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“Mañana lloverá en Friburgo”:

Olivia C. Díaz Pérez


La sombra de Heidegger de José Pablo Feinmann

“No pretendo ser perdonado,


porque no hay culpa en mí,
pero quiero ser comprendido.
Quienes sepan oírme,
comprenderán la historia de Alemania
y la futura historia del mundo”.
Deutsches Requiem (1948)
Jorge Luis Borges

resumen: En este trabajo se analiza la novela La sombra de Heidegger (2005)

del periodista, ensayista, cineasta y escritor argentino José Pablo Feinmann. En el


ensayo se hace un análisis general de la novela y una revisión de la propuesta que
ésta hace de la relación que tuvo el gran filósofo del siglo XX, Martin Heidegger,
con el nacionalsocialismo. Un aspecto relevante de la novela es la difícil relación de
los intelectuales con el poder. Igualmente se aborda la temática de la ineludible co-
rrespondencia que existe entre la dictadura nazi y la dictadura argentina así como
su tratamiento en la literatura.
palabras clave: Feinmann, Heidegger, Nacionalsocialismo, Dictadura argentina,

lntelectuales y poder
Olivia C. Díaz Pérez
Universidad de abstract: This essay analyzes the novel ¨The Shadow of Heidegger¨ (2005) (La

Guadalajara Sombra de Heidegger) written by the Argentine journalist, essayist, filmmaker and
writer José Pablo Feinmann. In the essay, the writer makes a general analysis of
Artículo recibido el the novel and reviews the proposal it makes of the relationship of the great philo-
06/08/2015 y aceptado sopher of the 20th century, Martin Heidegger, with national socialism. One relevant
el 21/10/2015 aspect of the novel is the difficult relationship which intellectuals have with power.
verbum et lingua The theme of the inescapable relation which exists between nazi and Argentine
núm. 6 dictatorships and its treatment in literatur is also explored.
julio / diciembre 2015 keywords: Feinmann, Heidegger, national socialism, Argentine dictatorship, inte-

issn 2007-7319 llectuals and power.


Una novela filosófica circulación de formas vulgarizadas de la
La sombra de Heidegger del escritor argentino cultura letrada, tal como son producidas y
José Pablo Feinmann publicada en el año reproducidas en el seno de las corrientes de
2005 ha sido denominada por el propio opinión” (De Grandis, 2006: 30). Asimismo
autor como una novela filosófica y al mis- destaca en sus textos la presencia y combi-
mo tiempo como un homenaje a Jean Paul nación de discursos sobre “saberes filosófi-
Sartre y a su célebre novela La nausea. Para cos, psicoanalíticos, literarios, cinematográ-
Feinmann Heidegger ha sido el filósofo ficos, políticos e históricos” (Ibid.: 31).
más importante del siglo XX, pero Sartre Con este trabajo se pretende, en primer
el más grande de todos. Y en su afirmación lugar, analizar de manera general la novela
es determinante el papel que ambos juga- La sombra de Heidegger, para posteriormente
ron en su relación con el poder y frente a hacer una revisión de cómo se aborda, en
los acontecimientos del siglo XX. el contexto de la literatura de Argentina y
Esta novela sobre Heidegger, además, Latinoamérica, el tema del nazismo y en el
no puede separarse de la publicación del caso concreto de esta novela, el de Heideg-
libro de Feinmann ¿Qué es la filosofía? El saber ger y su relación con el nacionalsocialismo.
de los saberes (2006), que reúne doce ensa- El carácter un tanto ensayístico de la nove-
yos resultado de un curso impartido en la la nos obliga al mismo tiempo a dilucidar la
primera mitad del año 2005, el mismo año propuesta y lectura que hace Feinmann de
de la publicación de la novela. La estrecha la obra de Heidegger en el contexto de la
relación entre este libro y la novela es más historia de la filosofía en general y como es
que evidente. En uno de estos ensayos rela- normal en sus textos, a relacionarla con la
ta incluso cómo en un principio el título de siempre imperante necesidad de explicarse
la novela sobre Heidegger sería El desierto o acercarse a Argentina.
crece, una frase de Zaratustra de Nietzsche
que alude al nihilismo, pero que por políti- Trilogía argentina y Pablo Epstein
cas editoriales se había optado por La som- La novela de Feinmann que aquí tratamos
bra de Heidegger (Feinmann, 2008: 42). conforma la tercera parte de la trilogía que
De manera general se puede afirmar inició con la novela La astucia de la razón
que la obra de Feinmann se encuentra (1990) y que siguió con La crítica de las armas
marcada por los acontecimientos cultura- (2003). La primera novela de la trilogía ha
les y políticos de los años setenta, periodo sido considerada como una de sus novelas
alrededor del que giran la mayor parte de más logradas, la que se enmarca comple-
las inquietudes y debates de este periodista, tamente en Hegel y trata de cuatro estu-
ensayista, guionista y escritor. La mezcla diantes que en 1965 se reúnen a reflexionar
de géneros narrativos en sus escritos o la sobre qué es la filosofía. A través de Pablo
repetición de sus ideas en ensayos o textos Epstein, el personaje principal de la nove-
literarios, a decir, su “procedimiento básico la, sus amigos y sus preferencias filosóficas
de escritura” ha sido descrito por Rita de hacia Hegel, Marx o hacia la búsqueda
Grandis como “reciclaje cultural”, apo- de una tendencia latinoamericana “se re-
yándose para ello “en la repetición y en la flexiona sobre la historia como contexto y

