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UNIVERSIDAD PRIVADA FRANZ TAMAYO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

ACTIVIDAD RESUMEN LIBRO DEL SENTIDO DE LA VIDA DE VIKTOR


FRANKL

NOMBRE DE LOS INTEGRANTES:

● Adrian Marcelo Velasquez Lopez

DOCENTE : Estefânia Justina Carrion

ASIGNATURA: Psicología del aprendizaje

SEMESTRE: 3er semestre

AÑO: 2023

Análisis sobre:

“El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl


“El hombre en busca de sentido” no se reduce a la narración de un episodio
autobiográfico, se trata de un análisis psicológico del ser humano al enfrentar
situaciones por demás adversas, que en el relato son enfrentadas por los judíos en
los campos de concentración nazis durante la segunda guerra mundial.

En septiembre de 1942 él y su familia fueron enviados a los campos de


concentración, en donde murieron su esposa, padres y su hermano. Frankl fue
destinado al campo de concentración de Theresienstadt, en donde ofreció sus
servicios como médico y psiquiatra, trabajando en terapia individual y de grupo, en
colaboración con otros de sus colegas deportados. Estuvo prisionero en campos de
concentración alemanes, en Auschwitz y en Dachau, de 1942 a 1945. En ellos
perdió todo lo que se le puede quitar a un prisionero, «salvo la última de las
libertades humanas: el derecho a decidir la actitud que uno quiere asumir ante
cualquier circunstancia, a obrar según nuestra forma de ver las cosas».Durante los
primeros meses después de su liberación se dedicó a organizar su vida, buscó
información sobre el paradero de su esposa y demás familiares, quienes habían
sido enviados a otros campos de concentración. En febrero de 1946 fue nombrado
jefe del Departamento de neuro-psiquiatría de la Policlínica de Viena. Para
noviembre de 1945 había rehecho su manuscrito que le fue arrebatado por los
nazis. Este libro es el que conocemos en español con el título de "Psicoanálisis y
Existencialismo". Antes de navidad de 1945 dictó a tres secretarias, durante nueve
días, el testimonio de sus experiencias en los campos de concentración, que sería el
libro "Un psicólogo en el campo de concentración", actualmente se le conoce como
"El hombre en busca de sentido". La temática gira en torno a la tesis de que incluso
en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre
debe y puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual. A lo
largo de todo el relato, no se puede evitar tener presente la cita de Nietzsche que
dice “Quien tiene un por qué para vivir, encontrará casi siempre el cómo”.

Frankl divide este análisis en tres fases; internamiento en el campo, la vida en el


campo y después de la liberación. Cada una de estas fases se caracteriza por
sentimientos y sensaciones que tenían los prisioneros en común. Al final del libro,
presenta la logoterapia, la cual es una teoría que se centra en el sentido de la
existencia humana y en la búsqueda de ese sentido por parte del hombre.
Internamiento en el campo

En esta fase los prisioneros pasaban por un estado de shock, y posterior negación.
Después, entraban en un estado de horro que los hacía abandonar sin resistencia
alguna toda su historia de vida, y a la vez de todas sus pertenencias, quedándose
solamente con una existencia desnuda, que al parecer era lo único que tenían. La
existencia desnuda es la experiencia del sentimiento profundo del ser, del ser
despojado de tiempo, de espacio, de todo lo que le rodeaba en el pasado. Es el
hecho de tenerse a sí mismo, al verdadero yo, al que se le ha despojado de todo,
menos aquello que ha vivido. Porque, como señala casi al final del libro, haber sido
es también una forma de ser, quizás la forma más segura de ser. La existencia
desnuda es, de otra forma, un “Siddhartha” forzado, torturado y oprimido, un
individuo que conserva los tres tesoros de los que no nos pueden despojar nunca:
su presente, su pasado y su profundo ser, donde reside su capacidad de elección y
libertad interior. Los prisioneros ”desnudos” se muestran tal y como son, con todo lo
que esto acarrea; cierto instinto de supervivencia y efímera felicidad provocada por
pequeños y básicos placeres a la vez que un compañerismo capaz de poder con el
hambre de dos días y una profunda religiosidad. Las horrendas circunstancias de
trabajo forzado con un solo pedazo de pan y una ración pequeña de sopa diaria los
hacían perder el miedo a la muerte. Todo lo que antiguamente les parecía malo y
fuera de normas aquí estaba permitido. El asesinato, la tortura, el maltrato y el
castigointencionados. Frankl afirmó que: “ante una situación anormal, la reacción
anormal constituye una conducta normal.” En la primera fase del internamiento,
cuenta Frankl, que compañeros suyos optaban por el suicidio tirándose a las
alambradas. No temían a la muerte, si no se mataban ellos, los matarían los
oficiales nazis. La vida no tenía sentido. Para ellos la única razón para vivir era
salvarse, y sus probabilidades de vida eran tan escasas que sobrevivían sólo los
que tenían la esperanza de cumplir sus sueños.

