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Unidad 2

• Introducción
• El equipo odontológico
• El Estomatólogo y/u odontólogo
• Higienista Dental
• Protésico dental
• Auxiliar de odontología
• Tipos de auxiliar de odontología
• Funciones de un auxiliar de odontología
• Odontología a cuatro manos
• Áreas de trabajo
• La ética en odontología

El equipo odontológico, la figura del


auxiliar de odontología
Introducción
Actualmente el puesto de auxiliar de odontología está creciendo a pesar de ser
desconocido para muchos. Nadie se imagina una clínica dental sin su personal asistente.
Los odontólogos para prestar un buen servicio deben tener un personal profesional. Los
auxiliares en odontología son claves para el correcto desempeño de las actividades ya que
son dos manos más que ayudan al dentista. Sin embargo, son muchas las funciones que
hacen.

El equipo odontológico, la figura del


auxiliar de odontología
El equipo odontológico
El Equipo de Salud Dental lo forman una serie de profesionales cualificados cuyo objetivo
común es la salud bucodental de los individuos y de la comunidad. Todos tienen un papel
bien definido dentro de este equipo de trabajo.
El equipo está formado por:

El Estomatólogo y/u odontólogo


La odontología o estomatología es la rama de la medicina que se encarga del estudio,
diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades de la cavidad oral y estructuras
adyacentes en todo su conjunto (dientes, encías, labios, lengua, paladar, glándulas
salivales, articulación de la mandíbula, mucosa oral, etc.).
La diferencia entre un estomatólogo y un odontólogo es que el primero es médico y el
segundo no lo es. Para la población en general no deberían existir diferencias, ambos son
“dentistas” con las mismas atribuciones y competencias respecto a la salud bucal. No
puede decirse lo mismo acerca de las competencias que, en cuanto a la salud general y de
la población, tienen odontólogo y estomatólogo. El estomatólogo, por su condición de
médico, está capacitado para ejercer la Medicina sin límites, salvo aquellos que le
impongan deontológicamente sus conocimientos, titulaciones y habilidades. Esto quiere
decir que el ejercicio de la Medicina general es posible que lo realice el estomatólogo.
Higienista Dental
Es un profesional universitario titulado capacitado para trabajar en la boca. Deberá trabajar
exclusivamente bajo supervisión directa, indirecta o personal del odontólogo, el cual será
responsable profesional y legalmente del trabajo realizado.

En materia de salud pública, los higienistas dentales podrán desarrollar las siguientes funciones:

– Recoger datos referentes al estado de la cavidad oral para su utilización clínica o


epidemiológica.
– Controlar las medidas de prevención que los pacientes realicen.
– Realizar exámenes de salud bucodental de la comunidad.

En materia tecnicoasistencial, los higienistas dentales podrán desarrollar por ejemplo las siguientes
funciones:
– Aplicar fluoruros tópicos en sus distintas formas.
– Realizar el pulido para eliminar manchas dentales.
– Eliminar cálculos (sarro) y tinciones dentales y realizar pulidos.
– Practicar la educación sanitaria de forma individual o colectiva, instruyendo sobre la
higiene bucodental y las medidas de control dietético necesarias para la prevención de
procesos patológicos bucodentales.

Protésico dental
Es un profesional que diseña, prepara, elabora, fabrica y repara las prótesis dentales,
mediante la utilización de los productos, materiales, técnicas y procedimientos conforme a
las indicaciones y prescripciones de los Estomatólogos u Odontólogos.
• Desempeña sus funciones en el laboratorio de prótesis puesto que no tiene competencia
para atender a pacientes.

Auxiliar de odontología
El auxiliar o asistente dental, se puede desempeñar a nivel institucional, o en una
unidad asistencial odontológica (U.A.O) particular; desempeñan funciones un tanto
diferentes, de acuerdo a la instancia donde labore, ya que en las empresas pueden haber
liberado al personal auxiliar de algunas labores, que en la consulta privada deben
desempeñar, haciéndoles referencia a la polifuncionalidad, en cuanto a que deben atender
las llamadas, dar las citas, hacer la recepción de los pacientes, cobrarle al paciente los
costos del tratamiento, algunas veces de hacer los pagos de servicio público etc. Mientras
que a nivel institucional hay una persona dedicada a cumplir cada función.

Tipos de auxiliar de odontología


• Auxiliar instrumentista: Se ocupa de la mezcla de materiales, el intercambio de
instrumentos y la evaluación de la cavidad oral durante las intervenciones, lo que conlleva
que su labor sea de vital importancia desde el punto de vista ergonómico, en tanto que está
directamente implicado en el tratamiento del paciente.

Así, permite que el odontólogo se concentre de forma exclusiva en el campo operatorio,


reduciendo, por consiguiente, su estrés, fatiga y el tiempo de intervención. En
consecuencia, se aumentarán y mejorarán cualitativamente las prestaciones.

• Auxiliar circulante o de apoyo; Es el encargado de preparar la sala operatoria quirúrgica para


implantes, antes y durante la ejecución de las fases de la cirugía, además de acomodar al paciente
a su llegada y despedirle y acompañarle a secretaría o recepción, por lo que trabaja a la vez que el
auxiliar instrumentista y el odontólogo.

En muchas ocasiones su presencia es circunstancial y provisional, o con intención formativa. Aun


así, su labor goza de una gran importancia, ya que agiliza la tarea del odontólogo y la del auxiliar
instrumentista.

• Auxiliar responsable de la esterilización: Como ya se ha comentado anteriormente, suele


encargarse una única persona de esta labor, ya que la complejidad e importancia que
posee así lo requiere.

Por este motivo, el auxiliar responsable de la esterilización debe reunir ciertos requisitos
(Cortesi, 2008):

- Conocimientos de microbiología.
- Conocimientos sobre las principales patologías infecciosas y sobre sus modalidades de
transmisión.
- Conocimientos sobre los compuestos desinfectantes y su nivel de potencia en la
desinfección.
- Conocimientos de los conceptos absolutos de desinfección y esterilización.
- Conocimientos sobre los requisitos y las modalidades de funcionamiento de los
dispositivos mecánicos que intervienen en la desinfección y la esterilización: lavado de
instrumentos, ultrasonidos, autoclaves de última generación, etc.

En consecuencia, también debe ser responsable de la monitorización de las pruebas de


funcionamiento de la autoclave, así como de la eficacia de la esterilización, su registro y
archivo. Para ello, deberá ser capaz de elegir los agentes desinfectantes más eficaces y
seguros para los operadores, y los más económicos para los procedimientos de
descontaminación en cada cambio de paciente.

Auxiliar administrativo: Abarca todas las labores de secretaría, las cuales son susceptibles de
resumir en los siguientes puntos:

- Recepción de pacientes.
- Teléfono.
- Informatización.
- Gestión de agenda de citas.
- Elaboración de presupuestos para los pacientes.
- Emisión de facturas a los pacientes.

Funciones de un auxiliar de odontología


El auxiliar de odontología o auxiliar de clínica dental, desempeña un papel clave en el
funcionamiento de las clínicas dentales. Participa activamente en el éxito del trabajo
del odontólogo. Desarrolla múltiples tareas y sobre él recaen numerosas competencias.

Es una profesión multidisciplinaria, con una serie de funciones primordiales, que abarcan
desde la administración de la agenda del dentista, a la organización del almacén dental y la
supervisión del mantenimiento del consultorio.
Funciones de un auxiliar de odontología

El protocolo primordial básico se centra en varios objetivos:


A grandes rasgos, la primera atribución destacable en un auxiliar de clínica dental es la
de recibir y atender a los pacientes a la hora de practicar cualquier tratamiento dental.
También debe preparar y comprobar el correcto funcionamiento de los equipos y
materiales. Y, por último, el tercer rasgo es el de mantener higienizados los espacios o
gabinetes clínicos, con el fin de dar respuesta a las necesidades que puedan surgir durante
todo el proceso clínico.

De este modo, las principales competencias que ejecuta un auxiliar de clínica dental se
describen de la siguiente manera:

•Organizar el instrumental: Debe llevar a cabo esta tarea de manera personaliza para cada
paciente. Para ello, es necesario que prepare todos los materiales habituales para colocar fundas,
empastes fijos y provisionales, etc. Además, este proceso incluye desinfectar el agua y la saliva de
todos los instrumentos utilizados en cada sesión.

• Prestar atención y colaborar con el dentista: Debe estar atento durante todo el
procedimiento de actuación con el paciente y prestar la colaboración necesaria al dentista
titulado.

• Atender y verificar las instrucciones: De cumplir con las indicaciones recibidas del
odontólogo y facilitar su tarea en todo el proceso.

• Hacer comprobaciones: Debe asegurarse, desde el primer momento, de la comodidad


del paciente.

• Capacitar la consulta: Debe atender a las condiciones de la sala de cirugía y asegurarse


de que cuenta con los recursos adecuados para efectuar las intervenciones. También
mantiene el equipamiento en perfectas condiciones de higiene y seguridad.

• Tramitar y resolver tareas administrativas Entre ellas están: atender al teléfono, la


atención al paciente, planificar citas telefónicas y gestionar la solicitud de materiales. En
otras ocasiones, está presente en la recepción y efectúa los trámites de cobros a los
clientes.

• Controlar la higiene y esterilización del instrumental: Otra de sus competencias es vigilar


la higiene del instrumental y el gabinete quirúrgico utilizado después de cada tratamiento.

Proyección laboral del auxiliar de clínica dental

Como es obvio, la formación de auxiliar de clínica dental abre a diversas oportunidades


laborales, tales como:

• Centros de implantología dental: En la gran mayoría de los centros de implantología dental, el


auxiliar de odontología es un puesto cada vez más demandado. Es la alternativa más solicitada por
las clínicas dentales, dentistas y gabinetes dentales. El auxiliar de clínica dental es requerido por
los odontólogos para colaborar en la preparación del paciente y dar asistencia en las
intervenciones.

Desde el control de los materiales necesarios en cada sesión hasta la interacción con los
talleres externos, su labor implica una cuidada metodología. Por este motivo es necesaria
la máxima preparación.
Por otro lado, la posibilidad de crecimiento y desarrollo de carrera es amplia. La proyección
laboral es posible mediante el acceso a cursos especializados. Este hecho impulsa la
proyección laboral, debido al aprendizaje de técnicas novedosas que permiten manipular
equipamientos de alto rendimiento, como en el caso del manejo de equipos de tomografía
dental 3D o los rayos X, entre otros.

Clínicas y Policlínicas: La formación de auxiliar de odontología abre nuevas perspectivas


laborales en centros que ofrecen todo tipo de soluciones para el cuidado de la salud dental.
La prevención en materia de salud bucal, los tratamientos específicos de blanqueamiento y
educación para el cuidado bucal, tanto en adultos como en niños, son algunos de ellos.

Otra de las opciones de empleabilidad que brinda la profesión de auxiliar de clínica


dental es la cooperación con el dentista en centros privados, como personal externo de
asistencia, geriátricos o como soporte domiciliario, tanto en domicilios como en empresas.

Formación necesaria
Existe formación dirigida a todas aquellas personas que están interesadas en esta rama de
la salud. La capacitación necesaria para ejercer como auxiliar de clínica dental se basa en
el estudio y la práctica de temas como los siguientes:

• Farmacología, anestesia y analgesia.


• Tratamiento de urgencias dentales en adultos y niños.
• Estudio periodental, cirugía y prótesis dentales.
• Radiología dental.
• Asistencia en extracciones y revisiones.
• Ergonomía dental.
• Instrucción de la esterilización y asepsia.

Debido a la estrecha relación con el paciente/cliente y al desarrollo de sus funciones debe


prestarse especial atención a una serie de cualidades:

• Poseer buena salud física y mental y hábitos de higiene correctos.


• Presentar un aspecto cuidado y agradable.
• Poseer habilidades sociales y de comunicación.
• Saber trabajar en equipo.
• Respetar las normas éticas de la profesión (secreto profesional).

Odontología a cuatro manos


La odontología a cuatro manos es una forma de trabajar que consiste en:

a) El operador y su asistente ejecutan cada procedimiento de acuerdo a una cuidadosa y


deliberada planeación.

b) El equipo dental debe seleccionarse de tal forma que permita la simplificación del
trabajo, evitando movimientos innecesarios.

c) La auxiliar desempeñara, las funciones que legalmente se le puede delegar, permitiendo


que el operador se concentre en aquello que no puede derivar.
d) El plan de tratamiento se hará en lo posible, según prioridades con el propósito de
facilitar, la programación de cada sesión (esto deberá consignarse en la hoja de evolución
de la historia clínica), para así obtener una máxima ventaja de tiempo disponible.

Todo esto conducirá indudablemente a obtener:

 Buena comunicación.
 Reducir la fatiga física y mental.
 Disminuir el estrés.
 Minimizar el riesgo de enfermedades profesionales.
 Mejorará la calidad y el rendimiento en el trabajo

Principios de la odontología a cuatro manos

1. Eliminar. Para obtener resultados óptimos y eficaces debemos aprovechar al máximo


los recursos que tenemos a mano para ser eficientes, es por ello que el instrumental o
equipo inútil se debe descartar, así como los procedimientos y movimientos innecesarios.
Es importante evitar todo lo posible interrupciones durante la cesión odontológica, por
ejemplo:

Para el odontólogo se recomienda el uso de auriculares (manos libres) para el teléfono


cuando sea necesario, evitando así la contaminación de los guantes y la interrupción del
operador con respecto al paciente.

 Tener presentes que material será imprescindible usar en un procedimiento determinado,


eliminando de la bandeja o platina elementos que nos puedan estorbar y que se pueden
contaminar así no se usen.

2. Combinar. Tratar en lo posible realizar procedimientos o equipamientos que contribuyan


a ahorrar tiempo y movimientos, será esto muy efectivos y nos garantizara éxitos en la
consulta odontológica, un ejemplo de ello son los instrumentos de extremo doble y la
jeringa triple; el uso del eyector de saliva evita que el paciente este escupiendo, acción en
la cual se perderemos tiempo.

3. Redistribuir. Luego de hacer un respectivo análisis de la forma en como van


dispuestos los muebles, equipos, enseres y demás elementos de trabajo, será
necesario reconsiderar el orden para así ajustarlos a las normas que hemos venido
tratando, teniendo en cuenta la apreciación de todo el equipo humano, lo que permitirá
una estandarización y coordinación en cuanto los pasos a seguir en determinado
procesos.

4. Simplificar. Al seguir las pautas anteriores estaremos simplificando el trabajo y


multiplicando el rendimiento.
Áreas de trabajo
La ética en odontología
El buen dentista es un profesional de la salud que tiene como objetivo proteger a sus
pacientes, promover la confianza hacia su profesión y aplicar las normas en materia de
salud.
El dentista calificado es el que contribuye a elevar los estándares de calidad en la atención
dental, se preocupa por educar al paciente sobre el cuidado de su boca, se mantiene
siempre actualizado en sus conocimientos y norma su conducta bajo el siguiente código de
ética:
1) tendrá respeto a los intereses de los pacientes, su dignidad, y tratará de proteger sus
decisiones,
2) respetará la confidencialidad de la información que reciba de los pacientes y cooperará
con otros profesionales de la salud para atenderlo de forma integral;
3) trabajará dentro del marco de sus capacidades y habilidades físicas, y siempre tendrá
presente una segunda opinión para lograr mejores resultados;
4) llevará un expediente clínico completo y notas de la evolución clínica a las que pueda
acceder el mismo paciente para tratamientos subsecuentes;
5) respetará el derecho del paciente a quejarse de resultados no esperados y planteará
con amabilidad y paciencia el seguimiento por otros colegas;
6) se mantendrá al corriente de su propio esquema de vacunación para protección
personal y de sus propios pacientes;
7) no aceptará regalos de sus pacientes que puedan poner en tela de juicio su
desempeño profesional;
8) tratará al paciente y a sus familiares con respeto y amabilidad y le dará un trato
individual, sin discriminaciones por origen étnico o grupo religioso;
9) escuchará a sus pacientes y les dará toda la información que sea necesaria para que
se puedan tomar decisiones correctas por ambos en lo referente a riesgos, costos y
beneficios de los tratamientos.
10) cooperará con sus colegas en forma amable y sin discriminación alguna, con el fin de
velar por la seguridad y por los mejores resultados del tratamiento odontológico.
Unidad 3
• Anatomía oral y dental
• Estructura de la boca
• La articulación temporo-mandibular (ATM)
• La cavidad bucal
• El diente
• Arcadas dentarias
• La erupción dentaria
• Nomenclatura dental

La anatomía de la cavidad bucal y de los


dientes
Anatomía oral y dental
La boca, también conocida como cavidad bucal o cavidad oral, es la abertura a través de la
cual ingerimos nuestros alimentos. Generalmente está ubicada en la cabeza y constituye
en su mayor parte el aparato estomatognático, así como la primera parte del sistema
digestivo y tubo digestivo.
La boca se abre a un espacio previo a la faringe llamado cavidad oral, o cavidad bucal. La
boca humana está delimitada por los labios superior e inferior y desempeña funciones
importantes en diversas actividades como el lenguaje y en expresiones faciales, como la
sonrisa.
En la boca se pueden distinguir tres tipos de mucosa:
De revestimiento: Presenta submucosa.
Masticatoria: Con probable ausencia de submucosa, queratinizada o paraqueratinizada y
en contacto directo con el tejido óseo.
Especializada: Se presenta en ciertas regiones de la lengua. Se refiere a la
mucosa relacionada con los receptores de gusto.

Funciones de la boca

Masticar: Gracias a los movimientos de la mandíbula y a la presión de los dientes se


produce este tratamiento mecánico que degrada los alimentos.
Salivar: Gracias a la desembocadura de los conductos de las glándulas salivales, se
produce el primer jugo digestivo (saliva), que realiza una degradación química de los
alimentos. En el caso de los carbohidratos lo hace a través de la amilasa salival, que se
encarga de destruir los enlaces alfa-1,4 que están presentes en los polisacáridos, y
después seguirían degradándose a nivel intestinal.
Sentido del gusto: En la boca se encuentran los receptores sensoriales del gusto, sobre
todo en la lengua, llamadas Papilas gustativas.
Habla: En la boca se encuentran gran parte de las estructuras que modifican el sonido
laríngeo y producen la voz articulada gracias a sus cavidades especiales.
Deglución: Se divide en dos:
Fase voluntaria: La lengua se eleva hacia el techo de la cavidad bucal, impulsando el bolo
alimenticio para que entre en la faringe.
Fase involuntaria: La epiglotis va hacia atrás y cierra el orificio superior de la laringe. Por
causa de este reflejo, la faringe queda convertida solo en una vía digestiva transitoria,
impidiendo así el ingreso de trozos a la vía aérea (tráquea).
Estructura de la boca
La cavidad oral está situada en la parte inferior de la cara, entre las fosas nasales y la
región suprahioidea. Tiene forma de óvalo con diámetro mayor anteroposterior. Los arcos
alveolodentarios dividen la boca en dos partes: una parte anterior y lateral, situada fuera de
estos arcos, que es el vestíbulo de la boca y otra parte situada hacia dentro de estos arcos
que es la boca propiamente dicha.
La boca propiamente dicha y el vestíbulo bucal se comunican entre sí por numerosos
intersticios que separan los dientes unos de otros (espacios interdentarios), y también por
un espacio más ancho situado entre los últimos molares y la rama ascendente de la
mandíbula (espacio retrodentario o trígono retromolar). Cuando la boca está cerrada, es
decir, cuando ambas arcadas están aproximadas y no existen alimentos o cuerpos
extraños en su interior, la cavidad oral es una cavidad virtual. La boca se convierte en una
cavidad real y adquiere unas dimensiones considerables debido a:

1. La separación de las mejillas, agrandando el vestíbulo bucal transversalmente, por


ejemplo: cuando se sopla.
2. La proyección de los labios hacia delante, ampliando el vestíbulo en sentido
anteroposterior.
3. La separación de la mandíbula del maxilar, aumentando el diámetro vertical de la
cavidad.

