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La colonialidad del trabajo

Boris Marañón Pimentel


Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), México

Resumen Abstract
The coloniality of work.
E l objetivo de este documento es presentar
una visión descolonial sobre cómo se fue
elaborando el concepto dominante de trabajo
que, en tanto concepto eurocéntrico, establece T he objective of this article is to present a
decolonial perspective of how the dominant
originally Eurocentric concept of work has been
que el trabajo asalariado, industrial, es el concepto
universal, y por tanto legítimo, de trabajo de la established. This declares paid and industrial
modernidad para todos los confines de la tierra. work as a universal concept of work in modernity
Al mismo tiempo, proponer algunos de los all over the world. At the same time, the text
elementos centrales de un nuevo concepto de proposes central elements of a new concept of
trabajo, asociado a un nuevo sistema histórico, work, associated with a new historical system, a
una nueva racionalidad no instrumental que new non-instrumental rationality that proposes
proponga y practique la solidaridad entre los and practices solidarity between humans and
humanos y la Madre Tierra. Mother Earth.

Palabras claves: coloniality, buen vivir, soli- Keywords: coloniality, good living, economic
daridad económica, crítica descolonial solidarity, decolonial critique

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L a c olon i a lid ad del t ra bajo
1. Introducción1 2. Revisión del concepto colonial-moder-
no de trabajo: la colonialidad de todas
las formas históricas de trabajo
El objetivo de este documento es presentar una
visión descolonial sobre cómo se fue elaborando
el concepto dominante de trabajo que, en tanto
concepto eurocéntrico, establece que el trabajo Al realizar un recorrido por autores distintos
asalariado, industrial, es el concepto universal, y (Aristóteles, San Agustín, Santo Tomás de Aqui-
por tanto legítimo, de trabajo de la modernidad no, Lutero, Calvino, Locke, Genovese, Smith y
para todos los confines de la tierra. Es significa- Marx) y distantes épocas y espacios históricos,
tivo advertir el esfuerzo realizado desde el siglo se ha tratado de establecer cómo se constituyó
XVI para que el trabajo manual, tuviera una va- el concepto dominante, colonial-moderno, de
loración social positiva, cuando en la denomina- trabajo, en tanto trabajo asalariado, homogéneo
da “Antigûedad”, era considerado despreciable ya y abstracto. La idea central que se desprende de
que impedía a los hombres (desde una visión pa- esta gratificante odisea investigativa es que en la
triarcal) dedicarse a la meditación y a la política. colonialidad-modernidad la producción por el
Desde la constitución del orden colonial, moder- pensamiento dominante del trabajo como cate-
no, eurocentrado, mundial y eurocentrado, en el goría social tuvo por objetivo legitimar una ma-
siglo XVI, el capitalismo articuló (e invisibilizó), nera específica, requerida por el poder capitalista,
bajo la hegemonía de la relación capital-salario, moderno y colonial, de producir riqueza: el traba-
a otras formas de control del trabajo (esclavitud, jo “abstracto” y “homogéneo”, a partir del trabajo
servidumbre, pequeña producción mercantil y re- asalariado que produce valor de uso y valor de
ciprocidad), con la finalidad de producir mercan- cambio, al mismo tiempo. Se trata de un tipo muy
cías para el mercado mundial, y esta articulación específico de trabajo, asalariado, del trabajo “pro-
se realizó a partir de la colonialidad del poder, es ductivo” que tiene como característica exclusiva
decir, distribuyendo a trabajadores y trabajado- la producción de plusvalor. Esta categoría social
ras en las distintas formas de control del trabajo se refiere al trabajo “manual” con apoyo de má-
a partir del criterio de “raza” (“blancos”-salario, quinas que multiplican su productividad, esto es,
“negros”-esclavitud, “indios-servidumbre, p.e). al trabajo típicamente industrial.
El texto está estructurado en dos partes. En la pri- La producción de esta categoría social significó
mera se presenta una síntesis de la genealogía de otorgarle al trabajo “manual”, una relevancia y
la colonialidad del trabajo, y en la segunda se rea- un reconocimiento social que no había tenido
liza una reflexión provisoria de cómo podríamos en el mundo anterior al de la colonialidad-mo-
concebir el trabajo sin las ataduras del eurocent- dernidad. Desde la aparición de las relaciones
rismo y en asociación a otro sistema histórico: El de poder, esto es, de dominación, explotación y
Buen Vivir. conflicto, en los albores de la historia humana,
la actividad manual destinada a la producción
agropecuaria, es decir, a la producción de los sa-
tisfactores básicos, fue estigmatizada desde una
visión aristocrática que la calificó como despre-
1.- Este artículo es una síntesis del libro “Una crítica descolonial
del “trabajo”, que se encuentra en proceso de publicación por el ciable e indigna. Fue Aristóteles el primero que
Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc)-UNAM, México.

