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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL 123

TEORÍA CURRICULAR

UNIDAD II. TENDENCIAS TEÓRICAS DEL


CURRÍCULUM

ENFOQUES TECNOLÓGICO Y CRÍTICO

MTRO. ADELFO HERNÁNDEZ DÍAZ

ARZATE VALADEZ FERNANDO

GRUPO 503
28/10/21
ENFOQUES TECNOLÓGICO Y CRÍTICO
Habiendo repasado, de manera sucinta, diversas concepciones del currículo, es
pertinente profundizar en algunos de ellos. Primero corresponde al enfoque
tecnológico del currículo, o al currículo como tecnología, valiéndose del proceso
para la construcción del conocimiento, abordado con anterioridad.

Es curiosa la manera en que nos encontramos predispuesto a la configuración


cognoscitiva, de tal modo que, cuando pensamos en tecnología, nuestra mente
inmediatamente evoca aparatos electrónicos innovadores, cuya función es la de
suplir una necesidad o, simplemente, “mejorar” la calidad de vida.

Sin embargo, cual demás términos, “tecnología” tiene más de una acepción, y
ciertamente, todas guardan relación entre sí, pero están bien definidas una de la
otra. En cuanto al currículo como tecnología, nos remitiremos a lo externado por
la RAE en lo tocante a “tecnología”: “Conjunto de teorías y de técnicas que
permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico”.

Entonces tenemos con este modelo aquel que no se basa en aparatos


tecnológicos para generar conocimiento (al menos no en primera instancia), sino
el que le da relevancia, por sobre todas las cosas, a la administración de
herramientas pertinentes para que el educando construya su propio
conocimiento.

Ahora, a raíz de ello, también se le atribuyó esta particularidad relacionada con


los aparatos electrónicos innovadores, pues son precisamente estos los que
suponen esa herramienta para la construcción del conocimiento.

Por ejemplo, podríamos mencionar que en los albores del conductismo en los
Estados Unidos, se empezaron a implementar técnicas que, en un primer
momento, eran propias del ámbito bélico. Estas, aunadas a las tecnologías
incipientes, formaron lo que pudiésemos concebir como el currículo como
tecnología, fuertemente asido de la teoría conductista.

Como era de esperarse de un enfoque basado en un modelo, hasta cierto punto,


obsoleto, tenemos un producto, de alguna manera, encomiable al pretender el
conocimiento práctico y eficiente, pero incompleto al descuidar a la pieza clave
en la construcción del mismo… el constructor, el sujeto, el protagonista.

No es que el enfoque tecnológico sea malo per se, sino que cualquier postura,
teoría, esquema o paradigma que descuide al alumno por un supuesto bien a
este mismo peca de irracional. Debemos recordar que el currículo se debe al
alumno, no al revés. Cualquier ideología que pase por alto esta verdad
innegable, debería replantearse sus cimientos.

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