de Barcelona, 1922.
LA INVESTIGACiÓN DEL ,PALEOLÍTICO SUPERIOR EN ESPAÑA XVII
21. OBERMAIER, HUGo: El hombre fósil. Madrid, 1916 (2.- edición, 1925). La segunda
edición fue traducida al inglés por la Universidad de Yale en 1925, bajo el título The fossil
man in Spain. - Estudios prehistóricos en la provincia de Granada. _Anuario del Cuerpo
facultativo de Archiveros Bibliotecarios y Arqueólogos>, 1 (1934), 255. - La vida de nues-
tros antepasados cuaternarios en Europa. Madrid, 1926. - (En colaboración con H. BREUlL
Y H. ALcALDE DEL RÍo): La Pasiega iI. Puente Viesgo. Mónaco, 1913. - (Con H. BREUIL y
W. VERNER): La Pileta iI. Benaoján. Mónaco, 1915. - (Con H. BRBUIL): La cueva de Altamira.
'Madrid, 1935. - (Y con GARctA BELLIDO y L. l'ERIcor): El hombre prehistórico y los oríge·
nes de la humanidad (IHE n.O 22343).
22 .. PIlREz DE BARRADAS, J.: Nuevos estudios de prehistoria madrileña. -Archivo de
Prehistoria Madrileña>, IV-VI (1933·1935). - Las problemas del Paleolítico superior madri-
leño. _Investigación y Progreso> (Madrid, VII (1934). - Nuevas investigaciones sobre el
yacimiento de San Isidro. _Archivo Español de Arqueología> (Madrid), XIV (1940-1941).
XVIII LA INVESTIGACIÓN DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN ESPAÑA
europea, lo que, unido a los resultados que por entonces obtenía en el norte
de Africa el profesor R. Vaufrey,30 relegaba en un abrir y cerrar de ojos el Cap-
siense paleolítico al reino de la fantasía. Todo el panorama del Paleolítico Su-
perior español y del Occidente europeo en general campió así radicalmente. G.
Viñas, M. Jomet, E. Jiménez Navarro, Vidal L6pez, colaboraron entonces con-
migo. Mas al sur, Siret publicaba, a consecuencia de los hallazgos del
Parpalló, su rico material solutrense. 31 En la costa de Málaga, Miguel Such
excavaba desde 1917 la cueva del Hoyo de la Mina. 12
Muy importante era también la actividad de los investigadores vascos pro-
tegidos por sus corporaciones. Entre otros yacimientos explorados por grupo
tan destacado, formado, sobre todo, por el profesor Aranzadi y ,. Miguel de Ba-
randiarán, destaca la cueva de Santimamiñe (Cortezubi, Vizcaya) 33 con pinturas
e industria que constituyen una importante contribución al conocimiento del
Paleolítico cantábrico. Otras cuevas de la región (Ermitia, Lumentxa, Armiña,
Urtiaga, Bolincoba, Bolzola, Berroberria, etc.) fueron descubiertas, en su ma-
yoría por Barandiarán, mientras Telesforo de Aranzadi definía el tipo antropo-
16gico vasco clasificando los vestigios hallados en los yacimientos de esta épo-
ca o posteriores. 34 No faltando numerosos aficionados que hacen de esta zona
una de las de más densa prospección; ni revistas como el «Anuario de Eusko
Folklore» donde publicar .los hallazgos.
30. VAUFREY, R.: Notes sur le capsien. '¡'Anthropologie., XLIII (1933). - Stratigra·
graphi.e capsienne. • Swiatowit» (Varsovia), XVI (1934·1935); XVII (1936). - L'art rupestre
Nord-Africain. «Archives de I'Institut de Paleontologie Humaine. (París), 1939. - En cola-
boración con E. G. GOBERT: Deux Gisements extremes d'lberomaurusien. d'Anthropologie.,
XLII (1952), 449.
31. SIRET, L.: Classification du Paléolithique ... , ver nota n.o 12. - L'Espagne préhistori-
que, ver nota n.O 12. .
32. SUCR, M.: Avance al estudio de la caverna «Hoyo de la Mina. en Málaga. «Bole-
tín de la Sociedad Malagueña de Ciencias. (Málaga), 1920.
