Facultad Nacional de Salud Pública Héctor Abad Gómez

Universidad de Antioquia

Septiembre de 2021
 Septiembre de 2021

El personal de salud, primera línea frente a la pandemia por COVID-19:

Una deuda por saldar. Acciones necesarias para su protección
Este resumen para tomadores de decisiones presenta una síntesis AUTORES
de los resultados del proyecto de investigación “Experiencias del Gabriel Jaime Otálvaro Castro; Martha Beatriz
personal que labora en instituciones prestadoras de servicios de Gaviria Londoño; Erika Alexandra Arenas
Martínez; Lizeth Yessenia Correa Rangel; Juan
salud durante el estado de emergencia social y sanitaria por Esteban Martínez López; Lised Gómez
COVID-19 en Antioquia”, financiado por la Facultad Nacional de Aristizábal.
Salud Pública, realizado entre mayo de 2020 a septiembre de 2021.
AFILIACIÓN
Contexto de la investigación Facultad Nacional de Salud Pública,
Universidad de Antioquia. Grupo de
El personal de salud (PS) es indispensable para disminuir la investigación Gestión y Políticas de Salud
transmisión del COVID-19 y enfrentar los efectos de la pandemia1.
Sin embargo, sólo pueden prestar servicios de calidad si su entorno MENSAJE CLAVE
de trabajo ofrece las condiciones adecuadas para apoyarlos. • Los trabajadores de la salud
Entendemos por personal de salud, todos los trabajadores conforman la primera línea de
vinculados a instituciones prestadoras de servicios de salud (IPS) actuación frente a la pandemia por
independiente de su formación, vinculación laboral, forma de COVID-19. La prestación de servicios
de calidad está directamente
contratación o nivel jerárquico.
relacionada con la capacidad de
generar entornos de trabajo digno y
En la actualidad, el personal de salud afronta situaciones críticas
seguros. Este es un compromiso
como inestabilidad laboral debido a la flexibilización de los ineludible de los prestadores de
contratos y pérdida de autonomía2,3, a lo que se suman otras servicios de salud y autoridades
generadas en el contexto de la emergencia sanitaria, como la sanitarias.
presión derivada de la atención por el aumento de la cantidad de • En Antioquia, el personal de salud
pacientes, extenuantes jornadas de trabajo, estrés por riesgo de presenta precarias condiciones
infección, temor de contagio a familiares, además del agotamiento laborales, que no han sido resueltas y
físico y mental. Este conjunto ha generado afectaciones en la salud afectan la calidad de la atención. El
de los trabajadores, así como efectos laborales como pérdida de suministro de elementos de
horas laborales y pago de incapacidades4. En dicho contexto, es protección personal -EPP- no es
imperativo el compromiso, por parte de las instituciones de salud, adecuado para el desempeño de sus
funciones. La mayoría presenta algún
las autoridades sanitarias y los tomadores de decisiones políticas,
grado de afectación a su salud mental;
con la protección de la salud y las condiciones de trabajo dignas
cuya atención es insuficiente.
para los trabajadores de la salud. • Es necesario mejorar los procesos de
vigilancia y control de las condiciones
En Colombia, según datos oficiales a septiembre del 2021, han
laborales y de trabajo seguro del
fallecido 328 trabajadores de la salud por causa del COVID-195, de personal de salud.
los cuales el 40% se asoció a la prestación del
servicio y 46% se consideraron indeterminados. El
36% de los fallecidos eran médicos/as, 19,5%
auxiliares (de enfermería mayoritariamente), 6,4%
técnicos de radiología, 5,5% personal
administrativo, 5,5% profesionales de enfermería.
A lo largo de la pandemia, numerosas
organizaciones científicas y gremiales, nacionales e
internacionales, han hecho llamados urgentes a la
protección del personal de salud y la generación de
condiciones de trabajo digno y seguras6-8.
En este contexto este proyecto de investigación se
propuso comprender la experiencia del personal
que labora en instituciones prestadoras de servicios
de salud, durante el estado de emergencia social y
sanitaria por COVID-19 en Antioquia, 2020-2021.
