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SONORO
Hans-Ulrich Werner
En los últimos años, y aún sin la ayuda de los compositores contemporáneos, el "sonido
de las cosas", la dimensión audible de los aparatos domésticos, autos y juguetes
electrónicos, ha cobrado un mayor grado de conciencia entre la gente, aún cuando a
menudo esto haya sucedido luego de concluidas las otras fases de estructuración.
Hay también planificadores urbanos y arquitectos que usan el oído para planificar los
espacios sonoros, nuevas plazas o la señalización de una línea de subterráneos. El
economista y diseñador de audio Axel Rudolph de Colonia (Alemania) estructura casas
de ahorro, ferias, hoteles y museos priorizando la comunicación auditiva. El atelier
sonoro de Basilea Corporate Sound pone en escena empresas, productos y el mundo
del trabajo como si fuera un programa de arte radiofónico o la banda sonora de una
película.
Dónde más claramente se pueden encontrar innovaciones es en el campo audiovisual,
desde la pantalla para la audición ("auditory display") para monitores de computadora,
donde los objetos simbólicos contienen sonidos reales o sucesiones tonales de varias
dimensiones, hasta el diseño de partituras sonoras para el cine dirigido al gran público o
las series televisivas, pero también en el arte radiofónico o el arte acústico.
El diseñador sonoro suspende, por un momento, la división del trabajo de los procesos
industriales tal como se la lleva a cabo mayoritariamente en Hollywood. En el caso
ideal, que por cierto es bastante raro, el director de sonido es responsable de toda la
experiencia sonora: desde el montaje de los ruidos para construir densas metáforas
acústicas, hasta la mezcla del sonido espacial para el "surround" del cine moderno.
Avanzados diseñadores de audio y "misioneros" como el renombrado Randy Thom
(Forrest Gump, Contact) alcanzan mayores niveles de influencia sobre la conjunción
narrativa de todos los niveles y medios de estructuración de una película.
Bibliografía
Puede interpretarse el desarrollo musical del siglo 20 como la emancipación del sonido,
que abarca desde la composición en un campo sin solución de continuidad entre música,
habla, ruido y silencio, hasta la estructuración microscópica del sonido. Con ello, el
perfil del compositor se ha ampliado del de armonizador [N. del T.: "Tonsetzer", en
alemán] e instrumentador para voz y orquesta al de artista sonoro electroacústico. Al
mismo tiempo el autodidacta creativo ha visto cómo su campo de trabajo se ha ampliado
al pop, rap, tecno, la publicidad y los multimedios, hasta la composición audiovisual. La
música de nuestros días - en tanto "audio virtual" entre la música mediática,
herramientas digitales y ciberespacio- tiene a disposición innumerables mundos sonoros
y métodos para el procesamiento del sonido.
La "tonalidad electrónica" se inscribe en una larga tradición. Uno de los tempranos
instrumentos electrónicos, el trautonio, musicalizó de manera genial la película de
Hitchcock Los pájaros. Muchos músicos, como John Cage en su música para cinta,
reseñan en su biografía sonora una fase intensiva de experimentación con los nuevos
medios de su tiempo. A partir de los proyectos pioneros de Stockhausen en el Estudio
de Música Electrónica de la Radio del Oeste de Alemania (WDR) en Colonia en los
años 50, ese lugar se convirtió en un laboratorio del reconocimiento sonoro, un
microscopio de la síntesis sonora y de la difusión espacial. Hoy los equipos de software
de la informática musical producen programas mucho más complejos, pero mucho más
accesibles a nivel mundial, que llegan incluso a la fábrica de bolsillo de los
compositores independientes y posibilitan la realización de obras complejas, incluída la
masterización perfecta.
The Tuning of the World ("La Afinación del Mundo") de 1977, fue el libro más
importante de R. Murray Schafer que estudió el mundo como una "composición sonora
y un paisaje sonoro". Fue el libro de culto de un artista del Renacimiento que compone,
dibuja y escribe, y que, como un Thoreau moderno, vive en la naturaleza e investiga
muchas culturas mundiales. El autor se refiere a su trabajo compositivo con el término
amplio de "Teatro de la Confluencia". El concepto del paisaje sonoro es un motivo
central en su biografía sonora.
