Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desde tiempos muy remotos, el hombre ha intentado curar sus dolencias ingiriendo sustancias
erógenas al organismo. En un principio, se establecieron poderosos lazos entre el empleo de estos
productos minerales, vegetales y animales, y la religión. Sacerdotes y brujos administraban sus
preparados en el contexto de un ritual, en un acto eminentemente mágico. Tablillas, sumerias y
hallazgos arqueológicos en escritura cuneiforme, ya mencionan algunas de estas sustancias, sobre
todo vegetales (como el ricino, el sen o la mostaza). Los papiros egipcios de Ebers y de Smith, así
como los vestigios de los indios americanos y documentos de los mallas, los incas y los aztecas,
también citas extensas relaciones de compuestos empleados con fines curativos.
Con el tiempo, se fueron conociendo las propiedades beneficiosas de las sustancias naturales, la
idea de la intervención divina o sobrenatural poco a poco fue dejando el paso a un conocimiento
empírico de las propiedades. Primero se instauraba una terapia en base a simbolismo y similitudes,
por ejemplo: para mejorar la debilidad y la anemia, se administraba hierro porque la espada
representaba la fuerza y el poder; del mismo modo, se suponía que las nueces eran beneficiosas para
el cerebro, por su semejanza a él.
La introducción paulatina del empirismo llevó añadir nuevas sustancias al bagaje terapéutico,
solamente tras una experiencia considerable, adquirida por ensayo y error. Prono se llegaron a
entender cuestiones como el binomio remedio-veneno. Esta idea condujo al concepto de que, según
el caso una sustancia neutra puede favorecer o perjudicar al organismo.
Al alcanzar la comprensión científica de esta dualidad ya en la época de la Grecia clásica surge la
palabra Phármakon. Este término se acompaña de calificativos como calmante, excelente, nociva,
perniciosa, funesta o mortal, con lo que adquiría diversos significados. El Phármakon era una
medicina curativa o nociva, era un remedio cicatrizante, una poción encantadora un filtro, un
veneno, incluso, un detergente. Es en este momento, tras aplicar un nuevo vocablo, cuando se
limitan las largas listas de sustancias a unos doscientos cincuenta.
Sin embargo, han tenido que pasar por casi dos mil años desde esta concepción hasta el momento
actual, en el que se sintetizan complejas moléculas con una acción específica sobre un receptor
determinado, basándose en modelos diseñados por ordenador, para conseguir el máximo efecto
deseable y los efectos nocivos mínimos.
Durante siglos, persistió el sistema poli farmacéutico de Galeno. Paracelso en el siglo XVI, empezó
a atacar este sistema e insistió en que los medicamentos debían someterse a investigación. La
Theríaca magna, una prescripción habitual en la época medieval, con más de un centenar de
ingredientes distintos, empezó a decaer; sin embargo aún en nuestros días parece quedar algún
vestigio de esta antigua práctica en ciertos preparados comerciales todavía vigentes.
Hasta el año 1693, no apareció la palabra “Farmacología” (la ciencia del fármaco). Samuel Dale
publicó la obra Pharmacologia seu Manductio ad Materiam Medicam; esencialmente, es una
farmacopea, es decir: un tratado de cómo preparar las sustancias curativas, puesto que, durante
1
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
siglos, fue esencial que el médico poseyera un buen conocimiento de la Botánica, con el fin de
seleccionar los vegetales para preparar los remedios.
La aplicación del método científico ha permitido determinar los mecanismos de acción de los
fármacos, las indicaciones precisas de cada compuesto, así como sus efectos nocivos. La
Farmacología comenzó como un puro reconocimiento de las plantas y de los minerales con una
acción beneficiosa determinada empíricamente, la Farmacognosia, En la actualidad posee
numerosas ramas:
1- La Farmacia, que trata de la preparación de los medicamentos.
2- La farmacocinética, se ocupa de lo que sucede al compuesto en el interior del organismo-su
absorción, distribución, metabolismo y excreción-.
3- La Farmacodinamia, estudia los efectos bioquímicos y fisiológicos del medicamento sobre
el organismo, su mecanismo de acción y su interacción con los receptores.
4- La farmacología Animal, consiste en el estudio del comportamiento de los fármacos en
diversos animales. La Farmacología comparada, paralele a la animal, se ocupa de las
diferencias en la actividad del medicamento en varias especies, con el fin de ayudar a
establecer las dosis eficaces y las letales.
5- La Farmacología Clínica, estudia los efectos beneficiosos e indeseables de los fármacos,
específicamente sobre el hombre. En ella, la epidemiología clínica juega un papel
importante.
6- La Farmacoterapia, se ocupa del uso de medicamentos para prevenir y tratar las
enfermedades.
2
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
7- La Toxicología. Todo fármaco, aparte de sus efectos terapéuticos, puede producir algunos
efectos adversos, la toxicología estudia éstos efectos adversos así como los efectos que
producen las sustancias químicas y las drogas sobre el organismo.
