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Ensayo Sobre El Libro El Hombre en Busca
Ensayo Sobre El Libro El Hombre en Busca
Antes de empezar a narrar de lo que trata este libro quisiera decir como fue mi
encuentro con el. Todo empezó en el colegio de bachilleres plantel 17 muy cerca
de mi casa, la escuela estaba a 15 minutos de ella y no había problema si me
quedaba dormido, era muy sencillo llegar, como todas las semanas, los jueves y
viernes de 7:00 a 9 am tenia clase de filosofía, en lo personal nunca me ha
gustado esa materia pero extrañamente retengo mucha información sobre los
temas que se hablan ahí , casi al termino de sexto semestre el profesor dejo un
examen final el cual consistía en leer un libro , el los escogió y teníamos que hacer
un examen oral sobre el . A mi me toco “El hombre en busca del Sentido” al
principio no tenia idea de lo que iba a leer pero al termino supe que todo lo que
vivió Viktor Frankl era digno de ser escrito en un libro.
Internamiento en el campo
El psicólogo Viktor Frankl tenia prometida una carrera de éxito destacaba por
posicionarse en los círculos médicos mas importantes y recién había sido
nombrado director de la sección de Neurología del Hospital de Rothschild (1940)
en donde se atendía únicamente a pacientes judíos lo cual significaba una
temeraria audacia ya que empezaba la persecución nazi.
Viktor Frankl consiguió un visado para emigrar a Estados Unidos y además eludir
la persecución nazi lo cual le brindaba la oportunidad de desarrollar y defender sus
teorías psiquiátricas. (Frankl, 2004) “Pero sus padres no lograron proveerse de
una documentación que presentara alguna garantía para no correr el riesgo
inminente de ser encarcelados o deportados. Además, ancianos ya, y sin la ayuda
de ningún hijo se quedarían ciertamente desvalidos…”(p.11).
Viktor Frankl salio a caminar a buscar la respuesta de lo que tenia que hacer ,
tomo una decisión la cual era permanecer junto a sus padres unas semanas
después su familia se disperso. En Auschwitz se separo de su mujer llamada Tilly,
de la que nada se supo durante su encierro. De su madre se despidió en el campo
de Theresienstadt al aceptar una infinidad de separación en donde le pidió un
adiós a manera de bendición
(Frankl, 2004) “Nunca olvidaré cómo ella, con un grito que le brotaba de lo
mas profundo de su ser, y que solo puede calificar de fervoroso, dijo <<Sí,
sí, yo te bendigo>>, y luego me dio la bendición” (p.12).
“De ese modo se desvanecían, unas tras otra las vanas ilusiones que
algunos todavía concebían. De repente, y de improviso, muchos de
nosotros nos sentimos embargados por un humor macabro. Ese humor lo
provocó la segura conciencia de haberlo perdido todo, de no poseer nada
salvo nuestra existencia desnuda” (p.42).
La vida en el campo
“Jamás olvidare aquella noche en que me desperté con los fuertes gemidos
de un compañero amigo que se agitaba en sueños bajo el efecto de alguna
horrible pesadilla. Yo siempre me he sentido especialmente conmovido ante
las personas que sufren delirios o pesadillas angustiosas. Decidí despertar
al pobre hombre, pero en el último instante me detuve, retire rápidamente
mi mano asustado por lo que iba a hacer. Comprendí con rapidez, de forma
descarnada, que ningún sueño, por muy horrible que fuese, podría ser peor
que nuestra actual realidad, una realidad a la que estuve a punto de
cometer la crueldad de devolverlo” (p.57).
Todos los prisioneros sufrían un estado de inferioridad ya que pensaban que días
atrás habían sido o creyeron ser alguien. En esos días se les trataba como si
fueran nadie, sin existencia alguna. Existían prisioneros de mayor rango llamados
kapos en su caso eran cocineros, intendentes y policías ellos tenían otra
perspectiva de la vida se sentían ascendidos algunos tenían delirios de grandeza,
los otros prisioneros presentaban reacciones psicológicas como envidia, y rencor
a veces entre ellos mismos decían chascarrillos sobre los kapos.
