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Manual de derecho penal general

Miguel Ángel Lugo de la Rosa

SERIE AUTOAPRENDIZAJE

Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2019


Manual de derecho penal general
©Miguel Ángel Lugo de la Rosa

Editor:
Lennys Tejada Betancourt

Corrección y estilo:
Luisa Hernández

Diseño de portada:
Rafael Emilio Genao

Diagramación:
Francisco Cabrera

Evaluación del contenido:


Ramfis Rafaek Quiroz

Evaluación pedagógica:
Cristobaliza Zaiz

Primera Edición:
Mayo 2019

Al cuidado de Ediciones UAPA.

ISBN: 978-9945-580-78-5

Impreso en los talleres de Reproducciones UAPA


Santiago de los Caballeros, Rep. Dom.

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni
en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en
ninguna forma ni por ningún modo, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético,
electroóptico, por fotocopia o cualquier otro medio existente o que pueda surgir en el
futuro, sin el permiso previo, por escrito de la Universidad Abierta Para Adultos, UAPA.
TABLA DE CONTENIDO

PRESENTACIÓN
UNIDAD I. ASPECTOS GENERALES DEL DERECHO PENAL 1
ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA UNIDAD 1
Competencias 2
ESQUEMA DE CONTENIDOS DE LA UNIDAD 2
DESARROLLO DEL CONTENIDO DE LA UNIDAD 3
1.1 Ubicación conceptual de Derecho Penal dentro del Ordenamiento Jurídico 3
1.2 Ubicación conceptual de Derecho Penal dentro del Ordenamiento jurídico 6
1.3 Derecho Penal y control social. La potestad punitiva del Estado. 13
1.4 Principios Rectores del Derecho Penal 15
1.5 El derecho penal y otras disciplinas: Límites y Relaciones 22
1.5.1 Ramas del derecho penal 22
1.5.2 Relación del derecho penal con otras disciplinas 24
1.5.3 Otras disciplinas afines al derecho 25
1.6 Fuentes del Derecho Penal 27
1.7 La Ley penal en el espacio en relación con las personas 31
1.8 Ley penal en el tiempo 32
1.8.1 Principio de Irretroactividad de la Ley Penal Desfavorable 32
1.8.2 El Principio de Retroactividad de la Ley Penal más Favorable 33
1.9 Las leyes penales especiales y leyes penales en blanco 33
RESUMEN DE LA UNIDAD 36
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD & EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN
DE LA UNIDAD. 38
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD 41
UNIDAD II. HISTORIA DE LA CIENCIA DEL DERECHO
PENAL - ESTUDIO CIENTÍFICO DEL DERECHO PENAL 42
ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA UNIDAD 42
Competencias 43
ESQUEMA DE CONTENIDOS DE LA UNIDAD 44
DESARROLLO DE LA UNIDAD II 45
2.1 Historia de la ciencia del Derecho Penal 45
2.1.1 Época Primitiva 45
2.1.2 Período de la Venganza Privada 47
2.1.3 Expulsión de la comunidad de paz (o persecución) 49
2.1.4 La Ley del Talión 50
2.1.5 La composición 52
2.1.6 Época de la Venganza Divina 53
2.1.7 Período Humanitario 55
2.1.8 Periodo contemporáneo o Científico 56
2.2 Tendencias Modernas del Derecho Penal. 70
RESUMEN DE LA UNIDAD 76
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD & EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN
DE LA UNIDAD. 79
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD 86

UNIDAD III. INFRACCIONES EN EL DERECHO PENAL 87


ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA UNIDAD 87
Competencias 88
ESQUEMA DE CONTENIDOS DE LA UNIDAD 89
3.1 Infracciones penales 89
3.1.1 Infracciones continuas, sucesivas, conexas y simples 89
3.1.2 Elementos constitutivos generales de la infracción 91
3.1.3 Elementos constitutivos especiales o específicos de la infracción 92
3.1.4 Concurso real de infracciones 92
3.2 Delito 93
3.2.1 Clasificación de los Delitos 94
3.2.2 Elementos del Delito 95
3.3 El Crimen 97
3.3.1 Clasificación del crimen de acuerdo a las formas de culpabilidad 100
3.3.2 Criminalidad organizada 102
3.4 Factores propios de la criminalidad organizada 111
3.4.1 Factores culturales 113
3.4.2 Factores económicos 115
3.4.3 Factores políticos 116
RESUMEN DE LA UNIDAD 119
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD & EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN
DE LA UNIDAD 122
CASO PRÁCTICOS 125
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD 127

UNIDAD IV. TEORÍA GENERAL DEL DELITO 128


Competencias 129
ESQUEMA DE CONTENIDOS DE LA UNIDAD 129
DESARROLLO DE LA UNIDAD 130
4.1 Configuración dogmática del delito 130
4.2 Formas imperfectas del delito: Tentativas y la frustración 133
4.2.1 Los tipos de tentativas 137
4.3 Concepto de teoría del delito 138
4.4 Enfoques que anteceden la teoría del delito 139
4.5 Características de la teoría jurídica del delito 151
4.6 Distinción entre imputabilidad, culpabilidad y responsabilidad 166
RESUMEN DE LA UNIDAD 167
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD & EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN
DE LA UNIDAD 170
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD 177

UNIDAD V. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN 178


ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA UNIDAD 178
Competencias 179
ESQUEMA DE CONTENIDOS DE LA UNIDAD 180
DESARROLLO DEL CONTENIDO DE LA UNIDAD 181
5.1. Aspectos generales de la autoría 181
5.2 Concepto de autor 185
5.3 Puntos de vistas y discusiones actuales acerca de la autoría
en el derecho internacional 188
5.4 Otras Formas de Participación en los Delitos 202
RESUMEN DE LA UNIDAD 223
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD & EJERCICIO DE
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD. 226
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD 233
UNIDAD 6. EL TIPO SUBJETIVO. DOLO, IMPRUDENCIA
Y ERROR DE TIPO, ERROR DE TIRO, ERROR DE PROHIBICIÓN 235
ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA UNIDAD 235
Competencias 236
ESQUEMA DE CONTENIDOS DE LA UNIDAD 237
6.1 El tipo Subjetivo 238
6.2 El Dolo. Concepto y evolución sistemática 239
6.3 Clases de dolo 242
6.4 El error de Tipo. Concepto 247
6.5 Diferencia entre el denominado “error de tipo” y “error de prohibición”. 251
6.6 Clases de error: 252
RESUMEN DE LA UNIDAD 264
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD & EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN
DE LA UNIDAD 267
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD 272

UNIDAD 7. LAS CONSECUENCIAS JURÍDICAS DEL DELITO 273


ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA UNIDAD 273
Competencias 274
ESQUEMA DE CONTENIDOS DE LA UNIDAD 275
DESARROLLO DEL CONTENIDO DE LA UNIDAD 275
7.1 Evolución histórica de la pena privativa de la libertad 275
7.2 Las Teorías de la Pena y sus funciones 282
7.3 La Pena Privativa de Libertad 297
7.4 Los elementos de la pena privativa 303
7.5 Las penas en el Código Penal Dominicano Vigente
(Ley No.2274, del 20 de agosto de 1884) 307
7.6 Las medidas de seguridad. Concepto, fundamento y fines: 312
RESUMEN DE LA UNIDAD 317
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD & EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN
DE LA UNIDAD 320
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD 325
UNIDAD 8. LA LEGISLACIÓN PENAL DOMINICANA 326
ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA UNIDAD 326
Competencias 326
DESARROLLO DE CONTENIDOS DE LA UNIDAD 328
8.1 Orígenes de la Legislación Penal Dominicana 328
8.2 Organización Judicial Dominicana 330
8.3 Justicia penal en materia medioambiental 335
8.4 Principios que avalan la legalidad de la ejecución penal 350
8.6 Propuesta de modificación a la Legislación Penal Dominicana 362
RESUMEN DE LA UNIDAD 368
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD & EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN
DE LA UNIDAD 371
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD 379
PRESENTACIÓN
Ante todo, mi agradecimiento sincero a la Directora de la Carrera de Derecho de la Universidad
Abierta para Adultos (UAPA), Martha Toribio, M.A., por darme la oportunidad de poder
escribir esta obra sobre Derecho Penal General, de seguro será bien recibida por la comunidad
estudiantil de dicha universidad y por los profesionales de esta área, como un aporte importante
al conocimiento contemporáneo del Derecho Penal.

Hay que resaltar, que no es tarea fácil subsumirse a la investigación para la redacción o autoría
de una obra tan necesaria como la que se presenta en los actuales momentos. Es un libro
que trae consigo un contenido meramente dogmático del Derecho Penal; empatizado con el
Derecho Penal Alemán, que es el derecho de estudio para gran parte de Europa e Iberoamérica.

La dogmática penal tiene como función garantizar los derechos fundamentales del ciudadano,
frente al poder punitivo del Estado; expresándose la ciencia penal a través de la dogmática
como sistema, aspira a establecer las bases para una administración de justicia igualitaria y justa,
ya que solo la interpretación de las conexiones internas del derecho, liberan a su aplicación
del caso y la arbitrariedad. Resaltando por ejemplo, uno de los grandes temas del Derecho
Penal, como lo es el Principio de Legalidad, lo que mueve hace más de 200 años a Paul Johann
Anselm von Feuerbach a expresar la “nullum crimen, nulla poena sine lege” que consagra
a la ley penal previa como única fuente del derecho penal.