33. Sobre la historia de las investigaciones en el País vasco, v. J. M. DE BARANDIARÁN:
lA Prehistoria en el Pirineo. vasco. Estado actual de su .estudio. Actas 1 Congreso Inter-
nacional de Estudios Pirenaicos. Zaragoza, 1952, p. 6. - E. J. VALLEsP1: Las investigaciones
prehistóricas en la provincia de Alava. «EstudIOS de Arqueolo¡ría Alavesa. (Vitoria), 1
(1966), p. 12. - J. ELOSEGUI: Pequeño ensayo sobre la PrehistOria y la Paleontología del
Cuaternario de Guipúzcoa y sus materiales de estudio . • Ikuska. (Sare), n.O 6·9 (1947·1948),
54. - IGNACIO BARANDIARÁN: El Paleomesolitico del Pirineo occidental. Zaragoza (1967), p. 13.
34. ARANZADI, TELESFORO DE: El pueblo Euskalduna. Estudio de antropología. San Se-
. bastián, 1889. - Cráneos de GuipÚzcoa. .Asociación Española para el Progreso de las
Ciencias •. Congreso de Madrid, 1913. - Cráneos de Vizcaya. «Asociación Española para el
Progreso de las Ciencias •. Congreso de Bilbao. - El tipo y la raza de los vascos. Bilbao,
1919. - Triangulación de la calvarie en cráneos de Vizcaya. «Boletín de la R. S. Esp. de
Cien. Nat.>, XXI (1921). - Síntesis métrica de cráneos vascos. «Sociedad de Estudios
vascos>. San Sebastián, 1922. - Cráneos del cementerio franco de Pamplona. Barcelona,
1922.
xx LA INVESTIGACIÓN DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN ESPAÑA
35. PERICOT, LUIS: La cueva del Parpalló. Madrid, 1942. - El arte rupestre español.
Barcelona, 1950. - España primitiva y romana, en _Historia de España». Editorial Ga-
llach, 2. a edición, vol. 1. Barcelona, 1958. - La España Primitiva. (IHE n.O 174). - Los
primeros españoles. (IHE n.O 192). - Nueva visión del Paleolítico Superior Español }'
sus relaciones con el sur de Francia e Italia. (IHE n.O 1198). - (Con J. MALUQUER DE
MOTES): Materiales prehistóricos de Serinyá, !l, la coLección Bosóms. (v. IHE nú-
mero 1202). - El Solutrense español. (IHE n.O 1922). - El PaI.eo/ítico y Epipaleolítico
en España. (IHE n.o 5790). - Estado actual del problema del Solutrense espa,iol. (IHE
n.O 11713). - Los progresos de la Arqueología prehistórica en España. (IHE n.o 16210). - La
cueva del Parpalló. (IHE n.O 16224). - Necesidad de una revisión de la cronología del
arte rupestre cántabro-aquitano. (IHE n.O 18018). - (Con H. OBERMAlER Y A. GARCÍA BELLI-
DO): El hombre prehistórico y los orígenes de la humanidad. (IHE n.O 22343). - Sobre los
hallazgos del Montgrí. (IHE n.o 27227). - La provincia mediterránea del Paleolítico Supe-
rior. (IHE n.O 29282). - El tipo de muesca levantino. (IHE n.O 46291). - Sobre la industria
arcaica del Montgrí. (IHE n.O 59745). - Parpal/ó, treinta y cinco años después. (IHE n.'
62805). - The Social Lite ot Spanish Paleo/ithic Hunters as Shown by Levantine Art . • Social
Life of Early Man» (Nueva York), 1961, 194-213). - ¿Figuras humanas en las placas de la
cueva del Parpalló? _Homenaje a don José Miguel de Barandiarán». (Bilbao) I (1964),
195-199.