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en el pensamiento occidental definió al trabajo de la noción de vocación, de modo que el trabajo
manual como una actividad indigna porque im- “manual” se constituía, a partir de su laboriosi-
pedía al hombre vivir de manera autónoma, sin dad y de una vida austera del trabajador, en la vía
preocupaciones por satisfacer sus necesidades para la salvación de las almas. Tanto Lutero como
básicas. Aristóteles también fue el primer pensa- Calvino rechazaban las jerarquías eclesiásticas,
dor que atribuyó a la fuerza de trabajo “manual” la corrupción de la Iglesia y la mercantilización
un lugar subordinado en la clasificación social a del perdón divino (la venta de las indulgencias),
partir de su creencia en la “desigualdad natural” abogando por una relación de igualdad entre los
entre los hombres, al sostener que las labores ma- creyentes respecto a Dios. No obstante, ningu-
nuales correspondían a seres humanos inferiores, no de los dos cuestionó la clasificación social ni
faltos de raciocinio y capacidad argumentativa, la dominación y explotación de los campesinos
corporalmente fuertes y destinados, por tanto, a existentes en su época, porque se trataban de te-
la obediencia y a la labor física. La “desigualdad mas “mundanos”3.
natural”, fue el argumento central que justificó la Entre los siglos XVI y XVIII, desde la constitución
esclavitud en la Grecia antigua, un tipo de control del capitalismo a escala mundial y la emergencia
del trabajo que permitió a un sector reducido de del proyecto de la modernidad, pasando por Lo-
habitantes de la Polis, dedicarse a la filosofía y a cke4 (s/f) y Genovesi (1786), el concepto de traba-
la política, en tanto ciudadanos, situación que fue jo “manual” sería elaborado en asociación con la
negada a los esclavos. razón instrumental, como un medio para acumu-
Con el cristianismo y a partir de la “caída” de lar riqueza y poder. Así, el trabajo manual con-
Adán y Eva, a las actividades manuales orientadas cebido por los protestantes como un medio para
a la satisfacción de las necesidades se les atribuyó lograr la gracia divina, terminó siendo considera-
una pesada carga, una condena divina: “comerás do tan solo como acto mecánico, despojado de
con el sudor de tu frente”, que se mantuvo durante todo contenido religioso y ético por Adam Smith
toda la denominada “Edad Media”, hasta el siglo (2014). Se trataba, pues, de un concepto trabajo
XV. Esta condena, en la medida en que la Igle- desalojado de su contexto histórico y cultural,
sia Católica se institucionalizó y burocratizó y se pensado desde un movimiento inexorable del de-
hizo sostenedora y aliada del poder feudal, fue venir histórico en términos evolucionistas y civi-
una carga para los campesinos europeos, quie- lizatorios, “desde Europa”, para el mundo entero y
nes estaban clasificados de manera subordinada según las necesidades del patrón de poder coloni-
y para producir el sustento material del clero y al, moderno, capitalista y eurocentrado. Se trata-
la aristocracia. Tanto San Agustín y, sobre todo, ba de un tipo de trabajo que Adam Smith, según
Santo Tomás de Aquino, legitimaron tal clasifi- un criterio de cientificidad eurocéntrico, definió
cación apoyándose decisivamente para ello en las como productivo, creador de valores de uso y de
ideas aristotélicas de la desigualdad natural entre valores de cambio a la vez, un trabajo abstracto,
los hombres2. que definía la riqueza como resultado de relaci-
Serían los cristianos protestantes quienes dieron ones sociales asimétricas, borraba de lo “econó-
un giro dramático a la visión del trabajo “ma- mico” otras formas de trabajo no asalariadas por-
nual” estableciendo su dignidad social a partir
3.- Sobre este aspecto ver Applebaum (1992).
4.- Ver el texto de Mayo (2013) para una discusión del concepto
2.- Sobre este aspecto ver Applebaum (1992) y Peig (2007). de trabajo en Locke.

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que se consideraban “arcaicas”, “precapitalistas” y y el sentido de su vida en un sistema que tiende
pertenecientes a “pueblos sin historia”. Un tipo de hacia la mercantilización total de la existencia so-
concepto de trabajo que escondía la Colonialidad, cial6.
ya que presentaba la clasificación social, el lugar No obstante, el pensamiento del propio Marx pre-
del trabajo, el tipo de trabajo realizado, así como sentaba serias tensiones eurocéntricas asociadas
el pago (o no pago) y la cantidad pagada al traba- al evolucionismo, a su firme creencia en el pro-
jador, como algo que se daba de manera “natural”, greso y a sus fuertes deudas intelectuales y epis-
por razones puramente económicas. En este enfo- temológicas con Hegel (respecto a la civilización,
que, eurocéntrico y colonial, la clasificación social pueblos con historia y pueblos sin historia) y con
jerárquica a partir de la idea de raza (esto es, la Smith, respecto del progreso y de las categorías
Colonialidad), no tenía ningún impacto en per- fundamentales de la economía política clásica
cibir a los no-europeos como no-humanos y sal- (las dicotomías valor de uso-valor de cambio,
vajes y en asignarlos a trabajos no asalariados, es trabajo productivo y trabajo improductivo, pro-
decir, a trabajos sin ningún costo como fueron la ceso de trabajo-proceso de valorización, desar-
esclavitud y la servidumbre. Si bien, con el tiem- rollo de las fuerzas productivas-alienación)7. La
po, los no-europeos (no-blancos) fueron accedi- visión reduccionista de Marx respecto al trabajo
endo a trabajos asalariados, siempre lo hicieron productivo, al asimilarlo sólo al trabajo asalariado
en condiciones desfavorables, realizando los tra- creador de plusvalor condujo a consolidar una vi-
bajos peores y percibiendo los salarios más bajos, sión eurocéntrica sobre el derrotero histórico de
en relación a los europeos (blancos).5 la humanidad, elaborada desde Europa, en la que
Marx hizo una genial contribución a la crítica de lo civilizado era un tipo de trabajo asalariado, al-
la economía política clásica al plantear que la so- tamente productivo y vinculado al comercio y a la
ciedad capitalista era un orden social histórico, industria. Esta mirada reforzó la deslegitimación
modificable y que la dominación y explotación eurocéntrica de los otros tipos de trabajo existen-
no eran eternas. En términos del concepto de tra- tes, de tipo no capitalista, signados por el trabajo
bajo, Marx desnudó los mecanismos de la explo- colectivo y la reciprocidad simétrica, que tenían,
tación capitalista, esto es, la producción y apropi- además, un abrumadora importancia cuantitati-
ación de la plusvalía por los capitalistas, proceso va en relación al trabajo asalariado en el mundo
que se daba en la esfera de la producción y que era entero del siglo XIX. Al mismo tiempo, Marx no
ininteligible desde un análisis de intercambio de consideró que la idea de raza fuera decisiva como
equivalentes (fuerza de trabajo por salario) en el una categoría utilizada en la clasificación social
ámbito de la circulación. Al mismo tiempo, Marx no sólo para el capitalismo sino para el patrón de
formuló un profundo cuestionamiento a la “pa- poder capitalista, colonial-moderno y eurocent-
tología industrial”, es decir, al amplio proceso de rado. Como sostiene Bagú (1972) ni Marx ni En-
alineación que registraba el trabajo en el capitalis- gels problematizaron el hecho de que a partir de la
mo que se traducía en una conversión del traba- conquista del Nuevo Mundo, los europeos-blan-
jador en apéndice de la máquina y en la pérdida cos ocupaban posiciones de mando mientras
de su capacidad para controlar su propio trabajo que los no-europeos-no blancos desempeñaban
funciones de obediencia. Esto es, según Quijano
5.- ara estudios contemporáneos sobre este problema puede verse
Zabala Argüelles (compiladora), (2008), Pobreza, exclusión social y
discriminación étnico-racial en América Latina y el Caribe, Bogotá, 6.- Ver Marx (1982ª, 1982b y 1969).
Colombia CLACSO-Siglo del Hombre Editores. 7.- Ver al respecto Lander (2008), Fontana (1982).

