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Trastornos fisiológicos de los tejidos vegetales comestibles

Los trastornos fisiológicos que se producen en los tejidos vivos de las plantas dependen
de:

 Las condiciones de cultivo previas a la recolección


 El papel fisiológico que desempeña cada órgano
 Del código genético de la célula
 De las condiciones ambientales durante el almacenamiento postcosecha

Por factores externos y naturales, en la postcosecha las frutas y verduras pueden


presentar cambios que repercuten sobre su calidad. Como es un ejemplo las altas
temperaturas aceleran el envejecimiento.

El daño por frío es un síndrome poco definido, con una amplia gama de síntomas en
numerosos cultivos susceptibles que resulta de la exposición a bajas temperaturas por
encima del punto de congelación. La causa del daño por frío no ha sido plenamente
aclarada, aunque la mayoría de las investigaciones sugieren un papel importante de la
degradación de las membranas celulares.

En las frutas y hortalizas siguen siendo los tejidos vivos que respiran después de la
separación de la planta a la cosecha. Las rutas metabólicas responsables del desarrollo
de color asociado con la maduración y la senescencia pueden seguir funcionando
después de esa separación. Además, las respuestas a las mecánicas, físicas, químicas, o
tensiones patológicas pueden conducir a cambios de color en los vegetales cosechados.
Las reacciones químicas, dependen de factores como lo son; la concentración, pH,
temperatura, disponibilidad y movilidad de sustratos, presencia de inhibidores y/o
catalizadores, el potencial de óxido-reducción.

Por ejemplo, los vegetales que producen gran cantidad de dióxido de carbono y
consumen mucho oxígeno son los más perecederos. La acumulación de CO2 retrasa el
proceso normal de ablandamiento y la perdida del color verde en algunas frutas. Pero
también el exceso del mismo puede producir mal sabor y marcas en la piel.

Principales problemas en la recolección, transporte y almacenamiento:

Recolección:
Los productos hortofrutícolas durante su período postcosecha experimentan una serie de
cambios, asociados a las reacciones bioquímicas que se llevan a cabo a nivel celular.
Del mismo modo, la interacción con el ambiente condiciona la vida útil y la calidad de
estos alimentos.

Cuando comienza la recolección, se da el primer maltrato a las frutas y verduras. Esta


recolección puede ser manual o mecánica y dependiendo de cómo sea es el nivel de
maltrato que puede llegar a recibir las mismas.

Uno de los más habituales son las enfermedades contraídas por heridas o golpes durante
la recolección.

Una práctica para la recolección, es el tirón, que puede provocar pequeñas heridas y ésta
una infección. Además, puede arrancar una parte de la piel del fruto. Esto evitaría que se
pueda mantener la fruta en buenas condiciones en el almacenamiento.

Es indispensable vigilar cómo se manipulan. Esto implica no clavar las uñas o evitar


apretar demasiado los productos, evitar que esta impacte contra el suelo, ya que el golpe
puede favorecer la aparición de heridas que lleven a una infección.

Transporte y Almacenamiento:

Es de suma importancia que el producto esté bien acondicionado, para evitar que se
trituren, golpeen o “machuquen”.

Tener en cuenta a la hora del transporte de frutas y hortalizas frescas en condiciones


normales en vehículos refrigerados y por largas horas, que se producirá una
acumulación de gases de refrigeración tales como dióxido de carbono (CO2) y etileno
(C2H4), pueden contribuir a los sabores extraños y acelerar el deterioro del producto.
Por lo tanto es de suma importancia una ventilación.

El congelamiento, ocasiona la muerte del tejido con posibles consecuencias en la


pérdida de los valores sanos del mercado cuando la fruta se restablezca a temperatura
ambiente.
Por lo tanto, la temperatura óptima para el transporte de frutas y verduras debe ser
proporcionada por escrito por el cargador que tendrá, y la temperatura debe ser
mantenida por el transportista bajo su control durante todo el período.

Para minimizar la pérdida de peso del producto y evitar la marchitez y el encogimiento,


el producto debe mantenerse durante transporte la humedad y temperatura
recomendada. Mientras tanto siempre se producirá cierta e inevitable reducción de peso
debido a la pérdida de carbono durante la respiración, aunque esto solo será de
proporciones menores y relativas.