36. VlLASECA, SALVADOR: L'estació taller de silex de Sto Gregori. «Mem. Ac. C. y A. de
Barcelona», XXIII, n.O 21 (1934). - La industria del silex a Catalunya. Estacions taI/ers del
Priorat i extensions. Reus, 1936. - Las puntas de dorso rebajado de los talleres líticos ta-
rraconenses. «Boletín Arqueológico» (Tarragona). 1949. - Sobre las industrias líticas tarra-
conenses de aspecto campiñense. (IHE n.O 2495). - Las industrias del sílex tarraconenses.
(lHE n. 0 30944). - La estación taller de sílex de L'Areny (término de Vilanova de Escorna!-
bou, provincia de Tarragona). (IHE n.O 44774). - (Con J. M.a SOLÉ y J. MONTSERRAT): La
cueva de Vallmajor y sus pinturas rupestres. (IHE n.O 46303). - La extracción y prepara-
ción del sílex en los taI/eres del Priorato. (IHE n.O 59762). - Nuevas observaciones sobre
el Cau d'en Serra. (IHE n.O 62813).
37. Sobre el Montgrí: M. PAl.LARÉS y LL. PERICOT: Els yaciments asturians del Montgrí.
.A.LE.C.», VII (1921-1926), 27-39. - LL. PERICOT: L'Asturia del Montgrí. .Butlletí de l'As-
sociació Catalana d'Antropologia, Etnologia i Prehistoria., I (1923), 206. - Sobre los ha-
llazgos del Montgrí (IHE n.O 27227), y Sobre la industtia arcaica del Montgrí. (IHE n.'
59745). - E. RIPOLL PERELLÓ y H. DE LUMLEY: El Paleolítico Medio en Cataluña . • Ampu-
rias., XXVI-XXVII (1964-1965), 1-70.
38. RIPOLL PERELLÓ, EDUARDO (en colaboración con J. GONZÁLEZ ECHEGARAY): Hallazgos
en la Cueva de la Pasiega (Puente Viesgo, Santander). «Ampurias. (Barcelona), XV-XVI
(1953-1954). 43-65. - Nota acerca de los grabados digitales de ía Cueva Clotilde de Santa
Isabel (Santander) . • Crónica del IV Congreso Arqueológico Nacional>. Burgos, 1955,
Zaragoza, 1957, p. 53-58. - El arte paleolítico español, tesis doctoral leída en 1956 en la
Universidad de Barcelona (inédita). - (En colaboración con el Grupo Edelweis): Revisión
de la Cueva de Penches . • Crónica del IV Congreso Arqueológico Nacional». Burgos, 1955,
LA 'INVESTIGACIÓN DEL PALEOLÍTICO' SUPERIOR EN ESPAÑA XXI
Zaragoza; 1957, p. 57·58. - Una nueva ~lteva con pil1/Uras en el Monte del Castillo (Puente
Viesgo, Santander). (IHE n.o 1201). - Un grupo de representaciones enigmáticas de la
Cueva de las Mónedas (Puente Viesgo, Santander). (IHE n.o 8133),.-Huellas de osos y una
representaci6n de este animal en la cueva de las Monedas (Pue.nte Viesgo" Santander),
(IHE n,o 11714), - Nota acerca de algunas nuevas figuras 'rupestres de las cuevas de' El
Castillo y La Pasiega (Puente Veisgo, Santander), (IHE n,o 18019). - Representaciones de
caballos ell la cueva de Las Monedas (Puente, Viesgo, , Santander) (IHE n.O 24209). -,Las
representaciones antropomorfas ell el arte, paleolltico español. (IHE n.o 27225). - (Con
M. ALMAGRO Y A. BELTRÁN): Prehistoria del Bajo Arag6n. (IHE' n.O 30947). --:- El arte rupestre.
(IHE n.o 34332). - Para una cronología relativa de las pinturas del, Levante de España.