R. Murray Schafer escribió: "Yo creo que el medio ambiente acústico general de una
sociedad puede entenderse como un indicador de las relaciones sociales, de las cuales
es consecuencia, y que a través suyo podemos conocer algunas cosas acerca de la
dirección de desarrollo de dicha sociedad."
El investigador sonoro sueco Ola Stockfelt dice: "Oír es componer. El oyente y sólo el
oyente es el compositor de la música".
La compositora alemana-canadiense Hildegard Westerkamp, antigua asistente de
investigación de Schafer, se ha hecho conocer entre tanto como educadora de la
audición en Europa, Brasil, India y Japón, a través del desarrollo de trabajos para una
audición abierta. En el movimiento del paisaje sonoro -quizás sin proponérselo- influyó
decisivamente sobre la especie de la composición con sonidos ambientales
("environmental composition"). "Soy compositora, reciclo sonidos." Sus obras son
refinadas imágenes sonoras y a la vez mensajes ecológicos acerca de la fragilidad de la
naturaleza, el oído y la comunicación humana.
Pero aún después de 30 años de una práctica e investigación sobre el paisaje sonoro
parece que la brecha entre una utopía del silencio y el ruido sigue siendo igual de
grande. El sonido y el ruido siguen siendo perspectivas interrelacionadas. La
investigación sobre paisajes sonoros "real", como síntesis entre arte y ciencia, estableció
un influyente inicio a partir de la educación sonora, los paseos sonoros y la
argumentación fundada y crítica.
La red que ha crecido rápidamente en los últimos años de los "paisajistas sonoros" [N.
del T.: "soundscapers", en el original] deberá comenzar a influir desde todos sus
epicentros en nuestra esfera sonora global, en la comunicación y el discurso, diseño y
arte, o, mejor aún, en algún lugar intermedio, en tanto "audio virtual" y mensaje
ecológico en la frontera del ciberespacio.
Bibliografía
Trato de escuchar
la voz callada y pequeña que llevo dentro
pero no la puedo oír
a causa del ruido
de: "Little Audrey´s Story", por Eliza Ward
Como lector de esta revista, es posible que el sonido tenga para Ud. un significado
especial. Probablemente Ud. sea un músico, un ingeniero de sonido, un artista Foley de
efectos especiales, un biólogo marino o un compositor de arte acústico. Puede ser que
haya estudiado el sonido en ambientes cerrados, que lo haya usado en composiciones,
en películas o videos, o que haya investigado el sonido submarino y entre los animales.
Es posible que se haya dado cuenta de lo importante que puede ser el sonido para
comunicar el estado de ánimo, significado y contexto. Quizás al escuchar un "paisaje
sonoro" -sonido escuchado en un ambiente real o "virtual"- Ud. se ha transportado a
otro tiempo, a otro lugar. Recíprocamente, podría haber experimentado el "aquí y
ahora" en forma más aguda, como resultado de escuchar atentamente. El tema central de
la interdisciplina Ecología Acústica (conocida también como ecoacústica) es su
consciencia del sonido - específicamente su nivel de consciencia del entorno sonoro en
un momento determinado.
El contraste entre los ambientes sonoros pre y post industriales se expresa perfectamente
en el uso que da Schafer a los términos "hi-fi" (alta fidelidad), para caracterizar al
primero y "lo-fi" (baja fidelidad), para describir al segundo (1977a, 272). Schafer define
un paisaje sonoro hi-fi como un medio ambiente en el cual "el sonido se superpone
menos frecuentemente; donde existe una mayor perspectiva -frente y fondo" (1977a,
43). Al transcribir las grabaciones de ambientes hi-fi, el equipo de trabajo de Schafer
notó que el nivel de los sonidos de ambientes naturales, tales como el clima y los
animales, variaba en forma de ciclos repetitivos. El equipo elaboró un diagrama
rudimentario de nivel sonoro en función del tiempo, determinando las características
acústicas más prominentes del paisaje sonoro en un período de tiempo de más de doce
meses (reproducido en la Figura 1).
Figura 1: Los ciclos del paisaje sonoro natural de la costa oeste de la Colombia Británica (Canadá),
mostrando los niveles relativos de los sonidos (tomado de Truax 1984: 142).
