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La religiosa Dolores Cruzat (85), quien fuera conocida como "La Hermana Dolores", luchadora

por los pobres, activista y defensora de los derechos humanos, que vivió por casi 40 años en
Villa Francia, falleció en Santiago el 29 de diciembre pasado.
Publicado el 05 de enero de 2016

La Hermana Dolores llegó a la población en 1974 para trabajar junto al sacerdote Mariano Puga,
con quien fundó la comunidad cristiana de base de Villa Francia. No usaba hábito y luchó de
manera persistente contra las violaciones de derechos en dictadura y en democracia, como parte
de la Comisión Ética Contra la Tortura. Era una activa participante de protestas y acciones de
denuncia de los crímenes de la dictadura cívico militar.
Una de las más importantes acciones en las que participó fue una huelga de hambre junto a otros
religiosos y laicos por los detenidos desaparecidos, en 1978. Para ella el Evangelio debía ser
acción y no sólo rezar por los pobres, según manifiesta la Teología de la Liberación: "Ver, juzgar,
obrar".
"Nosotros conversamos acá con Mariano cuando entraron en huelga los familiares de detenidos
desaparecidos, entró un grupo de familiares al santuario del Padre Hurtado. Dijimos, nosotros los
religiosos sólo hacemos adhesiones, hagamos un gesto ahora, vamos y estemos al lado de ellos, y
estuvimos con ellos 17 días, el grupo salía de aquí de Villa Francia, todos los días, pasábamos por
otras poblaciones hasta que llegábamos allá donde estábamos en huelga, ellos se quedaban
afuera en oración y nosotros adentro también en oración, nosotros decíamos ese fundamento de la
Biblia, 'los demonios solo se echan con oración', ese fue nuestro fundamento", comentó la religiosa
en una entrevista.
La Hermana Dolores impulsó junto a otros vecinos la creación de un comedor popular para los
niños de las poblaciones de Villa Francia, Robert Kennedy y otros sectores, inicialmente con la
intención de alimentar a los hijos de los perseguidos, cuyas familias quedaron desamparadas en la
pobreza. El comedor pronto creció ayudando a más niños y luego se sumaron las familias
afectadas por la crisis de inicios de los 80.
Fundó el centro Obispo Alvear (por el obispo Enrique Alvear, "el obispo de los Pobres", quien
estaba a cargo de la Vicaría de la Zona Oeste), dentro de Villa Francia, para la rehabilitación de los
alcohólicos de la población y otros lugares. Dolores recorría las calles para buscarlos, los ayudaba,
cuando los veía desanimados los instaba a seguir adelante.
También trabajó con jóvenes, creó el primer pre universitario popular de Villa Francia, acercando al
mundo universitario a las poblaciones, además de un taller de alfabetización para los pobladores.
Junto a algunos jóvenes creó el Comité de Solidaridad que recolectaba alimentos y luego se los
entregaba a las familias que lo necesitaran.
La Hermana Dolores era una de esas personas incansables e imprescindibles, hasta cuando pudo
mantenerse en sus pies los usó para recorrer la población, ir a la feria, acompañada siempre de
sus dos perros, gritando cuando hablaba porque le aquejaba una sordera, retando a los jóvenes
cuando fumaban porque decía que se estaban matando. Coherente, valiente, el Padre Mariano
Puga recuerda las palabras de la Hermana Dolores: "A pesar de las dificultades, sigan en la
lucha".

Puedes revisar más sobre la Hermana Dolores en tesis Historia y Protagonismo Popular en Villa
Francia

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