(IHE n.O 37331). - Los abrigos pintados de los alrededores de Santolea (Teruel). (IHE
n.o 43274). - Pinturas rupestres de la Gasulla (CasteIl6n). (lHE n.O 53325). - La cronología
relativa del «santuario. de la ctleva de La Pileta y el arte solutrense. (IHE n.O 46292). - Ex-
cavaciones en Cueva de Ambrosio (Vélez Blanco, Almeria). (IHE n.o 44773). - Una pintura
de tipo paleolítico en la Sierra del Montsid (Tarragona) y su posible relaci6n con los oTÍc
genes del, arte levantino. (lHE n.O ,59760). - Solutrense de tipo ibérico en Portugal. (IHE
n.o 62806). - Problemas cronológicos del a,te paleolítico: (IHE n.o 66618). - Para una ero·
nología' relativa del arte levantino español. (IHE. n.O 66630). '
39. Amén de 'otros trabajos publicados por el profesor Julio Martínez Santa Olalla,
véase: Esquema paletnol6gico de la Península Ibérica. Madrid, 1946. "
40. F. ESTEVE ha' realizado numerosas prospecciones y descubrimientos, entre los
que se encuentran varios correspondientes al Paleolítico. ,
41. ALMAGRO, MARTíN: Los problemas del Epipaleolítico y Mesolítico en -España. «Am·
purias., VI (1944), 275-284. - El paleolítico español, cap. lII, del vol. I de la Historia de
España de R. Menéndez Pidal, Madrid, 1947 (reeditado en 1963). - Arte prehist6rico . • Ars
Hispanire., vol. 1, Madrid, 1947. - La cronología del arte levantino de España. (IHE n.o
1203). - Tres nuevos covachos COIl pinturas en la comarca de Albarracín. (IHE n.O 1925).-
Las' pinturas rupestres levantinas. (IHE n,o 4137). - El covacho con pinturas rupestres de
Cógul (Lérida). (IHE n.O 10055). - Origen y formación del Pueblo hispano. (IHE n.O
25416). - Estado actual de la investigaci6n perigordiense: (lHE n.O 27222). - (Con A. BEL-
TRÁN Y E. RIPOLL): Prehistoria del Bajo Arag6n. (IHE n.O 30947).-1':1troducción al estudio
de la prehistoria. (lHE n.O 34323). - Manual de Historia Universal, tomo 1, Prehistoria.
(IHE n.o 36003). --'- Nuevas pinturas rupestres con; una danza fálica en Albarracín. (IHE
n.O 37332). - Las pinturas rupestres cuaternarias 'de la cueva de Maltravieso, en Cdceres.
(lHE n.o 39426). - Cronología del arte rupestre mesolítico. (IHE n.O 58391). - El, problema
de la revisión de la cronología del:arte rupest're cua'ternario. (IHE n.o 59754). - El proble-
'ma de la cronología del arte rupestre levantino español.' (IHE n.O 66630).
',' 42. MAROUÉS DE LORIANA: La cueva de Bolincoba, 'un yacimiento vizcaíno inédito.
-Archivo Español de Arqueología •. (Madrid), no 45 (1941), 494.- Excavaciones arqueológi-
c/lS realizadas en la gruta y covacho de Berroberría, término de Urdax (Navarra) y sus
inmediaciones. «Atlántida., XV (1936-1940), '91-. " , '
43. GóMEZ MORENO, MANUEL: La novela de España. Madrid, 1928. ~ Adam y ,la Pre·
historia. Madrid, 1958.
XXII LA INVESTIGACIÓN DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN ESPAÑA
48. GONZÁLEZ ECHEGARAY. JOAQuíN: Las caverrulS prehistóricas de Monte Castillo. Bil·
bao, 1962). - (En colaboración con M. A. GARCtA GUINEA y A. REclNES RAMíREZ): Cueva de
la Mora (Santander), .Excavaciones Arqueológicas en España., n.O 26 ·(1963), Y Cueva del
Otero, .Excavaciones Arqueológicas en España., n." 33 (1966). - (En colaboración con
E. RIPOLL): Hallazgos en la cueva de La Pasiega (Puente Viesgo, Santander). (IHE n." 4135).
- Exploración de la caverna .La Cullalvera •. (IHE n." 13181). - Pinturas rupestres en la
cueva de la Cullalvera. (IHE n." 24208). - La cueva de la Mora, un yacimiento paleolitico
en la región de los Picos de Europa. (IHE n.o 25650). - El Magdaleniense III de la costa
cantábrica. (IHE n." 39425). - (En colaboración con M. RUBIO Y M. CARRI6N): Exploración
de la cueva de la Mora. (IHE n.O 47791). - Cueva de las Chimeneas. (IHE n.O 58388). - (En
colaboración con A. CHEYNIER): La Gro/te de Valle. (IHE n." 59753). ..