La vida en el campo
En esta etapa los sentimientos y sensaciones comienzan a evolucionar aparece la
mutilación del sentir que se va convirtiendo en un aprehender a vivir. La apatía
invade los pensamientos de los prisioneros, el bajo interés en el entorno y en el otro
se hacenvigentes. El sentimiento de humillación e indignación provocadas por la
injusticia, le robaba los pocos deseos de supervivencia. Todos los esfuerzos se
concentraban en una única tarea; conservar sus vidas y las vidas de los camaradas
amigos. Cuando los prisioneros sentían inquietudes religiosas, éstas brotaban de lo
más íntimo y sincero que cabe imaginar. Pero a la vez trataban de sonreír con un
extraño sentido del humor. El humor existía como paliativo del dolor, los ayudaba a
hacer un poco más alegre una situación la cual no era agradable. Frankl llama a
esta sensación el arte de vivir, el reírse de todo lo posible y así intentar distanciar el
horror y sobreponerse a él. El humor es una especie de arma humana encontra del
sufrimiento. Como menciona Baruch Spinoza “El sentimiento que se convierte en
sufrimiento, deja de serlo cuando nos formamos una idea clara y precisa del
mismo”.

Frankl decía que aquel que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier
cómo. Decía también que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida,
sino que la vida espere algo de nosotros. Todo lo que no acaba con nosotros nos
hace mucho más fuerte. El tener una esperanza aunque fuera mínima los ayudaba a
sobrevivir, por ejemplo el amor por un ser querido y el deseo de estar en una
situación mejor. El amor a la vida, a la esperanza de algo mejor, a la libertad, a la
felicidad, al hombre, a Dios, es la meta última y más alta a la que puede aspirar el
hombre. Es, por lo tanto, y en última instancia, donde reside su sentido de la vida.
Esta es la visión que da Frankl en el libro. Él se aferra a la imagen de su amada
mujer y esto lo empuja a continuar la lucha de supervivencia en el campo. El volver
a verla es la meta que él otorga a su existencia. A pesar de no saber si ella seguía
con vida, él teníaesperanzas y deseos de librar los obstáculos, ya que su meta es el
amor, un amor capaz de trascender todo el sufrimiento.

Después de la liberación

En esta fase, los prisioneros son liberados pero no sienten la libertad, tienen el
temor de estar soñando y una inseguridad constante acechaba sus mentes.
Después llega otra sensación, una desilusión de la confrontación de la realidad
frente a los sueños mantenidos durante el cautiverio en los campos. Muchas
personas murieron en los campos, por ende muchas familias quedaron separadas.
Frankl expone un ejemplo de esto:

Se presenta un ex-prisionero que analiza la vuelta a casa, a una casa que muchas
veces estaba ya vacía; la vuelta a una vida que, como la casa, carecía ya de todo lo
que el hombre creía recordar que la llenaba; una vuelta difícil en la que valores
como el perdón, el sentido de la vida y el rechazo absoluto al mal ayudan al
individuo a luchar contra la instintiva venganza, a la vez que lograr la fortaleza
interior suficiente para vivir: “habíamos perdido la capacidad de alegrarnos y
lentamente teníamos que volver a aprenderla”; ”después de soportar aquellos
increíbles sufrimientos, uno ya no tenía nada que temer, salvo a su Dios.