Partes de la cavidad oral

La boca puede considerarse una estancia con seis paredes:


Pared anterior: Está formada por los labios.
Paredes laterales: Están formadas por las mejillas.
Pared inferior: Formada en su mayor parte por la lengua y por debajo de ésta una región
llamada suelo o piso de la boca.
Pared superior: Formada por la bóveda palatina o paladar.
Pared posterior: Es realmente un orificio irregular llamado itsmo de las fauces que
comunica la boca con la faringe. Los anexos de la boca son los dientes, las encías y las
amígdalas.

La cavidad oral se subdivide clásicamente en dos zonas:

El vestíbulo oral y la cavidad bucal propiamente dicha; el conjunto de ambas constituye la


cavidad bucal en sentido amplio.

El vestíbulo oral se sitúa entre las mejillas y los labios, por un lado, y los dientes y procesos
alveolares del maxilar y mandíbula por otro.

La cavidad oral verdadera es el espacio situado por dentro de las arcadas dentarias, así
cuando las arcadas dentarias están cerradas y la dentición es completa no existe
comunicación directa entre el vestíbulo y la cavidad oral verdadera.

Al abrir la boca se observa su límite posterior denominado como istmo de las fauces,
formado por la úvula, los pilares anteriores del velo del paladar y la lengua.

Los labios y las mejillas constituyen la pared externa del vestíbulo, que es muy elástica y
está formada por una placa muscular constituida por los músculos orbicular de la boca y
buccinador que se fijan firmemente a la piel de la cara de modo que ésta sigue el
movimiento de los músculos. Intraoralmente esta placa muscular está laxamente revestida
por la mucosa bucal. Los labios se unen lateralmente en los ángulos de la boca o
comisuras.

Las encías están revestidas por mucosa bucal, cuyo tejido conectivo se adhiere firmemente
al periostio. Sin embargo, en la zona de transición entre mejillas y labios con la encía sólo
existe una unión laxa entre periostio y mucosa. Los procesos alveolares están revestidos
por un grueso epitelio formado por células planas y estratificadas que se une firmemente al
tejido conectivo de la mucosa, el cual presenta altos procesos papilares.

La articulación temporo-mandibular (ATM)


La articulación temporomandibular es la más usada del cuerpo, debido a que se abre y
cierra entre 1500 y 2000 veces al día para realizar actividades como la masticación, el
lenguaje, el bostezo y la deglución. La oclusión normal es el resultado de un complejo
equilibrio cuyo objetivo es el de mantener una buena relación dentaria y un correcto
equilibrio entre el maxilar y la mandíbula y, finalmente, la armonía entre cara y cráneo.
Algunos autores como Busquet han hablado de la articulación temporomandibular como el
punto de unión entre las dos grandes cadenas musculares principales, las llamadas,
cadena muscular anterior y posterior. A causa de estos últimos postulados, la articulación
temporomandibular está cobrando una especial importancia para los profesionales que
comprenden el cuerpo humano como una globalidad y no como partes independientes que
funcionan de manera autónoma. En las últimas décadas se han ido sucediendo diversas
teorías acerca de la causa de la alteración de esta estructura que viene a ser cada vez más
frecuente. En la actualidad las causas más reconocidas son:
1. Alteración de los huesos craneales y la mandíbula.
2. Trastornos de la ATM.
3. Trastornos de la musculatura masticatoria.
A nivel anatómico cabe resaltar, que se trata de una articulación bicondílea en cuya
estructura ósea se ven involucrados el hueso temporal y el cóndilo mandibular, con disco
cartilaginoso entre ambas superficies. La cápsula articular se fija firmemente a este.
Cuando se realiza un movimiento de la mandíbula, el control neuromuscular de los
músculos derecho e izquierdo deberá actuar simultáneamente como una acción sinérgica.
A nivel muscular podemos hablar de:
1. Músculos masticatorios. Son músculos muy potentes que están encargados de
proporcionar la fuerza motora necesaria a la mandíbula. Estos músculos son: el masetero,
el temporal, los pterigoideos laterales (externo e interno), el pterigoideo medial, el digástrico
y el milohioideo. ( fig. 1)
2. Músculos masticatorios indirectos. Como son: los suprahioideos, los infraioideos, el
músculo canino, el cigomático mayor y menor, el bucinador y el esfenomandibular.
3. Músculos accesorios de la función mandibular, que son los de cuello y hombros.

(Articulación temporomandibular)
La única posición estable de la articulación tiene lugar cuando la boca está cerrada y existe el
contacto de los dientes. La estabilidad pasiva es proporcionada por las cápsulas y ligamentos,
los frenos de los discos y el articulado de los dientes. La estabilidad activa requiere de gran
actividad muscular y el mayor peligro reside en posiciones intermedias. Funcionalmente, la
posición más cómoda es la de labios unidos y dientes sin presión o cercanos al contacto.

Histología de la ATM

La ATM está formada por el cóndilo mandibular, la eminencia articular y fosa articular
(cavidad glenoidea) del temporal; el disco articular, que es un disco movible especializado
en la acción masticatoria de las piezas articulares; la membrana sinovial, que caracteriza la
forma de trabajo articular; y la cápsula articular, que protege toda esta intrincada estructura
osteomuscular y articular.
El cóndilo mandibular es una eminencia ovoidea cuyo eje mayor está dirigido hacia atrás y
adentro, unida a la rama mandibular mediante el cuello más estrecho, que es más fino en
su parte anterointerna, donde se inserta el músculo pterigoideo externo. Sólo la parte
anterior hasta la cresta condilar está tapizada por fibrocartílago.
La cavidad mandibular o glenoidea es una depresión profunda de forma elipsoidal cuyo eje
mayor se dirige hacia atrás y adentro, y forma parte del hueso temporal. Está limitada
anteriormente por la eminencia articular (raíz transversa de la apófisis cigomática), y
posteriormente por la cresta petrosa y la apófisis basilar; por fuera limita con la raíz
longitudinal de la apófisis cigomática y por dentro, con la espina del esfenoides. Está
dividida en dos partes por la cisura tímpano escamosa (de Glaser), siendo solo la anterior
articular, recubierta de tejido fibroso.

(Histología de la ATM)
Anatomía de la ATM

Las dos ATM forman una articulación funcional multilateral, unidas por la mandíbula .
Desde el punto de vista funcional, existen dos articulaciones dentro de cada articulación
temporomandibular; una superior y otra inferior, divididas por un menisco interpuesto entre
ambas. La ATM superior se lleva a cabo entre la cavidad glenoidea del hueso temporal, la
eminencia articular y el menisco. Es una articulación de deslizamiento, en la que sólo existe
movimiento translatorio de la misma. La ATM inferior es una articulación giratoria, con
movimientos de rotación (aunque se prefiere hablar de movimientos de rodamiento, ya que
ese es el movimiento de una esfera en un plano).
La ATM se diferencia de las demás articulaciones en que sus superficies articulares no
están cubiertas por cartílago hialino; están cubiertas por una capa de tejido
fibrocartilaginoso, capaz de soportar presión (lo que explica por qué es avascular).
Tampoco presenta inervación, lo que indica que es un tejido que se adapta bien a las
compresiones.
El techo de la cavidad glenoidea temporal es muy delgado, por lo que esta zona no resiste
la presión, y que el cóndilo no se articula en él. El fibrocartílago que tapiza el vientre
posterior de la eminencia articular es duro y firme; éste representa el tejido fibroso
adaptado a las presiones funcionales de la articulación temporomandibular.
Cóndilo mandibular
El cóndilo mandibular tiene cabeza y cuello. La cabeza es convexa en todos sentidos,
especialmente en sentido anteroposterior. Su superficie superior es la que articula con el
temporal. Su eje longitudinal es perpendicular a la rama mandibular.
Cavidad glenoidea
La porción temporal de la ATM está compuesta por la parte escamosa de dicho hueso, que
tiene una cavidad en la parte posterior y una eminencia articular, en la anterior. La cavidad
glenoidea es cóncava tanto en sentido transversal como en sentido anteroposterior,
mientras que le eminencia articular es cóncava en ambos sentidos.
Desde el punto de vista funcional, la cavidad mandibular o glenoidea, solo sirve de
receptáculo para el cóndilo. La parte superior está constituida por la superficie cóncava
superior del menisco interarticular y el cóndilo de la mandíbula.
Funcionalmente, las articulaciones en general, tienen superficies correspondientes
(cóncavo-convexas) pero es posible observar que en la ATM esta correspondencia no
existe ya que el cóndilo mandibular, que es convexo en todos sentidos, se relaciona con la
eminencia articular que es convexa también en dos sentidos. Es por esta razón que se
hace imprescindible la presencia de un disco interarticular que haga congruentes ambas
superficies, el menisco. De esta forma, el menisco, además de dividir la ATM en una
porción superior y otra inferior, crea superficies de manera que hace congruente la
articulación (así, la eminencia articular y el cóndilo mandibular se relacionan con las
respectivas caras del menisco).
Eminencia articular
La eminencia articular es el tubérculo del hueso temporal que forma el limite anterior de la
cavidad glenoidea; es convexa en sentido anteroposterior. El cóndilo mandibular y el
menisco, se mueven delante de la eminencia articular cuando la apertura bucal es normal.
Su forma previene la luxación y la subluxación de la ATM.
Menisco interarticular
El menisco es una placa oval de fibrocartílago que divide la ATM en una mitad superior y
otra inferior. En su parte central es más delgado que en sus márgenes, donde el tejido
fibroso es más denso (lo que indica que esta es una zona donde se aplica presión). La
parte central del menisco está entre las superficies articulares que soportan presión en la
articulación (cabeza del cóndilo y la eminencia articular), siendo esta parte avascular y sin
inervación.
El disco se inserta en los bordes laterales rugosos del cóndilo y de la superficie posterior de
la eminencia. Esta inserción es independiente de la cápsula, permitiendo que el menisco se
mueva junto con el cóndilo. Hacia atrás, el menisco es más blando y se continúa con una
zona de tejido laxo vascularizado llamado almohadilla retrodiscal. Por delante, el menisco
se conecta con la cápsula, en el punto donde las fibras del haz superior del músculo
pterigoideo externo se insertan a través de la cápsula, en su borde anterior.
Básicamente, el menisco estabiliza al cóndilo en reposo, nivelando las superficies dispares
del cóndilo y la cavidad glenoidea. Actúa también como amortiguador de presión en las
áreas de contacto de la articulación, en los movimientos de deslizamiento cuando el cóndilo
se mueve. También, el menisco ayuda a evitar el desgaste que se produce en los
movimientos de traslación (rodamiento y deslizamiento) de las superficies articulares de la
ATM. Otra función que cumple el menisco, es la de regular los movimientos condilares, ya
que las partes anterior y posterior contienen terminaciones nerviosas libres llamadas
corpúsculos de Ruffini (sensibles al dolor). Por último, el menisco también desempeña un
papel en la lubricación de la ATM.
En la ATM normal, el menisco se mueve hacia delante, en armonía con el cóndilo.
Cápsula articular
La cápsula articular de la ATM es una cápsula fibrosa que se inserta en el temporal (en la
parte media y lateral de la cavidad glenoidea llegando hasta la eminencia articular) y en la
mandíbula (cuello del cóndilo).
La cápsula es laxa en su parte anterior, media y posterior, pero lateralmente está reforzada
por el ligamento temporomandibular, que la tensa.
La membrana sinovial tapiza la cápsula de la ATM y los bordes del menisco y es
abundante en los sectores vascularizados e inervados de la superficie superior e inferior de
la almohadilla retrodiscal. Las regiones que soportan presión en la articulación no están
cubiertas por membrane sinovial; éstas son las superficies articulantes; en especial, el
vientre posterior de la eminencia articular, las superficies articulantes del cóndilo y las
áreas del menisco que soportan presión.

(Ligamentos de la ATM)

Ligamentos de la ATM
- Ligamento temporomandibular: Es el medio de unión más importante y se dispone por
fuera de la cápsula fibrosa, insertándose por encima de la tuberosidad zigomática para
terminar en la cara posterointerna del cuello del cóndilo mandibular. Se considera como
ligamento colateral, ya que sus fibras están orientadas de tal manera que en todo
movimiento mandibular, siempre se mantiene en un estado intermedio entre tenso y
relajado, por lo que este ligamento no restringe el movimiento de la ATM, dando estabilidad
a la articulación.
-Ligamento esfenomandibular: Es una banda de tejido fibroso que une las apófisis
pterigoides del esfenoides con la mandíbula por su parte interna.
- Ligamento estilomandibular: Es una banda fibrosa que une la apófisis estiloides del
temporal con la mandíbula, bajo la inserción del ligamento esfenomandibular. Los dos
últimos ligamentos son considerados accesorios por naturaleza, ya que no tienen función
aparente ni influencia sobre la ATM; sin embargo, se dice que el ligamento
esfenomandibular tiene mucha relación con el movimiento de la articulación.

Consideraciones funcionales de la ATM


Esta articulación es sinovial bicondílea, pero se comporta como una articulación de encaje
reciproco, cuando el cóndilo está en la cavidad glenoidea. Un movimiento como la apertura
bucal implica que el cóndilo salga de la cavidad articular relacionándose con la eminencia
articular.
Además, el menisco desempaña un papel fundamental en el movimiento de las
articulación, ya que divide la articulación en dos compartimientos: uno suprameniscal o
temporal y otro inframeniscal o mandibular. Así, cada superficie que compone la ATM tiene
un papel en el movimiento de la articulación: la vertiente posterior de la eminencia articular
regula el ángulo de desplazamiento de la mandíbula, ya que ésta por medio del cóndilo,
debe deslizarse por ella cuando sale de la cavidad glenoidea en los movimientos
mandibulares amplios (por esta razón el vientre posterior de la eminencia también es
llamado guía mandibular). Cuando la mandíbula se mueve hacia delante, los incisivos
inferiores chocan con la cara posterior de los incisivos superiores, de manera que para
continuar el movimiento, la mandíbula debe desplazarse hacia abajo y adelante con una
cierta inclinación. Esta inclinación es llamada guía incisiva. Lo importante de estas dos
guías, es que ambas tienen casi siempre el mismo grado de inclinación, por lo que el
movimiento debe ser paralelo entre las guías.
Según señala Martín Granizo, el ser humano puede realizar movimientos de apertura y
cierre, lateralidad o diducción, protrusión y retrusión mandibular. Es una articulación
simétrica con dos grados de libertad de movimiento (diartrosis); funcionalmente serían dos
enartrosis que ven sacrificada parte de su movilidad en beneficio recíproco y de las
articulaciones interdentarias.
Durante la apertura de la cavidad oral se realiza un movimiento inicial de rotación condilar
sobre su eje mayor transversal (eje bisagra), permitiendo a éste una apertura de unos 25
mm., que se produce en el compartimento inferior; después se produce una traslación
condilar hacia adelante (movimiento de Bonwill), acompañado por el menisco articular, y
que es responsable de la apertura hasta los 45 mm., en el compartimiento superior.
Además, el cóndilo sufre un movimiento de descenso debido a la inclinación de la fosa
articular (movimiento de Walker). A partir de esta apertura, el cóndilo se subluxa
anteriormente bajo la protuberancia articular. Oclusalmente se produce una desoclusión
posterior (fenómeno de Christensen).
El músculo pterigoideo externo tiene dos fascículos que funcionan de manera
independiente: el inferior durante la apertura, protrusión y lateralidad, y el superior es activo
durante el cierre bucal y la elevación mandibular. El músculo temporal participa en el cierre
y retrusión.
El masetero tiene dos fascículos: el profundo, que interviene en el cierre, la retrusión y
lateralidad contrayéndose unilateralmente; y el superficial, que participa en la protrusión, el
cierre y la lateralidad en el lado contrario al profundo. El pterigoideo medial es similar al
masetero.
Los movimientos de lateralidad se producen por una rotación alrededor de un eje vertical
que pasa por un cóndilo. Éstos son: el del lado hacia el cual se desplaza el mentón,
llamado cóndilo rotacional o activo, y el contralateral (traslatorio, de no trabajo o balanceo).
Estos movimientos se producen en el espacio articular inferior.
(Músculos masticadores)

Algunas de las características funcionales asociadas a su embriología son las formas del disco
articular de la ATM de los adultos que corresponden a las descripciones de la literatura y del disco
articular del feto que muestra una zona retrodiscal poco desarrollada. El promedio de las medidas
del disco articular de la ATM de fetos en el diámetro anteroposterior (DAP), fue de 6,77mm y el
diámetro transversal (DT) de 9,23mm. Las mediciones efectuadas en el plano sagital determinaron
que el espesor en la zona anterior (EZA) es de 1 mm; en la zona media (EZM) de 0,59 mm y el
espesor de la zona posterior (EZP) de 1,72 mm. En el adulto, el promedio de las medidas del disco
corresponde en el DAP a 14,46 mm y en el DT a 20,08 mm. Las dimensiones tomadas en el plano
sagital señalan que el EZA es de 2,39mm; el EZM es 1,60mm y el EZP es 3,29 mm.

Consideraciones semiológicas
Se debe realizar una adecuada anamnesis del paciente. En ella se consignan todos los síntomas
que le aquejan y se completa la historia clínica con una exhaustiva inspección morfofuncional,
analizando las características morfológicas y funcionales de la boca del paciente, para descubrir la
causa que ha producido la disfunción cóndilo mandibular, la cual suele ser dolorosa a la palpación
de la o las ATM al abrir y cerrar la boca; en el compromiso Articular no duelen las ATM a la
palpación.

La cavidad bucal
La cavidad oral en sentido estricto se sitúa por dentro de las arcadas dentarias y se
extiende por la región del dorso de la lengua hasta el istmo de las fauces.

El suelo de la boca está formado por los músculos milohoideos que se extienden desde las
líneas milohoideas de la mandíbula hasta el rafe medio y el hueso hioides.

Las glándulas sublinguales se disponen, una a cada lado, en el piso de la boca.

El techo de la cavidad bucal está formado por dos zonas muy diferenciadas: los dos tercios
anteriores del paladar que constituyen el paladar duro y el resto el paladar blando.

El paladar duro está formado por el proceso palatino de cada maxilar y las láminas
horizontales de los huesos palatinos El hueso está cubierto por periostio y una membrana
mucosa. En el medio del paladar duro existe un pliegue longitudinal o rafe palatino que está
fijado a la sutura palatina y termina en una pequeña elevación.

El paladar blando o velo palatino, cuelga de la parte posterior del paladar duro. La úvula se
proyecta en la línea media desde el borde posterior del velo del paladar. El velo del paladar
juega una parte importante en la deglución.
Lengua: Es un instrumento para la masticación y la succión y contiene receptores del tacto
y del gusto, estando también implicada en el proceso del habla. Sus principales regiones
son la raíz, el dorso, y la punta o ápex.

Mucosa de la lengua: La superficie inferior de la lengua en la zona central forma el frenillo


de la lengua, que es una estrecha banda que se dirige hacia la cara interna mandibular en
su línea media. A ambos lados del frenillo, están las venas apicales de la lengua, que
tienen un aspecto azulado y brillan a través de la mucosa transparente.