Hay que sentirse compelido a tener que preguntarse: ¿Por qué se prologa una obra? O ¿Por
qué se presenta? Hay que responder lo siguiente: es sumamente importante hacerlo y más
cuando se trata de un libro tan interesante como éste y, más aún, por el momento en que vive
la República Dominicana, en cuanto a lo que tiene que ver con el conocimiento del Derecho
Penal y el funcionamiento del mismo en los Tribunales de la República.

Como bien es sabido, Jueces, Fiscales, Defensores Públicos y muchos profesionales del derecho,
el lenguaje jurídico que practican en los tribunales, es basado en el Derecho Penal Alemán, en
lo que tiene que ver con lo que es acción, conducta típica, conducta antijurídica y culpabilidad;
todo esto adentrado en la Teoría General del Delito. Es por ello, que el uso de los elementos
constitutivos que caracterizan o que identifican a todo ilícito penal en el derecho Francés, cada
día tiene menos valor en la práctica del derecho en nuestro país, y se podría decir, que será
parte de la historia jurídica en la República Dominicana, por lo que, será usado en el porvenir
como un referente o como derecho comparado.
La obra que hoy se pone al servicio de la universidad, está compuesta por 7 unidades, a saber,
ellas son: 1. Aspectos generales del derecho penal; 2. Historia de la ciencia de derecho penal.
Estudio científico del derecho penal; 3. Infracciones en el derecho penal, 4. Teoría general del
delito; 5. Autoría y participación; 6. El tipo subjetivo. Dolo. Imprudencia, Error de tipo, Error
de tiro, Error de prohibición; 7. Las consecuencias jurídicas del delito (La pena); 8. Legislación
penal dominicana. Cada una de las unidades está basada en citas bibliográficas, conceptos,
definiciones, comentarios, casos y ejercicios de autoevaluación.

Reconociendo que el Derecho penal, de manera muy sencilla, tiene como función la imposición
de penas y medidas de seguridad a los ilícitos penales cometidos por individuos, por no haberse
motivado por la norma y hacer lo contrario a lo que ella establece, como un mandato de la ley,
cuyo poder lo tiene el Estado que es el monopolizador del Jus puniendi.

Es una obra nueva para la Universidad, por lo que, le pido que me permitan hacer mención de
una frase de Américo Lugo, el cual decía: “La aparición de un libro debe celebrarse como el nacimiento
de un príncipe”. Cuánto valor tiene esta frase y más en estos momentos cuando se pone al
servicio de ustedes tan importante aporte.

La metodología utilizada para la realización de esta obra, se basa en un arduo análisis de los
principales autores contemporáneos del derecho penal, mediante la implementación de los
métodos deductivo y analítico, los cuales han permitido realizar un estudio holístico de las
normas que fundamentan la dogmática de Derecho penal.

Lo interesante de este trabajo, es llevar a todos a que lo hagan suyo, ya que es un texto de
fácil asimilación, con un contenido preciso del Derecho Penal y con mucha profundidad;
buscando con ello, una idónea propedéutica para todos lo que pongan sus ojos en cada línea
que compone cada párrafo de él. Reconociendo su trascendencia en estos tiempos modernos
de la dogmática de Derecho penal.

Solo espero que esta obra sea el faro fecundo, como lumbre de conocimientos para la verdadera
transformación de cerebros de aquellos que buscan el conocimiento del Derecho Penal.

Miguel Ángel Lugo De La Rosa


ASPECTOS GENERALES DEL DERECHO PENAL
ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA UNIDAD

En esta unidad el participante entrará al conocimiento general del Derecho Penal, mismo que
constituye una herramienta elemental del Estado social, democrático y de derecho. Analizando
la ubicación conceptual de Derecho Penal dentro del Ordenamiento Jurídico, la ubicación
conceptual de Derecho Penal dentro del Ordenamiento jurídico, el Derecho Penal y control
social, donde se enfoca la potestad punitiva del Estado. Tambien se trata sobre las funciones
y fines del Derecho Penal, el derecho penal y su relacion con otras disciplinas, asi mismo
las Fuentes del Derecho Penal, la Ley penal en el espacio en relación con las personas, el
principio de Irretroactividad de la Ley Penal Desfavorable, la Retroactividad de la Ley Penal
más Favorable. Finalmente se enfocan las las Ramas del derecho penal y las leyes penales
especiales y leyes penales en blanco.

Para el estudio de esta unidad debes tener en cuenta con mucha precisión las principios rectores
del derecho penal, asi como su ubicación conceptual dentro de la disciplina juridica.

Se contemplan los objetivos de la unidad al igual que las competencias específicas a ser logradas
por los participantes luego del estudio de la unidad, el desarrollo del contenido, resumen del
mismo, las actividades de aprendizaje y de autoevaluación. Además, se enlistan las fuentes
bibliográficas que sustenten el contenido.

Competencias
Al término de esta unidad el participante estará en capacidad de:
· Comprender la ubicación conceptual del derecho penal dentro de las ciencias jurídicas,
para poder explicar los elementos que fundamentan esta disciplina jurídica.
· Clasificar los principios que gobiernan el Derecho Penal General, sus orígenes y
premisas fundamentales, para aplicarlos a casos prácticos concretos.
· Sintetizar los diferentes conceptos sobre el derecho penal y sus fundamentos, para
establecer sus límites y relaciones con otras disciplinas.
Esquema de contenidos Unidad I

1.1 Ubicación conceptual de Derecho Penal dentro del Ordenamiento Jurídico


1.2 Ubicación conceptual de Derecho Penal dentro del Ordenamiento jurídico
1.3 Derecho Penal y control social. La potestad punitiva del Estado.
1.4 Principios Rectores del Derecho Penal
1.5 El derecho penal y otras disciplinas: Límites y Relaciones
1.5.1 Ramas del derecho penal
1.5.2 Relación del derecho penal con otras disciplinas
1.5.3 Otras disciplinas afines al derecho
1.6 Fuentes del Derecho Penal
1.7 La Ley penal en el espacio en relación con las personas
1.8 Ley penal en el tiempo
1.8.1 Principio de Irretroactividad de la Ley Penal Desfavorable
1.8.2 El Principio de Retroactividad de la Ley Penal más Favorable
1.9 Las leyes penales especiales y leyes penales en blanco
RESUMEN DE LA UNIDAD
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD & EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN DE LA
UNIDAD.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD
Manual de Derecho Penal

Desarrollo de la Unidad I

1.1 Ubicación conceptual de Derecho Penal dentro del Ordenamiento Jurídico

El Derecho Penal es la importante rama del derecho público encargada de establecer todo


un compendio de penas y castigos para imponerlos a quien haya cometido un delito, el cual
amerite una condena por los actos cometidos. El Derecho Penal comprende una serie de leyes
jurídicas con poder para privar de libertades y velar por el cumplimiento de las sanciones
impuestas. 

Con origen en el vocablo latino directum, el derecho se refiere a los postulados de justicia que


conforman el orden normativo de una sociedad. Basándose en las relaciones sociales, el
derecho es el conjunto de normas  que ayudan a resolver los conflictos derivados de la
conducta humana.

Según las consideraciones de Franz Von Liszt (1851- 1919) tratadista penal alemán, esgrimió
que “el Derecho Penal es el conjunto de las reglas jurídicas establecidas por el Estado, que
asocian el crimen, como hecho, a la pena, como legítima consecuencia”.

Actualmente esta consideración, a pesar de ser de mucha importancia, no abarca una definición
del Derecho Penal, ya que el mismo, no sólo busca el establecimiento de las penas a los
delincuentes, si no también posee el instrumento de aplicar las medidas de seguridad, además,
nuestra disciplina “comprende ante todo las normas que se dirigen a los ciudadanos para que
no cometan los delitos previstos por la ley.

Lo anterior sigue la línea de Mir Puig (1982) indica que:

El Derecho Penal no constituye sólo un conjunto de normas dirigidas a los jueces ordenándoles
imponer penas o medidas de seguridad, sino también, y antes de ello, un conjunto de normas
dirigidas a los ciudadanos que les prohíben bajo la amenaza de una pena la comisión de delitos”.
Según este autor, el Derecho Penal está integrado también por valoraciones y principios”.

16
UNIDAD I.

En el derecho penal moderno, la misión fundamental del Derecho penal es la protección de


aquellos intereses que son estimados esenciales para la sociedad y que permiten mantener la
paz social. Sin embargo, la cuestión es de qué forma el Estado orienta dicha misión, de manera
que pueda sostenerse en pilares que le brinden legitimidad a su actuación. Generalmente se
afirma que el fin del Derecho penal se identifica con el fin de la pena, es decir, que los fines
del Derecho penal deben vincularse con sus consecuencias jurídicas, a saber, las penas y las
medidas de seguridad.

En efecto, también le corresponde al Derecho penal resolver en qué casos no debe intervenir
“así, no imponer una pena”, como también, precisar cuándo debe reducir la violencia estatal
que va implícita en su ejercicio.