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(2007a, 1998), Marx no pudo entrever que el po- basamento histórico real, para prestar atención a
der capitalista desde el siglo XVI tenía como su otras formas de trabajo, no verticales ni fundadas
rasgo distintivo la colonialidad del poder a partir en la explotación, sino en la reciprocidad que van
de la clasificación social jerárquica basada en la surgiendo como parte del nuevo horizonte de
raza, a la que se debían añadir las de clase y sexo. sentido histórico emergente: la defensa de la Casa
La colonialidad del trabajo implicó, además de Común, la Madre Tierra, denominado el Buen
colocar en un lugar privilegiado al trabajo asa- Vivir, a partir de los movimientos indígenas. Sus
lariado, la invisibilización de todas las otras for- prácticas ya en despliegue, pueden contribuir a
mas históricas de control del trabajo (esclavitud, definir otras formas de trabajo, donde este sea
servidumbre, reciprocidad y pequeña produc- parte de la vida y no la razón de vivir.
ción mercantil simple), las que desempeñaron (y Finalmente, es importante plantear la discusión
desempeñan) un papel fundamental en la cons- de cómo se elabora y se impone desde las rela-
titución y reproducción del capitalismo mundial, ciones del poder la idea de “trabajo intelectual”,
mostrando que el capital las articula de manera ubicado jerárquicamente por encima del “trabajo
jerarquizada para extraer los excedentes del tra- manual” y cómo se impone la idea del ocio como
bajo. Esto es, el capital coexiste con estas otras no “trabajo”, teniendo en cuenta que para los grie-
formas productivas8. gos el ocio era precisamente la no dependencia de
En la actualidad existe una crisis no del “trabajo” las necesidades básicas y la posibilidad de dedi-
sino del trabajo asalariado a raíz de los cambios carse a la reflexión, deliberación, contemplación
registrados por el capitalismo: desempleo estruc- y a la política.
tural asociado a la sustitución creciente de trabajo
vivo por trabajo acumulado, a la derrota política 3. Hacia la Descolonialidad del trabajo y el
de los trabajadores y al predominio del capital fi- Buen Vivir
nanciero en el mundo del capital. Existe una cri-
sis del trabajo asalariado y un resurgimiento de
otras formas de trabajo, entre ellas, la esclavitud
Antes de concluir esta revisión sobre cómo se fue
y la servidumbre, así como de la reciprocidad y la
construyendo el concepto de trabajo, trabajo ma-
pequeña producción mercantil simple.
nual-asalariado, articulado con otras formas de
Es importante que tratemos de desmontar la control del trabajo, como una categoría social con
idea eurocéntrica del trabajo asimilado al traba- el énfasis colocado en el período histórico de la
jo asalariado y que deslegitimiza las otras formas Colonialidad-Modernidad, es importante preci-
de trabajo, y conformante de la propuesta capi- sar que el trabajo puede diferenciarse de la activi-
talista, también en crisis del Desarrollo, que se dad y del empleo según diversos autores, el rasgo
ha interiorizado en el imaginario social y marca fundamental que interesa destacar es que el traba-
pautas de acción que están dejando de tener un jo es una acción instrumental respecto de la na-
turaleza, buscando su transformación y dominio.
8.- En este sentido, es imprescindible destacar el trabajo femeni-
no, orientado a la producción y reproducción de la vida en sentido Al respecto, Friedman sostiene que “las definici-
amplio (Federici, 2013). Desde la perspectiva de la Colonialidad
del Poder no se han realizado discusiones teóricas respecto del ones baconiana, marxista y, en general, todas las
trabajo femenino y las formas históricas de control del trabajo. No
obstante, el trabajo femenino puede ser parte de la reciprocidad, definiciones de trabajo que ponen el acento sobre
es decir de intercambios materiales y simbólicos que no pasan por la transformación de la naturaleza por el homb-
el mercado, entre sujetos iguales.