En el dorso de la lengua hay muchas papilas:

Las papilas filiformes o papilas cónicas se distribuyen por el dorso de la lengua donde
constituyen pequeñas elevaciones queratinizadas del epitelio, dirigidas hacia la faringe. Las
papilas filiformes no están tan desarrolladas en el hombre como en muchos animales, en
los que dan a la lengua su aspecto rugoso. En los humanos son sobre todo sensibles al
tacto. El eje de la papila, formado por tejido conectivo, contiene numerosas terminaciones
nerviosas sensoriales.

Las papilas fungiformes, son papilas rojizas de 0,5-1,5 mm de alto, que se distribuyen
principalmente por los bordes y la punta de la lengua. Son más numerosas en el recién
nacido que en el adulto. En el niño presentan un mayor número de terminaciones
gustativas.

Las papilas caliciformes en número de 6 a 12, son papilas gustativas que se proyectan sólo
ligeramente en la superficie de la lengua. Tienen de 1 a 3 mm de diámetro y se disponen
en forma de V por delante de la raíz de la lengua y del surco terminal. Cada papila está
rodeada por un surco anular, el cual está bordeado por un epitelio que contiene de tres a
cinco filas de botones gustativos.

Las papilas foliadas, forman pliegues transversos en la mucosa en los bordes posterior y
lateral de la lengua. Contienen botones gustativos en el epitelio y glándulas serosas que se
abren en la profundidad de los pliegues de la mucosa.

Los cuatro tipos de gusto (agrio, salado, amargo y dulce) son detectados en diferentes
lugares de la lengua. No hay, sin embargo, diferencias reconocibles ni por microscopia
óptica ni electrónica entre los botones gustativos que recogen estas sensaciones.

La raíz de la lengua muestra los folículos linguales con numerosas glándulas pequeñas en
su tejido conectivo y entre las fibras musculares.

Glándulas salivares: Durante la masticación el alimento es mezclado en la boca con la


saliva, la cual actúa como lubricante, contiene la enzima amilasa para la conversión del
almidón y posee acción bactericida. La secreción de la saliva es debida a un reflejo
desencadenado por la estimulación de los quimiorreceptores existentes en la boca, por los
movimientos masticatorios y por la estimulación psicológica. La producción diaria de saliva
puede ser de hasta 1,5 litros. Las glándulas serosas, o las partes serosas de las glándulas
salivares, segregan una saliva rica en electrolitos y proteínas, mientras que las glándulas
mucosas segregan una saliva densa y mucosa, que contiene pocos electrolitos y proteínas.
La primera posee una función dilutoria y la segunda lubricante.

Glándulas salivares menores: Existen numerosas glándulas salivares menores que


poseen cortos conductos, distribuidas por la mucosa de los labios, de las mejillas, de la
lengua y del paladar. Cuanto más próximas están a la faringe más elementos mucosos
contienen, en contraste con las glándulas salivares de los botones que tienen carácter
seroso.
Glándulas salivares mayores: La parótida es la mayor de las glándulas salivares y se
sitúa por delante del oído y sobre la rama ascendente de la mandíbula y el masetero. Tiene
una prolongación que rodea el borde posterior de la mandíbula y penetra entre la rama
ascendente y el músculo esternocleidomastoideo. La glándula se extiende un poco por
debajo del ángulo mandibular, mientras que por arriba alcanza el arco zigomático.

El diente
El diente es un órgano anatómico duro, enclavado en los alvéolos de los huesos maxilar y
mandíbular a través de un tipo especial de articulación denominada gonfosis y en la que
intervienen diferentes estructuras que lo conforman: cemento dentario y hueso alveolar
ambos unidos por el ligamento periodontal. El diente realiza parte de la digestión al cortar,
moler y triturar los alimentos sólidos (digestión mecánica). Además participa, junto con
otros elementos de la boca, en la comunicación oral.

El periodonto es la unidad compuesta por los tejidos que rodean al diente, que
corresponden al hueso alveolar, al ligamento periodontal y a la encía. El diente
propiamente dicho se compone de tres componentes mineralizados, el esmalte, la dentina
y el cemento y una porción central de tejido conectivo gelatinoso suave, la pulpa dentaria.
Los dientes, ordenados desde el centro hacia atrás son: los dientes incisivos que cortan,
los caninos que desgarran, los premolares que trituran y los molares que muelen.
La pulpa dentaria es un tejido intermedio (normalmente llamado nervio), blando,
gelatinoso, de color rosado que engloba los vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.
El esmalte dental es la parte más dura del cuerpo humano, es la superficie externa del
diente que recubre junto con el cemento dental la dentina. El esmalte es transparente,
siendo el responsable de su color la dentina de la capa inferior.
La dentina es un tejido amarillento que, gracias a su elasticidad, protege al
esmalte suprayacente contra las fracturas.
El cemento dental es un tejido óseo especial que permite su unión con la estructura
ósea maxilar.
Los tejidos peridentarios son todos aquellos tejidos que rodean al diente. El hueso alveolar,
el ligamento periodontal y el cemento dental son llamados en conjunto periodonto de
inserción, en tanto que la encía constituye el periodonto de protección.

Los dientes forman dos arcadas que separan el vestíbulo de la cavidad oral propiamente
dicha. En el hombre se alinean sin dejar prácticamente espacios de separación entre
ellos. La forma de los dientes viene determinada por sus funciones, así, los incisivos, con
su forma biselada, sirven para cortar; los caninos, firmemente anclados en los alveolos,
sirven para desgarrar y sujetar y los premolares y molares que poseen unas coronas más
anchas realizan la función de aplastar y triturar, y realizan el mayor trabajo masticatorio.

En un diente han de considerarse las siguientes partes:

la corona, que es la porción que se extiende


por encima de la encía y está cubierta por el
esmalte

la raíz, revestida por cemento y anclada en


el alveolo por fibras de tejido conectivo que
constituyen el ligamento periodontal.

el cuello del diente, que es la zona de


transición entre el esmalte y el cemento
radicular.
El vértice o ápice de la raíz está perforado por el canal radicular que conduce a la cámara
pulpar, se encuentra rellena por la pulpa dentaria, más conocida coloquialmente como
nervio. El canal radicular es un tubo simple y bastante ancho que a veces se subdivide en
pequeños canalículos interconectados por anastomosis transversales. El extremo apical del
canal radicular puede dar lugar a ramas colaterales o dividirse en ramas divergentes que
perforan el apex de la raíz, constituyendo una especie de criba conocida como ramificación
o delta apical que hace en ocasiones muy difícil el tratamiento del canal radicular
(endodoncia).

Estructura

Las sustancias más duras del diente (dentina, esmalte y cemento) se parecen mucho al
hueso en su composición.

La dentina es producida por los odontoblastos, que son comparables a los osteoblastos o
formadores de hueso, pero que no están inmersos en la propia dentina, sino que se
disponen adyacentes a la superficie interna de la dentina dentro de la pulpa, y sus
prolongaciones o fibrillas de Thomes, se sitúan en los canalículos de la misma
extendiéndose hasta el límite entre la dentina y el esmalte o entre ésta y el cemento. Otra
importante diferencia con el hueso es que la dentina no contiene vasos sanguíneos.

El esmalte es la sustancia más dura del cuerpo humano y está formada por pequeñas
columnas, los prismas del esmalte que se disponen radialmente y se mantienen unidos por
una sustancia fundamental irregularmente calcificada.

El cemento es prácticamente una sustancia ósea, formada por una trama pobre en células
y por fibras de colágena que lo unen a la dentina y a la pared del alveolo, a la cual se
anclan las fibras del ligamento periodontal (fibras de Sharpey).

La pulpa dentaria está constituida por un tejido conectivo laxo con vasos sanguíneos y
fibras nerviosas mielínicas y amielínicas. Los nuevos odontoblastos que se forman a partir
del tejido conectivo de la pulpa son los responsables de la formación de la dentina
secundaria en épocas posteriores de la vida.

Estructuras de sostén de los dientes


El periodonto proporciona al diente una suspensión acolchada en su alojamiento alveolar,
denominándose a este tipo de articulación como gonfosis. El ligamento periodontal está
formado principalmente por fibras colágenas que se extienden entre el periostio de la pared
alveolar y el cemento al cual se unen. El ligamento periodontal y la pared alveolar son
estructuras que mantienen al diente firmemente en su posición y junto con el cemento
forman el aparato periodontal.
El ligamento periodontal contiene vasos sanguíneos glomerulares que actúan como una
almohadilla hidráulica amortiguando las presiones masticatorias. Su pulsación es
transmitida al diente. El ligamento periodontal contiene también terminaciones nerviosas
capaces de captar la sensación de presión, así como vasos linfáticos.

Funciones de los dientes

Dentro de las funciones de los dientes destacan las siguientes:

a) Protección: actúan como modo de escudo en la cavidad oral.


b) Masticación: colaboran en el proceso de la digestión.
c) Estética: su ausencia puede causar atracción o rechazo hacia la persona.
d) Fonética: intervienen de forma pasiva para la articulación de los fonemas.
Arcadas dentarias
Los dientes forman dos arcadas, una situada en el maxilar y otra en la mandíbula. La
arcada superior o maxilar tiene forma de hemielipse y la inferior de parábola lo que impide
que los dientes encajen exactamente. Sin embargo, su posición corresponde a las
diferentes tareas que realizan los incisivos, caninos, premolares y molares. En el conjunto
dentario los incisivos y caninos se denominan dientes del sector anterior y a los premolares
y molares como dientes del sector posterior.

Alveolos dentarios. Los dientes se hallan fijados a los alveolos de las apófisis alveolares de
la mandíbula y del maxilar, Estas apófisis se atrofian tras la pérdida de los dientes, de
modo que en los desdentados se aprecia un acortamiento de la altura del tercio inferior de
la cara. Los alveolos están separados entre sí por afilados tabiques interalveolares y a su
vez los dientes de múltiples raíces presentan una cavidad alveolar subdividida por tabiques
interradiculares.

La erupción dentaria
Dientes permanentes

Los incisivos sirven para morder por lo que presentan una corona biselada con un afilado
borde cortante o borde incisal. Debido al desgaste y a causa de su disposición al morder
este borde se afila por detrás en los incisivos superiores, mientras que en los inferiores lo
hace por delante. Las superficies interproximales de sus coronas son casi triangulares,
mientras que la raíz es larga, cónica y ligeramente aplanada en los bordes. Los incisivos
superiores son más anchos que los inferiores.

Los caninos sirven para desgarrar y sujetar. Están asegurados contra el desplazamiento
consecuencia de las presiones de los movimientos de lateralidad mediante una larga raíz,
particularmente la de los caninos del maxilar, que dan lugar a la eminencia canina en el
esqueleto de la cara. La corona tiene dos bordes cortantes que convergen en una punta
aguda. La raíz es única, fuerte, larga y aplanada lateralmente.

Los premolares ejecutan movimientos de trituración, presentan una superficie oclusal y una
corona con dos cúspides. La raíz se divide a menudo en los primeros premolares
superiores en una raíz vestibular y otra palatina. En los casos en que no existe tal división
suele haber, sin embargo, dos canales radiculares. La raíz de los premolares inferiores
suele ser única.

Los molares realizan el principal trabajo de la masticación. Se disponen en la misma


dirección que los músculos masticatorios, lo que da una mayor presión masticatoria que es
amortiguada por la división de las raíces y el agrandamiento en superficie del aparato de
sostén. La superficie masticatoria u oclusal de un molar tiene cuatro cúspides, y se
disponen de modo que al cerrarse las arcadas dentarias los tubérculos de los molares
superiores encajan en los surcos de los inferiores y viceversa. El primer molar es el que
posee la más amplia superficie de trituración. Los molares superiores tienen dos raíces
vestibulares y una palatina. Los molares inferiores tienen una mesial y una distal. Los
terceros molares, molares del juicio o cordales varían considerablemente en el desarrollo
de sus coronas y raíces.

Los dientes de leche, temporales, primarios o caducos son blancoazulados y translúcidos.


Las raíces sueler ser muy divergentes lo que reviste su importancia práctica, ya que los
esbozos de los dientes permanentes se desarrollan entre ellas.

Fórmula dental.
Existen cuatro grupos de dientes, en dos arcadas dentarias, formando una imagen en
espejo a ambos lados del plano medio y que se oponen entre sí en el plano masticatorio u
oclusal.

La dentición permanente desde la línea media y por cuadrante consta de 2 incisivos, 1


canino, 2 premolares y 3 molares, dando un total de 8 piezas dentarias por cuadrante lo
que teniendo en cuenta que son cuatro suma un total de 32 dientes.

Se han utilizado diversos métodos para caracterizar cada diente individualmente:

Se ha utilizado el signo (+) para la arcada dentaria superior y el signo (-) para la inferior,
con el signo a la derecha o a la izquierda para indicar a qué hemiarcada corresponde el
diente.

Pero el método más utilizado y aceptado internacionalmente es el que usa el primer


número para señalar el cuadrante dentario al que pertenece la pieza, correspondiendo el
número 1 al superior derecho, el 2 al superior izquierdo, el 3 al inferior izquierdo y el 4 al
inferior derecho. El segundo número indica la posición de la pieza dentaria considerada
dentro de su cuadrante a partir de la línea media, teniendo en cuenta que el 1 corresponde
a los incisivos centrales, el 2 a los incisivos laterales, el 3 a los caninos, el 4 a los primeros
premolares, el 5 a los segundos premolares, el 6 para el primer molar, el 7 para el segundo
molar y el 8 para el tercer molar.

Dentición Primaria: (Dentadura caduca, decidua o de leche)

En cada hemiarcada dentaria durante la dentición de leche existen: 2 incisivos, 1 canino y 2


molares, sumando un total de 20 piezas dentales. Para designar la dentición temporal se
emplea el mismo método que para la dentición definitiva teniendo en cuenta en este caso
que cambia el primer dígito para los cuadrantes dentarios, correspondiendo el número 5 al
superior derecho, el 6 al superior izquierdo, el 7 al inferior izquierdo y el 8 al inferior
derecho, y el segundo dígito al igual que en la dentición definitiva indica la posición de la
pieza dentaria considerada dentro de su cuadrante a partir de la línea media, teniendo en
cuenta que el 1 corresponde a los incisivos centrales, el 2 a los incisivos laterales, el 3 a los
caninos, el 4 a los primeros molares temporales y el 5 a los segundos molares temporales.

Orientación de los dientes

La superficie dentaria que mira al vestíbulo se conoce como cara labial, bucal o vestibular y
puede estar dirigida hacia los labios o hacia las mejillas. La superficie lingual o palatina
mira hacia la cavidad bucal propiamente dicha. La superficie mesial está dirigida hacia el
plano medio del cráneo o línea media , mientras que la distal es la más distante de dicho
plano o dicha línea. Estas dos últimas son superficies de contacto o superficies
interproximales. La superficie masticatoria es llamada superficie oclusal.

Desarrollo dental

El desarrollo dental tanto de los dientes temporales como de los permanentes se lleva a
cabo en dos fases. En el segundo mes fetal aparece la lámina dental que tiene forma
arqueada y se desarrolla, a partir del epitelio, dentro del tejido conectivo del maxilar y de la
mandíbula. De esta lámina se forman 10 esbozos dentarios que constituyen los primordios
de los dientes, y que adoptan la forma de una campana, cuya pared interna es como un
molde que delimitará la forma posterior de la corona dentaria. La pulpa, constituida por
tejido conectivo embrionario, vasos y nervios, se desarrolla dentro de este molde. La
campana y la pulpa están a su vez rodeadas de un tejido conectivo rico en células, que
constituye el folículo dentario.
Las primeras sustancias duras se forman en el cuarto mes. La dentina y el cemento se
forman a partir de las células de la pulpa, mientras que el epitelio de la pared interna de la
campana (epitelio adamantino) produce el esmalte.

Estos procesos transcurren casi de idéntica forma en ambas denticiones, pero duran más
en el caso de la dentición permanente. Los esbozos de los dientes permanentes se
desarrollan a partir del sexto mes intrauterino y pueden dañarse en los primeros años de
vida, como consecuencia de traumatismos, procesos infecciosos de la dentición temporal o
extracción violenta de los mismos.

Erupción dental

La corona dental está desarrollada poco antes de la erupción del diente, mientras que la
raíz aún se está formando, siendo este proceso lo que causa la erupción dental. El lugar de
la encía donde se va a producir la erupción se hincha y adopta un color rojo azulado, donde
aparece después el blanco vértice del diente a través del epitelio, el cual es perforado, y el
tejido que cubre la corona degenera y desaparece. El desarrollo de los tejidos de la pared
alveolar ósea, del ligamento periodontal y del cemento termina bastante después y
acontece tras la erupción de la dentición definitiva.

Primera dentición. Orden y el tiempo de erupción de la dentición de leche.

Segunda dentición. Los dos molares de leche son sustituidos por los premolares, y los
tres molares definitivos proceden de otros esbozos dentarios diferentes, que no
reemplazan a ningún diente de leche. Así, sólo los incisivos, los caninos y los molares de
leche son sustituidos por nuevas piezas definitivas.

Orden y el tiempo de erupción de la dentición permanente:

Los tiempos de erupción pueden variar mucho. Durante la erupción de un diente


permanente la raíz del diente de leche es reabsorbida, en un proceso denominado rizolisis,
hasta que sólo la corona aparece adherida a la encía, y finalmente cae, permitiendo la
erupción del definitivo.

Tipos de dientes definitivos

Según la forma de la corona y por lo tanto su función, hay cuatro tipos de dientes:

1. Incisivos (8 piezas): dientes anteriores con borde afilado. Cortan los alimentos
2. Caninos (4 piezas): con forma de cúspide puntiaguda. También llamados colmillos.
Desgarran los alimentos
3. Premolares (8 piezas): poseen dos cúspides puntiagudas. Desgarran y aplastan los
alimentos.
4. Molares (12 piezas): cúspides anchas. Trituran los alimentos

Funciones de los dientes

Las funciones de los dientes son:

1. Masticatoria.
2. Fonética.
3. Estética.
4. Expresión facial.
Para una buena función los dientes deberán estar bien posicionados, son tan importantes
los contactos entre dientes de diferentes arcadas, superior e inferior, como los contactos
entre los dientes adyacentes, estos últimos se llaman contactos interproximales y protegen
a la encía de esta zona denominada como papila dental, e impiden que al masticar la
comida se almacene en ellos.

Funciones del punto de contacto interproximal:

1. Estabiliza al diente en su alvéolo y, por lo tanto, a las arcadas dentarias.


2. Previene el empaquetamiento de comida y, por lo tanto, protegiendo de posibles
gingivitis, periodontitis, caries, etc.
3. Protege a la papila dental al desviar a los alimetos que en la masticación van hacia la
papila dental.
Las mal posiciones dentarias presentan unos puntos de contacto alterados que es un factor
de riesgo para diversas patologías bucodentales.

Grupos dentarios

Hay dos grandes grupos dentarios: el grupo anterior, formado por incisivos, centrales y
laterales, y caninos, y el grupo posterior, formado por premolares y molares.

Grupo anterior: Tienen cuatro superficies y un borde incisal. Los incisivos superiores
determinan en gran medida la estética facial del individuo. Los caninos determinan la
expresión y el aspecto facial.
La función masticatoria es de cortar, los incisivos, y desgarrar, los caninos por su fuerte
anclaje en el hueso y su posición en las arcadas, además, los caninos, contribuyen a dar
estabilidad a toda la arcada.

Los incisivos poseen lo que se denomina guía incisal, esto es que en los movimientos
mandibulares de protrusión, la mandíbula se desplaza hacia delante, los incisivos inferiores
contactan con los superiores deslizándose el borde incisal de los incisivos inferiores por la
cara palatina de los incisivos superiores y de esta forma los sectores posteriores,
premolares y molares, se separan de forma que se evitan contactos indeseables y nocivos.
Esto es fundamente para evitar lesiones en los dientes posteriores.