La propia naturaleza del sistema procesal acusatorio, introduce mecanismos de solución de


conflictos que no suponen la imposición de una pena “así, acuerdos reparatorios y la suspensión
condicional del procedimiento”, lo pone de manifiesto. Mientras el sistema inquisitivo se dirige
esencialmente a la búsqueda de la verdad histórica, cierta y por tanto, a cumplir a ultranza el
principio de legalidad “al menos formalmente, pues la práctica dice otra cosa”, sancionando si
el hecho se subsume en algún tipo penal, el sistema acusatorio en cambio, apunta más bien a la
solución del conflicto, procurando la verdad procesal y no tanto descubrir la verdad histórica.

Lo que no quiere decir que el sistema acusatorio no se dirija en ese sentido “se exige una
verdad que permita verificar la imputación a fin de destruir la presunción de inocencia”, lo que
se pretende significar es que no es su único objetivo. Es decir, el sistema acusatorio alcanza su
pretensión, aun cuando no logre dilucidar la verdad absoluta, si se soluciona el conflicto y de
esta forma se mantiene la paz social. Solución que, incluso, puede pasar por la no imposición
de una pena, aunque el hecho históricamente sí sea un delito.

Pues bien, el fin esencial, primario que justifica la presencia del Derecho penal dentro de una
sociedad es su eficacia instrumental para prevenir o, mejor dicho, reducir la violencia que tiene
lugar dentro de ella. Es decir, el Derecho penal como medio de control social formalizado inhibe
la comisión de delitos, así como también limita, dada la respuesta que procede del Estado, la
reacción informal que puede provenir de las propias víctimas frente a los autores de delitos.

Por tanto, el Derecho penal se legitima en la medida que, por una parte, previene la comisión
de delitos y por la otra, impide la llamada “justicia de propia mano”. Ahora bien, para dicho

17
Manual de Derecho Penal

cometido no basta pues, emplear instrumentos que apuntan a la pura intimidación, por el
contrario, es preciso que dichos mecanismos correspondan a lo que la ciudadanía espera
de su Derecho penal. El ejercicio del instrumento punitivo debe hallar su basamento en el
consenso social. En este sentido, la función motivadora de las sentencias también cumple un
importante papel de legitimación del Derecho penal.

1.2 Ubicación conceptual de Derecho Penal dentro del Ordenamiento jurídico

La denominación Derecho Penal, que es la más usada en la actualidad, indica su naturaleza de


ciencia jurídica y el carácter más específico de su contenido, consistente en el estudio de los
actos que la ley amenaza con pena. Una mayor limitación se logra completando el título con la
nacionalidad del ordenamiento jurídico que se estudia. No existe una definición única para esta
rama jurídica, los más connotados juristas la han definido de la manera siguiente:

“El derecho penal es un saber normativo: sirve para estructurar un sistema penal operado por
varias agencias o corporaciones que declaran tener por objeto la represión y prevención de
esos delitos”. (Zaffaroni, 2001)   

                              

El derecho penal, desde un punto de vista jurídico, es aquella parte del ordenamiento jurídico
general que representa  según Zaffaroni, (2001) “el conjunto de normas jurídicas  que advierte
delitos y determinadas circunstancias del delincuente y les asigna, como consecuencias jurídicas
más importantes, penas o medidas de seguridad”.   

Desde el punto de vista sociológico, el derecho solo tiene sentido dentro de una sociedad, y
esta se basa en las relaciones entre sus miembros. Sin  embargo, al no ser todas las relaciones
pacíficas, se necesita de un tipo de control por parte del Estado que tienda hacia un beneficio
colectivo. Así, “el derecho penal aparece como un medio de control social (enérgico y drástico),
que debe ser aplicado cuando los otros medios de solucionar problemas han fracasado, esto
es,  en última ratio”. (Zaffaroni, 2001)   

Mir Puig: (2007) establece que “Es el conjunto de prescripciones jurídicas que desvaloran y
prohíben la comisión de delitos y asocian a éstos, como presupuestos, penas y/o medidas de
seguridad como consecuencia jurídica”. De su lado, Roxin (2005) expresa que “El Derecho
Penal trata las conductas conminadas con pena en cuanto a sus presupuestos y consecuencias.”

18
UNIDAD I.

Welzel (1998) dice que: “El Derecho Penal es la parte del ordenamiento jurídico que determina
las acciones de naturaleza criminal y las vincula con una pena o medida de seguridad.”

Jiménez de Asúa (1964) Sostiene que es el:

“Conjunto de normas y disposiciones jurídicas que regulan el ejercicio del poder


sancionador y preventivo del Estado, estableciendo el concepto del delito como
presupuesto de la acción estatal, así como la responsabilidad del sujeto activo, y asocian
a la infracción de la norma una pena finalista o una medida de seguridad”.

De lo anterior se expresa que el Derecho Penal es definido como aquella rama del Derecho
Público que estudia el conjunto de normas Jurídicas que determinan conductas humanas
(acciones u omisiones) como delitos o faltas, y que a su vez esas conductas son sancionadas
con las penas y/o las medidas de seguridad que habrán de aplicarse a quienes transgredan las
normas legales del país.

El derecho penal es la rama del derecho que establece y regula el castigo de los crímenes o
delitos, a través de la imposición de ciertas penas (como la reclusión en prisión, por ejemplo).

Es una parte del Derecho público interno que trata del delito, el delincuente y las penas. A tal
fin, prevé las diferentes conductas antisociales clasificables como delitos o faltas y los castigos
que se impondrán a las personas que protagonizaron los actos u omisiones antisociales descritas
en las leyes penales. De ahí el nombre de Derecho penal que se ha popularizado a costa de
otras denominaciones sinónimas, como Derecho delictual o Derecho criminal, que centran el
protagonismo en el delito o crimen, como nombre genérico de infracción penal.

Basándose en la importancia del castigo o punición, se ha denominado


también Derecho punitivo al Derecho penal. Aunque con cualquiera de estas denominaciones
se alude a una rama del Derecho sustantivo perfectamente delimitada, conviene advertir que la
configuración de conductas sancionadas es práctica progresiva en otras especialidades jurídicas,
particularmente en áreas encuadrables en el Derecho administrativo. 

Se ha distinguido tradicionalmente el derecho penal subjetivo y el objetivo.

19
Manual de Derecho Penal

a. El derecho penal subjetivo, en su sentido más amplio, es la facultad que el Estado tiene de


definir los delitos y fijar y ejecutar las penas o medidas de seguridad: es el llamado jus puniendi.

Es facultativo, porque el Estado, y solo él, por medio de sus órganos legislativos, tiene autoridad para
dictar leyes penales; pero es también deber, porque esa garantía indispensable en los estados
de derecho, la determinación de las figuras delictivas y su amenaza de pena con anterioridad a
toda intervención estatal de tipo represivo. Ese conjunto de normas legales, que asocian al
crimen como hecho la pena como legítima consecuencia, constituye el derecho penal objetivo.

El derecho penal objetivo es el régimen jurídico mediante el cual el Estado sistematiza, limita y


precisa su facultad punitiva, cumpliendo de ese modo con la función de garantía que, justamente
con la tutela de bienes jurídicos, constituye el fin del derecho penal.

b. El derecho penal objetivo: se escinde a su vez, en derecho material, llamado también


sustantivo, y el denominado indistintamente derecho formal, adjetivo o procesal.

El derecho  material contiene las disposiciones de fondo: define los  delitos y determina la
correspondiente amenaza de pena; regula principios fundamentales en los que se sustenta

20
UNIDAD I.

la teoría o la justificación, y da normas para resolver los problemas que tienen validez general, tales


como el concurso de delitos, la participación, la tentativa, etcétera. La rama procesal determina
el modo de hacer efectivas esas disposiciones, de llevar a la práctica la relación delito
-pena- delincuente.

El derecho penal, en sentido estricto, es una parte del ordenamiento jurídico, es derecho


positivo vigente; se podría decir que es una rama del ordenamiento jurídico. Podemos definirlo,
entonces, como la rama del ordenamiento jurídico que agrupa las normas que el estado impone
bajo amenaza de sanción, limitando y precisando con ellas su facultad punitiva.

El Derecho penal tiene su razón de ser en constituir un medio que posibilita la vida en
comunidad. No es el único medio, e incluso se duda de que sea el más eficaz, pero desde una
perspectiva histórico-realista, el Derecho penal constituye una realidad irrenunciable, es un
mal necesario en una sociedad de seres imperfectos. El fundamento de su existencia radica en
su necesidad para el mantenimiento de un determinado orden social, el mismo es coherente
con un modelo de sociedad personalista, concebida la sociedad como un instrumento creado
por el hombre para vivir mejor.

Para Von Liszt (1996) el derecho penal “es el conjunto de reglas jurídicas establecidas por el
Estado, que asocian al crimen a la pena como legitima consecuencia”. 

El derecho penal busca la implementación de los instrumentos jurídicos precisados para la


aplicación del mismo en un caso determinado. El mismo debe de ceñirse o regirse por ciertos
principios reguladores o limitadores, podría decirse, como son: el principio de proporcionalidad,
principio de intervención mínima, de lesividad, de legalidad, de irretroactividad, de humanidad,
de proporcionalidad, de culpabilidad, protección de bienes jurídicos, de analogía, entre otros.

Mir Puig (2007) establece que el “Derecho Penal es la rama de la ciencia jurídica que se ocupa de
establecer los presupuestos que rigen la vigencia de la ley penal”, describe los comportamientos
prohibidos u ordenados bajo amenaza de sanción y delimita el poder de reacción del Estado
como consecuencia de tales comportamientos. Entendemos entonces que el Derecho Penal:

21
Manual de Derecho Penal

· Establece las bases para la aplicación de la ley penal.