Schafer concluyó que el intercambio oral entre las especies (evidente en la Figura 1)
probablemente constituya una característica de los paisajes naturales. Además del
balance rítmico del nivel sonoro que Schafer identificó en habitats naturales, Krause
(1933) sugiere que también existe un balance manifiesto a lo largo del espectro de
audio. La posibilidad de que exista un balance natural espectral se le ocurre a Krause
durante sus largas estadías en ambientes salvajes, intentando grabar vocalizaciones de
ciertas especies animales. Al escuchar atentamente el paisaje sonoro para captar sonidos
específicos (muchas veces luego de esperas de hasta 30 horas en un mismo sitio),
Krause notó que "cuando un pájaro canta o un mamífero o un anfibio emiten sonidos,
parece que las voces encajaran en relación a todos los demás sonidos naturales, en
términos de frecuencia y ritmo" (1993, 159).
Mientras que el paisaje sonoro hi-fi es, como lo sugieren los ecologistas acústicos, un
equilibrio entre nivel, espectro y ritmo, el paisaje sonoro lo-fi se caracteriza por un nivel
casi constante. Esto crea una "pared sonora" (Schafer 1977a, 93), que aísla al oyente del
medio ambiente. Espectralmente hablando, el paisaje sonoro lo-fi contemporáneo se
desvía hacia el rango de bajas frecuencias (gracias a los motores y los sonidos
relacionados con la corriente eléctrica). Debido a la existencia de una sociedad de 24
horas, los ritmos de la rutina diaria se han erosionado en forma significativa en muchas
localidades.
Al describir la capacidad del paisaje sonoro para transmitir información, Truax (1984)
describe al sonido como el mediador entre el oyente y el medio ambiente. Esta relación
se ilustra en la Figura 2
Figura 2: La relación mediadora entre un individuo y el medio ambiente por medio del sonido
(modificado de Truax 1984, 11).
Una investigación sobre las actitudes públicas frente al ruido, realizada en 1993 en el
Reino Unido, enumera a los "vecinos" -y específicamente a las fuentes de transmisión o
grabación de sonido (a las cuales Schafer llama sonido "esquizofónico)- como la
primera causa de irritación, destronando al tráfico del lugar número uno que ocupó por
muchos años (Grimwood, 1993). Tal como informa Slapper (1996): "A nivel nacional,
los concejos reciben cerca de 300 quejas al día por ruidos inaceptables producidos por
los vecinos " y algo que es aún más perturbador: "En los últimos cuatro años han muerto
18 personas" (debido a disputas entre vecinos por ruidos molestos).
El significado psicológico del sonido utilizado como fuerza de control -como arma
(ofensiva) o como barrera (defensiva) en contra del paisaje sonoro- es que el medio
ambiente y la comunidad se convierten en el enemigo. Igual que en cualquier guerra, el
medio ambiente se convierte en campo de batalla y sufre tanto como sus habitantes.
Schafer calcula que la batalla entre la expresión sonora y el control ha ayudado a
incrementar los niveles de sonido ambiental en alrededor 0.5 a 1 decibel por año - un
"generador de ruido" como se ilustra en la Figura 3.
Figura 3: El Generador de Ruido (fuente: el autor)
Ruido Interno
Schafer sugiere que hay dos formas de mejorar el paisaje sonoro. Por un lado,
incrementar la competencia sonológica por medio de un programa educativo que intente
inculcar en las nuevas generaciones la valoración del sonido ambiental. Él cree que con
esto se podrá desarrollar un nuevo acercamiento al diseño -la segunda forma- que
incorporará una valoración del sonido, reduciendo así la pérdida de energía que
representa el ruido.
Las ideas de Schafer son loables y yo las comparto. Sin embargo, es vital que los
ecologistas acústicos no subestimen lo que Schafer está pidiendo; para poder oír,
tenemos que parar o al menos reducir el ritmo -física y psicológicamente-,
transformándonos en seres humanos en vez de en "seres hacedores". "Esté aquí ahora"
es uno de los principales mensajes que surge durante la década de los 60, y uno de los
más importantes dogmas de la multitud de filosofías orientales que fueron importadas a
occidente desde ese entonces. Para el homo urbanus, el parar y escuchar es un llamado
vigoroso, aun cuando muchos lo siguen intentando. Para otros, el estar acá ahora,
escuchando el paisaje sonoro, evaluando el paisaje sonoro, es un anatema. Porteus
(1990) lo confirma en su crítica a las investigaciones originales del Proyecto Paisaje
Sonoro Mundial, diciendo que los "expertos" siempre traen consigo su propia agenda.