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finalidad desde Hegel dentro de los interro- No es otra la historia de este libro” (Fein-
gantes actuales sobre el estado actual de los mann, 1996: 11). En una entrevista, Fein-
intelectuales y las crisis de las izquierdas en mann agrega inclusive que con La sombra
América Latina” (De Grandis, 1997: 457). de Heidegger pretendía escribir una novela
Pablo Epstein forma parte indispensable de argentina (Gianera, 2005).
la segunda novela y en La sombra de Heidegger
aparece solamente al margen. El nazismo en la literatura
Las dos primeras novelas de la trilogía latinoamericana contemporánea
se desarrollan en Argentina y tienen mu- La novela La sombra de Heidegger forma parte
chos elementos autobiográficos, la segun- de una serie de textos literarios que desde
da de ellas incluso un “eje narrativo fun- hace varias décadas, pero con mayor énfa-
damental que es autobiográfico” (Rovner, sis a partir de los años noventa, han recu-
2003:1). En La crítica de las armas el perso- rrido al tema del nacionalsocialismo para
naje de Pablo Epstein coincide con Pablo hacer alusión al pasado de Argentina en el
Feinmann en tanto que ambos se enfrentan contexto de la última dictadura militar y la
a un cáncer al mismo tiempo que sufren violencia practicada por ésta. En general,
el golpe de 1976. Esta novela inicia con el el tema de la segunda guerra mundial y de
propósito de Epstein de matar a su madre, la dictadura nazi ha generado gran atrac-
un aspecto que se interpreta como una me- ción en varios escritores latinoamericanos,
táfora para hacer alusión a la madre patria aunque todos ellos con particularidades y
(Ibid.: 2). En la tercera parte de la trilogía se matices muy concretos. Mientras en Méxi-
menciona a Pablo Epstein, quien, enfermo co la conocida Generación del Crack publicó
se enfrenta a la dictadura y ayuda a escapar a finales del siglo XX e inicios del presen-
rumbo al exilio a Martin Müller, uno de los te en un periodo de no más de cinco años
dos principales narradores de la novela. varias novelas con una temática enmarca-
En La sombra de Heidegger Feinmann da en el contexto del nacionalsocialismo y
cambia de escenario y se traslada a Alema- cuya obra más representativa fue la novela
nia, específicamente a Berlín y Friburgo. de Jorge Volpi (México, 1968), En busca de
Pareciera que el autor intenta alejarse de Klingsor (1999)1, en Chile nos encontramos
Argentina para continuar con uno de los a autores como Roberto Bolaño (Chile,
temas que siempre han marcado su obra 1950 - 2003) que en sus libros La literatura
y que resume en su libro Filosofía y Nación nazi en América (1996), Estrella distante (1999),
escrito entre 1970 y 1975 pero publicado y 2666 (2004) recurre al tema del nacional-
hasta el año de 1982. En el prólogo de su
reedición del año 1996 hace alusión a su 1
A la novela de Volpi le siguieron las novelas
inquietud sobre la necesidad o posibilidad Malebolge (2001) de Pablo Soler Frost, Amphytrion
de una filosofía o un pensamiento propio (2000), de Ignacio Padilla y Malheridos (2003) de
de Argentina: “¿Cómo, entonces, no pre- Pedro Ángel Palou García, todas ellas con temáticas
guntarse por las condiciones de posibilidad relacionadas con la segunda guerra mundial, el
de la filosofía o –si queremos atenuar la ex- nacionalsocialismo y sin ninguna relación política,
presión– del pensamiento en nuestro país? social o geográfica con México.

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socialismo, en cada una con diferentes par- después de Auschwitz es retomada por el
ticularidades. El tema del nacionalsocialis- mismo José Pablo Feinmann, quien se pre-
mo en la obra de estos autores, así como gunta cómo escribir después de la ESMA
también en la de otros escritores de lengua (Feinmann, 2000).
española y en general, obedece principal-
mente a una necesidad de “generalizar la Carta del padre y Heidegger
experiencia humana con la incertidum- La sombra de Heidegger se conforma de dos
bre y con el mal disfrazado de ideología partes y dos narradores. La primera es la
triunfante, por encima de los continentes” Carta del padre y la segunda el Relato del hijo.
(Pluta, 2013: 88). El mismo Jorge Volpi La Carta del padre es una carta del profesor
afirma en una entrevista que el tema de la de filosofía Dieter Müller a su hijo, Mar-
Segunda Guerra Mundial „[...] es un tema tin Müller, nacido en 1934 en Friburgo, a
que sigue despertando interés de escritores, quien su padre le expone cómo conoció a
lectores, cineastas, porque ahí se concentra su profesor Heidegger, cómo éste abogaba
mucho de lo peor de la naturaleza huma- por el nacionalsocialismo y por qué Alema-
na, sobre todo en esta racionalidad alterna nia era, según él, el centro de Occidente.
que intenta establecer el nazismo y en la Como narrador en primera persona y en
manera en la que se trata a un grupo hu- un cierto afán de explicar e intentar justifi-
mano completo“ (Nieto, 2009). car su inclusión en el Partido Nacional Socia-
La referencia al tema de la dictadura lista Obrero Alemán (NSDAP) y en las filas de
nazi en la literatura argentina, por su parte, la Organización paramilitar nazi (Sturmabteilung
puede ir tan lejos como al famoso Deutsches SA) le relata sobre sus estudios en Friburgo
Requiem (1949) de Jorge Luis Borges, a la bajo la influencia y doctrina de uno de los
tan celebrada novela de Manuel Puig, El más reconocidos filósofos del siglo XX. En
beso de la mujer araña (1976), pasando por la el relato de Dieter Müller aparece una serie
también aplaudida novela de Ricardo Pi- de personajes, unos ficticios y otros reales,
glia Respiración artificial (1980). En particu- como por ejemplo, el de Hannah Arendt
lar se puede mencionar una serie de textos en su compleja relación con Heidegger,
literarios que desde los años noventa han tanto como una de sus más entusiastas es-
tendido a establecer paralelismos entre el tudiantes y fieles seguidoras, como también
destino de Argentina bajo la dictadura de en su relación amorosa con éste. Dieter
los años setenta con la dictadura del na- Müller le relata a su hijo cómo conoció a
cionalsocialismo, pues resulta ineludible su madre y sobre su inesperada muerte. Le
vincular el terrorismo de Estado practica- cuenta también cómo es invitado por au-
do por la dictadura argentina con el régi- toridades universitarias a dar un ciclo de
men nazi. En estos textos se destacan como conferencias en la París ocupada de 1943,
elementos comunes entre ambos sistemas con el objetivo de contrarrestar “la débil
totalitarios los mecanismos de represión y presencia filosófica alemana” (Feinmann,
de exterminio que las caracterizó. La co- 2005: 121). De su estancia en París destaca
nocida interrogante lanzada por Theodor el encuentro con Sartre y su deslumbra-
Adorno el año de 1966 sobre cómo escribir miento por su novela La nausea. Müller le

