Es el primer modo de producción clasista de la historia de la humanidad.
Constituye una etapa casi necesaria de las comunidades que pasan de la comunidad primitiva al régimen de clases mediante un proceso largo y paulatino, a causa de que no intervienen en dicho proceso sociedades vecinas con mayor desarrollo histórico. Por eso, dicho modo de producción tuvo una especial relevancia en la historia antigua de las primeras civilizaciones como Mesopotamia, Egipto, India, China, México y Perú.
Su marco cronológico es de unos cuatro mil años hasta el primer milenio
antes de nuestra Era, en sentido global, para las sociedades de Asia. Tal marco debe ser asociado a un grado especifico de desarrollo de las fuerzas productivas en que se combina el uso productivo del cobre y el bronce con la agricultura hortícola, basada en sistemas centralizados de regadío artificial en los valles de los ríos de regiones templadas como el Nilo, Indo, Amarillo, etc.
CARACTERISTICAS
Las relaciones de producción en este tema se caracterizaban por la
relación de explotación a que eran sometidas las comunidades aledañas de campesinos por parte del Estado despótico oriental. Siguiendo el bajo nivel general de desarrollo de las fuerzas productivas, la producción era realizada por campesinos libres agrupados en comunidades aldeanas propietarias de las tierras, a menudo por delegación del Estado. Estas eran comunidades autosuficientes donde prácticamente no existía división social del trabajo ni se entraba en relaciones mercantiles con el exterior. Ahora bien, como unidades administrativas tenían por finalidad asegurar la realización del proceso productivo, realizando la construcción y mantenimiento de las obras publicas que, como diques y canales de riego, eran necesarias al desarrollo de la agricultura; a cambio, las comunidades organizaban la explotación social, puesto que de ellas salía la proporción del producto que el campesinado debía pagar al Estado en forma de tributo, tanto en especie (excedentes normales y extraordinarios de la cosecha) como en trabajo para las obras publicas suntuarias en beneficio de la clase dominante (palacios, templos, tumbas, etc.) En este esquema la clase dominante se identificaba al aparato estatal y era la misma cosa que el conjunto de nobles – cortesanos y provinciales -, administradores, militares y sacerdotes, Invariablemente, esta clase dominante estatal estaba encabezada por el déspota orienta, personaje que concentraba un poder omnímodo basado en la legitimación ideológica de ser un pretendido representante de los dioses o un dios vivo de carne y hueso: este sistema, por último, le permitía al déspota una especial acumulación de riquezas porque en su persona se identificaba y se confundía todo el aparato del Estado.
MESOPOTAMIA
La Mesopotamia es fundamentalmente el país “entre los ríos”, entre el
Tigris y el Éufrates. La parte sur, Caldea, es un valle de aluvión construido por estos ríos. No se encuentra ahí restos paleolíticos ni mesolíticos, puesto que es de formación reciente; su gran fertilidad permitió un importante desenvolvimiento de la cultura. La ausencia de piedras impone el empleo del adobe y del ladrillo; asimismo, resulta más conveniente importar metales que piedras para los utensilios, lo que lleva pronto a un desarrollo superior al Neolítico. La necesidad de desecar los pantanos de irrigar los desiertos, ya que hay poca lluvia en la región, existe una cooperación social bastante amplia. Estos mismos factores, ausencia de piedras de metales, y fertilidad del campo, originan un activo comercio, que ayuda a fomentar rápidamente la cultura.
EGIPTO
Entre los desiertos de Libia y de Arabia, el Nilo ha creado un valle
extraordinariamente fértil, el Egipto. El Nilo se origina en dos grandes ríos: el Nilo Blanco, proveniente de los lagos de África Central, y el Azul, de Etiopia. Las condiciones de lluvia y de deshielo hacen que el rio inunde su valle en los meses de julio a noviembre. Al retirarse las aguas, queda la tierra cubierta de una cama de limo sumamente fértil e impregnada de la humedad necesaria para las labores agrícolas. La necesidad de regular en gran escala estas inundaciones, y de extender las áreas cultivables por medio de la irrigación, hicieron que desde épocas muy antiguas se crearan Estados grandes en el valle del Nilo. Desde tiempos muy remotos se construyeron canales y diques, y otras de irrigación como el shadouf que, por una serie de balancines, lleva el agua a campos mas elevados.