Métodos
Se realizó una investigación mixta, con un diseño
tipo estudio de estudio de caso9 en dos etapas. Una
primera etapa cuantitativa y una segunda
cualitativa. En la primera etapa, se realizaron dos
encuestas virtuales a PS para valorar cambios en el
tiempo; la primera con 466 participantes se realizó
entre julio y agosto de 2020, la segunda con 282
entre marzo y abril de 2021. Mediante muestreo no
aleatorio por cuotas con asignación proporcional se
buscó representación del PS según nivel de
complejidad, naturaleza jurídica de las IPS y
capacidad instalada para atención a la Covid-19 por
subregión. La aplicación se realizó mediante
formulario virtual Google forms®, previo
consentimiento informado. Se realizó un análisis
descriptivo comparativo (antes/después)
generando una nueva base de datos pareada con
208 encuestas; se aplicaron pruebas para muestras
relacionadas: X2 de MacNemar (variables
cualitativas dicotómicas) y Wilcoxon (igualdad de
medianas de distribución no normal, previa prueba
de Kolmogorof Smirnoff) mediante software IBM
SPSS 24®, con un nivel de confianza del 95% se
estimó de la significación estadística de las
diferencias.
En la segunda etapa, entre agosto de 2020 y febrero
de 2021 se realizaron entrevistas conversacionales10
a diez participantes de la primera encuesta
seleccionados con muestreo por propósito11
tendientes a reconocer la experiencia del PS
relacionada con la lectura del contexto político-
institucional, los cambios en la situación laboral y de
trabajo, las afectaciones en la salud y el bienestar y
los aprendizajes generados durante la pandemia. El
proyecto fue avalado por el comité de ética de la
Facultad Nacional de Salud Pública.
Resultados
Características generales de los participantes
Mujer 74%
Sexo
Hombre 26%
Directa 76%
Tipo de vinculación
Indirecta 24%
5 años en promedio* de antigüedad en IPS
36 años edad promedio**
Si 72%
Formacion universitaria
No 29%
*rango de 0 a 56 años de antigüedad
**rango de 20 a 61 años de edad
El 74% de los encuestados fueron mujeres, 63% de
IPS del Valle de Aburrá, 54% de IPS públicas, 54% de
IPS de mediana y alta complejidad, 77% del área
asistencial.
La pandemia le permitió a la gran mayoría del PS una
reflexión sobre el rol de los servicios de salud en las
sociedades y la situación de salud global, colectiva e
individual, no obstante, también introdujo
preocupación, estrés, ansiedad y miedo.
Condiciones laborales
21% de los trabajadores de la salud presentaron
condiciones laborales precarias, al vincularse
mediante contratos de prestación de servicios o
contratos por obra-labor y formas indirectas. 60%
de los participantes manifestaron no sentirse
satisfecho con el pago recibido, considerando que
es bajo para el nivel de exigencia, riesgo laboral,
jornada y responsabilidad. Situación que es mayor
entre el personal vinculado indirectamente y los
hombres. 7 de cada 10 afirmaron que la carga
laboral aumentó, siendo mayor en IPS de mayor
complejidad. Debido a las jornadas cambiantes,
prolongadas, la poca rotación de turnos y de
descansos, 2 de cada 10 manifestaron sentirse
insatisfechos por el horario laboral. Luego de la
jornada laboral, 5 de cada 10 mujeres manifestaron
tener a cargo el cuidado de otras personas, lo que
genera cansancio, agotamiento, fatiga y angustia
por las labores de cuidado adicionales. En la 2a
medición perduró percepción de aumento de carga
laboral (60%), y un incremento significativo en la
insatisfacción con salario o pago recibido (1a
medición 32% respecto a 2a 40%) [valor p < 0.05].
Se percibieron problemas en la dirección del sistema
de salud, ambigüedad en los lineamientos y
requerimientos excesivos por parte del gobierno
nacional, poca articulación de instancias de
vigilancia y control, y falta de planificación en el
proceso de reorientación de recursos en las IPS.
