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LA NEUROCIENCIA APLICADA A MI VIDA

Hoy deseo plantearos a todos vosotros un debate y es:

¿Es posible utilizar el pensa- miento como fuerza vital para alcanzar objetivos en nuestra vida?

Basado en los conceptos de la "mecánica cuántica" se ha demostrado que existe una


interrelación entre lo que pensamos y vivimos, es decir, entre nuestros pensamientos y nuestra
realidad.

Esto quiere decir que cuando creemos que podemos, en realidad, así es,... ¡¡¡PODEMOS!!!.

Sorprendentes experimentos en los laboratorios más adelantados del mundo corroboran esta
creencia. El estudio sobre nuestro cerebro ha avanzado muchísimo en estas últimas décadas
mediante las “tomografías”. Cuando nos conectan electrodos a nuestro cerebro, se sabe
exactamente donde se produce cada una de las actividades de nuestra mente.

La fórmula es bien sencilla: se mide la actividad eléctrica mientras se produce una actividad
mental, ya sea, emocional, espiritual, racional o sentimental y así se sabe a qué área
corresponde esa facultad.

En neurología se ha visto algo aparentemente descabellado que es la clave de lo que os


propongo: Cuando vemos un determinado objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro
cerebro… pero cuando cerramos los ojos y nos lo imaginamos la actividad cerebral es
¡¡¡IDÉNTICA!!!

Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando “vemos” que cuando “imaginamos o
sentimos”, llega la gran pregunta: ¿cuál es la Realidad? Por lo tanto "La gran verdad es que
nuestro cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina, porque las mismas redes
neuronales están activadas; para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente o
imagina”.

¿Para qué puede servirnos lo que os estoy comentando?

Para hablar en público.

1.- Vivencia: Cuando tuve que dar una conferencia en la UNIVERSIDAD POLITECNICA DE
BARCELONA, como preparación, me ví durante unos días en mi "imaginación" moviéndome en
el aula entre los estudiantes con gran seguridad y soltura.
Resultado: Fui felicitado por el rector que impartía esa asignatura, así que en efecto: "Nuestro
cerebro no hace distinción entre lo que ve y lo que imagina".

Para leer en público en las celebraciones eucarísticas.

2.- Vivencia: En esta situación preparo las lecturas con el máximo interés estudiando e
imaginando el momento en que se hallaban los escritores sagrados (El apostol San Juan, San
Pablo, el rey David) y pidiendo al Espíritu Santo ponga en mi corazón los sentimientos que Él
(el Espíritu Santo) puso en sus corazones en aquellos momentos de sus vidas.

Resultado: Muchas personas se creen que soy un actor, otros doblador de películas, otros
afirman que las palabras que escuchan les llegan a sus corazones.

En el campo deportivo.

3.- Vivencia: Me sirvió como preparación para correr la maraton ya que despues de estudiar
con detenimiento todas las incidencias que me podía encontrar en la carrera, la preparación
psicológica consistió en memorizar a través de la imaginación todas las vicisitudes con las que
sabía me encontraría en el transcurso de la carrera.

Resultado: Tiempo empleado 4 h 13´.

En la actualidad.

Debido a que los distintos traumatólogos que me habían visitado no fueron capaces de
solucionar los fuertes dolores que tenía en la zona lumbar, me planteé diseñar un programa de
actuación física teniendo en cuenta los conocimientos que poseía en el campo del desarrollo
cerebral.

1º.- Fortalecimiento de la espalda a base de desarrollar su musculatura y evitar que el peso


recaiga sobre la columna y mentalmente visualizo cómo estos ejercicios los estan fortaleciendo
en gran manera. (Sesión de 5 minutos)

2º.- Ejecicios de abdominales con flexiones y ejercicios isométricos y a través de mis manos
colocados sobre mi estómago compruebo su fortaleza y desarrollo. (Sesión de 20 minutos)

3º.- Ejercicios Físicos en la Máquina Elíptica: La contemplo como un medio para realizar
ejercicio "aeróbico" cuyo objetivo es hacer un ejercicio moderado durante un tiempo de 50´.
Esto me permite tener un fondo físico importante y a través de mi mente dirigir la energía vital
de mis pensamientos hacia puntos donde tenga sobrecargas y conseguir relajarlos
mentalmente.

Resultados: A esta forma de deporte le llamo "Neurofitness" consiguiendo potencia, flexibilidad


y reducción importante del cansancio a pesar de mi edad de casi 75 años.

Lo que deseo es que todos los que me podáis leer nos hagáis partícipes de sus experiencias, y
asi confirmar lo que he os he indicado:

"Nuestro cerebro no hace distinción entre lo que ve y lo que imagina".

Isidro

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