Unidad Didáctica 2

UNIDAD DIDÁCTICA 2
LA VIOLENCIA DE GÉNERO: CAUSAS,

CONSECUENCIAS, CARACTERÍSTICAS,
TIPOLOGÍA…
INTERVENCIÓN EN VIOLENCIA DE GÉNERO EN EL ÁMBITO SANITARIO
U.D. 2.- LA VIOLENCIA DE GÉNERO: CAUSAS, CARACTERÍSTICAS,
TIPOLOGÍA, DETECCIÓN, INTERVENCIÓN PROFESIONAL…
UNIDAD DIDÁCTICA 2.- LA VIOLENCIA DE GÉNERO: CAUSAS,

CARACTERÍSTICAS, TIPOLOGÍA, DETECCIÓN, INTERVENCIÓN
POFESIONAL…
OBJETIVOS
 Caracterizar la violencia de género dando a conocer sus causas, sus

características y los principales tipos que se ejercen contra las mujeres.
 Conocer mecanismos para la detección de la violencia de género en

cualquiera de sus formas.
 Dar pautas para la intervención profesional con mujeres víctimas de

violencia de género
CONTENIDOS
1.- Conceptualización de la violencia de género.

2.- ¿Por qué la llamamos violencia de género?
3.- Causas de la violencia de género.
4.- Características de la violencia de género.
5.- Tipología de la violencia de género.
5.1.- Violencia física.
5.2.- Violencia psicológica.
5.3.- Violencia sexual.
5.4.- Violencia económica.
5.5.- Violencia patrimonial.
5.6.- Violencia social.
5.7.- Violencia vicaria.
5.8.- Violencia simbólica y mediática.
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5.9.- Violencia institucional.

6.- El ciclo de la violencia de género
7.- La violencia de género: señales de alarma.
8.- El impacto de la violencia de género: Cómo identificar a una mujer víctima.
9.- Creencias y falsos mito relacionados con la violencia de género.
10.- La violencia de género como un problema de salud pública
11.- Intervención profesional en violencia de género
11.1.- Intervención en el momento de crisis: Pautas básicas para la
comunicación con las mujeres víctimas de violencia de género.
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1.- Conceptualización de la violencia de género
Son varios los términos y las expresiones usados para referirnos a la

violencia de género, lo que genera cierta confusión respecto a su
conceptualización. Junto a la expresión “violencia de género” tenemos otras
como “violencia machista” o “violencia contra las mujeres”.
De todas las manifestaciones de violencia que hay contra las mujeres hay
una que constituye una preocupación para la sociedad y para los poderes
públicos, la que se produce en la pareja.
¿Por qué esta preocupación?
1. Porque incide sobre el bienestar y salud de las mujeres, llegando en

los casos más extremos al resultado de su muerte;
2. Porque hay una creciente sensibilización ciudadana respecto a la
gravedad de la misma; y
3. Porque se produce en un contexto que a priori debe caracterizarse por
el máximo respeto, una afectividad saludable y el apoyo entre las
partes.
Por todos estos aspectos a este tipo específico de violencia contra las
mujeres se la denomina VIOLENCIA DE GÉNERO.
Las Naciones Unidas definen la violencia contra las mujeres como “todo
acto de violencia basado en basado en la pertenencia al sexo femenino que
tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o
la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como
en la vida privada”.
(Resolución de la Asamblea General Resolución 48/104 Declaración sobre

la eliminación de la violencia contra la mujer, 1993)
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La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de

Género del 2004 define la violencia de género “como manifestación de la
discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los
hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o
hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por
relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”, y “comprende todo acto
de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las
amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.”
En realidad, la acepción de la ley española ha sido muy criticada, debido

a que sólo contempla la violencia de género en el ámbito intrafamiliar y
sentimental heteronormativa (es decir, casos de violencia entre parejas
heterosexuales), obviando otros tipos de violencia de género tanto dentro del
seno familiar (de otros miembros de la familia o en familias LGTB) como en el
ámbito social.
Además, apenas incluye dos tipos de violencia de género, la física y la

psicológica, obviando la multitud de acepciones que se han establecido en
diferentes organismos internacionales y legislaciones de otros países. Es
decir, la ley española sólo contempla la violencia de género en el ámbito de la
pareja y únicamente dos tipos de violencia de género en el que incluye algunas
agresiones (no todas).
De acuerdo con la Ley 13/2007 de 26 de noviembre, de Medidas de

Prevención y Protección Integral contra la Violencia de Género, se define el
concepto de violencia de género como: "Toda conducta que atenta contra la
dignidad e integridad física y moral de las mujeres por el hecho de serlo, como
manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones
de poder de los hombres sobre las mujeres".
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"La violencia comprende cualquier acto de violencia basada en género

que tenga como consecuencia, o que tenga posibilidades de tener como
consecuencia, perjuicio o sufrimiento en la salud física, sexual o psicológica de
la mujer, incluyendo amenazas de dichos actos, coerción o privaciones
arbitrarias de su libertad, tanto si se producen en la vida pública como privada."
Representa un atentado contra los Derechos Humanos, así como contra

la integridad (física y psíquica), la dignidad y la libertad de las mujeres.
Es un problema social generalizado, que se da en todo tipo de culturas,

clases sociales, edades y niveles educativos, y que afecta a millones de mujeres
y de niñas en todo el mundo.
NO es un fenómeno aislado, ni un problema individual de determinadas

personas (agresores y víctimas): tiene su origen en las relaciones de poder
históricamente desiguales entre mujeres y hombres, perpetuadas a lo largo de
la historia.
A pesar de los avances sociales conseguidos, la violencia de género sigue

siendo el máximo exponente de la desigualdad y de la discriminación de las
mujeres en el mundo.
La violencia de género se manifiesta en diversos ámbitos: en el familiar o

doméstico, en el de las relaciones sentimentales de pareja, en el docente y
laboral y también en el ámbito social.
La idea fundamental que subyace en la violencia de género, no es tanto

la presencia en sí misma de agresividad, sino el hecho de establecer relaciones
de desigualdad, es decir, relaciones de poder que subyugan a las mujeres.
En 2014 se añadieron algunos cambios en la legislación

española, incluyendo también como víctimas a las hijas e hijos de las mujeres
víctimas de la violencia de género.
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2.- ¿Por qué la llamamos violencia de género?
Preferimos hablar de violencia de género, violencia machista o violencia

hacia las mujeres porque son los conceptos que mejor se adaptan a la realidad,
ya que explican que la violencia contra las mujeres es la consecuencia de la
discriminación y del desequilibrio de poder entre mujeres y hombres en la
sociedad.
Denominándola violencia de género o machista queda claro que es un tipo

especial de violencia en el que…
 La víctima es una mujer.