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re implican una finalidad esencial. La transfor- rocéntrico, del trabajo en general que invisibiliza
mación de la naturaleza se orienta hacia un fin: otras formas de trabajo. A fines del siglo XIX, era
su dominio por el hombre, su “amo y poseedor” claro que la industrialización en Europa iba ha-
(Descartes), la asimilación de su materia (trans- ciendo creciente lo que Marx llamó la “patología
formada en objetos y en productos) a necesidades industrial”, es decir, la alienación del “trabajador
humanas. (Friedman, 1992: 14). Esta visión de ex- manual asalariado” concebido como apéndice
terioridad del hombre respecto de la naturaleza y de la máquina y creador de riqueza, riqueza que
de la necesidad de dominarla es una característica debía extraérsele aún a costa de dejarlo sin hu-
central del pensamiento occidental, la misma que manidad y sin vida. Más de un siglo después, el
se deriva del dualismo cartesiano, de la separación “trabajo manual-asalariado” ha entrado en abier-
razón/mente-cuerpo y del dualismo sociedad/na- ta crisis con el crecimiento del desempleo estruc-
turaleza, y sigue presente entre intelectuales que tural, el mismo que se ha visto fortalecido por el
critican la asimilación del trabajo al trabajo asa- predominio de la rama financiera del capital en el
lariado industrial, al trabajo abstracto, el trabajo capitalismo. Esta crisis del “trabajo manual-asa-
como mercancía susceptible de ser dividido, que lariado” se ha desatado teniendo como telón de
no se realiza por sí mismo, por placer, para satis- fondo la crisis del entero patrón de poder coloni-
facer una necesidad personal de quien lo ejecuta, al, moderno y capitalista y de la modernidad mis-
sino que se realiza para obtener un ingreso sala- ma, como proyecto intersubjetivo de liberación
rial mediante el contrato de trabajo y entregar su humana a partir de la razón.
producto al patrón. Neffa (1999: 7) destaca que Es necesario, por tanto, dirigir nuestros esfuerzos
dichos intelectuales se orientaron hacia una re- hacia una resignificación del trabajo. ¿Cómo ori-
conceptualización del trabajo “como la actividad entar esa búsqueda? Pueden existir dos caminos.
gracias la cual los seres humanos se descubren, Uno, ya explorado en las últimas décadas, dentro
toman conciencia y se construyen a sí mismos, y de la propuesta de la Modernidad-colonialidad e
establecen relación con los demás, porque devi- inspirada en el Progreso-Desarrollo. Otro, parti-
enen dominadores de la naturaleza (el énfasis es endo de una nueva intersubjetividad que surge
mío, BM) y constructores del mundo”. desde los diversos movimientos sociales, princi-
De este modo, es posible afirmar que el trabajo palmente indígenas y que están conformando un
en la Colonialidad/Modernidad es instrumental amplio movimiento de la sociedad. La primera
ya que busca el dominio de la naturaleza, pero vertiente ya no tiene sustento, pues es la Moder-
también es instrumental respecto del “otro”, por- nidad, en sí misma, como proyecto racional de
que responde a relaciones de mando y obediencia liberación humana la que ha entrado en crisis.
verticales y a una concepción colonial del otro, en No se trata sólo del derrumbe de sus dos versi-
tanto inferior en términos raciales y de naturale- ones, es decir, de la razón instrumental, asociada
za, ideas que sustentan la explotación del “homb- al poder, al capitalismo y a la Colonialidad, y de
re por el hombre”. la razón histórica, vinculada a la liberación, sino
Es importante resaltar que a lo largo de esta inves- del proyecto liberador basado en la razón, pues
tigación al hablar de “trabajo”, nos hemos referido este proyecto está centrado en lo humano y por
de manera específica al “trabajo manual” y al “tra- tanto desgajado del árbol de la vida. La Moder-
bajo asalariado”, es decir al “trabajo manual-asa- nidad histórica es, como se ya se ha comentado
lariado”, como el equivalente, desde el lente eu- en la parte introductoria de este libro, la Moder-

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nidad-Colonialidad que niega la existencia de la se extiende a la invisibilización de otras formas
alteridad, separa razón-mente de cuerpo, clasifica históricas de control del trabajo.
a la población de manera jerárquica a partir de un Ante la a situación de crisis del “trabajo ma-
constructo mental, la “raza”, exterioriza a la “Na- nual-asalariado”, dentro de un debate amplio re-
turaleza”. specto de los cambios en el capitalismo desde los
En la Modernidad histórica, en la Moderni- ochenta, un importante sector de intelectuales
dad-Colonialidad, la razón está subordinada al críticos del capitalismo y de la opresión de los tra-
poder, a la dominación y explotación humana y bajadores, ha planteado una ampliación import-
de la “Naturaleza”. La Modernidad-Colonialidad ante pero insuficiente redefinición del concepto
tiene en el Progreso-Desarrollo un poderoso ima- de trabajo.
ginario que naturaliza la opresión humana y de la Se trata de reconocer la legitimidad de otras for-
“Naturaleza”, establece un devenir histórico, soci- mas de trabajo que no se ajustan a la imagen do-
al e institucional único y legítimo, el europeo, el minante de trabajo equivalente a empleo que se
mismo que sirve de referencia y punto obligado de impuso desde hace, por lo menos, un siglo y me-
llegada para todo el mundo. Dentro de este ima- dio atrás: El “trabajo manual-asalariado” indust-
ginario eurocéntrico, lo económico está asociado rial, con derechos legales codificados en el marco
al “trabajo asalariado”, a la eficiencia costo/bene- del Estado-Nación. Estas otras formas se refieren
ficio y a una concepción del tiempo “medido”, a a diferentes modalidades de trabajo para obtener
la valorización monetaria del esfuerzo laboral en un ingreso de manera dependiente, a través de
términos de unidades de tiempo (hora, día). El la venta de la fuerza de trabajo en la producción
trabajo está cartesianamente desgajado de la vida, inmaterial y en la actividad de servicios, donde
instrumentalizado, alienado y subordinado, y el convergen el patrón, el trabajador y el usuario-cli-
trabajo de los no blancos está desvalorizado. ente, o de manera independiente donde se encu-
No obstante el desempleo estructural y el desmo- entran el trabajador autoempleado y el cliente (De
ronamiento de la “civilización” occidental, en los la Garza, 2010). Esto es, se da paso a la aceptación
círculos de poder se continúa hablando de refor- de que no sólo el “trabajo manual-asalariado” de
mas estructurales, inversión, crecimiento econó- tipo industrial, es trabajo productivo, situación
mico y empleo. Continúa colocándose el trabajo que se negó al elaborarse la categoría social de
asalariado como eje de estructuración social, de trabajo productivo, como único creador de rique-
reproducción socioeconómica, de identidad y re- za, por la Economía política “clásica”, siendo iden-
conocimiento sociales. Esta visión, que está muy tificado, por tanto, como “trabajo clásico”9.
presente en sectores intelectuales, permea tam- Esto evidencia de modo claro cómo la produc-
bién en amplios segmentos sociales populares, ción de conocimiento en la Modernidad era a la
que guían sus acciones con el imaginario del Pro- vez Colonialidad, pues la idea de trabajo se con-
greso-Desarrollo, lo que demuestra el poder de la struyó negando la existencia ontológica y episte-
subjetividad para producir sentido y encaminar mológica de otras historias y culturas, y de otras
la acción social cuando la materialidad, en este formas de trabajo no mercantiles, que pertenecían
caso, del trabajo asalariado se encuentra en una a los “pueblos sin historia”.
profunda crisis. Esto evidencia la colonialidad del
Pero esta importante ampliación del concepto de
empleo, del “trabajo manual-asalariado”, en ex-
tendidos sectores de la sociedad, colonialidad que 9.- Al respecto ver De la Garza (2010: 113).