8- La Epidemiología del Medicamento, se ocupa del uso racional de los fármacos en la práctica
clínica, un uso determinado por la industria farmacéutica, las autoridades sanitarias, el
médico prescriptor, el dispensador del medicamento y el usuario.
La época actual podría considerarse como la edad de oro de la terapéutica farmacológica; sin
embargo, esto conlleva una serie de peligros:
La administración de medicamentos inútiles a causa de su desconocimiento o de
su mal conocimiento por parte del prescriptor;
Un elevado índice de automedicación, y
Como consecuencia de los dos puntos anteriores, un grado elevado de
intoxicación por medicamentos.
A pesar de que, algunas veces se utilizan como sinónimos es preciso dejar claro el significado de
algunos términos.
El concepto de fármaco, como se ha visto, ha ido evolucionando con el conocimiento humano;
puede ser un término tan amplio como “cualquier producto químico que afecta a los procesos
biológicos”, auque de forma más precisa, se aplica a aquella sustancia química que se administra a
un paciente con fines terapéuticos; es el principio activo.
Por medicamento, se entiende todo fármaco preparado para la administración; es el principio activo
acompañado de un determinado excipiente o vehículo.
Una especialidad farmacéutica es un medicamento con una marca comercial registrada, que
asegura la estabilidad de su composición, en cuanto a cantidad de principio activo y excipiente.
Cada especialidad farmacéutica puede estar comercializada en diversas presentaciones:
Comprimidos, cápsulas, grageas, jarabe, supositorios, inyectables, etc.
Así, por ejemplo, el principio activo”ácido acetil salicílico” (un analgésico), se prescribe a través de
la especialidad farmacéutica ASPIRINA, que se presenta en cajas de veinte comprimidos.
Por todo ello podemos decir que la Farmacología es la ciencia que estudia las interacciones entre
los seres vivos y las sustancias químicas que pueden afectarlos. Estas últimas; o sea los fármacos,
son sustancias contenidas en productos farmacéuticos empleados para modificar o explorar
sistemas fisiológicos o estados patológicos en beneficio de la persona que los recibe, esta
definición pertenece a la O M S, y es comparable a la que recibe el medicamento como todo
producto químico usado para prevenir, diagnosticar, aliviar o curar enfermedades.
Estas sustancias simples o compuestas, naturales y sintéticas pueden ser de origen mineral, animal o
vegetal y su descripción en cuanto a su origen, estructura y acción pertenece a la farmacología que
se ocupa de su estudio, ya sea experimental o clínico. Las interacciones mencionadas se denominan
Farmacocinéticas cuando se refiere a los procesos que el fármaco sufre en el organismo, y
Farmacodinámicas cuando se estudian las respuestas biológicas producidas por el fármaco.
3
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
Todos los fármacos tienen un nombre químico, generalmente muy extenso, un nombre genérico
(también denominado no registrado) que se asigna al fármaco, cuando se ha comprobado su utilidad
terapéutica. Es más fácil de recordar que el anterior y son adoptados mundialmente por la OMS. Por
último, los fármacos poseen un nombre registrado, comercial o de patente, (generalmente un
nombre de fantasía) protegido legalmente en su constitución química y método de elaboración.
Ej. : Fenildimetil pirazolocia metilamina sulfanato de sodio (nombre químico).
Dipirona (nombre genérico).
Novalgina (nombre comercial o registrado).
FARMACOCINÉTICA.
Todo medicamento introducido al organismo, circula por distintos compartimentos separados entre
sí por membranas celulares. Estas membranas se comportan como barreras biológicas que permiten
el desplazamiento del fármaco, que en concentraciones variables, circula por diferentes
compartimentos. Este conjunto de procesos que condiciona la distribución del medicamento se
denomina Farmacocinética y su estudio comprende: absorción, transporte, distribución, fijación,
metabolismo y excreción, que a su vez, también determinan la presencia del fármaco en el
organismo (ciclo farmacocinético).
Este conocimiento es imprescindible para establecer la importancia de los factores que están
condicionando la concentración efectiva del fármaco administrado en la biofase, que es el lugar
específico donde va a ejercer la acción farmacológica.
Ahora bien, esa concentración en la biofase y el consiguiente efecto farmacológico, no están
estrictamente vinculadas a las dosis administradas del fármaco.
Esto es consecuencia de los procesos farmacocinéticas, variables en cada individuo; que modifican
cuali y cuantitativamente las características del fármaco administrado. Por esta razón, se prefiere
relacionar el efecto farmacológico con las concentraciones sanguíneas alcanzadas; que si bien
dependen de la cantidad administrada, permiten una relación más directa y constante entre sí. Así
mismo podemos admitir, que los fármacos logran concentraciones de equilibrio entre la sangre y los
tejidos, lo que equivale a decir que la concentración plasmática es proporcional a la concentración
tisular (Biofase). Por otra parte, si otros factores como Ph, solubilidad, grado de disociación, etc., se
mantienen constantes los niveles plasmáticos permitirán establecer con gran aproximación, la
intensidad de la respuesta farmacológica. Los aspectos mencionados casi no se tienen en cuenta
cuando estudiamos la acción farmacológica in vitro, donde la ausencia de procesos
farmacocinéticas permite relacionar directamente la respuesta producida con la concentración del
fármaco alcanzada en el líquido de perfusión que baña el órgano aislado.