 El agresor es un hombre
 El objetivo es mantener el control y la subordinación de la mujer.
En la violencia de género el agresor usa su violencia contra la mujer con

una intencionalidad con la que no actuaría ni contra un hombre ni contra una
mujer que no tuviera o hubiera tenido con él una relación de pareja.
La violencia que usa un hombre contra una mujer no persigue un fin en sí

misma, sino que es la herramienta que le sirve al machista violento para
conseguir el dominio, la supremacía, la imposición, el control sobre la mujer por
lo que cada acción lleva un mensaje implícito. Es un maltrato no solo de castigo,
sino de aleccionamiento. Es la forma que el machismo tiene de "educar", de
“corregir” a la mujer que no acata la superioridad de lo masculino.
La violencia de género no es un problema individual o un acto aislado,

sino una cuestión que hunde sus raíces históricas en un sistema patriarcal
sustentado en la desigualdad.
Por tanto, la violencia de género está directamente asociada a las

relaciones asimétricas de poder entre mujeres y hombres, en el que la mujer
sufre la violencia machista como manifestación extrema de dominación de su
pareja o ex pareja, que la fuerza a ocupar una posición de subordinación y
vulnerabilidad, sin importar su situación laboral, social o cultural.
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La violencia de género se diferencia de otros tipos de violencia como

pueden ser la violencia doméstica, violencia familiar o violencia intrafamiliar y la
violencia hacia la infancia.
¿En qué se diferencia de la violencia doméstica, violencia familiar o

violencia intrafamiliar? Pues en que ésta comprende todos aquellos actos
violentos que se producen en el
hogar entre dos miembros de la
familia. En la violencia familiar, ésta
puede surgir, por cualquier causa,
tanto del hombre como de la mujer
hacia los integrantes más
vulnerables de la familia. La
diferencia entre violencia de género y violencia doméstica reside, en que una
apunta a la mujer (se ejerce contra las mujeres por el simple hecho de serlo) y la
otra a la familia como sujetos de referencia.
¿En qué se diferencia de la violencia hacia la infancia? La violencia hacia

la infancia se define como toda
lesión, física o psicológica no
accidental que se produce
como consecuencia de
acciones físicas, emocionales o
sexuales de comisión u omisión
que ponen en riesgo el
desarrollo normal del niño a nivel físico, psicológico y/o emocional. Si bien es
cierto que la violencia de género tiene consecuencias tanto en las y los menores
que son víctimas directas, como en el resto de la familia, es fundamental recordar
que se ejerce contra las mujeres.
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3.- Causas de la violencia de género
Se podrían apuntar varias causas como desencadenantes de la violencia

de género, pero lo cierto es hay una causa esencia: el machismo, la existencia
de hombres convencidos de su superioridad y primacía sobre la mujer y
empeñados en demostrarlo.
A esta causa esencial pueden unirse otras causas secundarias:
 Mecanismo de control social de la mujer que sirve para reproducir y

mantener el status quo de la dominación masculina.
 El modelo androcéntrico de sociedad y de cultura.
 La violencia contra las mujeres es estructural. Tiene rasgos

estructurales de una forma cultural de definir las identidades y las
relaciones entre los hombres y las mujeres.
Hasta hace no muchos años, la restricción en el desarrollo personal y

social de las mujeres, la exigencia de su dedicación exclusiva a la
familia, su deber de acatar la autoridad masculina, eran consideradas
como algo normales y naturales, validado por las costumbres y la ley.
En ese contexto se toleraba socialmente que los hombres utilizasen la
violencia para afianzar la autoridad.
Actualmente existe una menor tolerancia social hacia la violencia. Sin

embargo, demasiadas mujeres todavía soportan un alto grado de
violencia, tanto en sus relaciones de pareja como fuera de ellas. Esto
sucede en todas las clases sociales, religiones y niveles
educativos. En definitiva, el factor principal de riesgo para la violencia
contra las mujeres es, precisamente, el hecho de ser mujer.
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 La violencia contra las mujeres es además instrumental. La

violencia contra las mujeres es el modo de afianzar el dominio y la
subordinación de las mujeres. Es un instrumento para dominar y
controlar a las mujeres, un instrumento para mantener el poder y status
masculino. Los hombres machistas entienden, porque así lo han
aprendido mediante el proceso de socialización, que la violencia es
una herramienta que tienen para controlar y dominar a la mujer.
4.- Características de la violencia de género
La violencia de género presenta diversas características diferentes a otros

tipos de violencia:
 Es una violencia que parte de una ideología, la del género: tiene

su origen en el patriarcado y se basa en las tradiciones, creencias y
costumbres que favorecen la desigualdad entre sexos. El hombre,
machista, la usa para mantener el control y el dominio de la mujer.
 Es un fenómeno social e individual: Por una parte, la violencia de

género tiene sus raíces en la sociedad patriarcal y en la cultura que
define las identidades y las relaciones entre los hombres y las mujeres.
Por otra parte, se pueden identificar en las relaciones de violencia
algunos factores personales que pueden incrementar tanto las
posibilidades de ser agresor como de ser víctima.
 Tiene una naturaleza estructural: La violencia de género es un

aspecto estructural de la organización de la sociedad. Es social
transversal a todas las clases sociales y puede aparecer en todas las
etapas de la vida.
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 Desequilibrio de poder: La violencia de género se basa en un