La Logoterapia

La visión del ser humano que distingue el Análisis Existencial frankliano incluye
conceptos fenomenológico-antropológicos como la libertad, la responsabilidad, la
capacidad de auto-distanciamiento y auto-trascendencia, el valor único del ser
persona, la incondicionalidad del sentido de la vida, la multidimensionalidad del ser y
la consciencia como órgano del sentido.

La Logoterapia como la aplicación clínica del Análisis Existencial se puede describir


como una forma de psicoterapia cuya motivación final es aplicable a la existencia
concreta de la persona, en su contexto global, orientada a la solución, para beneficio
de la persona y de la comunidad y por lo tanto centrada en el sentido. Por esta
visión y sus conceptos, la Logoterapia es considerada una forma de psicoterapia
“existencial-humanista”. Es una teoría que se centra en el sentido de la existencia
humana y en la búsqueda de ese sentido por parte del hombre; de acuerdo a ésta,
la primera fuerza motivadora del hombre es la lucha por encontrarle esa razón de
ser a su propia vida.

Es también conocida a nivel mundial como la Tercera Escuela de Psicoterapia


Vienesa después del Psicoanálisis y la Psicología Individual. Su concepto de la
“voluntad de sentido” como motivación central de la persona resalta las áreas sanas
de la personalidad capaces de sanar, disminuir o apartar los síntomas patológicos
para crear una nueva organización de la experiencia y conductas individuales
orientadas hacia el sentido. Con ello hace frente a la escuela freudiana con su
“voluntad de placer” y el psicoanálisis, así como a la “voluntad del poder” de la
psicología individual adleriana, en palabras de Frankl “la logoterapia no supone ni
una crítica ni un complemento a éstas, sino solamente una alternativa”.

Frankl en este pequeño apéndice sobre la logoterapia, critica al psicoanálisis por su


pan determinismo, por creer que el paciente no es nada más que una máquina
cerebral dañada. El autor de la logoterapia defiende, en contraste, que el hombre,
aunque pierda su capacidad para resultar útil, siempre conserva la dignidad de ser
humano. Así crea la psiquiatría re humanizada, aquella que, detrás de la
enfermedad, ve al ser humano que la padece.

Según Frankl, y a diferencia de Sartre, nosotros no inventamos nuestro sentido, nos


limitamos a descubrirlo. Cuando el individuo malogra esa voluntad de sentido,
hablamos, en logoterapia, de frustración existencial, que puede llevar a una neurosis
noógena, aquella que no nace de los conflictos entre impulsos e instintos, sino más
bien de los conflictos morales, espirituales o existenciales. También es cierto que no
todos los conflictos conforman un perfil de neurosis, ya que, según afirma Frankl,
cierta dosis de tensión (entre lo que somos y lo que deseamos ser, entre lo logrado
y lo que queda por conseguir) es necesaria en el espíritu del hombre para despertar
el estado de latencia de su voluntad de sentido, ese in equilibrio espiritual que él
denomina noodinámica.

Cuando se carece totalmente de sentido para vivir hablamos de vacío existencial. El


individuo, al no tener razones propias para su vida, se aferra al conformismo (hago
lo que los otros hacen) o el totalitarismo (hago lo que los otros quieren que haga).

