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Prólogo

El ser humano es un ser biopsicosocial, en constante crecimiento según


sus experiencias, creencias e interpretación del mundo que lo rodea y del ser
que se va formando de manera intrínseca en el, sin entender el proceso por
el que atraviesa, dejándose llevar por la motivación según sus necesidades
hasta alcanzar su satisfacción física, dejando a un lado la razón por la cual fue
creado, cuál es su esencia, olvidan el alma como luz del cuerpo y es allí donde
conviven el bien y el mal, dejando a un lado los valores humanos
fundamentales para alimentar su esencia.

Sus estados emocionales están mediados por reacciones químicas y


biológicas del cerebro, pero es el ser mismo quien reconoce la necesidad
interna del hombre como un hecho real, que está en nuestro interior y en la
conciencia humana que dirige al bien común, olvidan que dentro de nuestro
ser, hemos tenido un espacio espiritual, que puede tener lugar a diferentes
contextos de nuestra vida y según la interpretación de cada ser humano,
pero si bien es cierto y comprobado que existe un ser emocional que nos
dirige actuar.

Según estudios realizados, las enfermedades guardan relación con


alteraciones del alma, desde la concepción del hombre, en los pueblos
primitivos se hablaba del arte de curar escuchando las emociones y decían
que atreves de ellas se podía tocar el alma de ser así estaríamos hablando de
aliviar un problema de salud potencial, a través de escuchar las emociones,
despertando nuestros sentidos fundados en el valor y cuidado humano a
través del amor como un arte dentro del área la salud.

“Si hablo la lengua de los hombres y aun de los ángeles, pero no tengo amor
no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido….”

-PABLO DE TARSO-
El arte de amar y cuidar a un paciente.

Existen manuales que indican pasos a seguir para realizar ciertas tareas o
que dan instrucciones para la resolver problemas cotidianos, y que en
algunos casos cuesta su comprensión. Este es un libro donde presento con
responsabilidad y compromiso mi vocación en casos vivenciales a lo largo de
mi trayectoria y experiencia profesional. No es un manual de procedimientos,
no contiene información metódica, ni corrientes teóricas de autores
recocidos, ni políticas para una empresa, si no que busca la reflexión
expresando la realidad que conozco en la Profesión de Enfermería y mi
impresión personal sobre la ciencia del cuidado y el arte de amar como un
valor fundamental que dirige la vida del hombre.

Un libro de interpretación personal y subjetivo que invita a la aplicación de


la ciencia con conciencia y a su vez que puedan no solo ver, si no también
sentir su contenido, como herramienta que les permita escuchar con
atención esa condición humana intrínseca natural , que muchas veces no
corresponde con las necesidades reales del paciente. Busca reflexionar y
profundizar en la importancia que tiene el acompañamiento de ese paciente,
en el trascurso del proceso hospitalario, para dar una atención digna y
desentrañar la otra finalidad que debería existir detrás de una inyectadora y
vestimenta en el ejercicio profesional, donde algunas veces llevan consigo el
secuestro del alma, que habita dentro de todo ser humano.

El amor tiene su habitad en el alma y nos permite escuchar el


verdadero dolor del paciente, es la esencia de la naturaleza humana del ser.
Donde más allá de los saberes intelectuales, requiere cierto porcentaje de
intuición creativa, para establecer dentro del quehacer profesional el amor
como un arte, en el marco de una relación interpersonal afectiva, ya que no
se trata de un ser raro si no de un ser humano, que siente, padece y que
acuden a los diferentes centros de salud buscando el alivio de un dolor, de un
padecimiento, o de diversas alteraciones, influenciadas por la interacción de
factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales,
religiosos y espirituales.
La profesión de enfermería es una disciplina humanística-sanitaria, que
tiene como esencia el cuidado del ser humano para guardar la salud, lo que
hace necesario la interacción humana, con vidas y circunstancias emotivas,
donde se desarrollan una mezcla de actitudes y acciones en la cual se percibe
el sentimiento del otro, se identifican necesidades, posibilidades y
limitaciones relacionadas con la enfermedad y la muerte, es el primer
contacto que tiene un paciente al ingresar a un centro de salud.

Es una profesión en constante autocrecimiento, que no solo se prepara


para el cuido del paciente si no para enseñar también cómo deben realizarse
los autocuidados, es decir una ciencia que amerita conciencia, compromiso,
responsabilidad y acompañamiento de los pacientes en el trayecto de su
enfermedad, desde el punto de vista del sentir humano, con el acercamiento,
el dialogo, el tacto, la comunicación efectiva y la cortesía, no solo la atención
en busca de aliviar el dolor físico si no también el dolor emocional.