desequilibrio de poder en la relación en la que se produce.
 Carácter instrumental: La violencia de género es instrumento de

dominación y control, y persigue el mantenimiento del poder masculino
y la reproducción del sometimiento femenino.
 La víctima sufre el abuso y la violencia por parte de una persona de la

que espera recibir respeto, amor y apoyo.
 Se suele desarrollar en el ámbito privado, interno de la pareja, esto

dificulta la obtención de pruebas y beneficia la impunidad.
 Se ejerce de forma discontinua y con intensidad creciente.
 El agresor posee una imagen pública "normal" (buen vecino, buen

trabajador, educado…).
 Visibilizamos sólo la agresión física puntual, que sólo es un aspecto

parcial, e invisibilizamos el resto del proceso.
 Genera daños de distintas magnitud a la persona que la sufre: física,

psicológica, social y patrimonial.
 Provoca una anulación de la personalidad a la víctima que le genera

fuerte dependencia emocional hacia quien la ejerce.
 Genera daños en la familia, en su entorno, y en toda la sociedad. Se

aprende por imitación y asimilación de modelos.
 Se mantiene por falta de rechazo social.
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En cuanto a las características que presenta una relación de violencia de

género es posible identificar cuatro aspectos fundamentales:
1. Reiteración o habitualidad del uso de las estrategias de control y

dominio por parte de los hombres maltratadores.
2. Creencia por parte de los hombres maltratadores de que sus actitudes

y conductas de control y dominio son correctas y adecuadas,
considerando incluso que como hombres están obligados a
"enderezar" a sus parejas mujeres. En este sentido, hay que poner de
manifiesto la ideología machista que presentan todos los hombres
agresores y la recurrencia a justificar su posición de poder en aras de
mantener la superioridad que les presuponen a los varones.
3. Creencia por parte de las mujeres víctimas acerca de su inferioridad

(no disponen de la libertad para poder expresar y satisfacer sus
necesidades, deseos, etc) y sumisión (las mujeres experimentan un
sentimiento de incapacidad e indefensión) con respecto a sus
agresores.
4. Asimetría y desequilibrio de poder entre los miembros de la pareja.
A pesar de lo evidente, es necesario recordar en este punto que la

violencia de género existe en la medida que existen hombres dispuestos a
emplear estrategias coercitivas y violentas para controlar a sus parejas mujeres.
Las mujeres víctimas de la violencia de género no existen por sí mismas ni
porque se sitúen de forma autónoma en este estatus; las mujeres víctimas de la
violencia de género lo son porque sus parejas masculinas, los hombres, son
maltratadores.
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5.- Tipología de la violencia de género
Tal y como se ha indicado anteriormente, el concepto de violencia de

género incluye una amplia variedad de actitudes y actuaciones que pueden
dañar a la persona desde diferentes dimensiones. A fin de cuentas, existen
muchas maneras de dañar a una persona.
Si bien no en todos los casos se agrede a la persona desde todos los

ámbitos, dentro de la violencia de género podemos encontrar los siguientes tipos
de violencia:
5.1.- Violencia física
Es la más visible y
reconocida. Cualquier acto
en que se inflige un daño
físico a la víctima que a
través de la agresión
directa, de manera
temporal o permanente, es
violencia física.
La violencia física incluye golpes, heridas, fracturas, arañazos. Esta

violencia puede provocar graves daños físicos e incluso la muerte de la mujer.
5.2.- Violencia psicológica
Este tipo de violencia se caracteriza porque la víctima se ve humillada,

minusvalorada y atacada psicológicamente. Dicho ataque puede ser directo
(insultos y vejaciones) o bien pasivo (desvalorización de la mujer).
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En muchas ocasiones la mujer no percibe una agresividad directa en el

mensaje, es por ello que no es consciente de estar siendo maltratadas y no
emprende acciones contra el agresor. Es frecuente que en todos los casos de
violencia de género, sea del tipo que sea, hay violencia psicológica.
5.3. Violencia sexual
Aunque a veces se incluya dentro de la violencia física, la violencia sexual

se refiere concretamente a aquel tipo de situaciones en que una persona es
forzada o coaccionada para llevar a cabo actividades de índole sexual en contra
de su voluntad, o bien en que la sexualidad es limitada o impuesta por otra
persona.
No es necesario que exista penetración ni que se produzca el acto sexual.

Incluye la presencia de violaciones dentro de la pareja, la prostitución forzada,
forzar la concepción o el aborto, mutilaciones genitales, acoso sexual o
tocamientos indeseados entre otros.
Existen diferentes manifestaciones de violencia sexual:
 Violencia sexual que no implica contacto corporal:

o Exhibicionismo, forzar a ver material pornográfico, mensajes
obscenos por correo electrónico o telefónicos, gestos y palabras
obscenos, insultos sexistas, acoso sexual, proposiciones sexuales
indeseadas, voyeurismo.
 Violencia sexual con contacto corporal:

o Tocamientos, la imposición de relaciones sexuales o prácticas no
deseadas, obligar a adoptar posturas que la mujer considera
degradantes.
o Violación.
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 Violencia contra los derechos sexuales y reproductivos de las

mujeres:
o Incluye cualquier actuación que restrinja a las mujeres el ejercicio
de su derecho a la salud sexual y reproductiva, afectando su
libertad para disfrutar de una vida sexual sin riesgos para su
salud, así como ejercer libremente su derecho a la maternidad.
Las agresiones sexuales comprenden cualquier atentado contra la

libertad sexual, realizado con violencia o intimidación. Dentro de éstas se
encuentra la violación: cuando la agresión sexual consiste en la introducción del
pene por vía vaginal, anal o bucal o la introducción de cualquier clase de objeto
o miembro corporal (ej.: los dedos) por vía vaginal o anal. Pero también existe
agresión sexual cuando se atenta contra la libertad sexual de la mujer, aunque
ello no implique contacto físico entre ésta y el agresor (obligarla a masturbarse
o a mantener relaciones sexuales con otras personas).
Los abusos sexuales comprenden también cualquier atentado contra la

libertad sexual de otra persona, pero realizado sin violencia ni intimidación,
aunque siempre sin que medie el consentimiento de dicha persona. Se
consideran abusos sexuales no consentidos (además de los que se ejecutan
sobre menores de 13 años) aquellos en los que el consentimiento se obtiene
prevaliéndose el responsable, de una situación de superioridad manifiesta que
coarte la libertad de la víctima.
El acoso sexual es también una forma de violencia contra las mujeres.