En la logoterapia como técnica, Frankl se centra en el aspecto del placer, del que
dice que es un efecto y no un fin. Y con esto deriva a lo que él llama “intención
paradójica”. Para explicarlo parte del problema humano: el miedo provoca lo que
uno teme y la intención excesiva (híper intención) paraliza la consecución de aquello
que se desea con todas las fuerzas. Ante este conflicto plantea una solución, que
empieza por reírse de uno mismo, de las fobias o de las fijaciones de cada uno,
engañando a su propia psique para lograr el efecto que quiere lograr (y que ha
fingido ante sí mismo detestarlo)
Sus técnicas más destacadas y conocidas son: la intención paradójica, la
derreflexión, el autodistanciamiento, la modificación de actitudes y el diálogo
socrático. En la intención paradójica, el terapeuta induce al paciente a intentar
voluntariamente aquello que trata de evadir de manera ansiosa; el resultado suele
ser la desaparición del síntoma. En la derreflexión, se anima al consultante a
olvidarse de su padecimiento para superar la tendencia a la preocupación y a la
hiperreflexión. En el autodistanciamiento, el "compañero existencial" -como se le
llama al cliente o paciente- aprende a verse a sí mismo más allá de su
padecimiento, con la posibilidad de separar a su neurosis para así apelar a la propia
voluntad de sentido para -mediante la fuerza de oposición del logos- dirigirse a él.
En la modificación de actitudes se hace énfasis en comportamientos claves a
practicar mediante una cierta disciplina para más tarde dejar de atender a las
actitudes dañinas y poder ver a las nuevas, como motivadores del cambio. Y en el
diálogo socrático, se usa el estilo de la mayéutica para guiar a la persona hacia el
autoconocimiento y la precisión de su responsabilidad en sus acciones.

La logoterapia se vale en alta medida del Psicodrama, una dramatización realizada


por el paciente, pensado que su vida se acaba en ese preciso momento. De esta
dramatización surgen planteos usualmente conocidos como "lo que cambiaría si
tuviera una segunda oportunidad". Esos cambios serán puestos en práctica por el
paciente para lograr alcanzar su propio "logos" o sentido de su vida.

El Trabajo como posibilidad de sentido

Frankl, si bien fue un notable filósofo, ante todo fue una persona eminentemente
práctica. Quizás por esto considere a los valores creativos (vinculados al hacer, al
trabajo) como los primordiales para encontrar el sentido de la vida. El hombre, al ser
responsable (capacitado para responder) encuentra su realización concreta en el
trabajo. El trabajo representa el espacio en el que la persona: única, irrepetible y
finita, encuentra su vinculación con la comunidad. Allí la existencia singular cobra
sentido y valor. Más allá del trabajo específico importa la obra. "No, es por tanto,
una profesión determinada la que da a el hombre la posibilidad de realizarse. En
este sentido, podemos decir que ninguna profesión hace al hombre feliz".

Ciertamente nos encontramos con personas que explican sus frustraciones y


padecimientos en la imposibilidad del ejercicio o estudio de una profesión. Sin
embargo, para Frankl, esto es una forma de tergiversar el valor de la obra. No es la
profesión la que hace al hombre insatisfecho sino la manera de ejercerla. Desde la
originalidad y creatividad de cada existencia, cualquier trabajo (aún el más mecánico
y monótono) recibe ese algo personal y específico de cada uno. La profesión o aún
la tarea a realizar son el simple marco de posibilidades de realizar una obra
personal. La tarea se ve trascendida por ese "toque" humano. "Llegamos a la
conclusión de que lo que hace de la vida algo insustituible e irremplazable, algo
único, algo que sólo se vive una vez, depende del hombre mismo, depende de quien
lo haga y de cómo lo haga, no de lo que se haga".

Muchas veces, el vínculo natural que existe entre el hombre y su trabajo, en cuyo
ámbito encuentra la posibilidad de realizar su existencia singular mediante valores
creativos, se encuentra desvirtuado. Condiciones de trabajo indigno de la condición
humana hacen que el hombre deba llevar esta realización al campo del trabajo libre,
voluntario, recreativo. Y más aún: desempleado es diferente a desocupado. El
hombre siempre encuentra un espacio para realizar una tarea.