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relata a su hijo cómo aprovechan este viaje transcurridos entre 1931 y 1941” (Xolo-
para huir de Alemania. Se había percatado cotzi, 2014). La publicación en febrero y
de que el movimiento se iba desbordando marzo de 2014 de los primeros tres tomos
y a través de Madrid se embarcan a Ar- confirmaron “algo que ya se sabía: Heide-
gentina, en donde sin embargo no puede gger comulgó de buen grado con el nacio-
alejarse de su pasado: al cabo de un tiempo nalsocialismo y aprobó la llegada de Hitler
algunos discípulos suyos miembros de la al poder (aunque no hay mención del dic-
SS en Alemania y criminales de campos de tador en los cuadernos es perceptible el eco
concentración lo buscan e invitan a unirse de algunas de sus soflamas) también, que
a la preparación de un cuarto Reich. Y es su entusiasmo inicial por el nuevo régimen
a través de ellos que tiene acceso a material se enfrió y se transformó en frustración”
fílmico y fotográfico sobre los campos de (Moreno 2015: 85). La publicación de estos
concentración y sobre los horrores del na- cuadernos ha causado toda una gran po-
zismo. Esta parte de la novela termina en lémica en torno a la obra de Heidegger y
noviembre de 1948 con la descripción de ha avivado tanto las posiciones de sus apo-
una foto de un hombre desnudo que va ha- logetas como las de sus detractores, lo que
cia la cámara de gas, frente a quien Dieter nos confirma lo complicado de separar al
Müller asume su responsabilidad, su culpa, filósofo Heidegger de los acontecimientos
pide perdón y se suicida con una Luger, la que se dieron en Alemania durante el ré-
pistola semiautomática que había pertene- gimen del nacionalsocialismo. José Pablo
cido a su padre. Feinmann opta así por el género de la no-
La novela La sombra de Heidegger se ins- vela y aborda desde diferentes ángulos y
pira en una de las figuras más polémicas de perspectivas la problemática de Heidegger
la filosofía contemporánea, y aborda, tal y y su relación con el poder. A través de las
como lo describe Mario Vargas Llosa, en narraciones del padre y del hijo se logra
cuanto al caso concreto de la relación de contraponer las voces a favor y en contra
Heidegger con el nacionalsocialismo, “el de Heidegger, no sin dejar de hacer una
fascinante tema de cómo la más alta inte- propuesta muy clara en tanto que Heide-
ligencia y la cultura más sólida pueden ir gger, en comparación al padre que escribe
a veces de la mano con las peores aberra- la carta y opta por el suicidio, se decide por
ciones ideológicas” (Vargas Llosa, 1993). un silencio férreo personificado por el filó-
Es importante mencionar que la novela de sofo que calla hasta el último minuto que
Feinmann se publicó el año 2005, cuando dura el monólogo de la segunda parte de
todavía no se conocían los así llamados la novela.
“Cuadernos negros” de Heidegger, que se En La sombra de Heidegger, el narrador de
componen “de treinta y cuatro cuaderni- la primera parte a cargo de Dieter Müller
llos con cubiertas enceradas de color negro, inicia su relato con su confesión sobre el
en los que Heidegger redactó una serie de deslumbramiento que tuvo en él el discur-
apuntes entre 1931 y 1976. Los primeros so de Heidegger al momento de asumir el
catorce cuadernillos –ahora publicados– se rectorado de la Universidad de Friburgo.
titulan “Reflexiones” y abarcan los años La carta del padre contiene repetidas alu-