Es precisamente in vivo, donde la presencia de los factores mencionados obliga a intentar
sistematizar el comportamiento de los fármacos en el organismo para correlacionar racionalmente la
cantidad presente con la respuesta terapéutica producida.
Con tal propósito se han elaborado modelos farmacocinéticas como los siguientes:
Eliminación.
B) Modelo Bicompartimental, que es más útil desde el punto de vista práctico porque relacionan
linealmente las respuestas farmacológicas con la concentración de la droga libre en los tejidos, que
si bien está condicionada por las variaciones de la concentración plasmática, es la responsable
directa de la respuesta farmacológica:
Compartimiento tisular.
Absorción
Representa el pasaje del fármaco desde el exterior al medio interno circulante ya sea sanguíneo,
linfático o intestinal. En este proceso participan dos elementos: Por un lado la membrana que
pertenece a los capilares sanguíneos o bien a las células propias del tejido en contacto con el
fármaco y, por otro, las características físico-químicas del fármaco y del medio, donde membrana y
fármaco interactúan. La membrana plasmática tiene una composición lipoproteica y el pasaje de las
diversas sustancias se va a producir cuando estas tengan un tamaño molecular, una lipo o
hidrosulubilidad, un grado de disociación y un gradiente de concentración adecuado.
Teniendo en cuenta estos factores y la constitución de la membrana, el pasaje de la misma puede
hacerse por: Difusión simple, Difusión facilitada, transporte activo. Pinocitosis y Fagocitosis.
Esquema Pág. 7
5
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
definición deben producir acciones que modifiquen la función, pero para ello es necesario
no solo que lleguen en concentraciones suficientes para ejercer esa acción, sino que puedan
interactuar molecularmente con los componentes químicos de la membrana o citoplasma
celular. Si el tamaño molecular es elevado no podrá atravesar la membrana ni modificará su
función y tampoco podrá ejercer cambios en el funcionamiento intracelular.
La condición de ser hidro o liposoluble es también de tal importancia que podríamos
asegurar que las sustancias insolubles; en agua y lípidos son inertes del punto de vista
estrictamente farmacológico. El sulfato de bario es un compuesto insoluble, condición ésta
que no solo impide su absorción sino también lo inactiva, permitiendo por esta causa su
utilización como medio de contraste, que administrado por ingestión, permite el estudio
radiológico del aparato digestivo.
Los fármacos son en su mayoría “electrolitos” y se comportan habitualmente como ácidos y
bases débiles, es decir, en ciertas condiciones tienen capacidad moderada de disociarse en
iones electropositivos o electronegativos que determinarán su comportamiento
farmacocinética, principalmente y secundariamente en farmacodinamia.
La membrana celular rechaza moléculas con descarga positiva debido a la presencia de
cargas similares en la parte externa. El fármaco, cuyo grado de disociación está determinado
por un Pk, se encuentra más o menos disociado de acuerdo al Ph que lo rodea. Los fármacos
ácidos se disocian más en medios básicos, los fármacos básicos se disocian más en medios
ácidos.
Es así que los fármacos básicos con un elevado Pk (más de 10), son álcalis o bases fuertes
que se encuentran disociados al Ph fisiológico. Inversamente, las sustancias ácidas que
poseen un Pk bajo (menos de 3), se comportan como ácidos fuertes y se caracterizan por
estar altamente disociadas en Ph fisiológico y más aún, en presencia de un Ph elevado
(alcalino).Cabe destacar que las moléculas disociadas, es decir, con carga eléctrica, son
generalmente hidrosolubles (el agua es un electrolito), mientras que las no disociadas se
comportan como liposolubles. Es fácil, por lo tanto, comprender porque un fármaco muy
disociado que solo posee un pequeño número de moléculas liposolubles que son las más
difusibles, se absorben con dificultad y por lo tanto, los fenómenos tóxicos que puedan
ocasionar su administración, están relacionados directamente con las características
mencionadas.
6
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
sustancia a transportar (ver esquema). Este desplazamiento se realiza por simple difusión
dentro de la membrana, sin gasto de energía, pero a favor del gradiente de concentración de
la sustancia a transportar a ambos lados de la membrana. En este caso las acciones tóxicas
no dependen de la cantidad administrada, sino de la disponibilidad y/o saturación de los
transportadores o carriers que disponga el área de absorción.
