Titulo: Un falso poliamor de cocina.

Autora: Giselt Steffany Aguilar Gutiérrez

Esta obra es desarrollada en un apartamento de un edificio viejo, en una noche oscura y fría, aquí
se encuentran tres personajes, Marco, Marcela y Claudia, cada uno con personalidades y
características totalmente distintas.
Marco estaba apunto de llegar a casa, hoy cumple seis años de aniversario con marcela, él había
llegado un poco más temprano a casa, ya que le había pedido permiso a su jefe de salir más
temprano para llegar y preparar una sorpresa a Marcela.
Marco: (llega a casa y golpea fuerte para ver si esta marcela su esposa, desde afuera dice):
Amor, buenas noches, ya llegué, ¿estás en casa?
Silencio por 5 minutos
Marco: (se da cuenta que la puerta esta abierta y su expresión es de cara asombrada): Amor,
estas ahí, ¿porque dejaste abierto?, sabes que es peligroso y alguien puede entrar a robar o
hacerte algo.
Cae un pocillo de la cocina y produce un sonido muy fuerte
Marco: (esta en la mitad de la sala y tiene miedo porque todo esta oscuro y no logra ver nada):
¿Quién esta ahí?, (mira en el cuarto ya que era el único lugar cercano a la sala, pero lo logra
encontrar a su esposa)
Vuelve a sonar un ruido fuerte en la cocina
Marco: (se dirige a la cocina y ve a su vecina claudia con cara de confusión, e inicia a realizarle
diferentes preguntas): Hola, ¿Claudia?, ¿Qué haces aquí?, ¿sabes en donde está mi esposa
Marcela?
Claudia: (esta calentando una leche en la estufa, y se empieza a reír con tantas preguntas), Hola
Marco, ¿acaso no lo ves?, estoy calentando una leche, ¿por qué estas nervioso? y haces tantas
preguntas, ¿no confías en mí?, y Marcela, no sé no la vi cuando llegué.
Marco: (con cara de enojo e incomodidad continua con más preguntas), Espera, espera aquí el
que hace preguntas soy solo yo, creo que tú no tienes ningún derecho de estar aquí y acomodarte
como si esta fuese tu casa…. (silencio por 3 segundos y cuando habla alza el tono de su voz)
Como es eso de que entras y te acomodas como si esta fuese tu casa, y para el peso empiezas a
cocinar, dime como carajos lograste entrar y en donde está mi esposa.
Claudia (con cara de picara y gestos coquetos empieza a responder): Pero, ¿por qué te alteras?,
eso te causa dolores de cabeza y hace que te salgan canas en esa cabellera tan linda y mona que
tienes (lo mira de arriba abajo), y entre porque la puerta estaba abierta y al no ver a nadie creí
que lo mejor era esperar adentro.
Marco: (exaltado y colorado por la situación que estaba viviendo empezó a hablar consigo
mismo en su mente) ¿Qué hago?, si llega Marcela va a pensar que la estoy engañando con esta
loca, piensa Marco, piensa como echar a esta vieja de tu propia casa.
Claudia: (Grita y sacude con un golpe a marco): ¿Qué te pasa por qué hablas solo?, (en su
cabeza ella piensa “tras de lindo, me salió loco él vecino”)
Pasan 5 segundos y llega Marcela
Marcela: (entra por la puerta y ve que Claudia tiene agarrado a Marco, esto produce que se
exalte y empiece a alegarle a los dos personajes involucrados): Marco ¿Qué que esta pasando?, y
tú Claudia ¿Qué haces aquí?
Marco: (se suelta rápido de Claudia y va tras Marcela), Espera amor, no pasa nada ella estaba
aquí cuando yo llegue, creí que tu estabas cocinando algo con ella, pero al parecer no era así, ya
le iba a pedir que se fuera.
Marcela: (con ojos aguados y confundida responde) no me des explicaciones, ya sabia yo que te
traías algo con otra persona, pero nunca creí que me lo fueras a restregar hoy en mi cara, en mi
casa y en nuestro aniversario.
Marco: (llorando responde) Amor no es lo que estás pensando.
Claudia: (se mete en la conversación y riendo dice) Ay, pero que dramáticos, no es para tanto,
¿acaso no confían uno en el otro?, ¿para qué se casaron entonces?
Marco: (se exalta y empieza a manotear) no se meta, usted ni si quiera debería estar aquí,
lárguese y ya.
Claudia: (agarra un sartén caliente de la estufa y lo tira a la cabeza de marco): cállate, tú ya
deberías estar muerto.
Marco: (cae a suelo y se rompe su cabeza).
Marcela: (queda pasmada y se desmaya)
Claudia: (se agacha para intentar besar a su amor, pero algo pasa)
Marcela: (despierta y ve que Claudia se está inclinando para besarla): Alto, ya llegaste muy
lejos, este no era el plan, él no merecía morir, no quiero continuar con esto.
Claudia: (agarra nuevamente el sartén y le pega fuertemente a Marcela produciendo que se
desangre su cabeza, sale del cuarto, acabando así la tragedia del falso poliamor)