Cargar y guardar diferentes productos en el mismo contenedor de carga, es esencial que


los productos sean compatibles con respecto a:
● Temperatura.
● Humedad relativa.
● Producción de olores.
● Producción de etileno.
La contaminación cruzada producida por frutas y/o verduras que se guardan juntas debe
evitarse a toda costa. Los muchos productos que producen considerable etileno de forma
natural, como manzanas, aguacates, plátanos, peras, melocotones, ciruelas, melones y
las piñas, por ejemplo, no deben guardarse con kiwis ni en compartimentos adyacentes a
sandías, lechugas, zanahorias, etc. porque pueden verse seriamente afectadas por el
etileno.

Humedad relativa baja: implica una deshidratación del producto, marchitamiento,


pérdida de peso, etc.

Humedad relativa alta: implica el desarrollo de microorganismos y podredumbre.

Esta variable es importante en términos de frescura; permite que la fruta tenga mejor
apariencia o promueve formación de moho u otras características poco deseables.

Por eso, es importante jugar con la humedad relativa alta o baja; las más recomendadas
están entre 85% y 95%, pero siempre se debe tener en cuenta si el producto la admite o
no.
El aire: es el medio que ayuda a eliminar el calor contenido en el ambiente de conserva.
Para que la temperatura sea uniforme debe existir flujo constante de aire, sin que en
caso de velocidad elevada del mismo, esto pueda afectar la calidad de los frutos.

En casos donde dicho flujo tiene mayor velocidad a la necesaria, afecta al producto con
pérdida de agua y por ende de peso. Entonces, el cuidado en control de flujos de aire
refrescante forzosamente debe nivelarse para evitar quemar o deshidratar el producto.

Idealmente el aire utilizado debe estar libre de agentes que puedan resultar perjudiciales
para la calidad de las frutas, punto donde el filtrado y control del aire deben cuidarse

En términos generales, cuanto mayor sea la temperatura, más rápido será el crecimiento
de moho e infecciones bacterianas

Los empaques para almacenamiento y para transporte deben proteger el producto de


magulladuras de impacto, de compresión y de roces. Sin embargo, hay que considerar
que la humedad que se condensa usualmente en el interior de los paquetes puede
promover el desarrollo de pudriciones y de mohos superficiales.
El enfriamiento inmediatamente después de la cosecha y mantener el producto en
refrigeración es el método más efectivo para retardar el deterioro de la mayoría de las
frutas y hortalizas, ya que se retrasa el envejecimiento natural, la producción de calor
resultante de la respiración, la producción de etileno, la pérdida de agua y la
descomposición debido a la invasión por microorganismos.

Clasificación y Selección:

Selección:

Una vez que la materia prima está limpia, se procede a la selección, es decir, a separar el
material que realmente se utilizará en el proceso, del que presenta algún defecto que lo
transforma en material de segunda. Por lo que será destinado a un uso diferente o
simplemente eliminado.
Se trata, de separar toda fruta u hortaliza que no presente uniformidad con el lote, en
cuanto a madurez, color, forma, tamaño, o presencia de daño mecánico o
microbiológico. La selección cumple la función de producir una homogeneidad y
generalmente es manual.

Clasificación:

Dentro de la taxonomía o clasificación se las pueden ubicar por familia, género y


especie.

Según pared del fruto y floración:

 Frutos simples: monotalámicos provienen de una sola flor, formados a partir de


gineceos unicarpelares o sincárpicos.

o Secos: indehiscentes o dehiscentes (es la facultad que tienen algunos


frutos de abrirse de forma más o menos especializada para permitir que
salgan las semillas, en este caso se trata de frutos dehiscentes y el caso
contrario, cuando no son liberadas las semillas por un mecanismo
prefijado, frutos indehiscentes), con una o varias semillas. En el caso de
los frutos indehiscentes los tegumentos del óvulo en su mayor parte
desaparecen o se funden con el pericarpio.

o Carnosos: en ellos interviene el pericarpio y a veces tejidos


extracarpelares y también placentas. Son filogenéticamente más nuevos.
Pueden tener cáscara (histológicamente diferenciada) como la naranja, o
no tenerla como el tomate.

 Frutos colectivos o agregados: provenientes de gineceos apocárpicos frutos


politalámicos (o múltiples) provienen de dos o más flores unidas.