Se produce a través de comportamientos verbales, no verbales o físicos, de
índole sexual, no deseados por la mujer, que tengan como objeto o produzcan
el efecto de atentar contra su dignidad, o le creen un entorno intimidatorio, hostil,
degradante, humillante, ofensivo o molesto.
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El acoso sexual puede producirse en el ámbito de una relación laboral,

docente o de prestación de servicios, incluso prevaliéndose de una situación de
superioridad o jerárquica o de la vulnerabilidad de la víctima. También puede
producirse en las pandillas, grupos de amigos y amigas, a nivel familiar o de
vecindario.
Los delitos contra la libertad e integridad sexual se hallan tipificados en el

título VIII del Libro II del Código Penal.
Existen además, otras formas de violencia sexual contra las mujeres,

como la mutilación genital femenina (MGF), la trata de mujeres y niñas con fines
de explotación sexual, entre otras. Estas formas de violencia también son
violencia de género, pero debido a sus especiales características requieren de
un protocolo específico.
5.4. Violencia económica
Se produce cuando el agresor reduce o priva de recursos económicos a

la pareja o hijos/as como medida de coacción, manipulación, para dañar su
integridad. También se considera violencia económica obligar a la mujer a
depender económicamente del agresor, impidiendo el acceso de la víctima al
mercado laboral mediante amenaza, coacción o restricción física.
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5.5. Violencia patrimonial
Se considera violencia patrimonial la usurpación o destrucción de objetos,

bienes y propiedades de la persona víctima de violencia con intención de
dominarla o producirle un daño psicológico. En muchos sentidos, estos bienes
son el fruto de décadas de trabajo, y destruirlos es una manera de hacer ver que
todos esos esfuerzos no han servido de nada. Sin embargo, hay que señalar que
este tipo de agresiones pueden afectar a la vez a otras personas, especialmente
a los vecinos.
5.6. Violencia social
La violencia social se basa en la limitación, control y la inducción al

aislamiento social de la persona. Se separa a la víctima de familia y amigos,
privándola de apoyo social y alejándola de su entorno habitual. En ocasiones se
pone a la víctima en contra de su entorno, produciendo que o víctima o entorno
decidan desvincularse.
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Por ejemplo, los ataques contra la fachada del hogar son muy característicos de
este tipo de violencia, ya que permiten dejar signos visibles por todo el mundo
de que la víctima merece ser atacada a la vista de todos.
5.7. Violencia vicaria
Un gran número de parejas en las que se produce violencia de género

tienen hijos. En muchas ocasiones el agresor decide amenazar, agredir e incluso
matar a dichos hijos con el propósito de dañar a su pareja o ex-pareja.
Este tipo de violencia es denominada violencia vicaria, que también

incluye el daño causado a los menores por la observación de malos tratos entre
los progenitores. El impacto psicológico es lo que se busca, a través del control,
el sometimiento y las agresiones a personas que no están directamente
involucradas en el núcleo del conflicto.
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5.8.- Violencia simbólica y mediática
Existe bastante confusión entre violencia simbólica y mediática:
 La violencia
simbólica se ejerce
mediante
mensajes, valores,
íconos, patrones
estereotipados o
signos que
reproducen y
transmiten las
situaciones de dominación, desigualdad y discriminación hacia las
mujeres.
 La violencia mediática es un tipo de violencia simbólica referida

únicamente a los medios y en ocasiones se separa de la simbólica
debido al poder de comunicación con el que cuentan, que supone un
alto índice de responsabilidad social.
5.9.- Violencia institucional
Son las acciones u

omisiones que realizan las
autoridades, funcionarios y
funcionarias, profesionales,
personal y agentes pertenecientes
a cualquier órgano, ente o
institución pública, que tengan
como fin retardar, obstaculizar o
impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los
derechos previstos en las leyes para asegurarles una vida libre de violencia.
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Así mismo, en algunos países se han tipificado otras modalidades de

violencia entre ellas la prostitución forzada, la esclavitud sexual, el acoso sexual,
la violencia en pareja, la violencia comunitaria y la esterilización forzada, entre
otras.
6.- El ciclo de la violencia de género
Si resulta difícil abandonar una relación de violencia de género, una

explicación posible es que la violencia de género es cíclica.
La teoría del ciclo de la violencia, formulada por la antropóloga Leonor

Walker, es muy útil para entender los comportamientos de algunas mujeres que
sufren violencia por parte de sus parejas. Este ciclo ayuda a comprender, sobre
todo, la vuelta de la víctima con su agresor, algo que puede provocar en algunas/
os profesionales un cierto sentimiento de fracaso o incluso de “enfado” hacia la
mujer que sufre violencia. La violencia de género en la pareja se mantiene a lo
largo del tiempo, realizándose muy generalmente de forma intermitente,
alternando momento de tensión y violencia con otros de calma, tranquilidad e
incluso afecto. Esta intermitencia o alternancia se caracteriza por seguir un ciclo
con tres etapas:
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1. Fase de acumulación de tensión. Aumenta la tensión en la pareja, el

hombre se muestra cada vez más enfadado con la mujer sin motivo
aparente y se incrementa la violencia de tipo verbal. Estos ataques los
suele tomar la mujer como episodios aislados que puede controlar y que
acabarán por desaparecer.
2. Fase de explosión o agresión. La situación estalla en forma de

agresiones físicas, psicológicas y/o sexuales.
3. Fase de calma, reconciliación o luna de miel. El agresor pide perdón a