49. CARBALLO, J.: La caverna de las Monedas y sus interesantes pinturas. Santander,
1953. - Las cuevas pintadas del Monte del. Castillo. Historia de . las investigaciones y últi·
mas descubrimientos. (lHE n.O 7102). - Caverne de «las Monedas» au Monte Castillo
(Puente Viesgo). (IHE n.o 8132). - J. GONZÁLEZ ECHEGARAY: Descubrimiento de una nueva
cueva en la provincia de Santander. (IHE n." 1199). - La .Cueva de las Monedas., nueva
caverna con pinturas rupestres en la provincia de Santander. (IHE n.o 1200). - Les revres
d'art de la grotte de .las Chimeneas •. (IHE n.O 8131). - La caverna de las Chimeneas,
nueva cueva con pinturas rupestres en Santander. (lHE n." 18022). - Cueva de las Chi-
meneas. (IHE n.o 58388). - E. RIPOLL PERELLÓ: Una nueva cueva con pinturas en el Monte
del Castillo (Puente Viesgo, Santander). (IHE n." 1201). - Un grupo de representaciones
enigmáticas de la Cueva de las Monedas (Puente Viesgo, Santander). (IHE n.O 8133).-
Huellas de osos y una repreesntación de este animal en la cueva de las Monedas (Puente
Viesgo, Santander). (IHE n.O 11714). - Representaciones de caballos en la cueva de las
Monedas (Puente Vies'f0' Santander). (IHE n.O 24209).
50. BARANDIARÁN, . M. DE: El hombre prehistórico en el País Vasco. Buenos Aires,
1953. - La prehistoria en el Pirineo Vasco, estado actual de su estudio. (IHE n.o 13175).-
III Campaña de excavaciones en el yacimiento _paleolitico de .Lezetxiki., y 1 Campaña
en el de .Kobatxo. (Garagarza, Mondragón). (IHE n.o 30945). - (En colaboración con D.
FERNÁNDEZ MEDRANO): Exploración en la cueva Lezetxiki en Mondragón (trabajos de 1956).
(IHE n.O 30946). - Excavaciones en Atxeta, Forua (1959). (IHE n.O 36007). - Santimamiñe.
(IHE n.o 58382). - Aitzbitarte. (IHE n.o 58386). - (En colaboración con D. SONNEVILLE
BORDES): Magdalénien final et azilien d'Urtiaga (Guipúzcoa); étude statistique. (IHE n.o
59752). - Excavaciones en la caverna Aitzbitarte IV (trabajos de 1961). (IHE n.o 64516).-
Excavaciones en Aitzbitarte IV (campaña de 1962). (IHE n.o 64517). - Exploraciones en la
cueva de Lezetxiki (campaña de 1962). (IHE n.o 64518).
51. BARANDIARÁN, J. M. DE: La cueva de Altxerri y sus figuras rupestres. (IHE n.o
59755). - En colaboración con otros autores: Problemas de la Prehistoria y de la Etnología
vascas. Pamplona, 1966.
52. MALUQUER DE MOTES, JUAN: La estratigrafía del covacha de Berroberría (Urdax,
Navarra). (IHE n.O 59748).
XXIV LA INVESTIGACiÓN DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN ESPAÑA
afán estudió el malogrado R. Correa de Serpa Pinto. Deben revisarse con mé-
todos nuevos para aclarar su cronología. Citaríamos como los más preocupados
por los problemas de la época que tratamos, al P. E. lalhay, a Alfonso do Pafo,
Abel Viana, ,. Fontes, V. Correia, Mendes Correa, Camarate Franfa y Veiga
Ferreira. No puede olvidarse la gran labor' de los geólogos, al frente de ellos
G. Sbyszewsky, ni la colaboración del abate Breuil y del abate Rache (exca-
vador de los concheros de Muge)." Los niveles costeros en la región de Lisboa
nos dan las secuencias más completas que por ahora tenemos de las oscilacionés
del litoral peninsular.