Condiciones de bioseguridad
Se encontró que las IPS mejoraron sus programas de
capacitación, inducción y reinducción en temas de
bioseguridad y manejo de protocolos de atención a
pacientes sintomáticos, con respecto a la encuesta
anterior. Sin embargo, a pesar del tiempo
transcurrido, no se ha logrado una cobertura
universal del entrenamiento en el manejo de casos,
todavía se encuentra que 2 de cada 10 encuestados
manifestaron no recibir entrenamiento específico o
capacitaciones.
Al tener contacto no protegido con una persona
síntomatica respiratoria, a 6 de cada 10
encuestados NO les realizaron prueba para COVID-
19, a 4 NO le ordenaron aislamiento domiciliario y a
7 NO le orderon incapacidad médica o lo hicieron en
ciertas ocasiones. Pese a la mejora entre
mediciones, perdura el manejo inadecuado
conforme a los protocolos y normatividad existente
EPP brindados por las IPS
Otro
Guantes de neopreno
Botas o zapato cerrado
Gorro para el cabello
Bata desechable antifluido
Respirador N95
Guantes no estériles
Visor, careta o monogafas
Mascarilla quirúrgica
0% 20% 40% 60% 80% 100%
Si No
Con respecto a los EPP, en la 1a medición (julio-
agosto de 2020) el 21% del PS NO había recibido, o
fue de forma ocasional, los EPP requeridos para el
desarrollo de sus funciones en la IPS, siendo mayor
en las IPS de fuera del Valle de Aburrá, en el primer
nivel y en las IPS publicas. Así mismo, el 23% afirmó
que los elementos brindados NO eran adecuados,
siendo mayor en IPS de primer nivel de complejidad
y privadas. En la 2a medición perdura que su
dotación no se hace de forma permanente (11%),
se consideran no adecuados (14%), o la cantidad es
insuficiente (66%) o consideran que no cumplen con
las condiciones mínimas para su uso (34%). 2 de
cada 100 manifiestan no recibir mascarilla
quirúrgica ni respirador N95, EPP esencial para
desempeñar sus funciones. La falta de garantía de
EPP suficientes y de calidad óptima creó
sentimientos de ansiedad y fue percibido por el PS
como un facilitador del contagio.
Con la ampliación de la reactivación económica de
final del 2020 el incremento de casos ocasionó la
saturación de servicios, lo que produjo una
sensación de pérdida del esfuerzo preventivo. El PS
considera que las IPS privadas cuentan con
condiciones más favorables para la adecuación de
sus servicios y señalan mayor oportunidad en los
cambios y menor traumatismo.
Afectaciones en la salud y el bienestar
Del total de encuestados, 64 trabajadores de la
salud fueron diagnosticadas con COVID-19, cifra que
aumentó seis veces, en comparación con la primera
encuesta en la cual se reportaron 11 diagnósticos
positivos. Adicionalmente, 9 de cada 10 afirmaron
que tuvieron al menos un compañero diagnosticado
con COVID-19. Se observó un incremento
significativo de este riesgo entre la 1a (14%) y 2ª
medición (36%) [p < 0.05].
El PS manifestó un persistente malestar en su salud
mental vinculado a cambios en las condiciones
laborales: trastornos del sueño, síntomas de
depresión y ansiedad, estrés, desesperanza,
sentimientos de minusvalía, impotencia, temor y
agotamiento. 5 de cada 10 participantes
manifestaron que vieron afectada su salud mental,
cifra que aumentó con respecto a la primera
encuesta. Al indagar sobre síntomas de depresión o
ansiedad 8 de cada 10 encuestados afirmaron sufrir
uno o varios síntomas en los últimos 21 días. Se
encontró mayor afectación de la salud mental en
mujeres, en el PS de IPS públicas, en el área
asistencial y en IPS de mayor nivel de complejidad.
De cada 10 personas en el área asistencial 6 se
sintieron cansados sin motivo o sintieron rabia/ira,
8 desesperanzados o que todo les costaba mucho
esfuerzo y 6 tristes e inútiles.