la mujer, le dice que está muy arrepentido y que no volverá a pasar. Utiliza
estrategias de manipulación afectiva para intentar que la relación no se
rompa, como dándole regalos, invitándola a cenar o a ir al cine, haciéndole
promesas, mostrándose cariñoso, etc. Muchas veces la mujer cree que el
agresor realmente quiere cambiar y le perdona, sin saber que esto
refuerza la posición de él.
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Cada vez que el ciclo da una nueva vuelta:
 la violencia se va consolidando
 la fase de calma, reconciliación o luna de miel tiende a desaparecer
 la violencia se hace más frecuente y sus consecuencias más graves.
7.- La violencia de género: señales de alarma
El hombre (agresor) entra en la vida de la mujer (víctima) como lo haría

un príncipe azul. En este tipo de relaciones el apego por pare del agresor surge
siempre de forma rápida y el compromiso es inmediato. En poco tiempo
convertirá a su pareja en una reina: habrá
promesas, regalos, atenciones, gestos
amables con el fin de seducir y encandilar a
la mujer. Pero una vez asegurada la
conquista, el hombre (agresor) va a empezar
a manifestarse y a comportarse como
realmente es:
 El maltratador controla a su pareja porque siente por ella un infinito amor,

que incluye exigencia de explicaciones, que no haya secretos, saber en
todo momento dónde está, con quién…
 Formula prohibiciones o amenazas, ya sea directamente o de forma
encubierta, respecto de sus estudios, trabajo, costumbres, actividades o
relaciones sociales.
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 El hombre rompe la red social de la mujer y, a su vez, aumenta el control

sobre ella.
 Nunca aprueba ni elogia los actos o las cualidades de su pareja, y son

frecuentes las pruebas, las trampas para ver si lo engaña o le miente.
 Exagera de forma habitual los defectos de ella, haciendo que se sienta

culpable, desvalorada y ridícula.
 La acusa de injusta y caprichosamente de coquetear, de salir o de verse

con otros hombres. La acusa de serle infiel, en unos ataques de celos
patológicos.
 Controla la forma de vestirse de ella, la música que ha de escuchar, el

cine que ha de ver, lo que tiene que decir o cómo comportarse en público.
El control puede llegar a ser absoluto incluso no estando él presente.
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 Es mentiroso hasta el punto que llega a creerse sus propias mentiras.

Habla siempre de sí mismo, ya que se considera el centro del universo, el
ombligo del mundo, pero no escucha a su pareja a quien trata como un
objeto.
 No tiene amigos, sólo conocidos y tiene, además, una marcada tendencia

a desprestigiar y a tratar despectivamente a las mujeres en general.
 Para dirigirse a la mujer (ya sea en público o en privado) utiliza con

intención nombres diminutivos o términos que a ella le desagradan, la
disminuyen o la ridiculizan. La rebaja con frecuencia, la corrige y la
alecciona en sus pequeños fallos, manteniéndola así continuamente en
guardia.
 La acusa de ser poco inteligente, poco atractiva, de mala presencia y le

deja la sensación de que siempre está haciendo algo más. Es como una
erosión gradual y continua de la confianza de ella y de su autoestima.
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 Tiene un comportamiento tiránico, caprichoso, cambiante, ambiguo y

contradictorio. Dice que no se va a dejar dominar y exige de su pareja un
respeto riguroso muy lejos del que ofrece él.
 Es seductor y simpático con todo el mundo, sin embargo a ella la trata con
extrema crueldad cuando están a solas.
 Manifiesta frustración, enojo, rabia por todo lo que no resulta de su

agrado, bajo su particular prisma, sin distinguir en ningún momento lo
principal de lo accesorio.
 Produce en los demás sentimientos de lástima, al justificarse o insistir en

su vida desdichada. Se hace continuamente la víctima.
 Es experto en hacer desplantes: deja de hablar a la mujer o desaparece

durante varios días, sin dar explicaciones, para mostrar su enfado y
provocar intriga.
 Frecuentemente deja a la mujer “tirada” en viajes, en zonas o lugares de

difícil salida, para que ella se sienta sola, aislada y totalmente dependiente
de él. A los estallidos de violencia le sucede normalidad, lo que genera en
la mujer confusión y desorientación.
 Piensa que las mujeres en general son inferiores a los hombres y deben
obedecerles aunque no lo diga de manera expresa.
 En el terreno sexual también impone su voluntad, sin tener en cuenta a

su pareja, como si midiera su hombría a través del sexo y ello hace que
le dé a la relación sexual una importancia exagerada.
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 Promete que va a cambiar, que va a mejorar, que va a corregir sus

defectos, pero esto pasa de forma momentánea y al poco tiempo todo
vuelve a ser como antes, como siempre.
 El agresor siente pánico ante una posible ruptura: se viene abajo, llora,
suplica, promete cambiar, hace regalos, amenaza con suicidarse, con
volver con antiguas parejas… Ante la sospecha de una inminente ruptura
acosa a la mujer con la esperanza de llegar a un acuerdo, acuerdo al que
la mujer normalmente accede, al menos para frenar el acoso.
 A medida que la relación avanza, todo estos aspectos, todos estos estos
registros evolucionan a más y a peor, a hacer que la mujer “camine de
puntillas”, en permanente tensión, nerviosa, tratando de eliminar todo
aquello que él pueda considerar una provocación.
8.- El impacto de la violencia de género: Cómo identificar a una

mujer víctima
Las mujeres víctimas de violencia de género presentan una

sintomatología relacionada con la ansiedad y sus consecuencias secundarias
vinculadas con el deterioro en los comportamientos de alimentación, sueño,
actividad física (incluida la higiene y la apariencia física), actividad intelectual
(fundamentalmente embotamiento), conducta sexual y un déficit en el sistema
inmunológico, con las consecuencias físicas que ello conlleva.
En todo caso, este deterioro implica, a su vez, disfuncionalidad en las

actividades y organización cotidiana del día, lo que conlleva, de nuevo, una
alteración del estado de ánimo, caracterizada por ser de intensidad moderada,
no psicótica (sin ideas delirantes, ni alucinaciones), de tipo inhibido, de llanto
fácil, con sentimiento de aislamiento y soledad, pensamiento negativo y
pesimista, y falta de esperanza en el futuro y de confianza en sí misma.
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Esta sintomatología tendrá consecuencias en el desempeño de las