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trabajo no reconoce las formas de trabajo basa- turalista y recupera la agencia y la subjetividad en
das en la solidaridad y reciprocidad (intercambio el estudio de lo laboral, con la misma propuesta
de trabajo y de fuerza de trabajo por fuera del del Concepto ampliado de trabajo, así como con
mercado) características del mundo indígena, los Nuevos estudios laborales que proponen un
especialmente en zonas rurales, ni tampoco las abordaje multisdisciplinario, interpretativo y re-
formas asociativas de trabajo que van surgiendo lacional de lo laboral. Este diálogo es importan-
de manera creciente en ámbitos urbanos, a con- te porque se trata de encontrar puntos comunes
secuencia de la crisis estructural del empleo y de entre las diferentes perspectivas a partir de las re-
10
búsquedas de otros modos de vida . Se trata de laciones de poder en el patrón de poder colonial,
las cooperativas y una miríada de grupos que se moderno, capitalista, mundial y eurocentrado.
autodenominan “colectivos” en los que se enfati- Una resignificación descolonial del concepto de
za la autonomía, la autogestión y la búsqueda de trabajo debe abrevar de los aportes mencionados
trabajo digno a través de la práctica del trabajo producidos desde los márgenes de este mundo
colectivo. ¿Por qué ocurre esta falta de reconoci- vertical, racista, instrumental, destructor de la
miento del trabajo solidario y recíproco? ¿Porque Madre Tierra y de la vida, del mundo de la Mo-
tal vez, desde una perspectiva evolucionista se dernidad-Colonialidad en abierta crisis. Pero,
considera que este tipo de trabajo es parte del pa- sobre todo, la inspiración para resignificar y, en
sado y por tanto ya no tiene y no puede tener lu- este caso, para avanzar en la descolonialidad del
gar en el presente ni en el futuro? ¿Porque es difí- concepto de trabajo, es abrir nuestros sentidos
cil sino imposible imaginar una sociedad regida hacia lo nuevo, aunque incierto y no definitivo
por relaciones solidarias, es decir, en la mirada de que está emergiendo, es decir, un nuevo sistema
Polanyi, una sociedad donde el eje de integración histórico, el Buen Vivir, caracterizado por com-
social sea la solidaridad? ¿Porque, tal vez se consi- binar racionalidades liberadoras y solidarias, por
dera que en el mejor de los casos, estas formas de una intersubjetividad relacional, en la que se re-
organización del trabajo pueden existir, pero úni- conozca la diferencia sin que ella sea fuente de
camente de manera subordinada a las relaciones desigualdades y jerarquías, y que asocie el saber
sociales de poder dominantes, algo así como en científico como el saber no científico en la pro-
un “Tercer Sector” en el que se practiquen relaci- ducción de conocimiento (Germaná, 2011).
ones sociales no mercantiles, acotadas en ciertos
Esta propuesta emergente de otro sistema históri-
ámbitos de la sociedad?
co, tiende a asociarse con ciertas imágenes que
Sin embargo, es importante establecer un diálogo delinean (pero no fijan) sus contornos con refe-
entre la Descolonialidad del trabajo con los esfu- rencia a la igualdad social y a la relacionalidad
erzos que se están desplegando desde la Sociolo- entre diversxs que establecen entre ellxs relaci-
gía del Trabajo que deja de lado el enfoque estruc- ones de reciprocidad, complementariedad y de-
10.- Sin embargo, es importante establecer un diálogo entre la mocracia. El trabajo como una actividad para la
Descolonialidad del trabajo con los esfuerzos que se están desple-
gando desde la Sociología del Trabajo que deja de lado el enfoque
vida, realizada considerando el tiempo cíclico y
estructuralista y recupera la agencia y la subjetividad en el estudio el tiempo medido, el trabajo no despreciado sino
de lo laboral, con la misma propuesta del Concepto ampliado de
trabajo, así como con los Nuevos estudios laborales que propo- apreciado. En este sentido, Van Kessel y Condori
nen un abordaje multisdisciplinario y relacional de lo laboral. Este
diálogo es importante porque se trata de encontrar puntos comu-
(1992) y Medina (2001) contribuyen a formular
nes entre las diferentes perspectivas a partir de las relaciones de algunas ideas respecto del trabajo en su versión
poder en el patrón de poder colonial, moderno, capitalista, mun-
dial y eurocentrado. indígena.

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Para Van Kessel y Condori (1992), el trabajo des- Los siguientes fragmentos pueden ser útiles para
de la mirada occidental es una actividad econó- realizar el contraste entre las dos visiones de tra-
mica que permite a la persona manipular y trans- bajo. En primer lugar, el lugar del trabajo en la
formar su mundo con la finalidad de obtener los vida. Así, “En la cultura occidental entendemos
bienes necesarios para su subsistencia, además el trabajo como una actividad económica. Según
de conformar parte de su identidad al avalar que esta visión, el trabajador se sacrifica para arran-
cumple con un deber fundamental. En la visión car su existencia, su riqueza y bienestar material
andina, por otro lado, el trabajo implica garanti- del medio natural que le circunda [...] En la visión
zar la armonía y la vida en el mundo mediante occidental, además, “la naturaleza es el conjunto
una estrecha relación entre actividad y espiritua- de los recursos naturales con que el hombre ha
lidad; todo esto en comunidad. Afirman los auto- de trabajar, transformar y humanizar al mundo.”
res que es necesario respetar la tecnología autóc- (Kessel y Condori, 1992: 3). Por tanto, mientras
tona, pues ha estado inmersa desde hace cientos que en la cultura occidental el trabajo es una acti-
de años en un proceso de adecuación que asegura vidad productiva, separada de la vida en su con-
el respeto a los valores y las tradiciones culturales junto y la naturaleza es una fuente de recursos, en
que la rodean; apoyando así al proyecto emanci- el mundo indígena el trabajo es la reproducción
patorio de la comunidad donde surgió. El trabajo, de la vida en su conjunto en armonía con la “na-
en estas condiciones, es una especie de diálogo turaleza”. De este modo, “el hombre andino tiene
con el mundo que en el caso andino está forma- una visión distinta del trabajo [...] El mundo es
do por tres comunidades: la humana, la divina y un todo vivo [...] su trabajo es cultivar la vida del
la de la “Naturaleza”. Para mantener el equilibrio mundo en la chacra, el ganado, la casa [...] Con-
entre ellas, cada actividad económica se enmar- cretamente, la chacra es fuente de vida divina y
ca en rituales de producción, dotando de una di- sus frutos son vivos [...] El trabajo es más que una
mensión simbólico-religiosa a aquello que, desde actividad productiva, es un culto a la vida.” (Kessel
la ideología occidental, sería considerado como y Condori, 1992: 4). “El trabajo es, para el andino,
puramente empírico. En la concepción andina, ni una actividad productiva y un culto sagrado en
la masividad ni la uniformidad del producto son que el hombre se relaciona con el mundo ayllu en
el objetivo del trabajo, la particularidad de la pro- sus tres dimensiones: la comunidad humana, la
ducción se utiliza a favor, destinando las variacio- comunidad divina y la comunidad natural silvest-
nes a subsidios o reparos para que nada se pierda re [...] con el objetivo de cultivar la vida del todo y
y todas las necesidades queden cubiertas. Se toma su integrantes.”(Kessel y Condori, 1992: 12).
en cuenta, además, que el comportamiento de En segundo lugar, el trabajo es realizado por to-
cada miembro hacia la vida repercutirá en el re- dos los miembros de la familia teniendo como
sultado final de este trabajo colectivo, es decir, hay principio básico la reciprocidad: “hombres y mu-
un código ético único que rige todos los aspectos jeres, y aun los hijos mayores, todos participan en
de la vida, no se requiere una ética de trabajo por la labor [...] se recurre al ayni […] prestaciones
separado. Es por esto que la competencia tampo- que se intercambian y son contabilizadas para ser
co necesita de una regulación adicional, consiste devueltas en la misma forma y cantidad [...] el
simplemente en una demostración de las habili- dueño recibe servicios que el día antes o después
dades y capacidades para ayudar a sostener a la devolverá con el mismo trabajo [...] se ayudan tíos
comunidad y a su familia. paternos, sus hijos y hermanos [...] la familia debe