Frankl plantea que se comprende el valor existencial del trabajo cuando se pierde.
Allí surge la "neurosis de la desocupación", caracterizada por un estado de peligrosa
apatía. Al decir de Frankl: "Estos hombres van sintiéndose cada vez más incapaces
de estrechar la mano que se alarga hacia ellos brindándoles ayuda para salir
delpozo en que están metidos". La vaciedad del tiempo, de la acción laboral, se
transforma en vacío interior, de sentido. También aquí se cae en la trampa de
justificar fracasos y errores ya que todo remite a esta situación: •"si tuviera
trabajo...". Son personas que nada se exigen a sí mismas y que no toleran las
exigencias de los demás. El estar desempleados los exonera de tener una vida
responsable, de dar cuenta de sus actos, de asumir una actitud activa. En cambio,
existe otro "tipo" de desocupado. Son aquellos que "...saben emplear racionalmente
el tiempo excesivo que disponen y dan, con ello, una plenitud de contenido a su
conciencia, a su tiempo y a su vida. Han comprendido que el sentido de la vida del
hombre no se reduce en modo alguno, al trabajo profesional, que puede quedarse
sin trabajo sin que por eso se vea obligado a reconocer que su existencia carece de
todo sentido". Es aquél capaz de mantenerse libre, sin caer ni en la apatía ni en la
depresión. Gente que encuentra actividades fuera de las típicamente profesionales:
trabajan como voluntarios en centros de ayuda comunitaria, merenderos, acuden a
charlas, leen, se dedican a tareas hogareñas, están más con sus hijos, cuidan a las
plantas, etc. Son los que en un plazo determinado vuelven a conseguir un trabajo.

El logoterapeuta checo Stanislav Kratochvil describe dos orientaciones extremas de


los valores: unas es piramidal y la otra horizontal. En la estructura piramidal, un
valor está en la cima y es dominante, mientras que otros son menos importantes. El
hombre que vive sólo para su trabajo es un claro ejemplo. ¿Qué pasará cuando se
jubile?, o en el peor de los casos pierda el trabajo?

Estas personas que viven alrededor de un núcleo central corren el riesgo de


perderlo y colapsar su existencia. El individuo con una orientación horizontal de
valores tiene varias áreas significativas que coexisten. Si se desmorona una,
encuentra otras laterales en las cuales apoyarse y no cae en una situación de vacío
existencial. Si un valor se pierde, muchos permanecen. "Los valores horizontales
son un seguro contra una vida vacía". Es tarea de prevención terapéutica ampliar el
círculo de intereses y reorientarlos horizontalmente Es esta reorientación la que
permite percibir posibilidades más amplias de sentido.

Coaching Ontológico

Es una disciplina que aporta una manera diferente de interpretar a los seres
humanos, su modo de relacionarse, de actuar y de alcanzar los objetivos que se
proponen para sí mismos, para sus empresas y para la sociedad. Uno de los
postulados que lo caracterizan es que el lenguaje no sólo describe la realidad, sino
que por medio de él se genera la realidad. El Coaching Ontológico es una dinámica
de transformación mediante la cual las personas y organizaciones revisan,
desarrollan y optimizan sus formas de estar siendo en el mundo. Se presenta como
una conversación que crea una nueva cultura y no como una técnica dentro de la
cultura subyacente.

En un proceso de Coaching Ontológico el crecimiento ocurre en el dominio del ser, a


través de un aprendizaje transformacional que cuestiona con respeto los modos
tradicionales de percibir e interpretar, donde las personas y los equipos interrumpen
sus patrones de conducta y comportamiento habituales, para comenzar a operar
con mayor creatividad, protagonismo y proactividad; generando competencias
emocionales, del hacer, del pensar y de la comunicación.
Es un proceso fundamentalmente liberador del sufrimiento y de las creencias
condicionantes que limitan al ser humano. Lo conecta con sus recursos y con su
capacidad de intervenir, logrando mayor bienestar y efectividad en el logro de los
resultados que le importan.Desarrolla la actitud y la aptitud para generar nuevas
ideas, para crear nuevas posibilidades, para descubrir nuevos significados, para
inventar nuevos caminos, para encontrar nuevas conexiones, ya sea en el nivel
individual o en el social.