Tratamientos para impedir alteraciones:


Calor: El calor inactiva o destruye a los patógenos. Por ello, conviene saber usarlo
adecuadamente. Una mala aplicación en el ámbito doméstico o en el industrial puede
provocar efectos contrarios a los deseados.

El tratamiento térmico permite que las conservas se puedan almacenar el producto a


temperatura ambiente garantizando su seguridad. Asimismo, el uso de los diversos
tratamientos térmicos, junto con otras tecnologías como la refrigeración, facilita el
comercio de productos alimenticios entre distintos países, incluso cuando están
geográficamente muy alejados.

Los tratamientos térmicos persiguen destruir agentes biológicos, como bacterias, virus y
parásitos con la finalidad de obtener productos más sanos; conseguir productos que
tengan una vida comercial más larga, debido fundamentalmente a la eliminación o
reducción de los microorganismos causantes de la alteración de los alimentos; y
disminuir la actividad de otros factores que afectan a la calidad de los alimentos, como
determinadas enzimas (por ejemplo, las que producen el oscurecimiento de los vegetales
cuando éstos son cortados).

El tratamiento térmico que precisa cada alimento depende de la naturaleza de cada


producto. Algunos sólo permiten cierta temperatura pues, de otro modo, provoca
cambios en su aspecto y su sabor. En otros, sin embargo, las altas temperaturas no
producen alteraciones. De cualquier forma, cuanto mayor es el tratamiento térmico,
mayor número de gérmenes se destruyen, ya que al someter a los microorganismos a
una temperatura superior a la que crecen, se consigue la coagulación de las proteínas y
la inactivación de las enzimas necesarias para su normal metabolismo, lo que provoca
su muerte o lesiones subletales.

Por tanto, las temperaturas altas aplicadas en los alimentos actúan impidiendo la
multiplicación de los microorganismos, causando la muerte de las formas vegetativas de
éstos o destruyendo las esporas formadas por ciertos microorganismos como mecanismo
de defensa frente a agresiones externas.

Cuanto mayor sea la cantidad de microorganismos que se encuentren en el alimento,


más tiempo se tardará en reducir el número de supervivientes a un valor determinado.
Por eso, el sistema de preparación de cada producto precisa de diferentes combinaciones
de tiempo y temperatura.

Entre ellos se encuentran: El escaldado, La pasteurización, La esterilización, La


cocción.

Frío: Las temperaturas bajas en este tipo de espacios buscan retardar las reacciones
químicas que provocan el crecimiento de microorganismos o enzimas presentes en los
alimentos. La proporción entre la disminución de temperatura y la nula aparición de
organismo anómalos debe garantizarse, para lo cual existen diversos métodos.

La primera, radica en la formación de cristales de hielo en los productos congelados. La


disminución de la temperatura supone un impedimento de la actividad microbiana;
entonces obstaculiza las reacciones celulares de los productos, de tal forma que la
estructura del tejido no se afecte, debido a que se tiene que comercializar.

Durante la refrigeración, las células de los tejidos vegetales presentan un metabolismo


lento, mientras que en un proceso de congelación se paraliza toda actividad metabólica;
el inconveniente en este caso es que la formación de cristales de hielo puede ocasionar
un deterioro mecánico de la textura del tejido.

Refrigerar los alimentos es: conservar los productos a temperaturas superiores a las de
congelación; el método se aplica a frutas y verduras, ya sean frescas o enlatadas.

Normalmente, el almacenamiento en refrigeración se limita a cortos periodos de tiempo,


dado que los perecederos llevan un proceso de producción muy definido y sólo en caso
de requerir un mayor tiempo de cuidado se recurre a otros métodos.

Reducción de agua:

El nivel de agua libre de un alimento, es decir el nivel de agua disponible para los
microorganismos, las reacciones químicas, etc. se expresa científicamente como
‘actividad de agua’ (Aw), y puede tener valores desde 0 hasta 1. Cuanto más elevada
sea la Aw, más probabilidad hay de que los microbios puedan proliferar
A menos agua libre en un alimento, menos crecimiento microbiano, lo que es igual a
menor alteración (y mayor conservación) del mismo.

Reducir la cantidad de agua libre en los alimentos puede conseguirse de diferentes


maneras: por deshidratación o desecación, por la adición de solutos a los alimentos
como sales o azúcares, por congelación (el agua pasa a estado sólido), por vacío o por
una combinación de ellos, como la liofilización.