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siones al tan conocido Discurso del rectorado vocación del cargo de profesor emérito
titulado La autoafirmación de la universidad ale- de Edmund Husserl de la Universidad de
mana: “Quiero también confesar […] que Friburgo en abril de 1933: “Nada de eso
me hice nacionalsocialista por Heidegger, me importaba. Era política, y yo, hijo, me
que no lo había sido hasta escuchar, en dedico a la filosofía, a pensar el Ser y a no
1933, su Discurso del Rectorado, y que acaso olvidarlo por mi entrega a los entes […]
jamás lo habría sido si ese discurso no hu- … el judío no era sustancial para mí. Ni
biese sido dicho” (Feinmann 2005:14). Por lo amaba ni lo odiaba. Era como cualquier
un lado, se presenta el tema de la partici- otro alemán. Tampoco pude ponerme de
pación en el movimiento nazi como una su lado cuando los atacaron sin piedad. La-
forma de colaboración pasiva, conocido menté la barbarie de la noche de los cris-
en alemán como Mitläufertum, concepto tales rotos. Pero eso era parte de la historia
que describe la condición de un individuo judía, no de la alemana” (Ibid.: 73).
que se suma de manera acrítica, y sin es- Dieter Müller, por su parte, recurre
tar convencido ideológicamente, a lo que una y otra vez a los textos de Heidegger
hace la mayoría: “Brevemente, hijo: me que han hecho de este filósofo una de las
hice nazi (…). Te dije: me hice nazi. Podría figuras intelectuales más polémicas del
haber dicho: decidí ser nazi. Debiera aho- siglo XX, en especial a los dictados entre
ra preguntar: ¿qué es ser nazi? Yo no tengo 1933 y 1935. La carta del padre alude
– desde mí- una respuesta” (Ibid.: 68,71). frecuentemente al mencionado discurso
Esta condición es ejemplificada también a del rectorado, pero asimismo destaca un
través de su suegro, el señor Wessenberg, curso de lógica dictado por el filósofo el
quien “decía y creía lo que todos decían y año de 1934, conocido además porque
creían” (Ibid.: 52). Por otro lado, se describe Heidegger ejemplifica una de sus ideas a
a Rainer Minder, su amigo del alma, tam- través de Hitler y Mussolini2. Igualmente
bién discípulo de Heidegger y miembro de hace referencia al conocido y polémico
las SA de Röhm, quien encarna al perfecto curso de Introducción a la Metafísica del año
hombre nacionalsocialista: “En todos ellos 1935 en el que Heidegger sigue defendien-
había algo que no había en mí. Había fu- do al nacionalsocialismo: ““Todavía se
ria. Belicosidad. Había, sobre todo, odio” está a tiempo”. Sabes a tiempo de qué. Él
(Ibid.: 71). Y a éstos también les atribuye lo dijo: “El nacionalsocialismo es el único
el elemento necesario para unirlos, el otro movimiento capaz de reconciliar al hom-
demoníaco representado en los judíos. En las bre con la técnica. Si eso se logra, nos ha-
reflexiones de Müller sobre su apatía hacia bremos salvado”” (Ibid.: 115). A través de
los judíos y la completa ausencia de odio la carta de Dieter Müller se presenta así la
hacia ellos aborda una vez más la indife-
rencia y la actitud con la que muchas es- 2
“Cuando se mueven las hélices de un avión,
feras de la sociedad alemana enfrentaron entonces, en rigor, no “acontece” nada. Pero cuando
la persecución contra los judíos, incluido ese avión es el que lleva al Führer hasta donde está
el mismo Martín Heidegger en su ambi- Mussolini, entonces acaece historia. El avión deviene
gua relación con Hannah Arendt y la re- historia” (Feimann 2005: 54).

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conocida tesis de que Heidegger buscaba Casualmente el mismo año de la pu-
en el nacionalsocialismo un movimiento blicación de la novela de Feinmann el pro-
muy diferente al de Hitler y que su gran fesor francés Emmanuel Faye publicó una
aportación era principalmente su gran ad- interesante revisión de los textos de Heide-
vertencia sobre lo que podría significar el gger de los años 1933 a 1935 en un libro
progreso humano, la técnica, frente a una titulado Heidegger. La introducción del nazismo
inminente devastación de la Tierra: “la en la filosofía. Este libro fue traducido al es-
grandeza, la verdad que él, Martin Hei- pañol y al alemán el año 2009 y hace una
degger, buscó en el nacionalsocialismo fue propuesta concreta en su análisis de textos
la del encuentro auténtico entre la técnica hasta ese momento incluso inéditos fuera
planetaria y el hombre moderno” (Ibid.: del mundo académico alemán:
117). La referencia a Hitler y Mussolini y
las reflexiones del curso sobre metafísica El estudio detallado de sus escritos
se han convertido en los lugares comu- pone de manifiesto que la realidad del
nes para vincularlo con el régimen nazi, nazismo no sólo marcó el lenguaje de
aunque igualmente para defenderlo en su Heidegger, sino que inspiró y alimentó
gran advertencia al hombre moderno: profundamente su obra, de tal manera
que es imposible separarla del com-
Cuando el más apartado rincón del promiso político de su autor. (Faye,
globo haya sido técnicamente con- 2009: 16)
quistado y económicamente explota-
do; cuando un suceso cualquiera sea En la novela de Feinmann, Dieter Mü-
rápidamente accesible en un lugar ller encarna así a un fiel seguidor de la fi-
cualquiera y en un tiempo cualquie- losofía de Heidegger, (“Führer filosófico”,
ra; cuando se puedan ‘experimentar’, “Führer del pensamiento”, “Führer de
simultáneamente, el atentado a un Friburgo”, el creador del “Eje Atenas-Ber-
rey en Francia, y un concierto sinfó- lin”). Sus ensalzamientos hacia Heidegger
nico en Tokio; cuando el tiempo sólo encontrados en su carta son repetitivos y
sea rapidez, instantaneidad y simul- más que apologéticos: “Y en la Universi-
taneidad, mientras que lo temporal, dad de Heidegger regía el Führerprinzip.
entendido como acontecer histórico, Heidegger era a la Universidad lo que Hit-
haya desaparecido de la existencia de ler al país, a la comunidad alemana” (Fein-
todos los pueblos; cuando el boxeador mann, 2005: 63). Esta glorificación de su
rija como el gran hombre de una na- filosofía y pensamiento, no obstante, sufre
ción; cuando en número de millones una paulatina decepción, que pasa por el
triunfen las masas reunidas en asam- desconcierto de Müller frente al papel de
bleas populares, entonces, justamente, Heidegger frente a la noche de los cuchillos lar-
entonces, volverán a atravesar todo gos hasta aceptar, ya en Argentina, la bruta-
este aquelarre, como fantasmas, las lidad de los campos de concentración: “El
preguntas: ¿para qué? - ¿hacia dónde? - ¿y saber del horror sin nombre llegó a mí en
después qué? (Heidegger, 1959: 75) la Argentina. Me invadió. [...] La situación