En este caso, dice, la agenda es que los individuos deberían evaluar el paisaje sonoro,
específicamente uno balanceado; las encuestas de opinión pública, dice, indican que los
individuos -los "inpertos"- no lo hacen.
El interés por la ecología acústica crece hoy en día, gracias a las actividades del Foro
Mundial de Ecología Acústica (WFAE), fundado durante la Primera Conferencia
Internacional sobre Ecología Acústica realizada en Banff, Alberta, Canadá, en agosto de
1993. El conocimiento de la ecología acústica, así como las actividades del Foro
Mundial de Ecología Acústica se han comenzado a difundir a una audiencia más amplia
por medio de boletines, de esta revista (6), de conferencias regulares (desde 1993) y,
más recientemente, con una lista de correo electrónico y un sitio en la red accesible a
cualquiera que tenga ingreso a la internet. Westerkamp (1995) informa que el Foro
Mundial de Ecología Acústica ha conseguido representantes para su comité directivo en
Europa, en la región Asia-Pacífico, en América Central y del Sur y en los Estados
Unidos de América y que ha tenido una dirección internacional que funciona muy bien
desde 1998.
En resumen, entonces, según mi punto de vista, los valores defendidos por la ecología
acústica -el valor de escuchar, la calidad del paisaje sonoro- constituyen valores que
vale la pena evangelizar. Sin embargo, es vital que no subestimemos la magnitud de lo
que estamos solicitando al final del siglo más comercial y ruidoso que la historia haya
registrado.
Discografía
Referencias
Backus, J.: The Acoustical Foundation of Music (2ª Edición), Nueva York: w. W.
Norton & Co. 1977.
Barot, T.: "Songbirds forget their tunes in cacophony of road noise", The Sunday
Times, 10 de enero 1999.
Berendt, J.: The Third Ear, trd: T. Nevill, Nueva York: Henry Holt 1988.
Feld, S.: "From ethnomusicology to echo-muse-ecology". The Soundscape Newsletter
Nº 8, Foro Mundial de Ecología Acústica, Universidad Simon Fraser, Burnaby, B.C.,
Canadá 1994.
Gallagher, W.: The Power of Place, Nueva York: Harper Perennial 1993.
Grimwood, C. J.: "Effects of environmental noise on people at home", Building
Research Establischment, Artículo Informativo Nº IP22/93, Diciembre 1993.
Krause, B. I.: "The Niche Hypothesis: A hidden symphony of animal sounds, the
origins of musical expression and the health of habitats", The Explorers Journal,
Invierno 1993, pp 156-160
Newman, P.S. y Lonsdale, S.: The Human Jungle, Londres: Ebury Press 1996.
Porteous, J. D.: Landscapes of the Mind, Toronto: U of T Press, pp 49-65, 1990.
Schafer, R. M.: Ear Cleaning. BMI Canadá 1967.
Schafer, R. M.: The New Soundscape : A Handbook for the Modern Music Teacher,
BMI, Canadá 1969.
Schafer, R. M.: The Tuning of the World , Nueva York : Knpf, publicado nuevamente
en 1994 como The Soundscape, Destiny books, Rochester, Vermont 1977a.
Schafer, R. M. (ed.): European Sound Diary, Publicaciones ARC 1977b.
Schafer, R. M. (ed.): The Vancouver Soundscape, Publicaciones ARC 1978a.
Schafer, R. M. (ed.): Five Village Soundscapes, Publicaciones ARC 1978b.
Slapper, G.: "Let´s try to keep the peace" en The Times, Abril 9, 1996.
Truax, Barry (ed.): (Editor R. M. Schafer), Handbook for Acoustic Ecology, Burnaby,
B.C. Canadá : Publicaciones ARC 1978.
Truax, Barry: Acoustic Communication, Nueva Jersey : Ablex Publishing 1984.
Westerkamp, H. (ed.): The Soundscaape Newsletter, Nº 10, Febrero 1995. Burnaby,
B.C. Canadá : Foro Mundial de Ecología Acústica, Universidad Simon Fraser.
4. Schafer, R. M.: The Tuning of the World, Knopf, Nueva York, 1977 (publicado en
1994 como The Soundscape -Our Sonic Environment and the Tuning of the World,
Destiny Books, Rochester, Vermont).
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http://www.juntadeandalucia.es/averroes/recursos_informaticos/andared01/paisaje_sonoro/contamina.htm