Desecación: se disminuye la humedad del alimento hasta equilibrarla con la del


ambiente. Deshidratación es cuando se elimina la humedad casi totalmente.

Liofilización: congelar el alimento a muy baja temperatura (inferiores a 50 grados bajo


cero) y una vez en ese estado, se baja bruscamente la presión y se suministra calor,
consiguiendo la sublimación del agua, es decir, paso de hielo a vapor, sin pasar por
estado líquido.

Concentración: es eliminar el agua de los alimentos líquidos. Se puede hacer con


evaporación, congelación, prensado mecánico, agregado de solutos, etc.

Otros:

*Glaseado: recubrimiento con azúcar del alimento con una fina película de azúcar.

*Se usa radiaciones tanto ionizantes como no ionizantes (microondas), altas presiones,
campos eléctricos, etc. Se aplican también al envasado (vacío) y almacenamiento.

Parámetros a considerar en el diseño de recipientes y locales para almacenamiento

El envase apropiado es el que soluciona problemas fisiológicos propios de la fruta, la


protege prolongando su conservación y, al mismo tiempo, resalta su presentación sin
incrementar considerablemente el precio del producto final.

Para frutas y hortalizas en fresco el envase es básicamente la caja de cartón corrugado o


de madera con los elementos anexos para una mejor presentación: papel, bolsas de
polietileno, virutas, bandejas de pulpa moldeada o de polietileno, etc.
En cuanto al diseño de la bodega de almacenamiento en general una distribución
espacial cuadrada es térmicamente más eficiente que una rectangular. El techo es la
parte más importante de toda la estructura ya que debe proteger al producto de las
lluvias y del calor radiante. Debe tener una caída tal que permita evacuar el agua de
lluvia con facilidad y sus dimensiones deben exceder a las de la estructura de manera tal
que forme aleros que proporcionen sombra a las paredes además de alejar la caída del
agua. El piso debería ser de concreto, sobre elevado para evitar la entrada de agua del
exterior y aislado de la humedad del suelo. Las paredes deben ser lo suficientemente
fuertes para resistir la carga del producto contra ellas en caso de que se apile de esta
manera. Las puertas, amplias para permitir el manipuleo mecánico del producto y lo
suficientemente herméticas para evitar la entrada de animales (pájaros, roedores,
animales domésticos, insectos, etc.).

Previo al llenado, la bodega de almacenaje debe ser limpiada completamente, lo que


incluye el cepillado y lavado de pisos y paredes para eliminar suciedad y desechos
orgánicos que pueden albergar insectos y enfermedades.

Lavado, objetivos, métodos y equipos.

El lavado es una operación que generalmente constituye el punto de partida de cualquier


proceso de producción para frutas y hortalizas. Normalmente es una operación que a
pequeña escala se realiza en estanques con agua re circulante o simplemente con agua
detenida que se reemplaza continuamente.

La operación consiste en eliminar la suciedad que el material trae consigo antes que
entre a la línea de proceso, evitando así complicaciones derivadas de la contaminación
que la materia prima puede contener. Este lavado debe realizarse con agua limpia, lo
más pura posible y de ser necesario potabilizada mediante la adición de hipoclorito de
sodio, a razón de 10 ml de solución al 10% por cada 100 litros de agua.

Es aconsejable ayudarse con implementos que permitan una limpieza adecuada del
material, de manera de evitar que la suciedad pase a las etapas siguientes del proceso.
Los distintos métodos y equipos de lavados son:

-LAVADO POR ASPERSIÓN. –EQUIPO TAMBOR ROTATORIO

-LAVADO POR INMERSIÓN. –EQUIPO TINA DE LAVADO POR INMERSION

-LAVADO EN SECO – EQUIPO TAMIZ VIBRATORIO DE LECHO PLANO

Pelado
Es otra operación que se realiza regularmente. Consiste en la remoción de la piel de la
fruta u hortaliza. Esta operación puede realizarse por medios físicos como el uso de
cuchillos o aparatos similares, también con el uso del calor; o mediante métodos
químicos que consisten básicamente en producir la descomposición de la pared celular
de las células externas, de la cutícula, de modo de remover la piel por pérdida de
integridad de los tejidos.