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en que llegó a mí fue tan dramática, tan hecho el prototipo de cualquier sistema o
brutal, que era imposible me hiciera más régimen represivo: por un lado se aborda
daño. Porque me llegó en plenitud. De pri- ese derecho que se adjudica el régimen
mera mano. El relato de los crímenes me lo en el poder de eliminar a una comunidad
hicieron sus asesinos”. (Ibid.: 76). A través completa; por otro lado se hace alusión al
de su encuentro con los antiguos nazis re- difícil tema de la culpa. A través de la des-
fugiados en Argentina se trata el tema de cripción de esta foto se consigue presentar
Hitler y la culpa por los horrores del nazis- el horror que significaron los campos de
mo. Desde la perspectiva de los criminales concentración, especialmente en lo que se
se postula que Hitler fue hecho por todos refiere al exterminio no solamente físico de
(el Vaticano, Churchill, etc.) y que entonces las víctimas, sino también de su elimina-
la culpa era de todos, tal y como lo pos- ción como seres humanos. Me permito por
tula en la novela el personaje de Werner consiguiente una extensa cita:
Rolfe: “Si Alemania es culpable, ¡todos son
culpables! ¡Todos crearon a Hitler!” (Ibid.: Las duchas. La foto que tengo ante mí
148). Dieter Müller, por su parte, para tra- muestra a un hombre llevado hacia
tar el tema de los asesinatos perpetrados en ellas. No lo arrastran. No lo empujan.
el contexto del régimen nazi recurre a un Va hacia la muerte, solo y desnudo.
lugar muy común de la literatura alemana: […] Es un hombre flaco, tan magro
al poema de Paul Celan, la Todesfuge (Fuga de que, en rigor, ya no lo es. Es una cosa.
la muerte) del año 1948. Müller cita en ale- Se equivoca Werner Rolfe. No mataban
mán la famosa frase de Celan: Der Tod ist ein judíos o gitanos o enemigos del Reich.
Meister aus Deutschland (La muerte es un Maestro Era imposible descifrar la condición del
de Alemania) (Ibid.: 76). Otro lugar común hombre de la foto. Sus ojos eran enor-
que es tratado a través de Heidegger es la mes. Hecho que inducía a un engaño.
insistente tendencia de Dieter Müller a des- A creer que miraba con terror. No,
tacar la lengua alemana como la lengua de ya no miraba. La dilatación de esos
la filosofía: “El alemán era la lengua de la ojos –producida por el hambre y el
filosofía. Y el Dasein era alemán. De ahí sufrimiento– era una forma de ceguera.
que esta carta [...] esté escrita en alemán, […] Ese hombre, que ahora camina
la lengua de lo absoluto” (Ibid.: 46). hacia la ducha de gas, era ya el cadáver
En la carta del padre nos enfrentamos que sería. No se equivocaba Rolfe: no
a un apologista de la obra de Heidegger mataban personas, mataban cosas.
que sufre luego un gran desengaño, el que Mataban muertos. Antes, mucho antes,
alcanza su clímax con la foto que le propor- de meterlos en las duchas de gas los ha-
cionan sobre un hombre de un campo de bían trizado como personas. Los habían
concentración que va directo a la cámara sometido a la tarea esencial del campo:
de gas. Entre el hombre de la foto y Mü- extirpar la identidad. (Ibid.: 154-155)
ller se produce “una comunión trágica”
(Fandiño 2007) que destaca dos temas que En las reflexiones de Dieter Müller se
caracterizan al régimen nazi y que lo ha puede asimismo observar una clara pro-

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puesta sobre el tema de la culpa en el nombre de Alemania, se hacía de ti.
contexto del nacionalsocialismo, lo que Moriré, entonces, contigo, como basu-
el mismo Feinmann ha repetido en varias ra y en la basura, sin redención. (Fein-
ocasiones en sus charlas, ensayos o artículos mann, 2005: 156)
periodísticos. En su texto La culpa de los pue-
blos aborda en detalle el tema y partiendo Estos pasajes de la novela sobre la nu-
de un video de los juicios de Nuremberg lidad del individuo en el proceso de exter-
incluye a las personas o los hechos que con- minio de los campos de concentración y el
tribuyeron al posicionamiento de Hitler: el sentimiento de culpa de los sobrevivientes
Vatiano, Churchill, Rusia a través de su nos remite obligadamente a Theodor W.
pacto con Hitler, la pasividad de los fran- Adorno. El sentimiento de culpa de los
ceses, etc.: sobrevivientes del holocausto, así como
también el despojo que en éste sufrieron
El tema de la culpabilidad de los pue- las víctimas ha sido tratado por Theodor
blos es arduo y delicado. Todos, luego W. Adorno en su Dialéctica Negativa (1966),
de un genocidio, dicen: “No sabíamos quien refiere cómo los sobrevivientes del
nada”. Sin embargo, son muchas las holocausto deben cargar indiferentemente
causas que posibilitan a un Hitler o con la culpa de haber sobrevivido:
a un Videla […] En 1961, cuando vi
Juicio en Nuremberg, estaba lejos de Con el asesinato administrativo de
sospechar que estaba viendo, desdi- millones de personas, la muerte se
chadamente, una película argentina. ha convertido en algo que nunca ha-
(Feinmann, 1999). bía sido temible de ese modo. Ya no
queda posibilidad alguna de que entre
Es tal vez por ello que en la novela se a formar parte de la experiencia vital
opta por una víctima en concreto a quien de los individuos como algo concorde
Müller pide perdón y a quien dedica su con el curso de su vida. El individuo es
suicidio: despojado de lo último y más meneste-
roso que le había quedado. El que en
Sé que no somos los únicos monstruos los campos de concentración no sólo
de este mundo. […] Sé, entonces, muriese el individuo, sino el ejemplar
que nadie puede juzgarnos. El de- de una especie, tiene que afectar tam-
sierto crece, se adueñará de la tierra y bién a la muerte de los que escaparon
nada tendrá sentido. No tengo a quién a esa medida. El genocidio es la inte-
pedirle perdón. Pero necesito hacerlo gración absoluta, que cunde en todas
[…] A él le pido perdón. A ese despojo partes donde los hombres son homo-
humano que camina hacia la cámara geneizados, pulidos –como se decía
de gas…A ti te pido perdón…. Porque en el ejército– hasta ser literalmente
soy un cómplice, que se creía inocente, exterminados como desviaciones del
que elegía no saber, ignorar lo que en concepto de su nulidad total (Adorno
mi nombre, en nuestro nombre, en el 1984, 332).

