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Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX, La caída del liberalismo 1914-1991. Cap 4. Pp.

117-147

Código: 1520611
LA CAIDA DEL LIBERALISMO
ERIC HOBSBAWN, autor del libro “Historia del Siglo XX”, realiza un análisis de los hechos
económicos, políticos y sociales que fundamentalmente en Europa (Occidental y Central en particular)
dieron origen a la caída del liberalismo en la década de1930. Esta exposición abarca el capítulo el capítulo
IV “La caída del liberalismo”, comprendiendo el periodo de 1914 a 1991. Algunos referentes teóricos del
autor son: Jhon Maynard Keynes – “El pleno empleo”, Karl Marx – “El Capital” –, W. W. Rostow, Max
Weber, Periódico New York Times, León XIII - Encíclica Rerum Novarum -.
El objetivo que se traza el autor es explicar cómo y porque se dio la caída del liberalismo económico y
cuáles fueron sus consecuencias.
En el periodo de la entre guerra (1914 -1941), las Asambleas legislativas de Europa se fueron disolviendo.
Algunos países a pesar de alentar la presencia de la población civil en las urnas, no garantizaban el espíritu
democrático de sus naciones.
En el capítulo “La caída del liberalismo”, el autor indica que a consecuencia de la catástrofe mundial, los
países tomaron la decisión de dar por terminado el espíritu liberal tanto de sus economías como de su
política. De hecho la primera fue desterrada por un tiempo de 50 años. En tanto se refiere a la política, los
países y sectores que abrazaron ideas liberales fueron perseguidos y eliminados en todas partes del Orbe.
No solo la Europa central sintió el peso de la bota militar. En Latinoamérica se hizo sentir el influjo de
esta corriente de pensamiento. Los experimentos fracasaron. Getulio Vargas, en Brasil, Jorge Eliecer
Gaitán en Colombia y Juan Domingo Perón en Argentina.
Esta situación hizo mover, como un péndulo, los países a derecha o a izquierda. De hecho en Italia y
Alemania se impulsó e implantó regímenes totalitarios o fascistas. El primero, con Benito Mussolini a la
cabeza, el segundo, con Adolfo Hitler; su creación, el Partido nacional socialista encontró eco
fundamentalmente entre los jóvenes. En ambos casos de lo que se trató fue de aniquilar cualquier vestigio
democrático, popular, obrero y por supuesto comunista. La xenofobia y el nacionalismo se levantaron
como armas afiladas. Los judíos que ocupaban un lugar destacado en las economías de la Europa Central,
fueron perseguidos y aniquilados por millones. No se salvó ni siquiera la Social democracia. De hecho en
1919, diez años antes del estallido de la depresión, fueron eliminados dos de sus grandes representantes:
Rosa Luxemburgo y Karl Friedrich Liebknecht.
Se podría decir que en la década de 1930, el referente en Europa era el fascismo. Ciertamente adoptó
según las circunstancias diversos matices. En algunos casos no existía ni siquiera una ideología clara.
Aunque su intención fue igual en todos los casos. Implantar un Autoritarismo a ultranza, eliminar
cualquier expresión democrática, no repetir la historia de la ilustración del siglo XVIII ni mucho menos
revoluciones como la francesa.
Instituciones como la Iglesia a pesar de sus dogmas terminaron atraídos por esa “Revolución” contra
revolucionaria. Incluso a finales de la segunda guerra y cuando era eminente la caída fascista en Europa, la
iglesia acogió y respaldó a aquellos que huían de los campos de batalla. Hay que reconocer, sin embargo,
que no toda la iglesia cohonestaba con estas ideas. Por tal razón en diversos países surgieron partidos y
sindicatos de corte clerical. Algunos fueron borrados rápidamente otros lograron su consolidación durante
un largo periodo de tiempo fue el caso de la DEMOCRACIA CRISTIANA. Un ala de la iglesia,
democrática, liberal que se dio a la tarea de poner en el orden del día las ideas pregonadas por el Papa
León XIII en su encíclica Rerum Novarum. En este documento escrito a finales del siglo XIX se exigía
justicia para los trabajadores. Dar a cada quien lo que legítimamente le pertenece. Este en última era su
lema.

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