En la 2a medición se registró un aumento
significativo de preocupaciones porque "alguien de
su familia se contagie" (93%) respecto a la 1° (27%),
"alguien de su familia o usted tenga una emergencia
médica y no reciba atención" (86%) respecto a la 1°
(33%), "por las personas más pobres y vulnerables"
(89%) respecto a la 1° (33%).
Situaciones problemáticas presentadas en el desarrollo de
sus labores durante la pandemia
Mi carga laboral ha aumentado 68%
Mi salud mental se ha visto afectada 48%
Me he sentido discriminado, señalado o estigmatizado
33%
por alguna persona de la comunidad
He sido agredido de forma verbal por algún paciente,
32%
familiar o acompañante de un paciente
He sido agredido de forma física por algún paciente,
familiar o acompañante de un paciente
2%
El PS percibe un escaso compromiso de las IPS en la
corresponsabilidad de protección y cuidado de la
salud mental. Los del área asistencial manifestaron
falta de empatía y respaldo del personal directivo
con respecto a sus demandas de apoyo. El PS ha
recurrido actividades puntuales, a su autocuidado, a
la solidaridad de los equipos de trabajo, puesto que
el apoyo de las IPS fue excepcional. La posibilidad de
ejercer autocuidado es limitada, en la 2° medición el
48% del PS “no se dedica a sus hobbies y/o a hacer
deporte".
1 de cada 4 personas encuestadas fue víctima de
discriminación, estigmatización y agresión verbal o
amenaza por parte de las comunidades, lo que
generó indignación y malestar emocional.
Recomendaciones
• Los resultados ratifican la problemática
situación de precariedad laboral, el
incumplimiento de medidas básicas de
protección en el trabajo y altos niveles de
afectación de la salud mental del personal de
 salud, que inciden negativamente en la calidad
del proceso de cuidado.
• Se recomienda fortalecer las capacidades de
respuesta social y sanitaria ante emergencias, lo
cual implica una acción decidida por el
mejoramiento de las condiciones laborales de
aquellos que cuidan, así como de la
implementación de medidas de control y
monitoreo regular de las condiciones de trabajo
del personal de salud. Dado el carácter
estructural de la problemática de precariedad
laboral del personal de salud se hace necesario
una urgente decisión gubernamental de ajuste
normativo para regular el trabajo en salud y
proteger al trabajador sanitario.
• La emergencia producida por la COVID-19, como
proceso coyuntural, es generadora del deterioro
de la satisfacción laboral y de la salud mental del
personal de salud, lo que demanda el diseño de
estrategias organizacionales de protección y
cuidado de la salud mental y de apoyo al
cuidador en todas las IPS. Esta es una
responsabilidad institucional ineludible,
independientemente de la naturaleza jurídica y
del tipo de institución. Se hace un llamado a las
directivas de las IPS y autoridades sanitarias del
departamento para garantizar el diseño e
implementación de estrategias de protección y
monitoreo de la salud mental de los
trabajadores de la salud. Lo que se realiza en la
actualidad es insuficiente.
• Es inaceptable el incumplimiento en la
implementación y entrenamiento en protocolos
de actuación ante la emergencia, así como en el
suministro oportuno, regular y suficiente de
elementos de protección personal, y en el
manejo de los casos de trabajadores de la salud
contagiados por COVID-19. Es imperativo el
fortalecimiento de los procesos de vigilancia y
control del cumplimiento de condiciones de
bioseguridad y el desarrollo de procesos
regulares de testeo de los trabajadores
sanitarios. Hacemos un llamado a las
autoridades municipales, departamental y
nacional para garantizar procesos de monitoreo
y control del cumplimiento.
• Se resalta las expresiones de solidaridad, apoyo
mutuo y humanización experimentadas por el
personal de salud, lo cual se configura en un
ambiente positivo y una experiencia
posibilitadora para el trabajo en equipo y la
humanización de los procesos de cuidado. Las
IPS deben propiciar espacios en los cuales se
genere estos ambientes de reconocimiento,
reflexión, cooperación y apoyo mutuo.
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