Los hallazgos de pinturas en la cueva de Maltravieso (Cáceres) y en la de
Escoural, ya en territorio portugués, ofrecen grandes perspectivas de futuros ha-
llazgos en esta zona."
Sólo con la contemplación de la serie de revistas o publicaciones periódicas
que han ido apareciendo en estos últimos años se alcanza ya una idea del desa-
rrollo que va tomando el estudio de la Prehistoria y sus ciencias afines. Des-
de 1940 publicó la Comisaría General de Excavaciones sus informes y Memo-
rias, así como la serie de «Acta Arqueológica Hispánica», mientras la cátedra
de Historia Primitiva del Hombre, en Madrid, publicaba los «Cuadernos de His-
toria Primitiva».
En los densos volúmenes del «Noticiario Arqueológico Hispano» (siete volú-
menes desde 1952) se contienen bastantes referencias a yacimientos del Paleoli-
tico superior. En la ya larga serie de Memorias de la Inspección General de
Excavaciones Arqueológicas, en número de 58 hasta 1967, hay cinco que se re-
fieren a la misma época. -
Las revistas «Archivo Español de Arqueología», «Ampurias», «Zephyrus»,
«Saitabi», «Caesaraugusta», «Pyrenae», «Anuario de Prehistoria Levantina»,
«Munibe» y otras aún, son exponentes de una madurez evidente. A ellas habría
que agregar las portuguesas «o archeologo portugués» (Lisboa), «Trabalhos da
Sociedade Portuguesa de Antropologia e Etnologia», etcétera."
En el campo de la Geología y Paleontología es imposible olvidar los nom-
bres de algunos meritísimos colegas españoles que han ayudado con sus estudios
dentro de aquellos campos al conocimiento del Paleolítico superior español. Así
Oriol Riba·5 con sus estudios sobre la Geología del valle del Manzanares. A
Luis Solé Sabarís" debemos muy importantes estudios sobre geología cuater-
naria en España, entre ellos varios que tratan de los niveles marinos. No menor
es el interés de los estudios geológicos del malogrado pro/. Noel Llopis Lladó
en especial en la revista «Speleon», por él fundada, esenciales para conocer el
cuaternario de Asturias y, sobre todo, la cuestión del enveiecimiento de la in-
dustria asturiense. 67
Entre los paleontólogos hemos de destacar a Crusafont, a l. Fernández
Vil/alta, a Vía, al P. Emiliano Aguirre, especialista en elefantes cuaterna-
rios, B. Madariaga. La señorita Menéndez Amor, en colaboración con el profe-
77. CATON THOMPSON, G.: The aterian tndustry its place and signifiámce in the pa-
lelolithic world. «HarIey Memorial Lectures», 1946. - L. PERICOT: Prehistoria de Marrue-
cos, l. Paleolítico, Tetuán, 1953. - L. PERICOT y M. TARRADELL: Manual de. Prehistoria Afri-
cana, Madrid, 1962, y en otros trabajos y comunicaciones de L. Pericot. - BRUCE, HOWE
y H. L. MOVIS Jr.: A Stone Age Cave site in Tangier, Papers Peabody Museum. XXVIII,
n.O 1 (1947). .
78. HOWE, BRUCE: The Palaeolithic of Tangier, Marocco. Excavations at Cape Ashakar,
1939-1947, Cambridge, Massachusetts, 1967. '. '
79. KUHN, HERBERT: El arte rupestre en Europa. (IHE n.o 18020).
80. BANDI, HANS GEORGE, y MARINGER, JOHANNES: L'Art Préhistorique. (IHE n.O 1916).
81. GRAZIOSI, PAOLO: L'arte dell' Antica Etii della Pietra. (IHE n.O 16219).
. 82.· PERICOT, L., y RrPOLL, E., edits.: Prehistoric Art of the Western Mediterranean and
the Sahara. (IHE n.O 66603), con colaboraciones sobre temas españoles de: P., Bosch
Gimpera, R. Lantier, H. Bandi, P.Graziosi, F. Jordá, E. Ripoll, M. Almagro, C. A. Blanc,
H. Breuil, L. Pericot y J. B. Porcar.
83. RIPOLL PERELLÓ, E., edit.: Miscelánea.en homenaje al Abate. Henri Breuil (1877-9161).
(IHE n.O 59519).. .. ' '. .