“Por ejemplo, una vez escuche una conversación entre dos prisioneros
referente a un kapo, uno decía al otro << ¿Querrás creerlo? Conocí a ese
hombre cuando solo era el presidente de un banco. Ahora el cargo de kapo
se le ha subido a la cabeza>>” (p.88).
Narra que cuando era ayudante de cocina y existía un conflicto entre los
prisioneros los desenlaces eran explosivos tanto que como prisionero era testigo
de escenas de brutalidad a cargo de los kapos el mismo se encontraba en
momentos donde abandono el hambre y el cansancio para cerrar un buen puño
de rabia. También laboro como ayudante medico en el pabellón del tifus (El tifus
es un conjunto de enfermedades infecciosas producidas por varias especies de
bacteria del género Rickettsia, transmitidas por la picadura de diferentes
artrópodos como piojos, pulgas, ácaros y garrapatas que portan diferentes aves y
mamíferos) eso ocurrió por la enfermedad de el jefe del bloque. El se ocupa de la
limpieza que si la categoría de limpieza es posible en ese lugar no existía pero la
tenia que hacer, cuenta que la condición de los enfermos no les importaba solo
bastaba con que Viktor Frankl se presentara con la cabeza rapada y descubierta e
informando que en el Barracon existían cincuenta y dos pacientes, dos enfermos
ayudantes y un medico, eso era lo necesario para que los supervisores dieran
media vuelta y se fueran.
Los prisioneros tenían una preocupación la cual estaba reflejada en una pregunta
¿Sobreviviremos al campo de concentración? pero a Viktor Frankl le angustiaba
otra pregunta muy diferente ¿Tienen algún sentido estos sufrimientos, estas
muertes? si no lo hubiera no tendría sobrevivir al internamiento. Si esta depende
del azar entonces vivir en un campo de concentración no merecía la pena ser
vivida. Menciona que los prisioneros que sabían manejar el sufrimiento incluso en
las circunstancias mas adversas les permitía conservar su valor, dignidad y
generosidad pero a los que se zambullían en la amarga lucha de la supervivencia
son los que se olvidaban de la dignidad y tenían un comportamiento mas allá de
un animal Viktor Frankl describía esta situación como la psicología de un
internado en Auschwitz.
“la historia nos brindo la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que
ninguna otra generación. ¿Quién es, en realidad, el hombre? Es el ser que
siempre decide lo que es. Es el ser que invento las cámaras de gas, pero
también es el ser que entro en ellas con paso firme y musitando una
oración” (p.110).
Después de la liberación
narra las experiencias después de un gran suceso en sus vidas, la olvidada vida
reflejada en la falta de aprecio a la naturaleza y su violencia hacia ella por el solo
hecho de vivir en lugar de un ser querido , la insensibilidad ante el ambiente y a su
liberación, la falta de felicidad al encontrarse afuera y el hambre que por tanto
tiempo por fin fue satisfecha, existía la desilusión al retornar a una vida anterior a
una casa a la cual al tocar el timbre nadie habría porque la persona fue asesinada
en la cámara de gas y sobre todo la incredulidad de como soportaron una
pesadilla mortal. (Frankl, 2004) “Pues después de soportar aquellos increíbles
sufrimientos, uno ya no tenia nada que temer, salvo a su Dios” (p.116).
Reflexión
Como persona me deja una gran enseñanza me hace pensar en la gente que se
da por vencida de manera muy rápida, pienso que si todos en un instante de
nuestra vida nos plantearemos esta pregunta ¿Cuál es mi meta? la respuesta nos
daría paz pero sobre todo una razón para no darnos por vencidos en nuestra vida
personal tal es el ejemplo de Viktor Frankl que su única meta era vivir no
importando el ambiente sino cumplir lo que se había propuesto y
consecutivamente dejándonos a nosotros una enseñanza el no darnos por
vencidos aunque el ambiente así lo demande.