· Consagra los presupuestos de la punibilidad.

· Fija las características y condiciones de la punibilidad.

En definitiva, el derecho penal tiene como misión posibilitar la vida en la comunidad teniendo
presente para cumplir sus fines la posible “dañosidad social” de la conducta que se quiere evitar
y, de este modo, asegurar el funcionamiento y desarrollo de un sistema social dado. La actuación
del derecho penal está justificada en cuanto sea necesaria para asegurar el funcionamiento del
sistema y su evolución hacia las metas constitucionalmente señaladas.

Las funciones que actualmente se atribuyen al Derecho penal en un sistema social y democrático
de derecho son las siguientes:

a) Función de tutela de bienes jurídicos. El derecho penal intenta proteger aquellos bienes,
intereses, valores o principios que se consideran imprescindibles e importantes en una sociedad.
A esto lo denominamos bienes jurídicos. Dice Roxin (2005) que “los bienes jurídicos son los
presupuestos indispensables para la vida en común”. Se concretan en una serie de condiciones
valiosas que son los bienes jurídicos. En la actualidad, en el Estado actual, el concepto de bien
jurídico debe estar referido a la realidad social, es anterior al legislador (preexistente) y tiene
una función de límite del poder del legislador a la hora de crear delitos.

La titularidad de estos bienes corresponde: al propio individuo (la vida, la salud, etc.), la
comunidad en general (delitos contra la salud pública, delito ecológico) y, finalmente, el propio
Estado (delitos contra la seguridad interior y delitos contra la seguridad exterior).

El bien jurídico realiza una función sistemática: de ordenación de los tipos penales y de los
manuales de la parte especial del Derecho penal.

El bien jurídico es un criterio de interpretación, pues todo el tipo penal gira en torno a él.
Debemos saber qué bien jurídico quiere tutelar el legislador para determinar con exactitud el
ámbito de conductas que quiere evitar, constituyendo siempre el necesario punto de partida
en el análisis del delito.

22
UNIDAD I.

b) Función de motivación. Para realizar la tutela de un bien jurídico, el Derecho penal cumple
una función de motivación. Motivar a los ciudadanos para que no cometan delitos es un medio
para proteger los bienes jurídicos y ser eficaz.

En un Estado Social y Democrático de Derecho, el Derecho penal P tiene una función


preventiva. El legislador pretende incidir en los comportamientos de los miembros de esa
sociedad y para ello actúa en los procesos de formación del comportamiento del individuo y
así pretende incidir en su comportamiento a través de la amenaza de una pena que unida a ese
comportamiento haga que los ciudadanos se abstengan de realizarlo, que no cometan ese acto.
La sanción pone de manifiesto el carácter coactivo de la norma penal. Este proceso tiene dos
fases: a) fase de amenaza o intimidación. La persona se abstiene de cometer el delito por la
amenaza de la pena pero en contradicción con su escala de valores.

Esta amenaza no puede suprimirse aún cuando existiera interiorización, porque siempre puede
darse la tensión o tentación por los beneficios que origina el delito, además la amenaza puede
ser eficaz también en delincuentes ocasionales. b) fase de interiorización. Supone la asimilación
de los valores protegidos. Los ciudadanos asumen el respeto a ese bien jurídico y omiten las
conductas que lo lesionan.

En definitiva, los dos momentos corresponden a dos conceptos distintos para explicar el
cumplimiento de las normas penales: el primero obedece al concepto de “fuerza” y el segundo
al de “consenso”.

1.3 Derecho Penal y control social. La potestad punitiva del Estado.

Según Muñoz Conde (2001), el control social es una condición básica de la vida social. Con él
se aseguran el cumplimiento de las expectativas de conducta y los intereses contenidos en las
normas que rigen la convivencia, confirmándolas y estabilizándolas contrafácticamente, en caso
de su frustración o incumplimiento, con la respectiva sanción impuesta en una determinada
forma o procedimiento. El control social determina, pues, los límites de la libertad humana en
la sociedad, constituyendo, al mismo tiempo, un instrumento de socialización de sus miembros.

Dentro del control social la norma penal, ocupa un lugar secundario, puramente confirmador
y asegurador de otras instancias mucho más sutiles y eficaces. La norma penal no crea, en

23
Manual de Derecho Penal

efecto, nuevos valores, ni constituye un sistema autónomo de motivación del comportamiento


humano en sociedad. Es inimaginable un Derecho penal completamente desconectado de las
demás instancias de control social.

El Derecho penal como un todo, sólo tienen sentido si se les considera como la continuación
de un conjunto de instituciones, públicas y privadas (familia, escuela, formación profesional,
etc.}, cuya tarea consiste igualmente en socializar y educar para la convivencia a los individuos
a través del aprendizaje e internalización de determinadas pautas de comportamiento.

Por todo ello, se puede decir que el Derecho penal no es más que la parte visible, la más
tétrica y terrible quizás, del «iceberg» que representan los diversos mecanismos de control del
individuo en la sociedad. Pero no el único, ni el más importante.

El Derecho penal nace del Estado y se aplica en el seno del Estado. Es el instrumento legal
más enérgico de que se dota el aparato estatal para proteger aquellos bienes y valores más
relevantes de la vida en sociedad frente a las agresiones más intolerables. De ahí que algunos
autores hablen del Derecho penal en cuanto mecanismo de violencia institucionalizada.

Según Muñoz Conde (2001), todo el mundo sabe que matar o robar está prohibido, pero este
conocimiento se adquiere primariamente como norma social y sólo posteriormente como
norma jurídica penal. Es más, difícilmente puede tener eficacia motivadora alguna la norma
penal en orden a inhibir estos comportamientos, si no va acompañada de otros factores
motivadores e igualmente inhibitorios.

El Estado monopoliza no sólo la elaboración del Derecho penal, tarea que cumple el Poder
Legislativo, sino que también asume tareas de vigilancia y control para evitar que se infrinja
la normativa y para perseguir a los infractores (Poder Ejecutivo), así como la aplicación
jurisdiccional de tal Derecho (Poder Judicial).

En cuanto a la labor de legislar, no siempre es ejecutada por el Estado con el grado de


reflexión, precisión y esmero que sería deseable. De ahí que muchas veces la normativa penal
aparezca inconexa, inarmónica, llena de lagunas; ineficaz, en suma, frente a la lucha contra la
criminalidad.

Las labores de vigilancia y control de la criminalidad, canalizadas a través de los órganos


administrativo-policiales, también parecen ir siempre por detrás de la rápida evolución y
perfeccionamiento de los medios y mecanismos propios de la delincuencia.
24
UNIDAD I.

Por lo que a la aplicación jurisdiccional del Derecho penal respecta, la situación es mejorable.
La viejísima Ley de Enjuiciamiento criminal que todavía rige en España, si bien fue un modelo
en su tiempo, se muestra hoy obsoleta, y junto con las deficientes reformas y endémica falta
de medios que asolan nuestra justicia penal, ha conducido a que nuestra justicia no se muestre
óptimamente operativa.

Por otro lado, con tales deficiencias y dilaciones, se vuelve a victimizar también a la propia
víctima del delito, que tiene que esperar un largo período de tiempo para ver resarcidos sus
derechos.

Desde este punto de vista, el Estado es el único ente soberano que tiene la facultad de
imponer penas a aquellas personas que transgredan la norma jurídica. En ese mismo sentido
se ha establecido que es el Derecho del Estado determinar los delitos, señalarlos como tal,
imponiendo y ejecutando las penas correspondientes o bien las medidas de seguridad en su
caso. Si bien es cierto se concibe que la potestad de “penar” no es un simple Derecho, sino un
“que es un atributo de la soberanía del Estado, consistente en el poder de castigar”, ya que es
el Estado a quien le corresponde esta tarea de sancionar e imponer las penas, caso contrario
ninguna persona (individual o jurídica) posee la facultad de poder ejecutar las penas.

1.4 Principios Rectores del Derecho Penal

Constituye una característica del Derecho Penal de nuestro tiempo la tendencia hacia una
sistematización perfectamente ordenada de sus normas, instituciones y conceptos propios, la
cual conduce, asimismo, a la formulación de una serie de principios que sintetizan, y a través
de los que se proclaman las más elementales exigencias que debe respetar el sistema punitivo
de cualquier Estado democrático.

El principio de legalidad

Este principio, vinculado a la filosofía propia del Racionalismo Ilustrado, nace apoyándose en
las teorías del contrato social de Rousseau y de la división de poderes de Montesquieu, y lo
hace en un ambiente histórico de general descontento ante los excesos cometidos durante el
Antiguo Régimen.

25
Manual de Derecho Penal

La formulación del principio de legalidad se debe a Cesare Bohesana, Marqués de Beccaria,


en su obra De los delitos y de las Penas (1764), tanto como a Feuerbach, autor que lo enunció
acuñando una expresión en latín (nullum crimen, nulla poena sine lege), por la que ha venido
siendo generalmente conocido. El éxito de la Revolución Francesa traería como consecuencia
que el de legalidad se erigiera en el fundamental de los principios sustentadores del Derecho
Penal liberal, constituyendo un fino exponente del Estado de Derecho.