. 84. CARO BAROJA .. JULIO: Los pueblos de España. Barcelona, 1946. - La España Primi-
tiva y romana. (IHE n.O 19428). - José CAMÓN AzNAR: Las artes y los pueblos de la España
primitiva. (IHE n.0 ,11670),·· . . ' .
85;. En general se nota. en . nuestros museos la falta de útiles' catálogos, por lo que no
citaremos aquí las pequeñas publicaciones, en las que apenas se habla de: los .. restoS
paleolíticos.
LA INVESTIGACIÓN DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN ESPAÑA XXIX
Nacionales de Arqueología, que se reúnen cada dos años (1, Almería, 1949;
Il, Madrid, 1951; IlI, Galicia, 1953; IV, Burgos, 1955; V, Zaragoza, 1957; VI,
Oviedo, 1959; VII, Barcelona; 1961; VIII,. Sevilla-Málaga, 1963; IX, Vallado,
lid, 1965; X, Mahón, 1967). Agréguense a ello los cursos· especializados que
. varias veces han tratado de temas de·Paleolítico superior, y los Congresos Inter-
nacionales, el Arqueológico del Marruecos español, en Tetuán, en 1953; el IV
de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas, en Madrid, en 1954; el VI de
INQVA, en Madrid, en 1957; el VI Panafricano de Prehistoria, en Cana-
rias, en 1963. Sin olvidar los simposios monográficos reunidos bajo el im-
pulso y dirección del profesor MaluqUer. El primero se reunió en Pamplona,
eil 1959 (publicado en 1960), y estuvo dedicado a la Prehistoria Peninsular,
desarrollando el tema «El complejo cultural solutrense-magdaleniense en la re-
gió¡¡ cantábrica» el profesor Jordá, y el de «El arte rupestre» el profesor Ripoll.
El segundo, reunido en Barcelona, en 1962 (publicado en 1963), trató de la
Prehistoria catalana, y el tercero también en Barcelona, en 1965, no trató temas
que afecten a nuestro presente trabajo. El cuarto, en Pamplona, en 1965 (pu-
blicado en 1966), dedicado a los problemas de arqueología vasca, contuvo sen-
dos trabajos de. L. Pericot, P. Altuna, M. Luisa Pericot y l. Barandiarán, sobre
aspeCtos del Paleolítico superior.
Recientemente, organizado por el Instituto de Prehistoria y Arqueología de
la Excma. Diputación Provincial de Barcelona, se ha celebrado en dicha ciudad
el Simposio Internacio/lal de arte rupestre ", que ha cortinuado la labor reali-·
zada, en la citada reunión del castillo de Burg Wartenstein.
$ * *
Estas son las actividades «vistas», por decirlo así, en el panorama actual. En
realidad, existe un número de arqueólogos bastante crecido, capaz de llevar· a
cabo una excavación con métodos modernos, que ·han pasado ya por la expe-
riencia de un trabajo al lado de especialistas extranjeros. Entre ellos se incluyen
bastantes jóvenes.
El que en pocos años hayamos podido contar con tres tesis doctorales de
primera calidad, dedicadas a temas de Paleolítico superior, la del profesor Jordá
sobre solutrense ", la del Dr. Ripoll sobre arte rupestre 88 y la del profesor Igna-
cio Barandiarán 89 sobre material óseo magdaleniense, es una prueba de que el
camino de la investigación en este aspecto esencial de nuestro pasado se ofrece
libre y prometedor. .
Dadas las tendencias que hoy reinan en la investigación, con fórmulas ma·
temáticas para expresar diversos índices, representaciones gráficas de frecuencia
de tipos, etc., se hace precisa la unificación de la nomenclatura. De otro modo,
si cada autOr usara su propio sistema, resultaría una gran anarquía en gráficos
y fórmulas o, por lo menos, una complicación que haría desaconsejable el em-
pleo de los sistemas gráficos de representación. .