Esquema Pág. 9
SINTESIS:
7
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
Los fármacos o los compuestos químicos extraños al organismo atraviesan las barreras biológicas
utilizando los persistentes mecanismos que sirven para el transporte de sustancias necesarias para la
mantención y crecimiento de los órganos vivos. Este paso de solutos a través de complejas barreras
está regido por los principios generales que gobiernan el paso a través de las membranas de las
células que forman la barrera. La membrana de todas las células posee una similitud funcional
derivada de su semejante organización estructural y composición química. Actualmente se
considera que la membrana celular es una estructura que contiene una capa bimolecular de lípidos
en la que los grupos hidrófobos del lípido quedan enfrentados y los hidrófilos se alinean en ambas
superficies (ver esquema). Esta doble capa lipídica constituye la matriz de un mosaico en el que
están enclavadas las proteínas.
Los grupos iónicos fuertemente polares de las proteínas sobresalen hacia la fase acuosa y sus
residuos no polares quedan en gran parte ocultos en el interior de la membrana. Se cree que tales
proteínas de la membrana cumplen numerosas funciones importantes, tales como:
1. Contribuir a la solidez de la membrana;
2. Actuar como enzimas promoviendo reacciones químicas;
3. Actuar como proteína portadora para el transporte de sustancias a través de la membrana, y
4. Producir interrupciones de la doble capa lipídica, las cuales funcionan como poros para el
paso de materiales hidrosolubles a través de la membrana.
La forma más adecuada de definir los mecanismos que subyacen en el biotransporte es hacerlo en
términos de las fuerzas responsables del movimiento y de los requerimientos energéticos del
proceso. La energía celular necesaria para mantener la integridad y organización de la célula y de su
membrana es fundamental para todos los mecanismos. La difusión pasiva o simple no precisa gasto
de energía, y el movimiento transcurre en la dirección del gradiente de concentración y
proporcionalmente a la fuerza física dada por el gradiente. La velocidad de difusión pasiva también
es determinada por la liposolubilidad, grado de ionización y tamaño molecular del soluto. La
difusión facilitada como la difusión pasiva, no requieren gasto de energía y solo hay movimiento
cuando existe un gradiente de concentración. Se diferencia de la difusión pasiva en que las
propiedades físico-químicas de los componentes de la membrana y del soluto son suficientes para
dar cuenta de la velocidad del paso de los solutos. Por lo tanto, para explicar el fenómeno total se ha
de acudir a la hipótesis de una combinación temporal de soluto con un supuesto punto o estructura
química de la membrana: el portador. El transporte activo requiere también el concepto de paso de
la membrana mediado por potadores, pero se distingue claramente de la difusión facilitada en que el
movimiento del soluto discurre en dirección opuesta al gradiente de concentración. Por consiguiente
el transporte activo precisa una fuente de energía para el trabajo realizado al mover el soluto monte
arriba. La pinocitosis es un mecanismo de transporte que requiere también un gasto de energía de la
célula. Se distingue del anterior en que la transferencia de soluto no se hace por medio de la
combinación con un portador, sino por invaginación local de la membrana celular y separación
subsiguiente de una vesícula que contiene el soluto.
Las sustancias que no son electrolitos, con excepción de moléculas muy pequeñas o muy grandes,
pueden difundir pasivamente a través de las barreras biológicas a velocidades proporcionales a su s
coeficientes de partición lípido/agua.
Las moléculas muy pequeñas pasan más rápidamente de lo que cabria prever basándose en sus
coeficientes de partición lípido/agua, y las moléculas muy grandes más despacio. Los electrolitos
débiles entre ellos casi todos los compuestos de interés farmacológico, difunden a través de las
membranas celulares a velocidades relativamente proporcionales a su grado de ionización y al
coeficiente de partición lípido/agua de su forma no disociada. Los principios que anteceden son
aplicables por igual a sustancias de interés fisiológico y farmacológico. Muchas de las primeras no
son electrolitos como la glucosa, electrolitos débiles como los aminoácidos o fuertes como los iones
8
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
inorgánicos. Para favorecer la entrada o salida rápida de las células de estas sustancias escasamente
liposolubles se dispone del sistema de transporte especializado: difusión facilitada y transporte
activo. Tales mecanismos pueden también involucrar sustancias de interés farmacológico, cuando la
estructura, de éstas es lo suficientemente parecida a las del soluto transferido normalmente para
permitir una combinación temporal con el mismo portador específico.
El problema de si la membrana esta o no entreverada de pequeños poros a través de los cuales
pueden difundir rápidamente las pequeñas moléculas hidrosolubles está aún por aclararse. Parece,
sin embargo, más probable que las grandes moléculas proteicas enclavadas en la doble capa de
lípidos y que atraviesan todo el espesor de la membrana proporcionen, a través de sus intersticios,
un paso directo de naturaleza hídrica. Pero en ciertas barreras biológicas parece ser que el espacio
que queda entre las células, es el que proporciona el medio de paso más rápido para algunas
sustancias. En tales barreras, el proceso de filtración, proporcional al gradiente de presión y
relacionado con el tamaño de las moléculas transferidas, puede explicar el movimiento de tales
molécula, como ocurre con el glomérulo renal.