Los efectos de este principio se dejan sentir en todo el ordenamiento jurídico, aunque es en la
esfera penal donde las exigencias derivadas del mismo alcanzan su plenitud. En dicho ámbito
el principio de legalidad supone, y éste sería su significado esencial, que únicamente las Leyes
son fuente formal, inmediata y directa del Derecho Penal, no siendo posible acudir a otras
fuentes salvo con un carácter complementario, mediato e indirecto (reserva absoluta de ley).

Por otra parte, de este principio derivan unas garantías: Son cuatro las garantías del principio
de legalidad en la esfera punitiva: criminal, penal, jurisdiccional y de ejecución.

a) Garantía criminal. La garantía criminal (nullum crimen sine lege) supone que no se puede
castigar como infracción penal ninguna conducta si ello no ha sido previamente establecido
en una ley.

b) Garantía penal. La garantía penal (nulla poena sine lege) supone que no se puede imponer
una pena o una medida de seguridad que no haya sido previamente establecida en la ley, para
sancionar un delito o falta determinada.

c) Garantía jurisdiccional. La garantía jurisdiccional supone que corresponde en exclusiva a


Tribunales de Justicia predeterminados la imposición de penas y/o medidas de seguridad por
la comisión de infracciones penales o la verificación de un estado peligroso con arreglo a las
leyes procesales.

d) Garantía de ejecución. La garantía de ejecución supone que sólo del modo en que aparece
regulado en la ley se pueden cumplir las penas y medidas de seguridad.

Principio de Mínima Intervención

El principio de intervención mínima, quiere decir que “el derecho penal no interviene de cara
a la regulación de todos los comportamientos del hombre en sociedad, sino sólo en orden a
evitar los atentados más graves que se dirijan contra importantes bienes jurídicos”.

26
UNIDAD I.

El punto de partida, pues, es el principio de proporcionalidad. Hoy día no se concibe como


una ponderación abstracta entre el peso de las respectivas magnitudes de la pena y del delito. O
sea, que hemos de desterrar la imagen de una balanza en cada uno de cuyos platillos se posara
la infracción penal y su sanción, hasta alcanzar una especie de equilibrio ideal entre ambos.

El objetivo es la búsqueda de la eficacia. La pena será proporcionada en la medida en que


su contenido de violencia sea suficiente para lograr los fines a los que aspira. Todo lo que
rebase ese umbral será superfluo y, por ende, desproporcionado. Por eso se habla de que son
corolarios suyos los principios de “necesidad” y “utilidad”.

Este planteamiento permite percibir la esencia de la intervención mínima. Ha de ser “mínima”


en tanto que la represión criminal no se presenta como un fin en sí misma, sino que está
subordinada al cumplimiento de unos objetivos. Y, dado que el Estado usa de la sanción más
potente de la que dispone (la pena), la reserva a los supuestos extremos, sólo los más graves.
Por eso ha de ser comedido. He aquí uno de los componentes del principio de intervención
mínima: la fragmentariedad. Es decir, que el derecho penal no protege todos y cada uno de los
bienes jurídicos, sino sólo los más preciados.

El derecho penal desde un punto de vista subjetivo es la facultad de castigar o imponer penas
que corresponde exclusivamente al Estado. Ahora bien, esa facultad de castigar no puede
tener carácter ilimitado, sus límites se encuentran en una serie de garantías fundamentales, que
encierran los llamados principios informadores del derecho penal, entre los cuales se distinguen
el principio de intervención minina, el principio de legalidad, el principio de culpabilidad, y el
principio “non bis in ídem”.

El principio de intervención minina en el derecho penal, denominado también “principio de


última ratio”, tiene un doble significado: en primer lugar implica, que las sanciones penales se
han de limitar al círculo de lo indispensable, en beneficio de otras sanciones o incluso de la
tolerancia de los ilícitos más leves, es decir, el derecho penal, una vez admitida su necesariedad,
no ha de sancionar todas las conductas lesivas a los bienes jurídicos que previamente se han
considerado dignos de protección, sino únicamente las modalidades de ataque más peligrosas
para ellos.

El poder sancionador implica la vulneración de derechos fundamentales de la persona como


la propiedad, la libertad y en algunos casos, hasta la vida, esta vulneración solo puede ser
justificada como mal necesario para asegurar la paz social y los derechos fundamentales del resto
de los ciudadanos. De esta manera el Estado solo podrá sancionar cuando sea estrictamente
necesario, tal y como lo postula este principio.

27
Manual de Derecho Penal

Se menciona que son todas aquellas limitaciones en cuanto a las intervenciones del Estado con
su poder de coerción penal, para sancionar conductas intolerables, en virtud de otro principio
garantista y democrático, sólo se debe acudir al derecho penal, cuando fallan las otras formas
jurídicas y sectores del Derecho; sólo se debe apelar al Derecho punitivo como “ULTIMA
RATIO LEGIS” y no para solucionar cualquier controversia o conflictos de intereses o litis
expensa, cuando existe otras vías jurídicas de solución de los actos ilícitos no punibles; como
es el caso de los actos ilícitos civiles, administrativos, agravios, laborales, constitucionales, etc.

La mínima intervención se diferencia de la última ratio que la primera, es que el derecho penal
va a intervenir en los casos extremadamente graves a los bienes jurídicos más importantes, y
no a aquellos hechos que no sean considerados delitos, es decir que el derecho penal se va a
aplicar lo menos posible caso contrario a las conductas delictivas.

La última ratio por consiguiente es la última opción que se tiene que aplicar un hecho
posteriormente de haber pasado por las demás ramas del derecho o bien que sea la única
opción por la cual se va a solventar dicho hecho.

Una excesiva intervención del derecho penal en la vida social comportaría una reducción del
ámbito de libertad individual que podría ser incompatible con la idea básica de una sociedad
basada en la libertad. Por esta razón en la política criminal moderna se postula que el derecho
penal debe ser la última ratio de la política social.

El principio responde a una doble naturaleza: Por un lado la de no penalizar comportamientos


que son solamente relevantes para la moral ni afectan bienes jurídicos; y por otro, como límite
de la función judicial en la aplicación de las penas.

Principio de culpabilidad
El principio de culpabilidad se basa en la responsabilidad penal y tiene diversas implicaciones
prácticas. La principal es que se exige culpa del autor (dolo o imprudencia) para que exista
ilícito penal y, por tanto, sanción aparejada: nulla poena sine culpa.

Si bien la afirmación es cierta, la pena no es la consecuencia del dolo o la imprudencia, sino que,
como se ha referido anteriormente, sin culpa no hay delito, y sin delito no hay pena. Aunque se
ampliará en entradas posteriores, el dolo y la imprudencia pueden definirse brevemente como:

28
UNIDAD I.

Dolo: la voluntad de cometer un acto – en este caso, delictivo – a sabiendas de su ilicitud; en


otras palabras, el autor comete el hecho intencionadamente.

Imprudencia: se comete un acto de manera involuntaria; el autor lleva a cabo una acción sin el
cuidado o diligencia (prudencia) oportuna.
La justificación del principio recae en la función de la pena: si el condenado por un delito no
comprende el motivo de la sanción, ¿de qué sirve si su conducta no se verá modificada? El
principio de culpabilidad no comporta que el derecho penal no pueda entender de los casos
donde no existe culpa; sería más correcto decir que, cuando no hay culpa, (no hay delito), no
hay pena, pero sí cabe medida de seguridad.

La culpabilidad está basada, sin duda, en la existencia del libre albedrío, en definitiva en la
admisión de la premisa de que el ser humano es dueño de sus actos y no está irremisiblemente
determinado por su entorno.

Núñez (2002) entiende que “Nuestro derecho penal común obedece al principio de la
responsabilidad por la culpabilidad”. En su esfera no hay excepciones, los mismos delitos
calificados por el resultado que el Código penal contiene, no se explican por la teoría de la
responsabilidad objetiva.

El principio de culpabilidad establece que la pena criminal únicamente puede basarse en la


constatación de que al autor cabe reprocharle personalmente su hecho.

La esencia de la culpabilidad no radica en un defecto del carácter, adquirido culpablemente por


el modo de vida que se ha llevado (“culpabilidad por el modo de vida”), sino en que el autor ha
cedido a la tentación en la situación concreta y ha cometido un hecho punible y de esa forma
se ha hecho culpable por su actuación (“culpabilidad por el hecho”).

Por lo demás, en el sistema de imputación penal que nos rige no es posible atribuir responsabilidad
penal a una persona sin que exista imputación objetiva y subjetiva (dolo y culpa). Esta exigencia
deriva precisamente del principio de culpabilidad por el cual una pena no puede imponerse al
autor por la sola aparición de un resultado lesivo sino únicamente en tanto pueda atribuirse el
hecho al autor como hecho suyo.

29
Manual de Derecho Penal

Asimismo del principio de culpabilidad se infiere, de un lado, que la pena presupone en todo
caso culpabilidad, por lo que quien actúa sin ella no puede ser castigado (exclusión de la
responsabilidad por el simple resultado) y de otro, que la pena tampoco puede superar la medida
de la culpabilidad (medición de la pena respetando el límite al máximo de la culpabilidad).

 Ese tratamiento otorgado al ciudadano libre conlleva una serie de exigencias que debe respetar
tanto el propio legislador en el momento creativo como el juzgador en el momento aplicativo
del Derecho, y que conforman una serie de principios derivados del de culpabilidad y que
son los siguientes: A) Principio de personalidad. Frente a sistemas jurídicos superados que
admitían una responsabilidad conjunta de toda una familia o clan por el hecho que había
cometido uno de sus integrantes, el principio de personalidad impide que alguien pueda ser
castigado por un hecho ajeno.