48 Olivia C. Díaz Pérez. “Mañana lloverá en Friburgo”:...


Con la descripción de esta foto termi- tiene que estudiar filosofía, conseguir una
na la Carta del padre, la que contiene en sí beca, hacerse estudiante de Heidegger
la antes mencionada frase de Zaratrustra y finalmente, atreverse a abordarlo para
“el desierto crece”, la que implica el avan- preguntarle si recordaba a su padre: “Re-
ce del nihilismo y podría ser interpretado cuerdo a su padre, por supuesto, me dijo a
como confusión, perdición, devastación, la salida de una clase. Un profesor eficaz.
como una metáfora sobre una forma de Pero un filósofo mínimo” (Feinmann, 2005:
vida hasta entonces desconocida para el 163). Y estas serán las únicas palabras que
ser humano. escuchará del filósofo, ya que el relato se
convierte en un monólogo de Müller que
Relato del hijo y Argentina lo desafía, sentados en la famosa cabaña
En la segunda parte del libro, el Relato del de Heidegger en Todtnauberg en la Selva
hijo, el narrador es el hijo Martín Müller, ya Negra y con la Luger de su padre en medio
asimilado en la realidad argentina, quien de ellos, sin que Heidegger pronuncie una
también se convierte en profesor de filo- sola palabra. Este relato está conformado a
sofía. En una especie de monólogo Martín su vez por tres partes.
Müller es al que le tocará hacer cuentas A través del monólogo en la primera
con el gran maestro Heidegger. Aprove- parte del relato de Martin Müller se hace
chando una estancia de estudios en Ale- un acercamiento a Argentina, como si se
mania el año de 1968 en Friburgo, le acla- tratara de un reto a las recomendaciones
ra: “No vine a plantearle un Nuremberg que le hace su padre al relatarle sobre su
filosófico. Mi viaje hacia usted es un viaje llegada al país, en la que en varias ocasio-
hacia mi padre” (Feinmann, 2005: 174). nes le advierte no intentar entenderlo: “No
A su reunión con Heidegger Müller lleva intentes descifrarlo, Martin. Te llevará la
consigo la Luger de su padre y la coloca vida y no te dará respuestas” (Ibid.: 133).
entre ellos, pero no recibe ninguna respues- Esta advertencia del padre pareciera, sin
ta del filósofo, lo que ha sido interpretado embargo, ser igualmente una provocación
principalmente como referencia al silencio que deja abierta al agregar: “No te aburri-
de Heidegger al conocerse las monstruo- rás en este país, Martin” (Ibid.: 138). Mar-
sidades cometidas por el nazismo. Martín tin Müller toma así el desafío y se ocupa de
Müller regresa a Argentina en 1969, pero su país, de los argentinos, a los que describe
pocos años más tarde y a causa de la dic- como “campeones de mirarse el ombligo”
tadura militar, se ve en la necesidad de re- (Ibid.: 165), Argentina para él es algo “inex-
fugiarse en Friburgo, en donde es recibido tricable”, es decir, “enmarañada, equívoca,
como sobreviviente y nombrado profesor problemática, turbia y, por fin, insoluble”
adjunto de Filosofía de la Historia. (Ibid.: 166):
El relato de Martin Müller inicia con
una metáfora tomada de Melville y sus dos “Mi país es la Argentina. Llegué a los
grandes figuras: Moby Dick y el capitán diez años. Estamos ahora, en 1968.
Ahab. Martin Müller como el Ahab que Llevo 24 años viviendo en ese lejano
para poder encontrarse con Heidegger país. Lejano para usted, no para los