Los caninos poseen la guía canina, en los movimientos de lateralidad, la mandíbula se


mueve hacia los lados, los caninos del lado hacia el que se desplaza la mandíbula
contactan y se desliza la cúspide del canino inferior sobre la cara palatina del canino
superior de forma que los sectores posteriores, premolares y molares, se separan
impidiendo choques nocivos entre sus cúspides en estos movimientos. El grupo anterior
ayuda a producir los sonidos dentales y labiodentales.

Grupo posterior: Presentan cuatro caras y una superficie oclusal. Este grupo no tiene tanta
importancia en la función estética como la tiene el grupo anterior, aun así las pérdidas
dentarias posteriores conllevan pérdida del hueso provocando por ello el colpaso de la piel
y los músculos faciales.

Los premolares tienen una función masticatoria de desgarro y trituración, los molares,
gracias a su posición más posterior en la que los músculos masticatorios, que son 4:
masetero, temporal, pterigoideo externo y pterigoideo interno, pueden aplicar grandes
fuerzas para producir una eficaz trituración. Los molares son los dientes con mayor número
de cúspides y mayor superficie masticatoria, aunque sus cúspides sean menos afiladas
que las de los premolares o los caninos.
Los premolares colaboran, a veces, con los caninos en la guía canina, cuando esto ocurre
se llama función de grupo y consiste en evitar los contactos posteriores en movimientos de
lateralidad ya sea con una buena guía canina o, en su defecto, con la ayuda de los
premolares con una buena función de grupo.

Nomenclatura dental
Las nomenclaturas dentales son utilizadas para ahorrar tiempo a la hora de referirnos a
un diente concretamente. Se utilizan diferentes sistemas como una forma simple y efectiva
de nombrar la dentición, tanto temporal como permanente.
Las nomenclaturas más conocidas son:

Clásica:

Se utiliza una frase compleja con el siguiente orden: nombre, ubicación y tipo. Así:
Por sus nombres:
1. •Incisivo Central
2. •Incisivo Lateral
3. •Canino
4. •Primer Premolar
5. •Segundo Premolar
6. •Primer Molar
7. •Segundo Molar
8. •Tercer Molar
Por su ubicación (cuadrantes):
1. •Superior Derecho
2. •Superior Izquierdo
3. •Inferior Izquierdo
4. •Inferior Derecho
Por el tipo de dentición:
1. •Permanente
2. •Temporal o Deciduo

Nomenclatura universal
Consiste asignar un número o letra a cada pieza dental
Dentición Permanente
Se designan con números del 1 al 32, de derecha a izquierda partiendo en la arcada
superior y luego en la inferior:
1 = Tercer Molar Superior Derecho
2 = Segundo Molar Superior Derecho
3 = Primer Molar Superior Derecho
4 = Segundo Premolar Superior Derecho
5 = Primer Premolar Superior Derecho
6 = Canino Superior Derecho
7 = Incisivo Lateral Superior Derecho
8 = Incisivo Central Superior Derecho
9 = Incisivo Central Superior Izquierdo
10 = Incisivo Lateral Superior Izquierdo
11 = Canino Superior Izquierdo
12 = Primer Premolar Superior Izquierdo
13 = Segundo Premolar Superior Izquierdo
14 = Primer Molar Superior Izquierdo
15 = Segundo Molar Superior Izquierdo
16 = Tercer Molar Superior Izquierdo
17 = Tercer Molar Inferior Izquierdo
18 = Segundo Molar Inferior Izquierdo
19 = Primer Molar Inferior Izquierdo
20 = Segundo Premolar Inferior Izquierdo
21 = Primer Premolar Inferior Izquierdo
22 = Canino Inferior Izquierdo
23 = Incisivo Lateral Inferior Izquierdo
24 = Incisivo Central Inferior Izquierdo
25 = Incisivo Central Inferior Derecho
26 = Incisivo Lateral Inferior Derecho
27 = Canino Inferior Derecho
28 = Primer Premolar Inferior Derecho
29 = Segundo Premolar Inferior Derecho
30 = Primer Molar Inferior Derecho
31 = Segundo Molar Inferior Derecho
32 = Tercer Molar Inferior Derecho

Dentición temporal
Al igual que la permanente de derecha a izquierda, la arcada superior primero y luego
la inferior, pero en vez de usar números, se usan letras de la A a la T:
A = Segundo Molar Superior Derecho
B = Primer Molar Superior Derecho
C = Canino Superior Derecho
D = Incisivo Lateral Superior Derecho
E = Incisivo Central Superior Derecho
F = Incisivo Central Superior Izquierdo
G = Incisivo Lateral Superior Izquierdo
H = Canino Superior Izquierdo
I = Primer Molar Superior Izquierdo
J = Segundo Molar Superior Izquierdo
K = Segundo Molar Inferior Izquierdo
L = Primer Molar Inferior Izquierdo
M = Canino Inferior Izquierdo
N = Incisivo Lateral Inferior Izquierdo
O = Incisivo Central Inferior Izquierdo
P = Incisivo Central Inferior Derecho
Q = Incisivo Lateral Inferior Derecho
R = Canino Inferior Derecho
S = Primer Molar Inferior Derecho
T = Segundo Molar Inferior Derecho

Sistema de notación americano


Utiliza las iniciales de los dientes (mayúsculas para los dientes permanentes,
minúsculas para los temporales) seguidas de un número (si son primeros, segundos, etc)
en superíndice o subíndice para indicar si el diente es superior o inferior. Además utiliza las
letras L (left, izquierdo) o R (right, derecho) para indicar la hemiarcada.
Por ejemplo: LP², Segundo Premolar Izquierdo Superior Permanente.

Nomenclatura de la Federación Dental Internacional


La nomenclatura FDI es una de las nomenclaturas dentales.
En Dentición permanente
Para nombrar dientes permanentes se necesitan dos dígitos, separados por un punto:

Primer dígito:
Las arcadas dentarias se dividen en cuatro cuadrantes siguiendo la línea media
interincisal, quedando así cuatro cuadrantes (superior derecho, superior izquierdo, inferior
izquierdo e inferior derecho).
Los cuadrantes citados son:
1= Superior Derecho
2= Superior Izquierdo
3= Inferior Izquierdo
4= Inferior Derecho
Segundo dígito:
Hace referencia a las piezas que componen a la hemiarcada partiendo de la línea media.
Se enumeran del 1 al 8:
1= Incisivo Central
2= Incisivo Lateral
3= Canino
4= Primer Premolar
5= Segundo Premolar
6= Primer Molar
7= Segundo Molar
8= Tercer Molar
Por ejemplo: 2.4= Primer Premolar Superior Izquierdo.

En Dentición temporal

Los cuadrantes de enumeran del 5 al 8, continuando la permanente.

Primer Dígito
5= Superior Derecho
6= Superior Izquierdo
7= Inferior Izquierdo
8= Inferior Derecho
Segundo dígito
En la dentición temporal no existen premolares ni terceros molares y por tanto:
1= Incisivo Central
2= Incisivo Lateral
3= Canino
4= Primer Molar
5= Segundo Molar
Por ejemplo: 7.4= Primer Molar Inferior Izquierdo.
Unidad 4

Control de las infecciones, desinfección y


esterilización
• Introducción
• Cadena Epidemiológica
• Mecanismos de transmisión
• Epidemiología de la infección ligada a cuidados odontológicos
• Prevención y control de la infección durante la atención al paciente
• Prevención y control de infecciones en la práctica profesional odontológica

Introducción
Las enfermedades infecciosas transmisibles siguen siendo un problema que afecta a la
salud de los ciudadanos a pesar de los grandes avances realizados en su prevención,
control y tratamiento. Por este motivo han preocupado siempre de manera especial a
quienes trabajan en los servicios sanitarios.

La odontología y la estomatología han evolucionado de forma muy significativa en los


últimos años, debido a la disponibilidad de nuevos materiales y al desarrollo de nuevas
técnicas, configurando un marco de práctica clínica altamente especializado. Por ello, nos
ha parecido muy importante desarrollar, dentro de las actividades incluidas en el
Observatorio de Riesgos Sanitarios, una Guía para la Prevención y Control de las
Enfermedades Transmisibles en Odontoestomatología.

Cadena Epidemiológica
Las enfermedades infecciosas están producidas por microorganismos como virus,
bacterias, hongos y protozoos, aunque no todas las especies pertenecientes a estos
grupos tienen la misma capacidad de producir enfermedades.

La posibilidad de infección depende en parte de las características de los microorganismos,


la virulencia intrínseca, la infectividad, el inóculo y la respuesta inmune del huesped. Una
enfermedad transmisible es cualquier enfermedad causada por un agente infeccioso o sus
toxinas, que se produce por la transmisión de un agente infeccioso o sus toxinas desde un
huésped infectado o un reservorio inanimado, a un huésped susceptible.

Las enfermedades transmisibles son todavía hoy en día una importante causa de
morbimortalidad, constituyendo un problema de salud muy importante fundamentalmente
en los países en desarrollo. Sin embargo, la aparición de nuevas enfermedades o el
distinto comportamiento de enfermedades ya conocidas demuestran claramente que todos
los países son vulnerables. Por ello, la prevención y el control de estas enfermedades
transmisibles es esencial.

El control se basa en la adopción de medidas para lograr la disminución de la transmisión


de la enfermedad y conseguir una disminución de su incidencia. Para ello, hay que tener un
conocimiento lo más exhaustivo posible de la cadena epidemiológica de cada enfermedad:
fuente de infección y reservorio, mecanismos de transmisión y huésped susceptible.
CADENA EPIDEMIOLÓGICA

La transmisión de la infección requiere la presencia de tres elementos: una fuente infectiva,


un huésped susceptible y una vía de transmisión de microorganismos. Se define la cadena
epidemiológica como la serie de pasos que sigue un agente causal, desde su hábitat
natural hasta un huésped susceptible.

AGENTE CAUSAL

Los microorganismos que suponen un mayor riesgo en el medio odontológico son:

• Virus: virus de la hepatitis B, C y D, virus del herpes simple tipo 1 y 2, virus de


inmunodeficiencia humana (VIH) y otros virus específicos del tracto respiratorio superior.
• Bacterias: estafilococos, estreptococos, y otras bacterias específicas del tracto
respiratorio superior. • Otras bacterias (como la legionella), los hongos y los priones. El
agente causal tiene unas características que influyen en la capacidad de producir infección
y en su gravedad.
• Transmisibilidad o capacidad para pasar de un huésped a otro.
• Infectividad, que se define por la cantidad de microorganismos necesaria para producir
una infección.
• Patogenicidad o agresividad, que se puede expresar como el número de personas que
enferman del total de personas expuestas a este agente.

RESERVORIO Y FUENTE

El reservorio es el huésped natural o hábitat en el que el microbio halla las condiciones


idóneas para su supervivencia. Una fuente de infección es un hábitat ocasional en el que el
agente mantiene transitoriamente la capacidad para reproducirse, como secreciones,
heces, sangre, agua, alimentos, medicamentos u objetos.

Mecanismos de transmisión
Es el medio por el cual el agente viaja hasta encontrar una puerta de entrada que le sea
favorable. En ocasiones un mismo microorganismo utiliza varios mecanismos de
transmisión. Los principales mecanismos son:

• Por contacto:
• Directo con sangre, fluidos orales, u otras secreciones.
• Indirecto con instrumentos contaminados, equipamiento quirúrgico, las superficies de la
consulta y los guantes o las manos del personal.
• Por vía aérea:
• Por gotitas (partículas > de 5 µm): desde una persona infectada mediante la tos, el
estornudo y el habla durante la realización de procedimientos. La transmisión ocurre
cuando las gotitas que contienen los microorganismos son expulsados a corta distancia a
través del aire y se depositan en mucosas conjuntivales y nasales o en la boca del
huésped. Requiere el contacto cercano (<1 metro) entre la fuente y la persona susceptible;
las gotitas no quedan suspendidas en el aire por mucho tiempo ni viajan a grandes
distancias. Ejemplos: gripe, H. influenzae, N. meningitidis, Mycoplasma, C. difteriae, B.
pertussis, paperas y adenovirus.
• Por núcleos goticulares (partículas < 5µm): son partículas que contienen microorganismos
y que se quedan suspendidas en el aire o en el polvo por largos periodos de tiempo. Los
microorganismos son transportados por vía aérea sobre un área bastante grande y
posteriormente son inhalados por un huésped susceptible. Por ello se requieren unas
precauciones adicionales, un manejo especial del aire y de la ventilación de las consultas
para prevenir la transmisión de estas enfermedades. Ejemplos: Sarampión, Varicela-zoster,
Tuberculosis.
• Por vehículo común: Se produce a través de comida, agua, medicamentos o equipamiento
contaminado. Están adquiriendo importancia las infecciones transmitidas por los sistemas de agua
de las consultas, como la legionelosis.
• Por vectores: Mosquitos, moscas, ratas y otros animales son capaces de transmitir los
microorganismos. Ej. Paludismo. Esta vía carece de importancia en las consultas de
odontología.

Epidemiología de la infección ligada a cuidados


odontológicos
INFECCIONES MÁS FRECUENTES

La mayor atención debemos situarla en los patógenos de transmisión sanguínea como el


VHB, VHC y VIH, que presentan diferentes niveles de riesgo para el personal de salud
dental.

El riesgo de exposición ocupacional a virus de transmisión sanguínea está establecido por


su prevalencia en la población y la naturaleza y frecuencia de contacto con sangre y fluidos
orgánicos a través de exposición percutánea o mucosa. El riesgo de infección tras
exposición depende de la cuantía del inóculo, forma de exposición y la susceptibilidad del
expuesto.

Asimismo, para que el personal sanitario suponga un riesgo para la transmisión a los
pacientes de virus vía sanguínea, éste debe:

1) tener el virus circulante en el torrente sanguíneo;


2) tener una lesión que permita la exposición directa a su sangre u otro fluido corporal
infeccioso (por ejemplo dermatitis exudativas).

VIRUS DE HEPATITIS B

La transmisión del virus de la hepatitis B (VHB) es un riesgo ocupacional bien conocido


para sanitarios. Es transmitido por la exposición percutánea o mucosa a la sangre o a los
fluidos corporales de una persona con infección aguda o crónica por VHB. Las personas
infectadas por VHB pueden transmitir el virus si son HBsAg-positivos. El riesgo estimado
de seroconversión tras exposición percutánea al virus de la hepatitis B es entre 1-6% si la
fuente es Ag HBs + y Ag HBe - y de 22 a 31% si la fuente es Ag HBs + y Ag HBe +.

La transmisión laboral también puede ocurrir si hay contacto de sangre infectada con piel
no intacta (heridas, abrasiones, quemaduras…) o mediante contacto con mucosas (ojos y
boca). Aunque en estos casos el riesgo de transmisión es menor.

VIRUS DE HEPATITIS C

La mayoría de estudios indican que la prevalencia de infección por VHC entre odontólogos,
cirujanos y personal sanitario de hospital es similar a la de la población general,
aproximadamente entre el 1-2 %.

El mecanismo de transmisión en el medio laboral es por exposición percutánea (pinchazos,


cortes…), contacto de sangre infectada con piel no intacta (heridas, abrasiones,
quemaduras…) o mediante contacto con mucosas (ojos y boca).

El riesgo de seroconversión en accidente percutáneo con fuente VHC + es del 1,8% (IC.
95% 0 – 7 %), siendo el riesgo en el resto de mecanismos de transmisión menor.
VIRUS DE INMUNODEFICIENCIA HUMANO

Estudios prospectivos indican que el riesgo medio de infección por VIH después de una
única exposición percutánea a sangre infectada por VIH es de 0.3 % (IC: 0.2%-0.5%).
Después de una exposición de mucosas en ojo, nariz, o boca, el riesgo es
aproximadamente el 0.1 %. El riesgo exacto de transmisión después de exposición cutánea
es desconocido, pero se cree que es menor que para la exposición de mucosas.

Ciertos factores afectan el riesgo de transmisión de VIH después de una exposición


ocupacional. Así, si las agujas que atraviesan los guantes de látex son sólidas o de
pequeña medida (p.ej., agujas para anestesia comúnmente usadas en odontología),
transfieren menos sangre y consecuentemente el inóculo es menor.

ASOCIACIÓN DE PROCESOS INFECCIOSOS CON FORMACIÓN DE BIOFILMS

Las bacterias en la naturaleza se pueden encontrar de dos formas distintas:

a. En libre flotación: bacterias planctónicas.


b. En biofilm: en colonias de microorganismos sésiles (sujetos a substratos)

Se entiende por biofilm a una comunidad bacteriana inmersa en un medio líquido,


caracterizada por bacterias que se hallan unidas a un substrato o superficie, o unas a otras,
que se encuentran embebidas en una matriz extracelular producida por ellas mismas, y que
demuestran un fenotipo alterado en cuanto al grado de multiplicación celular o de expresión
de sus genes.

Esta asociación logra que las bacterias sean más resistentes a los mecanismos de defensa
del huésped y a la acción de los antibióticos, siendo capaces de sobrevivir a
concentraciones antibióticas miles de veces mayores respecto a las planctónicas. Esto
explica por qué a veces no concuerdan los resultados clínicos con los obtenidos in vitro.

BIOFILMS E INFECCIÓN

Más del 60% de todas las infecciones bacterianas y de las infecciones nosocomiales son
causadas por biofilms, pero es necesario señalar que algunos biofilms tienen papel
protector, como por ejemplo el formado en la superficie de los dientes que protege frente a
la colonización de otros patógenos exógenos.

Son varios los tipos de infecciones causadas por estas asociaciones bacterianas:

• Endocarditis bacteriana (género Streptococcus)


• Otitis media (Haemophilus influenzae)
• Fibrosis quística (Pseudomonas aeruginosa)
• Caries dental (Cocos Gram positivos acidogénicos como Streptococcus mutans y
Lactobacillus spp)
• Periodontitis (bacterias anaerobias orales Gram negativas)
• Legionelosis (Legionella pneumophila)

FORMAS DE ACTUACIÓN FRENTE A LOS BIOFILMS

1. Adoptando medidas preventivas para evitar la aparición de estos. Se puede impedir su


adhesión a las superficies modificando las características físico-químicas de éstas.
2. Eliminándolos si ya se han desarrollado, para ello se pueden emplear medios físicos
(utilizando campo magnético o ultrasonido), medios químicos (antibióticos) o generando
condiciones que les resulten adversas como la limitación de nutrientes esenciales, lo que
puede promover su autodestrucción.
LEGIONELOSIS

La Legionella pneumophila se adhiere a superficies y forma biofilms. Este hecho se debe


tener muy en cuenta en las líneas de agua de las unidades odontológicas, ya que
proporcionan un ambiente ideal para su colonización. Asimismo se adhiere donde el agua
puede condensarse: torres de refrigeración e incluso equipos de aire acondicionado. Su
temperatura óptima de crecimiento es entre 35 – 37ºC.

Para eliminar el biofilm es necesaria una adecuada desinfección de las superficies y del
agua. Este proceso de desinfección dependerá de las condiciones de aplicación de los
desinfectantes químicos (tiempo de contacto, concentración, temperatura y pH) y de las
características de las superficie (composición química, hidrofobicidad y rugosidad).

Otra medida preventiva muy importante es el mantenimiento de las instalaciones de agua


sanitaria de consumo humano. Se debe comprobar el correcto funcionamiento y el estado
de conservación y limpieza, reparando o sustituyendo los elementos defectuosos:

a. Depósitos de agua: revisión cada tres meses y mensualmente comprobar la


temperatura, que debe mantenerse inferior a 20ºC.
b. Grifos: se revisarán con una periodicidad anual. Se recomienda su limpieza a fondo con
los medios adecuados para eliminar incrustaciones y adherencias, junto con un
desinfectante apto para el uso de agua fría de consumo humano, por ejemplo cloro.