mujeres víctimas de violencia de género en diversos patrones de
comportamiento, tales como las relaciones interpersonales, la asertividad, etc.,
así como en la potencial aparición de distintos problemas de salud física y
mental. Todo ello tendrá un impacto directo en los niveles de funcionalidad a
nivel familiar, laboral y/o social, ya sea de forma real, ya sea de forma percibida,
de tal forma que la mujer presentará sentimientos de incompetencia.
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Quizá tenemos a las mujeres víctimas más cerca de lo que creemos, pero
ninguna mujer lleva el maltrato escrito en la frente. La violencia de género es
algo que ocurre tras las puertas de las casas, aunque no siempre, y como dijera
el profesor, forense y experto en violencia de género Miguel Lorente Acosta “las
puertas de las casas siempre abren para adentro”.
Aun así hay una serie de rasgos que nos pueden ayudar a identificar a
una mujer que sufre, en silencio y en soledad, la dura carga del maltrato de su
pareja.
 Le tiene miedo a su pareja. Es algo que no dice expresamente, pero lo

demuestra con sus actos.
 Se pone muy nerviosa si prevé que no va a estar en casa cuando él
llegue.
 Está bastante aislada (ya se ha encargado de ello el agresor), sola,
lejos y desconectada de familiares y amistades.
 A veces no dispone de los recursos necesarios (por ejemplo, dinero
para compras básicas).
 Sufre afecciones relacionadas con el estrés (dolores de cabeza,
insomnio, problemas de estómago, afecciones de las piel…)
 No hace ciertas cosas en presencia de su pareja.
 Padece ansiedad o depresión y toma medicamentos para combatirlo.
 Llega a dudar de su propio equilibrio emocional y se culpa
continuamente por todos los problemas familiares.
 Nunca toma decisiones, sin embargo es quien ejecuta las órdenes. Es
quien más trabaja por el bienestar y el equilibrio del hogar.
 Ignora sus propias necesidades y sus propios derechos (también las
más fundamentales) e incluso las de sus hijas e hijos en favor de la
pareja.
 Siempre está temerosa y en continuo estado de alerta.
 Carece de tota libertad de expresión y actuación.
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 Está siempre bajo sospecha tanto para el agresor como para la

sociedad.
 Es tratada como víctima y al mismo tiempo como culpable.
 Jamás va en contra de la opinión de su pareja por temor a enfadarle.
 Alguna vez ha intentado suicidarse.
9.- Creencias y mitos sobre violencia de género
Los mitos sobre la violencia de género se extienden como los rumores, y

tienen tanto fundamento como éstos. Como una opinión no fundada sobre algo
relacionado con la violencia machista, y expresada con la convicción que suele
acompañar a la ignorancia, se puede convertir fácilmente en una creencia de
toda una comunidad o generación, creando muchas veces daños irreparables.
Algunos de estos mitos son:
No es un problema grave, son sólo Las altas cifras de denuncias,

casos aislados sentencias y mujeres muertas a
manos de sus parejas o ex-
parejas, demuestran que es una
alarmante lacra social.
Es una cuestión que solo La violencia es un problema
concierne a la familia y no debe público. En el momento en que se
difundirse. ejerce cualquier tipo de violencia
sobre una mujer, la sociedad debe
involucrarse en el tema.
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Solo ocurre en las clases sociales Las denuncias y muertes de

bajas, de poco nivel adquisitivo, mujeres con cualquier nivel
bajo nivel cultural y en las etnias económico, social y profesional
demuestran que la violencia afecta
a todas las mujeres, y que no hay
un perfil de mujer maltratada.
Solo le ocurre a mujeres adultas; El aumento de las denuncias y
las jóvenes tenemos otra muertes de mujeres jóvenes en los
educación y no lo permitimos últimos años, tira por tierra esta
falsa creencia.
Si son maltratadores en casa, “Nunca sospechamos nada de él,
también lo serian fuera de ella era un hombre totalmente normal”,
es la frase que hemos oído
muchas veces en los medios de
comunicación; las relaciones de
un maltratador fuera del hogar son
normales y, en general, no se
muestra violento; esa
característica solo la desarrolla
dentro del hogar, donde se siente
con más poder.
Los maltratadores son enfermos Casi nunca; suelen ser personas
mentales totalmente adaptadas en la
sociedad, con trabajos normales y
que no hacen demostración de
violencia fuera de casa.
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Los hombres que maltratan lo Así se suelen justificar muchos

hacen porque tienen problemas maltratadores, evitando de esa
con el alcohol u otras drogas forma hacerse responsables de sus
actos. Además no todos los
hombres que tienen problemas con
el alcohol maltratan a sus parejas.
No será tan grave el tema, si no, las La situación psicológica de una

mujeres no lo aguantarían mujer maltratada es precaria; se
siente desprotegida, siente que no
es nada, y que no tiene a donde ir;
esto, junto con la esperanza de que
la situación algún día cambie, y en
muchos casos la incomprensión de
su entorno familiar le hace
permanecer en esa situación de
violencia
La mujer sufre mucho pero sus Educarse los hijos y las hijas en un
hijos e hijas sufrirían más con una ambiente hostil es muy perjudicial;
separación; por ellos/as debe y es una situación psicológica
aguantar difícil de soportar en esa edad.
Las agresiones físicas son más Las agresiones psíquicas pueden

peligrosas que las psíquicas suponer un mayor riesgo teniendo
en cuenta que la mujer pierde toda
la autoestima y capacidad para
hacer cosas por sí misma.
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10.- La violencia de género como un problema de salud pública
La violencia de género en el ámbito de las relaciones de pareja es un

problema de salud, en la medida que afecta al bienestar de las personas, de las
redes familiares y de la comunidad en general.
Desde este punto de vista se considera que:
a) La violencia de género es una manifestación de la existencia de una