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argentinos. Para ellos, verá, no sólo plata, plata otra vez… Así es posible que morfés
es el Centro de Occidente como para todos los días, tengas amigos, casa, nombre… y
usted lo era la Alemania de 1935. No lo que quieras vos. El verdadero amor se ahogó en
se plantean siquiera de qué es el cen- la sopa: la panza es reina y el dinero Dios”), de
tro. Si de Occidente, de Oriente, de acuerdo a Dieter Müller, pareciera ir de la
Groenlandia o la Antártida. Es el cen- mano del célebre vaticinio hecho por Hei-
tro del mundo. Son los campeones de degger en su Introducción a la Metafísica en
mirarse el ombligo. Tienen un ombli- lo que respecta a una previsible decadencia
go, y ese gran ombligo es el mundo. del hombre moderno.
Allí, en ese centro irrefutable, habitan Y a pesar de sus grandes premonicio-
ellos, únicos, incomprendidos e in- nes, de acuerdo a Martin Müller la ruina
comprensibles. Ni indios, ni negros, ni tanto de Heidegger como de Discépolo
mestizos. Ni españoles, ni italianos, ni fue su acercamiento a Hitler y a Perón
judíos ni alemanes. En suma, ni ame- respectivamente: “Cuando creyeron ver la
ricanos ni europeos. Indescifrables, luz, enlutaron sus vidas para siempre […]
inasibles, cómplices del jeroglífico y la Discépolo murió. Usted eligió el silencio”
demencia, adversarios perpetuos de lo (Ibid.: 170-171). Esta relación entre intelec-
claro y lo distinto” (Ibid.:165). tuales y el poder es puesta también en boca
del nazi Wolfe Rolfe en la parte de la Carta
Y en este contexto es en donde se com- del padre, quien interviene por la vida de
para a Heidegger con el compositor ar- Dieter Müller al haberle dado éste refugio
gentino Enrique Santos Discépolo, “poeta en su casa a su amigo Rainer Minder:
del tango” que a pesar de la genialidad de
sus poemas sucumbió a los espejismos del Es una vieja historia: los grandes inte-
poder y en el momento más álgido de su lectuales se acercan a los grandes líde-
carrera se hizo peronista militante, lo que res políticos para manejarlos desde las
significaría su trágico fin. Müller destaca ideas. Pero los grandes líderes políticos
que así como el “sombrío autor de Ser y son grandes porque nadie los maneja.
tiempo” había encontrado la esperanza en Detestan, por el contrario, a quienes
el acontecimiento del nacionalsocialismo, intentan hacerlo. De aquí la amarga
Discépolo, “nuestro vate flaco y triste”, suerte de tantos intelectuales […] y
había encontrado también la esperanza filósofos. (Ibid.: 94).
en “un militar sonriente, populista, dema-
gogo, que quiso, contradictoriamente, a A través de la comparación con Dis-
los pobres, o acaso los usó, no sé…” (Ibid.: cépolo y la referencia a su padre, Martin
169). Müller destaca que Heidegger y Dis- Müller hace los conocidos reclamos a Hei-
cépolo comparten no solamente que en su degger en su relación con el nacionalsocia-
obra más lograda (Ser y tiempo de 1927 y el lismo y agrega uno de los acontecimientos
tango Qué vachaché de 1925) ambos vatici- que han hecho aún más incomprensible el
nan la destrucción que conlleva el progreso apoyo de Heidegger al régimen de Hitler: “
del hombre. El tango de Discépolo (“Plata, las cuotas mensuales del Partido. Mi padre,

50 Olivia C. Díaz Pérez. “Mañana lloverá en Friburgo”:...


al irse, en 1943, dejó de pagarlas. Usted –¡y che.” (Ibid.: 165). La inteligencia francesa,
cuánto se le reprocha esto, Maestro!– las de acuerdo a Müller, convierte su obra en
pagó hasta el final” (Ibid.: 172). Se desta- “el sólido fundamento de una izquierda no
can igualmente los conocidos comentarios marxista” (Ibid.: 180).
de Jürgen Habermas, quien confiesa no En la parte del relato de la novela Mar-
entender “ese empecinamiento de Heide- tin Müller le cuenta al filósofo sobre dos
gger (…) Esa no decisión para confesar, fervorosos discípulos que asisten a sus se-
después del fin del régimen nazi…” (Ibid.: minarios en Argentina, entre ellos Pablo
174). Le reclama asimismo su conocido en- Epstein y Hugo Hernández:
cuentro con Paul Celan, sobreviviente de
Auschwitz que en 1967 lo visitó en Fribur- Tengo amigos. Tengo alumnos. Tengo,
go y en su cabaña: “¿Por qué no lo abrazó? sobre todo, dos jóvenes discípulos que
Pudo haberle dicho. Vea, algo tan simple. se devoran los libros de filosofía, aun
Pudo haberle dicho: “Querido Celan, ig- los más arduos, con una pasión digna.
noro qué le hicieron en Auschwitz, sea lo ¿Digna de qué, Maestro? Pongamos
que haya sido, debe haber sido horrible, dos puntos y digámoslo: digna de
por eso, por eso que le hicieron le pido per- alemanes”. Hay, en ellos, mucho de
dón” (Ibid.: 178). La parte del relato del hijo alemanes. Uno se llama Pablo Epstein.
se torna así en una constante de reclamos El otro Hugo Hernández. Leen, sobre
- “Si usted fue nazi, no es sencillo demos- todo, a Hegel y a Marx. A Sartre, creo,
trarlo (Ibid.: 179) - que suma también a los ya lo leían en la sala de partos. Ahora
intelectuales franceses que en ese momento están con los franceses. Siempre los
se ocuparon de Heidegger sin mencionar franceses, Maestro. Con Althusser.
su relación con el régimen nazi. Con Foucault. Dicen no tener interés
en leerlo a usted. Les digo q ue jamás
Los filósofos franceses y el plumífero francés han dejado de leerlo. Que lo leyeron en
Una de las propuestas que hace la novela el primer Sartre. (Ibid.: 176).
en cuanto a la obra de Heidegger es su
recepción y relectura por los intelectuales Ya en la carta del padre y la referencia
franceses pertenecientes al postestructura- a su encuentro con Sartre en París, Dieter
lismo. En las dos partes de la novela se hace Müller se refiere a L´Ètre et le Néant de Sar-
hincapié incluso en la obra de los autores tre como “un Heidegger para franceses”
franceses que a través de Heidegger se (Ibid.: 129). Y destaca cómo lo deslumbra
acercaron a Nietzsche, lo que Martin Mü- el libro de la Náusea, obsequiado por el mis-
ller ejemplifica con Foucault y su célebre mo Sartre, por “el plumífero francés” (Ibid.:
libro Las palabras y las cosas, al que se le atri- 127), publicada por éste en 1938: “Era un
buye la novedad de la muerte del hombre, gran libro. Era algo que yo no conocía.
y afirma: “La primera frase del libro de Una novela filosófica” (Ibid.: 129). De las
Foucault es: “nació de un texto de Borges”. reflexiones de Dieter Müller se apropia
Miente. Su libro nació de leerlo, copiarlo posteriormente Martin Müller, quien reto-
a usted y –por medio de usted– a Nietzs- ma de la novela de Sartre la frase con la