INFECCIONES POR PRIONES

La Enfermedad de Creutzfeldt-Jackob (ECJ) es poco frecuente y no debe existir una


preocupación especial en la práctica dental cotidiana, sin embargo debido a la resistencia a
métodos convencionales de esterilización de los agentes causantes de la enfermedad,
priones, se deben establecer unas mínimas medidas para reducir los riesgos de
propagación y contagio.

La forma más probable de transmisión de los priones en una clínica dental puede ser a
través de instrumental contaminado, debido a que la sangre puede ser un vehículo de
transmisión y los tejidos pulpares y mucogingivales podrían estar infectados, por lo tanto es
fundamental tomar medidas para reducir este riesgo.

La práctica dental diaria no se encuentra en un nivel de alto riesgo, pero la escasez de


estudios y las dificultades de investigación hacen que existan muchas incógnitas al
respecto. Por ello, se recomiendan las siguientes medidas preventivas:

- No emplear sistemas de conducción de agua ni sistemas de succión en pacientes con


ECJ o con sospecha.
- Desechar limas endodónticas, en casos de sospecha de ECJ, debido a la dificultad de
limpieza.
- Pautas opcionales de prevención de la enfermedad, establecidas por la OMS, para
procedimientos dentales de mayor envergadura:
- Incineración del material expuesto a tejidos altamente infectivos.
- Autoclave y métodos químicos para el instrumental resistente al calor.
Prevención y control de la infección durante la
atención al paciente
La transmisión de la infección requiere, como hemos visto, la presencia de tres elementos:
una fuente infecciosa, un huésped susceptible y una vía de transmisión de
microorganismos.

Las fuentes de los microbios pueden ser los propios pacientes o el personal que los atiende
y pueden incluir a personas con una enfermedad aguda, en período de incubación,
colonizadas por un agente infeccioso pero que no presentan sintomatología, o portadores
crónicos de un agente infeccioso. La flora endógena del paciente puede ser fuente de
microorganismos, así como los objetos del entorno que hayan sido contaminados,
incluyendo equipos y medicamentos.

La susceptibilidad a los microorganismos patógenos varía mucho en la población. Algunas


personas pueden ser inmunes a determinadas infecciones, o bien, establecer una relación
simbiótica con ellos y convertirse en portadores asintomáticos, mientras que otras pueden
desarrollar la enfermedad clínica. Factores como la edad, enfermedad de base, ciertos
procedimientos y algunos tratamientos antimicrobianos o inmunosupresores pueden actuar
como factores de riesgo en el desarrollo de una infección.

De las posibles vías de transmisión de las infecciones, las principales en el medio sanitario
son la transmisión por contacto y por vía aérea.

Existen dos niveles de precauciones a adoptar durante la atención de pacientes, las


Precauciones Estándar diseñadas para el cuidado de todos los pacientes, sin importar el
diagnóstico, y las Precauciones Adicionales, diseñadas para la atención de aquellos
pacientes con sospecha o infección documentada por patógenos epidemiológicamente
importantes o altamente transmisibles.

PRECAUCIONES ESTÁNDAR
Las Precauciones Estándar se deben adoptar con todos y cada uno de los pacientes,
independientemente de la sospecha o diagnóstico de infección, con el objeto de prevenir la
transmisión de las infecciones entre pacientes y al personal sanitario.

NORMAS DE HIGIENE PERSONAL

• Antes de iniciar la actividad laboral, se retirarán los anillos y joyas.


• La higiene de manos es la medida más importante para el control de las infecciones. Las
manos se lavarán siempre entre paciente y paciente.
• Las lesiones cutáneas, así como los cortes y heridas, se deben cubrir con apósitos
impermeables antes de iniciar la actividad laboral.

VACUNACIÓN HEPATITIS B
• Todo el personal sanitario debe vacunarse frente a la Hepatitis B.

ELEMENTOS DE PROTECCIÓN TIPO BARRERA


• Los guantes constituyen la protección barrera más importante. Se ha demostrado que,
tras recibir un pinchazo, con guantes se reduce en un 50% el volumen de sangre
transferida. Los guantes se cambiarán entre paciente y paciente, tras la perforación o
rotura y cuando las manos presenten signos de humedad. Los guantes se retiraran
inmediatamente después de su uso, antes de tocar objetos no contaminados o superficies
del entorno y antes de atender a otro paciente, realizando siempre una higiene de manos
tras quitárselos.
• Las mascarillas se utilizarán siempre que se prevea la producción de salpicaduras de
sangre o fluidos corporales a las mucosas oral o nasal.
• La protección ocular se utilizará cuando se prevea la producción de salpicaduras de
sangre, líquidos corporales y/o esquirlas en la mucosa ocular.
• Se recomienda el uso de batas o delantales suplementarios al uniforme cuando se prevea
la producción de grandes salpicaduras de sangre o líquidos orgánicos.

MANEJO DE OBJETOS PUNZANTES Y CORTANTES


• Una vez utilizadas, las agujas no deben ser reenfundadas, por ser la maniobra de mayor
riesgo para sufrir un accidente con material biológico (pinchazo), ni abandonadas en
ninguna superficie.
• Los objetos cortantes y punzantes serán manejados con extraordinario cuidado y se
eliminarán en envases resistentes a la punción, que estarán ubicados en la zona donde
vayan a ser utilizados.

ESTERILIZACIÓN Y DESINFECCIÓN
• Siempre que sea posible, los objetos que penetren en los tejidos o entren en contacto con
sangre y/o con mucosas serán de un sólo uso.
• En caso de que no sea posible, todo instrumental y material reutilizable se debe
desinfectar o esterilizar entre pacientes, siendo imprescindible una correcta limpieza
previa.

HIGIENE DE MANOS

Las manos del personal sanitario son el principal mecanismo de transmisión de las
infecciones, por lo que la correcta higiene de las manos y el adecuado uso de guantes, es
una medida imprescindible para la prevención y el control de la infección. Es importante
recordar que el uso de guantes no exime del lavado de manos, porque además de poder
existir pequeños defectos inaparentes en lo guantes, que incluso se pueden producir
durante el uso, permitiendo la contaminación de las manos, éstas también se pueden
contaminar fácilmente al quitárselos.

• El objetivo de la higiene de manos es la eliminación de la materia orgánica y la


microbiótica transitoria de las manos y en ocasiones también la residente.
• Cuando las manos están evidentemente manchadas o contaminadas con material
proteínico, sangre u otros líquidos corporales, se deben lavar con agua y jabón (antiséptico
o no). • Cuando las manos no están manchadas de forma visible, se recomienda utilizar
una solución antiséptica de base alcohólica.
INDICACIONES DE LA HIGIENE DE MANOS:

1. Antes y después de tener contacto directo con los pacientes.


2. Antes de realizar cualquier procedimiento invasivo o intervención quirúrgica.
3. Siempre que se pase de un área contaminada a otra limpia en el mismo paciente.
4. Después del contacto con objetos inanimados (incluido el equipo médico) utilizados con
el paciente.
5. Después de quitarse los guantes.

TÉCNICA DE LA HIGIENE DE MANOS:

• Para lavar las manos con agua y jabón, se deben humedecer primero las manos, aplicar
el jabón y frotar las manos enérgicamente durante al menos 15 segundos, cubriendo toda
su superficie, incluidos los dedos. Se deben aclarar las manos con agua y secarlas
minuciosamente con una toalla desechable, que se utilizará para cerrar el grifo con el fin de
no contaminar de nuevo las manos. Se evitará usar agua caliente, para disminuir el riesgo
de dermatitis. (Figura 1)
• Para descontaminar las manos mediante una solución antiséptica de base alcohólica, se
debe aplicar el producto en la palma de la mano y frotar las manos cubriendo toda su
superficie, incluidos los dedos, hasta que las manos estén secas. (Figura 2) Las
recomendaciones para los diferentes tipos de higiene de manos (con agua y jabón, con
soluciones alcohólicas y prequirúrgica) se presentan en la Tabla 1

PRECAUCIONES ADICIONALES

Las Precauciones Adicionales están diseñadas para pacientes en los que se sospecha o
está documentada una infección o colonización por patógenos epidemiológicamente
importantes o altamente transmisibles, con el fin de interrumpir la cadena epidemiológica.
Estas precauciones están basadas en el mecanismo de transmisión de la enfermedad.

AISLAMIENTO DE CONTACTO La transmisión de contacto engloba la transferencia física


de microorganismos a un huésped susceptible desde una persona infectada o colonizada o
tras el contacto con un objeto contaminado.

• La higiene de manos es la medida preventiva más eficaz en este tipo de infecciones.


• Los guantes se deben utilizar para cualquier tipo de contacto con el paciente. Se deben
cambiar después de haber tenido contacto con material potencialmente infectado.
• Se deben quitar los guantes antes de salir del entorno del paciente e inmediatamente
lavarse las manos.
• Se usará bata adicional siempre que se prevea contacto sustancial con el paciente,
superficies del entorno u objetos potencialmente contaminados. Entre los pacientes que
precisan precauciones adicionales de este tipo, se encuentran entre otros: Infecciones
cutáneas que son altamente contagiosas como: Herpes Simple y Zoster, infecciones
gastrointestinales, etc.
AISLAMIENTO PARA GOTITAS La transmisión por gotitas (partículas > 5µm) requiere el
contacto cercano entre la fuente y la persona susceptible, ya que éstas no quedan
suspendidas en el aire por mucho tiempo ni viajan grandes distancias. Así, se deberá usar
mascarilla siempre que sea necesario realizar algún cuidado a pacientes con infecciones
que se transmiten de este modo. Así, podemos citar entre otras: infecciones respiratorias
bacterianas (como difteria, faringitis estreptocóccica o escarlatina en niños y jóvenes), e
infecciones respiratorias virales como gripe, paperas, rubéola, etc.

AISLAMIENTO AÉREO Los microorganismos transmitidos por vía aérea (partículas <5
µm) son capaces de quedar suspendidos en el aire y ser transportados a través de
corrientes de aire a grandes distancias del paciente fuente, por lo que se requieren,
además de las precauciones estándar, unas precauciones adicionales y un manejo
especial del aire para prevenir la transmisión de estas enfermedades. Por ello, se deberá
utilizar mascarilla ante un paciente con sospecha o diagnóstico de enfermedad de
transmisión aérea. Asimismo, se recomienda que el paciente lleve puesta una mascarilla
durante su permanencia en la sala de espera y locales comunes y sea citado al final de la
jornada laboral para poder asegurar la renovación de todo el aire de la sala antes de
atender a otro paciente. Entre los pacientes que precisan precauciones adicionales de este
tipo, se encuentran aquellos con sarampión, varicela (incluyendo zoster diseminado) y
tuberculosis.

Prevención y control de infecciones en la práctica


profesional odontológica
Las medidas de prevención y control de las infecciones deben formar parte de la
sistemática de la actividad odontológica, establecidas para todos los pacientes y cultivadas
por todos los profesionales. Su prevención y control comienza con la formación, una
vacunación adecuada y correcta del personal sanitario, la instauración de medidas de
protección sobre el entorno, las relacionadas con la práctica de sus profesionales y más
concretamente con los procedimientos y técnicas que conlleva su actividad.

MATERIAL, EQUIPO, MAQUINARIA Y PRODUCTOS EMPLEADOS

PREPARACIÓN DE LA CONSULTA

La dotación básica de una consulta dental debe incluir el material necesario para la
prevención y control de las infecciones; tarea que deberá realizar el personal auxiliar
previamente formado (higienista dental) y bajo supervisión del dentista (odontólogo o
estomatólogo). Tabla 1.
Es necesario diferenciar las medidas de asepsia, en tres tipos de situaciones:

1. Pretratamiento
2. Durante la intervención
3. Postratamiento

El control de la infección en el gabinete dental comienza antes de que el paciente acuda a


la consulta, se mantiene durante la realización del tratamiento y continúa una vez que el
paciente abandona el gabinete. Seguir una sistemática en cada una de estas fases ofrece
varias ventajas: reduce el riesgo de transmisión de agentes infecciosos, facilita que la
sesión con el paciente sea más eficiente y que el proceso de control postratamiento resulte
más fácil y efectivo. Tabla 2.

ASEPSIA DEL EQUIPAMIENTO Y DE LA CONSULTA

Tanto las superficies como el equipamiento de la consulta hay que desinfectarlas de un


paciente a otro y de inmediato si hay salpicaduras evidentes de sangre o fluidos
sanguinolentos. Se realizará mediante, esterilización, soluciones desinfectantes de alto
nivel, agua y jabón o soluciones de hipoclorito (lejía 1/10), alcohol 70º… dependiendo de la
superficie o material a tratar. Tabla 3.
TABLA 3. LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DE
EQUIPAMIENTO Y SUPERFICIES
CÓMO CUANDO
- Hacerlo funcionar 20
segundos.
- Lavar externamente con
agua y detergente. No
Ultrasonidos.
- Aclarar y secar. Entre paciente y
INSTRUMENTAL ROTATORIO
- Limpiar conexiones o fibra paciente.
óptica con alcohol de 70º.
Lubricar (depende del
fabricante).
- Embolsar y esterilizar
(normalmente 120º).
- Hacerla funcionar 20
segundos.
- Entre paciente y
- Desmontarla y limpiarla con
paciente (desinfectante
JERINGA AGUA/AIRE el equipo desconectado.
alto nivel).Al final de la
- Esterilizar las partes
consulta.
desmontadas según
instrucciones del fabricante.
- Dejar correr agua durante y
- Entre paciente y
después de su uso. Lavar
SALIVADERA paciente y más a fondo al
con agua y jabón o
final de consulta.
desinfectante.
- Aspirar 1litro de agua.
- Aspirar solución
desinfectante (apropiada).
- Si se ha aspirado
- Desmontar la boquilla y
sangre.
sumergirla en lejía al 1/10
DISPOSITIVO DE ASPIRACIÓN Y - Al final de la consulta. -
durante 10 minutos.
BOQUILLA ADAPTADORA Si hay mucha actividad
- Poner pastilla
se realizará cada dos
antiespumógena después de
días.
aspirar desinfectante,
limpiando también el
habitáculo.
VASO INTERNO DE - Por el servicio de - Periódicamente, según
ASPIRACIÓN. mantenimiento del equipo. fabricante.
- De inmediato si hay
sangre o saliva visible y
FOCO, MÓDULO ROTANTE, - Desinfectantes de alto
entre paciente y paciente.
SILLÓN nivel, Alcohol 70º.
- Al final del día dar un
repaso a todo el equipo.
SUPERFICIES DE CONTACTO - Desinfectantes de nivel - De inmediato si hay
CLÍNICO (ENCIMERAS, intermedio. presencia de sangre o
TABLA 3. LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DE
EQUIPAMIENTO Y SUPERFICIES
CÓMO CUANDO
TIRADORES, INTERRUPTORES, saliva y al finalizar
MOBILIARIO, ETC) jornada.
SUELOS, FREGADEROS, - Turnos de limpieza
- Detergentes y
VENTANAS, SUPERFICIES dependiendo de la
desinfectantes de bajo nivel.
DOMESTICAS actividad de la clínica.

ASEPSIA RADIOGRÁFICA Y DEL MATERIAL DE LABORATORIO CONTROL


DURANTE LOS PROCEDIMIENTOS RADIOGRÁFICO
Tanto el equipo de rayos X como las radiografías pueden contaminarse durante su
manipulación, por lo que se adoptarán las medidas necesarias de control para evitar la
transmisión de agentes infecciosos.
• Cuando se realicen radiografías periapicales, la cabeza del tubo y los botones de control
pueden protegerse con una barrera, o desinfectarse con agentes químicos tras su uso. Una
vez tomada la radiografía y secada con una gasa, si ésta carece de sistema de
autorevelado, se debe transportar en un vaso de plástico o un contenedor a la zona de
revelado, donde se recomienda seguir los siguientes pasos durante el mismo para prevenir
la contaminación:
- Colocar el vaso de plástico con la radiografía dentro de la caja de revelado y cerrar la
tapa. - Introducir las manos enguantadas a través de los dispositivos protectores,
desenvolver la radiografía y dejarla caer en el revelador.
- Colocar el envoltorio de la radiografía en el vaso. Quitarse los guantes, darles la vuelta y
colocarlos en el interior del vaso.
- Dejar caer la radiografía en el vaso de revelado, siguiendo con el del agua, fijador y agua.
- Sacar las manos del dispositivo protector, levantar la tapa y tirar el vaso a la basura.
- Lavarse las manos.
• El posicionador utilizado para las radiografías debe esterilizarse siempre que sea posible,
bien con calor o con un esterilizador químico.
• En el caso de equipos radiográfi cos digitales, entre paciente y paciente, proteger con
barreras y desinfectar los sensores e instrumental complementario (cámaras intraorales,
analizadores oclusales,…). No obstante, al finalizar la jornada, de forma ideal se deben
esterilizar con calor o con un esterilizador químico.

CONTROL DURANTE LOS PROCEDIMIENTOS DE LABORATORIO.


• Para proteger al personal del laboratorio, el centro sanitario debe informar acerca de los
métodos (tipo de desinfectante y tiempo de exposición) empleados para limpiar y
desinfectar el material que haya estado en contacto con la boca del paciente antes de
remitirlo: impresiones, prótesis, cubetas...
• De forma similar, los dispositivos y prótesis entregados a los pacientes deben estar libres
de contaminación. Por ello, es importante consensuar entre el laboratorio y el centro
sanitario el proceso de desinfección del material, en cada envío/recogida. Si no se
determina claramente, será el centro sanitario el responsable del proceso de desinfección
final, y por tanto quien deba limpiar y desinfectar el material, antes de ser colocado en la
boca del paciente.
• Las superficies de trabajo se deben proteger con barreras o limpiarlas y desinfectarlas de
igual forma que la zona de tratamiento odontológico.
• Asímismo, siempre que se pueda, esterilizar con calor los dispositivos que toleren el
mismo, tanto los que han sido usados en boca (cubetas de impresión, horquilla del arco
facial…) como los que normalmente no entran en contacto con el paciente (fresas, puntas
de pulir, articuladores...). En caso de no tolerar el calor y debido a la gran variedad de
materiales dentales existentes, se deben seguir las instrucciones del fabricante relativas a
los procedimientos de limpieza, desinfección y/o esterilización del material. Si no se
dispone de estas instrucciones, utilizar el desinfectante más apropiado, recogido en guías
de desinfección, como la proporcionada por la Asociación Dental Americana (ADA). Tabla
4.