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ofrecer un sólido frente ante el mundo.” (Kessel y civilización cualitativa.” (Medina, 2001:35).
Condori, 1992: 24). En síntesis, a diferencia de la visión occidental
El filósofo boliviano Medina, por su parte, comen- (Simon, 1987; Neffa, 1999), el trabajo en el mun-
ta que desde la visión occidental, la “naturaleza” do indígena no tiene una finalidad instrumental,
es vista como exterioridad y el trabajo manual es parte de la vida y de la búsqueda de los equi-
como algo despreciable. De este modo, Medina librios cósmicos, no tiene una ética específica,
afirma respecto de la “naturaleza” que “desde el se basa en la reciprocidad, y es trabajo y juego,
lado griego, como recuerda Hannah Arendt, en al mismo tiempo. Estas son algunas ideas prove-
La condición humana, la noción de la Buena vida nientes de la cultura aymara que pueden contri-
está ligada a la vida en la polis [...] [identifica] a buir a perfilar la búsqueda de una redefinición de
la naturaleza como opuesta a la cultura”. El autor trabajo. Por supuesto que es necesario ahondar
sostiene, además que “el ideal griego de la Bue- en el estudio de este tipo de visiones y al mismo
na Vida está, así mismo, vinculado a la actividad tiempo ubicarlas en el tiempo histórico en que vi-
contemplativa, al desarrollo del intelecto, del cu- vimos. Un tiempo histórico en el que el mundo
erpo y de las artes, a la política y a la posibilidad está dominado por el patrón de poder colonial,
de disponer de tiempo libre para hacer lo que le moderno y capitalista, en el que las resistencias
espíritu demande (Medina, 2001: 32). contra tal patrón de poder deben hacerse desde la
Respecto al trabajo manual, Medina reafirma la vida cotidiana y construyendo otro tipo de poder,
valoración negativa existente entre los griegos, democrático.
sosteniendo que “El trabajo manual rebaja la con- En este sentido, la redefinición del trabajo se ubi-
dición humana, por eso está destinado a muje- ca en una lucha cotidiana entre dos estructuras
res, metecos y esclavos que no son considerados de poder opuestas basadas una en la racionalidad
seres humanos civilizados” (Medina, 2001:32). instrumental y la otra en racionalidades liberado-
Y el trabajo es una acción para reproducción la ras-solidarias. Y es la resistencia, la construcción
vida, humana y no humana, cósmica, en su con- de otra vida a pesar de la presencia del poder
junto: “El cosmos es entero, no quebrado por la capitalista, lo que articula todos los esfuerzos y
oposición materia/espíritu; ni desintegrado por pone en tensión, en este caso, el despliegue de ot-
la contradicción religión-tecnología y el divorcio ras economías y de otras formas de concepción
entre ética y economía; no partido por la separa- del trabajo. Este es el caso del zapatismo, para el
ción del hombre respecto de su trabajo y por la cual el trabajo colectivo es central. En palabras
enajenación del producto de su trabajo.” (Medina, de Zibechi (2015), „Los trabajos colectivos son
2001:34). El trabajo indígena es, pues, “contem- el motor de la autonomía“. En efecto, los trabajos
plación, meditación y celebración y la Chacra [...] colectivos son el corazón del movimiento. Co-
punto de encuentro, diálogo e intercambio de las menzaron mucho antes del levantamiento. Según
tres comunidades que componen el Ayllu cósmico varios testimonios, ya en 1988 se realizaban tra-
andino.” (Medina, 2001:35). En este sentido el tra- bajos colectivos en la clandestinidad. Los trabajos
bajo indígena está asociado al rito y al juego: “los colectivos se llevan a cabo en los tres niveles: tanto
amerindios han ligado trabajo con juego a través en las comunidades como en los municipios autó-
de la ritualidad, que azuza una competitividad no nomos o en los Caracoles. Hay trabajos de muje-
antagónica sino de sinergia, sumamente import- res y de varones; se practican en el área de salud,
ante, como insumo para la construcción de una en las escuelas y las secundarias. Son la base de la