Vías de Administración
Es el método elegido para introducir el fármaco al organismo y uno de los factores que condicionan
la absorción y por ende la concentración efectiva en la biofase. Los fármacos pueden ser
administrados para producir dos tipos de acciones: locales y sistémicas.
Cutánea.
Mucosa (nariz, garganta, boca, conjuntiva, tracto genitourinario).
Administración oral: solo para algunos casos en los que se persigue una acción
local (purgante, antiséptica).
Subcutánea (para algunos anestésicos locales).
En ésta el fármaco alcanza la biofase sin la intervención del sistema circulatorio. Esto implica que
no se necesitaría la absorción y puede garantizarse sus acciones sin contar con los cambios que
pueden provocar la distribución, metabolismo o excreción del fármaco. A su vez es posible aplicar
en concentraciones más altas que las permitidas por otras vías
Esta requiere absorción, y utiliza la circulación para trasladar el fármaco hasta el parénquima
afectado por la enfermedad. Está sujeta a los procesos farmacocinéticas pero permite el acceso del
fármaco a todos los tejidos.
ABSORCIÓN PARENTERAL
BIODISPONIBILIDAD-TRANSPORTE-VIDA MEDIA-
VOLUMENDE DISTRIBUCIÓN.
Toda vez que se administra un fármaco, cualquiera sea la vía elegida una determinada cantidad no
alterada del mismo alcanza la circulación general proveniente de la forma farmacéutica utilizada.
Esta fracción que representa un porcentaje de la cantidad total administrada es lo que se denomina
biodisponibilidad.
Varios de los factores que condicionan la biodisponibilidad por ejemplo, la vía oral permite que el
fármaco pueda ser metabolizado en la luz o en la pared intestinal, en la sangre de la vena porta o
bien en el hígado antes de llegar a la circulación general. La cantidad disponible en este caso, es la
que absorbiéndose, permanece activa y estará en condiciones de ejercer la acción farmacológica
cuando adquiera concentraciones suficientes en el órgano al que está destinado.
Por otra parte, es necesario tener en cuenta que la velocidad de la absorción es un importante
componente de la biodisponibilidad y por ende del efecto farmacológico.
10
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
En ambos casos la respuesta clínica es la resultante del tiempo que tarda el fármaco en adquirir
niveles efectivos en sangre, así como el tiempo que estos niveles permanecen por encima de las
concentraciones efectivas.
La dosis mayor (a9 logra concentraciones elevadas rápidamente. La curva (b) pertenece al mismo
fármaco, pero en una dosis inferior, que si bien logra un pico máximo en el mismo tiempo su
concentración sanguínea es la mitad. Por último, la curva (c) más lenta, su pico máximo tarda más
tiempo en ser alcanzado, pero la concentración efectiva sanguínea dura más que en el caso(a).
Este ejemplo demuestra importantes diferencias del punto de vista clínico sobretodo en fármacos
que se administran en una sola dosis como en el caso de los hipnóticos, en los cuales la duración del
efecto fundamenta; en gran medida, su elección; y depende de la forma farmacéutica y vía de
administración utilizada.
1- Formas farmacéuticas.
Tiempo de desintegración en la luz intestinal.
Tiempo de disolución en el medio líquido intestinal.
Tiempo de excipiente (excipiente con calcio o hierro dificultan la absorción de
tetraciclina).
Estabilidad (fármaco metabolizado en el tubo digestivo).
2- Presencia de otros fármacos o alimentos.
3- Características del paciente.
Ph de la luz intestinal.
Velocidad del vaciado gástrico y del tránsito intestinal.
Superficie de absorción.
Enfermedades digestivas.
Flujo sanguíneo del aparato digestivo.
11
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
Bioequivalencia: Dos productos farmacéuticos son bioequivalentes cuando teniendo los mismos
componentes activos, concentración, dosis y vías de administración (equivalentes del punto de vista
farmacéutico) tienen también la misma velocidad de absorción y la misma biodisponibiladad.
12
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
La Capacidad de distribución de los fármacos en el organismo está representada por la relación
existente entre la cantidad de fármaco administrado y su concentración en el plasma. Este cociente
se denomina Volumen de Distribución
( Vd: dosis/C. plasm.) y debe ser considerado como el espacio aparente disponible por el fármaco
en circulación general y en el resto de los tejidos del organismo. Este concepto es útil para conocer
la distribución del fármaco, de tal manera que, de acuerdo con la fórmula anterior, un fármaco que
representa altas concentraciones sanguíneas en relación a una dosis determinada, se distribuye poco
en el organismo y, por lo tanto, posee un bajo volumen de distribución y viceversa.