TABLA 4. GUÍA PARA LA DESINFECCIÓN


DE PRÓTESIS Y MATERIALES (ADA: ASOCIACIÓN
DENTAL AMERICANA)
HIPOCLORITO
GLUTARALDEHÍDOS IODÓFOROS SÓDICO (LEJÍA
1/10)
COMPLETA DE DIENTES DE
NO SI SI
RESINA
DIENTES DE RESINA NO SI SI
DIENTES DE PORCELANA NO SI NO
PRÓTESIS PARCIAL
NO SI NO
REMOVIBLE METÁLICA
MATERIAL
NO SI NO
DE ORTODONCIA METÁLICO
PUENTE O CORONA ACRÍLICA
NO SI NO
TEMPORAL
CORONA O PUENTE
SI SI NO
METÁLICO
CORONA O PUENTE METAL-
SI SI NO
CERÁMICA
ALGINATOS NO SI SI
POLISULFUROS SI SI SI
SILICONA SI SI SI
POLIÉTERES NO NO SI
HIDROCOLOIDES NO SI SI
GODIVA NO -- SI
PREVENCIÓN DE INFECCIONES DURANTE LOS PROCEDIMIENTOS
ODONTOLÓGICOS
En la actualidad, la odontología está sufriendo importantes transformaciones debidas en su
mayor parte, a la incorporación de nuevas modalidades en lo que al diagnóstico y
tratamiento se refiere. Este hecho permite que se puedan abordar determinadas patologías
y/o estados odontológicos para los que las opciones previas eran muy limitadas.
Entre los riesgos que trae consigo la mayor complejidad de la atención odontológica
destaca la adquisición y/o transmisión de enfermedades infecciosas. Para minimizar estos
riesgos es preciso realizar la estandarización de procesos, procedimientos y técnicas
asistenciales, unido a la sistematización en cada uno de ellos de medidas de prevención y
control. Estas medidas, deben incluir, entre otras, las descritas como “precauciones
estándar” y aquellas de tipo quirúrgico y/o adicionales para los casos que así lo requieran,
el uso de material estéril y la gestión de los residuos sanitarios, así como una formación
continuada de los profesionales que permita incorporar prácticas seguras basadas en la
evidencia científica. (Figura 1)

La adopción de medidas de prevención requiere delimitar dos zonas en el campo


operatorio: una para el odontólogo y otra para el higienista dental. La primera con acceso al
material rotatorio, jeringa tres-en-uno, el brazo y el cuadro de luz de funcionamiento. La
zona del higienista dental contendrá los sistemas de aspiración y con posibilidad de acceso
a la jeringa tres-en-uno, lámpara de polimerización, a los materiales dentales de la consulta
y al área de los residuos sanitarios.

En relación con los procedimientos clínicos es preciso realizar algunas consideraciones


generales para los procedimientos quirúrgicos, ya que son los que presentan mayor riesgo
de exposición y contacto:

• La cirugía siempre que sea posible debe hacerse simple.


• Los procedimientos invasivos que expongan zonas estériles de la cavidad oral van a
requerir un mayor grado de asepsia, por lo que se deben extremar las medidas de higiene
sobre el campo quirúrgico y de protección sobre el paciente y el profesional.

Para conseguir los objetivos de control es importante aplicar las medidas de


desinfección/esterilización sobre el instrumental, equipamiento y campo operatorio
implicados según esté clasificado como material crítico, semicrítico o no crítico. Para los
diferentes procedimientos clínicos, aunque no existen instrucciones específicas, se pueden
considerar medidas de prevención teniendo en cuenta el tipo de procedimiento
odontológico a realizar (preventivo, conservador, quirúrgico o rehabilitador) así como la vía
de transmisión de mayor riesgo que conlleva. Con este objetivo se plantean las siguientes
recomendaciones sobre procedimientos de control de la infección en la práctica rutinaria
odontológica. (Tablas 5, 6 y 7)

HIGIENE Y PROCESADO DEL INSTRUMENTAL

Las medidas para la prevención y control de infecciones en odontología tienen como


objetivo disminuir los riesgos de transmisión de microorganismos patógenos entre los
binomios: profesional-paciente y paciente-paciente. Para ello se deben establecer medidas
de control de las áreas de trabajo, utilizando barreras de protección personal, barreras
ambientales y un manejo adecuado de los desechos generados. Estas medidas son la
limpieza, la desinfección y la esterilización.
En relación con el material, dependiendo del riesgo del contagio y de contaminación lo
clasificaremos en:

• Material crítico. Instrumentos que penetran en tejidos blandos, hueso o entran en contacto
con sangre. Es el instrumental que se emplea en cirugía, tartrectomía, endodoncia, etc. Por
tanto, se corresponde con fórceps, curetas, limas de endodoncia, fresas… Estos
instrumentos presentan el riesgo más alto de transmisión de la infección. Requieren
siempre esterilización.
• Material semicrítico: es el que sin introducirse en tejidos orales (piezas de mano, espejos,
atacadores de amalgama), entra en contacto con mucosas y piel no intacta. Expuestos a
saliva. Poseen un bajo riesgo de transmisión de enfermedad. Aún así, se debe realizar
esterilización o desinfección de alto nivel si son termosensibles y reutilizables (cubetas e
instrumentos de plástico).
• Material no crítico: instrumentos que no penetran las mucosas ni entran en contacto con
ellas pero pueden hacerlo con la piel intacta (tubo radiográfi co, arco facial) o estar
expuestos a salpicaduras de sangre, saliva o aerosoles (gafas protectoras, mangueras de
jeringas agua-aire, superficie de trabajo, controles de sillón…). Desinfección de nivel
intermedio o protección con barreras.
Los métodos de defensa frente a la contaminación del instrumental utilizado en la clínica
dental son la desinfección y la esterilización. No obstante, es recomendable esterilizar todo
instrumental que tolere el calor.

LIMPIEZA

La limpieza es el proceso mediante el cual se elimina, con agua y detergente, la materia


orgánica adherida a un determinado objeto o superficie, a la vez que reduce el número de
microorganismos presentes. En la mayoría de las ocasiones constituye una fase previa a
realizar antes de la desinfección y la esterilización. Puede realizarse mediante limpieza
física o mecánica (ultrasonidos). En este último caso, si se han empleado desinfectantes de
nivel medio/alto, el material no tendría que pasar por el proceso de desinfección. Tabla 8

DESINFECCIÓN

Es el proceso mediante el cual tratamos de eliminar bacterias (a excepción de algunas


formas esporuladas), hongos y virus. Según esta capacidad de eliminación se distinguen
tres niveles:
• Nivel de desinfección bajo: elimina la mayor parte de las bacterias, algunos hongos y
algunos virus (VHB, VHC y VIH). No es efectiva frente al Mycobacterium tuberculosis
variedad bovis, ni frente a las esporas bacterianas.
• Nivel de desinfección intermedio (tuberculicida): es efectiva para bacterias, incluido
Mycobacterium tuberculosis variedad bovis, virus, y hongos; excluyendo esporas.
• Nivel de desinfección alto (tuberculicida y esporicida): elimina a todos los
microorganismos y algunas esporas bacterianas, pero no necesariamente a todas.
La desinfección está indicada para material semicrítico y no crítico, siempre que no resistan
las condiciones de esterilización. La más utilizada es la que se realiza mediante productos
químicos, llamados desinfectantes, aplicados en concentraciones y tiempos indicados por
los fabricantes. Todos los desinfectantes en presencia de materia orgánica se inactivan, de
ahí la importancia de realizar un correcto lavado previo. El material necesario y el
procedimiento para seguir se recogen en la tabla 9.
El autoclave es el método por el cual se somete a los microorganismos a la acción del calor
con la inyección de vapor saturado y seco a presión. Se puede comprobar su efectividad
mediante una monitorización de la esterilización, utilizando diversos controles. Tabla 11.
EMPAQUETADO DEL INSTRUMENTAL

Tiene como objetivo mantener el instrumental aislado de toda fuente de contaminación,


conservando la esterilidad. El empaquetado se realiza en papel mixto, pudiendo ser en
bolsas autosellantes o en tubo enrollado para cortar a medida y sellado posterior
(termoselladora). Posteriormente se clasifica y almacena para su conservación. Tabla 12.

Un resumen de los pasos a seguir en el proceso de asepsia del instrumental odontológico


utilizado se recoge en el algoritmo siguiente. (Figura 2).
ANTISÉPTICOS Y DESINFECTANTES

ANTISÉPTICOS

Los antisépticos son aquellos agentes químicos, de aplicación tópica, que destruyen o
inhiben el crecimiento de los microorganismos patógenos presentes en la piel u otros
tejidos vivos. Tabla 13.

++++: muy alto; +++: alto, pero no incluye todo el espectro microbiano; ++: moderado y
suficiente; +: bajo, con poca o insuficiente actividad antimicrobiana

Los agentes antisépticos de uso más frecuentes, así como sus principales características se
recogen en la tabla 14.
La antisepsia no será efectiva si no se ha limpiado previamente la piel. Para limpiar la piel
intacta será suficiente lavarla con agua y jabón neutro.

DESINFECTANTES Un desinfectante es aquel agente químico que destruye o inhibe el


crecimiento de los microorganismos presentes en superficies u objetos inanimados. No
necesariamente han de presentar actividad frente a esporas bacterianas.

La susceptibilidad de los distintos microorganismos a los procesos de inactivación está en


función de numerosos factores como el pH, temperatura, presencia de materia orgánica,
biopelícula, etc. Estos factores pueden aumentar o reducir la capacidad desinfectante de
un producto, bien porque inducen cambios en las propiedades químicas que les confieren
su acción biocida, o bien por impedir el contacto con la superficie a desinfectar
disminuyendo así, el contacto directo con los microorganismos.

Sin embargo, el factor más importante a tener en cuenta es la resistencia intrínseca o


innata que poseen los microorganismos frente a los procesos de esterilización, cuya
naturaleza en la mayoría de los casos reside en la diferente composición de la pared
celular que regula la penetrabilidad de los agentes desinfectantes y esterilizantes. Entre
todas las especies bacterianas, las esporas constituyen la forma microbiana más resistente
a los procesos de descontaminación.

Entre los agentes químicos utilizados como desinfectantes podemos encontrar alcoholes,
aldehídos, amonios cuaternarios, derivados fenólicos, oxidantes etc. Sus características
más relevantes se recogen en la tabla 15
Unidad 5

Farmacología odontológica
• 1. INTRODUCCIÓN
• 2. CONCEPTOS BÁSICOS
• CLASIFICACIÓN DE LOS MEDICAMENTOS
• MECANISMOS DE ACCIÓN DE LOS FÁRMACOS
• TIPOS DE FORMAS MEDICAMENTOSAS
• VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
• FACTORES QUE MODIFICAN LA RESPUESTA FARMACOLÓGICA
• FARMACOLOGÍA EN ODONTOPEDIATRÍA
• FÁRMACOS EN ODONTOLOGÍA

El hombre, desde su aparición como ser racional, ha tenido que luchar contra el medio
ambiente, las enfermedades y los accidentes para poder sobrevivir. Tuvo que aprender
algunas maniobras terapéuticas entre las que se encuentran la utilización de vegetales con
fines curativos. Este conocimiento se vio limitado al pequeño territorio en que vivía cada
clan o tribu.

Con el transcurso del tiempo, las conquistas, la construcción y mejora de los caminos, el
transporte y otras vías de comunicación, el aumento del comercio en tiempos de paz y, en
consecuencia, el intercambio de conocimientos y de mercancías, las variedades de
vegetales que se podían utilizar como medicamentos, se extendieron a diversas regiones.
Entonces, las autoridades de cada pueblo tuvieron que reglamentar la producción, venta y
aplicación de los diferentes principios activos.

La manera de como lo hicieron fue la publicación oficial de textos reguladores, que


recibieron el nombre de Farmacopeas. Así mismo existen publicaciones semioficiales y
otras con fines comerciales.

Los odontólogos deben poseer un conocimiento de la farmacología y de la terapéutica


aplicada, en particular en lo concerniente a las indicaciones de los medicamentos, las dosis
y las presentaciones comerciales; además de una instrucción relacionada con los efectos
secundarios, las interacciones medicamentosas, las contraindicaciones y las precauciones
que deben saber a la hora de recetar un medicamento.

Al momento de prescribir, el odontólogo debe tener a la mano un instrumento rápido y


versátil que le permita escoger el mejor medicamento para cada paciente según las
circunstancias individuales, dentro de la gran variedad de medicamentos que existen para
cada fin, ordenándolo con indicaciones, formulación y dosis correctas.
CONCEPTOS BÁSICOS
Farmacología: Es la ciencia que estudia la composición, las propiedades y las acciones
terapéuticas de los medicamentos en el organismo.
Fármaco: Es toda sustancia pura (principio activo), desde el punto de vista químico, y
extraída de fuentes naturales o sintéticas que produce, al ser aplicada sobre un organismo
o estructura viva, efectos que pueden ser cuantificables y reproducibles.
Droga: tiene varias acepciones: primera, como producto natural (planta o parte de una
planta utilizada para obtener principios activos). Por otra parte, en los países anglosajones,
la palabra drug es utilizada como sinónimo de fármaco. También tiene el significado
coloquial de sustancia psicoactiva (estimulante o depresora del sistema nervioso central),
que genera adicción.
Medicamento: Es una sustancia formada por uno o más principios activos y excipientes
que producen un efecto terapéutico en el organismo.
Farmacocinética: Es una rama de la farmacología que se encarga de estudiar los
procesos de transformación que ocurren en los medicamentos por la acción del organismo.
Farmacodinamia: Es una rama de la farmacología que estudia la acción de los fármacos y
los efectos de estos en el organismo.
Origen. Los medicamentos pueden ser: de origen natural, si se obtienen a partir de fuentes
naturales (por ejemplo, la morfina), semisintéticos, si tienen una base natural y son
modificados en el laboratorio, o sintéticos, si son obtenidos íntegramente en el laboratorio,
por rastreo farmacológico.
Mecanismo de acción. Es el conjunto de procesos bioquímicos y fisiológicos que explican
cómo se produce la respuesta .
Efecto farmacológico. Es la respuesta observable del medicamento (por ejemplo , el
efecto relajante muscular).
Indicaciones terapéuticas. Son las aplicaciones clínicas del fármaco, consecuencia del
efecto farmacológico.
Efectos adversos. El medicamento provoca con frecuencia efectos no deseados .
Contraindicaciones. Algunos medicamentos no deben administrarse a enfermos que
padecen alguna enfermedad anterior. Las contraindicaciones son las situaciones
especiales (embarazo, lactancia) enfermedades o trastornos que tiene el paciente que le
impiden tomar la medicación.
Interacciones farmacológicas. Son las modificaciones en el efecto de un fármaco como
consecuencia de la presencia de otros fármacos, alimentos, agentes ambientales o
técnicas de fisioterapia . La mayoría de las asociaciones entre dos medicamentos pueden
provocar interferencias, pero no suelen tener repercusión clínica.

CLASIFICACIÓN DE LOS MEDICAMENTOS


Ya que la actividad de la mayoría de los fármacos es consecuencia de una interacción
específica entre el fármaco y su receptor se les denomina fármacos estructuralmente
específicos, y cualquier cambio en su estructura puede producir compuestos inactivos o
con actividad biológica diferente. Sólo en casos especiales la actividad se debe a otro tipo
de fenómenos, hablándose entonces de fármacos estructuralmente inespecíficos, y su
acción no está relacionada con su estructura, siendo minoritarios.

Otra forma de clasificación es la que está basada en la acción terapéutica de los fármacos
sobre los diferentes órganos (sistema nervioso central, glándula tiroidea, etc.), síndromes
patológicos (anticonvulsivos, antiepilépticos, etc.), etc., o por los efectos idénticos que
provocan (antihipertensores, anestésicos locales, etc.).

También, en general, podemos distinguir entre agentes quimioterápicos y


farmacodinámicos. Los primeros son los que se utilizan frente a microorganismos y
parásitos y actúan interaccionando en procesos bioquímicos que alteran su ciclo vital, y los
agentes farmacodinámicos se encargan de regular las funciones fisiológicas.

Aunque las clasificaciones anteriores siguen en uso, la forma más racional de clasificación
de fármacos se hace en base a su modo de acción. Así tenemos:

·Medicamentos sintomáticos: corrigen los síntomas de las enfermedades (por ejemplo


los antigripales).

·Medicamentos sustitutivos: sustituyen sustancias que el organismo no puede sintetizar


(por ejemplo la insulina en los pacientes con diabetes).

·Medicamentos preventivos: aquellos que protegen de las enfermedades (por ejemplo las
vacunas) o modifican un proceso fisiológico (por ejemplo los anticonceptivos).

Medicamentos causales: actúan directamente sobre la causa de la enfermedad (por ejemplo los
antibióticos).

MECANISMOS DE ACCIÓN DE LOS FÁRMACOS


El objetivo de un tratamiento es obtener el efecto beneficioso deseado con reacciones
adversas mínimas. Cuando se elige un fármaco para un paciente, el médico debe decidir
cuál es la mejor dosis para la consecución de este objetivo. Una forma racional de alcanzar
esta meta consiste en combinar los principios de la farmacocinética con la farmacodinamia
para determinar la relación dosis-efecto (Fig-1). La farmacodinamia regula la parte
concentración-efecto de la interacción, mientras que la farmacocinética se relaciona con la
dosis-concentración (Holford y Scheiner, 1981). Los procesos farmacocinéticos de
absorción, distribución y eliminación determinan cuán rápido y por cuánto tiempo aparece
el fármaco en el órgano en el que ocurre el efecto farmacológico. Los conceptos
farmacodinámicos de respuesta máxima y sensibilidad establecen la magnitud del efecto
con una concentración particular.
TIPOS DE FORMAS MEDICAMENTOSAS
La forma farmacéutica o medicamentosa es el vehículo en el que es administrado el
principio activo. El principio activo puede ser administrado en multitud de formas. Las más
importantes son:

1. Formas sólidas: Pueden ser de uso interno y de uso externo:


– Uso interno: comprimidos, cápsulas (cubiertas de gelatina), grageas (capa de sacarosa) .
En estos dos últimos casos, la cubierta modifica el sabor y protege el medicamento. Otras
formas son los sobres, supositorios (glicerina, manteca de cacao) y los óvulos (vía vaginal).
– Uso externo: pomadas (excipiente muy graso), cremas (excipiente graso) y parches
cutáneos.
2. Formas líquidas:
– Uso interno: jarabes (excipiente azucarado), enemas (vía rectal), inyectables (soluciones
estériles), ampollas bebibles.
– Uso externo: colirios (vía conjuntival).
3. Formas gaseosas: Son las pulverizaciones, vaporizaciones e inhalaciones (vía
pulmonar).

VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
Para que un fármaco efectúe su acción de la forma más eficaz posible, es necesario que
éste llegue con una concentración idónea al tejido de destino.

Las posibles pérdidas de medicamento, mientras este se encuentra en nuestro organismo


dependen de muchos factores, pero uno de los puntos más importantes a la hora de
minimizar las pérdidas del fármaco dentro de nuestro organismo es el método por el cuál
se administra el mismo.

Las prioridades a la hora de escoger una vía son:

• Que permita autonomía al enfermo


• Fácil utilización
• Lo menos agresiva posible
• Pocos efectos secundarios

La absorción, en términos farmacológicos, se define como el paso de un fármaco desde su


lugar de administración hasta el plasma. En este sentido, nos encontramos con diferentes
vías de administración, las más comunes:

• Vía Oral: Entre sus ventajas es que se pueden controlar la mayoría de síntomas, es la
menos dolorosa y la que da mayor autonomía al paciente. No es recomendable usarla en
caso de náuseas y vómitos, disfagia, intolerancia a fármacos, debilidad extrema,
inconsciencia y coma.

• Vía Subcutánea: Es más rápida que la vía oral, pero aún así es lenta y solo admite hasta
un máximo de 1 mililitro por administración.

• Vía Transdérmica: Tiene como ventajas la comodidad, ya que no es invasiva; es de fácil


manejo por lo que tiene una buena aceptación. Adicionalmente tiene una larga duración de
acción y disminuye los efectos secundarios digestivos. Entre sus inconvenientes están la
dificultad en la titulación de la dosis, el aumento de la absorción y la lentitud de reversión
de efectos secundarios.
• Vía Transmucosa oral:

Sus ventajas:
• Comodidad: fácil manejo, buena aceptación.
• No es invasiva.
• Llega a la circulación sistémica rápidamente.
• Elimina el primer paso hepático.

Sus desventajas
• La velocidad de disolución determina la velocidad de paso a través de la mucosa.
• La permeabilidad a los medicamentos: máxima a nivel sublingual y bucal, mínima a
nivel de encías y lengua.
• Variación del pH de la boca.