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autonomía, en todas y cada y una de las esferas teracción social y comunicación (práctico-moral,
del zapatismo. Los trabajos colectivos de los za- o social) y trabajo como autoexpresión práctica
patistas son el núcleo duro de la autonomía. Estos del ser humano (estético-expresiva).
trabajos tienen dos dimensiones: la material y la Black (s/f), desde el anarquismo, plantea la abo-
subjetiva. A través de los trabajos colectivos los lición del trabajo, porque el trabajo sería la causa
zapatistas construyeron su mundo: los Caracoles, de casi toda la miseria de este mundo, porque el
donde funcionan las Juntas de Buen Gobierno, los trabajo es resultado de la dominación y es una ac-
municipios autónomos, todos los espacios en que ción forzada. Sostiene que su “definición mínima
funcionan las escuelas y las secundarias, las salas del trabajo es labor forzada, es decir, producción
de salud, las clínicas y los hospitales, las tiendas impuesta. Ambos elementos son esenciales. El tra-
y los cientos de emprendimientos comunitarios. bajo es producción impuesta por medios econó-
Por eso son el motor, porque permiten levantar y micos o políticos, por la zanahoria o el látigo (la
sostener día a día el mundo nuevo. Ser zapatista es zanahoria es sólo el látigo por otros medios). Pero
sinónimo de realizar trabajos colectivos. Sin estos no toda creación es trabajo. El trabajo nunca es
trabajos en los que participa toda la comunidad hecho por amor al trabajo mismo, sino para ob-
no habría autonomía, porque deberían depender tener un producto o resultado que el trabajador
de otros, del Estado, de la solidaridad nacional o (o, con más frecuencia, alguien más) recibe del
internacional. Aunque la solidaridad ha realizado mismo. Esto es lo que el trabajo debe ser. Afirma
importantes contribuciones materiales, el trabajo que rechazar el trabajo no significa que tenemos
concreto corresponde a las bases de apoyo”11. que dejar de hacer cosas, sino crear una nueva
En esta lucha por la descolonialidad del trabajo, forma de vivir basada en el juego; en otras palab-
no tendría sentido una mirada unilateral centra- ras, una convivencia lúdica, comensalismo, o tal
da únicamente en los aportes de los movimientos vez incluso arte, basada en una aventura colectiva
y culturas indígenas, pues hay que ensanchar la en alegría generalizada y exuberancia libremente
búsqueda evaluando los aportes de otras perspec- interdependiente. El juego es voluntario, y lo que
tivas, entre ellas del anarquismo, que se opone al se espera no son resultados, sino siendo la recom-
trabajo instrumental y enfatiza la horizontalidad, pensa espera la experiencia que se obtiene de la
la creación y el juego, y la propuesta de Marx, de actividad misma.
los dos reinos, el de la necesidad y de la libertad, Black sostiene que se puede encontrar en las so-
en los que el trabajo es obligación y disfrute, re- ciedades primitivas contemporáneas una visión
spectivamente, y en este último caso, dice Diez distinta del trabajo basada en una “concepción
(2014: 428), se trata de “un impreciso trabajo de balance en la vida, y por ello trabajan un día
libre, enteramente al servicio de la plena expre- sí y otro no, el día de descanso destinado a „re-
sión y realización de las diferentes cualidades y cobrar el poder y salud perdidos“. Y esta visión
dimensiones de los seres humanos”. En esta verti- también estaba presente en Europa hasta el siglo
ente, Noguera (2002: 151) propone que en Marx XVIII, cuando empezó a imponerse la disciplina
se pueden encontrar tres dimensiones del trabajo: del tiempo capitalista, suprimiendo progresiva-
trabajo como actividad orientada a un fin (cogni- mente los días festivos y de reposo. Apoyándose
tivo-instrumental o teleológica; trabajo como in- en Shalins, Black destaca la intermitencia en el
trabajo, la abundancia del tiempo libro y ejerci-
11.- Sobre el trabajo colectivo en el zapatismo ver Marañón
(2014a). cio de una actividad intelectual y física, que rea-

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lizaban los cazadores y recolectores, satisfacien- que las mujeres realizan para la producción y re-
do la definición schilleriana de juego, entendido producción del trabajo y de la vida, pues como
como la única ocasión en que el hombre realiza su afirma Gutiérrez comentando los aportes de Fe-
completa humanidad al dar completa expresión a derici al pensamiento feminista, el mundo capita-
ambos lados de su naturaleza: pensar y sentir. El lista no puede ser comprendido a cabalidad –para
juego y la libertad debían ser, en lo referente a la avanzar en su crítica– si únicamente se miran los
producción, coextensivos. bucles de la producción de mercancías, de su dis-
Si retomamos los aportes de Marx del reino de la tribución y consumo, es decir, de lo que suele lla-
necesidad y de la libertad, del juego en el sentido marse “reproducción del capital”. Existe otro gran
anarquista que implica la expresión del pensar y ámbito de la vida social que se ubica más allá, por
sentir de los humanos, y las prácticas indígenas debajo, adentro, en contra y más allá de los in-
que consideran al trabajo articulado a la armonía cesantes procesos de “producción y reproducción
y la vida en el mundo a través de la asociación ent- del capital”: son los múltiples mundos siempre
re actividad y espiritualidad, podríamos tener un regenerados por los esfuerzos incesantes hechos
punto de partida para una definición descolonial sobre todo por mujeres –aunque no únicamente–
del trabajo, que parta como afirma Ceceña (2014: por mantener y sostener la vida, por ampliar sus
17-18) de entender la producción y el trabajo posibilidades de gozo y disfrute, por reproducir
como espacios de libertad y de goce en los que se material y simbólicamente la vida humana y no
establece la relación con otros sujetos (el maíz, las humana, día tras día, año tras año, generación y
aves, etcétera). Se produce como un acto social y generación (Gutiérrez, 2015: 171).
no económico, ya que la producción y el traba- Esta definición descolonial del trabajo, requiere,
jo son un ejercicio de reafirmación de la vida, lo necesariamente, repensar la noción dominante
que implica también el ejercicio y la recreación de de economía, reconocer la existencias de diversas
la politicidad, y no un mal necesario o un simple economías basadas en la reciprocidad12, a las que
medio para garantizar la sobrevivencia. El trabajo podemos denominar “solidaridad económica”
no es equivalente al empleo, la vida no se resuelve (Marañón, 2016a y 2016b). El trabajo descolonial
con empleo sino reinventando la complementari- tendría que estar asociado a otro sistema históri-
edad. Es decir, la recuperación del trabajo como co que no se apoye en la racionalidad instrumen-
acto social e intersubjetivo es en sí misma contra- tal (medios-fines), sino en racionalidades soli-
dictoria con la manera capitalista de entender la darias y liberadoras y que tenga como horizonte
producción o el trabajo productivo. El trabajo que histórico el Buen Vivir13. En tanto descolonial, el
cuida y reproduce la vida considera a esta en un trabajo se vincula con la solidaridad económica,
sentido amplio, no se reproduce un tipo de vida conjunto de relaciones sociales que tienden a la
sin las otras; es preciso regenerar el entramado reciprocidad, a la desmercantilización, a la rela-
completo de la vida para dar condiciones de futu- cionalidad y al autogobierno, para la satisfacción
ro a la misma humanidad. de las necesidades básicas y la reproducción in-
El trabajo en la visión indígena no puede redu- tegral de la vida, desde una acción emancipado-
cirse a un hecho económico sino es un elemento ra y solidaria, entre los humanos con la Madre
para reproducir la vida en su conjunto, humana 12.- Sobre la discusión acerca de la reciprocidad, ver López
(2014).
y no humana. En este sentido, una visión desco-
13.- Ver sobre el Buen Vivir, Acosta (2014), Quijano (2011) y Ma-
lonial de trabajo debe incorporar las actividades rañón (2014b) y Marañón y López (2016).