Logoterapia Organizacional

En la empresa actual, se está empezando a hablar de un resurgimiento del nivel de


la espiritualidad, es decir, se comienza a recordar lo obvio, que las personas, para
poder desarrollar un buen nivel de trabajo en su quehacer diario, necesitan
encontrar un espacio para su desarrollo espiritual. Al respecto se han desarrollado
gran cantidad de investigaciones en los últimos años (Reeve, Duchon y Plowman5,
Markow y Klenke, Bradley y King, Milliman, Czaplewski, y Ferguson), las cuales han
llevado a relacionar la espiritualidad con variables de diferentes tipos tales como el
liderazgo, el trabajo en equipo y el rendimiento, entre otras. Krishnakumar y Neck
(2002) dividen las visiones acerca de la espiritualidad en las organizaciones en tres
tipos: las visiones del origen intrínseco, las basadas en la religión y las
existencialistas. Las visiones del origen intrínseco, hacen referencia a que la
espiritualidad viene de la “profundidad” del ser humano, de su “conciencia interior” y
su característica principal es que consideran que la espiritualidad va más allá de las
fronteras de la religión organizada. Las visiones fundamentadas en la religión, son
aquellas basadas en una religión particular, definiendo religión como “creencias,
acciones e instituciones que asume la creencia en entidades sobrenaturales, con
poderes personales o de acción o procesos dotados de propósito moral”. Estas
visiones se enmarcan por tanto en los rituales, pautas de comportamiento y
creencias acerca del trabajo de cada religión. Por último las visiones fundamentadas
en el existencialismo, están conectadas a temas tales como el hallazgo de sentido y
significado en lo que hacemos. Estas visiones responden a preguntas tales como
“¿Por qué hago este trabajo?, ¿Cuál es el significado del trabajo que hago?, ¿A
dónde me lleva esto?, ¿Hay una razón para mi existencia y la de la organización?
Partiendo de este tipo de visiones se podría pensar ¿Cómo establecer una posición
frente a la organización y desarrollar una herramienta tal que permita desde un
punto de vista práctico desarrollar estrategias para introducir lo existencial en la
empresa? La respuesta a esta pregunta está en la generación de una aplicación de
la logoterapia al ámbito de la organización, es decir una “Logoterapia
Organizacional”.

Frankl dice que “…mientras los valores creadores o su realización ocupan el primer
plano en la vida del hombre, el campo de su realización concreta, coincide, en
general, con el del trabajo profesional”. Aquí es muy claro que el trabajo por sí
mismo ofrece posibilidades de sentido al permitir la realización de valores de
creación es decir, al dar espacios para el hallazgo de sentido a través del fruto de la
acción. Pero además existe otro tipo de valores, los valores de experiencia. Frankl
(1990) dice: ”…vivir, encontrarse, y amar (que corresponde al la capacidad de
disfrutar) pueden dar un sentido a la vida – hablamos entonces de valores
experimentales…”.

En el trabajo, dado que es de naturaleza social, se tiene la oportunidad de


experimentar muchas veces el encuentro, lo cual permite compenetrar con el otro,
se tiene la oportunidad de amar, no sólo al otro, sino a una causa o a un ideal. De
vivir experiencias significativas en general. Por último, Frankl habla de los valores de
actitud cuando dice “sin embargo, la capacidad de soportar, en última instancia, no
es nada más que la capacidad de realizar lo que designamos como valores
actitudinales…”. Son, también, muchas las situaciones en las cuales, a través del
trabajo, se debe enfrentarnos el sufrimiento humano, tanto el propio como el ajeno.
Situaciones en las cuales uno se ve frustrado, incapacitado, reducido por alguna
condición particular ya sea del nivel de la relación con el otro, del medio o de la
tarea en sí misma; estas situaciones capacitan para desarrollar los valores de
actitud al superar las dificultades haciendo uso del “poder desafiante del espíritu”.

Así, se puede decir que la aplicación del concepto de valores en Frankl es bastante
clara en el tema del sentido del trabajo al interior de la organización.