• Vía Rectal: Se usa por anulación de la vía oral, cuando no se desea administración
parenteral o por obstrucción gastrointestinal, en estados agónicos.

• Vía Sublingual: Es una alternativa de la vía oral para la medicación que se encuentre
comercializada en esta presentación. Permite la incorporación directa al torrente
circulatorio y se evita el tránsito por el tracto gastrointestinal inferior y el sistema portal.

• Vía Endovenosa: El medicamento se introduce directamente dentro del torrente


sanguíneo. Es la vía más rápida de aparición de los efectos de un medicamento. Hay
diferentes métodos de administración. A veces se hace muy lentamente y de manera
continua, como puede ser el caso de los sueros (fluidoterapia). En otros casos, la
administración dura sólo un tiempo, como la administración rápida llamada "bolo" o como la
administración en perfusión "goteo" en unos 15-30 minutos. Es muy importante que lo haga
personal cualificado, ya que tiene complicaciones si no se hace bien o si no se mantienen
las condiciones de asepsia para evitar infecciones.

• Vía Intramuscular: Por la vertiente positiva, se forman depósitos del medicamento, que
se distribuye de forma lenta. Desafortunadamente solo se pueden administrar hasta 10
mililitros.

FACTORES QUE MODIFICAN LA RESPUESTA


FARMACOLÓGICA
Existen factores, tanto procedentes del propio organismo, como externos, que pueden
modificar los procesos de absorción, distribución, metabolismo y eliminación del fármaco.

A continuación, veremos brevemente algunos de los factores más importantes:

Errores de medicación y cooperación del paciente. En la realidad, pocos pacientes siguen


correctamente las instrucciones de administración de un medicamento recomendadas por
el médico. Quizás el factor más importante que determina la cooperación del paciente sea
la relación que establece con su médico. La confianza del paciente es necesaria, pues a
medida que ésta aumente, así también aumentará la responsabilidad del médico para
proveer su ayuda profesional.

Efectos placebo. Estos se asocian con la toma de cualquier fármaco, inerte o no, y se
manifiestan frecuentemente con alteraciones del estado de ánimo y cambios funcionales
relacionados con el sistema nervioso autónomo. Es necesario en este aspecto hacer
algunas distinciones: placebo puro es cualquier sustancia esencialmente inerte (p. ejem.,
cápsulas de lactosa, inyecciones de solución salina); placebo impuro se refiere a una
sustancia con propiedades farmacológicas bien establecidas pero que se emplea a dosis
insuficientes para producir un efecto propio.

Edad. Es indispensable tomar precauciones especiales con los niños, en particular al


administrar hormonas u otros fármacos que influyan el crecimiento y desarrollo. Dadas las
diferencias entre los volúmenes relativos de fluidos biológicos, menor unión a las proteínas
plasmáticas, inmadurez de las funciones renal y hepática, etc., de niños prematuros o muy
pequeños es forzoso ajustar las dosis. Los ancianos pueden tener respuestas anormales
por incapacidad para inactivar o eliminar fármacos o por alguna patología agregada.

Sexo. En ocasiones las mujeres son más susceptibles a los efectos de una dosis dada del
fármaco, quizá por tener menor masa corporal. Durante el embarazo, particularmente en el
primer trimestre, debe evitarse todo tipo de fármacos que puedan afectar al feto.

Horarios de administración. De particular importancia en la administración oral son los


irritantes en las comidas, los sedantes o estimulantes en relación con el ciclo sueño-vigilia y
los ritmos biológicos en general. En este contexto, la cronofarmacología, nueva rama de la
farmacología, estudia la interacción entre los ritmos biológicos y la respuesta
farmacológica. Pueden existir diferencias hasta del 100% en la intensidad del efecto
medicamentoso a una misma dosis, dependiendo del horario en la que el fármaco se
administre.

Tolerancia. Se refiere a la disminución del efecto farmacológico después de la


administración repetida de una misma dosis, o a la necesidad de aumentar la dosis para
obtener el mismo efecto farmacológico que se consigue al iniciar el tratamiento. Cuando
ésta aparece puede existir también tolerancia cruzada, relativos a los efectos de fármacos
semejantes que interactúan con el mismo sitio receptor.

Variables fisiológicas. El balance hidroelectrolítico, el equilibrio ácido-básico, la temperatura


corporal y otras variables fisiológicas son capaces de alterar el efecto farmacológico.

Factores patológicos. La existencia de alguna enfermedad puede modificar la respuesta


farmacológica. Desde los casos evidentes de disfunción hepática o renal, en los que el
peligro de toxicidad por acumulación es claro, hasta casos más sutiles como las
deficiencias nutricionales (frecuentes en nuestro medio), hormonales, etcétera.

En los casos de alergia medicamentosa es crítico realizar un interrogatorio cuidadoso del


paciente y sus familiares para detectar oportunamente esta posibilidad y evitar la
administración del alérgeno (sustancia que produce la alergia). Aunque en algunas
ocasiones es posible una desensibilización, ésta sólo puede intentarse para un caso
preciso y sabiendo que los efectos son rara vez permanentes (la alergia puede reaparecer).
En caso de sospechar alergia es necesario tener a la mano antihistamínicos,
antiinflamatorios y adrenalina.

Entre los casos de idiosincrasia farmacológica (reactividad anormal a un fármaco


genéticamente determinada), encontramos varios tipos de respuestas: efectos
irregularmente prolongados, mayor sensibilidad al fármaco, efectos totalmente nuevos,
capacidad de respuesta disminuida, distribución anormal del agente en el organismo, etc.
La base genérica de estas alteraciones incluye las deficiencias enzimáticas, la producción
de proteínas anormales, moléculas transportadoras alteradas o receptores modificados
estructuralmente.

Los casos de resistencia adquirida (estado de insensibilidad o sensibilidad disminuida a


fármacos que en general producen inhibición del crecimiento o muerte celular) que se
observan frecuentemente con antibióticos, en particular en el medio hospitalario, deben ser
tratados en forma especial.

Finalmente, mencionemos la tolerancia y la dependencia física que se advierte en casos de


agentes que afectan la función cerebral y mental (los llamados psicotrópicos) y que pueden
asociarse a cuadros de abstinencia potencialmente peligrosos para el sujeto. (Nuevamente
veremos este tema en la Quinta Parte.)

Estos factores capaces de modificar el efecto farmacológico son de índole farmacocinética


o farmacodinámica relativas al sujeto. No debemos olvidar que las interacciones
medicamentosas son otra fuente potencial de cambios de la respuesta al tratamiento
médico. El uso de varios fármacos al mismo tiempo es una práctica relativamente habitual
y en ocasiones esencial para lograr la mejoría del paciente. El médico debe cerciorarse de
que la combinación prescrita no dará lugar a interacciones indeseables entre los fármacos.

FARMACOLOGÍA EN ODONTOPEDIATRÍA
El empleo inapropiado de los fármacos durante la infancia es uno de los factores conocidos
que más contribuye en el problema de aparición de resistencias. La mayor parte de estos
errores tienen su origen en que el profesional que ha prescrito los fármacos no ha tenido
suficiente información, relativa a ese medicamento al alcance de la mano (indicación,
interacciones, contraindicaciones, dosis terapéuticas o efectos secundarios). También
influye el no poder contar con información clínica sobre anteriores episodios del niño o
posibles alergias, así como los resultados de pruebas analíticas que se le hayan realizado
con anterioridad.

Los errores en la dosificación y administración de los fármacos, que se producen en


adultos, se pueden multiplicar por tres o seis veces en el caso de los pacientes pediátricos.

Es importante que el odontopediatra ajuste la dosis a la edad y características


fisiopatológicas del niño; como también lo es, que conozca la farmacocinética y la
farmacodinámica de los medicamentos en el niño, que no son ni mucho menos
superponibles al adulto y que, dentro de la población pediátrica, son, a su vez, diferentes
en función de la edad del paciente y del grado de maduración de sus órganos y sistemas.

En referencia a la farmacocinética, debemos conocer que la absorción de los fármacos


administrados en niños puede ser muy variable dependiendo del pH gástrico, la motilidad
intestinal o el riego tisular. La distribución puede también diferir debido a la distinta
composición orgánica, esto es, al contenido de agua y grasa. y su eliminación se encuentra
condicionada por el grado de madurez hepática y renal de cada paciente pediátrico, entre
otros factores.

Dosificación.

La dosificación de los fármacos en la infancia se puede realizar de dos maneras:

A. Mediante una tabla que relaciona la edad de los niños con la dosis de adulto.
B. Ajustando la dosis del medicamento por kilogramo de peso del niño.
Debemos dosificar siempre en unidades como mililitros, centímetros cúbicos o
gotas. Las equivalencias con las cucharadas son:

Cucharada sopera = 7,5 centímetros cúbicos (cc)


Cucharada de café = 5 centímetros cúbicos (cc)
Cucharada de moka = 3 centímetros cúbicos (cc)

TABLA I.- RELACIÓN ENTRE EDAD-PESO-SUPERFICIE CORPORAL (m2)-


PORCENTAJE DE DOSIS EMPLEADA EN ADULTOS

No existen reglas fijas para el cálculo de la dosis óptima de un medicamento determinado


para su utilización en niños. Las múltiples aproximaciones que se han descrito, hasta la
fecha, revelan la complejidad real de este problema. La utilización de la edad del niño como
guía para el ajuste de la dosis puede provocar errores graves al no tener en cuenta las
amplias variaciones de peso de los niños de un mismo grupo de edad.

Tampoco el ajuste de la dosis basado exclusivamente en el peso del niño parece una
aproximación adecuada, ya que aplicando una de las fórmulas habituales [Dosis pediátrica
= Dosis adulto X (Peso niño/Peso adulto)] es bastante frecuente que se obtengan dosis
inferiores a las teóricamente eficaces.

La aplicación del cálculo de la dosis según la superficie corporal, en metros cuadrados,


probablemente proporcione una mejor estimación de la dosis de un fármaco apropiada
para un niño. Los argumentos a favor de este método de cálculo se basan en la relación
entre la superficie corporal y varios parámetros fisiológicos como el gasto cardíaco, el
volumen sanguíneo, el volumen extracelular, la función respiratoria, el flujo renal y la
filtración glomerular, que pueden tener una estrecha relación con el metabolismo y la
excreción de fármacos.

Según esta regla, y teniendo en cuenta que la superficie corporal es proporcionalmente


mayor que el peso cuanto menor tamaño presenta el sujeto, las dosis calculadas mediante
este método serán proporcionalmente mayores que las calculadas únicamente en función
del peso corporal:

Dosis pediátrica = (Sup.corporal (m2)/1,8) x Dosis adulto


A medida que el niño crece, aumenta el peso y la superficie corporal, si bien este último
parámetro antropométrico aumenta en menor proporción. La superficie corporal puede
obtenerse a partir de nomogramas que se utilizan para el cálculo el peso y la talla del niño.
En ausencia de estos nomogramas puede utilizarse una aproximación basada en el cálculo
de la dosis según la fórmula anterior con la introducción de un factor de ponderación:

Dosis pediátrica = Dosis adulto x (Peso niño/Peso adulto) x 0,7

La experiencia clínica con la mayoría de los fármacos parece indicar que la dosificación
según la superficie corporal resulta más adecuada que la basada en otras estimaciones.

Errores de dosificacion y administracion.

Los errores más frecuentemente referidos son:


Extrapolar datos confirmados para el paciente adulto al pediátrico.
Carencia de material apropiado para medir la dosis prescrita.
Falta de presentaciones farmacéuticas adecuadas para facilitar la dosificación o
administración del fármaco al paciente pediátrico.
Confusión en las unidades de medida al prescribir, preparar o administrar los fármacos
heróicos. Por ejemplo, microgramos (mcg.) por miligramos (mg.).
Errores de cálculo o de transcripción de los datos.
Utilización de cucharas o cucharillas de café como unidades de medida: el volumen puede
variar el cien por cien de un tipo a otro de cubertería.
Superar la dosis máxima del adulto. Es frecuente en adolescentes obesos por el hábito de
calcular la dosis por kilo y día.
Omisión de la dosis que coincide con el horario escolar o nocturno.
En los procesos crónicos, administración de fármacos caducados o mal conservados.

Uso y abuso de farmacos en pediatria.

El concepto fármaco igual a un artículo de consumo, como algo que puede tomarse o
dejarse de tomar, está íntimamente relacionado con su dispensación fuera de las farmacias
y su promoción en los medios de comunicación, ignorando en muchas ocasiones los
riesgos que conlleva toda terapia, incluso la controlada. España se encuentra entre los
países con mayor automedicación con antibióticos.

Nuestra labor como profesionales de la salud que tratamos enfermedades orales con
repercusiones sistémicas y ayudamos a prevenirlas, consta de una tríada terapéutica:
Información, Consejo terapéutico y Educación. Aplicar en nuestra práctica diaria estos tres
elementos del acto médico conllevará una visión global imprescindible al acto de prescribir
fármacos.

1.Información. Si a cualquier persona se le explica por qué y para qué se le receta o no un


medicamento comprenderá y aceptará de mejor grado las decisiones que se tomen. El
conocimiento básico, con lenguaje inteligible para los pacientes, de la enfermedad que
vamos a tratar ayuda a comprender el manejo de la misma.

2.Consejo terapéutico. El incumplimiento terapéutico es un grave problema en tratamientos


agudos y crónicos y refleja un planteamiento incompleto o mal comprendido de los
objetivos que tiene cualquier tratamiento. Si el paciente no está informado, difícilmente
conseguiremos un uso adecuado de los fármacos. Si, al mismo tiempo, explicamos las
condiciones de uso y limitaciones de los fármacos administrados: dosis, frecuencia de las
dosis, tiempo de tratamiento, condiciones de toma, etc… estaremos dibujando el perfil
correcto para el uso de este fármaco en las condiciones presentes y futuras. Solamente
mediante pacientes convencidos e informados conseguiremos disminuir una
automedicación desordenada y errónea, así como el incumplimiento terapéutico.

3.Educación. Una gran parte de los usos erróneos de la automedicación han surgido del
modelo médico del que han aprendido. Los profesionales de la salud somos el modelo
educativo sanitario para nuestros pacientes. Mantener una actitud rigurosa en nuestra labor
es una buena manera de definir las condiciones de uso de los fármacos. Con una actitud
educativa habitual incidiremos sobre amplios grupos de población que podrán influir
directamente sobre su entorno familiar y de amistades. Este aspecto es de la mayor
importancia en la automedicación de los niños por parte de sus padres o cuidadores.

4.Cuando se incluye como incumplimiento desde un olvido puntual hasta un abandono total
del tratamiento, las cifras llegan a alcanzar el 66% para cualquier población occidental. De
todas ellas las más comunes son:

Disminución de la dosis por iniciativa propia del paciente.


Reducción de la duración por iniciativa propia del paciente.
Adaptación del horario a conveniencia del consumidor.
Disminución de la frecuencia de administración.

Antibióticos.

Etiología + Enfermedades y características del enfermo = Elección del fármaco


antimicrobiano

Etiología
Resistencias.

Según Ibarra “El uso apropiado de los antibióticos por parte del enfermo y del profesional
constituye el pilar básico para reducir la aparición de resistencias. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS) el aumento en el uso de antimicrobianos es proporcional al
número de cepas resistentes. España, Francia y Portugal son los países de la Unión
Europea donde hay más cepas resistentes. Por ejemplo, en España hay foco de
neumococos resistentes a la penicilina con una prevalencia del 40%”.

Relacion medicamentos-caries.

Los odontopediatras debemos guardar una especial precaución en nuestra actividad como
prescriptores de medicamentos en el paciente infantil.

La etapa de la vida que va desde los 2 meses hasta el comienzo de la pubertad es un


proceso de desarrollo acompañado por cambios importantes en la composición y
proporciones corporales y, por tanto, serán necesarias diferentes pautas de tratamiento
farmacológico a lo lago de la vida del niño.

Otro aspecto a destacar en nuestro campo, es la composición azucarada de muchas de las


soluciones antibióticas y antiinflamatorias. Es nuestro deber el conocerlas y sustituirlas, en
la medida de lo posible, por fórmulas libres de azúcar.

En la actualidad, está totalmente aceptado que las medicinas que contienen azúcar son
causa de caries dental en niños enfermos crónicos. El aumento de la ingestión de
medicamentos prescritos y la automedicación en países desarrollados expone a un número
cada vez mayor de niños a la caries medicamentosa, lo que puede considerarse como un
problema de salud pública.

Mentes, realizó un estudio con objeto de demostrar el efecto carioso que muchas
medicinas pediátricas tienen sobre la salud oral. Para ello observó las variaciones de pH de
la placa dental que se producían tras enjuagarse con dos versiones del mismo
medicamento uno azucarado (sacarosa) y otro no (sacarina, ciclamato y sorbitol), durante
un período de una hora. Obtuvo valores de pH inferiores a 5,7 en el grupo de la solución
azucarada y valores superiores a 5,8 en el otro grupo. La autora concluye que sustituyendo
la sacarosa por otros edulcorantes no acidogénicos resulta esencial para prevenir el
potencial cariogénico de los medicamentos pediátricos.

Como reducir la caries medicamentosa:

Se debe basar en modificar las actuaciones de cuatro pilares:

Familia. El objetivo será informar tanto a padres como a niños acerca de:

La importancia de mantener la integridad de la dentición temporal.


La presencia de azúcar no sólo en alimentos o bebidas, sino también en las medicinas.
La utilidad de administrar la medicación azucarada a las horas de las comidas en lugar de
administrarla entre comidas o justo antes del sueño.
La importancia del cepillado de dientes después de las comidas y los medicamentos.
El peligro de la automedicación.
El riesgo de la utilización de medicamentos azucarados se incrementa cuando la ingesta de
estos se realiza de manera crónica. Maguire, investigó este efecto sobre la salud oral y los
resultados mostraron que los niños que recibían medicaciones líquidas azucaradas de
forma crónica tenían mayor número de caries en los dientes temporales anteriores
(semejando el cuadro de caries de la infancia temprana) que los niños del grupo control.
Prescriptores. Tanto los médicos generales como los pediatras y odontopediatras deben
estar informados sobre el efecto secundario infravalorado de la caries yatrógena o
medicamentosa producida por sus prescripciones. Cada receta de medicamento azucarado
debería ir acompañada de los consejos sobre higiene bucal.

Los prescriptores deberán recetar formas galénicas no cariogénicas, como comprimidos o


cápsulas para deglutir. Incluso aunque estas formas sean más utilizadas entre algunos
padres, el preparado en forma de suspensión continúa siendo el preferido entre los niños
debido a que es más fácil de deglutir y más agradable al gusto. Éste es el único criterio que
garantiza que la prescripción sea respetada por el paciente pediátrico. En caso de recetar
una fórmula en suspensión cariogénica (suspensión, gotas, comprimidos masticables, etc.),
los prescriptores deberán elegir aquellas edulcoradas con azúcares que no sean
cariogénicos.

Algunos países, entre ellos, Suecia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica y
Australia, han desarrollado acciones a favor del empleo de medicamentos no cariogénicos,
siendo el primer paso la publicación de listas de medicamentos que contienen sacarosa y
exentos de sacarosa.

Farmacéuticos.

En el caso de la automedicación, el farmacéutico debería aconsejar el uso de medicinas sin


azúcar en lugar de sus mismas fórmulas azucaradas. Se les debería permitir dispensar
preparados sin azúcar en sustitución de aquellos que contienen azúcar, tras informar al
consumidor y obtener su consentimiento.

Empresas farmacéuticas.