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que cierra la novela. inyectaban con pentotal, los subían a
Al mismo tiempo en que en la novela se unos aviones y los arrojaban vivos al
destaca la apropiación que los intelectuales Río de la Plata. Cuando, los asesinos,
franceses hicieron del pensamiento de Hei- regresaban, solícitos curas les decían
degger, también se hace un paralelo entre que habían hecho lo que acababan de
la dictadura alemana de la segunda guerra hacer en nombre de Dios, protegidos
mundial y la última dictadura militar de por su Gracia. Que, les decían, en la
Argentina. lucha contra el Mal todo lo que era
requerido era bendito (Ibid.: 193)
La dictadura nazi y la dictadura argentina
En la tercera parte del relato de Martin Durante el monólogo con Heidegger,
Müller se menciona el mes de mayo de Martín Müller retoma igualmente un as-
1976 como el mes en el que murió Martín pecto muy frecuente en el tratamiento del
Heidegger, pero también como el periodo nacionalsocialismo en la literatura latinoa-
más desaforado de la masacre argentina: mericana, como lo mencionamos ya ante-
“La mayoría de los masacradores argen- riormente: el tema del nacionalsocialismo
tinos (sobre todo sus tropas de choque, a como la encarnación del Mal. Martín Mü-
las que llamaban grupos de tareas) eran ller le propone a Heidegger, de manera
antisemitas, nazis, admiradores del Führer abrupta, lo siguiente: “Hablemos del Mal.
y creían seguir la gloriosa lucha de Alema- Todo nos conduce a este incómodo, ina-
nia contra el bolchevismo” (Ibid.: 194). Y sible concepto. La bestia está en nosotros.
es también aquí donde encontramos una No perdamos tiempo. Dejemos de lado
clara propuesta, si no de semejanza, sí de toda elucidación teológica” (Ibid.: 182).
una especial referencia de una dictadura en Martín hace hincapié en una maldad insolen-
otra, para ejemplificarlo me permito una te, sin embargo establece una clara corres-
extensa cita: pondencia con Hannah Arendt y su con-
cepto de la banalidad del mal, es decir, de la
El Reich argentino fue tan racional impresionante disposición del ser humano
como el alemán. Llegaron a instalar de una despiadada agresión hacia los otros.
340 campos de concentración. Ejer- Al final de la novela Martin Müller re-
cieron la tortura como único medio de side como exiliado en Friburgo. Después de
inteligencia. La inteligencia era arran- hacer un paseo por las afueras de la ciudad
carle a los torturados las informacio- hace una importante reflexión durante su
nes necesarias en el tiempo necesario. camino de regreso, después de haber arroja-
Establecieron, rigurosos, relaciones do al río la pistola Luger con la que se había
entre voltios y kilos de peso. Tantos suicidado su padre. Al contemplar la natu-
voltios si el prisionero pesa setenta ki- raleza, las veredas, una iglesia, entre otros,
los. Más lo matarían. Menos no le qui- se plantea, mientras en Argentina impera
tarían la confesión. Médicos controla- la dictadura, la siguiente pregunta “¿Dónde
ban esto. A los descartados, a los que está el horror que hubo aquí alguna vez?
ya nada tenían que arrancarles, los No lo veo, pero no por eso lo olvidaré”

52 Olivia C. Díaz Pérez. “Mañana lloverá en Friburgo”:...


(Ibid.: 196) y termina el texto con la famosa de voces de filósofos, poetas, escritores, etc.,
frase de La Nausea de Sartre, sustituyendo que se entrelazan en la novela para tocar
a la ciudad de Bouville: “Mañana lloverá el tema del régimen nazi como prototipo
en Friburgo” (Ibid.: 197). Con esta última del mal, lo que es relacionado con la última
referencia al no-olvido se puede afirmar que dictadura militar argentina.
la novela propone también un concepto de A través de Heidegger y la figura de
la literatura como un discurso especial en Sartre se pone también a discusión el viejo
la conservación de la memoria que permite tema de la relación entre los intelectuales
también abordar la cuestión del Mal. y el poder. Es interesante que precisamen-
te en el momento de la publicación de la
Conclusiones novela Feinmann era consultado frecuen-
La novela La sombra de Heidegger aspira a temente por el entonces Presidente de Ar-
perfilarse como una novela filosófica, lo gentina, Néstor Kirchner. La relación entre
que José Pablo Feinmann consigue si se ambos, que había iniciado en 2003 terminó
considera el tono ensayístico de ésta. En en 2006 cuando Kirchner le exigió mayor
este texto se aborda de manera ficcional el compromiso con el “proyecto colectivo”
delicado tema de Martin Heidegger y su que Feinmann no apoyaba. La relación y
relación con el nacionalsocialismo, aunque distanciamiento de ambos ha sido descrita
desde la perspectiva de los diferentes narra- por Feinmann en 2011 en su libro El Flaco.
dores de la novela. Si bien pareciera que se Diálogos irreverentes con Néstor Kirchner.
trata solamente de dos narradores, en rea-
lidad nos encontramos con un sinnúmero Bibliografía
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