La unificación de la nomenclatura, que para otras etapas posteriores de la
Prehistoria ha sido empresa relativamente fácil, se ofrece, cuando del Paleolítico
superior se trata, con enormes dificultades. Éstas derivan de las peculiaridades
del trabajo del sílex y, en menor escala, del trabajo del hueso. La fabrica-
ción de útiles de ·sílex es lo más opuesto a la fabricación a máquina de la
industria moderna. Para la primera se dispone de núcleos nunca iguales del
todo y de piedras que tampoco ofrecen siempre iguales condiciones de talla.
De tales núcleos hay que desprender una hoja o una lasca, más o menos inten-
cionada, mediante un golpe que producirá una acción distinta según con qué
se dé y con qué intensidad. Obtenida esta hoja o lasca, hay que darle forma
mediante un retoque que nunca será exactamente igual según la habilidad del
artífice. Ignoramos si tal fabricación se dejaba en manos de especialistas, lo que
parece lógico. Pero al margen de ellos existirían las tallas y retoques de los
86. RIPOLL PERELLÓ. E .• edit: Simposio Internaciot/al de Arte Rupestre, Barcelona 1966,
Barcelona, 1968.
87. JORDÁ, F.: El Solutrense en España. (IHE n.o 30954).
88. RIPOLL. E.: El arte paleolítico español. Tesis doctoral leída en la Universidad de
Barcelona en 1956 (inédita).
89. BARANDIARÁN, 1.: El paleomesolítico del Pirineo Occidental. Bases para ¡¡na sistema-
tización tipológica del instrumental óseo rnagdaleniense. Zaragoza, 1967.
XXX LA INVESTIGACIÓN DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN ESPAÑA
90. SEMENOV, S. A.: Prehistoric Technology. An experimental study of the oldest tools
and artefacts from traces of manufacture and wear. Londres, 1964.
91. En el momento que escribimos estas líneas ha empezado a actuar el Laboratorio
para análisis de C. 14 montado por el Instituto Rocasolano del C. S. 1. C. de Madrid, bajo
la dirección del profesor Gamboa. Creemos que se trata de un verdadero hito en nuestra
investigación.
LA INVESTIGACIÓN DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN ESPAÑA XXXI
92. Une peinture de type paléolithtque sur le litorel méditerranée de Tarragone (Espa-
gne). -Rivista di Scienze Preistoriche., XIX (1964). - Una pintura de tipo paleolítico en la
sierra del Montsiil. (Tarragona), y su posible relación con los orígenes del arte levantino.
(IHE n.o 59760).
93. PERICOT, L.: Los primeros españoles. _Estudios dedicados a Menéndez Pidalo (Ma-
drid), 1953, 579-585.
XXXII LA INVESTIGACIÓN DEL PALEOLíTICO SUPERIOR EN ESPAÑA
suscita, por otra parte, no se me ocultan. Tampoco ignoro que" tal idea" ha de
tener tremendos y numerosos adversarios. Por una parte, cuantos, limitados por
interesantes puntos de vista; no aceptan que pueda hablarse de España y de
españoles hasta la unificación romana, o hasta la altá Edad Media, cuando la
aportación semita daría el matiz esencial a nuestra patria, o incluso hasta el final
de la Edad Media, cuando la disgregada unidad previa de la Península -.:a "la
que ningún científico puede negar el nombre común de Hispania-, sería arti-
ficialmente transformada en un haz de pueblos a los que no quiere reconocerse
una ancestral y común raíz.
Defender mi hipótesis ante tantos y tan eruditos científicos -admirados
amigos, por otra parte- es bien difícil para mí. Sobre todo si se quiere evitar
el caer en un chauvinismo circunstancial y condenado por anticientífico. A pe-
sar de todo ello, yo diría que una de lás metas para los futuros historiadores
del Paleolítico superior español será siempre la 'de fijar, cada veZ con mejor
precisión, cuáles de las raíces de "la España moderna están hincadas en esa
época atrayente y enigmática, oscura y luminosa a la vez, aunque no fuese más
que por su arte, que con expresión poco feliz seguimos llamando Palliolítico
superior. " "