El pelado es una operación que permite una mejor presentación del producto, al mismo
tiempo que favorece la calidad sensorial al eliminar material de textura más firme y
áspera al consumo. Además, la piel muchas veces presenta un color que es afectado por
los procesos térmicos normalmente usados en los métodos de conservación.

Métodos de pelado:

-PELADO MECANICO: Se realiza fundamentalmente al presionar la fruta u hortaliza


en rotación contra unas cuchillas fijas, existen equipos que funcionan diferente
dependiendo de la fruta u hortaliza. manzana, durazno, guayaba, cítricos

-PELADO POR ABRASIÓN: La materia prima por pelar se pone en contacto con
rodillos o cilindros giratorios, los que le arrancan la piel que se elimina mediante la
aplicación de chorros de agua. cebolla, ajo, betabel y papa

-PELADO A VAPOR: En este sistema, la materia prima se somete por un tiempo corto
(de 15 a 30 segundos) a una corriente de vapor vivo que resquebraja la piel y la vuelve
fácilmente removible, mediante la aplicación de chorros de agua a presión, los cuales
además enfrían el producto. el tomate, zanahoria, remolacha, betabel y durazno maduro,
entre otros.

PELADO MANUAL: Se recurre a éste básicamente cuando la forma de la materia


prima o las características de la cáscara no permiten efectuar el pelado por ninguno de
los métodos anteriores. zanahoria, pepino, manzana, papa, chayote, rábano, jícama etc.

PELADO QUÍMICO: Este sistema consiste en sumergir o asperjar la materia prima que
se va a pelar en una solución de hidróxido de sodio (NaOH) a temperaturas cercanas a
ebullición (95-100 "C) durante periodos cortos (2-8 min) y muy controlados. El
hidróxido de sodio desintegra la piel, que se elimina posteriormente ya sea mediante
agua a presión (método tradicional), o bien sin aplicación de agua mediante rodillos de
goma (pelado químico en seco). durazno, manzana, pera, guayaba, segmentos de
toronja, papas, zanahorias, betabel, etc.

Descorazonado y/o deshuesado

Este proceso es aplicado a aquellos tejidos vegetales comestibles que en su interior


poseen un hueso o carozo. Por ejemplo, en la elaboración de duraznos al natural en
almíbar, una de las etapas es éste paso y se realiza a través de un equipo que posee
cuchillas que cortan en mitades a la fruta y en el mismo momento, descartan el carozo.

Escaldado: objetivos, tratamiento y equipos

Corresponde a un tratamiento térmico usado con el propósito de acondicionar el


material en diversos sentidos: ablandarlo para obtener un mejor llenado de los envases,
inactivar enzimas deteriorantes causantes de malos olores, malos sabores y fallas del
color natural del producto.

El escaldado consiste en una primera fase de calentamiento del producto a una


temperatura de entre 70º c y 100º c; a esta etapa le sigue otra que consiste en mantener
el alimento durante un periodo de tiempo que suele variar entre 30 segundos y dos o tres
minutos a la temperatura deseada. el último paso es realizar un enfriamiento rápido. De
lo contrario se contribuye a la proliferación de microorganismos termófilos, resistentes a
la temperatura.

Los equipos de escaldado pueden trabajar de dos maneras distintas: con vapor o con
agua caliente. el tiempo de calentamiento dependerá del método utilizado, de la
temperatura y de las propiedades físicas del producto, por ejemplo el tamaño, la forma,
textura o madurez.

Escaldador a vapor.
 Láminas multicapa.

HOJALATA.
La hojalata convencional consiste en una estructura multicapa con el acero en medio,
luego una capa de aleación de estaño/hierro, un capa protectora de estaño, otra de óxido
de estaño y, finalmente, una última capa de grasa lubricante.

ALUMINIO

Los envases de aleación de aluminio suelen recubrirse internamente con una laca
epoxifenólica o con base poliéster y externamente con recubrimientos de poliéster y de
fluoruro de polivinilo.

Debido a su flexibilidad y plasticidad (esto es, facilidad para deformarse al ser


sometido a presión, pero que una vez deformado no recupera la forma original cuando
deja de ejercerse dicha presión) y a la gran superficie de algunos formatos, como ‘club’
o ‘dingley’, estos envases tienden a deformarse permanentemente durante la
esterilización o al principio del enfriamiento, es decir, cuando la presión interior alcanza
el máximo y se produce una abrupta caída de la presión exterior por condensación del
vapor (pata de gallo, deformación de aros  de compresión o deformación de tapa). Para
evitar esto se aconseja esterilizar los envases de aluminio en equipos capaces de ejercer
la sobrepresión adecuada sobre los envases.