Quienes son los profesionales de Enfermería? Desde luego existen muchos


criterios y definiciones de autores sobre su definición y características sin
embargo se puede decir que forman parte de la columna vertebral en el
equipo de salud, de todo hospital por el contacto directo y primario con el
paciente.

En el presente libro para la autora Aracelis Carranza; Según sus


dimensiones humanas, los profesionales de Enfermería; son personas que
deben poseer cualidades y una vocación notable, creando una gran
sensibilidad humana como un estandarte que nos hace fuerte y nos llena de
gran satisfacción al ayudar a otros, ofreciendo esperanza aquel ser humano
que nos necesita. Características únicas que no lo trae impreso ningún
manual, ni va inmerso en ninguna indicación médica, eso se desarrolla dentro
de cada ser de manera intrínseca, como un don que nos dirige hacia el
autoconocimiento y compresión de uno mismo y del otro desarrollando:

“Empatía, Nobleza, Fortaleza, Ética, Responsabilidad, Mística,


Espiritualidad, Respeto, Inteligencia Y Aptitud”.
En esta lectura los invito a echar de ver, al paciente como un ser humano
intangible, Biopsicosocial-Emocional, donde es indispensable identificar las
necesidades reales que tal vez no logra reconocer y que solo se logra
escuchando atentamente, ofreciendo apoyo con amor, empatía y respeto,
hacia aliviar su padecimiento. A través de este libro intento despertar sus
ideales, hacia construir un sistema de salud, de autoacción por el profesional
de Enfermería, a manera de realizar una actividad dotada de conocimiento y
habilidades especializadas en la materia del cuidado a través del buen trato,
escuchando con atención para atender las necesidades reales de los
pacientes.

“La enfermería es un arte, y si se pretende que sea un arte, requiere una


devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, como el trabajo de un
pintor o de un escultor; pero, ¿cómo puede compararse la tela muerta o el
frío mármol con tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del espíritu
de Dios? Es una de las Bellas Artes; casi, diría, la más bella de las Bellas
Artes.”
Florence Nightingale.
La línea divisoria entre la vieja y la nueva enfermería es la demarcación entre
la enfermería pre-Nightingale y la enfermería Nightingale. De la misma forma
que Hipócrates (460-370 a.n.e), fue el padre de la medicina, Florence
Nightingale (1820-1910) fue la fundadora de la enfermería; la medicina
sistematizada es un arte antiguo, mientras que la enfermería organizada es
un arte reciente.
La medicina es entendida como el arte de curar, la enfermería como
disciplina que surge de ella, pero, con una diferenciación conceptual y
práctica, se entiende como el arte de cuidar. En la actualidad se habla de la
enfermería como el arte y ciencia del cuidado; las grandes académicas de la
profesión han demostrado que se posee una taxonomía, una filosofía, un
código de ética, un cuerpo científico propio, que lo agrupa la American Nurse
Asociation (ANA): es el diagnóstico y tratamiento de las respuestas humanas
ante problemas de salud reales o potenciales. Como dice M. Patricia
Donahue en su maravilloso libro La historia de la Enfermería, su verdadera
esencia reside en la imaginación creativa, el espíritu sensible y la
comprensión inteligente, que constituyen el fundamento real de los cuidados
de enfermería.
Se propone interpretar retrospectivamente nuestra historia, para
aproximarnos a nuestras raíces. El tránsito de profesión a disciplina ha sido
durante un largo devenir histórico, como es el caso de la enfermería. La
historia no debe verse como una serie de datos organizados
cronológicamente, sino como un sistema referativo.
Refiere Robinson, en 1946, que “la historia de la enfermería es la historia de
la mujer”. En las diferentes etapas de la historia de la civilización desde la
antigüedad, edad media y renacimiento, señala el papel determinante de la
mujer en el cuidado de los hijos y la familia.
Numerosos autores han estudiado la influencia de la condición femenina en
el desarrollo de la enfermería. Los valores, las creencias, las actitudes y los
comportamientos sociales y culturales aparecen en numerosas obras de arte,
tanto en la cerámica, como en la pintura y la escultura.
La antropología social y la sociología han estudiado el enfoque de género,
constatando que lo femenino está determinado por la capacidad de concebir
y reproducir la especie y consigo la maternidad, el parto y sus cuidados que le
prodiga la madre con ternura a su descendencia; la mujer es cuidadora por
excelencia, de ahí las raíces femeninas de la profesión.
La enfermería ha sido llamada ciencia y arte. En esta reflexión nos
ocuparemos brevemente de ambas dimensiones.

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