Al respecto es necesario tener en cuenta que los fármacos hidrosolubles se distribuyen
predominantemente en los líquidos extracelulares (plasma y líquido intersticial) representados por
unos doce litros. En cambio los fármacos liposolubles, que pueden atravesar las membranas
celulares sin dificultad, se distribuyen el agua corporal total (intracelular, intersticial y plasma
sanguíneo) que representa unos cuarenta litros. Si bien es cierto que este comportamiento del
fármaco es esquemático, permite deducir que solo una pequeña cantidad del fármaco administrado
llega a su punto de acción extravascular y cuanto más difusible sea, menor será la cantidad del
fármaco que llegue al receptor de áreas localizadas y mayor su distribución por zonas no requeridas
del punto de vista terapéutico.
Para ampliar conceptualmente lo expresado tengamos presente que el volumen de distribución seria
el volumen de líquido que ocupará el fármaco si la cantidad total administrada estuviera en solución
el organismo a una concentración igual a la obtenida en el plasma.
Por tanto:
Concentración
Plasmática (microg.x ml.)
horas
Tiempo de extracción
1 0.6
2 0.55
3 0.46
6 0.38
9 0.22
12 0.10
24 0.05
Mediante dicha curva se puede determinar la
concentración que tendrá la droga si la administración y la distribución se hubiesen producido
simultáneamente. Esto último es necesario para anular la incidencia de otros factores
farmacocinéticas como metabolismo, excreción, etc.,
Este valor obtenido mediante la prolongación de la curva corresponde al punto mencionado (tiempo
0) y representa la concentración de la droga que nos permitirá conocer de Vd.
Concentraciones. 0,8
Mg. x ml 0,7
plasma 0,62
13
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
0,55
0,46
0,38
0,22
0,10
0,05
0 1 2 3 4 5 6 7 9 12 24 Tiempo
.Es así que partiendo del gráfico anterior realizado en escala semilogaritmica (en la ordenada el
logaritmo de las concentraciones y en las abcisas los tiempos de escala lineal) tenemos que Co en el
tiempo 0 es igual a 0,7 y considerando que la dosis administrada es de 28.000 microgramos:
28.000
Vd: ----------- = 40 litros.
7oo
40
Para nuestro paciente ------ = 0,57 litros x Kg.
70
Los fármacos que permanecen en el plasma debido a su elevada adsorción proteica tienen un bajo
Vd, (0,06 litros x Kg) que seria correspondiente al volumen de plasma por kilo de peso corporal.
Contrariamente los fármacos que no se adsorben a las proteínas plasmáticas pero que atraviesan los
endotelios capilares sin atravesar las membranas celulares, se distribuyen en el líquido extracelular
y por lo tanto tiene un Vd aproximado de 0,2 litros x Kg. que corresponde al volumen de este
compartimiento. Así mismo cuando el fármaco se une a su vez a las proteínas intracelulares de los
tejidos, el Vd es tan alto que demostrará una máxima distribución en el organismo.
En realidad el pasaje de sustancias liposolubles al cerebro, se realiza con la misma velocidad que en
otros tejidos. La diferencia radica en fármacos hidrosolubles o ionizados los cuales atraviesan los
endotelios vasculares con cierta lentitud. La razón parace ser no solo, la falta de espacio intracelular
en la pared de los vasos sino también la presencia de una especie de vaina de astrositos que la
recubre, la cual debe ser atravesada para llegar a, las neuronas. Dada la alta perfusión de la masa
celular, la distribución de fármacos es muy rápida, sobretodo para sustancias liposolubles.
El LCR se forma en los plexos coroideos mediante procesos de transporte activos de solutos, pero
también puede extraer sustancias hidrosolubles hacia la sangre.
Este proceso explica la escasa concentración da fármacos polares (hidrosolubles) en los tejidos
cerebrales que puedan ser aplicados con propósitos terapéuticos (penicilina). Además justifica la
transformación de moléculas liposolubles (atropina) en hidrosolubles (metilatropina) para evitar
acciones farmacológicas sobe el SNC.
Los fármacos pueden llegar al feto utilizando los mismos mecanismos que transportan las
sustancias, que provenientes de la sangre materna, son necesarias para el desarrollo fetal. No
obstante la presencia de algunas enzimas metabolizantes y la fijación que se produce con algunos
fármacos, es posible admitir que la placenta más que una barrera es del punto de vista
farmacológico, una membrana lipídica que transfiere al feto con facilidad, la mayoría de los
fármacos que se administren a la madre.
14
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
El fármaco puede permanecer en la circulación a una concentración determinada durante un tiempo
que es función de diversos factores, por ejemplo: PK, grado de unión a proteínas plasmáticas,
liposolubilidad, metabolismo, Vd, excreción, etc. Por lo tanto, el tiempo de permanencia y la
concentración del fármaco en el organismo deben ser conocidos para establecer la dosis y el ritmo
de administración. Para ello se ha establecido el concepto de Vida Media, que representa el tiempo
que tarda cualquier concentración del medicamento en el organismo para reducirse a la mitad. Esta
última definición se refiere a la vida media farmacocinética o biológica. La vida media también
puede ser farmacológica, y define la persistencia de la acción de un determinado fármaco, que
puede o no coincidir con la anterior. Por ejemplo: la acción hipotensora de reserpina se mantiene
mucho tiempo después de haber sido totalmente eliminada.