B) Principio de responsabilidad por el hecho. Este principio impide que alguien pueda ser
castigado por su modo de ser o conducta de vida, tal como propusieron en su día los teóricos
del Derecho Penal nacional-socialista, que abogaban por un Derecho Penal de autor frente al
Derecho Penal de hecho, único que es admisible en un Estado de Derecho y que constituye
simple derivación del principio de legalidad.

C) Principio de dolo o culpa. Frente a sistemas jurídicos -hoy caducos- que admitían una
responsabilidad objetiva (o por el resultado), el Derecho Penal de la culpabilidad exige, para
que alguien pueda ser declarado penalmente responsable, que el hecho delictivo llevado a cabo
sea doloso (querido, aceptado o asumido) o culposo (imprudente), optándose en cambio por
la irresponsabilidad penal en caso de que no concurra ninguna de estas dos modalidades de
desvalor de la acción.

1.5 El derecho penal y otras disciplinas: Límites y Relaciones


1.5.1 Ramas del derecho penal

· El Derecho Penal Sustantivo o Material: Esta rama del Derecho se refiere a la


sustancia misma que conforma el objeto de estudio de la Ciencia del Derecho Penal,
como lo es el delito, el delincuente, la pena y las medidas de seguridad; y que legalmente
se manifiestan dentro de los Códigos Penales vigentes de y en otras leyes penales de
tipo especial. Es en este marco general en donde se encuentra ubicada la investigación
del presente trabajo de tesis.

30
UNIDAD I.

· El Derecho Penal Procesal, Formal, Instrumental o Adjetivo: Busca la aplicación


de las leyes del Derecho Penal sustantivo, es decir, lo contemplado dentro del Código
Penal llegando así a un proceso y posteriormente a la emisión de una sentencia y
consecuentemente a la deducción de responsabilidad penal imponiendo una pena o
medida de seguridad y ordenando su ejecución posteriormente de haber finalizado un
proceso.

· El Derecho Penal Penitenciario o de Ejecución: Se refiere al conjunto de normas y


doctrinas que tienden a regular la ejecución de la pena del condenado y hacerla efectiva
en los centros penales o penitenciarios. En otras palabras luego de haberse comprobado
que el hecho está tipificado como delito dentro de la norma legal vigente y haber
culminado el proceso penal correspondiente se le otorga al condenado una sanción, ya
sea multa, prisión, entre otros, esta clase de Derecho vela por el estricto cumplimiento
de las sanciones interpuestas.
·

· Derecho Penal Administrativo. Es el conjunto de normas que imponen sanciones a


aquellas personas que, teniendo una obligación con la Administración, no lo cumplen.
Suele estar muy relacionado con el Derecho Penal Fiscal, haciéndose referencia al
conjunto de normas que sancionan al contribuyente que no cumple sus obligaciones
tributarias.

· Derecho Penal militar. El contenido de este Derecho Militar se diversifica, a su vez,


en las ramas siguientes: Derecho Militar orgánico y funcional, Derecho Administrativo
militar y Derecho Penal militar, que comprende además de las leyes penales, la
organización y atribuciones de los Tribunales militares y el procedimiento criminal.

· Derecho Penal internacional. El Derecho Penal internacional constituye la rama


del sistema jurídico internacional configuradora de una de las estrategias empleadas
para alcanzar, respecto de ciertos intereses mundiales, el más alto grado de sujeción y
conformidad de los estándares penales, en especial respecto a la delincuencia organizada
a nivel internacional. Como una sub-rama puede considerarse el Derecho internacional
privado Penal, que sería la sub-rama que estudia los supuestos hechos delictivos que
interesan a dos o más estados. Se plantea, en esta materia, el problema de la ley penal a
aplicar y del tribunal competente.

31
Manual de Derecho Penal

· Derecho Penal Corporativo. Es la rama del derecho que sanciona las


actividades consideradas ilícitas cometidos por las empresas, pero deja
de lado las microempresas, pequeñas empresas y medianas empresas.

· Derecho penal disciplinario. El Derecho penal disciplinario proviene directamente


del ejercicio de la potestad disciplinaria del Estado, que tiene como finalidad el
mantenimiento, por parte de los funcionarios, de una conducta acorde a los deberes
y obligaciones que su reglamentación profesional les impone. Este tipo de derecho es
de naturaleza penal, pues conmina con una sanción en el caso de ejecución de actos
ilícitos.

1.5.2 Relación del derecho penal con otras disciplinas

El derecho penal se interrelaciona con otras ramas y disciplinas auxiliares que como su nombre
lo indica, lo auxilian en la aplicación de sus normas. Lo anterior es muy importante, ya que sin
la ayuda de ellas no podría llevarse a cabo el cumplimiento del derecho penal.

· Derecho Comercial: Como rama del Derecho Privado tiene una relación estrecha
con el Derecho Penal, pues en materia de sociedades comerciales y títulos valores, se
presentan diversas figuras típicas, como libramiento indebido, fraude en la administración
de personas jurídicas, etc.

· Derecho Procesal: Rama del derecho que estudia las normas adjetivas, que rigen el
proceso penal como consecuencia inmediata de la comisión del delito que es materia
del derecho penal.

· Derecho Civil: Perteneciente al Derecho Privado, diversas figuras y nociones del


Derecho Civil van aparejadas al Derecho Penal, pues este implica conocer nociones
civiles, por Ej. Para entender el Robo, Apropiación Ilícita, etc.; hay que conocer el que
se entiende por patrimonio; para entender el delito de Omisión de Asistencia Familiar,
atentado contra la patria potestad, y otros , es menester recurrir a este derecho y
comprender el matrimonio, alimentos, etc.

32
UNIDAD I.

· Derecho Constitucional: Cuyo objeto de estudio es la Constitución, en la que establecen


las bases a que debe sujetarse el derecho penal.

· Derecho Administrativo: Diversos delitos acontecen en el Ámbito administrativo;


esta rama del Derecho Público Prevé la organización de diversos organismos que
atañen al Derecho Penal.

· Derecho Internacional: Existen delitos en materia Internacional que son objeto de


estudio de esta rama del Derecho. Como los establecidos referentes a la aplicación
espacial de la ley penal y otros. También se habla de un Derecho Penal Internacional
así como de un Derecho Internacional Penal.

· Derechos Humanos: Son los inherentes a la naturaleza humana sin los cuales no
se puede vivir como ser humano. En su aspecto positivo, son los que reconoce la
Constitución Política y los que se recogen en los pactos, convenios y los tratados
Internacionales suscritos y ratificados por nuestro país.

1.5.3 Otras disciplinas afines al derecho

· Filosofía: En esta área del conocimiento humano, no jurídica, existen fundamentos


que dan luz al Derecho Penal, como la valoración de determinados bienes jurídicos
tutelados por el Derecho Penal.

· Sociología: El comportamiento criminal, el comportamiento y la pena, tienen en su


explicación un fundamento sociológico. Con base en la sociología es posible entender
y quizá prever el delito y ciertas conductas que, sin llegar a ser delictivas, afectan
seriamente a la sociedad. El estudio del grupo social y su comportamiento es vital para
el Derecho Penal y ciencias afines.

· Psicología: Mediante las aportaciones de la Psicología es posible analizar


el comportamiento humano para entender el porqué del delito. En materia

33
UNIDAD I.

Procesal, el estudio de la personalidad del delincuente se basa en la Psicología.


El estudio del carácter, del temperamento y la personalidad es esencial para
comprender al hombre en su manifestación externa de comportamiento.

· Medicina Forense: Esta rama de la medicina general coadyuva en la investigación de


determinados delitos, como lesiones, aborto, infanticidio, homicidio y algunos sexuales
principalmente, con lo cual logra una adecuada y más justa administración de justicia,
pues esclarece las dudas que se le presentan al Derecho Penal.

· Criminalística: Al igual que la medicina forense, esta disciplina, basada en


conocimientos científicos, es de una ayuda invaluable en la investigación del delito.
Balística, dactiloscopia y retrato hablado son algunos ejemplos de las aportaciones de
esta disciplina.

· Criminología: La Criminología es el conjunto de conocimientos relativos al delito


como fenómeno individual y social”. Se considera básica en el análisis del Derecho
Penal, pues permite examinar las causas del delito y la personalidad del delincuente.

·
1.6 Fuentes del Derecho Penal

Según Muñoz Conde, F (1993) la expresión “fuente de derecho” tiene un doble sentido. Por
una parte designa al órgano de donde el derecho brota: quien crea o produce el derecho. Por
otra parte, se llama también “fuente de derecho” a la forma de concreción que asume la norma
jurídica. Así, puede decirse que el Estado es fuente de derecho (en el primer sentido), puesto
que el Estado hace la ley, y que la ley es fuente de derecho (en el segundo sentido), ya que la
norma jurídica se manifiesta concretamente bajo la forma de una ley.

En cuanto a órgano creador de derecho, es un principio absoluto que solamente la autoridad


legislativa, es competente para crear fuente de derecho penal. Como forma de concreción de
la norma jurídica, no hay más fuente de derecho penal que la ley. Otras formas de concreción
que suelen tener importancia en las demás ramas del ordenamiento jurídico, no son fuentes de
derecho penal, así ocurre con la costumbre, la doctrina, la jurisprudencia, etc.