alteración de la salud no sólo de la persona que la sufre, sino también de
la red familiar donde se produce y de la sociedad donde se generan las
normas, valores socioculturales y las condiciones ambientales que
determinan y condicionan el desarrollo no saludable de las personas
miembro de la comunidad.
b) Esta alteración se manifiesta en la imposibilidad de las personas y de las

redes familiares para satisfacer sus necesidades, la realización de sus
aspiraciones y el afrontamiento adecuado frente a las demandas de la
vida cotidiana. En el caso de la comunidad se manifiesta en la dificultad
de establecer valores compartidos de respeto a la dignidad y a la igualdad
en la convivencia entre todas sus personas miembro.
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c) El problema de la violencia de género no se explica desde un análisis

unicausal (por ejemplo factores personales de la víctima o del agresor), ni
desde modelos reduccionistas, (educativos, sociales o filosóficos), sino
como un problema de salud personal y comunitario caracterizado:
 Por la presencia de una serie de valores y normas culturales, en

las que se amparan patrones de comportamiento personales y
grupales que atentan contra la igualdad de género, el respeto a la
dignidad de los hombres y las mujeres y la convivencia pacífica de
las personas entre ellas y en el seno de sus redes sociales y de la
comunidad.
 Por la existencia de determinados condicionantes personales

producto de un proceso inadecuado de socialización de la
personas, que conlleva un incremento de la vulnerabilidad frente a
la violencia de género.
 Por el fracaso de los mecanismos de apoyo familiares y

profesionales.
 Por generar, y a veces coexistir, con una alteración del bienestar

físico, psíquico y social de las mujeres víctimas, de los hombres
que agreden, de los hijos e hijas que lo sufren, de otros familiares,
vecindario y amistades que lo callan y del conjunto de la comunidad
que lo justifica o minimiza.
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11.- Intervención profesional en violencia de género
Todos/as los profesionales que intervienen en la Atención a Mujeres

Víctimas de Violencia de Género deben tener presente las graves consecuencias
psicológicas que la situación vivida, generalmente de larga duración, conlleva
para las mujeres.
CONSECUENCIAS
 Sentimiento de indefensión
o Sentimientos de incapacidad de defenderse de la situación de
violencia
o Sensación de imposibilidad para dar soluciones
o Sensación de un futuro desolador
 Alteraciones como consecuencia de una situación grave de

“dependencia afectiva” que se manifiestan en patrones de
comportamiento caracterizados por:
o Sumisión hacia el agresor.
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o Tendencia a realizar conductas de “pacificación”

o Falta de confianza e infravaloración de sus propias capacidades y
actitudes
 Comportamientos caracterizados por:

o Tendencia a evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones
relacionadas con el maltrato.
o Incapacidad para recordar aspectos importantes relacionados con
el trauma
o Embotamiento de la reactividad general
o Sensación de desapego o enajenación frente a los demás
o Dificultad para concentrarse o ejecutar tareas
 Presencia de sintomatología psicológica:

o Afectación del equilibrio afectivo
o Conductas impulsivas y autodestructivas
o Síntomas desorientativos
o Molestias somáticas
o Sentimiento de inutilidad
o Vergüenza
o Desesperación / Deseperanza
o Hostilidad
o Sensación de perjuicio permanente
o Pérdida de creencias anteriores
o Retraimiento social
o Sensación de peligro constante
o Deterioro de las relaciones con los demás
o Alteración de la personalidad
o Sensación de culpabilidad
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 Deterioro cognitivo de la víctima, manifestado fundamentalmente

por:
o Estado emocional muy alterado
o Incapacidad para realizar un proceso de razonamiento
estructurado y sin contradicciones
11.1.- Intervención en el momento de crisis: pautas básicas para la

comunicación con las mujeres víctimas de violencia de género
La actitud que las y los profesionales muestren durante las entrevistas con las
mujeres víctimas de violencia de género influirá en la eficacia del proceso de
detección, así como en las posibilidades de que las mujeres confíen en el
sistema y acudan a otros servicios especializados. Los y las profesionales
emplean determinados mensajes que pueden favorecer que el proceso de
recuperación sea adecuado, o bien pueden generar una victimización
secundaria, por la que las mujeres se sienten sometidas a juicios de valor, que
en ningún caso ayudan a las mujeres. A continuación se ofrecen algunas pautas
recomendables para una correcta comunicación.
a) Pautas relacionadas con la privacidad, la confidencialidad y el

respeto:
 La atención debe ser individual, evitando que haya presentes más

personas y asegurando la confidencialidad.
 Transmitir interés, confianza y seguridad. Las mujeres deben percibir

que el o la profesional se interesa por lo que cuenta. Es importante,
entre otros aspectos, atender a una distancia postural correcta,
mantener el contacto visual y llamar por su nombre, tanto a ella como
a su pareja o expareja, así como evitar eufemismos.
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 Utilizar el tiempo necesario para la atención, pero no más del

suficiente. Las mujeres víctimas de violencia deben percibir que el o la
profesional dispone del tiempo suficiente y que pueden emplear el
necesario para hacerse entender. Por ello serán atendidas en un
ambiente de privacidad, que transmita tranquilidad y en el que no haya
interrupciones inútiles. Por ejemplo, intentar que el teléfono esté
apagado o evitar espacios donde entren y salgan otras personas
constantemente.
 El respeto es muy importante para que las mujeres se sientan

comprendidas y no juzgadas, ni por los pensamientos, ni sentimientos
y explicaciones que ofrecen.
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b) Pautas relacionadas con la escucha activa y la comprensión

empática:
 El o la profesional debe intentar comprender el relato de las mujeres

tal y como lo realizan. Es importante permitir que las mujeres hagan
su particular relato de los hechos, al menos para que en un principio
se pueda desahogar, aunque el discurso parezca desordenado o sin
sentido. Una vez finalice su relato espontáneo, el o la profesional
puede proceder a las preguntas que sean necesarias y sólo aquellas
que sean imprescindibles para resolver las dudas del profesional,
ajustándose a recabar la información necesaria, evitando el morbo
explorando detalles que no aportan ninguna información
transcendental y respetando el ritmo de cada mujer. Es necesario un
estilo de preguntas directas y claras, facilitando en todo momento la
claridad en el lenguaje.
 Observar las actitudes y el estado emocional de las mujeres usuarias,