50
25
12,5
0 2 4 6 8 10 hs
METABOLISMO
A. Genéticos (farmacogenética).
Recién nacido
B. Edad
Anciano
C. Sexo
IMAO
Inhibidores
Anticolinesterasas
D. Fármacos
Anticonvulsivos
Inductores Antimicóticos
Diuréticos
Hipnóticos
16
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
Benceno
Inductores Etanol
Humo de tabaco
E. Ambientales
Inhibidores Organofosforados
A- Farmacogenética:
--El efecto producido por una droga generalmente es el esperado, es así como un antibiótico actúa
como bactericida o bacteriostático, un barbitúrico como depresor del SNC o un curare como
relajante muscular. Sin embargo, en algunos casos se producen respuestas inesperadas y son éstas
respuestas las que deben ser explicadas por esta parte de la farmacología.
Esta respuesta inesperada puede ocurrir a veces solo cuando la droga está presente, como en el
caso de la inducción enzimática, o bien puede ocurrir como resultado de una mutación provocada
por la droga.
Por ejemplo al poner penicilina en un medio de cultivo sembrado de estafilococo dorado, es posible
comprobar que algunas células o bien toda la población bacteriana responden con distinta
sensibilidad. Este germen, en presencia del antibiótico es capaz de producir penicilaza y esta
propiedad puede caracterizar a los individuos que componen la colonia. Esta situación que provoca
resistencia bacteriana al antibiótico tiene gran importancia clínica y es un aspecto fundamental ha
considerar en la terapéutica.
En los mamíferos también se crea resistencia a las drogas; es el caso de la resistencia que se
presenta en el tratamiento anticanceroso. Se ha visto en un hecho ampliamente comprobado, que
después de un tiempo de usar estas drogas las células neoplásicas se tornan resistentes a su acción
citostática. Si estos tumores se implantan experimentalmente en ratas sanas, dan origen a tumores
que también son resistentes; esto demuestra que la resistencia en la célula neoplásica se ha
transmitido genéticamente dando lugar a otro fenómeno de resistencia por mutación, y cuyo estudio
evidentemente también pertenece a la farmacogenética.
--Veremos ahora el segundo caso, o sea aquellos factores genéticos que influyen en el metabolismo
de la droga. Es sabido que individuos de una misma raza se comportan de una manera diferente,
ante la administración de un fármaco.
En los diversos organismos, las modificaciones responsables son principalmente de índole
bioquímica, pero en algunos casos existirían fallas anatómicas, por ejemplo: en el glaucoma agudo
de ángulo estrecho tratados con midriáticos, muerte súbita en estenosis subaórtica con la
administración de digitálicos que explicarían estas respuestas inesperadas al uso de los fármacos.
Con respecto a las alteraciones bioquímicas, varios investigadores observaron que ciertas razas de
conejos resistían la ingestión de altas concentraciones de atropa belladona, vegetal de donde se
17
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
extrae la atropina, extrayendo sangre a los conejos se comprobó la presencia de una enzima,
posteriormente llamada atropina esteraza que destruiría rápidamente a la atropina.
En humanos cuando se administra atropina por vía subcutánea se comprueba inicialmente un
descenso de la frecuencia cardiaca, por acción directa de la droga sobre el SNC, para luego
aumentar la frecuencia por efecto parasimpáticolitica. En los individuos de raza negra no se produce
el descenso inicial de la frecuencia y la dosis necesarias para producir taquicardia es más elevada
que en los de raza blanca. Esta respuesta supone una degradación de la atropina en individuos de
color, más rápido que los blancos.
Otra alteración bioquímica importante es la pseudocolinesterasa; esta es una enzima glucoproteica
que desdobla muchos medicamentos que tienen una estructura ester como la succinilcolina,
butirilcolina, procaina, etc., Como es sabido la succinilcolina es un curarizante utilizado en
anestesia .La colinesterasa presente en el plasma es capaz de inactivar hasta 120 mg de
succinilcolina en 1 minuto y ello es la causa de la fugacidad de acción. Existe una pequeña
proporción de individuos (1 cada 2000 o 3000) que poseen una colinesterasa atípica que tiene una
afinidad menor para la succinilcolina, produciendo en éstos una parálisis muscular mucho más
prolongada.
Aparte de los genéticos existen, en los sistemas hidrolíticos, anomalías en los procesos de
conjugación, como el déficit de acetilación especialmente estudiado en el metabolismo de la
isoniacida. Se ha comprobado que existen en este caso dos tipos de individuos: los inactivadotes
rápidos (inactivan la droga rápidamente) y los inactivadotes lentos. La vida media de este
antituberculoso oscila entre los 40 a 80 minutos en los acetiladores rápidos, mientras que dura 140 a
200 minutos en los acetiladores lentos.
Este hecho tiene importantes consecuencias prácticas, ya que esta diferencia metabólica se
encuentra también relacionada con la posible aparición de manifestaciones tóxicas como la
polineuritis. Esta última aparece con menor frecuencia en los acetiladores rápidos.