LÁMINAS MULTICAPA.
Los requisitos más importantes incluyen la utilización de envases herméticos de alta
barrera a los gases construidos con materiales que soporten adecuadamente el proceso
de esterilización. El material alta barrera más empleado para este tipo de aplicaciones es
el co-polímero de etileno-alcohol vinílico (EVOH), ya que además de tener
unas excelentes propiedades barrera a gases y compuestos de bajo peso molecular
(como los aromas) y de poder ser transformado con los mismos procesos que otros
materiales comunes como las poliolefinas, muestra una alta resistencia química a
disolventes, excelentes propiedades ópticas y físicas, buena resistencia térmica y
altísima velocidad de cristalización.

Por esta razón en la mayoría de las aplicaciones de envasado de alimentos se utilizan


estructuras multicapa en las cuales el EVOH se encuentra franqueado entre dos láminas
de materiales hidrófobos, como, por ejemplo, polietileno, polipropileno, etc.
El elevado paso de oxígeno a través de las paredes del envase tras la esterilización se
traduce en una reducción de la vida útil del alimento envasado, especialmente si éste es
susceptible de sufrir oxidaciones, ya que, aparte de la potencial alteración
microbiológica que con la presencia de oxígeno puede verse favorecida, el producto
puede sufrir cambios sensoriales inaceptables induciendo al rechazo por parte del
consumidor.

Proceso de enlatado

 Selección: se hace de acuerdo al grado de madurez y consistencia.


 Lavado: utilizando agua potable para eliminar la suciedad y un posterior
escurrido para sacar restos de agua.
 Pelado: la piel de los duraznos se elimina al sumergirlos durante 2min en
agua hirviendo.
 Cortado y deshuesado: cortes con cuchilla y separación de carozo.
 Escaldado: por inmersión o aspersión con soda caustica a 60-80°C para poder
despegar la piel e inactivar enzimas para que no cambie el color de la fruta.
 Adicción de jarabe: llenado de las latas con el líquido de gobierno (agua,
azúcar y ácido cítrico)
 Regulación de acidez: después de 30 días en almacenamiento el PH se debe
mantener entre 3.1-3.5 por acción que ejerce el ácido cítrico, siendo este un
PH recomendado para la conservación del durazno en almíbar.
 Envasado y tratamiento térmico: llenado y sellado de las latas, esterilización
bajo vacío.
 Enfriamiento.

APPERTIZACIÓN: Procedimiento de conservación de los alimentos por esterilización


en caliente, efectuada dentro de recipientes herméticamente cerrados. Fue inventado por
el francés Nicolas Appert.

Esterilizadores discontinuos. Son autoclaves en los que se introducen los envases de


forma discontinua. Pueden ser de carga vertical u horizontal, con o sin agitación. Han de
soportar en su interior una presión superior a la atmosférica. Disponen de sistema de
calentamiento y de enfriamiento y sistema de control del proceso para que este se
realice en las condiciones adecuadas.

Autoclave de vapor:

Están hechos de acero inoxidable y emplea como medio de calentamiento vapor de


agua, que genera condiciones de sobre-presión al sistema de esterilización con lo que la
temperatura aumenta y el tiempo del tratamiento disminuye.

Ej: Pates de carne.

Esterilizadores rotatorios: utiliza un sistema de esclusas de presión para la entrada, la


salida y el paso de una sección a otra. El contenido del envase se ve agitado por el giro y
el desplazamiento a medida que los envases recorren la espira.

Ej: lata de choclo

Esterilizador hidrostático (agitación): el proceso se efectúa desplazando los envases a


través de una torre de vapor cuya presión dentro del equipo es soportada por la presión
de agua.

Ej: sopas, frutas y conservas especiales.

Esterilizadores continuos a presión atmosférica:

Esterilización a la flama: Los envases metálicos son precalentados en una cámara con
vapor de agua y pasan a la cámara de esterilización a través de un movimiento rotatorio
entrando en contacto directo con una flama producida por la combustión de un gas,
luego van a una cámara de retención y posteriormente son enfriados.

EJ: lata de champiñones.

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