cuidando la comunicación no verbal, de forma que no se exterioricen
señales de asombro o desinterés.
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 El o la profesional deben tener capacidad de contención, de forma que las

mujeres víctimas de violencia de género deben percibir que el o la
profesional ni se alarma ni se altera. Se puede aceptar y ofrecer
comprensión a cualquier sentimiento que verbalice por atípico o fuerte que
sea, aunque esto no significa adherirse a él ni darle la razón, simplemente
entenderlo sin juicios ni censuras. En estos casos, pueden utilizarse
expresiones tales como "entiendo que te sientas así...".
 El acompañamiento atento del o de la profesional también tiene en cuenta

el uso de los silencios, ya que estos facilitan y permiten que las mujeres
procesen y reflexionen sobre su relato. En determinados momentos, en
los que las mujeres víctimas de violencia de género se queden en silencio,
es importante que el o la profesional sepa respetar dichos silencios.
 Evitar actitudes que puedan resultar frustrantes para las mujeres víctimas
o negativas para la consecución de sus objetivos, tales como:
 Poner en duda la veracidad de lo que cuentan: "¿de verdad pasó

de esa forma?".
 Emitir juicios de valor: "seguro que no es tan importante".
 Buscar culpables utilizando tonos de censura o de valoración

culpabilizándola: "¿por qué no saliste antes de esta situación?".
 Dar la impresión de que todo se arreglará fácilmente,

tranquilizando con falsas esperanzas: "no te preocupes, estoy
segura/o de que pronto la situación estará mejor".
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 No tratar de resolver la relación proponiendo la posibilidad de

tratamiento para los hombres maltratadores: "seguro que tu
pareja necesita tratamiento psicológico, cuando él lo supere,
estaréis mejor".
 No culpabilizar a las mujeres con frases como: ¿por qué sigue con
él?, ¿qué ha hecho usted para que él sea tan violento?".
 Imponer las ideas y criterios propios en el proceso de toma de

decisiones. Las y los profesionales pueden proponer e informar,
pero son sólo las mujeres las que deben decidir.
Página 39 de 39

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UNIDAD DIDÁCTICA 2

LA VIOLENCIA DE GÉNERO: CAUSAS,

UNIDAD DIDÁCTICA 2.- LA VIOLENCIA DE GÉNERO: CAUSAS,

 Caracterizar la violencia de género dando a conocer sus causas, sus

 Conocer mecanismos para la detección de la violencia de género en

 Dar pautas para la intervención profesional con mujeres víctimas de

1.- Conceptualización de la violencia de género.

5.9.- Violencia institucional.

1.- Conceptualización de la violencia de género

Son varios los términos y las expresiones usados para referirnos a la

¿Por qué esta preocupación?

1. Porque incide sobre el bienestar y salud de las mujeres, llegando en

(Resolución de la Asamblea General Resolución 48/104 Declaración sobre

La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de

En realidad, la acepción de la ley española ha sido muy criticada, debido

Además, apenas incluye dos tipos de violencia de género, la física y la

De acuerdo con la Ley 13/2007 de 26 de noviembre, de Medidas de

"La violencia comprende cualquier acto de violencia basada en género

Representa un atentado contra los Derechos Humanos, así como contra

Es un problema social generalizado, que se da en todo tipo de culturas,

NO es un fenómeno aislado, ni un problema individual de determinadas

A pesar de los avances sociales conseguidos, la violencia de género sigue

La violencia de género se manifiesta en diversos ámbitos: en el familiar o

La idea fundamental que subyace en la violencia de género, no es tanto

En 2014 se añadieron algunos cambios en la legislación

2.- ¿Por qué la llamamos violencia de género?

Preferimos hablar de violencia de género, violencia machista o violencia

Denominándola violencia de género o machista queda claro que es un tipo

 La víctima es una mujer.

En la violencia de género el agresor usa su violencia contra la mujer con

La violencia que usa un hombre contra una mujer no persigue un fin en sí

La violencia de género no es un problema individual o un acto aislado,

Por tanto, la violencia de género está directamente asociada a las

La violencia de género se diferencia de otros tipos de violencia como

¿En qué se diferencia de la violencia doméstica, violencia familiar o

¿En qué se diferencia de la violencia hacia la infancia? La violencia hacia

3.- Causas de la violencia de género

Se podrían apuntar varias causas como desencadenantes de la violencia

A esta causa esencial pueden unirse otras causas secundarias:

 Mecanismo de control social de la mujer que sirve para reproducir y

 El modelo androcéntrico de sociedad y de cultura.

 La violencia contra las mujeres es estructural. Tiene rasgos

Hasta hace no muchos años, la restricción en el desarrollo personal y

Actualmente existe una menor tolerancia social hacia la violencia. Sin

 La violencia contra las mujeres es además instrumental. La

4.- Características de la violencia de género

La violencia de género presenta diversas características diferentes a otros

 Es una violencia que parte de una ideología, la del género: tiene

 Es un fenómeno social e individual: Por una parte, la violencia de

 Tiene una naturaleza estructural: La violencia de género es un

 Desequilibrio de poder: La violencia de género se basa en un

 Carácter instrumental: La violencia de género es instrumento de

 La víctima sufre el abuso y la violencia por parte de una persona de la

 Se suele desarrollar en el ámbito privado, interno de la pareja, esto

 Se ejerce de forma discontinua y con intensidad creciente.

 El agresor posee una imagen pública "normal" (buen vecino, buen

 Visibilizamos sólo la agresión física puntual, que sólo es un aspecto

 Genera daños de distintas magnitud a la persona que la sufre: física,

 Provoca una anulación de la personalidad a la víctima que le genera

 Genera daños en la familia, en su entorno, y en toda la sociedad. Se

 Se mantiene por falta de rechazo social.

En cuanto a las características que presenta una relación de violencia de

1. Reiteración o habitualidad del uso de las estrategias de control y

2. Creencia por parte de los hombres maltratadores de que sus actitudes