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Tierra. En este sentido descolonial, la solidaridad los seres vivos sin jerarquías de sexo-género, de
económica es una forma de control del trabajo no “raza” y económicas así y sin relaciones de domi-
heterónoma que articula tanto a la reciprocidad nación y explotación, en un horizonte histórico
como a la producción mercantil simple, así como de sentido orientado al Buen Vivir. El trabajo no
al trabajo femenino orientado a la producción y puede ser entendido solo como una acción enca-
reproducción de la vida. minada a satisfacer las necesidades básicas sino
En la perspectiva del Buen Vivir, la descolonia- a reproducir la vida en su conjunto, razón por la
lidad del trabajo puede abrevar de la noción de cual debe reconocer la contribución de las muje-
valor de uso, propuesta por Marx, a condición de res a la producción y reproducción de la vida.
alejarse de lo occidental como civilización natu- Esta definición descolonial del trabajo, finalmen-
ralizada14, con sus problemas de produccionismo te, debe, necesariamente abrevar de las primeras
y consumismo, y de pensar que el modo de vida críticas a la Modernidad-Colonialidad, realizadas
occidental (moderno-colonial, centrado en el por Guamán Poma de Ayala en el siglo XVII, Ot-
desarrollo-progreso, en la dominación de la na- tobah Cuogano, una centuria después, y Mariáte-
turaleza, y en la clasificación jerárquica de la pob- gui en el siglo XX.
lación a partir de la idea de raza) es la base para Guamán Poma (1996) muestra que los pueblos
instituir una sociedad alternativa15. “indios” ya colonizados siguen reproduciendo,
Si desacoplamos el valor de uso de lo occidental con dificultades debido al despojo y desestruc-
como algo naturalizado y lo articulamos al Buen turación de sus modos de vida, el trabajo de los
Vivir, habría la posibilidad de pensar en una re- días en ambiente de reciprocidad y fiesta. Otto-
definición de la producción y de las áreas produc- bah (1787), realiza una radical crítica a la escla-
tivas que deberían ser impulsadas y de las áreas vitud en el capitalismo. Mariátegui, plantea el so-
productivas que deberían ser suprimidas. En este cialismo indoamericano a partir de las prácticas
sentido, afirma Baschet (2014: 80-81) se trata de colectivas que se continuaban reproduciendo en
eliminar la lógica del valor, de la producción-pa- las comunidades indígenas del Perú (Germaná,
ra-la-ganancia y del trabajo-para-la-sobreviven- 1995).
cia, de lo que se desprende la supresión de arma- Si esta reflexión sobre la colonialidad del “traba-
mentos y equipos militares, de la agroquímica, jo” es, en sí misma, una subversión epistémica, es
de diversas actividades financieras, actividades indispensable una lucha en el ámbito de las palab-
burocráticas, de la agroindustria mercantilizada, ras y las miradas, como sostiene Gustavo Esteva
entre otras. Sería necesario redefinir el consumo. (2013) y discutir cómo mentar el “trabajo” en una
Todo este proceso sería realizado a partir de deci- perspectiva descolonizada:¿hacer?
siones colectivas.
En este caminar caracterizado por la desobedien-
De este modo, una propuesta de definición del cia epistémica, es importante también plantear el
trabajo descolonial sería una actividad que con- tipo de autoridad colectiva involucrada en la ge-
jugue el trabajo y la vida, reinstale la alegría del stión del trabajo. Applebaum (1987), en su texto
trabajo basado en la reciprocidad entre los seres Aspectos universales del trabajo sostiene que uno
humanos y con la Madre tierra, vincule a todos de los rasgos organizativos del trabajo es su ver-
14.- Ver la crítica de Lander a la visión de Marx en Lander (2008). ticalidad. Su enfoque nos remite, pues, a la visión
15.- En este sentido, son muy importantes los desarrollos teóricos eurocéntrica de la eterna e inmodificable división
que hace Echevarría (2001) sobre el valor de uso.

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L a c olon i a lid ad del t ra bajo
de las relaciones de mando y obediencia, entre los D.F, México: Editorial Nuestro Tiempo.
que mandan y los que obedecen, y de la reproduc- Baschet, Jerome (2014). Adiós al capitalismo. Au-
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A este respecto, es importante destacar la propu- na: Futuro Anterior-NED ediciones.
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Boris Marañón es investigador del Instituto de
Investigaciones Económicas, UNAM, México.
Doctor en Estudios Latinoamericanos, Facultad
de Ciencias Políticas y Económicas, UNAM.
Problemas de interés: la Solidaridad económica,
el Buen Vivir, la Descolonialidad del Poder, la
Descolonialidad del trabajo, Metodologías de co-
investigación.

Institución:
Instituto de Investigaciones Económicas-IIEc,
Universidad Nacional Autónoma de México

Dirección:
Circuito Maestro Mario de la Cueva, Ciudad de
la Investigación en Humanidades, CU, Ciudad de
México, CP 04510

Correo electrónico:
bolin88@servidor.unam.mx

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