En el siguiente trabajo se responde a la pregunta ¿cuál es el sentido de la


existencia? Desde las teorías establecidas por Jean Paul Sartre en su obra El
existencialismo es un humanismo, y por el psicólogo Viktor Frankl, con El hombre en
busca de sentido, como referencias bibliográficas.

Se explica lo que es el existencialismo para Sartre y se caracteriza dicha corriente


filosófica, analizado la actitud que debe tomar el hombre hacia el mundo y cómo
influye esto en los seres humanos.

Se introduce lo que se conoce como las tres etapas del existencialismo que fueron
analizadas por Sartre: la primera es la angustia, y se denota en cómo influye en la
toma de decisiones que permiten cambio en el género humano, la siguiente es el
desamparo, que representa el sentimiento que se genera en los seres humanos
debido a la ausencia de dios, y finalmente está la desesperación, que se expresa
cuando la voluntad del individuo no le permite realizar lo que desee y en
consecuencia aparece la impotencia que se transforma en desesperación. Se
analizan las ideas establecidas por Viktor Frankl, quien será objeto de análisis al
haber logrado sobrevivir a la terrible experiencia de ser prisionero en un campo de
concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y que basándose en su
experiencia desarrolla una óptica interesante sobre la búsqueda del sentido de la
existencia.

Se concluye que para poder encontrar sentido a la existencia, se necesita una


motivación que pueda manifestarse de diferentes formas en función de mantener al
ser humano con un objetivo o meta para existir.

Citas

Frankl, Viktor. El hombre en busca de sentido. Editorial Herder, Barcelona, España.


Edición XXI, 2001.

Sartre, Jean-Paul. El existencialismo es un humanismo. Editorial Ediciones B.


España, 2010
PREGUNTAS

1. ¿ QUÉ ES EL SENTIDO DE LA VIDA Y POR QUE ES TAN NECESARIO APLICARLO A LA

VIDA ?

R.- encontrar significado en las experiencias y darle un propósito a nuestra

existencia. Frankl argumenta que esta búsqueda de sentido es esencial para la vida

humana, ya que proporciona una base para la resiliencia y la capacidad de enfrentar

desafíos con determinación.

El autor sostiene que el sentido se descubre a través de tres fuentes principales: el

amor, la búsqueda de significado a través del trabajo y la actitud que adoptamos

hacia el sufrimiento. Destaca que, incluso en las circunstancias más difíciles, como

las vividas en los campos de concentración, las personas pueden encontrar

significado al elegir su respuesta frente al sufrimiento.

2. COMPARTE SOBRE UNA SITUACIÓN ADVERSA DE TU VIDA Y COMO LA

CONDRONTASTE Y QUE RELACIÓN HALLAS DE ESTO CON EL LIBRO DE FRANKL.

R.- Enfrentar la adversidad con una actitud proactiva, buscando el significado en las

experiencias difíciles y aprovechando la libertad interior para elegir cómo responder

a las circunstancias adversas.

3. ¿DE QUE MANERA LA RECILIENCIA NOS AYUDA A AFRONTAR CATASTROFES?

R.- la resiliencia, tal como se expone en el libro de Frankl, nos proporciona la

capacidad de enfrentar catástrofes al encontrar significado en medio del sufrimiento,


adaptarnos a nuevas circunstancias, mantener nuestra dignidad y cultivar

conexiones humanas que nos brinden apoyo emocional.

4. ¿COMO LAS ADVERSIDADES INFLUYEN EN MO EMOCIONAL, EN LO PSICOLÓGICO Y

EN LO FISIOLÓGICO?

R.- Las adversidades provocan emociones intensas como desesperación y

ansiedad, afectan la salud mental y desencadenan respuestas fisiológicas al estrés.

Según Frankl, encontrar sentido en el sufrimiento y mantener una actitud resiliente

contrarresta estos impactos, promoviendo el bienestar emocional, psicológico y

fisiológico. La libertad interior de elegir la respuesta ante las circunstancias juega un

papel crucial en esta capacidad de afrontamiento.

5. ¿CUÁL ES TU PROPÓSITO DE VIDA ?

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