B-Edad: El recién nacido parece poseer capacidad para conjugar sulfatos y demetilar mediante
oxidaciones. No obstante carece de enzimas glucuroniltransferasa o uridinodifosfodehidrogenasa
del ácido glucurónico que le permitan biotransformar fármacos cuya principal vía de eliminación
sea la conjugación con glucurónico(cloranfenicol, ácido nadilíxico, etc., Así mismo el metabolismo
oxidativo, salvo lo expresado, se encuentra disminuido especialmente en prematuros.
Otro factor a tener en cuenta, es la escasa fijación a las proteínas plasmáticas de los distintos
fármacos(menor concentración proteica y/o hipoalbuminemia) y también diferencia cualitativa con
las proteínas del adulto, en su capacidad de fijación, dada la presencia por ejemplo de bilirrubina
que determina una mayor concentración libre del fármaco y una mayor oferta hepática.
En el anciano la biotransformación de fármacos está disminuida principalmente en la fracción
microsomal hepática (oxidaciones), mientras que no está mayormente afectada la actividad
extramicrosomal como la perteneciente a enzimas del tipo de las acetilasas (isoniacida) o
alcoholdehidrogenasa (etanol), que parecen ser menos afectadas por las alteraciones circulatorias y
del parénquima del hígado del anciano.
C-Sexo: Las diferencias metabólicas de los diferentes fármacos vinculados al sexo solo son
prácticamente observables en especies de roedores como la rata, donde se observa una importante
diferencia en la vía oxidativa, mayor en el macho que en la hembra. No reviste mayor importancia
en humanos, salvo la comprobación de que testosterona aumenta la actividad de oxidasas mientras
que extradiol la disminuye.
Evidentemente el embrazo crea situaciones farmacocinéticas diferentes, que en aspecto metabólico
deben ser tenidas en cuenta, el hígado materno como la placenta y el hígado fetal.
18
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
El hígado materno puede presentar un aumento de la actividad metabólica aparentemente producido
por inducción enzimática ocasionada por la presencia de progesterona- los anticonvulsivante
(fenitoína) disminuye su actividad durante el embrazo- . La placenta por otra parte, presenta una
gran cantidad de enzimas vinculadas a neurotransmisores autonómicos y autacoides especialmente,
pero puede metabolizar diversos fármacos. El hígado fetal posee amplia actividad oxidativa que
permite degradar fármacos mediante este proceso.
Al respecto es importante mencionar que la talidomida explica su acción teratogénica al
comprobarse la aparición del metabolito responsable producido por las oxidasas del feto humano, el
cual atraviesa la placenta sin dificultad. Este hecho no se comprobó en los animales dado que el
hígado de los embriones animales no posee la capacidad oxidativa de la del feto humano.
EXCRECIÓN
De acuerdo a las características físico-químicas de los fármacos pueden excretarse por diversos
emuntorios. El principal excretor es el riñón y éstas son excretadas por los mecanismos
fisiológicamente disponibles para eliminar las sustancias propias del organismo La ultra filtración
es utilizada por el fármaco libre y de acuerdo a su tamaño molecular.
La secreción tubular es principalmente utilizada por sustancias que, no obstante su unión a
proteínas, son excretadas mediante transportadores hacia la luz tubular previo desacoplamiento de
unión a proteínas.
Otros emuntorios son: Pulmón (gasas y líquidos volátiles); el Aparato Digestivo; Piel; Glándula
mamaria y en todos ellos el fármaco excretado adquiere concentraciones altas que a su vez facilita
su paso al exterior. Esta característica tiene aplicaciones clínicas ya que si el fármaco mantiene su
actividad farmacológica, ejerce su acción sobre el tejido excretor.
19
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
Las enfermedades que alteran la función secretora de los diversos emuntorios comprometen la
depuración de los fármacos y condicionan una mayor permanencia de los mismos en la sangre y en
los tejidos a niveles que superen los valores terapéuticos admitidos.
Excreción hepática de fármacos: En general los ácidos y bases débiles incorporados a la bilis
(transporte activo) aún los unidos a proteínas plasmáticas, son nuevamente absorbidos (ciclo entero
hepático). No ocurre así con los ácidos y bases fuetes que se eliminan por las heces.
Excreción pulmonar: Solo es importante mencionar los anestésicos gaseosos, ya que no existen
fármacos con una presión de vapor tan elevada que permita su excreción por esta vía.
Excreción mamaria: La mayor parte de las drogas ingeridas o inyectadas a la madre pasan al niño
lactante, pero generalmente en cantidades inferiores a las necesarias para afectarlo. No obstante,
existen algunos ejemplos a tener en cuenta: corticoides, anticonceptivos, antitiroideos, penicilina
(hipersensibilidad), anticoagulantes, barbitúricos, etc.,
20
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.
.
21
Cesar Gimbernat- Profesor Titular Cátedra Farmacología.