Todos los medicamentos deberían etiquetarse según el tipo de edulcorante, y en el caso de


que contengan azúcar, con un aviso sobre los peligros para los dientes e indicando la
concentración de azúcar.

Se debe alentar a los fabricantes de fármacos para que sustituyan, en la medida de lo


posible, la sacarosa por edulcorantes no cariogénicos, no debiéndose considerar al azúcar
como el principal diluyente para medicinas líquidas.

FÁRMACOS EN ODONTOLOGÍA
El arsenal farmacológico en odontología, aunque limitado al compararlo con el utilizado en
las distintas especialidades médicas, satisface las necesidades terapéuticas para el control
adecuado del dolor, la infección, la inflamación y de la ansiedad. Para ello Se emplean
principalmente con anestésicos locales, antibióticos, analgésicos de acción central,
antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), y en menor grado ansiolíticos, corticoides,
relajantes musculares y otros agentes sistémicos y locales en el área de Medicina Oral.

El dolor se puede describir como una experiencia sensorial y emocional desagradable,


asociada a un daño tisular existente o potencial EI atender a un paciente que presente
dolor es bien no es nada fácil, por lo cual se debe tratar de entender el dolor del paciente,
para saber ante qué tipo y origen de dolor se está y de esta forma llegar a un diagnóstico
correcto y efectuar el tratamiento más idóneo.

Una inflamación es un proceso fisiológico defensivo, que, de salirse de control biológico,


representa por sí solo un problema, ya que incluye un daño o lesión celular. Los agentes
desencadenantes de la inflamación pueden ser físicos (golpes), químicos, térmicos,
vasculares, inmunológicos o bacteriológicos. Es un proceso que abarca cuatro grandes
componentes: dolor, calor, rubor y tumor (Tétrada de Celso), pudiéndose llegar a la pérdida
de la función.

El Dolor Dental u Odontogénico es una experiencia individual de origen espontáneo o


inducido, muy subjetiva, que varía de un individuo a otro en cuanto a la intensidad y grado
de percepción y, se puede definir como una sensación de molestia e irritación provocado
por la estimulación de las fibras nerviosas especializadas. El dolor dental, a menudo, es el
resultado de una pulpa inflamada o degenerativa.

El dolor dental es fundamentalmente de tipo inflamatorio. De allí la importancia de conocer


los recursos farmacológicos que se han ido perfeccionando y que hay al alcance, como son
los analgésicos y antiinflamatorios no esteroides, cómo actúan, cuándo y cómo utilizarlos,
posibles reacciones adversas e interacciones medicamentosas de los mismos.

Analgésicos

Son sustancias que tienen la propiedad de suprimir el dolor actuando directamente sobre el
SNC, deprimiendo los centros correspondientes. Los analgésicos pueden ser: no
narcóticos o no opiáceos, narcóticos u opiáceos, no narcóticos con actividad
antiinflamatoria (AINEs) y las combinaciones.

Antiinflamatorios no esteoideos (AINEs)

Constituyen un grupo heterogéneo de compuestos, con frecuencia no relacionados


químicamente (aunque muchos de ellos son ácidos orgánicos), que a pesar de ello
comparten ciertas acciones terapéuticas y efectos colaterales. La mayoría de los
componentes de este grupo comparten las tres acciones que lo definen (analgésica,
antitérmica y antiinflamatoria), sin embargo, su eficacia relativa para cada una de ellas
puede ser diferente; un fármaco puede mostrar una actividad analgésica mayor que otro y
su toxicidad puede coincidir con la del grupo o ser específica.

Los AINEs son fármacos coadyuvantes muy útiles para el tratamiento de los dolores
dentales y las alteraciones derivadas de las intervenciones endodónticas.

Principales grupos químicos de AINEs

Todos los antiinflamatorios no esteroideos conocidos hasta ahora funcionan de la misma


manera. Bloquean a una sustancia que se llama CICLOOXIGENASA o COX. Se conocen
dos tipos diferentes de cicloxigenasa: COX-1 y COX-2. La COX-1 está repartida por todo
nuestro cuerpo y forma parte de muchas células. Su presencia es de máxima importancia
en varios territorios como el estómago y el riñón. La COX-1 del estómago fabrica una serie
de sustancias que lo protegen e impiden que aparezcan úlceras, hemorragias o
perforación. Esta COX-1 también es muy importante en los riñones ya que elabora
sustancias que hacen que el riñón reciba suficiente sangre y funcione normalmente. La
COX-2 en condiciones normales no actúa, pero cuando algún órgano sufre una lesión,
aparece y fabrica sustancias que provocan inflamación y dolor.

La gran mayoría de los antiinflamatorios conocidos bloquean a las dos COX con mayor o
menor intensidad. Al impedir que la COX-2 funcione, dejan de fabricarse las sustancias que
provocan el dolor y la inflamación. Pero también al impedir que la COX-1 trabaje dejan de
producirse los elementos que protegen al estómago de la aparición de úlceras, hemorragia
y perforación. Esto explica que todos los antiinflamatorios denominados no esteroideos
(AINEs) fabricados hasta ahora, tengan los tres efectos beneficiosos que los caracterizan y
además tengan efectos no deseados. Las personas que los toman están expuestas a sufrir
úlcera, hemorragia digestiva, perforación y problemas de riñón como insuficiencia renal y
retención de líquidos. Además de estas consecuencias perjudiciales, que son las más
frecuentes y dependen del bloqueo de la COX-1, los antiinflamatorios pueden producir
otros efectos secundarios que aunque no son tan frecuentes como estos, están explicados
en el prospecto que va dentro del envase del fármaco.

Aunque son muchas las personas que toman antiinflamatorios, sólo una pequeña parte
padece algún efecto no deseado grave. Los individuos con más riesgo son los que han
tenido úlcera o hemorragia, quienes toman medicamentos anticoagulantes o cortisona, o
los que tienen otras enfermedades graves. También tienen más riesgo las mujeres que los
hombres, los que fuman y beben, y las personas de más de 60 años.

Antibióticos: Las infecciones odontogénicas son las más prevalentes a nivel mundial y
constituyen el primer motivo de consulta en el consultorio dental, según los reportes de la
Organización 1 Mundial de la Salud (OMS, 2007). El principal agente etiológico de las
infecciones odontogénicas es la biopelícula, un ecosistema bacteriano, proliferativo,
enzimático, que evoluciona de manera autógena por medio de la interacción bacteriana de
contacto (Quorumsensing) que se realiza en su interior, la cual permite cambios
metabólicos, comunicación inter bacteriana e intercambio genético entre los
microorganismos de la biopelícula, confiriéndole a la infección odontogénica un complejo
perfil dinámico, mixto, polimicrobiano. Entre las infecciones odontogénicas de mayor
frecuencia se encuentran el absceso periapical (25%), pericoronitis (11%) y absceso
periodontal (7%); éstas, al igual que el resto de infecciones odontogénicas, constituyen
entidades patológicas cuya historia natural de la enfermedad puede seguir un curso de
cronicidad, exacerbación o diseminación y desarrollo de complicaciones, dependiendo de
los cambios en la situación inmune del huésped, como la producción de anticuerpos
específicos contra ciertos odontopatógenos o estados de inmunosupresión, y la expresión
de factores de virulencia bacterianos, como lipopolisacáridos, enzimas y metabolitos.

El manejo terapéutico de dichas infecciones odontogénicas comprende una o más de


las siguientes intervenciones: tratamiento odontológico, antimicrobiano (tópico, o
sistémico), quirúrgico o tratamiento combinado.

El desbridamiento mecánico del biofilm dental y la eliminación de los factores locales


irritantes son la base de las terapias periodontales, pero estas acciones tienen limitaciones,
como la incapacidad de acceder a las zonas profundas y/o a bolsas irregulares, de eliminar
patógenos de ciertos nichos y efectos secundarios no deseados como la recesión gingival,
la pérdida de esmalte y/o dentina, las sinestesias, etc.

Así, el uso de antibióticos se aplica para algunas formas de periodontitis y en ciertos


pacientes. En tratamientos preventivos, la profilaxis antibiótica se ha justificado en un
intento de prevenir las bacteremias y una posible endocarditis bacteriana. No obstante,
actualmente cada vez más investigadores abogan por realizar una revisión de los criterios
de profilaxis antibiótica, sobre todo si tenemos en cuenta que estadísticamente la
probabilidad de causar endocarditis infecciosa con una extracción, incluso en pacientes con
cardiopatías, es de 1 entre 3000. Además, estos autores recomiendan el uso de
antisépticos orales eficaces para evitar la sobreexposición del paciente a antibióticos que,
por otra parte, son cada día de eficacia más cuestionada.

Los antibióticos, ejercen una toxicidad selectiva sobre las bacterias interfiriendo en
estructuras de las que carecen las células de los animales homeotermos o aprovechando
las diferencias existentes entre los micro-organismos y los macroorganismos en la
biosíntesis proteica, la síntesis del ácido fólico o en la replicación del material genético. La
penicilina V ha dejado de ser el antibiótico de elección para dar paso a la aminopicilina, en
general en combinación con un inhibidor de la β-lactamasa, debido a que muchos de los
gérmenes patógenos implicados en las infecciones dentales se han vuelto resistentes a la
penicilina. En caso de alergia a la penicilina se puede administrar clindamicina o un
antibiótico macrólido como alternativa. Todo tratamiento antibiótico lleva asociado el riesgo
de alterar la flora intestinal o la flora vaginal. Casi todas las intervenciones odontológicas se
acompañan de una bacteriemia transitoria. Por este motivo se debe administrar una
profilaxis antiinfecciosa a todos los pacientes con inmunodepresión, ya sea patológica, ya
sea secundaria a una supresión farmacológica del sistema inmunitario.

Entre los antibióticos específicos para las infecciones dentales se destacan los 4
siguientes.

Amoxicilina para infección dental: Dos de los grandes beneficios de la amoxicilina son que
es capaz de matar una amplia variedad de bacterias y es un antibiótico que el cuerpo
absorbe bien. Se suele recetar por infecciones de muela, especialmente las del juicio, y
abscesos dentales. Está contraindicada en pacientes con alergias a la penicilina.

Eritromicina para infección dental: Cuando existe una infección dental o un absceso,
también puede recetarse eritromicina. Está contraindicada para los pacientes con
enfermedades hepáticas. Además, hay que recordar a las mujeres que toman
medicamentos anticonceptivos que el uso de antibióticos puede alterar su función.

Cefalosporinas para infección dental: Las cefalosporinas también son muy útiles para las
infecciones dentales, aunque se deberá ir con precaución cuando se tenga insuficiencia
renal o hepática o se esté embarazada.

Metronidazol para infección dental: El metronidazol se suele usar en infecciones por


hongos e infecciones orales. Los pacientes con enfermedades hepáticas o intestinales,
trastornos en las células sanguíneas y trastornos del sistema nervioso deberían considerar
otros antibióticos. Además, hay estudios que discuten sobre el uso combinado de
metronidazol y amoxicilina en el tratamiento sistémico de infecciones periodontales.

Antifúngicos: Son fármacos utilizados para las micosis, es decir, las infecciones
provocadas por hongos, que en odontología se restringe casi exclusivamente algénero
Candida.
Los antifúngicos se clasifican en función de su estructura química

Clasificación de los antiúngficos de uso en Odontología


Antifúngicos poliénicos Antifúngicos azólicos

Clotrimazol (uso tópico)


Anfotericina B Miconazol (uso tópico)
(vía parenteral y tópica) Ketoconazol (vía oral)
Nistatina (uso tópico Fluconazol (vía oral y
parenteral)

Antivíricos: Los antivíricos más utilizados en odontología son el aciclovir, famciclovir y


análogos, que se presentan con distintas formas farmacéuticas. Pueden administrarse por
vía oral, inyectables, crema dérmica, pomada oftálmica y suspensión para uso en pediatría.
Se usan preferentemente frente al virus herpes simple y virus varicella-zoster.

Ansiolíticos: Estos son fármacos que se utilizan para el tratamiento de la ansiedad.


Existen ciertos pacientes
que, ante la proximidad de una cita, generan una gran ansiedad, que es preciso controlar
para que el paciente esté más relajado y cooperador durante la terapéutica. Para ello se les
suele prescribir estos fármacos, para que los tomen antes de acudir al consultorio.
Los ansiolíticos más utilizados son aquellos que producen ansiolisis, sedación e hipnosis,
como las benzodiacepinas, que actúan a nivel del SNC, y presentan un amplio margen
terapéutico, de los cuales se hace referencia en el apartado de sedación de la anestesia
general.
Entre las benzodiacepinas podemos destacar: diazepam (Valium®), clorazepato
(Tranxilium ®), bromazepam (Lexatín®), flunitrazepam (Rohipnol®).
Existen otros fármacos ansiolíticos cuyo uso quedarestringido en el caso de que las
benzodiacepinas no sean eficaces o estén contraindicadas, como son los barbitúricos y el
meprobamato.

Antihemorrágicos o hemostáticos: El uso de vasoconstrictores en la solución anestésica


evita en cierto modo las hemorragias, pero en determinados pacientes en los que está
contraindicada su aplicación, o en aquellos que sufran alguna alteración en la coagulación
sanguínea, puede ser necesario en ciertos procedimientos, el uso de hemostáticos tópicos
que favorezcan la coagulación a nivel local.
En odontología se emplean esponjas de gelatina absorbible o celulosa oxidada que
contribuyen a la formación del coágulo, así como preparados a base de fibrinógeno y
trombina. Otra alternativa es realizar una sutura de la zona y compresión de esta.
En pacientes tratados con Simtrom® (anticoagulante) es necesario que el médico de
cabecera realice una adecuación de la dosis para el día del tratamiento dental o sustitución
por heparina, de uso terapéutico más rápido.

Antieméticos: Fármacos que inhiben el reflejo nauseoso, evitando los vómitos. Existen
pacientes que ciertos tratamientos odontológicos les producen náuseas, e incluso después
de comidas copiosas puede llegar a producirse el vómito. Cuando estos aparecen, hay que
quitar todo rápidamente de la boca del paciente e inclinar la cabeza, si no se controlan
habrá que administrar un antiemético, como: metoclopramida (Primperan®) y tierelperazina
(Torecan®).
Control de la ansiedad ante el dentista: La ansiedad es un mecanismo de defensa, un
estado emocional que contribuye a mantenernos activos, en situación de alerta. Pero
cuando esta es excesiva, se convierte en un trastorno, esto es, en patología. Se trata de
una activación general que produce desde alteraciones en el comportamiento a
alteraciones fisiológicas (modificación del ritmo respiratorio, frecuencia e intensidad del
latido cardíaco, tensión muscular, alteración del flujo salival y activación del SN simpático
en general).
Son muchos los pacientes que sufren ansiedad relacionada con el ambiente dental y
tratamientos específicos. La consecuencia más evidente a esta ansiedad es evitar las
visitas dentales, repercutiendo en el estado de su salud oral y, en caso de
asistir, disminución o nula cooperación en el tratamiento.
Los factores que contribuyen al desarrollo de la ansiedad dental están relacionados en
primer término con experiencias dentales traumáticas previas. Perotambién son factores
influyentes las características de la personalidad (el rasgo de ansiedad), el temor al dolor,
los relatos de familiares y amigos ansiosos y la aprensión a la sangre y heridas.
En pacientes ansiosos ante un tratamiento dental podemos tener en cuenta la denominada
Regla de las 4S:
• Sensación de la vista (agujas, fresas…).
• Sentido del oído (sonidos como excavaciones).
• Sensaciones motoras (vibraciones).
• Sentido del olfato (olores clínicos como el eugenol y otros).
Esta ansiedad o temor no es reconocida por todos los individuos, constituyendo un reto
para los profesionales detectar a este tipo de pacientes, para poder establecer un conjunto
de medidas que permita disminuir la ansiedad.

Técnicas de ayuda para el control de la ansiedad:


• Técnicas conductistas.
• Farmacología.
• Hipnosis.
• Anestesia general (óxido nitroso y O2 inhalado) en pacientes severamente ansiosos y no
cooperantes.
Las medidas a llevar a cabo para disminuir y controlar ansiedad son:
• Dar margen entre las citas, para no hacer esperar al paciente. Un aumento del tiempo en
la
sala de espera incrementa su ansiedad.
• Apoyar verbalmente al paciente, proporcionándole tranquilidad y seguridad desde que
estamos con él hasta que se marcha.
• Dar suficiente tiempo a la cita para informar de todos los procedimientos que se van a
realizar, pidiendo su colaboración. Explicar los procedimientos antes de comenzar y
durante su desarrollo, advirtiéndole de la posible aparición de molestias.
•Minimizar los factores recogidos en la regla delas 4S (no exponer a la visión directa del
paciente instrumentales que puedan aumentar la ansiedad como jeringas, agujas y fresas,
utilizar instrumentos que disminuyan las vibraciones,mitigar los “olores a clínica dental”).
•Informar al paciente que “avise” bien mediante señales, durante el acto operatorio, cuando
necesite que sea interrumpido, para dar control al paciente sobre los procedimientos.
•Llevar a la práctica técnicas de relajación.
•Usar métodos de distracción, como música, proyecciones de vídeo o de realidad virtual
(estos últimos no producen resultados tan positivos en niños).
•Utilizar anestesia tópica, si no hay contraindicación y un nivel de anestesia eficiente.
•Puede estar indicado prescindir de la anestesia loco-regional y utilizar aparatos de láser
de erbio (Er:YAG y Er, Cr:YSGG) que permiten, en ocasiones, además realizar ciertos
procedimientos sin utilizar el instrumental rotatorio.
•Dar sedación con fármacos. En estos casos deben ser administrados antes de ir al
consultorio o en la sala de espera. El odontólogo puede prescribirlos para que el paciente
los ingiera antes de cada una de las citas.

Técnicas de relajación:
Dan a los pacientes la sensación de control sobre su propio estado psicológico, detectando
su nivel de ansiedad y control sobre este.
Entre las técnicas conductistas destacamos:
•Método de relajación progresiva de Jacobson y las modificaciones realizadas por Wolpe:
Objetivo: que el paciente experimente una sensación de relajación profunda, al suprimir
todas las tensiones musculares, mediante ciclos de tensión y relajación sistemática de
varios grupos de músculos. Al tensar los músculos antes de relajar, sirve para discriminar
cuando se encuentren tensas las partes del cuerpo que es preciso relajar. Incluye una serie
de ejercicios que el paciente puede realizar antes de acudir al consultorio para prevenir el
estado de ansiedad.“No es posible estar relajado y ansioso al mismo tiempo”.
•Técnicas de sugestión de determinadas sensaciones a través de elementos visuales,
auditivos,olfativos, táctiles.
•Ejercicios respiratorios.La respiración se adecúa a las necesidades de nuestro organismo
estando directamente relacionada con la activación. Así, cuando se produce
hiperventilación, se pueden producir severos ataques de pánico. La respiración
diafragmática favorece la relajación, por lo que el entrenamiento en ciertas pautas
respiratorias puede ser un adecuado procedimiento para el control de la ansiedad. Se
puede trabajar la respiración rítmica, el paciente realiza la inspiración usando la respiración
diafragmática profunda, y tras mantenerla durante 5 segundos, espira durante 5 segundos.
Unidad 6

Anestesia y analgesia
• Introducción
• ANESTESIA
• ANESTÉSICOS GENERALES EN ODONTOLOGÍA
• ANESTÉSICOS LOCALES
• TÉCNICAS ANESTÉSICAS LOCALES EN ODONTOLOGÍA
• INSTRUMENTAL DE ANTESTESIA
• TIPOS DE MEDICAMENTOS ANALGÉSICOS
• SEDOANALGESIA CON PROTÓXIDO DE NITRÓGENO

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