34
UNIDAD I.

Por su parte Mir Puig (2003) expresa que se reconoce la existencia de dos fuentes del derecho 
penal: fuentes inmediatas  (directas)  y mediatas  (indirectas). Agrega que el derecho penal, en
cuanto a su creación, cuenta con distintas fuentes, sin perjuicio de que entre ellas pueda existir
cierta jerarquía.

En la actualidad, y quizá en el futuro con mayor intensidad, la tendencia a reconocer la


posibilidad de que el derecho penal cuente con fuentes múltiples de creación, se tiene que ir
desarrollando como una necesidad del sistema jurídico. Señala, además, este autor que se acepta
mayoritariamente que la ley es la fuente directa del derecho penal. Como fuentes indirectas
se mencionan la costumbre, la analogía a favor del imputado y la jurisprudencia, en cuanto
complemento del ordenamiento jurídico, en la misma forma que lo es la doctrina.

1. La Ley

La ley es la disposición jurídica de carácter general, emanada de los órganos del Estado que
tienen encomendado el desarrollo de funciones legislativas.  En el concepto de ley, (a efectos
de aplicación del principio de legalidad) están incluidas todas las leyes en sentido formal)

35
Manual de Derecho Penal

Señala Velásquez (1997) que casi todos los ordenamientos punitivos en el presente se encuentran
estructurados sobre la base del principio de reserva o legalidad (nullum crimen, nulla poena
sine lege), con arreglo al cual no hay delito ni es posible la imposición de una pena sino cuando
existe una ley (escrita y estricta) que incrimina el hecho respectivo, estableciendo, además, la
clase de castigo a que se encuentra sometido.

De ahí que sólo puede ser fuente directa del derecho penal una ley propiamente tal, esto es,
aquella que se ha formado con sujeción a las normas constitucionales sobre la materia. La
ley formal es fuente del derecho punitivo aunque no revista carácter penal expreso, basta que
establezca un hecho delictivo e imponga una pena para ser norma penal. 

2. La Costumbre

Es una fuente indirecta del derecho penal. No es una fuente de producción de normas,
ya que no puede establecer ni delitos ni penas. Sin embargo es un medio de integración,
interpretación y complementación de las fuentes de producción, y ocupa una importante
función en la interpretación y aplicación del derecho penal. En el Derecho Penal, sin embargo,
dada la vigencia del principio de legalidad de los delitos y las penas, la costumbre no puede
servir de base para la creación de figuras delictivas o categorías de estado peligroso, ni para el
establecimiento o agravación de penas o medidas de seguridad.

3. Los Principios Generales del Derecho

Desempeñan también una función en la aplicación del Derecho penal aunque no pueden tener
carácter de fuente directo del mismo. Entre ellos, hay que destacar el principio indubio pro reo
(en caso de duda debe resolverse a favor del reo), que, aunque tiene una vertiente claramente
procesal (impone la absolución si existen dudas sobre la validez delas pruebas de cargo), puede
operar, también, en la decisión sobre la ley aplicable, en el sentido en que de existir más de una
interpretación posible. Debe elegirse la que más favorezca al reo.

36
UNIDAD I.

4. Tratados Internacionales

Los Tratados Internacionales suscritos y ratificados por Bolivia pasan a formar parte del
derecho interno uno vez que han sido aprobados o ratificados por el Legislativo. Tampoco es
posible, dada la vigencia del principio de legalidad, la creación de figuras delictivas o categorías
de Estado peligroso, ni el establecimiento o agravación de penas o medidas de seguridad por
medio de tratados internacionales.

5. La Jurisprudencia

La jurisprudencia es el conjunto de las sentencias o resoluciones dictadas por los Tribunales


de Justicia la que se la tiene que entender en dos sentidos, el amplio y e estricto. En Sentido
amplio: comprende las sentencias o resoluciones de todos los Tribunales. Sin embargo, la
jurisprudencia no es fuente del Derecho, en el sentido de que no puede crear normas de
carácter general, de segura aplicación en el futuro. Se trata siempre de criterios o normas de
aplicación sólo probable, pues los Tribunales Supremos pueden cambiar y cambia en ocasiones
de orientación en la interpretación de la ley.

La función de la jurisprudencia es complementadora de apoyo a la interpretación. En ocasiones


ha sido la que ha motivado la modificación de la ley penal a través de la reiteración de fallos
en los que se plasmaba determinada aplicación del Derecho penal. La jurisprudencia aunque
no vincula formalmente a los tribunales, sin embargo, los órganos judiciales mantienen una
clara tendencia a seguir los criterios interpretativos de órganos superiores, y en cuanto a
eso, constituye fuente indirecta del Derecho penal.

1.7 La Ley penal en el espacio en relación con las personas


El principio básico de aplicación de la ley penal en el espacio es el principio de territorialidad.
En nuestro ordenamiento jurídico rige a la hora de realizar la aplicación de la ley penal, como
regla general, el denominado  principio de territorialidad de la ley penal,  esto significa que
la ley penal se va a aplicar a los hechos que se cometen dentro del territorio del Estado,
independientemente de la nacionalidad de aquellos sujetos que cometieran el delito.

37
Manual de Derecho Penal

Según Bustos (1989) La ley penal importa un ejercicio de la soberanía del Estado, por lo que
su validez aparece limitada en el espacio por la extensión dentro de la cual se reconoce en la
comunidad internacional el ejercicio de la soberanía. Bajo este criterio se establecen principios
que regulan la aplicación espacial de la ley penal.

Asimismo la existencia de situaciones que generan discrepancias en la aplicación del Derecho


Penal de diversos Estados, da lugar al establecimiento de reglas de extensión del propio
Derecho Penal, pero que “no pueden conceder al Estado un derecho a intervenir dentro del
ámbito propio de la soberanía de otro Estado”

Se entiende por territorio: el suelo, subsuelo, dominio marítimo y el espacio aéreo que los
cubre.

Suelo: El perímetro de nuestro suelo está precisado en los tratados celebrados con nuestros
países limítrofes.

Dominio marítimo: Comprende el mar adyacente a sus costas, su lecho y subsuelo, hasta la
distancia de doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base costeras.

Espacio aéreo: La Constitución Política y las leyes se afilian a la teoría ilimitada en la altura.

La ley penal se aplica a las infracciones cometidas total o parcialmente en la República


Dominicana o cuyos efectos se producen en su territorio, cuya extensión y ubicación están
definidos en la Constitución dominicana.

1.8 Ley penal en el tiempo

Las leyes en el ámbito penal están vigentes, desde que entran en vigor hasta que son derogadas,
a raíz de una ley posterior o hasta la publicación de una sentencia del Tribunal Constitucional
declarándola inconstitucional, teniendo este último supuesto algunas limitaciones en cuanto
a sus efectos, ya que por ejemplo los efectos de la declaración de inconstitucionalidad no son
retroactivos salvo que importen un beneficio para un sujeto al que haya sido aplicada dicha ley
durante su vigencia y al ser eliminada, desaparezca con ello su responsabilidad o se reduzca la
misma.

38
UNIDAD I.

Lo expuesto en el párrafo anterior nos deja claro que la ley por carácter general surte efecto
únicamente durante su vigencia, lo que se traduce en la irretroactividad de la ley como
principio general. Pero hay excepciones a esta regla de la ley penal en el tiempo, que permiten
la retroactividad, y por ende su aplicación a un caso que sucede mientras esta ley aún no estaba
vigente, ante determinados supuestos.

1.8.1 Principio de Irretroactividad de la Ley Penal Desfavorable

El artículo 110 de la Constitución establece que “La ley sólo dispone y se aplica para lo porvenir.
No tiene efecto retroactivo sino cuando sea favorable al que esté subjúdice o cumpliendo
condena. En ningún caso los poderes públicos o la ley podrán afectar o alterar la seguridad
jurídica derivada de situaciones establecidas conforme a una legislación anterior”.

Vemos que en esta cuestión dedicada a la ley penal en el tiempo, una vez más aparece el principio
de legalidad, que incorpora como una de sus garantías más importantes, el principio de
irretroactividad de la ley penal desfavorable. Esto forma parte del marco de la “seguridad
jurídica” que implica que nuestras acciones u omisiones están sujetas a las leyes vigentes y por
tanto conocidas en ese momento. Este principio se enfrenta a una serie de situaciones donde
su aplicación es discutida en cuanto a sus criterios y alcance.

1.8.2 El Principio de Retroactividad de la Ley Penal más Favorable

Hay situaciones donde una ley si puede aplicarse de forma retroactiva aunque los hechos sean
anteriores a su existencia, en el supuesto en que su aplicación sea más favorable para el sujeto
que la ley que se encontraba vigente en el momento en el que se comete el delito. Recogido
tanto en la Constitución española, como en el Código Penal este principio está motivado con
base en la justicia y coherencia del ordenamiento jurídico.

Este principio se aplica tanto a los casos donde aún no hay sentencia firme como en los casos
donde ya se ha dictado y por tanto ante la aparición de una ley penal más favorable debe
revisarse la condena, alcanzando incluso a los antecedentes penales si la misma ya se hubiera
cumplido a los efectos de la consideración de los mismos como “reincidencia”.

39
Manual de Derecho Penal

1.9 Las leyes penales especiales y leyes penales en blanco

Las leyes penales especiales se refieren a aquel conjunto de leyes o normas jurídicas que se
constituyen para ser dirigidas específicamente a una persona o a un grupo determinado de
ellas, dependiendo de la situación o hecho ilícito cometido. Puede decirse, que las leyes penales
especiales responden a conductas y situaciones específicas. 

Las leyes especiales son creadas para regular situaciones particulares, esto quiere decir, que van
dirigidas a resolver un hecho individual o particular, de este hecho se sustenta su creación, es
decir el legislador al observar ciertas conductas y cualidades en un sujeto activo le otorga el
carácter de propio e impropio a su cualidad, y por lo tanto debe ser sancionado con la norma
respectiva del hecho punible. Por otro lado, en lo que respecta las leyes penales especiales
impropias se van a encargar no necesariamente al ámbito penal, sino por el contrario están
compuestas principalmente por una normativa jurídica que regula un todo en la materia tratada,
y dentro de ella aplica un régimen sancionatorio a una conducta delictual determinada. 

Las leyes penales especiales pueden clasificarse en: 


· Leyes penales especiales propias 
· Leyes penales Especiales impropias 

Las leyes penales especiales propias son aquellas leyes que tienen como única intención tipificar
delitos o estados peligrosos, establecer penas y medidas de seguridad. 

Las leyes penales especiales impropias se refieren a aquellas leyes que surgen delimitadas por
objetivos en su mayoría no penales; sino civiles, mercantiles, tributarios, aduaneros, y que para
alcanzar tal finalidad tipifican como delitos o faltas algunas de las conductas indicadas para, de
así respaldar con mayor intensidad sus contenidos. 

Una ley penal en blanco es una norma con rango de ley que habilita a otra de rango reglamentario
mediante una delegación para que pueda penar actividades como delito, sin hacer mención
expresa a las actividades penadas en la norma legal.

40
UNIDAD I.

La utilización de leyes penales en blanco supone una vulneración del principio de legalidad en
derecho penal. El principio de legalidad implica que no habrá delito sin ley que así lo establezca.

Las leyes penales en blanco, fueron así denominadas por el penalista alemán Karl Binding
(1841-1920) refiriéndose a aquellas que imponen una sanción, pero la descripción de la figura
delictiva a la que se refieren, está contenida en otra norma jurídica, pudiendo remitirse a otra
ley penal o de otro sector del orden jurídico, o a alguna norma reglamentaria, jerárquicamente
inferior, que necesariamente las debe complementar. La razón de que se dicten estas clases de
leyes penales en blanco es que se trata de prescribir sobre conductas que varían a lo largo del
tiempo o que requieren ir adaptándose a las circunstancias.

Problemática de las leyes penales en blanco

La negación de toda otra pretensión punitiva que la que nace de la ley penal, nos lleva a
la consideración de las leyes penales en blanco (así llamadas por Binding en su obra Die
Normen). Como indica Fontán Balestra, en ellas está determinada la sanción pero el precepto
que se asocia esa consecuencia (la pena) sólo está formulado como prohibición genérica, que
deberá ser definido por una ley, por un reglamento o incluso por una orden de la autoridad. Es
decir, son las que establecen una pena para una conducta que resulta individualizada en otra
ley (formal o material).

41
Resumen de la unidad I
El Derecho Penal es la importante rama del derecho público encargada de establecer todo
un compendio de penas y castigos para imponerlos a quien haya cometido un delito, el cual
amerite una condena por los actos cometidos. El Derecho Penal comprende una serie de leyes
jurídicas con poder para privar de libertades y velar por el cumplimiento de las sanciones
impuestas, El Derecho Penal está integrado también por valoraciones y principios rectores.
En efecto, también le corresponde al Derecho penal resolver en qué casos no debe intervenir
“ así, no imponer una pena “, como también, precisar cuándo debe reducir la violencia estatal
que va implícita en su ejercicio.

Mir Puig (2003) expresa que se reconoce la existencia de dos fuentes del derecho 


penal: fuentes inmediatas  (directas)  y mediatas  (indirectas). Se acepta mayoritariamente
que la ley es la fuente directa del derecho penal. Como fuentes indirectas se mencionan la
costumbre, la analogía a favor del imputado y la jurisprudencia.

El derecho penal, en sentido estricto, es una parte del ordenamiento jurídico, es derecho


positivo vigente; se podría decir que es una rama del ordenamiento jurídico. Podemos definirlo,
entonces, como la rama del ordenamiento jurídico que agrupa las normas que el estado impone
bajo amenaza de sanción, limitando y precisando con ellas su facultad punitiva.
RESUMEN

El derecho penal intenta proteger aquellos bienes, intereses, valores o principios que se
consideran imprescindibles e importantes en una sociedad. A esto lo denominamos bienes
jurídicos.

Constituye una característica del Derecho Penal de nuestro tiempo la tendencia hacia una
sistematización perfectamente ordenada de sus normas, instituciones y conceptos propios, la
cual conduce, asimismo, a la formulación de una serie de principios que sintetizan, y a través
de los que se proclaman las más elementales exigencias que debe respetar el sistema punitivo
de cualquier Estado democrático.
El Derecho Penal pertenece al orden normativo interno de un Estado, por lo que guarda
estrecha relación con todas las ramas del Derecho Público, como son el Derecho Constitucional,
el Administrativo, el Laboral e inclusive el Internacional, pero también con otras ramas como
la mercantil, la fiscal, la civil, etc.

Según Muñoz Conde, F (1993) la expresión “fuente de derecho” tiene un doble sentido. Por
una parte designa al órgano de donde el derecho brota: quien crea o produce el derecho. Por
otra parte, se llama también “fuente de derecho” a la forma de concreción que asume la norma
jurídica. Así, puede decirse que el Estado es fuente de derecho (en el primer sentido), puesto
que el Estado hace la ley, y que la ley es fuente de derecho (en el segundo sentido), ya que la
norma jurídica se manifiesta concretamente bajo la forma de una ley.

El principio básico de aplicación de la ley penal en el espacio es el principio de territorialidad.


En nuestro ordenamiento jurídico rige a la hora de realizar la aplicación de la ley penal, como
regla general, el denominado  principio de territorialidad de la ley penal,  esto significa que
la ley penal se va a aplicar a los hechos que se cometen dentro del territorio del Estado,
independientemente de la nacionalidad de aquellos sujetos que cometieran el delito. Las
leyes en el ámbito penal están vigentes, desde que entran en vigor hasta que son derogadas, a
raíz de una ley posterior o hasta la publicación de una sentencia del Tribunal Constitucional
declarándola inconstitucional, teniendo este último supuesto algunas limitaciones en cuanto a
sus efectos.
Actividades Unidad I.

I. ESCRIBA V O F A CADO ENUNCIADO SEGÚN CORRESPONDA

El derecho se refiere a los postulados de justicia que conforman el orden normativo de


una sociedad ___________

1. La misión fundamental del Derecho penal es mantener la paz social ______

2. El derecho penal intenta proteger principios que se consideran importantes en una


sociedad ____

3. El Derecho penal nace del Estado y se aplica en el seno del Estado _____

4. El derecho penal se interrelaciona con otras ramas y disciplinas auxiliares que lo auxilian
en la aplicación de sus normas. ____
Ejercicios de autoevaluación Unidad I

DESARROLLE LOS CONCEPTOS QUE A CONTINUACIÓN SE PROPONEN

1- ¿Qué se entiende por derecho penal moderno?

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2- ¿Qué es el Derecho Público?

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3- Defina lo que es el derecho penal objetivo

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4- Defina lo que es el derecho penal subjetivo

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5- Hable sobre el fundamento del derecho penal

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6- Para Von Liszt que es el derecho penal

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7- ¿Qué se entiende por bienes jurídicos

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8- Hable sobre la noción de control social

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9- Hable sobre que son fuentes del derecho penal

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10- ¿Que son leyes penales especiales y leyes penales en blanco?

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BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA DE LA UNIDAD

Bustos, J. (1989), Manual de derecho penal. Parte general, Barcelona, tercera edición, Editorial
Ariel.

Jiménez de Asúa, L. (1964), Tratado de derecho penal, 4ª ed., Losada, Buenos Aires.

Mir Puig, S. (2003), Introducción a las bases del derecho penal. Concepto y método, 2ª ed.,
reimpr., B de F, Montevideo-Buenos Aires.

Muñoz Conde, F (1993). Derecho penal. Parte general, Valencia, Editorial Tirant lo Blanch.

Ortecho, V. (2001). Debido Proceso y Tutela Jurisdiccional en Instituto de Ciencias Políticas y


Derecho Constitucional. Huancayo-Perú,

Ribon Duran, Luis, Diccionario de Derecho. Barcelona: BOSCH Casa Editorial, 1987.

Roxin, C. (2007) Autoría y Dominio del Hecho en el Derecho Penal. Barcelona: Marcial Pons,

Velásquez, F. (1997), Derecho Penal. Colombia: Editorial Temis, 1997.

Welzel, H. (1998), Derecho penal alemán. Parte general, 3ª ed. (trad. de la 12ª ed. alemana),
Editorial Jurídica Chile, Santiago, 1987.

Zaffaroni, E. (2001) Tratado de derecho penal, parte general. Buenos Aires: EDIAR

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